martes, 10 de mayo de 2016
lunes, 9 de mayo de 2016
jueves, 5 de mayo de 2016
domingo, 1 de mayo de 2016
Batllismo y frentismo, una aproximación.
La rotación de los Partidos Tradicionales se muestra atacada
cuando en la década de 1950 surge la Liga Federal de Acción Ruralista,
comunmente definida como La Liga Federal.
Fue un movimiento masivo y popular que creció al margen de los Partidos
Tradicionales. Es el primer síntoma de ruptura del bipartidismo histórico en
nuestra vida política. Poco después, a comienzos de 1962 surge la Unión Popular
y el FIDEL. Es este el hito más importante de la izquierda uruguaya que decidió
captar votantes tradicionales reinterpretando sus tradiciones, con diferencias
pero con cierta similitud con el ruralismo. Los intelectuales y el giro un
tanto gramsciano de la estrategia de la izquierda comienzan a socavar la
historia partidaria tradicional desarrollada desde comienzos del siglo XX. El
revisionismo histórico, y la cultura
popular enfocada a viejos modelos de bienestar logró que la izquierda nacional
en los 60 tomara fuertemente la conciencia histórica nacional, los valores y
simbología partidaria tradicional. Posteriormente se enfoca en un discurso en el cual mediante la
articulación de la gran crisis de valores políticos y la economía que apretaba
los cinturones, logra el advenimiento de una opción nueva. Curiosamente la
izquierda se nacionalizó y construyó simultaneamente un discurso que mostró a
los Partidos Tradicionales como representantes de intereses extranjeros.
Posteriormente en la conformación del Frente Amplio, los sectores populares
encontrarán un espacio que le de respuestas a su visión de futuro. Sonia Scaffo
cita a Hugo Batalla durante el episodio en el cual Michelini comienza su
alejamiento de la lista 15, sostenía Batalla “ Es posible que fuera un camino
irreversible, yo hablaba muchas veces con Zelmar y le decía- Mirá Zelmar ni tu
ni yo queremos pelearnos con Batlle (Luis) pero la propia dinámica de los
hechos nos va a llevar a que nos peleemos con Batlle”. Mientras esto ocurría el
desarrollo inflacionario especulativo deteriora los recursos estatales y estaba
muy comprometida la gestión del gobierno tanto en el presupuesto, en el sistema
bancario y en el manejo del tipo de cambio. Esto se manejó mediante el
endeudamiento externo que trajo como consecuencia la eliminación de subsidios y
la rebaja de los salarios reales de los funcionarios públicos. Continuadas
devaluaciones no lograron detener la emigración de capitales. Dentro del batllismo la situación no era
sencilla, un artículo en Marcha analizaba la situación de la 15 y lo tituló: La
15 por dentro y marca claramente la convivencia muy dura entre tres grupos
enfrentados. Un joven Jorge Batlle oscilaba entre los tres grupos con una
tendencia haca Amilcar Vasconcellos y a Flores Mora. Lo curioso era que todos
conocían su profunda amistad con Alberto Abdala. En las elecciones internas se
presentan: Unidad y Reforma liderada por Jorge Batlle y Alberto Abdala, Por la
ruta de Luis Batlle integrada por Vasconcellos y Flores Mora y con la
legitimación de Enrique Rodriguez Fabregat. El tercer grupo, llamado el de los
senadores que la integraban entre otros Alba Roballo y Glauco Segovia. Todos
estos problemas internos fueron disociando el batllismo principista y sus diferentes interpretaciones liberales y
anticolegialistas. Más allá de la retirada de la lista 99, y de Alba Roballo con su grupo Pregón, el golpe
más duro fue cuando un viejo batllista, biógrafo de Don Pepe y ardorosos
defensor de la justicia social se retira también para integrar el nuevo
proyecto político denominado Frente Amplio
Enrique Rodriguez Fabregat recibió invitaciones de todos los
sectores que van a conformar el Frente Amplio. Era uno de los grandes
legitimantes ideológicos del futuro Frente Amplio como batllista radical y
principista. Su ideal de justicia social lo lleva a fundar el Comité de
Doctrina Batllista y sostenía: “ Los batllistas que estamos en el Frente Amplio
continuamos luchando empeñosamente por el triunfo de los principios y el
progreso de los principios que colocaron a nuestro país en el camino de la
democracia económica y social. Si blancos progresistas y batllistas
doctrinarios pueden estar en el Frente Amplio es, principalmente, porque el
Programa de Acción del Frente Amplio les da la oportunidad de continuar su
lucha frente a ambos sectores tradicionales que, pese a mantener divisa
distinta tienen un mismo objetivo oligárquico”
A partir de su fundación el Frente Amplio comenzó un
crecimiento electoral permanente, incluso con el impasse de la dictadura, hasta
llegar a la presidencia de la República en el 2005. El batllismo paso de ser mayoría
dentro del Partido Colorado a ser casi nominal en un partido que no deja de
perder su caudal electoral y que como sostuviera Rodriguez Fabregat , hace
varias décadas, tiene en su mayoría actual componentes conservadores que lo
diferencian muy poco del Herrerismo.
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