El balance
de los dos primeros años del gobierno batllista liderado por los Drs. Julio
María Sanguinetti y Enrique Tarigo
fueron muy complejos pero fecundos. Fue la consolidación de un tiempo nuevo y
el desarrollo de una Democracia real de verdadero perfil socialdemócrata.
Se reactivó
la industria manufacturera la cual registró un crecimiento del 11.2%. Y se
dirigía fundamentalmente al consumo interno. Se produce una reactivación muy
alta, cercana al 90% en la producción de aceites, maltas, electrodomésticos y
cervezas. En otros rubros como sustancias químicas, plaguicidas, confituras,
pinturas minerales los guarismos oscilaron entre un 20% y un 50%.
Se controló
la inflación, la contención lograda en el año 1985 permitió que la inflación se
mantuviese por debajo del 100% anual alcanzando un 83% en 1985. En tanto en
1986 se logró alcanzar el 70%.
Se recuperó
la confianza del inversionista, las fugas de capitales bajaron prácticamente a
cero en 1986 y en 1985 se había logrado un ingreso de capitales de 227 millones
de U$S. En tanto que en 1986 se logró la cifra de 250 millones de U$S.
Las
exportaciones en 1986 aumentaron un 23 % en relación a 1985 llegando a
sobrepasar al final del período la cifra de mil millones de U$S. Esto se debió,
en parte, al crecimiento de un 140% de aumento de la cantidad de carne
exportada. Los precios promedio mejoran un 15% siendo los principales destinos
el Brasil y la C.E.E. hoy Unión Europea.
En lo
referente al endeudamiento interno- créditos impagos por empresas nacionales-
se aprobó una serie de regímenes de consolidación y facilidades de pago de
deudas fiscales y de la seguridad social. Se aprobó además una refinanciación
para empresas que trabajan en el sector agropecuario, industrial, comercial, o
de servicios, con el sistema bancario.
En lo
referente a la deuda externa en 1985 el Uruguay debía hacer frente a obligaciones
muy importantes con vencimientos que se concentraban entre ese año y 1989, lo
cual asfixiaba la economía nacional por el peso de los pagos al exterior. Se
refinanció la deuda externa y se estableció un programa económico-financiero
para evitar que el crecimiento del producto del país se viera afectado. Se
obtuvo un plazo de pago de 12 años con tres años iniciales de gracia- es decir
sin pago de obligaciones-lo que alivió la presión sobre la economía.
Se recuperó
el prestigio internacional utilizando la diplomacia directa y al más alto nivel
como instrumento para la apertura de mercados. El Dr. Sanguinetti visitó 10 países entre 1985 y 1986, buscan
afirmar la relaciones políticas y económicas, culturales y científicas siempre
acompañado por representantes de todos los Partido Políticos, dando carácter de
política de Estado a la que se desarrollaba en el plano internacional. La
política llevada adelante por el Gobierno batllista fue netamente
integracionista. Con Brasil el comercio aumentó un 40% y con Argentina se
duplicó.
Todos los
delitos subversivos fueron agraciados
por una ley de amnistía enviada al Parlamento, pero esto inició un debate que
todavía padecemos. Los destituídos durante el régimen de facto también fueron
amparados por una iniciativa enviada por el gobierno mediante la cual se
reparaban todos los actos administrativos. Se reconoció el derecho a la
reposición, a la reconstrucción de la carrera administrativa interrumpida o un
trámite jubilatorio que computara los años perdidos.
En marzo de 1985
el presupuesto destinado a la educación alcanzaba solo el 25.1% del gasto
nacional llegando al 35,5% al año siguiente. En las inversiones para
infraestructura educativa se crece un 20%, Se reducen los gastos en Interior y
en Defensa, ambos presupuestas incluían un 46% del gatos público, al año
siguiente se bajó al 35% y al final del periodo alcanzó el 29%.
Se recuperó
el salario lentamente un 8% y un 22% en relación a 1983. Las retribuciones de
retiro empezaron una lenta recuperación por ejemplo las pensiones a la vejez
pasaron de $ 860 en 1984 a $2.600 en 1985 . El Instituto Nacional de
Alimentación atendió a 25.000. Se dio asistencia alimentaria a 130 mil
escolares.
El nuevo gobierno democrático liderado por los
doctores Julio María Sanguinetti y Enrique Tarigo, electos por el voto popular
y un Parlamento también totalmente
libre, tenía por delante muchos problemas y una asignatura pendiente compleja y
difícil: restablecimiento de la paz, vigencia total y absoluta de los Derechos
Humanos y reparar todas las situaciones
injustas llevadas adelante por la administración militar con más de una década
de avasallamiento del estado de derecho.
El discurso
electoral, devenido en un aspecto cuasi filosófico de salida de la dictadura:
"El cambio en paz" se materializa
en el informe enviado a la Asamblea General el 15 de febrero de 1990 a
modo de balance del gobierno realizado:
" A lo
largo de este periodo la paz ha sido para el gobierno su más constante
proyecto, como sustento imprescindible de la reconstrucción democrática. Esta
no era posible en el enfrentamiento: hubiera naufragado si en la sociedad
hubiera comenzado el empleo de la violencia o bien la confrontación hubiera
amenazado los márgenes imprescindibles de la gobernabilidad. Naturalmente, en
este propósito el gobierno ha estado acompañado por el propio pueblo. Solo un
consenso muy generalizado ha permitido esta convivencia. En el Uruguay vivimos
estos años (1985-1990) todos quienes participamos en las confrontaciones del
pasado, sea del medio político, sindical, militar o subversivo, a título
personal, salió a ejercer la venganza o a satisfacer violentamente un ánimo
revanchista"
La primera
presidencia del Dr. Sanguinetti tiene algunos aspectos destacables:
1) Plena
restauración de las libertades democráticas.
2) Libertad
a los presos políticos.
3) Política
de favorecer el retorno de exiliados.
4)
Recomposición de las carreras laborales de los Funcionarios Públicos.
5) La
compleja ley denominada " Ley de caducidad de la pretensión punitiva del
Estado"
6) La plena
vigencia de la Constitución de 1967.
7) La opción
del MLN-Tupamaros en la acción política integrada al Frente Amplio.
El 28 de febrero de 1990 el Dr. Sanguinetti a
modo de despedida sostenía en Cadena de radio y televisión; " Hemos hecho todo el bien que pudimos. Nunca
procuramos el mal de nadie, aunque podamos habernos equivocado muchas veces;
pero sobretodo hemos evitado muchos males(...) Les digo especialmente a los
jóvenes que vivan la emoción de este cambio en paz, tan distinto a la sangre
que han tenido que regar los jóvenes de Europa del Este para salir de las
dictaduras marxistas-leninistas(...) Me despido, sin nostalgia ni cansancio, me
despido, pero no me voy"( Maiztegui, L. Orientales 5, 2010 Pág. 150) .
Ver:
Reflexiones del Batllismo. Número 4, páginas
3-5- Montevideo, marzo de 1987.
Maiztegui, L. Orientales 5, 2010 Pág. 150