La sorpresiva muerte del presidente Oscar Gestido a la 1:30 de la madrugada del 7 de diciembre de 1967 complicó más las situación del país que sin saberlo, todavía, estaba dando un peligroso giro en su historia. El vicepresidente del la república, Jorge Pacheco Areco, debía asumir la presidencia tal como estaba determinado por la Constitución de la República. No era un momento fácil, existían avisos de intentonas golpistas y de quiebre institucional sumado a la crisis económica y social en que se encontraba el país. A las 5:20 Pacheco Areco asumió la presidencia prestando juramento ante el escribano de Hacienda, al no poder ubicarse al escribano de Gobierno. Raúl de Castro fue el encargado de labrar el acta que fue firmada por el ahora presidente Jorge Pacheco Areco, el secretario de la Presidencia, Dr. Héctor Giorgi y el prosecretario Dr. Carlos Pirán. A las 6:30 se convoca la primera reunión del Consejo de Ministros. Todos los ministros presentaron renuncia colectiva ante lo cual Pacheco Areco los confirma en el cargo. El gabinete estaba integrado por representantes de los sectores más importantes del Partido Colorado: UCB ( Unión Colorada y Batllista), Unidad y Reforma (Lista 15) y el Frente Colorado de Unidad (FCU). No tenían representantes los sectores de Vasconcellos y Zelmar Michelini, aunque luego serán incluidos por el presidente. Jorge Pacheco Areco, al decir del Dr Sanguinetti tenía una concepción gardeliana de la amistad y era poco conocido incluso dentro del Partido Colorado. Tenía 47 años , había estudiado en la Facultad de Derecho y su carrera periodística era en en la empresa familiar del diario El Día (primo de los Batlle-Pacheco). Fue subdirector del diario El Día en 1959 y director entre los años 1961-1965. Fue diputado por la UCB. Discrepó con la postura colegialista del El Día y apoyó a Gestido en su campaña electoral. La situación del país era compleja:
- Estancamiento de la producción y de la economía.
- Inflación descontrolada.
- Paros, huelgas y agitación social creciente en las calles.
- Divisiones muy fuertes dentro del Partido Colorado.
- Falta de consensos para realizar mínimos acuerdos que permitieran gobernar.
- La agresión permanente contra el sistema democrático y el estado de derecho por parte de distintos grupos revolucionarios predominando el MLN-T (tupamaros).