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jueves, 30 de enero de 2014

El progresismo de José Batlle y Ordóñez y la influencia de Arena. Por Carlos M. Rama


Cuando se examina de cerca la gestación de alguna de las grandes leyes de la administración Batlle, se observa que a menudo están inspiradas, o son la obra de algunos de los colaboradores cercanos del gran estadista; o habiéndolas éste inspirado en líneas generales, han tenido después un artesano que las  ha llevado a materializarse.
Posiblemente en el dominio de la legislación obrerista el Dr. Domingo Arena ocupa el lugar más importante- especialmente durante la primera presidencia- y para el  mismo Batlle fue capital la colaboración, el contacto, el cambio constante de ideas y una amistad fidelísima con aquél caracterizado ciudadano.
Arena trajo a círculo de Batlle el hálito del mundo proletario, sus problemas y sus preocupaciones. El "gringo" Arena inmigrante italiano, peón, empleado, autentico " self-made-man" llegado por su esfuerzo a los títulos universitarios y los altos cargos públicos nunca renegó de sus orígenes " Quiero declarar bien categóricamente,, bien solemnemente que yo soy muy obrerista. Será tal vez porque corre por mis venas sangre obrera, y porque siento el gemir en el fondo de mi ser muchas generaciones de antepasados obreros, verdaderos mártires, de tan buena cepa como los mártires de la religión del Dr. Gallinal" (Arena sesión del Senado, 22 de octubre de 1913).
Su actitud política es que "Las buenas elecciones, los buenos gobiernos no pueden ser sino medios. El verdadero objetivo, el gran objetivo que debemos perseguir, es el mejoramiento de las masas populares; el Gobierno que no se preocupa de esta cuestión es un gobierno fracasado" (Arena sesión del Senado, 18 de octubre de 1912).
En cuanto a su coloradismo y dejando de lado su personal amistad con el Sr. Batlle, "Si me he embanderado con tanta resolución en la gran  fracción en que estoy embanderado, es simplemente porque he visto en ella la obrera del bien, la obrera del bienestar nacional. Si apareciese alguna otra capaz de mayores realizaciones, con más facultades de hacer el bien, tal vez fuese un tránsfuga porque mi verdadera orientación política es el bien del pueblo" y ejemplificando declaraba en la Cámara en 1912; "Si mi partido no fuera capaz de realizar un programa obrerista, sería socialista, tal vez hasta fuera anarquista"
Domingo Arena fue el colaborador más íntimo y el amigo más fiel de Batlle, y esta vinculación de casi cuarenta años entre los dos grandes espíritus se refleja necesariamente en la obra política.

Batlle no era socialista pero las masas no estaban en condiciones de percibir estas sutilezas ideológicas, ni podrían comprender el mecanismo psico-sociológico por el cual su misma fuerza se reflejaba en el estadista uruguayo.
Dominó a sus contemporáneos, y especialmente a los miembros de las clases populares, la idea fundamental de que el Gobierno del Uruguay estaba en manos de un radical dispuesto a llevar a cabo  medidas de eficacia práctica e inmediata en favor de los humildes. Es explicable entonces la adhesión que levanta su acción, la pasión fervorosa de los humildes o el respeto y la crítica elevada de todos los progresistas.

Ver:
 Rama, Carlos M. Batlle y el Movimiento Obrero y Social. En Batlle su Vida y su Obra. Editorial Acción. Pág. 53-54. Montevideo, 1956. 

martes, 28 de enero de 2014

La Educación en Artes y Oficios por Alfredo M. Nicrosi Otero.

A PROPÓSITO DE “LA EDUCACIÓN EN ARTES Y
OFICIOS”

LA BANDA MUNICIPAL DE NIÑOS
A fines del siglo XIX, en nuestro país, los conflictos políticos y sociales, tenían como una dura consecuencia, la proliferación de niños y jóvenes desvalidos, ociosos, entregados al vicio y al delito, que auguraban un oscuro futuro a nuestro país. .. El Profesor Plinio Torres Jean de Dieu, en un trabajo inédito sobre los orígenes de la Escuela de Artes y Oficios, observaba que “Esa masa juvenil que arrastraba su miseria,- muchas veces con picardías , vagabundeos, delitos y vicios,.- era la depositaria, la materia prima imprescindible de que se disponía. En saber canalizar y aprovechar sus energía y fuerzas latentes, radicaba la esperanza y la casi única posibilidad”. Y agregaba “Esta fue la vocación visionera de gobernantes,- no importan colores ni quienes,- coincidentes sobre este hecho histórico. Unos con más o menos éxito que otros, con más o menos aciertos en el enfoque, estuvier0n unidos en la certeza impostergable de actuar, por medios asistenciales y correccionales en principio y
luego educativos:”
Ese camino que llevó a instaurar la enseñanza de artes y oficios tenía como propósito prioritario, el de “preparar nuestros obreros para independizarnos, en lo posible del yugo manufacturero exterior”.
Cumplió a Lorenzo Latorre, siendo Ministro de Guerra en el gobierno de Pedro Varela, en pleno “año terrible” de 1875, crear una Banda Municipal de Niños. Fue antecesora inmediata de la Banda y Orquesta “Sarmiento, de la Escuela de Artes y Oficios, (cuya denominación documentada apareció en un informe del Sargento Mayor José Sosa el 10 de diciembre de 1878, dirigido al Estado Mayor del Ejército) iniciado en 1878, ya formalizada la Escuela de Artes y Oficios (EAYO), continuaría con la Banda y la Orquesta Sarmiento, un punto de partida, - junto con la orquesta del Conservatorio “La LIra”,-

Puesta bajo las órdenes del Mayor Fernando Flamand, sus directores fueron los maestros Alceo Caneschi y Estanislao Grasso, padre del maestro Gerardo, autor de nuestro Pericón Nacional y director de la Banda y Conservatoro de la EAYO, hasta su clausura en 1906. La Banda de Niños, que llegó a tener más de cien integrantes , estaba instalada dentro de los límites del Parque Nacional, en el sector ocupado por el Regimiento de Artillería (hoy Cuartel de Bomberos), en la esquina de Colonia y Minas. Allí, adquirían conocimientos musicales teóricos y la ejecución de un instrumento. Se les otorgaba una pequeña paga, alojamiento, comida y uniforme. Entre sus integrantes,- algunos de los cuales continuaros sus estudios en la EAYO e integraron sus conjunt0s musicales,- figuraron José Usera y Nicolas Bonomi (luego autores de la marcha “Mi Bandera”). Esta Banda, que frecuentemente ensayaba y actuaba conjuntamente con la Banda del Regimiento de Artillería, llegó a tener un gran éxito, destacándose una celebrada ejecución de la Marcha de la Opera ·”Aida” de Verdi. . Así lo anunciaba el perIódico “El  Ferro Carril” el 5 de junio de 1878: “Son notables los adelantos que ha realizado la Banda Municipal de Niños, debido a la excelente organización que le ha dado el apreciable Mayor Don Fernando Flamand y a la buena dirección de su profesor el Sr. Caneschi. ..Actualmente están concluyendo los ensayos del final de la ópera “Aida” y nos dicen que lo ejecutan tan notablemente como la Banda de Artillería”...y finalmente señala el periódico: “Muchos de los jóvenes músicos...tanto adelanto tienen, que se procuran subsistencia con la habilidad que la Nación les ha facilitado gratuitamente"

martes, 21 de enero de 2014

La oposición a la Reforma Educativa de José Pedro Varela. En juego lo político, lo religioso y lo jurídico.


El ingreso de José Pedro Varela al cargo de Director de la Comisión de Instrucción Pública de la Junta Económico-Administrativa de Montevideo en 1876 y posteriormente al de Inspector Nacional de Instrucción Primaria en 1877 le generó varios dolores de cabeza y enfrentamientos incluso con amigos de toda la vida. Como sabemos el proceso reformista se realiza durante el gobierno de facto del Coronel Lorenzo Latorre. Los ataques provienen desde distintos  ángulos, ya sea la Iglesia Católica, prensa, políticos, intelectuales, incluso de docentes y de padres de alumnos. Como sostenía Berra: "Se encontraban con él en la calle y no le saludaban; subían a la tribuna en parajes públicos y le maldecían como a un tránsfuga en nombre del patriotismo y de la moral pública". El propio José Batlle y Ordóñez en un principio partidario del proceso reformista, luego va a resultar un duro crítico de la actitud política de José Pedro Varela. En 1879, cuatro días antes del fallecimiento de Varela, Batlle viajó a Europa acompañado con el Inspector vareliano Prof. Ramón López Lomba. El Padre de Don Pepe, don Lorenzo Batlle, le escribió desde Montevideo: "Don José Pedro Varela ha muerto y se le han decretado más honores a los que jamás vi tributarse a nadie(...) se quiere levantar una suscripción para erigirle una estatua. Partidario como eras de su sistema de educación, no dudo hallarás que todo es muy merecido; aunque son infinitos los que piensan que se han exagerado mucho sus méritos"(carta del 8 de noviembre de 1879).
Dos años más tarde, siguiendo el pensamiento de Prudencio Vazquez y Vega que había publicado en La Razón el 29 de julio de 1881, Don Pepe redacta un artículo titulado" Sí, Varela Tránsfuga" en que se despachó contra José Pedro: " Don José Pedro Varela acatando la tiranía monstruosa de Latorre, declarando que solo los gobiernos dictatoriales son capaces de hacer grandes bienes a nuestro pueblo y presentándonos al déspota asesino cubierto de legítima gloria no es un enemigo es un apologista del despotismo; no es un educacionista, es un ejemplo que debe mantenerse siempre velado a los ojos de la juventud que se educa"(La Razón, 2 de agosto de 1879).
La Iglesia católica discrepaba con el sistema vareliano en la centralización de la enseñanza no acepta un único órgano jerárquico de la educación y sostenían que el sistema de Juntas era mejor conjuntamente con las Comisiones de Instrucción Pública. No aceptaban la educación mixta ni las tares inspectivas y algunas materias. Pero el debate más duro se llevó adelante con lo referente a la enseñanza religiosa que  se establecía que no sería obligatoria a los alumnos que profesasen otra religión y cuyos padres se opongan a que lo reciban. Juan Zorrilla de San Martín el 16 de enero de 1879 sostenía:"se suplica a los señores miembros de esa Dirección de Instrucción Pública se dignen contestar sin tergiversaciones ni rodeos, con la mano puesta sobre su conciencia, como quién jura ante los altares de Dios, las siguientes preguntas: 1ro En las escuelas públicas se cumple el Art. 18 de la Ley de Educación Común, o lo que es lo mismo, se enseña la religión católica?. 2do Qué medios se emplean para cumplirlo, es decir para enseñarla?. Cuántas horas, diarias o semanales, qué textos, que métodos, qué explicaciones, qué ejercicios? Y estos son orales o prácticos?" José Pedro Varela contesta: " En las escuelas se cumple el Art. 18 de la Ley de Educación Común, o  lo que es lo mismo, se enseña la Religión Católica. Si, se cumple el Art. 18 de la Ley de Educación Común tanto cuanto es posible siguiendo métodos racionales en la enseñanza. Tiempo que se dedica a revista de aseo y lecciones de religión: diez minutos diarios, al empezar las clases. Texto:Introducciones catequísticas. Se aprende de memoria y no se dan explicaciones"

Otro opositor fue Francisco Bauzá que la combatió desde dos ángulos: la obligatoriedad de la educación y la aplicación que Varela hace del Art, 18 del decreto-ley de Educación Común. Como presidente del "Club Colorado en 1872 Bauzá había apoyado una moción de obligatoriedad de la Educación Primaria años después sostenía:
"¿En nombre de qué privilegios podrá penetrar la autoridad pública en el hogar del ciudadano para obligarle a que instruya a sus hijos? Se explica la instrucción obligatoria en los cuarteles, hospicios, asilos y toda clase de establecimientos donde la autoridad paterna no llega, pero en el hogar doméstico es atentaria al derecho natural"

Posteriormente en 1884 Bauzá comienza a dictar clase en la Universidad Católica, sus cursos de Historia los realizaba en coordinación con el diario católico el Bien Público donde publicaba sus clases en forma de folletos para los alumnos, conjuntamente con Mariano Soler funda el Instituto Pedagógico para rivalizar directamente con la reforma vareliana.

Ver:
Mena Segarra, E. Palomeque, A. Historia de la Educación Uruguaya, Tomo 2, capitulo VIII, Pág 443- 451. Ediciones De la Plaza , Montevideo, 2009.

sábado, 18 de enero de 2014

Los Docentes y la Reforma Vareliana: un diálogo difícil en el Siglo XIX y su vigencia hoy.


Es por cierto muy difícil negar la gran influencia del equipo de colaboradores y del propio José Pedro Varela en la aplicación y desarrollo de la metodología de la Reforma Educativa. Su corta vida y su gestión la dedicó a leer, traducir libros y su difusión, realizando seminarios y conferencias en lo que hoy se podría denominar tareas de extensión y capacitación. De la mano del éxito estaba la formación docente, sus títulos habilitantes y concursos con méritos y aspiraciones para obtener los cargos y finalmente las supervisiones mediante inspecciones docentes.
Como ocurre en cualquier proceso reformista la teoría y la practica no siempre fueron de la mano, hubo inconsistencias en los quehaceres docentes por variadas razones. Los maestros conservadores o que directamentee se oponían a la reforma era preocupación constante, el propio Varela escribió: " debemos dislocar la vieja escuela, derrumbar el viejo edificio, hacer desaparecer completamente la antigua organización(...) separando a los maestros de sus ayudantes, a los alumnos de sus maestros(..)incluso con el riesgo que se produjera temporalmente el caos" (Varela, Obras Completas, Página 72). Posteriormente Jacobo Varela en su presentación en Congreso Pedagógico de Buenos Aires siguió sosteniendo la argumentación de José Pedro Varela incluso con más precisión: "La mitad de los maestros uruguayos no sirven para nada; esta es la verdad. Y ¿cómo se los arroja a la calle? El uno es bueno, moral y honesto; la otra es una señora encanecida en el magisterio.."  Jacabo Adrian Varela se destacó por su gran capacidad intelectual, era el hermano mayor de José Pedro y fue eclipsado por su hermano y su gran proyección en medios académicos de la época. Sus estudiosos sostienen que protegía a su hermano menor y la guiaba en muchos aspectos, cosa que sin duda lo favorece cuando llega a tener que asumir responsabilidades de gobierno. Un documento muestra su preocupación en aconsejar a su hermano que estaba en los EE.UU: "Observa y estudia bien y no juzgues a los pueblos que visites por los libros que has leído, como hiciste con Portugal, que lo viste con ojos de Byron sin razón y sin justicia en tus apreciaciones a vuelo de pájaro"
En 1882 un crítico del proceso reformista Vareliano, Francisco Antonio Berra sostenía que los maestros de entonces: "estaban acostumbrados a creer que no hay ciencia sin experiencia propia, ni orden de ideas más adelantado(...) que el que ellos conocían y practicaban desde tiempos inmemoriales"
Lo cierto que 20 años después de iniciado el proceso reformista vareliano ya en el Siglo XX y en el desarrollo del primer batllismo convivían modalidades docentes pre reformistas de cuño casi colonial con la nueva visión pedagógica.

En 1901 un informe del Inspector Joaquín R. Sánchez a una maestra de escuela del interior del país percibe en ella rigidez e incompetencia y cuyo documento figura en los Anales de Instrucción Primaria publicado en 1940, Tomo II páginas 840 y 841. "La clase de 3er. año estaba formada por cuatro señoritas, dos de ellas perfectamente casaderas, detalle que debe tenerse presente al leer lo que sigue. Cuando al empezar el día escolar me presenté en la Escuela( donde maestra y alumnas esperaban mi visita, pues sabían que me encontraba en la localidad desde la tarde anterior) y dije que no se alterase el orden prefijado por el horario y la libreta de lecciones, la maestra hizo que se pusiesen de pie, delante de sus respectivos asientos al compás de las voces, uno...dos, uno...dos que ella pronunciaba(procediendo exactamente como los reclutas cuando usan esas voces en defecto del tambor para enseñar a marcar el paso), las hizo evolucionar hasta dejarlas formadas frente al pupitre. Hecho esto tomó unos cuantos libros 3ros de lectura de Figueira y entregó uno a cada alumna, quién por turno  pronunciaban la palabra gracias al recibirlo de manos de la maestra.
Cumplido este ceremonial la maestra mandó abrir el libro en la página 50 y ordenó leer en silencio la lección contenida en la misma que consta  justamente de  sesenta y ocho palabras(...) Luego ordenó que se explicara la lección, cosa que hicieron las cuatro señoritas repitiendo más o menos textualmente lo leído. Luego vino la lectura en alta voz que se hizo en forma pasable, dicho esto entre paréntesis.
En seguida pidió la maestra que se explicaran algunos términos de la lección, los mismos que mandó escribir en el pizarrón, haciéndolos descomponer en sílabas, letras y sonidos elementales(fonética) para hacerlos después recomponer siguiendo al pie de la letra las instrucciones del libro ¿quieres leer? del señor Figueira (...)
Para muestra basta un botón, y las lecciones que he presenciado me indican cuál es el criterio pedagógico y general de la maestra y cuál la noción que puede tener del aprovechamiento del tiempo.
Ese botón es un especímen perfecto de enseñanza cristalizada en los moldes de una rutina artificiosa, nimia, pueril y ridícula, verdadera anquilosis que perturba el libre y natural ejercicio de las funciones de muchas de nuestras escuelas"
Ver:

Palomeque, Agapo Luis. Historia de la Educación Uruguaya, tomo 3, Páginas 43-45, De la Plaza , Montevideo 2012.

viernes, 17 de enero de 2014

La Educación en Artes y Oficios, inicios y debates pendientes.



A mediados de 1879 comenzó a funcionar la Escuela de Artes y Oficios. En ella se aprendía herrería, carpintería, zapatería, construcción de rodados, encuadernación, dibujo, uso de instrumentos musicales, tipografía, platería y escultura, así como educación primaria para quién no la hubiera cursado. Esta institución fue una ampliación de los talleres que funcionaban en el batallón de Cazadores y mantuvo su carácter militar. Esto explica que quedara como dependencia del Ministerio de Guerra y Marina y que su primer director fuera el Sargento Mayor José Sosa. En 1887 un decreto del Presidente General Máximo Tajes dispuso que pasara al Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, iniciado entonces su obra como institución civil. Su primer alumnado era complejo y definidos por entonces como incorregibles, vagos y sin trabajo e incluso remitidos por la Policía como infractores. En total se inicia con 178 alumnos. Este origen poco honroso marcará en la visión de la sociedad un futuro estigmatizante para la institución.Sin embargo en 1883 el propio Sarmiento que presidió  los exámenes finales definió a la Escuela de Artes y Oficios como la mejor de su género en América del Sur.
En lo cultural tuvo un gran desarrollo en lo musical siendo su primer hito la Banda Municipal de Niños, al decir de Lauro Ayestarán:" La Escuela Nacional de Artes y Oficios, fundada durante el gobierno provisorio de Latorre, forjaba por un lado al instrumentista profesional con la severidad y perfección de un gran conservatorio europeo. Hasta el hecho de que sus alumnos fueran internos, huérfanos muchos de ellos, y su educación o corrección a cargo del Estado, le acercan al carácter del Conservatorio napolitano o veneciano del siglo XVI" (Alfredo Nicrosi, 1999) En pleno año terrible, siendo ministro de Guerra durante el Gobierno de Pedro Varela, el Cnel Lorenzo Latorre ordenó la fundación de una Banda Municipal de Niños instalándola en el Regimiento de Artillería (donde hoy está el Cuartel de Bomberos) siendo el director musical el Maestro Alceo Caneschi. Es el antecedente directo del área musical de la Escuela de Artes y Oficios cuyos objetivos iniciales eran resolver la situación de niños abandonados por sus padres y niños delincuentes por un lado y por otro solucionar el problema de la falta de mano de obra nacional en lo referente a obreros y artesanos  especializados.
De este establecimiento surgieron, totalmente construídos, la cañonera "General Rivera" y tres barcos a vapor:"Paz y Trabajo", "General Palleja" y "General Garibaldi"
Es además el origen del debate entre Figari y Batlle y Ordóñez, que pudiera haber marcado un gran desarrollo educativo de haberse tomado en cuenta las ideas sobre la cultura y el trabajo que propuso el Dr.Figari y también la futura Universidad del Trabajo (UTU) hoy CETP.
Ver:
Nicrosi, Alfredo. Los músicos y los inicios de la cultura sinfónica en el Uruguay.Montevideo, 1999, Paginas 29 a 37.

jueves, 16 de enero de 2014

Críticas a la reforma de Varela: La Posición de Berra en relación a la obligatoriedad en la educación.


" Los padres tienen el deber (moral) de educarse e instruir a sus hijos cuanto les sea posible, inculcándoles las costumbres y las ideas que crean verdaderas y buenas; pero no tienen la obligación (jurídica) de suministrarles una cantidad determinada de instrucción, ni ciertas doctrinas con exclusión de las otras. En esta parte, las relaciones naturales de la familia están regidas por la moral, no por el derecho; y por eso mismo, la cantidad y la calidad de la enseñanza paterna no puede ser determinada sino por la conciencia moral de los padres. La obligación de enseñar, impuesta por el Estado, es pues, un mero hecho antijurídico, debido a la arbitrariedad prepotente de los Poderes Públicos, arbitrariedad que se manifiesta en la circunstancia de que los padres no tiene tal obligación donde no haya escuelas comunes, por más que abunden las privadas(...) Como la mayoría de las familias no puede dar a sus hijos la cantidad de instrucción obligatoria, ya porque no tienen bastante para mantenerse y pagar maestros, ya porque necesitan para vivir honradamente los escasos servicios que sus hijos puedan prestarles, o ya porque no haya quien enseñe; y como por estas causas se resuelve en cosa imposible la obligación legal, los gobiernos se han hecho empresarios de enseñanza; es decir, que se han esforzado por abrir escuelas en todas partes. En esas escuelas se enseña lo que quieren los gobiernos que se enseñe, y gratuitamente. Por la gratuidad han hecho imposible la competencia de la escuela privada en la casi totalidad del país, y han conseguido, por consiguiente, que prepondere la escuela oficial, que es como decir que prepondere la enseñanza de las doctrinas oficiales(...)Los gobiernos tiende constantemente a inculcar ideas y sentimientos que favorezcan su prepotencia autoritaria(...) Hacer obligatoria la enseñanza es, pues, hacer obligatoria la asistencia a la escuela oficial.(...) La experiencia de todas las naciones que han adoptado en sus leyes la doctrina de la enseñanza obligatoria, ha probado que el éxito no ha dependido de la obligación, y sí de la facilidad de asistencia. Cuanto mayor ha sido el número de escuelas y mejor su enseñanza, tanto más numerosa ha sido la asistencia. La obligación es ineficaz, cuando el número de maestros o la calidad de la enseñanza han sido irreconciliables con la posibilidad de opinión de las familias.(...) También en la República Oriental del Uruguay es obligatoria la enseñanza, pero no hay noticia de que nunca se haya ocupado la autoridad de amonestar a nadie por falta de cumplimiento. El padre que quiere manda a sus hijos a la escuela; el que no quiere, no. Sin embargo, ha bastado que se aumente el número de las escuelas y que se reforme la enseñanza, para que creciera el número de alumnos en proporciones sorprendentes. La obligación es un acto de violencia tan peligroso como inútil"(Exposición de Francisco Antonio Berra en el Congreso Pedagógico Internacional Americano de Buenos Aires, 1882.En Varela, obras, página. 343 y siguientes)
Ver:
Mena Segarra, E, y Palomeque, A. Historia de la Educación Uruguaya, Tomo 2. Páginas 356 y 357. Ediciones De la Plaza, Montevideo.2009.

La Reforma Educativa Vareliana, el rol institucional y la legitimación de los docentes.


José Pedro Varela planteó un sistema educativo no centralizado previendo una gran participación de la comunidad para el desarrollo de la Institución Educativa. Esto no determinaba la ajenidad del Estado por el contrario preveía un rol articulador entre lo autonómico y el control total del sistema. La escuela era considerada como el principal nexo articulador de toda la sociedad, y fue tomada por Varela en su visita a los Estados Unidos de donde toma las ideas principales. El Estado determinaría las líneas generales y posteriormente habría gran participación social en los objetivos educativos. Esto esta claramente establecido en la tercera parte de La Legislación Escolar, donde se establece que el contro partiría de la Comisión Nacional de Educación con funciones muy claras en la formación y acreditación de los educadores, determinado los textos de estudio y los listados de obras y autores de interés- Desde el punto de vista organizativo la estructura preveía la participación de representantes elegidos por los ciudadanos con la única condición de saber leer y escribir, lo que determinaba el derecho a participación prevista por la Constitución de 1830. Lo novedoso era que en la elecciones de distrito se permitía el voto femenino con la condición de que fueran jefes de familia o fueran contribuyentes directos del Estado. Lo ideal y lo posible Varela lo trataba de conciliar en los fundamentos expuestos en La Legislación Escolar:..."la ley no puede ajustarse estrictamente a los principios teóricos que profesa el que la redacta o aquellos que la sanciones; tiene, para ser eficaz, posible y realizable, que tomar también en cuenta, el estado de la sociedad para la cual se legisla y los hechos que en ella se producen" (Varela, J.P. Página 261) 
Esta coherencia se ve claramente en el tema religioso, prevista como oficial del Estado la Católica, Apostólica y Romana, dejando cierta libertad de opción sin recurrir a artículos inconstitucionales. la enseñanza la llevaría adelante por un cuerpo docente formado al respecto y con un titulo habilitante. Por eso desde el inicio mismo de un centro educativo la apertura se realizaría con todo el personal especializado y con los elementos educativos necesarios. En algunos lugares del interior profundo el cumplimiento de estas directivas se asemejó a una cruzada heroica con caminos intransitables o inexistentes. Los docentes tendrían un doble control administrativo y burocrático partiendo de la organización y con supervisores que inspeccionaría el correcto funcionamiento de las diferentes áreas. Estos inspectores informarían el funcionamiento de las distintas áreas del sistema. Pero, además, estaba el control de la comunidad que podía cuestionar el funcionamiento de la institución o de los docentes. La formación del docente no solo preveía las herramientas para enfrentar la tarea docente, sino que un marco de materias más amplio se le proporcionaría distintas visiones de la realidad en la cual la concepción de la educación pudiese prender dignificando el rol del docente en la sociedad. Los exámenes serán el fiel de la balanza, cuya aprobación definirá apto al docente egresado para ejercer su profesión. Ya desde el comienzo la participación del docente en determinar aspectos políticos u organizativos de la organización estaba cerrado, sin embargo siguiendo los lineamientos generales había un esbozo de libertad de cátedra. O sea existía una descentralización pero la participación de los subordinados a la estructura era inexistente convirtiéndose en una organización vertical.

Ver:
Ifran, Douglas. De Varela al Plan Ceibal, capítulo 2, Páginas 65-68.Psicolibros, Montevideo, setiembre  2012

viernes, 10 de enero de 2014

Manuel Herrera y Obes: Antecedente del Proyecto Educativo batllista de creación de Liceos departamentales.


En 1865, Manuel Herrera y Obes presentó ante el Instituto de Instrucción Pública que presidía un proyecto para establecer "Liceos Departamentales" en cada centro poblado "cabeza de Departamento" el que fue aprobado por la corporación y elevado "al Gobierno Provisorio, pidiéndole su adopción y las resoluciones consiguientes. Si bien el título sugería una referencia exclusiva a los estudios secundarios, en realidad éstos están previstos como mera posibilidad ya que la norma es preceptiva solo en cuanto a la enseñanza primaria. En cada capital departamental, dice el art. 1, "habrá una casa de educación, costeada con las rentas departamentales y con la denominación de Liceo". Y agrega el art. 2:"En dichas casas se dará gratis la instrucción primaria elemental, inferior y superior" lo que indica la imperatividad de la creación de escuelas primarias.
En cambio, el artículo 3 indica que "también podrán establecerse en ellas las aulas de estudios secundarios y de aplicación a diferentes carreras o profesiones, cuando las Juntas Departamentales (Juntas Económico Administrativas) con acuerdo previo del Instituto, juzgaren conveniente crearlas". Quedaba en consecuencia en manos de las Juntas Económico-Administrativas y del Instituto de Instrucción Pública la opción de poner en marcha o no los institutos liceales. "Los mismos que permitían ingresar en la Universidad y se daban en régimen de internado, no se previeron como gratuitos: la suma a pagar la debían fijar las Juntas, en acuerdo con el Instituto de Instrucción Pública(art.4 a 6) El articulado preveía también que los hijos de familias pobres que no residieran en el centro poblado, podían ingresar como internos, corriendo a cargo de la autoridad departamental su manutención, decencia y gastos de instrucción, pero no podían permanecer como tales más tiempo que el necesario para hacer y concluir la enseñanza primaria elemental, inferior y superior" La fundamentación de la propuesta reposaba en tres argumentos: el principal era que se consideraba necesario neutralizar el avance de la educación privada( por eso, "en esa liza abierta a todos los intereses de secta por medio de la enseñanza, el Estado debía apresurarse a tomar su puesto")
El segundo tenía que ver con "la tan debatida cuestión de la instrucción obligatoria" en la que se contraponían "la autoridad del Estado sobre sus ciudadanos y la del padre de familia sobre sus hijos" Manuel Herrera y Obes se pronunció en contra de los medios compulsivos, inclinándose por crear instituciones de educación" en las mismas localidades" de modo que se facilitara a los padres el envío de sus hijos a la escuela sin tener que gastar costosos traslados.
Finalmente también motivaba al autor" la necesidad de dar radicación y homogeneidad a su población tan heterogénea e impregnarla de ese amor al suelo en que se nace, que impregna el patriotismo" robustecido por las poderosas afecciones que se dan en la primera edad "y que el hombre jamás olvida"
Para el historiador Alfredo Castellano esta propuesta constituye un antecedente lejano de las leyes y decretos del Primer Batllismo.
(Manuel Herrera y Obes (Montevideo1806 - 1890) fue un político y diplomático uruguayo del Partido Colorado, uno de los prohombres de dicho partido y uno de los principales dirigentes del Gobierno de la Defensa durante la Guerra Grande.) Si hijo Julio Herrera y Obes fue Presidente de la República en 1890 y 1894.)

Ver:
Palomeque, Agapo Luis. La Educación primaria entre 1851 y 1875.Capitulo VIII Un proyecto de Manuel Herrera y Obes. Páginas 205 y 206 en Historia de la Educación Uruguaya. Montevideo febrero 2011. Ediciones de la Plaza.

La Educación durante las presidencias de Batlle y Ordónez: lo radical de lo simple.


Una condición profunda en el arte de gobernar consiste en no buscar, ni desear, ni juzgar las iniciativas por la originalidad, porque las transformaciones más radicales surgen a menudo de las ideas más simples, especialmente en materia educativa. Allí fue donde Batlle marcó una verdadera pedagogía de estado. En ese sentido fue el gobernante con la vocación de impulsar ideas que debían traducirse en hechos.
En lo educacional Batlle se encontró con una organización primaria y universitaria traducida en textos legales que tenían ya su arraigo y su tradición. Estaba impuesta una enseñanza secundaria (bachillerato) de tipo universitario y que respondía al concepto que el siglo XIX había afirmado como enseñanza preparatoria. La Universidad misma respondía al tipo clásico de Universidad de  Estado con tres facultades (Derecho, Medicina, Matemáticas) centralizadas tal como estableció la Ley de 1885. El problema de organización tenía proyecciones que se polarizaban en lo universitario entre las dos tendencias  de una universidad centralizada o las facultades con autonomía técnica con la unidad administrativa del Consejo Universitario tal como se estableció en la ley del 31 de diciembre de 1908 durante la presidencia del Dr. Claudio N. Williman. Y en lo que se refiere a Enseñanza Primaria lo básico se encontraba en la Ley de Educación Común de 1877. Aunque la legislación vigente hacía  discutible la posibilidad de existencia de Entes Autónomos, en la realidad administrativa la enseñanza estaba regida por entidades que  aun manteniendo un vínculo aparente con el Poder Ejecutivo, en los hechos realizaban una actividad independiente: La Enseñanza Primaria a cargo de la Inspección General de Enseñanza Primaria, la Universidad durante su primera presidencia con el régimen de la ley de 1885 de Consejo Universitario Unico y Centralizado, durante la segunda presidencia con la la ley del 31 de diciembre de 1908 de Consejos de Facultades autónomos en lo técnico y Consejo Universitario en función específica de administración.
Las iniciativas surgían a menudo de esos organismo aunque algunas de trascendencia especial pertenecen al Poder Ejecutivo. En realidad no se tocó la estructura de la Enseñanza Primaria pero se marcó en tres sentidos el concepto que de ella había de tener el gobernante: En la educación de los adultos para combatir eficazmente el analfabetismo; en estimular su acción a la infancia con la creación acentuada de escuelas y aumento de las ayudantias, y en la edificación escolar acción regular y continuada de obras. El objetivo final era el mejoramiento global de la clase obrera.
En la Enseñanza Secundaria el concepto era de una educación preuniversitaria. Así aparecía en la organización y así la consideraba la sociedad. Solo Montevideo contaba en 1903 con establecimientos oficiales de Enseñanza Secundaria. Las iniciativas de reforma habían partido de la Universidad y había pasado al Poder Ejecutivo y  al Poder Legislativo en otras oportunidades como ocurrió en el régimen universitario de 1885 con el proyecto de fundar un Liceo en cada población de más de 800 habitantes. Esas ideas habían caído en el vacío y en la indiferencia. A comienzos del Siglo XX la idea dominante era la de separar los fines de la Enseñanza Secundaria distinguiendo el carácter de pre-universitaria del de preparación para la vida, y más concretamente el de tener en cuenta la realidad nacional desde el punto de vista económico, favoreciendo una enseñanza de fines prácticos que lograra separa a los estudiantes de las carreras universitarias de abogacía y medicina.
El decreto de 22 de noviembre de 1906 disponía la creación en campaña de escuelas de estudios secundarios que se denominaran Liceos y que tendrán por objetivo formar y provocar la observación y disciplinar al criterio por medio de una enseñanza general que preparase para la vida y las actividades económicas. Se establecía el ingreso a los 12 años siempre que hubieses terminado el tercer año de las escuelas primarias rurales o el quinto de las urbanas con estudios que duraría cuatro años y en los cuales a las signaturas del bachillerato se agregaban nociones de Economía Política, Industrias y Calculo Mercantil.
En la segunda presidencia de Batlle mediante Ley se crean los Liceos Departamentales que son la estructura básica de la Enseñanza Secundaria hasta la actualidad. Se perseguía constituir una enseñanza que sustituyera el antiguo bachillerato y que extendiera la cultura general sin desembocar necesariamente en la Universidad, atrayendo al estudiante a áreas destinadas a la Industria, a la ganadería y al comercio. Ya desde la primera presidencia se habían organizado dentro de la misma Universidad los estudios de Comercio, Veterinaria y Agronomía que tendrían después diferentes destinos desde el punto de vista administrativo. Forma la base de Facultades en la idea original.
La creación de Liceos a nivel nacional tuvo el mismo peso para la Enseñanza Secundaria que la reforma educativa de Primaria llevada adelante por José Pedro Varela. Como forma de integrar a la mujer se crea la Universidad de Mujeres.
Ver:
Grompone, Antonio M. La Obra educacional de Batlle. En Batlle su vida su obra, páginas 141-144. Acción, Montevideo Agosto de 1956