La Guerra de Corea. Apuntes de clase.
Estoy trabajando sobre la Guerra de Corea y leyendo el libre de Max Hastings sobre el tema. De la web utilicé el siguiente fragmento para introducirme en los antecedentes cercanos al conflicto.
“El 25 de junio de 1950 alrededor de siete divisiones de élite del ejército norcoreano, muchos de cuyos soldados habían combatido en el bando comunista en la guerra civil china, cruzaron la línea de demarcación establecida en el paralelo 38 entre las dos Coreas con la intención de conquistar todo el sur en tres semanas. Seis meses antes el secretario de Estado Dean Acheson había olvidado incluir a Corea del Sur en el «perímetro defensivo» de Estados Unidos en Asia y las escasas fuerzas estadounidenses presentes en el país, incluidas en una minúscula misión asesora, no estaban en absoluto preparadas para
aquel ataque. Durante las primeras semanas de la invasión la ofensiva obtuvo éxitos asombrosos. Todas las noticias que llegaban del campo de batalla eran negativas. En Washington el presidente Harry Truman y sus principales consejeros trataban de discernir las intenciones del enemigo. ¿Se trataba, como temían, de un ataque ordenado desde Moscú? ¿Estaban actuando los soldados norcoreanos como peones de la Unión Soviética? ¿O no era más que una maniobra de distracción, la primera de una posible serie de provocaciones comunistas en todo el mundo? Inmediatamente decidieron utilizar las fuerzas estadounidenses, y más delante de Naciones Unidas, para poner freno a la agresión comunista en Corea. La guerra de Corea iba a durar tres años, no tres semanas, e iba a ser una guerra sangrienta en la que fuerzas estadounidenses y de Naciones Unidas relativamente limitadas tuvieron que hacer frente a un adversario numéricamente muy superior en un terreno extraordinariamente inhóspito, consiguiendo neutralizar esa ventaja numérica gracias a su abrumador armamento y tecnología. Para los soldados estadounidenses y de Naciones Unidas el peor enemigo, a menudo más hostil que los propios soldados norcoreanos o chinos, era el espantoso frío que llevó al historiador militar S. L. A. Marshall a calificar aquella «pequeña guerra» como «la más horrible del siglo».El propio presidente Truman, que había enviado a los
soldados estadounidenses a luchar en Corea, evitaba llamarla «guerra». Desde el
principio procuró minimizar la naturaleza del conflicto porque quería prevenir
cualquier sensación de una creciente confrontación con la Unión Soviética, y
uno de los métodos utilizados fue jugar con la terminología. A última hora de
la tarde del 29 de junio, cuatro días después de que el ejército norcoreano hubiera
cruzado el paralelo 38 y mientras las tropas estadounidenses se dirigían a toda
prisa hacia Corea, Truman se reunió con los periodistas acreditados ante la
Casa Blanca. Uno de ellos le preguntó si Estados Unidos estaba realmente en
guerra y el presidente respondió que no, aunque lo cierto era que sí. Entonces
otro periodista preguntó: «¿Se podría hablar de una acción policial bajo
la bandera de Naciones Unidas?».
«Sí —respondió Truman—, se trata exactamente de eso».”
( David Halberstam, La Guerra Olvidada”)
"The Korean War" de Max Hastings es un libro que
proporciona un análisis exhaustivo y detallado del conflicto que tuvo lugar en
la península de Corea entre 1950 y 1953.
El libro de Hastings examina los antecedentes históricos que
llevaron al estallido de la guerra, centrándose en las tensiones geopolíticas y
las divisiones ideológicas que existían en ese momento. La guerra comenzó
cuando Corea del Norte, respaldada por la Unión Soviética y China, invadió
Corea del Sur, respaldada por Estados Unidos y las Naciones Unidas.
Hastings narra los principales eventos militares y las
batallas clave que tuvieron lugar a lo largo de la guerra, incluyendo la lucha
por el control de Seúl, la batalla del perímetro de Pusan y el famoso
desembarco en Inchon liderado por el general Douglas MacArthur. También examina
las estrategias y tácticas utilizadas por ambos bandos, así como los desafíos
logísticos y el papel de las fuerzas aéreas y navales.
Además de los aspectos militares, el libro de Hastings
también explora las consecuencias políticas y sociales de la guerra. Examina el
papel de los líderes políticos y militares, tanto en Corea del Norte como en
Corea del Sur, y cómo sus decisiones y acciones influyeron en el curso de la
guerra. También aborda las atrocidades cometidas por ambos bandos y el impacto
que la guerra tuvo en la población civil.
Los primeros enfrentamientos:
- Cerco
de Seúl: Durante el inicio de la Guerra de Corea, las fuerzas norcoreanas
avanzaron rápidamente hacia el sur y lograron sitiar la capital
surcoreana, Seúl. El cerco de Seúl fue un momento crítico de la guerra, ya
que las fuerzas de las Naciones Unidas y de Corea del Sur se encontraron
en una situación desesperada. Sin embargo, las tropas estadounidenses
lideradas por el general Douglas MacArthur implementaron una arriesgada
maniobra de desembarco en Inchon, un puerto cercano a Seúl, logrando
romper el cerco y recuperar la ciudad. Esta audaz estrategia de MacArthur
resultó ser un punto de inflexión en la guerra, cambiando el impulso a
favor de las fuerzas de la ONU.
- Batalla
de Pusan: Después de la exitosa maniobra en Inchon, las fuerzas de las
Naciones Unidas avanzaron hacia el norte y empujaron a las tropas
norcoreanas de vuelta. Sin embargo, los norcoreanos lanzaron un
contraataque masivo y lograron empujar a las fuerzas de la ONU hacia la
región sureña de Pusan, donde se encontraban acorraladas. La batalla de
Pusan fue una feroz lucha que duró varios meses, en la que las tropas de
la ONU se defendieron tenazmente mientras esperaban refuerzos. Finalmente,
las fuerzas de la ONU lograron mantener su posición en Pusan y, con el
desembarco en Inchon, pudieron lanzar una ofensiva exitosa para expulsar a
los norcoreanos del sur de Corea.
- El
rol de MacArthur: El general Douglas MacArthur desempeñó un papel
destacado durante la Guerra de Corea. Como comandante supremo de las
fuerzas de las Naciones Unidas en el teatro de operaciones del Pacífico,
MacArthur planificó y ejecutó la exitosa maniobra en Inchon, que permitió
el rescate de Seúl y un cambio en el curso de la guerra. MacArthur era
conocido por su liderazgo audaz y su confianza en sus propias habilidades
estratégicas. Sin embargo, su enfoque agresivo también llevó a tensiones
con el presidente Harry S. Truman.
- Problemas
con Truman: A medida que la guerra avanzaba, MacArthur y Truman tuvieron
desacuerdos significativos sobre la estrategia y el alcance del conflicto.
MacArthur abogaba por una mayor intervención militar y la expansión de la
guerra hacia China, mientras que Truman prefería una política más limitada
y cautelosa para evitar una escalada del conflicto. Las diferencias se
agravaron cuando MacArthur expresó públicamente sus opiniones divergentes
con respecto a la política del gobierno y cuestionó las decisiones de
Truman. Esto llevó a una ruptura entre MacArthur y Truman, y en abril de
1951, Truman destituyó a MacArthur de su cargo. Esta acción generó un
debate en Estados Unidos y en la opinión pública sobre la autoridad civil
sobre los militares y la política exterior del país.
La Guerra de Corea se enmarca dentro de la Guerra Fría, un
período de tensiones ideológicas y geopolíticas entre Estados Unidos y la Unión
Soviética y sus principales aspectos fueron:
- Impedir
el avance del comunismo: El objetivo principal de Estados Unidos y las
fuerzas de la ONU en la Guerra de Corea era contener la expansión del
comunismo. Aunque Corea del Norte fue inicialmente respaldada por la Unión
Soviética y China, el conflicto en la península de Corea no resultó en un
cambio significativo en el equilibrio global de poder. Aunque las fuerzas
de la ONU lograron mantener Corea del Sur como un estado no comunista, la
guerra no condujo a la unificación de Corea bajo un gobierno democrático
y, en última instancia, se estableció un estatus quo que persiste hasta
hoy.
- Derrota
de Estados Unidos: En términos militares, la Guerra de Corea no se
considera una derrota para Estados Unidos. Aunque hubo momentos difíciles
y altas bajas en ambos bandos, las fuerzas de la ONU, lideradas por
Estados Unidos, lograron resistir el avance norcoreano y finalmente
revertir la situación. Sin embargo, el objetivo de unificar Corea bajo un
gobierno no comunista no se logró y la guerra terminó en un armisticio que
dejó a Corea dividida en el paralelo 38.
- Supremacía
en tecnología militar de Estados Unidos: La Guerra de Corea no determinó
una supremacía definitiva en la tecnología militar de Estados Unidos. Si
bien las fuerzas de la ONU tenían una ventaja tecnológica sobre las
fuerzas norcoreanas y chinas en términos de armamento y apoyo aéreo, el
conflicto también reveló las limitaciones y vulnerabilidades de las
fuerzas estadounidenses. Por ejemplo, los aviones de combate soviéticos
utilizados por los norcoreanos, como el MiG-15, demostraron ser una
amenaza para las fuerzas aéreas de la ONU.
- La
Guerra Olvidada: La expresión "Guerra Olvidada" se utiliza a
menudo para describir la Guerra de Corea debido a su relativo olvido o
falta de reconocimiento en comparación con otros conflictos, como la
Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Vietnam. A pesar de ser una guerra
importante en el contexto de la Guerra Fría, la Guerra de Corea a menudo
recibe menos atención en la historiografía y en la conciencia pública.
Esto puede atribuirse en parte a que el conflicto no tuvo una resolución
clara y dejó una situación de estancamiento en la península de Corea.
Además, ocurrió al mismo tiempo que otros eventos cruciales de la Guerra
Fría, lo que contribuyó a su relativo olvido.
La experiencia en la Guerra de Corea tuvo cierta influencia
en el posterior involucramiento de Estados Unidos en la Guerra de Indochina
(también conocida como la Guerra de Vietnam) y puede considerarse como un
factor que contribuyó a su participación directa en ese conflicto. Sin embargo,
es importante destacar que la Guerra de Indochina y la Guerra de Vietnam
tuvieron sus propias dinámicas y factores específicos que llevaron al
involucramiento estadounidense y a su posterior derrota.
Después de la Guerra de Corea, Estados Unidos desarrolló una
política de contención del comunismo, conocida como la Doctrina de la
Contención, que buscaba frenar la expansión del comunismo en el mundo. Bajo
esta política, Estados Unidos brindó apoyo militar y financiero a gobiernos
aliados en todo el mundo, incluyendo a Francia en la Guerra de Indochina.
La Guerra de Corea demostró que Estados Unidos estaba
dispuesto a intervenir militarmente para contrarrestar la expansión del
comunismo y respaldar a sus aliados. Esto probablemente influyó en la decisión
de Estados Unidos de brindar apoyo a Francia en su lucha contra las fuerzas
comunistas en Indochina. Sin embargo, a medida que la Guerra de Vietnam se
intensificaba y se prolongaba, se convirtió en un conflicto mucho más complejo
y difícil de gestionar.
La Guerra de Vietnam fue un conflicto guerrillero prolongado
y desgastante que presentó desafíos significativos para Estados Unidos. A pesar
del apoyo militar y financiero proporcionado, el esfuerzo estadounidense no
logró alcanzar los objetivos deseados y finalmente terminó en una derrota, con
la retirada de las tropas estadounidenses en 1973 y la caída de Saigón en 1975.
Se considera que la Guerra de Vietnam fue un fracaso en
términos de política exterior y estrategia militar para Estados Unidos y para
el bloque occidental en general. La guerra generó divisiones sociales y
políticas en Estados Unidos, y planteó cuestionamientos sobre la eficacia de la
política de contención y la intervención militar directa en conflictos
guerrilleros. Además, la derrota en Vietnam tuvo un impacto significativo en la
percepción de Estados Unidos como una superpotencia invencible y provocó una
reevaluación de la estrategia estadounidense en la Guerra Fría.
En resumen, aunque la experiencia en la Guerra de Corea
puede haber influido en el posterior involucramiento de Estados Unidos en la
Guerra de Indochina, la derrota en este último conflicto se atribuye a una
combinación de factores específicos y complejos, y se considera un fracaso en
la política exterior del bloque occidental en la Guerra Fría.
La estrategia del dominó fue una doctrina política y militar
adoptada por Estados Unidos durante la Guerra Fría, que afirmaba que, si un
país caía bajo influencia o control comunista, los países vecinos también
estarían en peligro de seguir el mismo camino. Esta doctrina se utilizó para
justificar la intervención y el apoyo estadounidense en conflictos en todo el
mundo, incluyendo la Guerra de Vietnam.
Aunque la campaña republicana liderada por Eisenhower y
Nixon se centró en poner fin a la Guerra de Corea, una vez en el poder, su
enfoque en la estrategia del dominó puede explicarse por varios factores:
- Percepción
de la amenaza comunista: En ese momento, existía una creencia generalizada
en Estados Unidos de que la expansión del comunismo representaba una
amenaza existencial para los intereses y los valores occidentales. La
Guerra de Corea y la caída de China en manos comunistas reforzaron esta
percepción de amenaza y llevaron a la adopción de políticas más agresivas
para contener y contrarrestar el comunismo.
- Influencia
de la política de contención: La estrategia del dominó se basaba en gran
medida en la política de contención, que buscaba frenar la expansión del
comunismo a través de la contención militar y política. Eisenhower y su
equipo heredaron esta política de sus predecesores, y la aplicaron en la
región del sudeste asiático, incluyendo Vietnam, bajo la creencia de que
la pérdida de un país allí podría desencadenar una cadena de eventos que
llevaría a la caída de otros países de la región en manos comunistas.
- Presión
política y compromisos internacionales: Una vez en el poder, Eisenhower y
su administración se encontraron con presiones políticas y compromisos
internacionales que los llevaron a continuar con la política de contención
y la estrategia del dominó. Esto incluyó acuerdos y alianzas con países
vecinos en la región, como el Tratado de SEATO (Organización del Tratado
del Sudeste Asiático), que buscaba mantener la estabilidad y resistir la
expansión comunista en la región.
Es importante tener en cuenta que las decisiones y políticas
adoptadas por Eisenhower y Nixon fueron el resultado de una combinación de
factores, incluyendo la percepción de la amenaza comunista, la influencia de la
política de contención y las presiones políticas y compromisos internacionales.
Estos factores contribuyeron al cambio de enfoque de poner fin a la Guerra de
Corea a la adopción de la estrategia del dominó en el contexto de la Guerra
Fría.
La "caza de brujas" fue el período de intensa
persecución y acusaciones de actividades antinorteamericanas, especialmente de
supuestos comunistas, llevada a cabo en Estados Unidos durante la década de
1950. El senador de Wisconsin Joseph McCarthy fue uno de los principales
promotores de esta caza de brujas y desempeñó un papel importante en el clima
político y social de la época.
La "caza de brujas" de McCarthy ciertamente tuvo
un impacto en la política interna y en la toma de decisiones en ese período. Su
búsqueda de comunistas y sus acusaciones infundadas crearon un ambiente de
temor y sospecha generalizada en Estados Unidos. Esto tuvo implicaciones tanto
en la política doméstica como en la política exterior.
En el contexto de la Guerra Fría, el temor a la infiltración
comunista y la presión política ejercida por McCarthy llevaron a una mayor vigilancia
y acciones enérgicas contra cualquier sospecha de simpatía o afiliación
comunista. Esto se tradujo en políticas más agresivas y en un mayor compromiso
de Estados Unidos en la lucha contra el comunismo, tanto a nivel interno como
externo.
En relación con la Guerra de Corea y la Guerra de Indochina,
el clima de temor y sospecha generado por la "caza de brujas" influyó
en la toma de decisiones y en la justificación de la intervención militar. La
narrativa de la amenaza comunista y la necesidad de contenerla se vieron
reforzadas por la retórica y las acciones de McCarthy y otros políticos
anticomunistas de la época. Esta retórica influyó en la percepción pública y en
la adopción de políticas más agresivas y enérgicas contra el comunismo.
Si bien McCarthy no tuvo un papel directo en la
administración de Eisenhower, su influencia y las consecuencias de su campaña
anticomunista tuvieron un impacto duradero en la política interna y en la
política exterior de Estados Unidos durante ese período. La "caza de
brujas" contribuyó al clima político y social que impulsó una mayor
intervención y compromiso en la Guerra Fría, aunque también generó críticas y
divisiones en la sociedad estadounidense.
El armisticio acordado en 1953 estableció una tregua y puso
fin a las hostilidades, pero no se firmó un tratado de paz definitivo. Como
resultado, técnicamente, la guerra entre Corea del Norte y Corea del Sur nunca
ha concluido oficialmente, y la península de Corea sigue técnicamente en estado
de guerra.
La división de la península de Corea se produjo como
resultado del armisticio. El paralelo 38, que ya había sido utilizado como
línea divisoria entre las zonas de ocupación soviética y estadounidense al
final de la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en la frontera provisional
entre Corea del Norte y Corea del Sur. Corea del Norte quedó bajo control
comunista y Corea del Sur se convirtió en un estado no comunista, respaldado
por las fuerzas de la ONU lideradas por Estados Unidos.
La división de Corea tuvo profundas consecuencias políticas,
sociales y económicas. Ambos países siguieron caminos divergentes, con Corea
del Norte adoptando un sistema socialista y Corea del Sur desarrollando una
economía de mercado y un gobierno democrático.
A lo largo de las décadas posteriores, las relaciones entre
Corea del Norte y Corea del Sur han sido tensas y marcadas por la hostilidad.
Ha habido múltiples incidentes y enfrentamientos, aunque no se ha reanudado una
guerra a gran escala.
Las negociaciones para alcanzar un acuerdo de paz duradero y
una reunificación de Corea han sido difíciles y complejas. A pesar de los
esfuerzos realizados en ocasiones, las diferencias ideológicas, políticas y
estratégicas entre las dos Coreas y sus respectivos aliados han obstaculizado
la búsqueda de una solución definitiva.
En resumen, el fin de la Guerra de Corea se logró mediante
un armisticio en 1953, pero no se firmó un tratado de paz definitivo. La
división de la península de Corea en el paralelo 38 resultó en la existencia de
Corea del Norte y Corea del Sur como dos entidades políticas separadas, lo que
ha llevado a décadas de tensiones y la ausencia de una paz formal en la región.
Ver:
Hastings, M. The Korean War. Simon & Schuster Paperbacks.
New York 1987.
David Halberstam, La Guerra Olvidada.
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