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viernes, 25 de febrero de 2011

Pequeños apuntes sobre el Centenario de la Segunda Presidencia de José Batlle y Ordóñez

El 22 de noviembre de 1911, Batlle y el ministro de Hacienda don José Serrato, elevan al parlamento un proyecto de  ley por el " que se crea la Administración General de las Usinas Eléctricas del Estado que monopolizará la producción y la distribución de energía, a terceros, para alumbrados, fuerza motriz, calefacción y demás aplicaciones, en toda la República.".
Si la ley de 8 horas, si el plan de Ferrocarriles del Estado, si el trazado de carreteras paralelas a los ferrocarriles extranjeros, significaron una alta expresión emancipadora, el monopolio por el Estado de los suministros de luz  y energía eléctrica tiene ya el carácter concreto de la nacionalización de las industrias y de la expropiación por el estado de los servicios públicos de interés social.
Justamente ese problema de la energía eléctrica comenzó a ser planteado por Batlle en su primer gobierno. En mayo de 1905, es decir apenas seis meses después de apagados los fuegos de Masoller, Batlle decreta ante la caducidad de las antiguas concesiones la administración directa y por el Estado de la Usina Eléctrica de Montevideo. En 1912 quedó sancionado por Ley el monopolio de los servicios de luz y energía eléctrica a cargo del Estado. Organizado el Instituto industrial como un Ente Autónomo, que a su propio desenvolvimiento aplica sus utilidades, y libres de las antiguas usuras de las concesiones privadas las ganancias para el Estado crecieron en gran forma:

Años 1910-11                              $                       556.000
         1911-12                              $                       725.000
         1913-14                              $                       971.905
         1919-20                              $                    1.268.453
         1929-30                              $                    3.367.222

Luz, energía y transportes fueron las antiguas concesiones captadas por el Estado, y definen con verdadera claridad la visión de un país tributario como mecanismo de organización económica.
Tanto en materia económica y financiera como política la República venía dando saltos mortales desde la Independencia. El 4 de agosto de 1896 se creaba por Ley el Banco de la República. Era en realidad un banco mixto. El interés privado desvirtuará su función, se necesita un banco estatal y las Leyes de 17 de julio de 1907 y del 16 de noviembre de 1908, asegurando la primera la autonomía del Banco de la República y determinando la segunda que sus utilidades se destinarían a aumentar el capital de la institución, fueron facilitando el camino par la nacionalización total que Batlle propuso por su mensaje del 13 de mayo de 1911 cuyo articulado se convierte el ley el 17 de julio del mismo año.
El 26 de abril de 1911 Batlle propone la creación del Banco de Seguros del Estado. Significaba esta reforma, fundamentalmente, abolir el monopolio privado en materia de seguros entregando esta forma de previsión social a la gestión de una entidad absolutamente nacional. El negocio del seguro era muy particular, bastaba un pequeño capital, una empresa de mayor o menor volumen, un escritorio en Montevideo. Los capitales asegurados, así en seguros contra incendios, marítimos, de vida, sumaban millones. Los premios pagados por los asegurados daban sumas cuantiosas. Las indemnizaciones repartidas por daños eran mínimas.
Había en el Uruguay hasta 1911 compañías nacionales de seguros, pero eran las menos. Las de mayor volumen eran extranjeras. En 1912 el Banco de Seguros del Estado estuvo en funciones.

El Centenario De Una Presidencia Histórica. Tomado de Correo de los viernes.

Correo de los Viernes 25 de febrero de 2011 Página  4
El Centenario De Una Presidencia Histórica

El martes 1º de marzo se cumplen 100 años de la segunda
elección presidencial de José Batlle y Ordóñez, el período
de gobierno de mayor ímpetu renovador de nuestra historia.
Luego de una primera presidencia extraordinaria pero absorbida
en buena parte por la guerra civil de 1904, que terminó de unificar
el resquebrajado Estado uruguayo, en su segunda presidencia
pudo Don Pepe desplegar toda su capacidad reformadora, con
una multitud de iniciativas y logros que marcaron hasta hoy las
características de nuestro Estado.
El primer acto ya fue reformador, cuando prestado el
“juramento” de rigor ante la Asamblea General, que invocaba a
Dios y los Santos Evangelios, prosiguió: “Permitidme que, llenado
el requisito constitucional, para mí sin valor, a que acabo de dar
cumplimiento exprese en otra forma el compromiso solemne que
contraigo en este instante: juro por mi honor de hombre y
ciudadano que la justicia, el progreso y el bien de la República,
realizados dentro de un estricto cumplimiento de la ley, inspirarán
mi más grande y perenne anhelo de gobernante”. Su concepción
laica del Estado se definía inequívocamente, como más tarde
pudo consagrarse en nuestra carta constitucional. La escena,
bueno es recordarlo, ocurrió en el Cabildo, donde todavía
funcionaba el Poder Legislativo.
Estos serán años notables. Se aprobará la ley de divorcio por
sola voluntad de la mujer, revolucionaria idea pionera en el mundo
(1913). Se crea el Hotel de Inmigrantes y se adelantan los pasajes
para estimular la inmigración que será decisiva en el desarrollo
de la sociedad. Se dicta la ley de liceos departamentales (1912),
que funda un establecimiento en cada capital.
 Se crea la Universidad de Mujeres (proyecto de 1911) y se modifica el Código
Civil para permitir la investigación de la paternidad (1914). Se
dicta la Ley de 8 Horas (1915), pieza clave de la legislación social,
junto a la ley de accidentes de Trabajo (1914). Se funda la Escuela
Nacional para Ciegos. Se crea el Banco de Seguros (1911).
Se nacionalizará el Banco de la República (1911, iniciativa
que ya venía de su primer mandato) y el Banco Hipotecario
(1912), todas instituciones bancarias fundamentales hasta el
día de hoy. Se creará las Usinas y Teléfonos del Estado (1912).
Se terminará y ampliará el puerto de Montevideo, aun precaria
instalación, y se realizarán los proyectos para represar el río Negro.
 Se organiza el Servicio de Semáforos y Radiotelegrafía. Se
crean el Instituto de Geología y Perforaciones (1912) y el de Quí-
mica Industrial, que serán más tarde parte de la Ancap.
Se crean las Estaciones Agronómicas, el vivero de Toledo.
Se organiza el crédito rural, como una sección especial del Banco
de la República. Se dicta la Ley de Colonizaciones. Se crea el
Instituto Fitotécnico y Semillero de La Estanzuela (1911). En
Montevideo, se dicta un plan regulador, se amplía el Parque
Urbano hasta Punta Carretas y también el Prado. Se crea la
orquesta sinfónica nacional. Se propone (mensaje de 1914) la
gratuidad total de los estudios secundaria y universitarios, que
aún requerían pago de matrícula.
Se crea el Consejo de Protección de Menores. Se dicta la Ley
de Ministerios, creando el Ministerio de Justicia e Instrucción
pública (1911). Se crea la Comisión Nacional de Educación Física
(1911), luego de 5 años de tramitación. De 1913 son los Apuntes
que proponen el colegiado, idea discutible por cierto, pero que
se enmarca en el propósito constante de perfeccionar las
instituciones republicanas y preservarla del fenómeno caudillista
que había sido su mayor riesgo.
Ni entramos en la enumeración de las obras públicas o en
proyectos que no se votarán más tarde como el de las Pensiones
a la Vejez, impugnado por “La Democracia”, el órgano nacionalista.
En esta obra monumental, junto a Batlle aparecen figuras
extraordinarias como el Dr. Eduardo Acevedo, los Ingenieros
Serrato y Soudriers, el Dr. Baltasar Brum, el Dr. Feliciano Viera, el
Dr. Pedro Manini Ríos, Dr. Justino Jiménez de Aréchaga, el Dr.
Claudio Williman –Ministro del primer período y luego Rector
de la Universidad—, entre tantos otros. En el Parlamento se
destacaron figuras notables como Domingo Arena o Juan José
Amézaga. Esta gigantesca obra fue realizada en medio de una
oposición enconada de los sectores conservadores de la Repú-
blica. Ella no se detuvo ni cuando el Presidente hubo de afrontar
la enfermedad de su hija Ana Amalia, fallecida de una dolencia
pulmonar.
Alcanza la enumeración de las obras del período para advertir
que fue en esos años que se forjó el Uruguay moderno. Y que
los avances sociales de esa época todavía siguen marcando a la
sociedad uruguaya. El Partido Colorado, y todo el país, debieran
conmemorar el comienzo de años que fueron de tanta importancia
para la configuración de una democracia ejemplar y de un país
socialmente integrado.
Correo de los Viernes 25 de febrero de 2011

Ver: secretaria@forobatllista.com

jueves, 24 de febrero de 2011

La cultura de mayo del 68 y los problemas sociales hoy según Nicolás Sarkozy






" los herederos del 68 habían impuesto la idea de que todo vale, de que no hay ninguna diferencia entre el bien y el mal, entre lo verdadero y lo falso, entre lo bello y lo feo. Habían querido hacernos creer que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos alumnos, que no había diferencias de valor y de mérito. Habían querido hacernos creer que la victima cuenta menos que el delincuente, y que no puede existir ninguna jerarquía de valores. Habían proclamado que todo esta permitido, que la autoridad había terminado, que las buenas maneras habían terminado, que el respeto había terminado, que ya no había nada que fuera grande, nada que fuera sagrado, nada admirable, y tampoco ya ninguna regla, ninguna norma, nada que estuviera prohibido...La herencia de mayo del 68 ha introducido el cinismo en la sociedad y en la política. Han sido precisamente los valores de mayo del 68 los que han promovido la deriva del capitalismo financiero, el culto del dinero-rey, del beneficio a corto plazo, de la especulación. El cuestionamiento de todas las referencias éticas y de todos los valores morales ha contribuido a debilitar la moral del capitalismo, ha preparado el terreno para el capitalismo sin escrúpulos y sin ética, para esas indemnizaciones millonarias de los grandes directivos, esos retiros blindados, esos abusos de ciertos empresarios, el triunfo del depredador sobre el emprendedor, del especulador sobre el trabajador..."
Nicolás Sarkozy, Bercy 29 de abril de 2007

miércoles, 16 de febrero de 2011

El hombre de Batlle -Entrevista a Milton Vanger de Historia prof Juan Martín Sánchez

El hombre de Batlle -Entrevista a Milton Vanger


Todo trabajo historiográfico sobre el batllismo cita obligadamente a Milton Vanger. Ocurre que, además de elaborar tesis propias sobre el tema, fue casi el único investigador al que se le permitió acceder a los papeles de Batlle y Ordóñez; el otro fue Juan Pivel Devoto, pero no escribió sobre ello. Vanger, en cambio, hizo del primer batllismo su principal tema de estudio. A casi sesenta años de su primera visita a Uruguay -en la que conoció a su actual esposa, Elsa, hija del poeta y académico Emilio Oribe- y tras haber publicado dos libros de referencia, acaba de aparecer en Estados Unidos y en nuestro país José Batlle y Ordóñez, 1915-1917. Desde su residencia en Cambridge (Massachusetts, Estados Unidos), Vanger contestó telefónicamente algunas preguntas.

-¿Cómo llegó a estudiar el batllismo?
-Mi tutor de tesis en la Universidad de Harvard, CH Haring, me llamó la atención sobre Uruguay, que parecía ser un país que había anticipado las políticas sociales del New Deal [del presidente estadounidense FD Roosevelt]. En 1950 obtuve una beca y fui a Uruguay, pero en ese momento no sabía que iba a seguir relacionado con el tema por sesenta años.
-¿Después de tanto tiempo se mantiene el interés?
-Sí, claro. Todavía tengo material para publicar. Ocurre que tengo 84 años y no sé cuánto más podré escribir. Tal vez publique algún artículo corto sobre los últimos años de Batlle, pero no lo sé.
-Usted gozó de privilegios especiales, ya que tuvo acceso a los archivos de José Batlle y Ordóñez, que hasta el día de hoy custodian celosamente sus herederos. ¿Cómo los convenció de que lo dejaran acercarse a esos papeles?
-No fue exactamente fácil. Tal vez hoy a ustedes no les diga nada, pero hace sesenta años César, Rafael y Lorenzo Batlle Pacheco eran muy activos políticamente. El Partido Colorado estaba dividido entre ellos y su primo, Luis Batlle Berres, que había vivido en la casa familiar hasta que se casó. Por eso los Batlle Pacheco tenían muchas reservas, pero por suerte intervino un amigo mío, Próspero Fernández Prando, que estaba interesado en estudiar a Prudencio Vázquez y Vega, compañero de Batlle y Ordóñez en sus estudios de Filosofía. Mi amigo creía que en los archivos de la familia podría haber algo, y además él trabajaba en el periódico El Día; también fue encargado de la biblioteca del Palacio Legislativo. Yo era un recién llegado, pero él convenció a César y al final no fue tan complicado.

Fichero
José Batlle y Ordóñez, 1915-1917: “Humanizando el capitalismo”. Uruguay y el Colegiado. Traducción de Ana Nahum. Banda Oriental, Montevideo, 2009. 268 páginas.
-¿Que usted fuera extranjero facilitó ese acceso?
-No me sorprendería. Les dije que era un historiador, no un activista político. Pero, y esto lo digo en una de las notas al pie de mi último libro, ellos nunca restringieron mi acceso al archivo ni me exigieron ver mi trabajo antes de que lo publicara. No quiero que se piense que ellos influyeron en mis escritos. Luego leyeron los libros y creo que les gustaron. Con los años hice amistad con la esposa (luego viuda) de Rafael, así como con sus hijas y nietos. Cuando El Día organizó un foro para el 75º aniversario de la muerte de Batlle, ella insistió en que yo fuera invitado a dar una charla. Los considero amigos.
-En los 50 a Uruguay se le decía “la Suiza de América”. ¿Era una visión acertada?
-En la época del segundo colegiado lo que me impresionó es que era un país muy libre; todo el mundo podía decir lo que quisiese, no había ninguna de las restricciones que padecíamos en Estados Unidos por esos tiempos, dominados por el macartismo, en los que se acusaba a la gente de ser comunista. En ese sentido, la respuesta es sí. También en el aspecto económico las cosas funcionaban bastante bien, pero porque el gobierno tenía una cantidad increíble de dinero proveniente del alto valor de las exportaciones. Cuando eso cambió, empezaron los problemas. También estaba la frase “como el Uruguay no hay”, que no sé si se usa allí hoy...
-Ahora es más bien irónica. Desde la escritura de Batlle, el creador de su época, en 1963, y El país modelo, en 1980, ¿cambió su visión del país?
-Me gustaría creer que no. En general, creo que traté de no pasarme de una escuela de pensamiento a otra, sino de ser consistente. Es decir, no creo haber cambiado conscientemente. Pero si se mira este último libro, uno de los temas es que muchos no tenían claro cuál era la relación de Batlle con la clase media; las mismas ideas vuelven pero de manera algo diferente. Ahora argumento que en campañas electorales él nunca hizo mención a la clase media, pero desde otras fuentes. En el epílogo refiero a Jiménez de Aréchaga, que por 1920 o 1921 dijo en el Senado que todos eran miembros de la clase media, excepto Gallinal. Es decir, era un tema que se venía, pero no es de la época más activa de Batlle.
-Hoy políticos de varios partidos se proclaman batllistas para explicitar que defienden a la clase media.
-No conozco mucho de lo que pasa hoy porque hace diez años que no voy a Uruguay, sólo estoy al tanto de lo que me cuentan amigos y leo en los diarios. Pero por 1929 [Justino] Zavala Muniz ya hablaba de la clase media y la clase trabajadora. Es decir que eso estaba ahí, pero Batlle mismo nunca empujó la idea de la clase media, desde mi punto de vista, porque creo que tenía temor de que si dividía a la clase media y a la clase trabajadora, esta última quedaría en un nivel social más bajo, y su meta era la equidad social.
-¿Qué hay de nuevo en este último libro, que lleva por subtítulo “Humanizando el capitalismo”?
-Cuando Batlle y Ordóñez murió, Baltasar Brum escribió un elogio diciendo que él había humanizado el capitalismo. Si se lee el libro aparecen muchas indicaciones al respecto. Hay ejemplos obvios, como la jornada laboral de ocho horas, la idea de educación gratuita desde primaria a la universidad, etcétera.
-Pero el libro también podría haberse subtitulado “El alto de Viera”, en referencia a ese período en que se frenó el impulso progresista.
-Sí. El alto de Viera fue el resultado de la derrota del colegiado, el 13 de julio, y, de hecho, en la segunda mitad del libro analizo lo que pasó después de esa derrota y cómo Batlle se las arregló para “rescatar”, si se quiere, parte de su programa.
-¿Cree que el mito de Uruguay como país diferente se acabó con la dictadura de 1973, o...?
-No, no lo creo. Yo más bien diría que cuando la situación económica se vino abajo hacia el final de la guerra de Corea y bajó el precio de la lana, que por entonces era la principal exportación, empezó a desintegrarse gradualmente eso de que “como el Uruguay no hay”. No le pondría una fecha precisa, pero obviamente entre 1960 y 1973 las cosas empeoraron.
-¿Pero cree que luego de la restauración democrática de 1985 reaparecieron algunos viejos valores?
-Como dije, no he estado en Uruguay desde hace tiempo y no me siento cómodo opinando sobre la actualidad del país. Además, mis amigos me dicen cosas diferentes, así que prefiero hablar sobre lo que me parece que sé y no sobre lo que me parece que no sé.
-Sin embargo, hacia el final del libro introduce una cita en la que se afirma que el Frente Amplio es el heredero político del batllismo.
-Sí, pero uso palabras de un periodista de El País.
-¿Es posible el batllismo fuera del Partido Colorado?
-Bueno, Batlle no pensaba así. Claramente creía que para ser exitoso el batllismo tenía que ser parte del Partido Colorado, porque creía en el poder del partido. Las generaciones actuales no tienen mucho interés en esto, pero el hecho es que, por ejemplo, en la guerra civil de 1904 en el interior a los colorados todavía se les decía “los salvajes”, algo que venía de la Guerra Grande. Ser colorado era un sentimiento muy profundo y salirse del partido era prácticamente desaparecer. En la época de Batlle a los socialistas y los comunistas les iba muy mal, nunca pasaron de uno o dos diputados y un senador. Creo que un tema interesante es averiguar por qué el electorado uruguayo se decidió a cambiar sus filiaciones políticas. No era así en el 900, en los 10 o en los 20, cuando muy pocos blancos se hacían colorados o viceversa; lo que hacían era cambiar de ala dentro del partido al que pertenecían. Ahora vivimos en tiempos en que la gente cambia.
-Justamente, el próximo presidente muy posiblemente sea José Mujica, que comenzó militando en el Partido Nacional y como herrerista.
-No sé de ningún colorado o blanco que en tiempos de Batlle y Ordóñez se haya cambiado. Había algunos, como Martín C Martínez y Juan Andrés Ramírez, que no habían sido colorados sino constitucionalistas. Pero, en general, tendían a moverse a la derecha; nadie rompía con Batlle para irse a la izquierda. [Pedro] Manini Ríos es un buen ejemplo. Pero, vuelvo, lo fascinante es que en el siglo XIX blancos y colorados estaban dispuestos a matarse entre sí, tal cual hoy los musulmanes sunitas y chiitas, y hoy eso ya no es así.
-Tal vez el cambio tenga que ver con que los partidos avanzaron hacia una mayor coherencia ideológica interna. ¿Lo ve como una señal de progreso?
-Probablemente. Era una esperanza que ya tenían Batlle y Herrera, y tuvieron éxito en su época. Como se ve en el libro, Batlle estaba injertando ideas nuevas en el tronco del Partido Colorado. Es interesante comparar el éxito de Batlle con los fracasos en Perú, que ocurrieron por la misma época, cuando quienes intentaron hacer grandes reformas fueron barridos del gobierno.
Jaime Yaffé José Gabriel Lagos




    

    Elsa Oribe y Milton Vanger

    CLASICOS DEL MARXISMO-LENINISMO: El 18 brumario de Luis Bonaparte (1851-1852), KARL...

    CLASICOS DEL MARXISMO-LENINISMO: El 18 brumario de Luis Bonaparte (1851-1852), KARL...: "ENLACE DE DESCARGA: http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca%20digital/libros/M/Marx,%20Karl%20-%20Brumario%20de%20Luis%20Bonaparte,%20El%2018.p..."

    Conmemoración del Bicentenario de la República Oriental del Uruguay, 1811-2011.

    Conmemoración del Bicentenario de la República Oriental del Uruguay, 1811-2011.

    Fidel Castro is sworn in as Prime Minister of Cuba - Timelines.com

    Fidel Castro is sworn in as Prime Minister of Cuba - Timelines.com

    Apuntes de clase 1516-1808.Desde Solis al inicio de la emancipación.

    El actual territorio del Uruguay inicia su historia en 1516 cuando Juan Díaz de Solís, descubre el Río de la Plata buscando un pasaje hacia el Oriente.
     Se conformó un espacio muy grande que se va a llamar: Banda Oriental del Río Uruguay, con el límite oriental del océano Atlántico y la línea de Tordesillas, fijada por España y Portugal en 1494.

    Posteriormente a  la expedición de Solís y de su muerte en la costa uruguaya a manos de los tupí-guaraníes, llegó al Río de la Plata la expedición de Magallanes-Elcano (1520) . La que logra concretar la misión de llegar a las islas de las especias por América  y circunvalar el mundo.
    El veneciano Sebastián Gaboto, sucesor de Solís en el oficio de piloto mayor del reino, recibió capitulación de Carlos V en 1526 para ir a Oriente por el estrecho magallánico y sin tocar tierras portuguesas. Pero Gaboto decidió entonces explorar el Río de la Plata y buscar el camino  a las riquezas que se argumentaba existían río arriba.
    Con la misma ambición, un grupo de comerciantes  envió una expedición al mando de Diego García, que llegó al río de Solís en 1528, y en la navegación por el Paraná se encontró con Gaboto. García era uno de los sobrevivientes de la expedición de Solís.
    Ambas expediciones fracasaron en su principal objetivo pero a ellas se deben los primeros intentos de poblamiento en la Banda Oriental y la adopción del nombre de Río de la Plata, para llamar al estuario que hasta entonces se conocía como Mar Dulce o río de Solís.
    Quedaba una idea y sentimiento de fracaso. El espacio platense no era atractivo en sí mismo, sino como un camino hacia las riquezas mineras del Alto Perú.
    Al regresar Gaboto a España en diciembre de 1529 finalizaba el ciclo explorador en el Río de la Plata y se inicia el periodo de, conquista del territorio y fundaciones muchas de ellas efímeras.
    La conquista  comenzó con la expedición de Pedro de Mendoza, que en 1536 funda Buenos Aires (abandonada en 1541y refundada en 1580). La fundación de Asunción en 1537 y la de otras ciudades, como Santa Fe, Corrientes y Santa Cruz en el Alto Perú marcan la línea de penetración hacia el interior del continente, hacia los tesoros  de la Sierra de la Plata, que prosiguió a favor de los españoles, Pizarro mediante su invasión por la zona andina del Pacífico a través de Panamá, hasta alcanzar la riqueza del Potosí. Esto va a determinar que nuestra región sea considerada como de ningún provecho al no tener riqueza en oro y plata.
    Establecido el gran centro del Perú, éste determinó que el eje del dominio político y económico de España en América del Sur se vertebrará hacia la vertiente del Pacífico, con Lima como centro administrativo.
    En este sentido, el área platense, despoblado y muy cercano a la línea fronteriza con Portugal había que defender y promover su desarrollo.
    Da comienzo al establecimiento de una zona estratégica y defensiva en el marco de la lucha entre los imperios español y portugués.
    .
    La segunda particularidad de la colonización de la Banda Oriental es que el ganado precede al hombre. Fue   esta riqueza que se desarrolló casi naturalmente y sin ningún control  lo que dio interés a este territorio, considerado por los conquistadores “sin ningún valor” y que se va a transformar en una “mina de cuero” a fines del siglo XVII.
    El ganado en la Banda Oriental tuvo por origen, por un lado, las introducciones realizadas en 1611por Hernando Arias de Saavedra(Hernandarias, gobernador de Asunción, y por otro lado, las misiones jesuíticas.
    Los jesuitas comenzaron su labor misionera en el Río de la Plata desde Paraguay, estableciendo reducciones con indios desde 1610, alejándose de las ciudades españolas y penetrando en regiones alejadas al este del río Paraná.
    .Por otro lado desde San Pablo se originan las bandeiras,  que eran
    expediciones  que recorrían miles de kilómetros con el objetivo de esclavizar indios para venderlos como mano de obra barata en las plantaciones del noreste brasileño. Tuvieron las bandeiras su período de auge durante la unión de las dos coronas (1580-1640), en el que la frontera  estaba unificada.
    El proceso evangelizador de los jesuitas continúa y entre 1628 y 1634 establecieron 12 reducciones , entre la margen oriental del río Uruguay y el océano Atlántico, a la altura de la Laguna de los Patos. El ganado introducido en 1634 por los jesuitas para el sustento de estos pueblos fue el origen de la “Vaquería del Mar”, volcada sobre el litoral Atlántico.
    .
    Esta primera etapa de las Misiones Orientales fue el origen de los siete pueblos de las Misiones Orientales, muy importantes en el inicio demográfico, económico y político de la historia del Uruguay cumpliendo un papel trascendente en la conformación de la “banda-frontera”, región fronteriza  hispánica con el reino de Portugal.
     La libre reproducción del ganado, sin intervención humana, convirtió el territorio de zona ignorada y sin interés en la “banda-vaquería”. Rebosante de carne y cuero, esta nueva riqueza despertó el interés económico del europeo de variada calaña: faeneros, bandeirantes o piratas.
     Esto obliga a los portugueses a avanzar sobre el territorio y  fundan la Nova Colonia do Sacramento en1680, en una pequeña bahía del Río de la Plata frente a Buenos Aires, lo que obliga  a España a  desarrollar el poblamiento  de la Banda Oriental.
    De la interacción entre la pradera, el ganado y el contrabando, surge en la pradera  el gaucho. Individuo resultante del hábitat sui generis donde conviven vagabundos, marineros, mal entretenidos, perseguidos por la ley, mestizos, indios , todos sin jefes y sin familia, surgiendo el gaucho, hombre de a caballo, individualista y valiente, que conforma una característica nacional.
    Tan antiguos como el descubrimiento que hicieron los españoles del Río de la Plata, fueron los reclamos de los portugueses, respecto a la pertenencia de su margen septentrional. El Siglo XVI y el siguiente transcurrieron sin que ninguna de las dos naciones conquistadoras llegase a afirmar el dominio sobre este territorio. La fiereza y rebeldía charrúa se opusieron a toda tentativa de posesión estable y las expediciones fracasaron. Los feraces campos del Uruguay ya  poblados por numerosas cabezas de ganado eran presa codiciada por los portugueses, los corsarios ingleses, franceses y holandeses, los misioneros jesuitas que extendían sus estancias hasta Paysandú y también de los vecinos del sur para hacer acopio de cueros y leña.
    Fueron los españoles los descubridores del Plata y de las costas adyacentes y los primeros que, si bien de un modo efímero, se adueñaron de estas tierras. Portugal consideraba que este territorio le pertenecía legalmente por el Tratado de Tordesillas y mientras por tierra hacía atacar las Misiones Jesuíticas del Paraguay, por mar alistaba una escuadra que llegaría a nuestras costas. En las costas de la actual Colonia el jefe portugués Maestre de Campo Manuel Lobo fundó la ciudad de Colonia del Sacramento, la cual artilló y puso en estado de defensa. El arribo ulterior de familias dio motivo a la construcción de viviendas, al reparto de solares y al comienzo de plantíos. Comienza acá una serie de conquistas y reconquistas de esta ciudad.
    La controversia entre España y Portugal no se había planteado en términos de derecho, la cuestión doctrinaria no se planteó en los hechos  quedando como una disputa permanente de intereses entre las dos grandes potencias colonizadoras de América.
    El 11 de noviembre de 1716 los portugueses ocupan nuevamente la Colonia, en forma paralela el se ordena desde la metrópoli la mayor vigilancia, sin permitir a los portugueses que en las ensenadas y puertos de Montevideo y Maldonado se realizaran fortificaciones ni cualquier acto de posesión.
    En lo referente al Río de la Plata se considera la necesidad de afirmar el dominio y se envía a un gran militar: Bruno Mauricio de Zabala. Sus instrucciones eran precisas y se referían a  ratificar lo antes expresado a García Ros y se establece “ procurar también la providencia necesaria para que ni Portugal ni otra nación alguna se apoderasen y fortificasen en los parajes de Maldonado y de Montevideo, solicitando poblarlos y fortificarlos en la forma que pudiesen”. Es esta la primera vez que la documentación examinada se expresa el pensamiento de establecer una población en Montevideo. Zabala se hace cargo de la Gobernación el 11 de julio de 1717.

    Hispanoamérica y la Banda Oriental en el Siglo XVIII.

    Ilustración, como Renacimiento o Reforma, es una de esas palabras que nos sirven a la vez para denominar una determinada actitud del espíritu humano, una corriente de ideas y una época en la Historia de la Cultura.
    La ilustración abarca los  Siglos XVII y XVIII, sobretodo este último. Su foco inicial se encuentra en Inglaterra, en la obra de los pensadores como John Locke. Pero los que difundieron los principios de la ilustración en todo el ámbito de la civilización occidental fueron escritores franceses. Bajo la dirección de Diderot y D’Alembert se publicó una vasta obra en 28 volúmenes: La Enciclopedia, que aspiraba reunir todos los conocimientos humanos en sus diversas ramas. El contenido ideológico de la Ilustración implica una profunda revolución en las ideas y en la actitud vital de los hombres. “ Nuevas Ideas” se llama habitualmente a las del movimiento iluminista para diferenciarlas de las concepciones arraigadas del Antiguo Régimen.. Las ideas económicas de la ilustración participan de los mismos caracteres de sus ideas políticas y sociales. También en el orden económico se proclama como postulado primordial el de la “libertad”. El ejercicio de esta libertas significaba eliminar todas las restricciones que trababan la iniciativa individual, la libre acción de los empresarios, que en el Antiguo Régimen se hallaba limitada por los municipios y las reglamentaciones del Estado, por los privilegios de los gremios de artesanos y por formas de propiedad feudal y eclesiástica hostiles a la libre empresa. Naturalmente, la “libertad” favorecía exclusivamente a un determinado sector social, la capas adinerada de la burguesía, compuesta por comerciantes, banqueros e industriales, que anhelaban abrir a sus negocios una perspectiva ilimitada. La alianza de los reyes con la burguesía tuvo aspectos políticos y económicos. La política mercantilista con sus reglamentaciones y su proteccionismo fue útil a las industrias nacionales. En el Siglo XVIII tanto en Gran Bretaña, como en Francia, donde se gestan las doctrinas del liberalismo, la gran industria y el gran comercio han llegada a la mayoría de edad. El Estado divino no podía convivir con el desarrollo del capitalismo moderno. Es así que los economistas liberales rechazan las viejas concepciones mercantilistas sobre la necesidad de la intervención del Estado en la vida económica y propugnan una economía basada en la libertad de empresa: la iniciativa individual de los empresarios, el libre juego de la competencia entre ellos producirías naturalmente beneficios a toda la sociedad, aparejando la prosperidad general.
    Estos principios fueron sostenidos por las dos principales escuelas del pensamiento económico del Siglo XVIII, la fisiocracia francesa que tuvo como jefe a Quesnay  y la liberal británica fundada por Adam Smith, escocés , llamada “ La Riqueza de las Naciones”. Ambas teorías rechazan el mercantilismo acerca de los metales preciosos como clave o fundamento de la riqueza nacional. Por el contrario, tanto los fisiocratas como los discípulos de Adam Smith buscan el fundamento de esa riqueza en el incremento de la producción, estimulada por el libre comercio. Tiene sin embargo algunas discrepancias. Para los fisiocratas solo las industrias extractivas ( agricultura, minería, ganadería) cumplen operaciones necesarias, pero no añaden “valor” a los objetos. Adam Smith introduce una noción completamente nueva y revolucionaria, basando el valor de las mercancías en la cantidad de trabajo humano depositado en ellas.
    En España, el despotismo ilustrado se manifiesta bajo la dinastía borbónica, encarnándose principalmente en Carlos III. Durante su largo reinado 1759-1788 una serie de ministros enérgicos y reformadores como Aranda, Floridablanca y Campomanes desarrollaron las denominadas reformas borbónicas que afectaron profundamente a América.




    Los Borbones en España


    El reinado de los Habsburgos coincidió con la gran crisis española del Siglo XVIII, agravada por el mal gobierno de estos monarcas, que entregaron las riendas del Estado en manos de favoritos incapaces. La paralización de la vida económica, la corrupción administrativa, caracterizan este período de la historia de España. El último rey de la Casa de Austria fue Carlos II el Hechizado. Así se inicia la dinastía borbónica que salvo algunas interrupciones va a durar hasta hoy.  Durante el Siglo XVIII, los cuatro principales reyes de la Casa de Borbón fueron los siguientes: Felipe V (1700-1746),Fernando VI 1746-1749, Carlos III 1759-1788 y Carlos IV 1788-1808.
    La política reformista contribuyó al renacimiento general de la vida española. La Nación supera la decadencia producida bajo el reinado de los últimos Austria y junto con la recuperación de la producción y el comercio, reflorecen las artes, las letras y las ciencias. Los borbones trasplantan a España el afán centralizador que caracterizó al reinado de Luis XIV. Pero bajo Carlos III se hizo sentir la influencia del espíritu del Siglo. Diversas medidas fueron adoptadas para reanimar la  producción y el comercio. Las reformas agrarias muestran claramente ese propósito. Se tendía a eliminar toda forma de propiedad no individual, a la vez que promovía la división y el cultivo de los grandes fundos. Para ellos se abolió el mayorazgo, se expropiaron tierras de la Iglesia y de los municipios que fueron repartidas y vendidas.

    El Reformismo en América


     La política reformista de los borbones se extendió a América, donde se producen múltiples cambios. En el orden político-administrativo tenemos varias reformas que procuraban concentrar en manos del Poder Central, del Rey, todos los resortes del gobierno y de la administración. El Consejo de Indias perdió casi todos los poderes, quedando reducido a órgano de consulta, mientras el gobierno efectivo de América pasaba a la Secretaría de Despachos Universal de Indias, creada en 1717 por Felipe V. El territorio del Virreinato del Río de la Plata se dividió en ocho intendencias(Buenos Aires, Córdoba del Tucumán, Salta, Paraguay, Cochabamba, Charcas, Potosí y La Paz) y cuatro Gobernaciones(Montevideo, Misiones, Moxos y Chiquitos). El centralismo de los Borbones acentuó la exclusión de los criollos de los cargos públicos importantes.
     Como directa consecuencia empieza a tener importancia la zona rioplatense con los puertos de Buenos Aires y Montevideo, que se convirtieron en activos centros de intercambios. La supresión del régimen de flotas y galeones, la concentración de todo el tráfico en dos flotas era una de las mayores trabas para el comercio de las Indias. En 1740 se cambia por navíos de registro que podían elegir libremente su ruta y la fecha del viaje. Este sistema agilitó considerablemente las relaciones comerciales. Se habilitaron nuevos puertos. Se autoriza el tráfico intercolonial a partir de 1765 se establece la libertad de comercio de las colonias entre sí. Se autoriza el comercio entre Perú y Nueva Granada, que se extiende a México en 1774 y al Río de la Plata en 1776. Reglamento de Libre Comercio de 1778. El comercio con el extranjero fue relativo, no alcanzó a eliminar el monopolio colonial; hasta el fin del coloniaje subsistió la prohibición de comerciar con el extranjero. El mantenimiento del Monopolio español fue una de las principales causas de la emancipación americana. Las franquicias borbónicas otorgadas al comercio en vez de aquietar a los colonos e inducirlos a permanecer bajo el dominio español, tuvieron efecto contrario. Las reformas despertaron en los colonos el anhelo de libertad de comercio de los cueros, en el caso del río de la Plata, para ser comerciados con el Inglés.

    Revolución Hispanoamericana

    Los antecedentes se remontan a la época de los conquistadores, desde el momento inicial de la Conquista se producen rebeliones en América. La más famosa y que no vamos a desarrollar por cuestiones de tiempo, es la de los encomenderos del Perú contra el Virrey Blasco Núñez de Vela, que fue decapitado por las huestes de Gonzalo Pizarro en 1546. Los indígenas tuvieron levantamientos importantes siendo la más trascendente la de Tupac Amarú que  se inició en 1780 en la Provincia peruana de Tinta y se propagó por todo el Perú. Su jefe era José Gabriel Condorcanqui, era descendiente de los Incas. Puso sitio a la ciudad de Cuzco, mientras otros indígenas levantaban el Alto Perú y atacaban la ciudad de Charcas. Tropas de los Virreyes del Perú y del Río de la Plata, luego de varios combates, lograron derrotarlos y tomaron prisionero a Tupac Amarú que fue ejecutado en 1781. El levantamiento perseguía la abolición de la mita, los corregimientos y todas las formas de expoliación del Indio.

     


    La independencia de Hispanoamérica




    En el primer tercio del Siglo XIX, con la independencia de casi todas sus colonias americanas, el Imperio español conoció, prácticamente, su fin y España dejó de ser definitivamente una potencia mundial.
    El proceso emancipador de las colonias se produjo ante la difícil situación que vivía España en aquellos años, invadida por Francia y debatiéndose en una gran crisis política interna.
    Sin embargo, las causas que movieron a las colonias a independizarse fueron muy complejas, ya que no solo se circunscribía al desarrollo interno de las colonias, sino que estaban relacionadas con presiones y corrientes ideológicas procedentes del exterior.

    a-    Entre las causas de la independencia de la América española figuran la madurez social y política de los criollos, la crisis originada en España por la invasión francesa y los ideales revolucionarios de la época.
    b-    La independencia fue ante todo una rebelión de las colonias contra la metrópoli.
    c-    El proceso independizador comenzó a partir de 1810 y culminó en 1824, tras la batalla de Ayacucho.

    Entre 1810 y 1824 se desarrolló el proceso de independencia de las colonias españolas en América. Las causas pueden ser analizadas desde dos puntos de vista:

    a.    Causas internas: Con respecto a la metrópoli, hay que destacar la difícil situación creada en España por la Invasión francesa, que supuso la ruptura del contacto directo con América, y el vacío de poder que creó la retención de los reyes españoles en Francia. Con respecto a las colonias,  hay que destacar, en primer lugar, el descontento de los criollos por su postergación en el gobierno de sus países y por el mantenimiento del monopolio comercial español y en segundo lugar, la fuerte tensión social en que vivían los indios, negros, mestizos, muy explotados por los blancos.
    b.    Causas externas- Hay que destacar, entre otras, el influjo de las ideas ilustradas, los ejemplos directos de la independencia norteamericana y de la Revolución francesa y, además, la ayuda de Gran Bretaña y de Estados Unidos, países interesados en desplazar a España del comercio americano.

    A lo largo de dos décadas se sucedieron las sublevaciones y los enfrentamientos en las distintas colonias. Estos conflictos se pueden agrupar así:

    a-    Primera etapa (1810-1816). En México se produjeron las sublevaciones sucesivas de Hidalgo y Morelos, ambas de signo popular, que fueron rápidamente reprimidas. En Venezuela, el congreso General de Caracas proclamó la independencia en 1811; pero en el terreno militar sus líderes militares Miranda, primero y Bolívar después fueron derrotados. En Argentina, tras la deposición del virrey, una junta se hizo cargo del poder hasta que en el Congreso de Tucumán (1816) se declaró la Independencia. En Chile y Nueva Granada, los levantamientos fueron reprimidos; en el caso chileno, por la energía y fidelidad del Virrey Abascal, y, en Nueva Granada, por la actuación de las tropas del general Morillo, enviadas como refuerzo desde España una vez terminada la guerra contra Napoleón.
    b-    Segunda etapa(1816-1820). En esta etapa, los chilenos declararon la independencia después de las victorias conseguidas por San  Martín en Chacabuco (1817) y Maipú(1818). Colombia se independizó tras la victoria de Bolívar en Boyacá(1819).
    c-    Tercera etapa (1820-1824). En la tercera y última etapa del proceso los independentistas lograron una mayor coordinación en las acciones, sobretodo después de la entrevista en Guayaquil entre Bolívar y San Martín y de una actuación militar decisiva que culminó en las victorias de Carabobo 1821 y Ayacucho en 1824.






    martes, 15 de febrero de 2011

    sábado, 12 de febrero de 2011

    Kennedy y Nixon: anatomía de una rivalidad.



    Breve aproximación a sus liderazgos.


    Escribir sobre estos dos personajes de la Historia del Siglo XX es escribir sobre la historia de una rivalidad. Sobre el objetivo de dos hombres muy diferentes que sin embargo tenían los mismos objetivos, cambiar la realidad política de su país, y sin embargo ambos consiguieron lo mismo cambiar la visión sobre su país, sobre la política y sobre ellos mismos.


    Cuando pensamos en ellos enseguida nos viene a la mente el debate televisivo que marcó el futuro de las campañas políticas ya en manos de la TV como medio masivo para presentar las ideas y programas. Lo cierto es que mucho antes de llegar a esa instancia estos dos políticos norteamericanos, luego de su participación en la Segunda Guerra mundial, recorrieron durante 15 años, en distintos puestos, a , los corredores y despachos a veces enfrentados, a veces compartiendo un pequeño recinto, los corredores y despachos del Congreso de EE.UU.
    Realmente, durante esos años de forja, Nixon tenía todo para ganar, sin dudas era el mejor y más prometedor político de su tiempo. A los 43 años ya tenía experiencia en  el Senado y logró por dos veces la vicepresidencia de los Estados Unidos. El Partido republicano tenía en él una excelente carta de triunfo al iniciarse la década de 1960. La prensa liberal había definido la década de 1950 como la década de Nixon. El rápido ascenso de Richard Nixon provoca en John F.Kennedy un modelo político a seguir dentro de las estructuras norteamericanas y un rival a vencer. En 1952 ya los Kennedy enfocan a Nixon como blanco político a vencer y lograr que los democratas vuelvan al poder. Jack va a encargarse de la campaña del candidato demócrata Adlai Stevenson con el objetivo de impedir la reelección de Dwight Eisenhower, iniciandose una rivalidad política que se va a extender incluso luego del asesinato de John y el posterior de Robert.Cuando en 1946 el Representante de los Estados Unidos James M. Curley dejó su cargo vacante en un distrito predominantemente demócrata para aspirar al cargo de Alcalde en Boston, Kennedy se postuló al cargo de Representante, obteniendo la victoria ante su oponente republicano por una amplia mayoría. Fue miembro del Congreso durante seis años. Sus votos a las distintas iniciativas no se ajustaron a una tendencia fija, y frecuentemente diferían de la posición del Presidente Truman y de la del resto del Partido Demócrata. En 1952 venció al candidato republicano Henry Cabot Lodge, Jr. en la elección por el cargo de Senador de los EE. UU.
    En 1956 el candidato presidencial Adlai Stevenson dejó en manos de la Convención del Partido Demócrata la nominación de un candidato a la vicepresidencia de los EE. UU. Kennedy terminó segundo en las votaciones, superado por el Senador Estes Kefauver. Gracias a este episodio y a pesar de su derrota, Kennedy adquirió notoriedad nacional, lo cual lo ayudaría en los años siguientes. Su padre, Joseph Kennedy, señaló que en el fondo era bueno para John no haber obtenido la nominación, porque luego muchos hubieran culpado a los católicos de la derrota electoral, aunque en privado reconocieran que cualquier demócrata hubiera tenido  dificultades  en 1956.
    John F. Kennedy votó, como senador, la aprobación final de la Ley de Derechos Civiles en 1957, la primera ley que protegía algunos derechos de las minorías, particularmente el derecho efectivo al voto de los negros en los estados sureños. Sin embargo, previamente Kennedy había votado a favor de una enmienda que limitaba la capacidad de los tribunales para perseguir los incumplimientos de tales derechos civiles, enmienda que estrechaba en gran parte la efectividad de la ley, al impedir la condena de los que la violaran. Algunos segregacionistas radicales apoyaran a Kennedy.
    Cuando JFK se operó de una grave lesión en la columna Nixon se preocupaba de su salud y preguntaba sobre su evolución. Sus despachos en el senado era vecinos, el despacho de vicepresidente era el 361 y el de Kennedy el 362. Era común que al finalizar la jornada Nixon mirase  lo que Jack hacía.
    .Entre 1948 y 1949 Nixon adquirió fama nacional como miembro del Comité de Actividades Antiamericanas durante la investigación del llamado caso Hiss. En 1951 fue elegido senador después de una campaña en la que destacó por su ideología anticomunista.
    En 1952 los republicanos nominaron a Nixon como candidato a la vicepresidencia en la candidatura presidencial de Dwight David Eisenhower. Al descubrirse que, siendo senador, Nixon había aceptado 18.000 dólares para 'gastos políticos' de manos de empresarios californianos, estuvo a punto de ser expulsado delPartido Republicano. Los descargos que de sí mismo hizo Nixon salvó su carrera política. Desde su cargo de vicepresidente, emergió como vigoroso portavoz de los republicanos durante el mandato de Eisenhower. Además inició una actividad de política internacional al visitar numerosos países, incluida la Unión Soviética. Una espontánea discusión mantenida en ese país con Nikita Kruschev se publicó en todo el mundo en julio de 1959. Su hostilidad instintiva hacia Fidel Castro en la reunión que mantuvieron ese mismo año, ha sido considerada por muchos analistas como uno de los motivos  para que Castro buscara la alianza con la Unión Soviética. Una vez finalizado el segundo mandato presidencial de Eisenhower, Nixon consiguió fácilmente la nominación republicana en 1960. Sin embargo la experiencia y el relieve de Nixon caen frente a la figura de John Fitzgerald Kennedy, quien le vence en las elecciones presidenciales por un pequeño margen de votos.
    Derrotado en las elecciones a gobernador de California en 1962, Nixon anunció con irritación su retirada de la política activa, aunque conservó su poderosa influencia en el Partido Republicano.
    El destino de ambos fue diferente, aunque compartieron el privilegio de comandar a la potencia más poderosa del planeta, en el marco de ese gran conflicto ideológico llamado Guerra Fría. Fue una relación compleja, dura, enfrentada entre estos dos personajes con el mismo tipo de ambiciones, sin embargo no podemos olvidar sus orígenes, uno tocado por la fortuna familiar, el otro conquistándola con tesón y 
    trabajo, quizás sus rivalidades marcaron más su pasaje por la historia que sus propias figuras.
    Ver: Matthews, C. Kennedy y Nixon.Touchstone.N.Y. 1996. Pp. 15-23.
           http://www.alipso.com, Kennedy y Nixon.

    jueves, 10 de febrero de 2011

    Breve Historia del Neoliberalismo: Conferencia dictada en 1999 por Susan George.

    Susan George
    BREVE HISTORIA DEL NEOLIBERALISMO: veinte años de economía de elite
    y las oportunidades emergentes para un cambio estructural.
    Tomado de la WEB
    http://www.rcci.net/globalizacion/llega/fg099.htm
    "Los organizadores de la conferencia me han solicitado una breve historia del
    Neoliberalismo que titularon: “Veinte años de economía de elite”. Siento mucho decirles
    que para que esto tenga sentido, debo partir desde un poco más atrás, tal vez unos 50
    años, al finalizar las Segunda Guerra Mundial.
    Si en 1945 o 1950 alguien hubiera propuesto cualquiera de las ideas o políticas que
    hoy son comunes en el recetario neoliberal, se habrían reído en su cara o lo habrían
    enviado a un asilo de locos. En esa época, al menos en los países occidentales, todos
    eran keynesianos, socialdemócrata, socialcristiano demócratas o de alguna variante del
    marxismo. La idea de que el mercado podría tomar las principales decisiones políticas y
    sociales; la idea de que el estado debería reducir su rol en la economía o que las
    corporaciones pudieran tener plena libertad, que los sindicatos debían ser restringidos y a
    los ciudadanos se debería dar menos en vez de más seguridad social –tales ideas eran
    completamente ajenas al espíritu de la época. Aunque pudiera haber habido alguien de
    acuerdo con esas ideas, él o ella habría vacilado en adoptar tal posición en público y
    habría tenido grandes dificultades en encontrar quien escuchara.
    Sin embargo, por increíble que parezca hoy día, particularmente entre los jóvenes, el FMI
    y el Banco Mundial eran vistos como instituciones progresistas. Se les llamaba a veces,
    los “gemelos de Keynes”, porque eran los engendros mentales de Keynes y de Harry
    Dexter White, uno de los cercanos consejeros de Franklin Roosevelt. Cuando en 1944 se
    crearon estas instituciones en Bretton Woods, su mandato era ayudar a prevenir futuros
    conflictos, apoyando la construcción y el desarrollo y resolviendo problemas temporales
    en las balanzas de pagos. No tenían ningún control sobre las decisiones económicas de
    los gobiernos individuales, ni su mandato incluía una licencia para intervenir en las
    políticas nacionales.
    En las naciones occidentales, el estado de Bienestar y el New Deal habían estado
    funcionando desde los 30, pero su expansión había sido interrumpida por la guerra. En la
    posguerra, la primera instrucción fue reponerlos. El otro importante ítem de la agenda,
    fue volver a reponer el movimiento del comercio mundial –esto se cumplió a través del
    plan Marshall, que de nuevo estableció a Europa como el principal socio comercial de los
    Estados Unidos, la principal economía del mundo. Fue en este tiempo cuando fuertes
    vientos de descolonización comenzaron a soplar, en donde la libertad fue obtenida por
    medio de acuerdos, como en India, o a través de la lucha armada, como en los casos de
    Kenya, Vietnam y otras naciones.
    En conjunto, el mundo había firmado una agenda extremadamente progresista. El gran
    estudioso Karl Polanyi, publicó su obra maestra La Gran Transformación en 1944, una
    fiera crítica a la sociedad industrial del siglo XIX, basada en el mercado. Entonces, han
    pasado más de 40 años desde que Polanyi hizo esta asombrosamente profética y
    moderna declaración: “Permitir al mecanismo del mercado ser el único director del
    destino humano y de su ambiente natural... resultaría en la demolición de la sociedad”
    (p.73). Sin embargo, Polanyi estaba convencido de que tal demolición ya no podría
    ocurrir en el mundo de la posguerra, porque como decía (p. 251): “Desde dentro de las
    naciones, estamos presenciando un desarrollo bajo el cual, el sistema económico no
    dicta la ley a la sociedad y se asegura así la primacía de la sociedad sobre ese sistema”
    Pero lástima, el optimismo de Polanyi estaba mal ubicado –el punto central del
    neoliberalismo es que al mecanismo del mercado, debería permitírsele dirigir el destino de
    los seres humanos. La economía debería dictar sus leyes a la sociedad y no al revés. Y
    tal cual lo previó Polanyi, esta doctrina nos está conduciendo directamente hacia “la
    demolición de la sociedad”.
    ¿Y entonces qué pasó? ¿Por qué hemos alcanzado este punto, medio siglo después de
    la Segunda Guerra Mundial? O como han preguntado los organizadores: ”¿Por qué
    tenemos esta conferencia justo ahora?” La respuesta es breve: “es debido a la serie de
    crisis financieras, especialmente en Asia”. Pero esto reclama otra pregunta y es la
    pregunta que realmente se están haciendo, que sería: “Cómo llegó a emerger el
    neoliberalismo desde su posición de ghetto ultraminoritario para transformarse en la
    doctrina dominante que es hoy día?” ¿Por qué el Banco Mundial y el FMI pueden
    intervenir a voluntad y forzar a los países a participar en la economía mundial, en términos
    desfavorables? ¿Por qué la Seguridad Social se encuentra amenazada en todos los
    países en donde alguna vez fue establecida? ¿Por qué el medio ambiente se encuentra al
    borde del colapso y por qué hay tantos pobres en los países ricos como pobres, en un
    periodo como éste, de tanta riqueza? Estas son las preguntas que deben responderse
    desde una perspectiva histórica.
    Como alegamos en la revista trimestral Dissent, una explicación posible para el triunfo del
    neoliberalismo y de los desastres económicos, políticos, sociales y ecológicos que lo
    acompañan, es que los neoliberales han comprado y pagado su propia “Gran
    Transformación” viciosa y regresiva. Ellos comprendieron –como no lo hicieron los
    progresistas— que las ideas tienen consecuencias. Partiendo de un pequeño embrión en
    la Universidad de Chicago, con el filósofo y economista Friedich von Hayek y sus
    estudiantes --como Milton Friedman en su núcleo—los neoliberales y sus patrocinadores,
    crearon una enorme red internacional de fundaciones, institutos, centros de investigación,
    publicaciones, académicos, escritores emparrillados en relaciones públicas, para
    desarrollar, empaquetar y promover incansablemente sus ideas y doctrinas.
    Ellos construyeron este cuadro ideológico tan altamente eficiente, porque comprendieron
    lo que decía el pensador marxista Antonio Gramsci cuando desarrollo el concepto de
    hegemonía cultural. Si Ud. Puede ocupar la cabeza de la gente, sus corazones y sus
    manos le seguirán. Yo no puedo dar detalles aquí, pero créanme, el trabajo ideológico y
    promocional de la derecha ha sido absolutamente brillante. Gastaron cientos de millones
    de dólares, pero el resultado justifica cada centavo invertido, pues lograron hacer que el
    neoliberalismo pareciera como si fuera la condición natural y normal de la humanidad. No
    importando cualquiera haya sido el tipo o número de desastres que creó tan visiblemente
    el sistema liberal; no importando qué crisis financiera haya engendrado ni cuántos
    perdedores ni cuántos marginados vaya a crear, así y todo, parecía inevitable --como un
    acto divino-- como si fuera el único orden económico y social a nuestra disposición.
    Permítanme enfatizar cuan importante es comprender que este vasto experimento
    neoliberal bajo el cual todos estamos forzados a vivir, ha sido creado por gente con un
    propósito. Cuando ustedes capten esto, cuando ustedes comprendan que el
    neoliberalismo no es una fuerza como la gravedad, sino una construcción totalmente
    artificial, también podrán comprender que lo que algunos han creado, otra gente, pueden
    cambiarlo. Pero no pueden cambiar esto sin reconocer la importancia de las ideas. Yo de
    todo corazón, estoy con los proyectos de las bases, pero también advierto que todos esos
    proyectos pueden colapsar si el clima ideológico le es hostil a sus propósitos.
    De este modo, desde una secta pequeña e impopular --casi carente de influencia-- el
    neoliberalismo ha llegado a ser la mayor religión universal, con su doctrina dogmática, su
    sacerdocio, sus instituciones legislativas y quizá, lo que es más importante, su infierno
    para los herejes y pecadores que se atreven a oponerse a la verdad revelada. Oskar
    Lafontaine, el ex Ministro de Finanzas de Alemania --a quien el Financial Times llamó un
    “keynesiano no reconstruido”-- recientemente fue enviado al infierno porque se atrevió a
    proponer impuestos más altos a las corporaciones, junto con recortes de impuestos para
    las familias ordinarias y menos afluentes.
    Habiendo establecido el escenario y el contexto, déjenme apurarme para regresar al
    marco de 20 años que se me solicitó. Esto significa 1979, el año que Margaret Thatcher
    llegó al poder y lanzó la revolución liberal en Gran Bretaña. La Dama de Hierro era ella
    misma una discípula de von Hayek, era una social darwinista que no le daba escalofríos
    expresar sus convicciones. Era muy conocida por justificar su programa con una sola
    palabra, T I N A : There is No Alternative ( No hay alternativa). El valor central de la
    doctrina de la Tatcher y del neoliberalismo en sí mismo, es la noción de competencia –
    competencia entre naciones, regiones, empresas y por supuesto, entre individuos. La
    competencia es central porque separa las ovejas de los carneros, los hombre de los
    niños, los aptos de los ineptos. Se supone que distribuye los recursos, sean físicos,
    naturales, humanos o financieros con la mayor eficiencia posible.
    En un agudo contraste, el gran filósofo chino Lao-Tze termina su Tao-te-Ching con las
    siguientes palabras: “Por sobre todo, no compitas”. Los únicos actores en el mundo
    neoliberal que parecen haber tomado en cuenta el consejo --los más grandes actores de
    todos-- son las Corporaciones Transnacionales. El principio de competencia se aplica
    escasamente a ellas; prefieren practicar lo que podríamos llamar el Capitalismo de
    Alianza. No es accidental que --dependiendo del año-- entre los dos tercios a tres cuartos
    de todo el dinero etiquetado bajo “Inversión Extranjera Directa” no se dedique a inversión
    creadora de nuevo empleo, sino a fusiones y adquisiciones que casi invariablemente
    resultan en pérdidas de empleos.
    Dado que la competencia es siempre una virtud, sus resultados no pueden ser malos.
    Para el neoliberal, el mercado es tan sabio y tan bueno, que al igual que Dios, su mano
    invisible puede hacer el bien de un mal aparente. Así, la Thatcher dijo en uno de sus
    discursos: “Es nuestra función glorificarnos en la desigualdad y velar que a los talentos y
    las habilidades se les sea dado una salida y expresión para el beneficio de todos
    nosotros”. En otras palabras, no se inquieten por los que quedan atrás en la competencia.
    La gente es desigual por naturaleza, pero esto es bueno , porque las contribuciones de
    los bien nacidos, mejor educados, los más duros, eventualmente beneficiarán a todos.
    Nada en particular se debe a los débiles, a los pobremente educados; lo que ocurra con
    ellos es su propia culpa, nunca la falta de la sociedad. Si al sistema competitivo se le da
    “salida”, como dice Margaret, con ello la sociedad será mejor. Desafortunadamente, la
    historia de los últimos 20 años, nos enseña exactamente lo opuesto.
    En la Gran Bretaña pretatcheriana, una persona de cada diez, se clasificaba como
    viviendo por debajo del nivel de pobreza; un resultado no muy brillante pero honorable,
    según van las naciones, pero en todo caso, muy superior al periodo de preguerra.
    Actualmente, una persona de cada cuatro y un niño de cada tres, es oficialmente pobre.
    Este es el significado de la sobrevivencia de los más aptos: gente que no puede calentar
    sus casas en invierno, que deben poner una moneda en el medidor antes de tener
    electricidad o agua; que no poseen un abrigo impermeable y caliente, etc. Yo estoy
    tomando estos ejemplos del informe de 1996, del Brittish Child Poverty Action Group.
    Ilustraré el resultado de las reformas “impositivas” bajo Tatcher-Mayor, con un solo
    ejemplo: durante los 1980s el 1% de los contribuyentes recibían el 29% de todos los
    beneficios de reducción de impuestos, de modo que una persona que recibía la mitad del
    salario medio, encontraba que sus impuestos se habían alzado en un 7%; en tanto que
    una sola persona que ganaba 10 veces el salario medio, recibía una reducción del 21%.
    Otra implicación de la competencia como valor central del neoliberalismo, es que el sector
    público debe ser brutalmente reducido, ya que no debe ni puede obedecer la ley básica
    de competir por ganancia o participación en el mercado. La privatización es una de las
    mayores transformaciones económicas de los pasados 20 años. Esta tendencia
    comenzó en Gran Bretaña y se extendió por el mundo.
    Comencemos preguntándonos por qué los países capitalistas tienen servicios públicos y
    por qué todavía los hacen. En realidad, casi todos los servicios públicos constituyen lo
    que los economistas llaman “monopolios naturales”. Un monopolio natural existe cuando
    el tamaño mínimo para garantizar la eficiencia económica máxima, iguala el tamaño real
    del mercado. En otras palabras, una compañía debe tener un cierto tamaño para realizar
    economías de escala y proveer así, los mejores servicios posibles al más bajo costo, para
    el consumidor. Los servicios públicos requieren muy grandes inversiones de
    infraestructura en el comienzo –como ocurre con las vías férreas o las redes eléctricas—
    lo que no alienta la competencia. Es por eso que los monopolios públicos son la solución
    óptima obvia. Pero los neoliberales definen de ipso facto todo lo que es público como
    “ineficiente”.
    ¿Entonces qué ocurre cuando un monopolio natural se privatiza? Casi normal y
    naturalmente, los nuevos propietarios capitalistas tienden a imponer precios de monopolio
    al público, mientras se remuneran ricamente a sí mismos. Los economistas clásicos
    llaman a esta ocurrencia: “falla estructural del mercado”, ya que los precios son más altos
    de lo que deberían ser y el servicio al consumidor no es necesariamente bueno. A fin de
    prevenir la falla estructural de mercados, --hasta mediados de los 80— los países
    capitalistas de Europa, casi universalmente confiaban los correos, las
    telecomunicaciones, la electricidad, el gas, los ferrocarriles y los metros, el transporte
    aéreo y usualmente los otros servicios como el agua, la recolección de basura, etc., a
    monopolios estatales. Los EEUU son la gran excepción, ya que es demasiado grande
    geográficamente para favorecer monopolios naturales.
    En todo caso, Margaret Tatcher comenzó a cambiar todo esto. Como surplus, también
    pudo usar la privatización para quebrar el poder de los sindicatos. Al destruir al sector
    público –donde los sindicatos son más fuertes—también fue capaz de debilitarlos
    drásticamente. Así, en Gran Bretaña entre 1979 y 1994, el número de empleos en el
    sector público se redujo de sobre 7 millones a 5 millones, que representó una caída del
    29%. Virtualmente, todos los empleos eliminados, eran empleos sindicalizados. Dado
    que en el sector privado el empleo se mantuvo estancado durante esos 15 años, la
    reducción global en el número de empleos británicos llegó a 1.7 millones, una caída de
    7%, comparada con 1979. Para los neoliberales, siempre es mejor menos que más
    trabajadores, ya que más trabajadores pesan sobre el reparto del valor.
    En cuanto a otros efectos de la privatización, éstos eran predecibles y fueron dichos. Los
    gerentes de las nuevas empresas privatizadas, a menudo la misma gente de antes,
    doblaron o triplicaron sus salarios. El gobierno usó el dinero de los contribuyentes para
    perdonar deudas y recapitalizar empresas antes de ponerlas en el mercado –por ejemplo,
    la compañía de agua obtuvo 5 mil millones de libras esterlinas de liberación de deudas,
    agregando 1.6 mil millones de libras, llamadas la “dote verde” para hacer a la novia más
    atractiva a los posibles compradores. Se hace una gran alharaca en relaciones públicas,
    acerca de cómo los pequeños propietarios de acciones tendrían una tajada de estas
    compañías –de hecho, 9 millones de británicos compraron acciones—pero la mitad de
    ellos invirtieron menos de 1000 libras y la mayoría de ellos vendió sus acciones muy
    rápidamente, tan pronto como pudieron obtener beneficios instantáneos.
    De los resultados, uno fácilmente puede ver que todo el asunto de la privatización no está
    relacionado con la eficiencia económica ni en el mejoramiento de los servicios al
    consumidor, sino simplemente, en la transferencia de riqueza de la bolsa pública –que
    podría ser responsable de redistribuirla para solucionar desigualdades sociales—a las
    manos privadas. En Gran Bretaña como en cualquier otro lugar, la aplastante mayoría de
    las acciones de las compañías privatizadas, están en manos de instituciones financieras y
    de inversionista muy grandes. Los empleados de la British TELECOM habían comprado
    solamente el 1% de las acciones; los de la British Aerospace, el 1.3%, etc. Antes del
    asalto de Mrs. Tatcher, gran parte del sector público británico producía ganancias.
    Consecuentemente, en 1984, las compañías públicas contribuían al tesoro con más de
    7000 millones de libras. Ahora, todo ese dinero va hacia los accionistas. Actualmente,
    los servicios en las industrias privatizadas son a menudo desastrosos –el Finacial Times
    reportó una invasión de ratas en el sistema de agua potable en Yorkshire y quien quiera
    que haya sobrevivido tomando los trenes Thames, merece una medalla.
    Exactamente estos mismos mecanismos se han puesto a funcionar a lo largo del mundo.
    En Inglaterra, el Instituto Adam Smith fue el socio intelectual para la creación de la
    ideología privatizadora. USAID y el Banco Mundial también han usado a expertos del
    Adam Smith y han propagado la doctrina privatizadora en el Sur. Hacia 1991, el Banco
    Mundial ya había hecho 114 préstamos para acelerar el proceso y cada año, su informe
    financiero de desarrollo global, reporta listas de cientos de privatizaciones realizadas en
    los países deudores del banco.
    Propongo que dejemos de hablar de privatización y usemos palabras que digan la verdad:
    Estamos hablando acerca de la enajenación y entrega del producto de décadas de trabajo
    de miles de personas a una ínfima minoría de grandes inversionistas. Éste es uno de los
    más grandes atracos a mano armada realizada en nuestra o en cualquier otra generación.
    Otra característica estructural del neoliberalismo consiste en remunerar al capitalismo en
    detrimento del trabajo y así, trasladar la riqueza desde el fondo de la sociedad hacia la
    cumbre. Si Ud. está, digamos, en el 20% superior de la escala de ingresos, Ud. estará en
    condiciones de aprovechar del neoliberalismo y cuanto más arriba esté, mucho más
    ganará. Contrariamente, el sector inferior del 80%, lo pierde todo y cuanto más abajo
    esté, proporcionalmente mayor será su pérdida.
    Pero me había olvidado de Ronald Reagan. Déjenme ilustrarles este punto con las
    observaciones de Kevin Phillips, un analista republicano y antiguo asistente del presidente
    Nixon, quien publicó un libro en 1990 titulado La política de los Ricos y los Pobres (The
    Politics of Rich and Poor). Él traza el camino que siguen las doctrinas y políticas
    neoliberales de Reagan, que cambiarán la distribución del ingreso de los norteamericanos
    entre 1977 y 1988. Estas políticas fueron extensamente elaboradas por la conservadora
    Heritage Foundation, el grupo de asesores en materia de principios de la administración
    Reagan y que aún hoy en día, es una fuerza importante en la política estadounidense.
    Pasando la década de los 80, el 10% superior de las familias aumentó sus ingresos un
    16%; de éstos, el 5% superior, aumentó sus ingresos en 23%; pero el extremadamente
    afortunado 1% de las familias norteamericanas pueden agradecerle a Reagan su
    incremento en un 50%. Sus ingresos van de los 270 000 a los 405 000 dólares. En
    cuanto a los más pobres, el 80% de abajo, perdió algo y de acuerdo a la norma, cuanto
    más abajo, más pierde. El 10% más bajo de los norteamericanos alcanzó el nadir: de
    acuerdo a las cifras de Phillip, perdieron el 15% de sus ya magros ingresos; de una media
    anual de $4 113 dólares cayeron a un inhumano $3 504. En 1977, el 1% superior de las
    familias tenían un ingreso medio 65 veces más alto que el 10% de más abajo. Una
    década más tarde, el 1% ganaba 115 veces más.
    Estados Unidos es una de las sociedades más desiguales de la tierra, pero virtualmente
    todos los países han visto crecer sus desigualdades en los últimos 20 años, dadas las
    políticas neoliberales. La UNCTAD publicó en su informe sobre Comercio y Desarrollo de
    1977, algunas avasalladoras evidencias, basados en 2600 estudios separados sobre
    desigualdades de ingreso, empobrecimiento y empequeñecimiento de las clases medias.
    El equipo de la UNTAD documenta estas tendencias en docenas de sociedades muy
    diferentes, incluyendo a China, Rusia y otros antiguos países socialistas.
    No hay nada de misterioso en esta tendencia con respecto al crecimiento de la
    desigualdad. La políticas son específicamente diseñadas para dar a los que ya son ricos,
    más ingresos disponibles; particularmente a través de reducciones en los impuestos o
    constriñendo aún más los salarios. La justificación ideológica y teórica para estas
    medidas es que a más altos ingreso y ganancias para los ricos conducirán a una mayor
    inversión, a una mejor distribución de los recursos y por tanto, a más empleos y bienestar
    para todos. En realidad, como fue perfectamente predecible, al mover el dinero hacia
    arriba en la escala económica, condujo a las burbujas del mercado de las acciones, a las
    riquezas de papel anónimos para unos pocos y al tipo de crisis financieras de las cuales
    oiremos hablar mucho en esta conferencia. Si el ingreso es redistribuido en el 80%
    inferior de la sociedad, éste será usado para el consumo que como consecuencia
    beneficia al empleo. Si la riqueza es redistribuida hacia arriba, donde la gente ya tiene
    casi todo lo que necesita, no se irá hacia la economía local o nacional, sino hacia las
    bolsas internacionales.
    Como todos ustedes saben, las mismas políticas se han llevado a cabo en el Sur y en el
    Este, bajo el pretexto de un ajuste estructural, pero éste es sólo otro nombre para el
    neoliberalismo. He usado a la Tatcher y a Reagan para ilustrar las políticas a nivel
    nacional. En el nivel internacional, los neoliberales han concentrado todos sus esfuerzos
    sobre tres puntos fundamentales:
    n Libre comercio de bienes y servicios
    n Libre circulación de capital
    n Libertad de inversión
    En los últimos 20 años, el FMI se ha fortalecido enormemente. Gracias a la crisis de la
    deuda y al mecanismo de condicionalidad, ha evolucionado de ser un apoyo a la balanza
    de pagos, a ser casi dictador universal de las llamadas “políticas económicas sólidas”, que
    por supuesto son la políticas neoliberales. La Organización Mundial de Comercio se
    estableció finalmente en enero de 1995, después de largas y laboriosas negociaciones, a
    menudo conducidas a través de parlamentos que tenían muy poca idea de o que estaban
    ratificando. Afortunadamente, el más reciente esfuerzo para torna obligatorias y
    universales las normas neoliberales, el Acuerdo Multilateral de Inversiones (AMI) fracasó,
    al menos temporalmente. Éste habría dado todos los derechos a las corporaciones, todas
    las obligaciones a los gobiernos y ningún derecho a todos los ciudadanos.
    El común denominador de todas estas instituciones es su falta de transparencia y de
    control democrático. Ésta es la esencia del neoliberalismo, que declara que la economía
    debe dictar las reglas a la sociedad y no todo lo contrario. La Democracia es un
    impedimento, el neoliberalismo se diseñado para los vencedores y no para los votantes,
    quienes necesariamente equilibran las categorías de vencedores y perdedores.
    Quisiera terminar pidiéndoles que tomen muy seriamente la definición neoliberal del
    perdedor, a quien no se le debe nada en particular. Cualquiera puede ser expulsado del
    sistema y en cualquier momento –por enfermedad, edad, embarazo, por el fracaso
    calculable o simplemente porque las circunstancias económicas y la implacable
    transferencia de riqueza de abajo hacia arriba lo demandan. El valor de las acciones lo
    es todo. Recientemente, el International Herald Tribune señalaba que los inversionistas
    extranjeros están haciendo “crujir” a las compañías y bancos de Tailandia y de Corea. Sin
    sorprendernos, estas compras se esperan que resulten en “grandes ganancias”.
    En otras palabras, los resultados de años de trabajo de millones de tailandeses y
    coreanos se transfieren a manos corporativas extranjeras. Muchos de los que trabajaron
    para crear esa riqueza ya están o estarán muy pronto en el suelo. Bajo el principio de la
    competencia y de la maximización del valor de las acciones, tal conducta es vista no
    como criminalmente injusta, sino como normal y hasta virtuosa.
    Sostengo que el neoliberalismo ha cambiado la naturaleza fundamental de la política. La
    política solía ser primordialmente algo que tenía que ver con quién gobernaba y qué parte
    de la torta se llevaba. Aspectos de ambas cuestiones centrales, permanecen, por
    supuesto. Pero la nueva gran cuestión de la política es –desde mi punto de vista: “quién
    tiene derecho a la vida y quién no”. La exclusión total está ahora a la orden del día y lo
    digo muy seriamente.
    Les he dado a ustedes una cantidad de malas noticias, porque la historia de los últimos 20
    años está llena de ellas. Pero no quiero terminar con una nota depresiva y pesimista.
    Muchas cosas ya están sucediendo para contravenir estas tendencias que amenazan la
    vida y hay un amplio rango de oportunidades para acciones posteriores de gran alcance.
    Esta conferencia va a ayudar a definir mucho de esa acción que creo debe incluir una
    ofensiva ideológica. Es tiempo de que establezcamos la agenda, en vez de esperar a que
    lo hagan los Amos del Universo reunidos en Davos. Espero que los patrocinadores
    comprendan que no vamos a apoyar sólo proyectos, sino también ideas. No podemos
    contar con los neoliberales para hacerlo, de modo que debemos diseñar sistemas de
    tributación internacionales que sean equitativos y operables, incluyendo un Tobin Tax,
    sobre todas las transacciones financieras y monetarias e impuestos a pro rata sobre las
    ventas de las Corporaciones Transnacionales. Espero entrar en los detalles de estos
    problemas en los talleres que se realicen acá. Los procedimientos de un sistemas de
    impuestos internacional deben llevar a cerrar el abismo entre el Sur y el Norte, y a
    redistribuir entre toda la gente lo que les ha sido robado durante los últimos 20 años.
    Permítanme repetirles lo que ya les dije: el neoliberalismo no es la condición humana
    natural, no es sobrenatural y puede ser desafiada y reemplazado, porque su propio
    fracaso lo requiere. Debemos estar preparados con políticas de reemplazo que restauren
    el poder en las comunidades y los estados democráticos, en tanto se trabaje para instituir
    la democracia, el gobierno de la ley y la justa distribución a un nivel internacional. Los
    negocios y el mercado tienen lugar, pero este lugar no puede ocupar la esfera completa
    de la existencia humana.
    Otra buena noticia es que hay mucho dinero revoloteando en torno y que una pequeña
    fracción, muy ridícula, casi infinitesimal, sería suficiente para proveer de una vida decente
    a todos los habitantes del planeta y dar salud y educación universal, limpiar el medio
    ambiente y prevenir una mayor destrucción de la Tierra, y también cerrar el abismo entre
    el Norte y el Sur –al menos de acuerdo con la UNDP— que reclama para esto 40 mil
    millones de dólares, lo que francamente no es nada.
    Finalmente, por favor recuerden que si el neoliberalismo puede ser insaciable, no es
    invulnerable. Una coalición de activistas internacionales, solamente ayer, los obligó a
    abandonar –al menos temporalmente—su proyecto de liberalizar todas las inversiones a
    través del AMI. La sorprendente victoria de sus opositores enfureció a los que apoyaban
    al gobierno corporativo y demostró que una bien organizada red de guerrillas puede ganar
    batallas. Ahora debemos reagrupar nuestras fuerzas e insistir cuando tratan de transferir
    el AMI a la Organización Mundial de Comercio ( WTO).
    Miremos las cosas de este modo: tenemos los números a nuestro favor, ya que hay más
    perdedores que vencedores en el juego neoliberal. Tenemos las ideas, mientras las
    suyas son puestas en duda debido a las repetidas crisis. Lo que nos falta hasta ahora, es
    la organización y la unidad. Algo que puede ser superado con la tecnología avanzada.
    La amenaza es claramente transnacional y la respuesta debe ser también transnacional.
    La solidaridad ya no significa ayuda, no sólo ayuda, sino encontrar las sinergías ocultas,
    en las luchas de cada uno de los otros, de modo que la fuerza numérica y el poder de
    nuestras ideas llegue a ser aplastante. Estoy convencida de que esta conferencia
    contribuirá poderosamente a este objetivo. Les agradezco a todos su fina atención."
    *Conferencia sobre Soberanía Económica en un Mundo Globalizado. Bangkok, marzo
    24-26, 1999.
    http://www.millennium-round.org/