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sábado, 28 de abril de 2018

Jorge Batlle y la Infidencia.


Jorge Batlle: Como el Cid sigue vivo y luchando.


“Una vez descartado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad” Arthur Conan Doyle

Breve entorno político y social del Uruguay a fines de los 60.
A fines de 1967 y comienzos de 1968 los problemas generales del Uruguay se agravaban. El presidente Jorge Pacheco Areco mantenía silencio, estilo que marcaría su gestión. El problema mayor por su incidencia en todos los aspectos políticos económicos y sociales era la inflación. Los precios de venta la público aumentaron 135,9% y seguía en aumento a comienzos de 1968. La relación del gobierno con los funcionarios públicos, los estudiantes y los gremios se complicaba cada día un poco más. El sector empresarial manifestaba también disconformidad. Comienza una espiral de desorden en las calles y en los centros de enseñanza así como también en las oficinas públicas y además surge el primer flujo de emigración de jóvenes al exterior.
Luego de un virulento festejo del 1 de mayo con fuertes críticas al gobierno y al Imperialismo Yankee por parte de los sindicatos, el gobierno el día 2 de mayo sorprendió a los analistas con una gran reestructura ministerial en la cual sustituyó a políticos por empresarios y representantes de los grandes intereses económicos pero sin antecedentes de participación política y/o partidaria. Esto tenía antecedentes en la administración Gestido que había abierto la participación a personas vinculadas al capital y a visiones consideradas conservadoras y de derecha por la intelectualidad de la izquierda. Entre ellos César Charlone que hasta 1970 fue ministro de Economía y Finanzas, Horacio Abadie Santos, Carlos Manini Ríos y Walter Pintos Risso. En 1968 se suman al elenco Jorge Peirano Facio, Carlos Frick Davies, Eduardo Jimenez de Aréchaga, el Ing. José Serrato y posteriormente Juan María Bordaberry y Jorge Sapelli, estos últimos conformarían la fórmula presidencial que ganaría en las elecciones de 1971.La lógica de este gabinete fue técnica buscando soluciones desde la teoría fría y sin consultas a sectores sociales, gremiales e incluso políticos partidarios. Apenas la comunicación fluía, sin mucha vehemencia, con sectores empresariales y las cámaras que los representaban. El primer objetivo era reducir la inflación y controlar la volatilidad de la moneda nacional. Existió una suerte de ambiguedad técnica en la que convivió el liberalismo aperturista de los mercados cambiarios con el congelamiento universal de precios y salarios. Para el desarrollo de esta política se crea la DINACOPRIN (Dirección Nacional Comisión de Precios e Ingresos) que incluía  representantes de empleados y asalariados pero prevalecía la opinión del Poder Ejecutivo. El congelamiento de precios y salarios se inicia el 28 de junio de 1968 por decreto y con nuevas condiciones políticas e institucionales: el 13 de junio se habían establecido las Medidas Prontas de Seguridad, instituto de excepción previsto en la constitución que comenzó a aplicarse con continuidad y permanencia que superaba el espíritu previsto en la legislación. Con la aplicación de las Medidas Prontas de Seguridad se limitaban los derechos de reunión, de asociación, libre comunicación del pensamiento e influía en la libre contratación y el trabajo. En un análisis proyectivo este mecanismo con diferentes formas va  a existir en forma intermitente hasta el 1 de marzo de 1986. El Poder Legislativo se vio avasallado y dubitativo para enfrentar esto, lo que sumado a la guerrilla urbana y a la inseguridad general, marcó el preámbulo de descaecimiento de valores republicanos y democráticos que llevaran lentamente al país a la perdida de sus punto de referencia históricos.
Según Henry Finch "La orientación económica del gobierno de Pacheco Areco fue notablemente exitosa no solo en lo que respecta a la desaceleración de un proceso inflacionario extremadamente rápido sino también en el logro de la elevación de la tasa de crecimiento que llegó a alcanzar niveles sin precedentes desde mediados de la década de 1950"(...)"Los precios aumentaron un 125% en 1968 pero en 1969 el aumento llegó a un 21% y en 1970 a un 16%. El crecimiento del PBI, es decir el valor de los bienes y servicios obtenidos en un período determinado, en términos reales fue del 5.1% en 1967, bajando al 1.4% en 1968, pero subiendo  por encima del 5% en los años subsiguientes"(...)"El éxito de debió en primer lugar a que el sector exportador respondió muy vigorosamente al alza de los precios de la devaluación. El valor de los productos se vio fortalecido por el alza de los precios mundiales en 1969 y 1970, los resultados por exportaciones fueron los más altos desde la década de 1950 y un 47% mayores que en 1967(...) en segundo lugar la orientación pachequsita significó una clara ruptura con las formas anteriores de dirección económica ante la cual el sector privado respondió con inusual confianza"
Se deba agregar la creación del Fondo Nacional de Viviendas en diciembre de 1968, un amplio plan de obras públicas y la declaración de las 200 millas de soberanía en el mar territorial. Este programa económico se fue complicando en la medida que se acercan las elecciones de diciembre de 1971, la CNT pide un aumento del 25% en los salarios y el gobierno concedió, para sombro de todos, un 27.2% de aumento. Sin embargo la acumulación de poder en torno a las Medidas Prontas de Seguridad hizo que la oposición política enmarcar su gestión en un marco de autoritarismo creciente que curiosamente el primer paso había sido la nueva constitución  que entró en vigencia en 1967. Sin embargo, la reforma constitucional pensada para prevenir la posibilidad de golpe de estado, hizo posible la independencia del Poder Ejecutivo a las presiones delo partidos políticos. pensamos, sin embargo, que la causa fundamental de la concentración de poder en el Poder Ejecutivo se debió al creciente clima de Inseguridad que vivía el país en relación a los conflictos obreros y estudiantiles y el aumento del accionar de los grupos subversivos y al interés de la sociedad en la gestión de un gobierno fuerte. En este entorno se produce el episodio denominado “La Infidencia” que toma un giro inesperado con la publicación del libro de Raul Ronzoni “El Infidente” (Fin de Siglo, 2018) en el que aporta finalmente la autoría del infidente que no fue precisamente el Dr. Jorge Batlle.
Una aproximación.
La muerte del Presidente Gestido a las 5 y 20 de la mañana del 6 de diciembre de 1967 lleva a la presidencia a Jorge Pacheco Areco. El año culmina con una inflación record e histórica cercana al 137%. El Ministro de Hacienda era el Dr. César Charlone con casi 90 años edad. Su gestión se estima que fue influenciada fuertemente por el director de  la OPP,( Oficina de Planeamiento y Presupuesto). El tipo de cambio salta de 200 a 250 pesos por U$S pero se necesitaba una solución definitiva a este problema y en dos actos uno iniciado en La Casa de Gobierno y el otro en la casa del Cr. Enrique Iglesias que era presidente del Banco Central el sábado 28 de abril. La falta de confianza de la población en la estabilidad de nuestra moneda origina una compra desesperada de billetes norteamericanos. Se abre así lo que la historiografía denominó “ semana negra” de abril de 1968. Siguiendo a Lincoln Maiztegui ( Historia de los Orientales, tomo 3, página463 y Ss). El viernes 27 de abril la compra de U$S fue todavía mayor a pesar de todas las jugarretas que hacía el BROU, únic entidad que comercializaba la divisa norteamericana abriendo una sola caja y con varias colas y horas de espera para poder acceder a comprar los ansiados billetes norteamericanos.

 El sábado 28, como mencioné anteriormente, se reúnen las autoridades económicas, César Charlone, Aquiles Lanza y el vicepresidente del  Banco Central José Guntín en la residencia de Suárez con el Presidente Jorge Pacheco Areco, las diferentes crónicas sostienen que allí se decide la devaluación pero no el monto de la misma. Posteriormente se reúnen en la casa de Enrique Iglesias y de modo casual se integra al reunión el Dr. Batlle que se dirigía a realizar un planteamiento particular a Iglesias. La reunión se extendió hasta altas horas de la noche ante la inerrogante realizada al Dr. Batlle si se habló de la devaluación sostuvo “ estando yo allí no se habló para nada de devaluación(…). En la investigación parlamentaria tanto Laffitte como Lanza, integrantes de la reunión dijeron que sí se había conversado de la devaluación.
El domingo 29 de abril de 1968, Alberto Astesiano que era periodista del diario BP Color publica un título sensacional: “ Desde mañana lunes, el dólar oficial se cotizará a $250 “ y eso fue lo que ocurrió. “!Qué horror! Ha habido una infidencia”. Quizás, tal cual sostiene Bernardo Wolloch en “Jorge Batlle: el profeta liberal. Fin de Siglo, 2017 página 92. Si Charlone hubiese utilizado otra palabra en lugar de “infidencia” la historia posterior hubiese sido diferente. El propio Jorge se refirió a esto  en una nota de Búsqueda del año 2016: “ Me dolió mucho que la gente pudiera pensar que a esa altura de mi vida pudiera utilizar el gobierno para un beneficio personal cuando había estado desde joven dentro de él(…).El excelente libro de Ronzoni relata el final de este largo proceso moral y ético que caía sobre las espaldas del Dr. Batlle el cual recomiendo leer: Astesiano un periodista con una gran capacidad para conseguir información y que poseía muchos contactos se reúne con uno de ellos, una importante fuente política y a su vez integrante del sistema financiero, como relata Ronzoni se reunieron en el desaparecido Bar del Rex en Julio Herrera y Obes y 18 de Julio, y frente a la presión sobre su contacto sostuvo finalmente que se había reunido con el escribano Felisberto Carámbula, director del Banco República: Raul Ronzoni, El Infidente, Fin de Siglo 2018 página 36.

El Dr. Jorge Batlle pidió en los términos más fuertes que se investigase a fondo todo, nunca se pudo comprobar nada, y este libro de Ronzoni parece poner fin a una de las tantas calumnias que se han construido sobre figuras políticas de todos los partidos políticos de nuestro país.


lunes, 23 de abril de 2018

El Primer Batllismo y Montevideo. Sueños y realidades


El batllismo y Montevideo.

Las grandes transformaciones de Montevideo se aceleraron durante el período de bonanza económica de comienzos del siglo XX. Entre 1908 y 1912 se inauguraron los hospitales Español, Pereira Rosell, las Facultades de Qúimica, de Medicina y de Agronomía, el Edificio de la Universidad de la República y del IAVA, el Colegio Militar, el Parque Hotel, el Hotel del Prado, el Hotel Pocitos la modernización del puerto de Montevideo. La Cárcel de Punta Carretas, la Rural del Prado. La población se había triplicado en dos décadas y la venta de terrenos en cuotas había comenzad en las década del 90 del siglo XIX dando origen a nuevos barrios y a grandes especulaciones inmobiliarias. Muchas de las sociedades  tenían vinculaciones con Bancos, el caso más famoso es el Banco Nacional y la construcción de los barrios Reus al norte y al sur. Ya en el siglo XX siguieron esa línea el Banco La Caja Obrera y el Banco Popular con preatamos a plazos de hasta 30 años. El negocio era financiar la venta de terrenos y luego la construcción de viviendas. El estatal Banco Hipotecario participó activamente en este proceso incluyendo al funcionariado público en las facilidades de prestamos mediante la denomina Ley Serrato de 1921. A mediados de 1920 se creó la Sociedad de Propietarios de Bienes Raíces del Uruguay. La llegada del tranvía a los barrios multiplicó por 10 el precio de los terrenos. El censo de 1908 sostenía que el 67% de la población de Montevideo era inquilina y que el 64% de las viviendas estaban alquiladas. Los permisos de construcción entre 1911 y 1930 equivalía a 242 millones de pesos aproximadamente dos veces y media las exportaciones de 1930. Por otro lado lo invertido en 1930 equivalía al 17% de lo exportado ese año.

El financiamiento de las obras públicas en la capital tuvo aportes del gobierno central pero la mayoría de la inversión correspondió al Municipio de Montevideo. La expansión de las áreas de esparcimiento de la ciudad se integraban a la ideología del Modelo Batllista de Desarrollo en el cual el desarrollo del bienestar social, la higiene y la salud pública tenía un rol primordial. En lo que responde al Estado a partir de 1901 se comienza la construcción del Parque Urbano, luego Rodó a partir de terrenos recibidos como forma de pago por el quebrado Banco Nacional. En 1912 el Estado invirtió 2,500.000 pesos en tierras para parques y ampliaciones de los existentes: Rodó, Prado, Central, del Cerro y Carrasco. El Parque Rodó se extendió hasta Punta Carretas. El Municipio compra el Parque Hotel y las obras del Hotel Carrasco que se inaugura en 1921.
Desde la primera presidencia de Don Pepe comienzan una serie de proyectos para rodear la capital de un gran paseo marítimo: La Rambla. Una parte se realiza en 1915 y otra en los años 30.


 La Rambla Sur desde el puerto Hasta la Playa Ramírez y una sucesión de ramblas hacia el Este uniendo Carrasco con la ciudad. La otra parte inconclusa pero proyectada pensa llegar hacia el oeste hasta Santiago Vázquez.. Al final de la década del 1920 se comienza la construcción de la Avenida Agraciada que comunicaría el centro de la ciudad con el gran edificio verdadero paradigma del batllismo el Palacio Legislativo, un verdadero lujo para tan pequeño país..

 En 1930 se inauguró el Obelisco a los Constituyentes donde se levantaría en las cercanías el Estadio Centenario y luego el Hospital de Clínicas. Por otro lado Montevideo se sentía orgullosa de tener el edificio más alto de esta región el Palacio Salvo inaugurado en 1928.

Muchas de estas obras son únicas y marcaron un periodo de grandes realizaciones que aun en la actualidad disfrutamos. El saneamiento urbano se convirtió en un servicio básico que esta en función del rápido crecimiento de Montevideo y llegaba en 1930 al 50% de la población, el objetivo batllista era convertir a la capital en un destino turístico importante. En definitiva un proyecto que se cumplió con aciertos y con metas de participación del Estado devolviendo en obras todos los impuestos generados. Otros tiempos.

sábado, 21 de abril de 2018

El primer batllismo y la educación. Motor del reformismo.


El batllismo y la educación. El éxito de un modelo.


Desde los últimos 25 años del siglo XIX venía dándose un importante cambio en la concepción de los fines de la acción estatal. Se abandona definitivamente el concepto de “ Estado Juez y Gendarme” y el nuevo paradigma permite evolucionar hacia ideas que tendían a pensar entre los fines del Estado la atención de necesidades básicas de la población y tender hacia una mejor calidad de vida. Los servicios sociales irremediablemente, sean públicos o privados, necesitan del protagonismo del Estado para que realmente incidan en mejorar la calidad de vida de la población y por extensión en un un estrado de bienestar. Los ejemplos típicos son la educación, la salud y la situación de las persona al llegar al final de su vida laboral, a su jubilación.
La educación era el principal objetivo,  partiendo desde la función de alfabetización y socialización y logrando desarrollar capacidades habilidades y destrezas hasta llegar a un individuo apto para desempeñarse en oficios o en rol profesional era y es el vehículo de progreso colectivo e individual.

En las tres primeras décadas del siglo XX la educación primaria había crecido de un 30% a comienzos del siglo hasta un 45% al final del primer batllismo. La enseñanza secundaria cuatriplicó la matricula en 1930, en tanto que la Universitaria se ubicaba en un magro 1% de la población. Estos números nos ponían conjuntamente con Argentina en la vanguardia de la Educación en América Latina. Pero ya estábamos un 50% atrasados en el promedio con el mundo desarrollado. Entre 1900 y 1930 el número de escuelas creció de 912 a 1541 según datos del anuario estadístico de la DGE, los maestros de 2055 a 4800 y los alumnos de 73605 a 178264. La inversión en educación vino del sector público y partía de la visión que el Modelo Batllista de Desarrollo le daba a la formación de la población para lograr las metas planteadas por el Reformismo. El batllismo multiplicó por 5 la inversión en educación entre 1901 y 1930. Hubo un perído de retroces como consecuencia de la Primera Guerra Mundial ente 1913 y 1918 que no afecto el promedio de crecimiento general en el período. Uruguay mejoró su tasa de alfabetización, por ejemplo en 1930 Argentina tenía un 75%, Brasil 39% y Uruguay 76%.
 La Enseñanza Secundaria fue el aspecto más destacable del primer batllismo y tuvo al Estado como el protagonista principal. La creación de los Liceos Departamentales en 1912, la puesta en funcionamiento de la sección femenina en 1913, la eliminación del pago de matrícula y de exámenes en 1914 y la apertura de varios liceos en Montevideo marcaron con claridad esa política. La Enseñanza secundaria funcionó bajo las directicas de la Universidad de la República hasta 1935. Hubo una verdadera explosión en la matrícula de la educación secundaria entre 1910 y 1930 y en el interior del país marcó los porcentajes mayores derivados de los liceos que se instalaron. La Sección Femenina en Montevideo respondió a las necesidades de ofrecer opciones exclusivas para las niñas de las familias más conservadoras para que no les impidiera continuar sus estudios. El Mensaje del poder ejecutivo justificaba la creación de esta sección por la escasa concurrencia de niñas a los centros de estudios de nivel secundario debido más que nada a prejuicios que “ deben combatirse mediante la fundación de una Sección especial que abra a la mujer nuevos horizontes”. Hasta 1915 la enseñanza técnica en el área pública se limitaba a la Escuela de Artes y Oficios que tenía más forma de “reformatorio” que de instituto de enseñanza.



 Se crean entonces las Escuelas Industriales organizada en la Dirección de Enseñanza Industrial. El proyecto de Ley de creación de la enseñanza industrial lo eleva el Poder Ejecutivo al Parlamento en febrero de 1916 en el cual Batlle y Ordóñez destacaba: “ la carencia de instituciones adecuadas para la formación de personal técnicamente capaz, con la instrucción científica que la explotación  industrial moderna exige” Sin embargo en 1930 la matricula en estas especialidades solo alcanzaba un 25% del total de la matricula.
La Enseñanza Universitaria estaba marcada en el imaginario popular como “Mi hijo el Doctor”, y en ese perfil fue totalmente conducida por el Estado. Entre 1900 y 1930 la matricula se multiplicó por cinco- Llegando a tener 120 estudiantes universitarios por cada 100 mil habitantes uno de los mejores guarismos en latinoamérica. En 1911 la Universidad de la República tenía tres facultades: Derecho con las carreras de abogacía y notariado, Medicina con las carreras de Medicina, Odontología y Obstetricia y Matemática con las carreras de Ingeniería, Agrimensura y Arquitectura. Durante la presidencia de Claudio Williman, entre ambas presidencias de Don Pepe se reorganizó la Universidad tomándose el modelo francés.


Entre 1911 y 1920 los cambios institucionales fueron la creación de las facultades de Arquitectura en 1915, Agronomía en 1925 y Odotología, Química y Farmacia en 1929. Las carreras universitarias fueron el indicador de la mentalidad dominante en los sectores altos y medio alto de la sociedad.
El éxito de un modelo de país, austero, trabajador y con niveles superiores en educción fue planificado y desarrollado durante el prime batllismo. Muchos de esos éxitos aun los seguimos disfrutando.