domingo, 28 de julio de 2013
sábado, 27 de julio de 2013
jueves, 25 de julio de 2013
lunes, 22 de julio de 2013
sábado, 20 de julio de 2013
viernes, 19 de julio de 2013
jueves, 18 de julio de 2013
martes, 16 de julio de 2013
lunes, 15 de julio de 2013
domingo, 14 de julio de 2013
viernes, 12 de julio de 2013
Laicismo y anticlericalismo.
Laicismo y anticlericalismo.
El laicismo es una posición por la que alguien guarda neutralidad frente a todos los credos y organizaciones religiosas. Implica equidistancia respecto de todas las religiones y desvinculación respecto de cualquier iglesia. El laicismo así considerado es un aspecto del liberalismo. El anticlericalismo constituye un punto de vista referido a la Iglesia antes que a la religión; rechaza la influencia política del clero en nombre de la soberanía del Estado; rechaza la intervención eclesiastica en la enseñanza en nombre del laicismo; se opone a una gravitación demasiado sensible de los clérigos sobre la vida social, teniendo en cuenta la naturaleza eminentemente civil de la sociedad contemporánea. En defintiva el anticlericalismo trata de evitar que los miembros del cuerpo eclesiástico desborden el ámbito funcional de lo estrictamente religioso.
El anticlericalismo de cepa liberal no persigue al Clero, desde que protege a la libertad de conciencia y la libertad de cultos, sino que rechaza, de aquél, influencias consideradas inconvenientes para la naturaleza del Estado y de la sociedad. Laicismo y anticlericalismo constituyen, pues, dos concepciones distintas y diferenciables, aunque puedan consustanciarse en grado mayor o menor, según las circunstancias. Solo con referencia a un punto permanecen siempre en contacto; este punto es el de la enseñanza oficial. En efecto, desde que la función del clérigo es, por naturaleza, proselitista, se infiere que el Estado laico no pueda admitir a los miembros del clero en el cuerpo docente de sus instituciones de enseñanza.
El pensamiento laicista en el Uruguay admite, por lo menos dos orígenes. Uno de ellos es la resistencia de intelectuales y dirigentes al pontificado de Pio IX. Consiste otro en las corrientes filosóficas que primaron en los círculos intelectuales a partir de 1880.
El 8 de diciembre de 1864 el Papa Pío IX publica la Enciclica "qunata Cura", complementada con un documento aclaratorio, el "Syllabus" o catalogo de errores por los cuales Roma fija la posición oficial de la Iglesia Católica ante la gradual y extendida secularización intelectual y política del mundo cristiano. La Santa Sede pone en evidencia, y niega considerándolos errores ora intelectuales, ora políticos, algunos de los principios que forman la base del Estado y de la sociedad. Estos hechos tuvieron su repercusión en nuestro país. En 1884 se constituyó la Liga Liberal, dirigida por Juan Paullier y Manuel Otero que condenó enérgicamente el Syllabus. Entre los años 1852 y 1885 la doctrina oficial de nuestro mundo universitario era el Espiritualismo Ecléctico. Esta doctrina creación del filosofo francés Victor Cousin había surgido en Francia en 1830. Era espiritualista, pues afirmaba la importancia de entidades conceptuales que están más allá de la captación de nuestros sentidos físicos y el razonamiento que en ellos se apoya para estimular el verdadero alcance del conocimiento humano. Era ecléctica, desde que admitía el equilibrio entre la Razón y la Fe, entre filosofía y religión. las dos hermanas inmortales, de acuerdo a la expresión del mismo Cousin.
El espiritualismo eclectico había primado en la enseñanza universitaria de Francia durante la monarquía de Julio(1830-1848) y a partir de 1852, la enseña Plácido Ellauri, profesor de Filosofía de nuestra Universidad. En 1886 ocupa la cátedra el profesor Federico Escalada y, con este cambio, el Positivismo hace su entrada en la enseñanza oficial. Esta doctrina era ya conocida por la juventud culta de la época; sus principios se discutían en el Ateneo de Montevideo y en el Club Católico. El positivismo era de origen francés y había surgido y se había desarrollado paralelamente con el Espiritualismo ecléctico. El positivismo negaba la influencia de la razón abstracta y de la intuición, como instrumentos efectivos y fecundos del conocimiento humano. Ningún hombre puede descubrir la oculta esencia de las cosas, a todo lo que puede aspirar es a saber que leyes rigen el acontecer de las mismas y las relaciones existentes entre esas leyes. El conocimeinto deriva de la experiencia u observación organizada del mundo físico, por lo tanto el positivismo es materialista y empirista.
El positivismo aceptado por los universitarios del país era spenceriano, filosofía del pensador inglés Hebert Spencer, quien agragaba una interpretación evolutiva del Universo y del Hombre derivada concepción del naturalista Charles Darwiin.
Los intelectuales uruguayos de confesión católica no podían admitir el punto de vista materialista del positivismo y emprendieron la defensa de la posición espiritualista. Las controversias realizadas en el Ateneo y en el Club Católico en torno de estos temas, constituyen una de las expresiones más fecundas de la intelectualidad uruguaya.
Desde el año 1875 el diario "El Siglo" inicia campañas de prensa en pro del racionalismo, el laicismo y el anticlericalismo. En 1878 aparece un diario católico "El Bien", dirigido por Juan Zorrilla de San Martin. En esta época aparece también "La Razón", dirigida por Daniel Muñoz. En 1886 surge "El Día" de José Batlle y Ordóñez orientado en la misma dirección filosófica. El proceso de escisión entre el Estado y la Iglesia se cumple en una triple dirección:
a) Laicización de la enseñanza oficial: tiene lugar en la Escuela Primarai. El decreto-ley de Educación común sancionado el 24 de octubre de 1877 bajo el gobierno del Coronel Latorre se pone a medio camino de una laicización integral.
b) Reasunción por el Estado de funciones públicas que este confiara a la Iglesia Católica: Secularización de los cementerios, 18 de abril de 1861, secularización del Registro del Estado Civil, 11 de febrero de 1879 y sometimiento de las institucioens religiosas al fuero civil de la Nación, con las leyes del 22 de mayo de 1885 que impone el matrimonio civil obligatorio y previo a la ceremonia religiosa. Además dispone que todas las causas judiciales relativas al matrimonio deben ser resueltas por los tribunales de la Nación. Por ley del 14 de junio de 1885 sujeta a la autorización gubernamental la fundación de nuevas instituciones religiosas, reglamenta la organización de las existentes y negaba validez civil a los votos monásticos.
Ver: Historia del Siglo XX uruguayo, Juan Antonio Arcas, La Casa del Estudiante, Montevideo 1950. Paginas 34-40.
El anticlericalismo de cepa liberal no persigue al Clero, desde que protege a la libertad de conciencia y la libertad de cultos, sino que rechaza, de aquél, influencias consideradas inconvenientes para la naturaleza del Estado y de la sociedad. Laicismo y anticlericalismo constituyen, pues, dos concepciones distintas y diferenciables, aunque puedan consustanciarse en grado mayor o menor, según las circunstancias. Solo con referencia a un punto permanecen siempre en contacto; este punto es el de la enseñanza oficial. En efecto, desde que la función del clérigo es, por naturaleza, proselitista, se infiere que el Estado laico no pueda admitir a los miembros del clero en el cuerpo docente de sus instituciones de enseñanza.
El pensamiento laicista en el Uruguay admite, por lo menos dos orígenes. Uno de ellos es la resistencia de intelectuales y dirigentes al pontificado de Pio IX. Consiste otro en las corrientes filosóficas que primaron en los círculos intelectuales a partir de 1880.
El 8 de diciembre de 1864 el Papa Pío IX publica la Enciclica "qunata Cura", complementada con un documento aclaratorio, el "Syllabus" o catalogo de errores por los cuales Roma fija la posición oficial de la Iglesia Católica ante la gradual y extendida secularización intelectual y política del mundo cristiano. La Santa Sede pone en evidencia, y niega considerándolos errores ora intelectuales, ora políticos, algunos de los principios que forman la base del Estado y de la sociedad. Estos hechos tuvieron su repercusión en nuestro país. En 1884 se constituyó la Liga Liberal, dirigida por Juan Paullier y Manuel Otero que condenó enérgicamente el Syllabus. Entre los años 1852 y 1885 la doctrina oficial de nuestro mundo universitario era el Espiritualismo Ecléctico. Esta doctrina creación del filosofo francés Victor Cousin había surgido en Francia en 1830. Era espiritualista, pues afirmaba la importancia de entidades conceptuales que están más allá de la captación de nuestros sentidos físicos y el razonamiento que en ellos se apoya para estimular el verdadero alcance del conocimiento humano. Era ecléctica, desde que admitía el equilibrio entre la Razón y la Fe, entre filosofía y religión. las dos hermanas inmortales, de acuerdo a la expresión del mismo Cousin.
El espiritualismo eclectico había primado en la enseñanza universitaria de Francia durante la monarquía de Julio(1830-1848) y a partir de 1852, la enseña Plácido Ellauri, profesor de Filosofía de nuestra Universidad. En 1886 ocupa la cátedra el profesor Federico Escalada y, con este cambio, el Positivismo hace su entrada en la enseñanza oficial. Esta doctrina era ya conocida por la juventud culta de la época; sus principios se discutían en el Ateneo de Montevideo y en el Club Católico. El positivismo era de origen francés y había surgido y se había desarrollado paralelamente con el Espiritualismo ecléctico. El positivismo negaba la influencia de la razón abstracta y de la intuición, como instrumentos efectivos y fecundos del conocimiento humano. Ningún hombre puede descubrir la oculta esencia de las cosas, a todo lo que puede aspirar es a saber que leyes rigen el acontecer de las mismas y las relaciones existentes entre esas leyes. El conocimeinto deriva de la experiencia u observación organizada del mundo físico, por lo tanto el positivismo es materialista y empirista.
El positivismo aceptado por los universitarios del país era spenceriano, filosofía del pensador inglés Hebert Spencer, quien agragaba una interpretación evolutiva del Universo y del Hombre derivada concepción del naturalista Charles Darwiin.
Los intelectuales uruguayos de confesión católica no podían admitir el punto de vista materialista del positivismo y emprendieron la defensa de la posición espiritualista. Las controversias realizadas en el Ateneo y en el Club Católico en torno de estos temas, constituyen una de las expresiones más fecundas de la intelectualidad uruguaya.
Desde el año 1875 el diario "El Siglo" inicia campañas de prensa en pro del racionalismo, el laicismo y el anticlericalismo. En 1878 aparece un diario católico "El Bien", dirigido por Juan Zorrilla de San Martin. En esta época aparece también "La Razón", dirigida por Daniel Muñoz. En 1886 surge "El Día" de José Batlle y Ordóñez orientado en la misma dirección filosófica. El proceso de escisión entre el Estado y la Iglesia se cumple en una triple dirección:
a) Laicización de la enseñanza oficial: tiene lugar en la Escuela Primarai. El decreto-ley de Educación común sancionado el 24 de octubre de 1877 bajo el gobierno del Coronel Latorre se pone a medio camino de una laicización integral.
b) Reasunción por el Estado de funciones públicas que este confiara a la Iglesia Católica: Secularización de los cementerios, 18 de abril de 1861, secularización del Registro del Estado Civil, 11 de febrero de 1879 y sometimiento de las institucioens religiosas al fuero civil de la Nación, con las leyes del 22 de mayo de 1885 que impone el matrimonio civil obligatorio y previo a la ceremonia religiosa. Además dispone que todas las causas judiciales relativas al matrimonio deben ser resueltas por los tribunales de la Nación. Por ley del 14 de junio de 1885 sujeta a la autorización gubernamental la fundación de nuevas instituciones religiosas, reglamenta la organización de las existentes y negaba validez civil a los votos monásticos.
Ver: Historia del Siglo XX uruguayo, Juan Antonio Arcas, La Casa del Estudiante, Montevideo 1950. Paginas 34-40.
Batlle y Ordóñez y la causa de los humildes. Por Enrique Rodriguez Fabregat.
Batlle y Ordóñez y la causa de los humildes. Por Enrique Rodriguez Fabregat.
Puede afirmarse con integra convicción que casi no hay hecho ni pensamiento en la vida de José Batlle y Ordóñez que no refleje de alguna manera su indeclinada vocación por la gran causa de los humildes. Fue así en su lucha y en su prédica. A este propósito ha dicho Domingo Arena:" El gobierno de Batlle podría definirse como un constante esfuerzo para aumentar el bienestar de los desamparados sin el cual le parecía imposible la libertad" En este punto podemos afirmar que no hay diferencia ni distancia en el pensamiento y en la acción de Batlle cuando escribe sobre el derecho del obrero"Es nuestro anhelo que en todos los hogares haya un asiento para la felicidad" Todos estos valores los desarrolla desde 1895 desde las columnas del diario El Día donde apoya y estimula la organización de los gremios obreros y sintetiza su lucha por una jornada humana de trabajo diciendo:"Los obreros no son máquinas". Pero ya antes enfrentado los atropellos policiales contra los residentes italianos Volpi y Patroni, Batlle y Ordóñez se encuentra encabezando el grupo de periodistas independientes y redactando la protesta con estos términos:" Estos delitos son un ultraje a la humanidad, a la justicia y a la civilización". Era el abanderado de los humildes. Alcanza con enumerar para comprender esto último: Pensiones a la vejez,, Seguro de maternidad, Ley de la Silla para la obrera y la empleada, Servicios de primera infancia, adquisición de un gramo de radium para los servicios gratuitos del instituto de Radioterapia, el sostenía:
- Que los pobres sean menos pobres aunque los ricos sean menos ricos.
- Que los bienes, en las Ciencias descubre en el seno de la Naturaleza no refuercen más a los que ya son poderosos ni hundan cada vez más en la miseria a las que ya lo están.
- Que los pobres no tengan para ellos únicamente la tarea en tanto que para los demás queda el bienestar: he ahí lo que deben hacer los gobiernos.
Su visión la podemos resumir en sus propias palabras:" El Estado moderno como organización económica que es, asume, ahora sin vacilación la producción de determinados servicios buscando su desarrollo y un reparto justo de la riqueza nacional" pero esta afirmación es inseparable de " Simpatizamos con las huelgas. Cuando una se produce decimos; he ahí los débiles que se hacen fuertes y que después de haber implorado justicia, la exigen"
En la actualidad estos conceptos están muy lejanos de los que según distintos adjetivos se definen como batllistas.
Ver:
Rodriguez Fabregat, Enrique. José Batlle y Ordóñez: El Reformador. Editorial Claridad. Buenos Aires. 1950.
- Que los pobres sean menos pobres aunque los ricos sean menos ricos.
- Que los bienes, en las Ciencias descubre en el seno de la Naturaleza no refuercen más a los que ya son poderosos ni hundan cada vez más en la miseria a las que ya lo están.
- Que los pobres no tengan para ellos únicamente la tarea en tanto que para los demás queda el bienestar: he ahí lo que deben hacer los gobiernos.
Su visión la podemos resumir en sus propias palabras:" El Estado moderno como organización económica que es, asume, ahora sin vacilación la producción de determinados servicios buscando su desarrollo y un reparto justo de la riqueza nacional" pero esta afirmación es inseparable de " Simpatizamos con las huelgas. Cuando una se produce decimos; he ahí los débiles que se hacen fuertes y que después de haber implorado justicia, la exigen"
En la actualidad estos conceptos están muy lejanos de los que según distintos adjetivos se definen como batllistas.
Ver:
Rodriguez Fabregat, Enrique. José Batlle y Ordóñez: El Reformador. Editorial Claridad. Buenos Aires. 1950.
Aproximación al protobatllismo: Las ideas de Prudencio Vázquez y Vega
Aproximación al protobatllismo: Las ideas de Prudencio Vázquez y Vega
El Dr. Vázquez y Vega pertenece a la generación del segundo periodo racionalista, que, politicamente, se definen después del motin del 75, e implicito, durante el gobierno del Coronel Lorenzo Latorre. Esta promoción de juventud política se ubica entre los siguientes parámetros de ideas:
Filosóficamente viene de la formación espiritualista que asimila la corriente racionalista. Literariamente, presentan mayores matices desde las manifestaciones renacentistas de materialismo y y naturalismo, romanticismo o positivismo realista. El krausismo que impregna a Vázquez y Vega intelectualmente tiene un ambiente de influencia en América. El sistema de Karl Krause deriva de Kant en la ética levantada sobre la base de su razón práctica. En general el punto de partida del idealismo romántico admite la existencia del ser desligado de las concepciones divinas y con capacidad para manifestarse por sí mismo. Por lo tanto al existir el hombre desde la idea posee los elementos suficientes para darse una organización política adecuada como en el Contrato Social de Rousseau. Este será entonces el mecanismo de la concepción universal del deber, el legislador supremo de todos los actos y sus consecuencias que justifican en definitiva la autonomía y vigencia de la libertad. Es el caso del reconocimiento de la libertad de la voluntad. La Ley moral lleva a concebir la igualdad de todos los hombres frente a la categoría de la libertad. Por lo tanto según esta concepción la política esta subordinada a la moral y, por reflejo, a un estado de derecho que protege la libertad racional. Esta ética kantiana, Krause la une a una concepción deísta, vale decir que, en un mundo concebido por dios, el hombre tiene fuerzas superiores para producir por sí mismo el contrato entre el estado y la sociedad. Esta era la carga doctrinal y filosófica del Dr. Prudencio Vázquez y Vega cuando asume su responsabilidad al adherir al "Manifiesto del Partido de las Instituciones Libres".
En carta dirigida a José Batlle y Ordóñez le hace notar la necesidad de afiliarse a un partido, porque es la única forma de actuar en política, aunque el programa partidario no ofrezca en su totalidad las aspiraciones programáticas de ideales positivas. Don Prudencio admite que él, constitucionalista hubiera realizado un programa diferente sin excluir el derecho a la revolución y facilitar la comprensión de un mayor número de adherentes. Fue sugerido para la dirección de la representación del Partido Constitucional en Cerro Largo. Su designación fue comunicada el 15 de mayo de 1881, los documentos se publicaron en "La Revista de Melo" del 19 de mayo de 1881: " Esta Comisión ha nombrado al Dr. Prudencio Vázquez y Vega para que la represente en el seno de la Directiva del Partido en todos los actos políticos delegables que demanden el concurso de la opinión de la colectividad(...)"Prudencio fue más un conferencista y docente que escritor, desde el punto de vista filosófico lo más importante lo encontramos en su Crítica a la moral evolucionista en su conferencia realizada en el Ateneo del Uruguay el 24 de setiembre de 1881, allí se define como partidario del libre examen afirmando que "toda definición y toda teoría de la moral, entraña, con especialidad la idea de un propósito o de un fin al que deben tender todas las acciones humanas(...) paralelamente a la corriente positivista que se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria que es necesario combatir" Este es uno de los fundamentos que utilizará posteriormente el reformismo batllista en su concepción de justicia social.
Ver:
Berisso, Lia. Bernardo, Horacio. Introducción al pensamiento uruguayo. Páginas 84-87. Montevideo. Cruz del Sur, 2010
Echenique, Carlos. Prudencio Vázquez y Vega. Edición del autor, Montevideo, 1989. Páginas 96-102
Filosóficamente viene de la formación espiritualista que asimila la corriente racionalista. Literariamente, presentan mayores matices desde las manifestaciones renacentistas de materialismo y y naturalismo, romanticismo o positivismo realista. El krausismo que impregna a Vázquez y Vega intelectualmente tiene un ambiente de influencia en América. El sistema de Karl Krause deriva de Kant en la ética levantada sobre la base de su razón práctica. En general el punto de partida del idealismo romántico admite la existencia del ser desligado de las concepciones divinas y con capacidad para manifestarse por sí mismo. Por lo tanto al existir el hombre desde la idea posee los elementos suficientes para darse una organización política adecuada como en el Contrato Social de Rousseau. Este será entonces el mecanismo de la concepción universal del deber, el legislador supremo de todos los actos y sus consecuencias que justifican en definitiva la autonomía y vigencia de la libertad. Es el caso del reconocimiento de la libertad de la voluntad. La Ley moral lleva a concebir la igualdad de todos los hombres frente a la categoría de la libertad. Por lo tanto según esta concepción la política esta subordinada a la moral y, por reflejo, a un estado de derecho que protege la libertad racional. Esta ética kantiana, Krause la une a una concepción deísta, vale decir que, en un mundo concebido por dios, el hombre tiene fuerzas superiores para producir por sí mismo el contrato entre el estado y la sociedad. Esta era la carga doctrinal y filosófica del Dr. Prudencio Vázquez y Vega cuando asume su responsabilidad al adherir al "Manifiesto del Partido de las Instituciones Libres".
En carta dirigida a José Batlle y Ordóñez le hace notar la necesidad de afiliarse a un partido, porque es la única forma de actuar en política, aunque el programa partidario no ofrezca en su totalidad las aspiraciones programáticas de ideales positivas. Don Prudencio admite que él, constitucionalista hubiera realizado un programa diferente sin excluir el derecho a la revolución y facilitar la comprensión de un mayor número de adherentes. Fue sugerido para la dirección de la representación del Partido Constitucional en Cerro Largo. Su designación fue comunicada el 15 de mayo de 1881, los documentos se publicaron en "La Revista de Melo" del 19 de mayo de 1881: " Esta Comisión ha nombrado al Dr. Prudencio Vázquez y Vega para que la represente en el seno de la Directiva del Partido en todos los actos políticos delegables que demanden el concurso de la opinión de la colectividad(...)"Prudencio fue más un conferencista y docente que escritor, desde el punto de vista filosófico lo más importante lo encontramos en su Crítica a la moral evolucionista en su conferencia realizada en el Ateneo del Uruguay el 24 de setiembre de 1881, allí se define como partidario del libre examen afirmando que "toda definición y toda teoría de la moral, entraña, con especialidad la idea de un propósito o de un fin al que deben tender todas las acciones humanas(...) paralelamente a la corriente positivista que se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria que es necesario combatir" Este es uno de los fundamentos que utilizará posteriormente el reformismo batllista en su concepción de justicia social.
Ver:
Berisso, Lia. Bernardo, Horacio. Introducción al pensamiento uruguayo. Páginas 84-87. Montevideo. Cruz del Sur, 2010
Echenique, Carlos. Prudencio Vázquez y Vega. Edición del autor, Montevideo, 1989. Páginas 96-102
Prudencio Vázquez y Vega por Federico Fernández Prando.
Prudencio Vázquez y Vega por Federico Fernández Prando.
Prudencio Vázquez y Vega nació el 18 de abril de 1853 en el Avestruz donde corre el arroyo del mismo nombre, afluente del río Olimar, entonces dentro de la jurisdicción del Departamento de Cerro Largo. Fueron sus padres Don Gil Vázquez y Doña Máxima Vega, ambos naturales de la República. Don Gil Vázquez era hijo del constituyente José Vázquez de Ledesma. Fue Teniente Coronel, jefe de la Guardia Nacional del departamento de Minas y murió combatiendo en la batalla de Severino el 12 de setiembre de 1870. Por su ascendencia materna se vinculaba a la familia del Dr. Estanislao Vega, nacido en las costas del Olimar. Después de realizar los estudios escolares vino a Montevideo a proseguir los estudios universitarios con cuyo motivo se vinculó a los jóvenes de su generación de la que bien pronto se convirtió en orientador, por la elevación de su pensamiento, por el idealismo que lo animaba, por el fundamento moral de su conducta y por su infatigable militancia. Prudencio participó en el movimiento principista opositor al militarismo, en 1872 ingresó como socio en el Club Universitario. En la misma época actuó en el Club Literario Platense, Club Fraternidad, Club Joven América, Sociedad filo Histórica y Sociedad de Estudios preparatorios.
Participó de la fundación del Ateneo del Uruguay cuya tribuna prestigió. El 13 de octubre de 1878 fundó "La Razón", diario liberal opositor al gobierno de Latorre en compañía de Daniel Muñoz, Manuel Otero y Anacleto Dufort y Alvárez.
El 3 de julio de 1881 se doctoró en leyes en la Universidad de la República. Su tesis para optar al grado no versó sobre un tema de carácter jurídico o económico, como era usual, sino sobre "Una cuestión de Moral Política" en donde se puede percibir su principismo ideológico: "Los hombres honrados no deben apuntalar con su concurso a los gobiernos usurpadores" este era el fundamento de su tesis. Con una posición no colaboracionista que había aislado a Latorre y que luego obligó a Santos a rodearse de un grupo desprovisto de significación, sería en definitiva la que habría de colocar el pugna con la opinión nacional. En este planteamiento esta el fundamento moral de al gran protesta moral de la Revolución del Quebracho en 1886, la norma que inspiró la ulterior política de los jóvenes principistas que eran sus amigos.
Vázquez y Vega murió el 7 de febrero de 1883 en la ciudad de Minas a donde fuera a reponer su salud afectada por tuberculosis pulmonar. Al estudiar la influencia de sus escritos deberá tenerse en cuenta la fuerza moral que emanaba de su persona, la vitalidad contagiosa de su gesto, la fortaleza de su espíritu en dramática lucha contra su enfermedad. José Batlle y Ordóñez conoció a Prudencio en el ambiente de las asociaciones culturales, una de ellas era la "Sociedad de Estudios Preparatorios" don Batlle era el director del área de Física. Fueron además compañeros del "Club Fraternidad" de la Aguada en los años 1876 y 1877, surgiendo una amistad que habría de durar hasta su muerte. En un artículo publicado en "El Día" el 17 de enero de 1922, Batlle recordó su ingreso a "La Razón" al finalizar la dictadura de Latorre." Fue Vázquez y Vega-escribió Batlle- que vencido ya por la enfermedad no podía ocuparse del diario el que me invitó a tomar La Razón conjuntamente con Dufort y Alvarez(...) yo no acepté la parte que se me ofrecía en la dirección porque La Razón era un diario constitucionalista; pero acepté el ser redactor" Esta amistad se mantiene hasta su muerte y se explica en una carta que Lorenzo Batlle le escribe a su hijo Luis :"Contestada la tuya te noticiaré de las cosas de aquí. Como sabrás Vázquez murió el día 7 a las 8 de la noche. Pepe se vino con el cadáver el día 8, y llegó a casa, cuando me iba a poner a comer. Venía mal impresionado y rendido de sueño y cansancio. Así mismo no descansó esa noche, ni en todo el día siguiente, hasta que se verificó el entierro; este fue notable por toda la juventud que asistió (...) El 12 de febrero de 1922 en la ciudad de Minas don Pepe sostuvo" Yo atribuyo estas manifestaciones que se tributan a mi persona, no a mis méritos personales sino a la bondad de las ideas que he sustentado toda mi vida con amor y con decisión y que, con placer veo que comparte la gran mayoría de los miembros del Partido Colorado de este departamento y de todos los departamentos de la República(...)Vine a esta ciudad por primera vez hace más de 35 años(...) para acompañar los últimos momentos de su vida a Prudencio Vázquez y Vega y llevar después sus despojos mortales a Montevideo.. La amistad y la lealtad de don Pepe y su influencia en las ideas posteriores del batllismo hacen imprescindible el análisis de los escritos de Vázquez y Vega.
Ver:
Vázquez y Vega, Prudencio. Escritos y Discursos 1875-1883, Montevideo 1958, Pág. 11 -20.
Participó de la fundación del Ateneo del Uruguay cuya tribuna prestigió. El 13 de octubre de 1878 fundó "La Razón", diario liberal opositor al gobierno de Latorre en compañía de Daniel Muñoz, Manuel Otero y Anacleto Dufort y Alvárez.
El 3 de julio de 1881 se doctoró en leyes en la Universidad de la República. Su tesis para optar al grado no versó sobre un tema de carácter jurídico o económico, como era usual, sino sobre "Una cuestión de Moral Política" en donde se puede percibir su principismo ideológico: "Los hombres honrados no deben apuntalar con su concurso a los gobiernos usurpadores" este era el fundamento de su tesis. Con una posición no colaboracionista que había aislado a Latorre y que luego obligó a Santos a rodearse de un grupo desprovisto de significación, sería en definitiva la que habría de colocar el pugna con la opinión nacional. En este planteamiento esta el fundamento moral de al gran protesta moral de la Revolución del Quebracho en 1886, la norma que inspiró la ulterior política de los jóvenes principistas que eran sus amigos.
Vázquez y Vega murió el 7 de febrero de 1883 en la ciudad de Minas a donde fuera a reponer su salud afectada por tuberculosis pulmonar. Al estudiar la influencia de sus escritos deberá tenerse en cuenta la fuerza moral que emanaba de su persona, la vitalidad contagiosa de su gesto, la fortaleza de su espíritu en dramática lucha contra su enfermedad. José Batlle y Ordóñez conoció a Prudencio en el ambiente de las asociaciones culturales, una de ellas era la "Sociedad de Estudios Preparatorios" don Batlle era el director del área de Física. Fueron además compañeros del "Club Fraternidad" de la Aguada en los años 1876 y 1877, surgiendo una amistad que habría de durar hasta su muerte. En un artículo publicado en "El Día" el 17 de enero de 1922, Batlle recordó su ingreso a "La Razón" al finalizar la dictadura de Latorre." Fue Vázquez y Vega-escribió Batlle- que vencido ya por la enfermedad no podía ocuparse del diario el que me invitó a tomar La Razón conjuntamente con Dufort y Alvarez(...) yo no acepté la parte que se me ofrecía en la dirección porque La Razón era un diario constitucionalista; pero acepté el ser redactor" Esta amistad se mantiene hasta su muerte y se explica en una carta que Lorenzo Batlle le escribe a su hijo Luis :"Contestada la tuya te noticiaré de las cosas de aquí. Como sabrás Vázquez murió el día 7 a las 8 de la noche. Pepe se vino con el cadáver el día 8, y llegó a casa, cuando me iba a poner a comer. Venía mal impresionado y rendido de sueño y cansancio. Así mismo no descansó esa noche, ni en todo el día siguiente, hasta que se verificó el entierro; este fue notable por toda la juventud que asistió (...) El 12 de febrero de 1922 en la ciudad de Minas don Pepe sostuvo" Yo atribuyo estas manifestaciones que se tributan a mi persona, no a mis méritos personales sino a la bondad de las ideas que he sustentado toda mi vida con amor y con decisión y que, con placer veo que comparte la gran mayoría de los miembros del Partido Colorado de este departamento y de todos los departamentos de la República(...)Vine a esta ciudad por primera vez hace más de 35 años(...) para acompañar los últimos momentos de su vida a Prudencio Vázquez y Vega y llevar después sus despojos mortales a Montevideo.. La amistad y la lealtad de don Pepe y su influencia en las ideas posteriores del batllismo hacen imprescindible el análisis de los escritos de Vázquez y Vega.
Ver:
Vázquez y Vega, Prudencio. Escritos y Discursos 1875-1883, Montevideo 1958, Pág. 11 -20.
jueves, 11 de julio de 2013
miércoles, 10 de julio de 2013
martes, 9 de julio de 2013
domingo, 7 de julio de 2013
El Liberalismo en el Siglo XIX uruguayo por Manuel Claps
El Liberalismo en el Siglo XIX uruguayo por Manuel Claps
Como ha dicho acertadamente López Cámara: "El liberalismo en cuanto tal no constituyó propiamente una determinada filosofía ni mucho menos un programa político concreto. Hubo, es cierto, sistemas filosóficos de raigambre netamente liberal y diversos proyectos políticos de la misma inspiración y hasta hubo determinados sistemas filosóficos que tuvieron traducciones políticas programáticas. pero el liberalismo fue algo más que todo eso: fue por así decir, la atmósfera general, el ambiente, el clima ideológico en que se nutrieron no sólo todos esos programas políticos y filosofías; sino aun en la ética personal y la conducta doméstica de cada individuo. El liberalismo fue el marco y el común denominador de todo el mundo moderno; fue el sustrato de todo pensamiento, de toda conducta, de todo interés. Fue en suma el espíritu social y político en el que los valores se vieron supeditados, como nunca, a condiciones bien concretas y contingentes" El liberalismo según el mismo autor es la filosofía de determinado grupo social, es decir, de la burguesía, filosofía que esta clase universaliza, imponiendo de este modo una ideología dela que en alguna medida aun somos tributarios. Por eso el espíritu liberal no puede ser separado de una determinada organización social, de una praxis concreta.
Teniendo como noción central la libertad, querrá ejercerla en los distintos niveles de al vida social: político, económico, religioso. Su trasfondo filosófico puede ser tanto el espiritualismo racionalista como el positivismo spenceriano. Insistirá sobre la idea y los derechos del individuo, sobre el progreso conseguido por la evolución y la reforma, creerá en la bondad natural del hombre o en su egoísmo esencial, tenderá a la secularización de las actividades sociales, y promoverá el laicismo en cuestiones de enseñanza. Pero todos estos conceptos se estructuran de diversa manera según las circunstancias históricas a las que se aplican.
Como ideología de la burguesía presenta su mismo rostro. Su tiempo revolucionario y su tiempo conservador. Reflejará sus mismas contradicciones. Tiene una gran maleabilidad, que le permite adaptarse a las situaciones por las que atraviesa, antes de llegar a su decadencia. Y al estudiarlo en su funcionamiento en latinoamérica el problema se complica más pues debe funcionar en una realidad distinta a la que le diera nacimiento. Si aquí no fue monárquico, estuvo a punto de serlo. Fue en cambio profundamente antidemocrático, en el sentido que hoy le damos a esa palabra. Entre nosotros la palabra liberalismo connota dentro del ámbito general de su significación, en los primeros tiempos: liberalismo político. Pero también liberalismo económico, tal como querían las potencias expoliadoras de ese entonces. En la década del setenta al ochenta acentuará su nota de liberalismo religioso, conservando los otros. Será principalmente anticlerical y anti católico, carácter que conservará hasta nuestros días. En los primeros años del siglo XX se irá escindiendo en dos formas: el viejo liberalismo clásico del "laissez faire" y el neoliberalismo que preconizará la intervención estatal y cuya manifestación será entre nosotros el batllismo, preponderadamente democrático y anticlerical. Mientras las tendencias liberales conservadoras se aferran a la libre empresa y quieren mantener una democracia censitaria, aliándose a los grupos religiosos y rurales. En la heterogénea tradición nuestra se mezclan las más diversas corrientes doctrinarias del liberalismo. Liberales fueron los hombres de nuestra independencia, los redactores de la Constitución de 1830, los principistas, la generación del Ateneo y Batlle. Pero también lo fueron los hombres de negocios y los estancieros, los fundadores de la Asociación Rural y del Banco Comercial. Debemos distinguir el "liberalismo doctrinario" de la praxis liberal que es mucho más amplia. Sus representantes fueron periodistas y profesores de Derecho, pero también ministros de gobierno, abogados de compañías extranjeras y de grandes propietarios. Es el sentido meta ideológico de las ideas lo que importa mostrar, ver como funcionaban dentro de la realidad nacional. Hemos nacido bajo su signo. Desde los movimientos ideológicos que prepararon el camino hacia nuestra independencia política formal hasta las primeras manifestaciones jurídicas. Quizás más que ningún país de Hispanoamérica la mentalidad nacional fue configurada por el liberalismo. Hasta nuestro catolicismo es de predominancia liberal tanto en la iglesia- salvo en el interregno de Vera y Soler- como los laicos. Desde el viejo catolicismo masón hasta Dardo Regules y Gustavo Gallinal.
Ver. Enciclopedia Uruguaya Nr.27 Pp. 27 - 28
Las Sociedades Literarias, Prudencio Vázquez y Vega y el jóven Batlle en 1875. Por Luis Victor Anastasía.
Las Sociedades Literarias, Prudencio Vázquez y Vega y el jóven Batlle en 1875. Por Luis Victor Anastasía.
En la primera conferencia que se conoce de Prudencio Vázquez y Vega, "Las Sociedades Literarias", publicada en el periódico fundado por Teófilo Daniel Gil, "La voz de la Juventud", encontramos presentes los temas y el estilo del autor y de la generación que logró nuclear en torno a su voz. Voz de la juventud, como el nombre del periódico en que aparecen sus primeras publicaciones de una juventud que ya en 1875 se expresaba de un modo distinto a como lo hacia la generación anterior. Estas sociedades literarias son la renovación radical de un grupo juvenil: el desarrollo de la ciencia no es independiente de la libertad; no hay progreso sin pureza cívica; no hay cultura social sin justicia.
Los violentos acontecimientos de comienzos de 1875, la ruptura de las instituciones y de la paz, que ahora se veían nuevamente sustituídas por formulas de fuerza como único medio de apuntalar el orden económico y el orden social, hicieron que, de parte de algunos jóvenes, se proclamase que el progreso, se proclamase que el progreso, aislado de la libertad y de la justicia, aislado por lo tanto del derecho, era solo llanto para la patria. El comienzo del discurso de Vázquez y Vega sobre el objetivo de las sociedades literarias marca con claridad la afirmación de lo que niega al Estado se concentra en una práctica de fuerza del poder: "La Patria gime y llora y el progreso general sonríe. El pueblo oriental permanece enmudecido, en tanto que la ciencia se desarrolla y marcha. El ciudadano gime porque se le usurpan sus derechos; y el amigo de las sociedades científicas y literarias, corre a quemar incienso a sus altares; ved, pues, la antítesis que pone en revolución mi espíritu y agita sin cesar mi pensamiento"(...)"El Club Fraternidad no tiene más fin que el legítimo de la perfección del hombre, en este club están los principios más fecundos de la cultura social, por eso constituye el destello más brillante de la civilización progresiva del pueblo" Para Prudencio el progreso se legitima por la perfección del hombre. Las asociaciones de los hombres para el desarrollo de la ciencia no pueden prescindir de este objetivo, el único legitimante. Este es el saber animado por "los más puros principios de moralidad y de justicia", es el saber de unión del hombre consigo mismo, con sus semejantes y con la naturaleza. Estas son las verdaderas tendencias progresivas de la época. Vanos serán los intentos despóticos por sofocarlasw, "porque la civilización avanza, porque las sociedades literarias han de proclamar siempre la justicia, la libertad y el derecho"(...)mi amor por esas sociedades es inmenso porque existe en mi alma una tendencia innata, una aspiración sublime, tendencia y aspiración que se encuentran realizadas en las sociedades como en el Club Fraternidad, en todo centro científico donde se aspire sin esfuerzo el ambiente purísimo de los conocimientos humanos"
Aquí está un sentimiento compartido por la minoría de los jóvenes que está organizándose de nuevo en las nuevas sociedades. Ciencia, amor al conocimiento y al semejante, el conocimiento identificado por la pureza del ideal de la humanidad, conciencia de totalidad para la libertad y para la justicia: estos son temas centrales constantes del pensamiento krausista que leen en traducciones del krausismo español de la década del setenta. Tengamos presente que en este Club Fraternidad del barrio La Aguada esta integrado por José Batlle y Ordóñez, con diez y ocho años, el que será, pocos años después el conductor de su generación.
Ver:
Anastasía, Luis Víctor en Vázquez y Vega, Prudencio. Estudios, selección de textos y discursos, Páginas 27 y 28, serie cuadernos. Fundación Hanns Seidel, Montevideo, mayo de 1988.
Aproximación a Pedro Figari. La educación y el mundo del trabajo.
Aproximación a Pedro Figari. La educación y el mundo del trabajo.
PedroFigari (1861-1938). Un ejemplo contemporáneo.
“Porfortuna, cada vez más es Sancho quién toma las riendas del gobierno humano. Elreino del gran hidalgo ha terminado. Parece ya indudable que conviene a laespecie humana proceder con un criterio más práctico y por mediosexperimentales, al ensanche paciente de sus conocimientos, de su recursos deacción” Pedro Figari, en Arte, Estética, Ideal[1]
La famade pintor de Figari dejó de lado su multifacética capacidad en el campo de lafilosofía y de la política. En 1912 publico el libro “Arte, Estética, Ideal” y pasó casi sin atención por los círculosintelectuales del país. Era conocido como penalista y político Colorado, elpropio Domingo Arena lo recuerda en la redacción del diario El Día “Después llegóFigari, el glorioso pintor, de un tesón extraordinario; se convirtió en grancompañero nuestro. En forma comunicativa nos embarcó a todos en la defensa delcaso Almeida”[2](Lagrotta, Miguel, Domingo Arena realidades y Utopías, Arca, Montevideo 2010).
En la obra,que tiene éxito en Paris y que alcanzará su segunda edición en 1926 nospresenta con claridad un pensamiento panteísta y vitalista que lo convierte enel primer metafísico uruguayo (Claps, 1968). Defiende un materialismoestructuralista, donde aparecen claramente elementos y niveles de lo real. La teoría del conocimiento, la estética,la filosofía de la religión, la cultura y la antropología so los conceptosdesarrollados en profundidad en su obra. Fue ua época muy rica en planteos,José Enrique Rodó proyectó un modelo para América Latina, Vaz Ferreira un modode pensar y Figari aplicó sus ideas a la práctica educativa. El concepto deindividuo como realidad individualizada y la estructura como forma de explicarlas formas, esta concepción lo llevó a a una visión democrática cada vez másprofunda. Lo trascendente de su pensamiento pedagógico esta representado en elproyecto que presentó al Consejo de la Escuela de Artes y Oficios en 1910:“Reorganización de la Escuela de Artes y Oficios. Proyecto de programa yreglamento superior para la transformación de la Escuela Nacional de Artes yOficios en Escuela Pública d Arte Industrial, presentado al Consejo e la sesióndel 23 de Julio de 1919 por el Doctor Pedro Figari” El propio Figari escribe enCultural Practica Industrial: “Es indispensable llenar la necesidad primordialde producir riqueza, que es angular e la sociedad. ¿Qué puede hacer el teórico,que no sea enrolarse en las filas del burócrata, o en la de intermediarios queviven sirviendo de algún modo, es verdad, pero siempre a expensas delproductor(…)” Siguiendo el pensamiento del Dr. Sanguinetti en la obra citada.El comienzo del proceso reformista de la Escuela de Artes y Oficios, trabajosopero alentado por el Presidente Viera, muestran que las ideas del Dr. Figarinunca alcanzaron niveles de aceptación total, y tuvo discrepancias con JoséBatlle y Ordóñez, que establecía diferencias entre la educación liceal y laindustrial o como sostenía la Prensa de la época: “El que económicamente puedeal Liceo; y el que no, a la Escuela Industrial…[3]En definitiva Figari tuvo unatrayectoria polifacética, de autentica humanidad y de un desarrollo intelectualadmirado por sus contemporáneos.
Algunosdatos biográficos. Tomados del prologo de Clasicos Uruguayos y escrito porArdao:
Nació en Montevideo el 29 de junio de 1861, depadres italianos, realizando en esta ciudad todos sus estudios, que lo llevan arecibirse de abogado en 1886, siendo designado Defensor de Pobres en lo Civil yen lo Criminal. Año trascendente este de 1886, pues a los hechos antesseñalados debemos agregar su casamiento con Maria de Castro Caravia y elcomienzo de un prolongado viaje a Europa. De este, recién regresa en1893, fundando el mismo año el diario "El Deber", en Montevideo, delcual es codirector. A la vez, ejerce su profesión de abogado y tres años mástarde es electo diputado y reelecto por otro periodo de tres años; ingresa alConsejo de Estado en 18 98 y en 1903 figura como Promotor y Secretario de unCongreso de Notables para tratar la Reforma Constitucional. Electo Presidentedel Ateneo de Montevideo en 1901, tiene en ese Instituto del libre pensamientodiversas responsabilidades, hasta que en 1913 viaja a Francia. En 1915 esdesignado Director de la Escuela Nacional de Artes y Oficios y encargado dellevar a buen término la reforma por él propuesta en 1910.
En suplan general de organización de la Enseñanza Industrial Figari escribe:
“PartePrimera.
Mediante una educación apropiada, este pueblo puedeproducir como cualquier otro de la tierra.
Debemostener gran confianza en las aptitudes de nuestra raza para trabajar(…)Ante todohay que enseñar a trabajar. Todos los alumnos de todas las escuelas debeaprender a trabajar, trabajar prácticamente. Hay que acostumbrar a la mentalidad,desde la infancia,a asociar el ingenio a la acción y fundamentalmente al finproductor. (…)es cierto que en las escuelas, liceo y universidades se enseñamatemáticas, física, química, botánica y otras ciencias naturales(…) pero es unespejismo del conocimiento que solo habilitan para perorar(…) se forma unaclase proletaria infeliz y estéril a pesar de su brillo: el proletariadointelectual que pesa como una calamidad en ciertos países”[4]
Lacultura de la responsabilidad, la vinculación de nuestros alumnos al mundo yresponsabilidad del trabajo, tan necesaria hoy, fue analizada por Figari hace103 años.
Prof.Miguel Lagrotta (IPA-Claeh)
Ver:
Figari,Pedro. Educación y Arte. Serie edición homenaje, Volumen 12, CETP, 2010
Lagrotta,Miguel J. Domingo Arena, realidades y Utopías, Arca, 2010
Sanguinetti,Julio M. El Doctor Figari. Aguilar, Montevideo. 2002.
[1]Sanguinetti, Julio María. El Doctor Figari. Aguilar, Montevideo,2002. Página 155.
[2]Es un largo proceso que tiene al Dr. Figari como abogado defensordel Alférez Almeida Acusado de matar a Tomás Butler tesorero de un Club delPartido Nacional. El proceso se inicia el 14 de octubre de 1895, el 12 de juniode 1899 se publica en El Día una crónica con retrato del Dr. Pedro Figari yEnrique Almeida. El proceso toma forma de folletín y recién va a culminar conel reconocimiento de la inocencia de Almeida, probada por Figari en 1899, en1925.
[3]Sanguinetti, Obra citada, Página 138.
[4]Figari, Pedro. Educación y Arte. Serie edición Homenaje página 113. CETP 2010.
El liberalismo principista, las Cámaras Bizantinas y el avance de la secularización, por Manuel Claps.
El liberalismo principista, las Cámaras Bizantinas y el avance de la secularización, por Manuel Claps.
La generación de la Revista Literaria profundamente preocupada por la anarquía y la inestabilidad política del país, trata de buscar soluciones mediante la elaboración de proyectos. Desde la Profesión de Fe racionalista que expresa su definición en el terreno filosófico hasta la actividad periodística y política. No puede dejar de mencionarse la importancia del diario "El Siglo" y la que se llamó su cenaculo. En 1868 se reunían en su redacción Carlos de Castro, Gregorio Pérez Gomar, Adolfo Vaillant, Pedro Bustamante, José Pedro Varela, José Pedro Ramírez y José Ellauri y otras figuras de la élite intelectual montevideana. La mayoría hacía sus primeros pasos en política.
De este grupo surge el Club Libertad de muy corta vida y formado por mayoría de jóvenes colorados. De este club se dividen sectores dando orígen a la formación del Club Radical del periódico Bandera Radical y del Partido Radical. Por otro lado los jóvenes blancos fundan el Club Nacional y el diario La Democracia. El radical adopta bajo la dirección de Varela y Ramírez una postura antitradicionalista y propone un programa de acción política inspirada en el liberalismo constitucionalista. El Club Nacional se opone a la perpetuación de partidos personalistas y redacta también su programa realizado por Agustín de Vedia.
En la elección de 1872 logran llevar por medio de un sistema de listas mixtas a varios de sus integrantes a las cámaras. Desde allí presenta proyectos de distinto alcance, son las llamadas Cámaras Bizantinas. En ellas el liberalismo principista encontrará privilegiado campo de acción desarrollando su actividad política.
El fundamento de su doctrina política lo constituía la afirmación de los derechos individuales y su defensa total. Como esencia de ellos se encontraba la noción de libertad:" La libertad como punto de partida, la libertad como medio, la libertad como fin". Sus maestros de filosofía política eran Benjamin Constant, Alexis de Tocqueville y otros. La libertad del individuo articulaba en varios aspectos: Libertad de conciencia, de prensa, de profesión, de propiedad y de comercio.
La función del Estado debía limitarse solamente a mantener la seguridad general y garantizar el usufructo de las libertades. Una cuidadosa delimitación de poderes aseguraba el libre juego de los individuos y de las instituciones. La síntesis doctrinaria que profesaban constituían un término medio entre las tendencias conservadoras del liberalismo francés luego de la Revolución Francesa y las tendencias democráticas del igualitarismo de perfil roussoniano. A ello se agregan los pensadores norteamericanos.
Con este fondo ideológico y fieles a su programa los principistas proponen varias reformas, en primer término la de la Constitución de 1830 de la que afirmaban" que a pesar de no haber imperado un solo día con verdad y provecho, los partidos políticos se empeñan en mantener como un símbolo inviolable, sin serles incómodas como norma practica de acción".
Luego propones la democratización del sistema electoral, la separación de la iglesia del Estado, la reorganización de la justicia y la reforma de la educación.
Todos estos proyectos aparecen de la mano de jóvenes intelectuales con grados de fanatismo ideológico que pasó a denominarse Liberalismo Principista, cuyos éxitos sin duda la reforma vareliana en la educación seguidor del proyecto de Agustín de Vedia que pasó a la Historia con la denominación Ley de Educación Común en 1877 y el proyecto del Registro Civil en 1879 asegurando dos pasos más en el proceso de secularización.
Ver:
Clap, Manuel. Liberalismo Principista, en Masones y Liberales, Enciclopedia Uruguaya número 27, Página 137. ARCA, Montevideo, enero de 1969.
GEOHISTORIA. Apuntes Historia, Ciencias Sociales y Arte elaborados por Sira Jara: Utopía: la ciudad ideal de Thomas Moro
GEOHISTORIA. Apuntes Historia, Ciencias Sociales y Arte elaborados por Sira Jara: Utopía: la ciudad ideal de Thomas Moro: Hoy en día sabemos que el término "utopía" significa algo inalcanzable, ideal e imposible de conseguir. Pero dónde está el orig...
sábado, 6 de julio de 2013
viernes, 5 de julio de 2013
jueves, 4 de julio de 2013
martes, 2 de julio de 2013
lunes, 1 de julio de 2013
Pedro Figari: Una aproximación.
Pedro
Figari (1861-1938). Un ejemplo contemporáneo.
“Por
fortuna, cada vez más es Sancho quién toma las riendas del gobierno humano. El
reino del gran hidalgo ha terminado. Parece ya indudable que conviene a la
especie humana proceder con un criterio más práctico y por medios
experimentales, al ensanche paciente de sus conocimientos, de su recursos de
acción” Pedro Figari, en Arte, Estética, Ideal[1]
La fama
de pintor de Figari dejó de lado su multifacética capacidad en el campo de la
filosofía y de la política. En 1912 publico el libro “Arte, Estética, Ideal” y pasó casi sin atención por los círculos
intelectuales del país. Era conocido como penalista y político Colorado, el
propio Domingo Arena lo recuerda en la redacción del diario El Día “Después llegó
Figari, el glorioso pintor, de un tesón extraordinario; se convirtió en gran
compañero nuestro. En forma comunicativa nos embarcó a todos en la defensa del
caso Almeida”[2]
(Lagrotta, Miguel, Domingo Arena realidades y Utopías, Arca, Montevideo 2010).
En la obra,
que tiene éxito en Paris y que alcanzará su segunda edición en 1926 nos
presenta con claridad un pensamiento panteísta y vitalista que lo convierte en
el primer metafísico uruguayo (Claps, 1968). Defiende un materialismo
estructuralista, donde aparecen claramente
elementos y niveles de lo real. La teoría del conocimiento, la estética,
la filosofía de la religión, la cultura y la antropología so los conceptos
desarrollados en profundidad en su obra. Fue una época muy rica en planteos,
José Enrique Rodó proyectó un modelo para América Latina, Vaz Ferreira un modo
de pensar y Figari aplicó sus ideas a la práctica educativa. El concepto de
individuo como realidad individualizada y la estructura como forma de explicar
las formas, esta concepción lo llevó a a una visión democrática cada vez más
profunda. Lo trascendente de su pensamiento pedagógico esta representado en el
proyecto que presentó al Consejo de la Escuela de Artes y Oficios en 1910:
“Reorganización de la Escuela de Artes y Oficios. Proyecto de programa y
reglamento superior para la transformación de la Escuela Nacional de Artes y
Oficios en Escuela Pública de Arte Industrial, presentado al Consejo en la sesión
del 23 de Julio de 1919 por el Doctor Pedro Figari” El propio Figari escribe en
Cultural Practica Industrial: “Es indispensable llenar la necesidad primordial
de producir riqueza, que es angular en la sociedad. ¿Qué puede hacer el teórico,
que no sea enrolarse en las filas del burócrata, o en la de intermediarios que
viven sirviendo de algún modo, es verdad, pero siempre a expensas del
productor(…)” Siguiendo el pensamiento del Dr. Sanguinetti en la obra citada
.El comienzo del proceso reformista de la Escuela de Artes y Oficios, trabajoso
pero alentado por el Presidente Viera, muestran que las ideas del Dr. Figari
nunca alcanzaron niveles de aceptación total, y tuvo discrepancias con José
Batlle y Ordóñez, que establecía diferencias entre la educación liceal y la
industrial o como sostenía la Prensa de la época: “El que económicamente puede
al Liceo; y el que no, a la Escuela Industrial…[3]
En definitiva Figari tuvo una
trayectoria polifacética, de autentica humanidad y de un desarrollo intelectual
admirado por sus contemporáneos.
Algunos
datos biográficos. Tomados del prologo de Clásicos Uruguayos y escrito por
Ardao:
Nació en Montevideo el 29 de junio de 1861, de
padres italianos, realizando en esta ciudad todos sus estudios, que lo llevan a
recibirse de abogado en 1886, siendo designado Defensor de Pobres en lo Civil y
en lo Criminal. Año trascendente este de 1886, pues a los hechos antes
señalados debemos agregar su casamiento con Maria de Castro Caravia y el
comienzo de un prolongado viaje a Europa. De este, recién regresa en
1893, fundando el mismo año el diario "El Deber", en Montevideo, del
cual es codirector. A la vez, ejerce su profesión de abogado y tres años más
tarde es electo diputado y reelecto por otro periodo de tres años; ingresa al
Consejo de Estado en 18 98 y en 1903 figura como Promotor y Secretario de un
Congreso de Notables para tratar la Reforma Constitucional. Electo Presidente
del Ateneo de Montevideo en 1901, tiene en ese Instituto del libre pensamiento
diversas responsabilidades, hasta que en 1913 viaja a Francia. En 1915 es
designado Director de la Escuela Nacional de Artes y Oficios y encargado de
llevar a buen término la reforma por él propuesta en 1910.
En su
plan general de organización de la Enseñanza Industrial Figari escribe:
“Parte
Primera.
Mediante una educación apropiada, este pueblo puede
producir como cualquier otro de la tierra.
Debemos
tener gran confianza en las aptitudes de nuestra raza para trabajar(…)Ante todo
hay que enseñar a trabajar. Todos los alumnos de todas las escuelas debe
aprender a trabajar, trabajar prácticamente. Hay que acostumbrar a la mentalidad,
desde la infancia,a asociar el ingenio a la acción y fundamentalmente al fin
productor. (…)es cierto que en las escuelas, liceo y universidades se enseña
matemáticas, física, química, botánica y otras ciencias naturales(…) pero es un
espejismo del conocimiento que solo habilitan para perorar(…) se forma una
clase proletaria infeliz y estéril a pesar de su brillo: el proletariado
intelectual que pesa como una calamidad en ciertos países”[4]
La
cultura de la responsabilidad, la vinculación de nuestros alumnos al mundo y
responsabilidad del trabajo, tan necesaria hoy, fue analizada por Figari hace
103 años.
Prof.
Miguel Lagrotta (IPA-Claeh)
Ver:
Figari,
Pedro. Educación y Arte. Serie edición homenaje, Volumen 12, CETP, 2010
Lagrotta,
Miguel J. Domingo Arena, realidades y Utopías, Arca, 2010
Sanguinetti,
Julio M. El Doctor Figari. Aguilar, Montevideo. 2002.
[1]
Sanguinetti, Julio María. El Doctor Figari. Aguilar, Montevideo,
2002. Página 155.
[2]
Es un largo proceso que tiene al Dr. Figari como abogado defensor
del Alférez Almeida Acusado de matar a Tomás Butler tesorero de un Club del
Partido Nacional. El proceso se inicia el 14 de octubre de 1895, el 12 de junio
de 1899 se publica en El Día una crónica con retrato del Dr. Pedro Figari y
Enrique Almeida. El proceso toma forma de folletín y recién va a culminar con
el reconocimiento de la inocencia de Almeida, probada por Figari en 1899, en
1925.
[3]
Sanguinetti, Obra citada, Página 138.
[4]
Figari, Pedro. Educación y Arte. Serie edición Homenaje página 113. CETP 2010.
creartehistoria: Esquema sobre la organización de la O.N.U.
creartehistoria: Esquema sobre la organización de la O.N.U.: http://www.sanroman.esc.edu.ar/material_med.html Mapa en el que se muestran los Estados miembros de la O.N.U. de acuerdo a su ...
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