martes, 22 de marzo de 2016
Batllismo: Estado, economía y desarrollo 1911-1930.
Todos los gobiernos reciben críticas. Se dice o que son absolutamente
burocráticos, incompetentes, rígidos y se llega en algunos delirios a tratar de
prescindir de ellos.. Es cierto que en algunos casos, la mayoría pienso, los
gobiernos son menos eficaces que los que lo hacen dentro de los ámbitos
privados como gestionando empresas o fábricas. En definitiva la delgada línea
entre lo público y lo privado siempre ha estado y estará en discusión. Siempre
queda claro que debe existir lo público debido a que existen determinados
bienes públicos como algunos servicios y
funciones que solamente la puede realizar el Estado. En los casos de la
educación y las infraestructuras como carreteras, los puertos y el
abastecimiento de agua potable son muy importantes para que los gobiernos
prescindan de controlarlas. El problema surge cuando la intervención del Estado
es excesiva e incluso impide el desarrollo de emprendimientos privados.. Otro
aspecto básico es la regulación social, o sea la construcción de una comunidad de
valores que respete la ley y que desarrollen en la educación bases republicanas
serias. Para lograrlo se debería controlar las élites y lograr justas
redistribuciones de la riqueza. La primera medida para lograr esto fue la
igualdad jurídica para todos. Los pensadores liberales desde Locke a Hayek
siempre se mostraron escépticos frente a una redistribución obligatoria
impuesta por el Estado.
Siempre se ha discutido el modelo batllista de desarrollo
desarrollado entre 1911 y 1930 en el cual el debate entre la diversificación
productiva, proyectada y con éxitos relativos, o la construcción de un modelo urbano con
servicios y desarrollo fuerte del sector
público. Se puede afirmar que el modelo
batllista apuntaba a tres objetivos: modernizar y diversificar la estructura de
producción con énfasis en la industria y la expansión de un modelo agrícola. Se
debía, entonces, desarrollar el mercado interno generando un buen entorno de
bienestar social y nacionalizar la economía para reducir los riesgos de la dependencia
extranjera y sus crisis y euforias cíclicas. La retención de la mayoría de los
recursos del país van de la mano de que las compañías extranjeras reduzcan su
accionar siendo sustituidas por empresas del Estado. Finalmente redistribuir
los ingresos elevando el poder adquisitivo de la población y universalización
el acceso de la población a bienes y servicios.
Desde el punto de vista económico el batllismo planteaba:
1) Modernización de la ganadería y expansión de la
agricultura de forma combinada.
2) Desarrollo de la industria manufacturera nacional
sustituyendo las importaciones.
3) Expansión de servicios en las finanzas, los transportes,
comunicaciones, turismo, enseñanza y salud.
4) El incremento de la participación del Estado en los
aspectos productivos y comerciales.
5) Reforma fiscal con el objetivo de estabilizar y aumentar
la recaudación del Estado con el objetivo
de una mejor redistribución. También desconcentra la propiedad de la
tierra.(georgismo)
Siguiendo a Benjamin Nahum el Estado para el primer
batllismo tenía estos componentes: “La idea básica era que el Estado
representaba a toda la sociedad y por encontrarse por encima de todas las
clases sociales debía no solo arbitrar sus disputas, sino también impulsar su
progreso mediante un crecimiento sostenido de la economía. Esa finalidad social
era lo que daba derecho al Estado para -invadir- el campo de la actividad
económica privada, desde que - el interés general- era superior al particular
de las empresas” . El propio ministro José Serrato sostenía en 1911 que “ los
monopolios constituirán un poderoso recurso fiscal a fin de que las cargas
nuevas no contribuyan a hacer más desigual la distribución de la riqueza”
Entre 1920 y1921 el
Uruguay enfrentó la fuerte caída de los precios internacionales y en especial
el de la lana, cae la faena en los mataderos, lo que originó desocupación y
perdidas salariales, pero entre 1920 y 1930 se retornó al crecimiento económico
lo que mostró que el modelo de desarrollo del poder del Estado asignándole un rol
en el proceso económico y social era todavía viable. Fue un proceso de reforma política pacífica,
basado en el apoyo de grupos sociales interesados en contar con un gobierno
eficiente y no corrupto sostenido en la modernización mediante el crecimiento
económico, división del trabajo. La industrialización incipiente trajo la
urbanización y esta exigió mejoras en los niveles educativos y de formación
ciudadana. La consecuencia fueron nuevos actores sociales separados de la
sociedad agrícola y el desarrollo político. El problema latente será la
relación entre el desarrollo político y el fantasma del clientelismo y la
corrupción.
lunes, 21 de marzo de 2016
Pacheco Areco: 1968 entre la responsabilidad y la legalidad.
El desarrollo político es el cambio que tienen las
instituciones políticas a lo largo de los años. No es igual a los cambios
ocurridos en la política y en las normas. Los integrantes del elenco político
como ministros legisladores y presidentes van y vienen, las leyes pueden
modificarse pero la esencia de las normas con las cuales se organizan las
sociedades definen el orden político. La Constitución de 1967 restableció la
Presidencia de la República dándole más fortaleza a su rol creando la
posibilidad de tratar proyectos de carácter urgente y por otro lado se
eliminaron ciertos privilegios a los legisladores en materia de vehículos y
jubilaciones.
El objetivo, mediante la creación de nuevos ministerios, era
resolver lo complejo del gobierno en tiempos de guerrilla, crisis económica y
dependencia de mercados extranjeros. Dentro de las medidas se crea del BPS y el
Banco Central del Uruguay y la enseñanza se hace obligatoria hasta el nivel
básico de Enseñanza Secundaria. El candidato colorado Oscar D. Gestido vence en
las elecciones por un margen muy alto de 100000 votos. Se veía en él al hombre
fuerte que pusiese en orden al país. Su muerte el 7 de diciembre de 1967, trajo
al hombre fuerte que buscaba la sociedad en la figura de un casi desconocido
para la generalidad de los uruguayos, don Jorge Pacheco Areco. Casi en los
albores de 1968 el nuevo gobierno se deberá enfrentar a lo que en la historia
significó el 68 tanto a nivel nacional como internacional.
1968 fue el año de la rebelión estudiantil de mayo en Paris
que se extendió como un reguero de pólvora a todo el mundo occidental. Si le
sumamos el empantanamiento de los Estados Unidos en Vietnam, y la exportación
de la Revolución Cubana por América Latina, la crítica social de los hippies,
la modernidad de la Iglesia Católica a partir del Concilio Vaticano II y en el
lejano oriente Mao y su “libro rojo”, nuestro país no era ajeno a esta
efervescencia.
En nuestro páis 1968 marcó a los sectores sociales de
ingresos fijos, la clase media, mayoría de la sociedad la cual estaba groggy
por una inflación descontrolada. Se esfumaba el “estado de bienestar” batllista
y con él el Uruguay liberal hiperintegrado de décadas anteriores. Muchos
ciudadanos pusieron demasiadas esperanzas en la reforma constitucional. Sin
embargo la crisis pasaba por el sistema de partidos políticos. La crisis de los
partidos políticos fue la crisis del liberalismo político, además la
Constitución de 1967 ponía énfasis en concentrar poder en el Ejecutivo. La
agitación de 1968 comienza con la cuarta marcha de los cañeros de Artigas en
febrero y marzo de ese año hacia Montevideo. Era un movimiento gremial pero con
grandes vinculaciones con el MLN-T que asedia desde la propaganda y acción al
estado definido por ellos como burgués y vende patria. La inflación hace que el
U$S se dispare de $200 a $250 en el medio de acusaciones de infidencias y
manejos dolosos. El boleto urbano aumentó y originó grandes manifestaciones
sindicales y estudiantiles con atentados a omnibus e instituciones bancarias.
La crisis política del Partido Colorado gobernante se
manifestó claramente en la rotación permanente de Ministros , entre noviembre
de 1967 y noviembre de 1971 hubo 46 ministros. Se buscaba un línea política no
definida con claridad con aquellos sucesivos cambios.
A partir de mayo de 1968 grandes discrepancias entre
ministros de diferentes orígenes, como Alba Roballo, Flores Mora, Queraltó,
Serrato, Peirano Facio, Frick Davie y Eduardo Jimenez de Arechaga, hacen
que el gobierno de Pacheco Areco pierda
la mayoría en las Cámaras en un momento complejo social y económico. El grado
máximo lo marcó la huelga bancaria que determinó la implementación de las
Medidas Prontas de Seguridad el 13 de junio que estaban consagradas
constitucionalmente para “ casos graves e imprevistos de ataque exterior o
conmoción interior” Los manifestantes por la Avenida 18 de Julio gritaban “
Gobierno Gorila, abajo las medidas”. La consecuencia de las medidas del 13 de
junio fue una nueva crisis ministerial, renunciando a sus cargos Carlos Queraltó,
Alba Roballo y luego de firmar el decreto de Medidas Prontas de Seguridad,
Manuel Flores Mora. Varios sectores del Partido Colorado pasaron a la oposición
parlamentaria( lista 99,lista 315) , algunos dentro del mismo y otros camino a
vincularse a la izquierda dentro del FA posteriormente. El apoyo al gobierno
fue de la lista 15 sector Unidad y
Reforma liderada por el Dr. Jorge Batlle y luego se vincula el sector
nacionalista del Dr . Echegoyen. Los lideragos a partir de ese momento caen en
la figura del presidente Pacheco Areco y el opositor nacionalista Wilson
Ferreira Aldunate.
En el aspecto económico, la búsqueda de la estabilidad era
frenar la inflación y el remarque de precios practicamente diario, la postura
dominante del FMI en ese entonces sostenía que la inflación provenía de un
exceso de demanda provocada por la expansión del crédito y salarios altos
enfrentados a una reducida oferta. El 28 de junio de 1968 se decretó la
congelación de precios y salarios. Con esta medida se produce una nueva
redistribución de la renta, tiró por la borda los aumentos de salarios
alcanzados en los Consejos de Salarios que entrarían en vigencia dos días
después cuando los precios ya habían subido, cayendo el peso de la crisis en
los trabajadores. El salario real cae un 12% pero los sectores agropecuarios y
empresariales se aseguraron una gran rentabilidad debido a que la tasa de
intereses y los precios de los productos de exportación no fueron afectados por
el mecanismo de la congelación. Meses más tarde los Consejos de Salarios fueron
sustituídos por la Comisión de Productividad, Precios e Ingresos. En la
izquierda esta situación los lleva a zanjar diferencias y buscar mecanismos de
unidad más profundos, cosa que logrará en 1971 con la creación del FA bajo el lema
Partido Demócrata Cristiano.
Las instituciones del Estado concentran el poder y permiten
a la comunidad hacer uso de ese poder para imponer el cumplimiento de las
leyes, mantener la paz, etc. El principio de legalidad y los mecanismos de
responsabilidad, en cambio, van en otra dirección, limitan el poder del Estado.
El problema en el 68 uruguayo era alcanzar un orden político, a la vez, fuerte
y competente y que actuara dentro de los parámetros legales impuestos por la
elección democrática que lo habían llevado al poder.
sábado, 19 de marzo de 2016
Pacheco Areco: entre la responsabilidad y la pérdida de valores democráticos.
Los componentes básicos del orden político y que conforman
la democracia liberal moderna, son el Estado, la legalidad y la
responsabilidad. No descubro la pólvora al sostener que para ser eficaces los
Estados debes actuar de acuerdo a la Ley. Prusia cocinó su desarrollo con leyes
de propiedad muy claras y precisas y fue la base del despegue alemán luego del
proceso de unidad culminado en 1871. La responsabilidad a través de elecciones democráticas y dirigida a la atención de los
intereses de la población es fundamental para un buen funcionamiento del
Estado. Si los gobiernos son irresponsables derivan en el incumplimiento
pasivo, protestas, violencia y en casos extremos a la Revolución. Los Estados
modernos eficaces se forman en torno a tres pilares fundamentales como los
conocimientos técnicos, la competencia y la autonomía y sobretodo un control
político sobre ese Estado que representa a la voluntad popular. En nuestro páis
desde el reformismo batllista estos pasos se fueron cumpliendo hasta dar forma
a un ADN político nacional. Pero debemos avanzar en el análisis para comprender
el proceso que llevó desde la perdida de la austeridad republicana a la pérdida
de valores democráticos y los mecanismos que llevan al Uruguay a perder la
institucionalidad en el proceso iniciado en octubre de 1972, el drama de
febrero de 1973 y la ruptura absoluta de la legalidad en el tránsito al 27 de
junio de 1973.
El reformismo batllista formuló un verdadero modelo de
desarrollo con un programa claro y con
algunos de esos puntos realmente concretados. Si partimos de los críticos del
modelo, el batllismo, visto desde la perspectiva contemporánea, fue una
transacción entre los sectores dominantes tradicionales vinculados al modelo de
explotación terrateniente con un nuevo plantel de políticos jovenes y
vehementes que veía en el Estado el lugar y el medio de lograr una justa
redistribución de la riqueza. Por lo tanto al decir del Dr. Caetano las bases
históricas dieron el soporte a las reformas:” vino nuevo en odres viejos”
En mi artículo anterior referido al Gral. Gestido y su
gobierno analizamos la incapacidad desde el Estado de contemplar las
necesidades sociales crecientes con la economía bajo empujes inflacionarios y
dependencia externa. Desde el punto de vista económico, su gobierno y luego el
de Jorge Pacheco Areco varió entre las reformas estructurales con un tinte
desarrollista de dificil aplicación en la realidad del país y que necesitaba
profundamente una concertación social con el liberalismo económico. Por otro
lado comienza una radicalización social y un autoritarismo creciente desde el
gobierno. Salta a la vista que la visón del gobierno fue apostar al peso de los
sectores dominantes de los grupos economicos principales de allí surgen como
ministros Pintos Risso, Pairano Facio, Frick Davies entre otros. El batllismo
en retirada desde el punto de vista ideológico lo resalta el historiador
económico Henry Finch al sostener que: (...) el sistema dejó de ser la
protección de los necesitados, para convertirse en la arbitraria distribución
de protección inadecuada como instrumento para limitar las tensiones sociales
en beneficio de los grupos políticos”
En la figura del General Oscar D. Gestido el ciudadano
uruguayo había visto en él la honradez, buena administración, autoridad y
responsabilidad. Al fallecer se le agrega al sentimiento ciudadano un
sentimiento de gran frustración que se suma al proceso inflacionario y al
aumento paulatino del accionar guerrillero del MLN tupamaros.
Gestido fallece a la 1 y 35 minutos del miércoles 7 de
diciembre de 1967 y a las 5 y 20 en una sencilla y dramática ceremonia en la
sede del Poder Ejecutivo, Jorge Pacheco Areco asume sus funciones como Presidente de la República y cita al Consejo
de Ministros a las 6 y 30 minutos. Confirmó previamente a los Inspectores de
las tres fuerzas armadas en sus cargos. Los Ministros en pleno presentaron
renuncia a sus cargos pero fueron ratificados en ellos.
Poco se conocía del nuevo presidente fuera del Partido
Colorado. No era un lider popular y tenía en ese momento 47 años. Había
estudiado derecho y había realizado una carrera periodística en el diario El
Día. Su origen partidario era innegable, descendía del Gral. Melchor Pacheco y
Obes y del Dr. Ricardo Areco y primo de los Batlle Pacheco. Integró la Cámara
de Diputados como primer titular de la Unión Colorada y Batllista. 72 horas
despúes de asumir el mando se dirige a la ciudadanía por cadena de radio y
televisión y anuncia que seguiría la
política económica de Gestido atacando la inflación, poniendo orden en las
finanzas buscando el desarrollo. Sostuvo en ese discurso: “(...) Todos deben
integrarse a la empresa de salvación nacional para rendir, a nuestro querido
presidente caído, el mejor de los homenajes, el de realizar la tarea que el se
había propuesto: El Partido Colorado, todo el Partido Colorado al cual pertenezco
y en cuyo sentido de responsabilidad y
en cuya vitalidad creo, como motor esencial y sustancial apoyo para el
Gobierno, la oposición, que acababa de dar prueba noble de patriotismo en su
conducta política, la ciudadanía entera de convicciones democráticas, que es,
finalmente, la que ha de juzgar y permitir que nuestra gestión tenga éxito. Si
es así habremos devuelto la prosperidad a nuestro Uruguay y la felicidad a
nuestro pueblo”
Pragmático y con gran celeridad el 12 de diciembre de 1967
Pacheco Areco disolvió el Partido Socialista, la Federación Anarquista del
Uruguay (FAU) el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO) el Movimiento de
Izquierda Revolucionario. Se clausuró el diario Epoca y el diario socialista El
Sol. El problema ahora mostraba con crudeza las distintas visiones sobre el
futuro del país. El gobierno veía una vinculación entre el PS, el MRO, Epoca y
los Tupamaros. El debate era sobre el respeto de los límites de las libertades
individuales y colectivas, de los pensamientos y de ese accionar por encima de
la ley.
La Guerrilla estuvo presente durante todo el mandato de
Pacheco Areco y siguió posteriormente. La sociedad de fines de los 60 estaba
polarizada y la pérdida de valores democráticos marcó todo este periodo. Los
dados que jugaban el golpe futuro giraban sobre la mesa.
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