domingo, 18 de noviembre de 2012
La formación de la CNT.
de Miguel Lagrotta, el domingo, 18 de noviembre de 2012 a la(s) 15:17 ·
El proceso comienza a concretarse en 1960 con la CTU, que no era un punto de llegada sino que era una etapa hacia el proceso de unidad, más que nada por sus estatutos y por su mecánica de funcionamiento su actuación buscó la coordinación con todos los gremios, incluso con los que no estaban afiliados. A estos últimos se los invitó para que participaran con voz y voto en un Congreso Ordinario realizado en 1963. Fue el paso previo a que en 1965 en el mes de setiembre se convocara a la reunión de una Convención Nacional de Trabajadores. Se trataría de una instancia coordinadora que resuelve entre otras cosas una Plataforma y un Programa de Soluciones que orientarían la lucha sindical hacia objetivos concretos. Se establece, además, la aprobación de una moción que establecía que en caso de Golpe de Estado, los obreros ocuparían inmediatamente los lugares de trabajo. Este punto, se maneja con la memoria puesto que no se ha encontrado esta decisión en las resoluciones de 1964 ni en los estatutos de 1966. Según Héctor Rodríguez: "El movimiento sindical adoptó un estado de alerta frente a este tema y se afirmó la conciencia de los trabajadores como tales y los sindicatos como tales podían hacer algo contra un golpe de estado: y era declarar la huelga general con ocupación de los lugares de trabajo"
Los pasos importantes para la unificación fueron varios pero se considera relevante la resolución sobre la integración y el funcionamiento de los organismos centrales redactados por Gerardo Gatti, militante anarquista que representaba al Sindicato de Artes Gráficas, gremio no perteneciente a CTU y que fue aprobada por todos los asistentes con mayoría socialista y comunista. Allí comienza la convivencia entre orientaciones sindicales que hasta el día anterior habían sido fuertemente antagónicas. Este proceso es el resultado de las experiencias anteriores que se orientaban al mantenimiento del salario y en la defensa de las libertades sindicales. La principal caracteristica de la CNT fue la preocupación de enfocar los problemas de los trabajadores que integraban los distintos sindicatos con una visión global. A comienzos de abril de 1965 se realizó el primer paro general, en los meses de setiembre y octubre de 1966 la CNT aprueba sus estatutos y se establece la central única. Una de las primeras decisiones de la Convención en el año 1964 había sido la convocatoria de un Congreso del Pueblo en donde tuvieran representación todos los trabajadores y las agrupaciones de diferentes sectores populares. El planteo era la búsqueda de un plan de soluciones nacionales coordinando todos los sectores. El Congreso se reúne en aqosto de 1965 y se integró con delegados de muchas organizaciones, desde iglesias hasta comisiones barriales, pasivos cooperativistas, la CTU, etc- En el mismo se crea un organismo permanente denominado Asamblea Representativa Nacional. En Marcha se escribe el 13 de agosto de 1965:"el congreso(...) no se opone al orden estatuído sino que es una forma de petición organizada de todos los sectores a quienes tienen el poder: cuando proponga al Gobierno sus soluciones, éste tendrá que escucharlas" Hubo todo tipo de acusaciones por parte de los sectores conservadores, desde la prensa se afirmó que la Embajada Soviética había financiado el Congreso y que el Municipio de Montevideo integrado por el Partido Colorado había facilitado el alojamiento a las delegaciones del interior. Uno de los principios fundamentales que surgió de este Congreso fue que " ...debía mantenerse como un movimiento social que actuara al margen de los partidos políticos" de este modo sería una organización de todo el pueblo sin exclusiones. Las resoluciones del Congreso se convirtieron en el programa de toda la izquierda, sobretodo el Plan de Soluciones a la Crisis que fue el soporte ideológico que tomaría luego el Frente Amplio.
Ver: El Uruguay de la Dictadura. El preambulo: los años 60. Carlos Demassi. Paginas 27-28.
creartehistoria: Propuesta económica del artiguismo: sobre la poses...
creartehistoria: Propuesta económica del artiguismo: sobre la poses...: "Reglamento Provisorio de la Provincia Oriental para el Fomento de la Campaña y Seguridad de sus Hacendados: Articulo 1: El señor alcal...
sábado, 17 de noviembre de 2012
El legado político del Siglo XIX. Gerardo Caetano-José Rilla.
Aunque tal vez hundan sus raíces en las tensiones de la Patria Vieja, es sabido que los bandos políticos del Uruguay se definieron, con imprecisión, una vez concluida la primera fase de las crisis independentistas (1820-1830) y concluída también la estructuración del primer marco constitucional, la configuración moderna del sistema partidario(1910-1934) responde en gran medida a dos singularidades facilmente apreciables de nuestra historia política: la del legado del siglo XIX y las de nuestro proceso de modernización. No es posible aludir al legado decimonónico sin partir de una lúcida interpretación de Carlos Real de Azúa que no evitaremos transcribir: "Si hay que partir de un hecho- mejor dicho de un cuadro de fenómenos- este no puede ser otro que la patente, innegable debilidad que en el Uruguay del siglo XIX presentó la constelación típica de poder del continente. La hegemonía económico social de los sectores empresarios agrocomerciales y su entrelazamiento con la Iglesia y las fuerzas armadas como factores de consenso y respaldo coactivo, respectivametne, no asumió-se decía- la misma consistencia que poseyó en casi todo el resto del área latinoamericana". Cuando asome el nuevo siglo será tarde para conformar esa cosntelación, pero quedará abierto el espacio para el impacto de los fenómenos políticos de la modernidad, que se desplegará con comodidad durante las primeras décadas del siglo XX.
Puede considerarse también parte del legado, la consolidación efectiva del tradicionalismo bipartidista. El mismo implico, en un proceso de tensión y alimentaciones recíprocas la definición de un estilo casi siempre reductible a las respectivas historias partidarias, ordenadas en torno a implicancias socioeconómicas, símbolos y fidelidades genealógicas. Correlato de tales persistencias es el fracaso de los sucesivos intentos de su superación. Aquellos partidos del siglo XIX, tal vez de masas pero no de masas electorales lograron superar la embestida que desde su interior o el exterior pretendió quebrar el bipartidismo básico. El fusionismo(1853-1863), el Principismo(1872-1876) y el Constitucionalismo a partir de 1881 no supieron convocar aquellas masas y más bien sirvieron de precedente al carácter marginal de los partidos de ideas más modernos. Dicho esto sin perjuicio de reconocer que tal marginalidad no supuso en forma alguna un aislamiento: no es magra la lista de sus aportes a los partidos tradicionales. Seguramente ellos también fueron partidos picana como diría mas adelante del suyo don Emilio Frugoni.
Es indudable, además, una debilidad congénita del Estado patricio de 1830, incapaz de acotar una población de un marco territorial largamente indefinido y extraerle recursos para su mantenimiento. Fue con el militarismo que la presencia del Estrado se vovió notoria( consolidó la propiedad privada, comenzó a implantar un sistema educacional de masas, eclipsó al caudillismo, reasumió compromisos financieros internacionales) transformándose en referencia ineludible de poder político- De alguna manera la ubicación en el proceso político nacional comenzará a depender desde entonces de los actores con el aparato del Estado.
Diversas instancia problemáticas contribuyeron a dar perfil a las distintas opciones partidarias.Así por ejemplo la enconada lucha por la tierra, mientras persistió alimentó una dinámica de premios y castigos por le accionar político y un estilo de confrontación predominantemente bélico y rural. Las Guerra Civiles al confundir la lucha por la tierra con la lucha por las divisas le dieron a ésta un contenido épico que nutrirá su carácter de tradicional. Agreguemos que, como es sabido, una cierta hegemonía blanca significó una acotación ambiental que podría explicar el acento más conservador y la dirección más regionalizada. Es obvio que lo completamente opuesto no pertenece al Partido Colorado que si bien se apostó en la ciudad-puerto, tuvo sus orígenes no menos rurales y tal vez más genuinamente caudillescos que su adversario.
El orden político expresado en la Carta Magna de 1830 fue también un permanente núcleo de controversias(...)
No es menor el problema de la identidad nacional. Configurado el Uruguay con alguna antelación a los uruguayos, las fronteras estatales demoraron en coincidir con las fronteras partidarias. Partidos políticos restringidamente nacionales, no hubo hasta el fracaso de la experiencia nacionalista de Bernardo Berro y más aún hasta concluida la segunda fundación del Estado durante el militarismo.
También fue un legado del Siglo XIX un estilo de hacer política en cada uno de los partidos, que será retomado por ellos hasta la actualidad, se basa en la relación del Partido con el Estado. Cuatro décadas de posesión del gobierno y del Estado enlazaron al Partido Colorado al proceso de formación de la burocracia política y del Ejército Nacional. Tal privilegio lo aventajó respecto a lso blancos, en la medida que significó poseer instrumentos de control socio-política, las relaciones con la sociedad, en cambio, no permiten detectar tal predominio de uno de los partidos. En tal sentido, blancos y colorados podían ocupar un espacio vertical en la socieda uruguaya de comienzos del siglo XX.
Diversas instancia problemáticas contribuyeron a dar perfil a las distintas opciones partidarias.Así por ejemplo la enconada lucha por la tierra, mientras persistió alimentó una dinámica de premios y castigos por le accionar político y un estilo de confrontación predominantemente bélico y rural. Las Guerra Civiles al confundir la lucha por la tierra con la lucha por las divisas le dieron a ésta un contenido épico que nutrirá su carácter de tradicional. Agreguemos que, como es sabido, una cierta hegemonía blanca significó una acotación ambiental que podría explicar el acento más conservador y la dirección más regionalizada. Es obvio que lo completamente opuesto no pertenece al Partido Colorado que si bien se apostó en la ciudad-puerto, tuvo sus orígenes no menos rurales y tal vez más genuinamente caudillescos que su adversario.
El orden político expresado en la Carta Magna de 1830 fue también un permanente núcleo de controversias(...)
No es menor el problema de la identidad nacional. Configurado el Uruguay con alguna antelación a los uruguayos, las fronteras estatales demoraron en coincidir con las fronteras partidarias. Partidos políticos restringidamente nacionales, no hubo hasta el fracaso de la experiencia nacionalista de Bernardo Berro y más aún hasta concluida la segunda fundación del Estado durante el militarismo.
También fue un legado del Siglo XIX un estilo de hacer política en cada uno de los partidos, que será retomado por ellos hasta la actualidad, se basa en la relación del Partido con el Estado. Cuatro décadas de posesión del gobierno y del Estado enlazaron al Partido Colorado al proceso de formación de la burocracia política y del Ejército Nacional. Tal privilegio lo aventajó respecto a lso blancos, en la medida que significó poseer instrumentos de control socio-política, las relaciones con la sociedad, en cambio, no permiten detectar tal predominio de uno de los partidos. En tal sentido, blancos y colorados podían ocupar un espacio vertical en la socieda uruguaya de comienzos del siglo XX.
Ver: Los partidos Políticos Uruguayos y su historia. FCU-ICP. Gerardo Caetano-José Rilla. Prologo. Paginas 12-15
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