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martes, 7 de marzo de 2017

Uruguay tuvo pujante Industria naval a lo largo de 187 años | Noticias Uruguay y el Mundo actualizadas - Diario EL PAIS Uruguay

Uruguay tuvo pujante Industria naval a lo largo de 187 años | Noticias Uruguay y el Mundo actualizadas - Diario EL PAIS Uruguay

La Crisis Económica de 1868.



Antecedentes.
Los Bancos.
El problema se puede abordar en dos perspectivas, la primera hasta 1865 periodo en el cual las licencias bancarias son otorgadas por el Poder Legislativo. La segunda que se denomina de Banca Libre que comienza en la Ley de Bancos sancionada en ese mismo año.
La Constitución de 1830 había establecido en el artículo 17  que se atribuía a la Asamblea General el derecho de: “Aprobar o reprobar la creación y reglamentos de cualesquiera de los Bancos que hubieran de establecerse” El fundamento de crear una ley de Bancos era:
 1) Gran dificultad para que el Parlamento autorizara la creación de los Bancos. De hecho en los primeros años de vida independiente el país funcionó sin bancos.
 2) Otro problema era el papel moneda, en la época se identifica a los bancos con la emisión de billetes.
3) Existía una gran inestabilidad política que alejaban a potenciales inversores en el sistema bancario.
A partir de 1853 comienza a plantearse las necesidades de creación de bancos . El primero fue el denominado en el proyecto de creación “Banco Oriental”, y otro propuesto por el empresario  Fernando Menck, el objetivo de ambos proyectos era tener privilegios que era en definitiva tener el monopolio de la emisión de papel moneda y por lo tanto banqueros del gobierno. El modelo tomado era el Banco de Inglaterra que se había fundado en 1694.
Estas iniciativas llegaron a la prensa el periódico montevideano “El Comercio del Plata” sostenía: “ el país ganaría mucho con el establecimiento de un banco pero es preciso precaver a la República de los resultados  de unos certificados transferibles que no tuvieran otra garantía que el sello que llevasen…”
El ministro de Hacienda de la época convocó a una Comisión Parlamentaria que se expidió en contra a aceptar el monopolio de la emisión del papel moneda. La propuesta de Menck tuvo un desarrollo favorable, luego de fuertes debates y discusiones pero a pesar de obtener la licencia por Ley para funcionar el banco propuesto no llega a instalarse al no conseguir obtener al capital inicial de unos 40 millones de U$S en valores actuales.
Los bancos que finalmente se van instalar serán el Banco Mauá y el Banco Comercial.
El Banco Mauá.
Está vinculado directamente a la figura de Irineo Evangelista de Sousa que será nombrado Barón de Mauá por el Emperador del Brasil. En 1850 ya maneja cifras importantes y un trato muy deferente del Gobierno de la Defensa durante la Guerra Grande, y que al retirarse Francia e Inglaterra del apoyo al gobierno uruguayo de la Defensa, el emperador le encomienda asumir la protección económica del Uruguay.
En 1856 Mauá abre  un establecimiento comercial en Montevideo y comienza a funcionar como banco emitiendo billetes sin la autorización parlamentaria correspondiente. Se producen desavenencias con el Presidente de la República don Gabriel Pereira. El Parlamento al final en julio de 1857 concede la creación del Banco con las siguientes características:
1)    Capital inicial de $1,2 millones
2)    Podía emitir billetes convertibles siendo el más pequeño equivalente a una onza de oro.
3)    Los billetes sería convertibles a oro sellado, con un mínimo al equivalente a una onza. La falta de conversión sería equivalente a la liquidación del banco.
En 1860 el Gobierno nacional abre una cuenta corriente convirtiéndose de hecho en la Tesorería del Estado.
El Banco Comercial.
La Sociedad de Cambios solicita al Parlamento la creación de un Banco. La ley es aprobada en 1858 y presentó algunas diferencias con la creación del Banco Mauá. La primera es que no puede emitir más que el doble del encaje en lugar que el triple del Banco Mauá. Los directivos del Banco Denominado “Banco Comercial” van a declinar otorgarle cuentas al Estado marcando un perfil y futuro muy diferente del Banco Mauá.
El estado no acuñaba ni emitía; los bancos podían dar crédito en billetes, que no tenían ningún costo. Eso era más extremo en el caso de la emisión menor, que por el mínimo que se exigía para su conversión era prácticamente inconvertible.

En Diciembre de 1860 la emisión del Banco Comercial y del Mauá, era solo de 1.350.000 pesos. No se conoce el monto de metal que pudo haber circulado. En la memoria de Hacienda de 1861 se anotaba la insuficiencia del cambio menor “que afecta a las clases pobres, sintiéndose con más fuerza en la campaña”(...) “en la que la moneda feble boliviana iba reemplazando fácilmente a la amonedada  plata de otros cuños.”

Los comerciantes daban crédito, lo que les permitía el control de las transacciones, incluso en hipoteca a altos intereses (18% por adelantado más comisión), a particulares y al Estado. El crédito al Estado había sido desde la década de 1830 un mecanismo importante de acumulación especulativa. Pulperos y comerciantes de pueblos prestaban a peones, estancieros y que los grandes estancieros acudían a los barraqueros y los bancos de forma que éstos y los importadores y mayoristas controlaban el abastecimiento de la campaña y la comercialización de su producción con escaso movimientos de fondos.
El sistema monetarios y bancario  funcionó normalmente hasta 1867, cuando s establecen los bancos: Montevideano, Italiano, Oriental y Navia y el Banco de Londres y América del Sur de capital inglés que comienza a emitir en 1865. El sistema bancario se transformó en la principal fuente de crédito a corto plazo.

La invasión de Flores en 1863 vuelve a poner en el centro de la problemática económica las finanzas estatales. El gobierno de Berro había establecido estrechos lazos con el Banco Mauá que le proporcionaba fondos. El 7 de enero de enero de 1865 se decretó la inconversión para proteger al Banco Mauá, no tanto porque tuviera exceso de emisión, sino por lo pesado de sus colocaciones en especial en crédito al Estado y deuda pública. Había caído Paysandú. Según los informes diplomáticos los Bancos habían sido protegidos por la marinería extranjera. El Banco Comercial mantuvo la convertibilidad. Los Bancos Comercial y de Londres acumulaban fuertes cantidades de billetes del Banco Mauá para convertirlos y provocar su caída. El metal era depositado en los barcos extranjeros; incluso los bancos trasladaron el metal a Buenos Aires, tanto por razones de seguridad como por la alta tasa de interés de esa plaza.

Los billetes inconvertibles del Banco Mauá sólo sufrieron una depreciación del 6% y el nivel de precios se mantuvo. Los billetes no se depreciaron porque eran necesarios a la circulación y los bancos oristas los aceptaban. En Un informe del año 1865 se aconseja dejar la inconversión a partir del 16 de junio. El 30 de abril de  1868 se establece una verdadera Ley General de Bancos. Los estatutos y reglamentos de los bancos serían aprobados por el Poder Ejecutivo. Establecía la libre convertibilidad a oro y con ello el patrón oro. Los bancos tenían libre emisión de billetes de 10 pesos como mínimo, hasta el triple del capital. Se les concedía la emisión menos en forma transitoria, hasta el 20% de la emisión mayor en épocas de escasez de circulante.

Es necesario tener en cuenta que los bancos recibían depósitos en metal que según el contrato que los regulaba podían constituir dinero. Los bancos daban crédito que podía reflejarse no en aumento de circulante sino en aumento de depósitos, es decir aumento de dinero bancario. Los bancos prestaban al gobierno, utilizando los fondos de los depositantes o lo creaban emitiendo billetes o crédito.

Los comerciantes y los bancos hasta 1863 mantenían un restringido monto de dinero en poder del público, lo cual les aseguraba el equilibrio del balance de pagos y un cierto control de la economía.

Este equilibrio fue roto por el auge en los años sesenta, la entrada del oro y el mayor desarrollo de relaciones de producción capitalista y de la relación social dinero. El aumento del ingreso y la modernización de las costumbres determino un incremento del consumo suntuario que así como las inversiones en infraestructura urbana hicieron más vulnerables las cuentas con el exterior.

Los comerciantes tuvieron que enfrentar a Mauá y a lo que significaba: un hombre vinculado al gobierno de Brasil, capaz de mover oro en forma autónoma respecto de las operaciones comerciales de Uruguay, con amplias vinculaciones con el exterior, capaz de negociar un empréstito en Londres, con una concepción del negocio bancario muy distinta a la del Banco Comercial y además muy vinculada a las finanzas del Estado.

En junio de 1866 estalló una crisis en Londres produciendo una corrida en Montevideo. El Banco de Inglaterra había elevado la tasa de redescuentos y atraía capitales de la periferia. La corrida fue una movida de los bancos oristas contra el banco Mauá. El 20 de junio el Poder Ejecutivo decretó la segunda inconversión por un lapso de tres seis meses, en Razón de la crisis europea y las fuertes exportaciones de oro que realizaban los bancos. Según el decreto, tenían la obligación de retener el oro que tuviera en caja. La emisión se limitó al triple del encaje.
La inconversión fue otra vez decretada para proteger al Banco Mauá. Seguía teniendo una emisión y un volumen de negocios superior al de todos los otros bancos juntos. Prestaba a artesanos, ganaderos, agricultores y comerciantes y recibía depósitos de los mismos. Tendía  a desterrar las prácticas usureras. Había organizado la deuda pública y se había hecho cargo del manejo de los fondos públicos. En 1865 había importado 5.000.000 de pesos en metal.
Un decreto del 16 de diciembre de 1867 suspendió la tramitación de peticiones de nuevos bancos. El 21 de enero de 1869 otro decreto suspendió el trámite de aumento de capitales. A esa fecha los bancos había proliferado, 8 en Montevideo, con 9.1000.000 pesos de capital.  La importancia relativa del Banco Mauá había disminuido.

En la época se generalizó la opinión de que el aumento de la emisión era una de las causas del aumento del precio del oro. Pero la causa era que escaseaba debido a los déficit del balance de pagos. José Pedro Ramírez afirma que la crisis del 68 no se debió a la excesiva emisión sino al mal uso del crédito.

Se inicia a partir de 1868 un periodo confuso en materia monetaria y bancaria. Los Bancos oristas y el periódico “ El Siglo” incrementaron su propaganda contra la inconversión. El Ministro de Hacienda, Bustamante, rígido liberal, restableció la conversión. Con una década de expansión y de desarrollo de relaciones capitalistas, no se podía prescindir del dinero. Con la conversión cerraron los bancos Mauá, Montevideano, Italiano y Comercial de Salto. Una ley del 13 de julio de 1868 crea una Comisión fiscal de Bancos y dieron a los billetes además de la garantía de valores suficientes, la garantía de la Nación hasta 90 días de reiniciada la conversión. La emisión de los bancos se limitó al doble del capital. Desde el 1 de agosto de 1868 los Bancos debían retirar mensualmente  de la circulación un 3% del capital emitido hasta llegar a ese limite. El alto comercio aceptó los billetes, ya que eran necesarios para la circulación interna. Los bancos Comercial y de Londres no se acogieron al decreto.
Circulaban entonces tres monedas: metal, billetes bancarios convertibles ( del Banco Comercial  y de Londres) y billetes inconvertibles.
Finalmente el 7 de julio de 1869 se promulgó la ley de liquidación de los bancos. La parte relativa a la emisión debía realizarse de inmediato con los fondos públicos. Según la liquidación, el Banco Mauá tenía emitidos al 12 de febrero de 1869, 6.100.000 pesos. Tenía en su poder 3.670.700 pesos del  Empréstito Montevideano Europeo, 1.888.500 de deuda. Se desarrolla una  2da. Serie y créditos contra el gobierno por 821.200 pesos. Su activo total era de 14.700.000. Con el acuerdo de Mauá la Comisión Fiscal declaró que se encargaría de convertir a oro los billetes. El 24 de octubre el Banco Mauá fue autorizado a reiniciar operaciones.
El 8 de enero de 1870 el Poder Ejecutivo creó la Junta de Crédito Público, cuyas atribuciones consistían en recibir el producto de las rentas afectadas a la deuda pública y cumplir su servicio.

El 4 de mayo de 1870 se promulga una ley en la cual se tiende a que el estado influya en la emisión. Los bancos de emisión existentes o que se crearan podrían emitir hasta el duplo de su capital en billetes convertibles contra los billetes de la Junta de Crédito Publico o contra el oro sellado.



lunes, 27 de febrero de 2017

La crisis del batllismo: de los Colegiados a Gestido. Una aproximación.



Los antecedentes los encontramos durante la presidencia de Martínez Trueba y el proceso de Reforma Constitucional. La visión de Don Pepe en los clubes partidarios fue utilizada en buena forma por Luis Batlle. No tanto con aquella visión de escuela ciudadana ahora como engranaje muy bien lubricado de maquinaria electoral. En la cual la esperanza de un futuro mejor ingresado en las filas del Estado hacía trabajador duro a muchos compatriotas en un momento en el que funcionario estatal era motivo de orgullo y bienestar. Se facilitaban trámites ante el Estado y como lógica consecuencia comienza un crecimiento exponencial de la burocracia estatal, lejana al  Modelo Batllista de Desarrollo de comienzos del siglo XX. A esto le debemos sumar los nuevos medios de comunicación masiva que presentaban bondades y promesas de los candidatos políticos. La multiplicidad opciones y candidatos no fue ajena al Partido Colorado y presenta  en la primera elección de la década de 1950 tres formulas. El batllismo dividido entre la la lista 14 y la lista 15. La 15 presenta la formula Andrés Martinez Trueba – Alfeo Brum; la 14 a César Mayo Gutierrez- Lorenzo Batlle Pacheco en tanto los sectores independientes agrupaban a blanco acevedistas, baldomiristas y terristas conforman la formula Eduardo Blanco Acevedo-Cyro Giambruno. El tema excluyente era la Reforma Constitucional que surge de iniciativa del Presidente del República. Ante el proyecto Colegiado, juzgado de muy diversa formas tanto por colorados como  por nacionalistas, queda claro que el apoyo al proyecto se realizará en forma vehemente por el catorcismo que seguía a rajatabla la ortodoxia de los objetivos delineados por Don Pepe. El propio Herrera con su pragmatismo antibatllista sostuvo, según su biógrafo, Eduardo Victor Haedo: “ Si, a entrar en el gallinero del vecino y comerle algunas gallinas…El Colegiado, entrar en él y limar las uñas de este régimen dueño de todos los resortes del poder, debilitar al adversario y tenar, sin miedo y con decisión la victoria que merecemos”
El plebiscito que la ratificó se realizó el 16 de diciembre de 1951 y la Constitución entró en vigencia el 25 de enero de 1952. La población en general se abstuvo votando solo el 37% de los inscriptos 429670 votos ganando por solamente 40000 votos. Los seis Colorados electos fueron Andrés Martinez Trueba presidente por todo el período, Francisco Forteza y Antonio Rubio por la 15, Héctor Alvarez Cina y Luis Alberto Brause por la 14 y Eduardo Blanco Acevedo. Durante este periodo, el primer Consejo tuvo problemas tanto en lo nacional como en lo internacional. Comienza una política internacional proteccionista lo que hace bajar los precios de la lana y la carne, comienza un proceso inflacionario, perdida del salario real y como lógica consecuencia agitación social y sindical. Las Medidas Prontas de Seguridad fueron adoptadas por primera vez en marzo de 1952 con motivo de una huelga en Salud Pública y luego en Setiembre de ese mismo año  por una gran huelga en ANCAP. Epoca de Guerra fría y  vinculación cada vez más cercana a los EEUU- Luis Batlle Berres desde los editoriales del diario Acción manifestaba una gran discrepancia con el gobierno y sostenía en varios artículos: “ Medidas de seguridad, no; una libre y amplia discusión con los obreros, si. He ahí la diferencia en lo social entre ellos y nosotros” Acá, además, comienzan las cuotas políticas para ingreso a la administración pública, la ley de autos baratos, y la pérdida de imagen del sistema político en la opinión pública.. También comienza su predica la Liga Federal de Acción Ruralista, liderada por Benito Nardone, el periodista de El Día y ex-batllista fundó la liga primero con fines gremiales  y luego con lógica política. "Sonaban los acordes del Pericón Nacional, de Gerardo Grasso, y sobre los mismos un locutor anunciaba: Con ustedes, Chico Tazo. De inmediato irrumpía una voz levemente metálica: Nuestro saludo de todos los días a los productores rurales del país y de los países vecinos... Con este mensaje, repetido diariamente por las ondas de Radio Rural a las 11:30 de la mañana, un hombre cambió la historia de este país( Maiztegui,Caudillos,2012 Pág. 352)
El lider ruralista había nacido en Montevideo el 22 de noviembre de 1906, en el hogar formado por Nicolás Nardone y Rosa Cetrullo. Su padre, inmigrante italiano, era obrero portuario y se desempeñaba en el servicio de remolcadores. Jefe de una familia de modestos recursos, vivía en la zona portuaria en la calle 25 de agosto, donde nace Benito.
"Nardone carece de los tres instrumentos que tradicionalmente abren las puertas de un futuro político. No tiene ni título, ni apellido, ni dinero" El 1 de marzo de 1955 asume el nuevo colegiado con mayoría batllista y definitivamente quincista. También ocupa el colegiado por la minoría  Luis Alberto de Herrera, Ramón Viña por el herrerismo y Daniel Fernández Crespo  por la corriente popular nacionalista. El drama del batllismo fue sus divisiones y la necesidad de lograr acuerdos entre la 14 y la 15 para poder alcanzar gobernabilidad en el Parlamento. A la crisis política s ele suma una crisis económica que erosionaba sus vínculos con el electorado que se basó en el apoyo social a diferentes sectores de la actividad nacional. En este marco el sector agropecuario comienza a reclamar el fin del dirigismo y control de cambios, eliminar el proteccionismo al sector industrial. Los industriales por el contrario exigen mayor control de la competencia externa y que dejara de intervenir en la regulación entre el capital y el trabajo.
Dentro de toda esta gama de situaciones el accionar del gobierno colegiado fue difuso, estático y con falta de reflejos para sostener la situación en medio de una creciente crisis. Cuando Luis Batlle abandona la presidencia del Consejo Nacional de Gobierno las señales del gobierno no fueron suficientes para limitar o detener la creciente pérdida de credibilidad. Se desarrolla una política de vaivén favoreciendo a un sector hoy y luego a otro dejando al primero a su suerte. Esto fue utilizado inteligentemente por la oposición política muy virulenta dentro del propio Partido Colorado. Queda claro que la hegemonía dentro del Partido no la tenía el quincismo, tampoco el catorcismo y que la brecha entre ambos sectores provocaría una escisión dentro  del paraguas ideológico del batllismo. Según relata Amilcar Vasconcellos, el 9 de mayo de 1956, como consecuencia de una interpelación realizada por el Senador de la 14 Carlos Mattos, el Ministro de Salud Pública Dr. Julio Estrella presenta renuncia y esta situación llevó a la ruptura definitiva entre ambos grupos batllistas. A partir de allí la 15 debió gobernar sin respaldo parlamentario. No debemos olvidar que desde el año 1956 el ruralismo, el herrerismo y los colorados reformistas cuestionaban con dureza al gobierno y las palabras de Benito Nardone suenan fuerte aun hoy: “ …el Sr. Luis Batlle Berres le está costando demasiado caro al país” fue el puntapié inicial de la futura alianza herrero-ruralista que llevaría al gobierno a los blancos en las próximas elecciones.

El año 1958 marca lentamente el fin del proyecto batllista en una lenta agonía que llegará con la reforma de 1966 y con el advenimiento del proceso Gestido-Pacheco Areco-Bordaberry que culminó en el Golpe de Estado de 1973. 

 Si las elecciones de 1958 habían determinado un primer intento de cambiar al país provocando la rotación de partidos en el poder, las elecciones de 1966 marcaron aun con más fuerza ese sentimiento, no solo con una nueva rotación partidaria sino también con una nueva Constitución.
Es claro que los gobiernos desempeñan un papel importante en el control de las élites y en generar una justa, o por lo menos lo más, redistribución  de la riqueza. Quizás el primer paso es la igualdad ante la Ley. Desde el punto de vista económico, los liberales desde Locke a Hayek siempre se mostraron reacios a una distribución forzada de la riqueza obligada por el Estado. Los ejemplos cercanos son las políticas de redistribución populista argentina bajo el kirchnerismo o el chavismo.
En 1965 nuestro país transitaba el último año del segundo colegiado de mayoría nacionalista sin poder solucionar las nuevas condiciones económico-sociales del momento. El peso uruguayo se devaluó fuertemente, el U$S pasó de $11 a $ 80 y la inflación determinó huelgas y conflictos laborales muy fuertes. Además desde 1964 se había constituído la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) que unificó el movimiento gremial detrás de una dirigencia esencialmente marxista con la lucha de clases como principio doctrinario. Además para completar el marco fallecen importantes referentes políticos como Benito Nardone, Luis Batlle Berres y Daniel Fernández Crespo. El Partido Colorado estaba dividido entre la 15 que dirigía Jorge Batlle Ibáñez, la 14 dirigida por César Batlle Pacheco y la 99 dirigida por Zelmar Michelini. De la 15 se escinde Amilcar Vasconcellos y los senadorees Carrere Sapriza, Alba Roballo, Glauco Segovia que pasan a apoyar a Oscar Gestido en la Unión Colorada y Batllista. De la lista 99 se separaba Renán Rodriguez. En las elecciones gana el candidato colorado Gestido. Había sorpresa en el resultado, incluso por la problemática de conformar las listas y sobretodo la formula. La vicepresidencia se le había ofrecido a Héctor Luisi, a Lacarte Muró y finalmente a Jorge Pacheco Areco. La imágen de Gestido de hombre honrado, austero y buen administrador fue determinante en las opciones del electorado. Gestido había tenido una excelente gestión en AFE, hablaba poco, no aceptaba el halago facil y mostraba verdadera preocupación por la situación del país.
En la formación de su equipo de gobierno, Gestido, mostró claramente dos líneas de acción:
1) Gobernar con todo el Partido Colorado.
2) Integrar técnicos calificados de otras tiendas, por ejemplo el Cívico, Horacio Terra Arocena en INVE.
El clima político era complejo. No había una oposición orgánica al gobierno pero se hacía sentir  el accionar del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros y una cierta desorientación de los distintos sectores politicos. El 2 de marzo de 1967 se interviene la Caja de Jubilaciones y el 16 la estabilización de precios por ley durante 60 días. En su discurso del 25 de julio Gestido resaltó su decisión de acabar con el caos imperante en la sociedad decidido a que el país no ingresara en la Ley de la Selva- El 19 de octubre se implanten las Medidas Prontas de Seguridad.   No se trataba de un estado de sitio ni de un apartamiento de la Constitución, puesto que la Carta Magna prevé, en el numeral 17 del artículo 168, la adopción de este régimen excepcional. Pero muchos analistas lo analizan como un “paréntesis” en el orden institucional, en la medida que habilita al Ejecutivo a censurar prensa, a coartar la libertad de reunión, a proceder a detenciones arbitrarias, etcétera. El problema de esta medida se vio en que  las primeras víctimas de las medidas fueron los ministros de Hacienda, Amílcar Vasconcellos, de Industria y Comercio, Zelmar Michelini, de Obras Públicas, Heraclio Ruggia, y de Trabajo, Enrique Véscovi, quienes presentaron su renuncia en desacuerdo con la adopción de las medidas.
Según Carlos Real de Azúa la situación que enfrentó Gestido estaba en “ ...el marco de que la gente común había empezado a descreer de los políticos, que si bien seguían repartiendo algunas prebendas de una torta cada vez más chica, habían sancionado una serie de leyes que les daban beneficios realmente importantes( sueldos, jubilaciones anticipadas y altas, autos baratos) en detrimento del conjunto de la población” Por otra parte Henry Fynch señala que “ el gobierno del General Gestido no intentó imponer, en un principio, un programa estabilizador. Hasta poco antes de su muerte, el nuevo mandatario se resistió a la reinicio de los contactos con el FMI prefiriendo buscar apoyo popular para un política desarrollista sobre la base de su prestigio como administrador y de su relativa independencia con respecto a la política partidaria. Su experiencia terminó en noviembre de 1967 con una nueva devaluación del peso de 98 a 200 unidades por U$S en el mercado oficial de cambios”

Gestido era un hombre serio, responsable y austero su gobierno fue precedido por un programa coherente que no pudo hacer frente a la guerrilla, la crisis económica y al sentimiento de pesimismo de la sociedad uruguaya. Su fracaso fue el fin del Uruguay liberal y de austeridad republicana. Otros vientos soplarían luego de su muerte dando paso a una crisis de valores democráticos que dio paso a la pérdida de la institucionalidad pocos años después.