sábado, 9 de julio de 2016
miércoles, 29 de junio de 2016
Seregni, Vasconcellos y Zelmar Michelini:1970, La encrucijada del tercer polo batllista
Luego de los cierres de órganos de prensa y de quitar la
personaría jurídica a varios sectores políticos dispuestos por Jorge Pacheco
Areco, entre los que se destacaban” Epoca” y “El Sol” y se ilegalizaba y
procesaba a los firmantes del “Acuerdo Epoca” por incitar a la violencia y
adherirse a posturas emanadas desde Cuba, el MRO( Movimiento Revolucionario
Oriental) decide crear las “Fuerzas Armadas Revolucionarias Orientales” para
formar un frente común con otros grupos armados y en acción como el MLN y la
OPR33. Los sucesos internacionales marcaban a fuego la realidad uruguaya: Estados
Unidos tenía una hegemonía absoluta en América Latina y había intervenido en la
República Dominicana y estaba buscando
el permanente apoyo de los países de la región en la contención del Comunismo para
aislar la influencia de Cuba. En la izquierda uruguaya se debatían
ardorosamente otros temas como el conflicto entre China y la URSS. Trataban de
digerir de alguna forma la intervención de la URSS en Checoslovaquia, en tanto
que en Cuba se desarrollaba la tricontinental con la conferencia OLAS y su legitimación de modelos de Guerrilla
Urbana en el Sur de Venezuela llevada adelante por MIR y la guerrilla rural
desencadenada por el Che en Bolivia. Ambos episodios y teóricos como Regis
Debray, Abraham Guillen, y Frantz Fanon van a influir notoriamente en la
guerrilla tupamara. A nivel continental, entonces, de un modo casi romántico se estaba gestando
una insurrección percibida como si fuese
“ la segunda independencia de América” y el movimiento tupamaro justificaba la
violencia en sus documentos afirmando que “(…) comprendiendo que son las
acciones revolucionarias las que precipitan las condiciones revolucionarias” No
podemos negar que el MLN consiguió adhesiones de todos los sectores de la
sociedad y que sus integrantes fueron mayoritariamente pertenecientes a
sectores medios y jóvenes. Como sabemos uno de los principales dirigentes fue
Raul Sendic, estudiante universitario, que fundó la UTAA (Unión de trabajadores
azucareros de Artigas) y proclamaban la creencia de un socialismo nacional, el
artiguismo y que la lucha armada hacia tomar conciencia a hombres y mujeres de
los problemas sociales que el Uruguay vivía. El episodio que muestra el
accionar revolucionario, con crudeza ideológica, fue la toma por espacio de 30
minutos de la Ciudad de Pando en octubre de 1969 al cumplirse un año de la
muerte del Che en Bolivia. El enfrentamiento más brutal de la lucha armada se
desarrolló el 14 de abril de 1972. La conflictividad aumentaba y el mecanismo
del Poder Ejecutivo para enfrentarla era el instrumento constitucional de la
Medias Prontas de Seguridad. Conviene recordar que este recurso estaba previsto
para casos graves de ataque exterior o conmoción interna y por el cual se suprimen
las libertades individuales y derechos fundamentales de los ciudadanos. La
prohibición a partir de 1969 de utilizar por los medios de prensa algunos
términos que aludían al MLN: célula, comando, delincuente político, delincuente
ideológico, subversivo, extremista y terrorista entre otros no se podían
utilizar. La prensa lisa y llanamente se refería a los tupamaros como “los
innombrables”. Durante los primeros meses de 1969 pareció llegar la paz entre
los sectores colorados. Hubo una gran mediación de Héctor Grauert y por
momentos se logró algunos puntos de
equilibrio entre los sectores. Tanto Zelmar Michelini como Amilcar Vasconcellos
mantenían grandes discrepancia con el Gobierno de Pacheco Areco. De las
negociaciones con el gobierno se logró que se levantaran las Medidas Prontas de
Seguridad pero se mantenía muy firme en la política económica de congelar los
precios y los salarios y sobretodo la intervención en algunos entes estatales.
En la prensa batllista Michelini afirmaba “ Es un primer paso hacia la
normalización del país(…)” Sin embargo sucesos posteriores llevaría a la
interpelación de varios ministros que contaron con el apoyo de la lista 99
batllista, y en forma simultánea comienza a recibir el Parlamento muchas
denuncias de victimas de represión y malos tratos por parte del gobierno. El
frente común que trabajosamente llevan adelante Michelini y Vasconcellos comienza
a tener fisuras. Michelini toma con mucha pasión la investigación de las
acusaciones de torturas. Había un buen ambiente entre Alba Roballo, Amilcar
Vaconcellos y el propio Michelini para buscar un foco batllista ,una suerte de
convergencia de la “izquierda batllista” Y es acá el principio del fin del
batllismo radical, unificado y trascendente cuando surge el nombre del general
Líber Seregni para comandar este nuevo sector de cara a las elecciones de 1971.
El propio Seregni afirmaba tener una buena relación con los jóvenes turcos, con
Michelini, con Flores Mora y con Vasconcellos. Según cuenta Enrique Martinez
Moreno en una entrevista citada en el
libro de Mauricio Rodríguez sobre Zelmar Michelini que al visitar con Michelini
a Seregni le plantearon: “(…)estamos tratando de formar un nuevo grupo colorado
capaz de oponerse al de Pacheco y al de Jorge(…) venimos a pedirle autorización
para hacer uso de su nombre” Como sabemos el acuerdo final no se logró porque
el Dr. Vasconcellos afirmaba que por
razones de estrategia y peso político el titular de la fórmula debería ser él
mismo. Este fracaso de la postura de Michelini y su idea de tercer polo cambió
radicalmente el futuro político del batllismo y del país. La 99 y otros se
irían. Entre noviembre y diciembre de 1970 el Comité Ejecutivo de la 99 decidió
promover en su Convención la separación
del Partido Colorado. Y el 8 de enero se constituyó el Frente del Pueblo
integrado por la lista 99 y el Partido Demócrata Cristiano y que convocaban a
otras fuerzas políticas a construir un Frente Amplio de cara a las elecciones
de 1971. En una entrevista realizada por César Di Candia a Pedro Michelini ,
hermano de Zelmar, afirmó en forma
lapidaria: “ El Frente Amplio es la consecuencia de la negativa de Vasconcellos
ante la candidatura de Seregni para la tercera fuerza batllista(…)si este
hombre negativo mil por mil no se hubiera hecho proclamar en un acto en Salto,
rompiéndose así la tercera posición del Partido. Hoy el flaco estaría con vida. Y el batllismo quién
sabe para dónde habría agarrado(…)[1]
A estos hechos debemos agregar que la ciudadanía debería expresarse sobre la
reforma del artículo 152 de la Constitución que buscaba la reelección inmediata
del Presidente de la República. El partido Colorado se presentó a los comicios con
cinco fórmulas presidenciales. Muy lejos se estaba del sistema colegiado, de la
justicia social y del batllismo que sin saberlo estaba cumpliendo uno de sus
últimos momentos como propuesta avancista social.
[1] Rodriguez,
M. Zelmar Michelini su vida, La voz de todos. Montevideo 2016. Fin de Siglo.
Página. 224.
lunes, 27 de junio de 2016
Pacheco Areco: 1968 "La supervivencia del Uruguay..."
En un nuevo aniversario del Golpe de Estado de 1973 se han
producido como todos los años interpretaciones, justificaciones, reivindicaciones,
recuerdos heroicos y de los otros. El huevo de la serpiente estaba incubándose
desde los cincuenta. Y en el momento de mayor necesidad el batllismo se
encontraba fragmentado y dividido. Y el proceso posterior lo llevó hacia una
radicalización interna y a que varios dirigentes de primer nivel se vieran obligados a buscar otros caminos. Según
un trabajo de César Di Candia citado en el excelente libro de Mauricio
Rodríguez “ Zelmar Michelini. La voz de todos” la esposa de Zelmar, Elisa
sostuvo “ Al morir Gestido todo el mundo se quedó de una pieza. Pacheco no
sabía nada de nada, había que soplarle al oído, darle una mano. Zelmar
suspendió entonces un viaje que teníamos programado a Inglaterra para ayudarlo
un poco. Pero sucedió que Pacheco se fue todo el verano a Punta del Este a la
pachanga…(risas)” Ver Mauricio Rodriguez, Zelmar..Fin de Siglo Pág210. La
realidad era que por segunda vez en el siglo XX un presidente fallecía en el
transcurso de su presidencia. Y asume Jorge
Pacheco Areco que pertenecía a una
familia de extracción política y que había sido diputado por Montevideo y
director del diario “El Día”.
A la semana de asumir la presidencia un decreto con fecha 12
de diciembre iniciaría una línea distinta a la del Presidente Gestido y a la
batllista en general. Se dispuso la disolución del Partido Socialista, la
Federación Anarquista Uruguaya, el Movimiento Revolucionario Oriental, El
movimiento de Acción Popular Uruguayo el Movimiento de Izquierda Revolucionario
La clausura de semanario socialista “El Sol” y el diario “Epoca”. Luego del
verano se realizó un recambio del Gabinete en mayo de 1968 dirigido a sostener
la nueva visión económica con representantes, al decir de la prensa marxista de
la época, de los sectores económicamente dominantes y especialmente del sector
bancario. Esto siguió con decretar Medidas Prontas de Seguridad y
posteriormente el congelamiento de precios y salarios. El Partido Colorado
quedó escindido entre la UCB y la 15 que aportaba líneas económicas por un lado
y por otro los sectores batllistas liderados por Michelini y por Vasconcellos. A esto se debe sumar las
renuncias a sus cargos ministeriales de Manuel Flores Mora y de Alba Roballo.
Un fuerte sostén del gobierno de Pacheco eran las Gremiales Empresariales que
veían en su “mano dura” una solución a los problemas de inestabilidad social y
sindical. Por su lado el Propio Presidente Pacheco Areco buscaba el apoyo de la
ciudadanía con discursos en los que planteaba lisa y llanamente que estaba en
juego “la supervivencia del Uruguay” “el gobierno tiene el deber de ejercer la autoridad con la
dureza y la energía que las circunstancias impongan para garantizar las
libertades amenazadas. El harakiri, el auto inmolamiento de una sociedad es una
filosofía que no aceptaremos jamás. No solo los que atacan el orden son
nuestros enemigos. Los desertores y los indiferentes también lo son(…)” Para la
izquierda y para los sectores progresistas de los Partidos Tradicionales a
partir de 1968 estos nuevos sectores políticos y económicos que controlaban al
Estado recurren a medidas impopulares siendo la más resistida el congelamiento
de los salarios. Muchos desocupados encuentran su lugar como luchadores sociales.
Los sindicatos fomentaron el asociacionismo obrero para enfrentarse a las
patronales. En esta etapa grupos armados robaban almacenes para distribuir
alimentos en zonas marginales denunciando una pésima distribución de la
riqueza. Es en este marco que en
setiembre de 1968 en una intervención en el Parlamento Michelini sostenía. “Quiero
que sea mi voz la que interprete lo que es, en realidad, una opinión del
Partido Colorado expresándose esta noche. Debo hacerlo como ciudadano enemigo de
la violencia Quizás si algún defecto se me puede señalar es el de que por la
paz pagué, a veces, un precio excesivo(…)” (Obra citada)
Comienzan gestiones con el Presidente Pacheco para detener
la espiral de violencia utilizando los mecanismos del Partido Colorado y se
manejó la posibilidad de convocar la Agrupación de Gobierno, pero se dilataba
por una razón u otra. El tema pasó de ser del Partido de Gobierno a tema del
Parlamento y comienzan una serie de censuras a ministros, Michelini y
Vasconcellos dieron sus votos para la censura al ministro Héctor Luisi, en
tanto que desde filas nacionalistas Wilson Ferreira Aldunate censuraba al
ministro Guzmán Acosta y Lara. Esto generó el cambio del gabinete. La censura a
la prensa fue bastante común así como denuncias permanentes de malos tratos
policiales. Estaba ocurriendo una centralización autoritaria del poder del
Estado con intervenciones en los Entes, militarización del funcionariado
público, compra de bancos en dificultades o actuaciones discrecionales en
lanzamientos judiciales. Las Medidas Prontas de Seguridad permitían la
detención de dirigentes políticos, sindicalistas y líderes estudiantiles. El 24
de junio de 1969, bajo este mecanismo, se produjo la detención de varios
dirigentes sindicales entre ellos José D´Elía. En el Parlamento se denunció en
varias oportunidades violaciones a los derechos humanos. Se formó una Comisión
Investigadora de denuncias de torturas y malos tratos y surgió el informe
titulado “ Violaciones de los Derechos Humanos y Comisión de Actos de tortura a
detenidos”. En Agosto los Tupamaros secuestraron a Ulises Pereyra Reverbel,
director de UTE. Lo liberaros 11 meses más tarde. El 21 d junio volaron las
instalaciones de la General Motors en Sayago y el 8 de Octubre intentaron la
toma de Pando. En marzo de 1970, ante el desconocimiento por parte del Poder
Ejecutivo del levantamiento de las Medidas Prontas de Seguridad el senador
nacionalista Wilson Ferreira Aldunate sostenía: “ El Uruguay ha venido
sufriendo un proceso lento pero inexorable de descaecimiento de las normas
constitucionales. Poco a poco el Poder Ejecutivo ha ido asumiendo cada vez
mayor poder. Y en estas horas hay una inercia. Es difícil dar marcha atrás y
aun es difícil detenerse a este proceso
de asunción cada vez mayor de facultades que conducen a esta suma de poder
público de que el presidente se cree atribuido(…) el problema no es si se
interpreta bien o mal la Constitución. Sino el de preguntarse dónde se va a
detener, si es que se detiene este proceso” El final será un golpe de Estado, el fin del
batllismo como actor principal y el inicio de la dispersión ideológica del
batllismo hasta obligar a sus integrantes a buscarlo en otras tiendas.
sábado, 25 de junio de 2016
Gestido: “El Presidente está aislado en medio de la multitud”.
Los intelectuales y analistas de izquierda manejan la
debacle de los valores democráticos en los 60 como la resultante del “ círculo
vicioso del estancamiento e inflación” (Gillespie,1995) por lo tanto serían las
condicionantes económicas las que determinaron la conflictividad social. A esto
se le debe sumar que la unidad sindical, luego de que se fundara la CNT en
1966, unifica en un solo discurso la postura ideológica con el reclamo social
con una estructura y maquinaria de movilización inédita hasta ese momento. A
partir del Congreso del Pueblo se establece un claro programa de acción de base
socialista que incluía la reforma agraria, la nacionalización de la banca y el
control del comercio exterior. Esto culminará en un proyecto superior cuando se
establezca la opción Frente Amplio a partir de 1971. El resultado lógico de
estas movilizaciones fue la tendencia combativa y el espíritu revolucionario
sesentista con un fuerte descreimiento en el sistema democrático y
representativo. Desde los colegiados de mayoría nacionalista, la respuesta a estos
desbordes llevaron a la pérdida de los derechos individuales, la represión como
opción para contener los reclamos sociales que culminaron en deslegitimar el
sistema democrático. La izquierda había tomado el camino de las movilizaciones
callejeras, continuas ocupaciones de lugares de trabajo construyendo un
sentimiento de participación ainstitucional con
la visión política del pueblo en las calles:” si esto no es el pueblo,
el pueblo donde está”. Desde el gobierno se generan anticuerpos con claros
elementos legitimadores de procedimientos autoritarios en una relación binaria
que al caos debe enfrentarse el orden. Estos aspectos también contribuyen a la
perdida de los valores democráticos. Luego de la reforma constitucional de
1966, a todos estos argumentos debemos agregarle la fragmentación de los
Partidos Políticos con gran diversidad de listas, sectores, debates más o menos
bizantinos que alejaban lentamente al ciudadano del respeto a esos grupos de
ideas.
Cuando asume Oscar Gestido a la presidencia su primera tarea
fue tratar de lograr un entendimiento con la CNT. El 18 de enero de 1967 recibió en su
domicilio particular a una delegación sindical comandada por el presidente de
la central José D’Elia acompañado por Wladimir
Turiansky e Ignacio Huguet, no se
llegó a ningún acuerdo. En febrero ya había una huelga general de los
funcionarios públicos que se levantó cuando el saliente Colegiado acordó
aprobar los presupuestos públicos. “Es hora de acción y no de palabras” fueron
las apreciaciones que quedaron sonando luego del discurso de toma de posesión
del Presidente Gestido. Totalmente opuesto a tomar medidas represivas, sus
nueve meses de gobierno estuvieron envueltos en una espiral de violencia y de
reclamos sociales de todo tipo. Un conflicto en Salud Pública lo hizo debutar a
días de haber asumido el cargo y logró controlarlo sin medidas represivas.
Decretó la intervención de la Caja de Jubilaciones y su primera derrota
política se produce cuando el sector de Jorge Batlle se negó a votar las venias delos dirigentes blancos que
había designado para los entes autónomos. Su política económica se dirigió a través de una Ley de Emergencia a
ordenar la economía, contener el contrabando, redefinir la política monetaria y
coordinar los esfuerzos del capital y el trabajo. Fue bombardeada por los propios
integrantes de su gobierno, Faroppa la consideraba inconstitucional,
Vasconcellos la definió como continuista de la propuesta del Cr. Nacionalista Azzini
y Jorge Batlle la consideraba demasiado ambiciosa e impracticable. A estos
debates debemos agregar la conflictividad sindical, la ocupación de la
Universidad de la República y la manifestación de los estudiantes
universitarios que debió ser reprimida con gases y vehículos lanza agua. El 1
de mayo durante el acto sindical se definió su política como represiva y
antiobrera. La respuesta de Gestido fue promover a dos figuras provenientes del
ala izquierda del batllismo que pregonaban una línea desarrollista y
nacionalista en materia económica: Zelmar Michelini en Industrias y Amilcar
Vasconcellos en Hacienda. Carlos Manini Ríos fue a Cultura. Se esperaba que la
línea desarrollada por Vasconcellos lograse una paz sindical, esta se resistía al FMI y era muy comprensivo
con el movimiento sindical, pero la realidad fue otra, invierno muy crudo, suba
de precios, pérdida de cosechas llevaron a una gran radicalización del
movimiento sindical. Se había anunciado un gran paro general para el 20 de
julio, el día 19 Vasconcellos se reunió con la cúpula sindical para
manifestarles que sin su apoyo no había política económica posible. Fracasó
esta mediación y vincularon a gobernantes con el conflicto de la prensa:
Michelini era el dueño de “Hechos”, Carlos Manini Ríos de “La mañana” y “El Diario”. Continuaron los
paros y el caos económico y social y
comienzaron a escucharse pedidos de mano dura con el movimiento sindical. El
diario opositor “Extra” editorializaba: “ Paros, huelgas, trabajo a reglamento,
están creando un clima social de alta tensión que impide el trabajo fecundo. El
presidente está aislado en medio de la multitud”.
El 6 de diciembre de 1967 fallece repentinamente el presidente Gestido, y con él el seis
largas décadas de batllismo. Asume Jorge Pacheco Areco y firma un decreto
semanas más tarde por el cual se retiraba la personería jurídica al Partido
Socialista, al Movimiento Revolucionario Oriental, la Federación Anarquista
Uruguaya, al Movimiento de Izquierda Revolucionaria y al Movimiento de Acción
Popular Uruguayo. Además clausuraba el vocero socialista “El Sol” y “Epoca”
acusado de fomentar las directiva de la OLAS que auspiciaba la lucha armada
para llegar al poder.
El Uruguay tolerante, de justicia social, de economía
controlada por el Estado, en definitiva el Uruguay batllista entró en fase
terminal.
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