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lunes, 26 de noviembre de 2012


Los debates de prensa sobre los cuestionamientos de los Partidos: 1833. Por Juan E. Pivel Devoto.

de Miguel Lagrotta, el lunes, 26 de noviembre de 2012 a la(s) 11:45 ·
La idea de lo que podía ser un partido político, de la función que debía cumplir, aparece todavía confusa en los debates periodísticos de la época. Admitiéndose en general la conveniencia de que existiera un periódico de oposición y crítica a la opinión "ministerial", no se consideraba beneficioso para el país la existencia de un partido estable con calidad de opositor. En 1833, "El Universal" negaba que alguna vez hubiera existido entre nosotros una fuerza política a lo que en realidad se pudiera calificar de partido. "No podrá decirse, expresaba, sino con suma impropiedad que haya existido nunca en el País un partido organizado de oposición al Poder, consagrado a defender la libertad y los derechos del pueblo"(El Universal, 24 de enero de 1833). Lo que había existido según Antonio Díaz, era una "facción rebelde"
En el concepto del mismo comentarista:"Partido político es aquel que se forma por la discrepancia de opiniones sobre el modo de conseguir una cosa; bien sea ella de una utilidad o interés público positivo, o bien seaq ilusoria porque los partidos  tienen también sus pasiones". Las diferencias de opiniones doctrinarias en torno a problemas de gobierno, a cuestiones de economía política, era lo que a su modo de ver podía acordar a los partidos un origen legitimo, mientras no atacasen a las instituciones. Consideraba perjudiciales aquellos partidos nacidos de las discrepancias que suscitaba el sistema de gobierno después de constituído el país, como ocurría en Argentina. "Felizmente en este Estado no hay esa clase de Partidos, ni Dios lo permita"("El Universal", 22 de marzo de 1833)
El carácter revolucionario que después de 1832 tuvo el choque entre los ministeriales y la facción opositora lavallejista, fortaleció la idea de que toda crítica sistemática a la marcha del gobierno resultaba perjudicial para las instituciones. Pero después de 1835, una vez que el gobierno de Oribe definió su orientación en lo administrativo, cunado ya se podía saber cual sería su tendencia política, se renovó con ardor la idea de que la lucha entre la oposición y el gobierno debía ser un fenómeno natural en el juego de las opiniones y los intereses.
"El Independiente" y "El Nacional" defendieron con brillo la idea de que la crítica a los actos del gobierno era el principio sobre el cual reposaba la estabilidad del sistema republicano. Santiago Vázquez escribió al respecto comentarios muy sagaces: "En los pueblos más bien gobernados del orbe ilustrado en quienes las garantías y las leyes son cosas menos quiméricas que lo que lo han sido para los antiguos subditos de los españoles, los opositores y los ministeriales, discutiendo en público son los que ilustran las masas, conservan el espíritu nacional, e inspiran amor a las instituciones, a los poderes y publicistas que satisfacen los pedidos de la sociedad, y han eternizado los nombres de los maestros del hombre y sus derechos. Allí, donde escritores animan y conservan esa división que sostiene la libertad del pueblo, y los derechos de los poderes, se hallan contrabalanceadas las aspiraciones, refrenados los avances de los que mandan, contenidas las exigencias exageradas de la ambición, y castigada por la ley y el desprecio público, la licencia de escribir"(El Independiente, 27 de junio de 1835)"Entre nosotros, la censura, es lo que en otros pueblos la oposición: una necesidad social destinada a economizar errores y arrepentimientos, la salvaguardia de los derechos y el agente más apropósito para desarraigar el interés"El Independiente,27 de junio de 1833)
El Universal, que continuó siendo un órgano adicto a la opinión ministerial señaló el peligro de que la censura sistemática de los actos del gobierno por la prensa estimulara esa inclinación anarquica, sin que llegara a formarse un partido opositor en el plano de las ideas. Por su parte El Nacional definía cual debía ser el carácter de ese partido de oposición: "El partido de oposición hablando con propiedad está formado por sí mismo sin combinación ni artificio, en los países adelantados en la carrera de la civilización, uno de sus focos naturales es la prensa periódica; sus armas jamás salen de la esfera de la razón; sus simpatías son siempre hijas del convencimiento, sus resultados no pueden ser otros que los progresos"(El Nacional, 10 de octubre de 1835)
Dos años más tarde, cuando la experiencia de los hechos había ratificado cuan dificil resultaba lograr en nuestro medio que una fuerza permanente limitara su acción al plano de la censura sin llegar a convertirse en revolucionaria, El Universal persistía en que la oposición no debía teñirse de color político, no debía sujetarse a un sistema, ni identificarse con un partido. De tal modo decía, "hoy se opone a una cosa, mañana a otra, pasado aprueba lo que parece bueno", sin el exclusivismo que resultaba de la sujeción a la divisa partidaria.(El Universal, 2 de setiembre de 1837)
La idea de que pudieran constituirse organizaciones políticas con carácter permanente chocaba con el concepto que se tenía de cual debía ser libertad del individuo. ¿Qué es un hombre que se declara o confiesa miembro de un partido?

lunes, 19 de noviembre de 2012