miércoles, 17 de junio de 2015
Buscando el batllismo: Dinamismo, pragmatismo y resultados del cambio en paz.
El 1 de marzo de 1985 asume la presidencia el Dr. Julio María Sanguinetti en un clima de reencuentro y armonía. Entre esos reencuentros se da la circunstancia del inevitable acercamiento entre el ex-preso político y líder del Frente Amplio, general Liber Seregni con el teniente general Hugo Medina, además estaban una serie de importantes visitantes del exterior: los presidentes Raúl Alfonsin de Argentina, Hernán Siles Suazo de Bolivia, Carlos Andrés Pérez de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua. También estaba el jefe de gobierno de España Felipe González, el primer ministro de Italia, Bettino Craxi y el secretario de Estado de Estados Unidos, George Sghulz. Se estima en mas de 1200 periodistas que cubrían el acto. El nuevo gabinete fue mayoritariamente colorado pero con un criterio amplio y abierto: La Union Civica participa del gabinete en la figura del Dr. Juan Vicente Chiarino en Defensa Nacional, Raúl Ugarte Artola, blanco no wilsonista en Salud Pública y el Cr. Enrique Iglesias, blanco independiente muy cercano a Wilson en Relaciones Exteriores.
El batllismo muestra gran dinamismo.
El Poder Ejecutivo envío 72 Proyectos de Ley a horas e asumir la presidencia, algunos fueron resueltos en forma inmediata por el Parlamento. Se levantaron las proscripciones, se legalizaron todos los partidos políticos, sectores y sindicatos. Se dejan sin valor las acusaciones sobre Wilson Ferreira Aldunate y Juan Raúl Ferreira. De anularon todas las clausuras a medios de prensa y se devuelven todos los bienes que habían sido expropiados. Se suprimió la categorización de los funcionarios públicos en A, B y C y se decide la reincorporación de todos los destituidos por razones políticas, con recomposición de sus carreras laborales y con el pago de los haberes generados durante el tiempo que estuvieran separados de sus cargos. Se restablecieron los Consejos de Salarios, vieja iniciativa batllista que se basa en el acuerdo social en la determinación de las relaciones entre empleados, empleadores y el Estado. Se restablecieron relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela
Con estas medidas, tanto por la integración del gabinete de ministros como por los directores de las empresas del Estado muestra con claridad un sentimiento de coparticipación o de "entonación nacional" como se lo definió en aquellos tiempos por el relacionamiento entre el gobierno y la oposición. Incluso por primera vez se incorporó jerarcas frenteamplistas a la Administración de las empresas públicas.
Las Cuentas del Pasado.
El 8 de marzo de 1985 el gobierno decide devolver sus grados de Generales a Liber Seregni y a Víctor Licandro, anulando el procedimiento militar que los había degradado. Por supuesto que empiezan los primeros cortocircuitos con los mandos militares que se oponían a esta resolución que había sido determinada por tribunales de honor. El Dr. Sanguinetti sobre estos hechos en un reportaje realizado por Diego Achard sostenía: " para ustedes Seregni es un traidor, y yo puedo entender que los sientan así. Pero ustedes se dan cuenta que es una pasión demasiado particular, demasiado sectoria, demasiado corportiva para que los demás la tengamos que asumir. Nosotros tenemos que mirar las cosas en el plano político, y en ese, evidentemente, las cosas son totalmente distintas. Seregni es un hombre que, equivocado o no, siguió un camino político, pero ni es un comunista vendido a la KGB, ni es un infiltrado espía soviético ni nada de esa cosas que ustedes presumen(...)
El teniente general Medina fue mantenido en el cargo de Comandante en Jefe del Ejército y luego sería nombrado Ministro de Defensa en los últimos años de la administración del Dr. Sanguinetti. Como comandante asumió el liderazgo corporativo de las Fuerzas Armadas y guardó en un cofre las citaciones judiciales y el país quedó frente a la eventualidad de un desacato militar. Fue el momento más dramático de la nueva democracia y para superarlo en el invierno de 1986 el Poder Ejecutivo envió al Parlamento un proyecto de Ley que buscaba la amnistía de los delitos cometidos por los militares, este y otros proyectos no prosperaron, hasta que un clima de tensión y desencuentros en diciembre de 1987 se sanciona la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado que era rechazada por sectores disidentes del Partido Nacional, toda la izquierda y los organismos de derechos humanos y sociales que la denominaría Ley de impunidad. Al mes siguiente de su sanción el 28 de enero de 1987 se constituye la Comisión Nacional Pro Referendum para realizar una consulta popular. La consulta se realizó el 16 de abril de 1989, sobre el final del gobierno y se ratificó la Ley. Es el inicio de la practica de Democracia Directa que será relativamente común hasta nuestros días.
Conviene recordar que el mismo 1 de marzo el Poder Ejecutivo envió un proyecto de amnistía para " los delitos cometidos por las organizaciones subversivas, delitos políticos y conexos, exceptuados los de sangre" luego de varios debates legislativos se llegó a la Ley 15.537 de Pacificación Nacional:
Art. 1- Decretase la amnistía de todos los delitos políticos comunes y militares, conexos con ellos, cometidos a partir del 1 de enero de 1962. Respecto a los autores y coautores del delito de homicidio intencional consumados, la amnistía sólo operará a lso fines de habilitar la revisión de las sentencias previstas previstas en el artículo 9 de la ley. Sin embargo el artículo 5 dará origen a serios debates y discusiones hasta la actualidad: "Quedan excluidos de la amnistía los delitos cometidos por funcionarios policiales o militares, equiparados o asimilados, que fueran autores, coautores o cómplices de tratamientos inhumanos crueles o degradantes o de la detención de personas luego desaparecidas, y por quienes hubieran encubierto cualquiera de dichas conductas. Esta exclusión se extiende asimismo a todos los delitos cometidos aun por móviles políticos, por personas que hubieren estado amparadas por el poder del Estado en cualquier forma o desde cargos de gobierno"
En el Mensaje del Poder Ejecutivo a la Asamblea General realizado el 15 de febrero de 1990, se explica claramente lo que para el batllismo había significado el "Cambio en Paz" eje de la campaña electoral que lo había llevado al gobierno: " A lo largo de este periodo la paz ha sido para el gobierno su más constante proyecto como sustento imprescindible de la reconstrucción demócratica. Esta no hubiera sido posible en el enfrentamiento: hubiera naufragado si la sociedad hubiera comenzado el empleo de la violencia o bien la confrontación hubiera amenazado los márgenes imprescindibles de la gobernabilidad. Naturalmente, en este propósito el gobierno ha estado acompañado por le propio pueblo. Sólo un consenso muy generalizado ha permitido esta convivencia. En el Uruguay vivimos estos años (1985-1990) todos quienes participamos en las confrontaciones del pasado, sea del medio político, sindical, militar o subversivo, y nadie, a título personal, salió a ejercer la venganza o satisfacer violentamente un ánimo revanchista"
En el plano de la política interna el Presidente Sanguinetti contó con el apoyo de todo el Partido Colorado. Durante su mandato se abandonó la política de sustitución de importaciones y se fue a la incentivación de las exportaciones como motor del crecimiento económico, o sea el crecimiento hacia afuera. La nueva concepción del rol del Estado, un tanto alejado de la ortodoxia batllista, se desarrolló en la disminución del rol fuertemente regulador del Estado y en la redimensión de los Entes Autónomos caso de AFE, la supresión de ILPE y la privatización parcial de la hoy desparecida PLUNA. Fue notorio el cambio de visión del batllismo frente al fenómeno religioso y especialmente con la Iglesia Católica. Batlle y Ordóñez y luego su hijo César encarnaron el Estado Laico con fuerte influencia del anticlericalismo francés; Luis Batlle fue la transición hacia un laicismo respetuoso y con Sanguinetti se alcanzó el Estado laico pluralista. Como datos concretos tenemos las dos visitas del Papa Juan Pablo II y la instalación de la Cruz en Bulevar Artigas y Avenida Italia con un excelente debate en el Parlamento y el apoyo a que se erigiera en monumento conmemorativo por parte del Dr. Batlle en el Senado.
El batllismo muestra gran dinamismo.
El Poder Ejecutivo envío 72 Proyectos de Ley a horas e asumir la presidencia, algunos fueron resueltos en forma inmediata por el Parlamento. Se levantaron las proscripciones, se legalizaron todos los partidos políticos, sectores y sindicatos. Se dejan sin valor las acusaciones sobre Wilson Ferreira Aldunate y Juan Raúl Ferreira. De anularon todas las clausuras a medios de prensa y se devuelven todos los bienes que habían sido expropiados. Se suprimió la categorización de los funcionarios públicos en A, B y C y se decide la reincorporación de todos los destituidos por razones políticas, con recomposición de sus carreras laborales y con el pago de los haberes generados durante el tiempo que estuvieran separados de sus cargos. Se restablecieron los Consejos de Salarios, vieja iniciativa batllista que se basa en el acuerdo social en la determinación de las relaciones entre empleados, empleadores y el Estado. Se restablecieron relaciones diplomáticas con Cuba y Venezuela
Con estas medidas, tanto por la integración del gabinete de ministros como por los directores de las empresas del Estado muestra con claridad un sentimiento de coparticipación o de "entonación nacional" como se lo definió en aquellos tiempos por el relacionamiento entre el gobierno y la oposición. Incluso por primera vez se incorporó jerarcas frenteamplistas a la Administración de las empresas públicas.
Las Cuentas del Pasado.
El 8 de marzo de 1985 el gobierno decide devolver sus grados de Generales a Liber Seregni y a Víctor Licandro, anulando el procedimiento militar que los había degradado. Por supuesto que empiezan los primeros cortocircuitos con los mandos militares que se oponían a esta resolución que había sido determinada por tribunales de honor. El Dr. Sanguinetti sobre estos hechos en un reportaje realizado por Diego Achard sostenía: " para ustedes Seregni es un traidor, y yo puedo entender que los sientan así. Pero ustedes se dan cuenta que es una pasión demasiado particular, demasiado sectoria, demasiado corportiva para que los demás la tengamos que asumir. Nosotros tenemos que mirar las cosas en el plano político, y en ese, evidentemente, las cosas son totalmente distintas. Seregni es un hombre que, equivocado o no, siguió un camino político, pero ni es un comunista vendido a la KGB, ni es un infiltrado espía soviético ni nada de esa cosas que ustedes presumen(...)
El teniente general Medina fue mantenido en el cargo de Comandante en Jefe del Ejército y luego sería nombrado Ministro de Defensa en los últimos años de la administración del Dr. Sanguinetti. Como comandante asumió el liderazgo corporativo de las Fuerzas Armadas y guardó en un cofre las citaciones judiciales y el país quedó frente a la eventualidad de un desacato militar. Fue el momento más dramático de la nueva democracia y para superarlo en el invierno de 1986 el Poder Ejecutivo envió al Parlamento un proyecto de Ley que buscaba la amnistía de los delitos cometidos por los militares, este y otros proyectos no prosperaron, hasta que un clima de tensión y desencuentros en diciembre de 1987 se sanciona la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado que era rechazada por sectores disidentes del Partido Nacional, toda la izquierda y los organismos de derechos humanos y sociales que la denominaría Ley de impunidad. Al mes siguiente de su sanción el 28 de enero de 1987 se constituye la Comisión Nacional Pro Referendum para realizar una consulta popular. La consulta se realizó el 16 de abril de 1989, sobre el final del gobierno y se ratificó la Ley. Es el inicio de la practica de Democracia Directa que será relativamente común hasta nuestros días.
Conviene recordar que el mismo 1 de marzo el Poder Ejecutivo envió un proyecto de amnistía para " los delitos cometidos por las organizaciones subversivas, delitos políticos y conexos, exceptuados los de sangre" luego de varios debates legislativos se llegó a la Ley 15.537 de Pacificación Nacional:
Art. 1- Decretase la amnistía de todos los delitos políticos comunes y militares, conexos con ellos, cometidos a partir del 1 de enero de 1962. Respecto a los autores y coautores del delito de homicidio intencional consumados, la amnistía sólo operará a lso fines de habilitar la revisión de las sentencias previstas previstas en el artículo 9 de la ley. Sin embargo el artículo 5 dará origen a serios debates y discusiones hasta la actualidad: "Quedan excluidos de la amnistía los delitos cometidos por funcionarios policiales o militares, equiparados o asimilados, que fueran autores, coautores o cómplices de tratamientos inhumanos crueles o degradantes o de la detención de personas luego desaparecidas, y por quienes hubieran encubierto cualquiera de dichas conductas. Esta exclusión se extiende asimismo a todos los delitos cometidos aun por móviles políticos, por personas que hubieren estado amparadas por el poder del Estado en cualquier forma o desde cargos de gobierno"
En el Mensaje del Poder Ejecutivo a la Asamblea General realizado el 15 de febrero de 1990, se explica claramente lo que para el batllismo había significado el "Cambio en Paz" eje de la campaña electoral que lo había llevado al gobierno: " A lo largo de este periodo la paz ha sido para el gobierno su más constante proyecto como sustento imprescindible de la reconstrucción demócratica. Esta no hubiera sido posible en el enfrentamiento: hubiera naufragado si la sociedad hubiera comenzado el empleo de la violencia o bien la confrontación hubiera amenazado los márgenes imprescindibles de la gobernabilidad. Naturalmente, en este propósito el gobierno ha estado acompañado por le propio pueblo. Sólo un consenso muy generalizado ha permitido esta convivencia. En el Uruguay vivimos estos años (1985-1990) todos quienes participamos en las confrontaciones del pasado, sea del medio político, sindical, militar o subversivo, y nadie, a título personal, salió a ejercer la venganza o satisfacer violentamente un ánimo revanchista"
En el plano de la política interna el Presidente Sanguinetti contó con el apoyo de todo el Partido Colorado. Durante su mandato se abandonó la política de sustitución de importaciones y se fue a la incentivación de las exportaciones como motor del crecimiento económico, o sea el crecimiento hacia afuera. La nueva concepción del rol del Estado, un tanto alejado de la ortodoxia batllista, se desarrolló en la disminución del rol fuertemente regulador del Estado y en la redimensión de los Entes Autónomos caso de AFE, la supresión de ILPE y la privatización parcial de la hoy desparecida PLUNA. Fue notorio el cambio de visión del batllismo frente al fenómeno religioso y especialmente con la Iglesia Católica. Batlle y Ordóñez y luego su hijo César encarnaron el Estado Laico con fuerte influencia del anticlericalismo francés; Luis Batlle fue la transición hacia un laicismo respetuoso y con Sanguinetti se alcanzó el Estado laico pluralista. Como datos concretos tenemos las dos visitas del Papa Juan Pablo II y la instalación de la Cruz en Bulevar Artigas y Avenida Italia con un excelente debate en el Parlamento y el apoyo a que se erigiera en monumento conmemorativo por parte del Dr. Batlle en el Senado.
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