Uruguay 1880-1930:
tradición, modernización y el camino al primer batllismo
Un recorrido histórico por los debates sobre
liberalismo, reformismo y el papel del Estado
Introducción: un país en transición
Entre 1880 y 1930, Uruguay vivió un profundo
debate político e intelectual. El país pasó de ser una sociedad rural y
caudillesca a una república urbana con instituciones modernas. Los grandes ejes
fueron tradición versus modernización, y liberalismo versus reformismo, que
desembocaron en el programa transformador del primer batllismo.
Liberalismo clásico y tradición conservadora
Tras la paz militar de 1876, el país adoptó
un modelo liberal-conservador: orden institucional, centralización estatal,
promoción de la exportación ganadera y apertura al capital extranjero. El
Estado aparecía como garante del orden y de la propiedad, pero no como motor de
políticas sociales. La reforma escolar de José Pedro Varela había abierto el
camino a la modernización educativa, aunque convivía con una cultura política
oligárquica y conservadora.
“El Estado era concebido como
guardián de la libertad y la propiedad, no como un agente de reforma social.”
Modernización, inmigración y nuevos actores
La llegada de inmigrantes europeos y el
crecimiento de Montevideo entre 1890 y 1900 introdujeron demandas de laicidad,
sindicalismo y organización social. Los ferrocarriles, los frigoríficos y los
bancos extranjeros eran símbolos de modernización, pero también de dependencia.
En la prensa y en los círculos académicos surgieron voces que reclamaban un
Estado más presente para regular el mercado laboral y proteger a los
trabajadores.
“La prensa de la época advertía:
'Sin la intervención del Estado, la sociedad corre el riesgo de convertirse en
campo de explotación del más fuerte'.”
El Estado en debate: Facultad de Derecho y prensa
Entre 1890 y 1910, las tesis de grado de la
Facultad de Derecho reflejaban la tensión entre el liberalismo clásico y las
nuevas ideas reformistas. Algunas defendían al Estado mínimo, inspirado en el
constitucionalismo europeo, mientras otras postulaban la necesidad de un Estado
social que asegurara la igualdad de oportunidades. Los periódicos multiplicaban
editoriales sobre hasta dónde debía llegar la acción estatal: ¿bastaba con
garantizar la libertad individual o debía intervenir en la economía y la educación?
“Las tesis de Derecho mostraban
el dilema: ¿Estado árbitro o Estado interventor?”
Crisis del liberalismo y surgimiento del reformismo
Las crisis de 1890 y 1898 mostraron los
límites del liberalismo clásico. El desempleo y las huelgas impulsaron el
surgimiento de un discurso reformista. Intelectuales como Carlos Vaz Ferreira y
políticos como José Batlle y Ordóñez defendieron un Estado activo y pragmático.
En este clima, la noción de Estado se expandió: ya no solo como garante del
orden, sino como promotor del bienestar social.
El primer batllismo (1903-1915): síntesis reformista
Con Batlle y Ordóñez en la presidencia, el
Estado se transformó en actor económico y social. Se crearon empresas públicas,
se aprobaron leyes laborales y se avanzó en laicidad y secularización. El
primer batllismo representó la síntesis entre modernización y reformismo,
institucionalizando el debate de décadas anteriores.
“El Estado batllista se
convirtió en motor de la justicia social, sin dejar de ser garante del orden
liberal.”
Debates y resistencias (1915-1930)
El avance del Estado reformista generó
resistencias. Estancieros y sectores conservadores denunciaban el 'estatismo',
mientras la izquierda socialista y anarquista exigía reformas más profundas.
Las reformas batllistas fueron, en definitiva, una respuesta intermedia:
ampliaban derechos sin romper con el capitalismo. La Constitución de 1918
consolidó la institucionalización de un Estado moderno y social.
Conclusión: del liberalismo al reformismo estatal
Entre 1880 y 1930, Uruguay pasó de concebir
al Estado como mero guardián de la libertad a pensarlo como agente de
transformación social. El debate académico en la Facultad de Derecho y las
discusiones en la prensa reflejaron esa transición, que culminó en el
batllismo: un reformismo estatal que modernizó la nación sin abandonar el
liberalismo.
Referencias
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& Nahum, B. (1979). Batlle, los estancieros y el imperio británico.
Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental.
Caetano, G.,
& Rilla, J. (1987). Historia contemporánea del Uruguay: de la colonia al
Mercosur. Montevideo: CLAEH.
Finch, H.
(2005). El Estado batllista y sus reformas sociales (1903–1933). Montevideo:
Taurus.
Real de Azúa,
C. (1964). El impulso y su freno. Montevideo: Alfa.
Vanger, M.
(1983). José Batlle y Ordóñez: los años de formación, 1856–1903. Montevideo:
Banda Oriental.

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