EL IMPERIALISMO
Tradicionalmente, el imperialismo es la dominación política, económica y cultural
de una nación poderosa sobre otra para establecer su dominio. A través de la
historia se han destacado varios imperios, como lo fueron el imperio romano,
que dominó Europa central y el mar Mediterráneo; el imperio azteca, en toda
mesoamérica; el imperio inca, que controló el centro de América; el imperio
español (en el siglo XVI y parte del siglo XVII), que constituía la primer potencia
mundial, dueña en Europa de Alemania, los países bajos (Holanda y Bélgica), en
Asia de las Filipinas y en América de toda Hispanoamérica; entre muchos otros
imperios.
El desarrollo de la revolución industrial en Inglaterra determinó el avance
imperialista, sobre todo por la búsqueda de materias primas y de mercados, y es
Gran Bretaña el prototipo de imperialismo capitalista al dominar una cuarta parte
de la población mundial: Gran parte de África, su colonia en la India (que
comprendía los actuales territorios de India, Pakistán y Bangladesh) y
protectorados en China, iniciados con la guerra del opio.
Después de la Segunda Guerra Mundial, son los Estados Unidos de
Norteamérica quienes toman el liderazgo del imperialismo, con una cierta
competencia de los otros polos de la tríada: Europa y Japón.
Hoy en día, imperialismo significa la articulación de todas las partes del mundo
en un sistema mundial único, caracterizado por las desigualdades de desarrollo,
no en función de lo que algunos llaman el retraso de ciertas naciones frente a la
prosperidad económica de otras, sino el dominio de las grandes empresas
trasnacionales con capital en varias partes del mundo.
Características del Imperialismo.
Para Lenin, el imperialismo se caracteriza por la creación de monopolios que
dominan la economía, y por la importancia cada vez mayor del capital financiero
frente al capitalismo industrial de la etapa anterior, hasta el punto que se
sustituye la exportación de productos por la exportación de capitales. Como
consecuencia de este proceso, se procede al reparto del mundo entre los trust o
cárteles financieros.
El imperialismo como sistema económico apareció en la segunda mitad del siglo
XIX debido al gran desarrollo industrial de los países europeos que los impulsa a
buscar nuevos mercados para sus productos, además de buscar materias
primas baratas y condiciones económicas aceptables para la inversión de sus
capitales, y estos requisitos se encontraban en América, África y Asia.
El imperialismo del siglo XIX y principios del siglo XX se distinguía por dos
características:
a) La quiebra de la hegemonía británica.
b) El crecimiento del capitalismo monopólico; es decir, del capitalismo
dominado por las grandes firmas resultantes de la concentración y de la
centralización de la producción.
Crisis de los Estados Modernos
Es a finales del siglo XIX que se descubre el petróleo como energético, lo que
permitió quintuplicar la producción energética, disminuir el tiempo para
producirla y a un costo mucho menor.
Así, el imperialismo toma la forma de un capitalismo monopólico donde la
potencia imperialista no es la que tenga el control de los abastecimientos, sino la
que es capaz de producir mayor cantidad en menor tiempo, con lo que se
apoderaría del primer lugar como potencia del mundo.
En general, las características que debe cumplir el capitalismo monopólico son:
a) El capitalismo es un sistema cuyo objetivo es acumular riquezas.
b) El capitalismo es una economía en expansión caracterizada por un proceso
que ahora llamamos globalización.
c) El capital de cada Estado-nación es arrastrado por la necesidad de controlar
el acceso a materias primas y del trabajo a la periferia.
d) Los Estados nacionales y sus corporaciones luchan por mantener abierta la
economía mundial a sus inversiones, pero no así a la de sus competidores.
Capitalismo monopólico de Europa y América.
La evolución de los países europeos durante el siglo XIX estuvo marcada por el
interés constante de las diferentes naciones de convertirse en una gigantesca
fábrica que necesitara abrir sus puertas a los productos primarios provenientes
de todo el mundo. La gran actividad industrial generada por la revolución inglesa
creció paulatinamente, profundizando la división del trabajo por la utilización de
máquinas cada vez más complejas que llevan al aumento de la productividad.
Así, los países industrializados se fueron perfilando como grandes potencias
frente a aquellos con industria incipiente o sin ella, provocando situaciones de
absoluta dependencia económica a nivel internacional, como Inglaterra, que
obtuvo, con las importaciones, los productos agrícolas y materias primas
necesarios a menor costo que si las produjera internamente y saldándolos con
manufacturas industriales. Inglaterra pudo así romper todas las barreras
comerciales en condiciones mucho más favorables que el resto de los países.
Para mediados del siglo XIX, el 75% de los productos manufacturados que se
vendían en el comercio internacional eran de origen inglés.
Francia, los Países Bajos y Alemania emprendieron la gran tarea de
industrializarse, adecuar sus sistemas de comunicación y transporte a las
necesidades creadas por los nuevos modelos de desarrollo industrial.
En equipo de tres personas y una vez analizado el tema determinen:
EJERCICIO 1
Tres características que cumplen los países imperialistas.
¿Qué determinó que los países se convirtieran en imperios?
Anoten los nombres de tres países imperialistas y expliquen por qué los
consideran como tal.
2. En la actualidad, ¿qué país consideran que cumple con las características de
un país capitalista monopólico
Historia Universal
A partir de 1870 inicia la concentración industrial, y los monopolios y las
asociaciones capitalistas crecen vertiginosamente. Se reparten los mercados o
las áreas de influencia donde colocan sus productos; fijan las cantidades de
esos productos, establecen los precios y distribuyen las ganancias entre sus
respectivas empresas. Los truts y cárteles son base fundamental de esta nueva
etapa. Grandes sectores de la vida económica, por efecto de estas asociaciones
de capitalistas, son sustraídos a la libre competencia.
En economía se denomina cartel o cártel a un acuerdo formal entre empresas
del mismo sector, cuyo fin es reducir o eliminar la competencia en un
determinado mercado. Controlan la producción y la distribución obteniendo un
poder sobre el mercado en el cual obtienen los mayores beneficios posibles en
perjuicio de los consumidores. Sus principales actividades se centran en fijar los
precios, limitar la oferta disponible, dividir el mercado y compartir los beneficios.
Un ejemplo claro es la OPEP.
Cuando el futuro económico de la industria británica se vio amenazado por la
competencia de Francia y Alemania, Inglaterra comenzó la colonización en
África, lo que le permitió obtener jugosas ganancias para el incremento salarial
de sus obreros propiciando el consumo, con lo que se potenciaba cada vez más
el crecimiento económico de Europa.
Con ello podemos concluir que la riqueza europea a principios del siglo XX tuvo
sus orígenes en la explotación de los recursos y de la clase trabajadora de sus
colonias.
La industrialización de Rusia y Japón aparecen de forma tardía
Los imperios coloniales más importantes de Europa antes de la Primera Guerra
Mundial son:
a) El imperio Británico: Controla rutas comerciales del mar Mediterráneo, Malta
y Gibraltar, y hacia América del Sur, la India y China. Controla enclaves
comerciales y militares en Singapur y Hong-Kong. En África tiene dominios
en Gambia, Sierra Leona, Ghana, El Cabo, Kenia, Uganda, Zimbabwe,
Nigeria y Somalia. Adquirieron las acciones egipcias del canal de Suez
(1875) y todo Egipto (1882) y Sudán. La India fue durante mucho tiempo el
núcleo fundamental del imperio británico.
b) El imperio Francés: Sus dominios van desde Indochina (Vietnam, Laos y
Camboya), hasta Argelia, Túnez, Senegal, Marruecos y Tailandia.
c) El imperio Alemán: Establece protectorados en África: En Namibia, Camerún,
Togo, Tanzania. En el Pacífico: Islas Marianas, Las Carolinas y Palau; ocupa
por la fuerza Tsingtao, China.
d) Imperio Ruso: Sus fronteras van desde Europa del Este (el Mar Caspio), todo
el norte de Asia hasta el Pacífico y Alaska en América.
En el reparto colonial hay otros países europeos que intentan consolidar sus
posiciones o hacerse también de algunas colonias.
Crisis de los Estados Modernos
EXPANSIONISMO NORTEAMERICANO:
En EEUU el militarismo norteamericano va ligado a su papel imperialista, tiene
raíces en su necesidad de apoderarse de la hegemonía mundial capitalista.
Inician sus ansias imperialistas una vez concluida su independencia de
Inglaterra, pero a diferencia de su madre patria, ellos comenzaron la explotación
económica de los países políticamente independientes a través de grandes
compañías, combinando las presiones económicas y el uso de la fuerza por
medio de intervenciones armadas cuando era necesario, dominando así a toda
América Latina, proveedora de materia prima para su naciente industria.
Durante la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos fue el proveedor principal de
armamentos, bienes, servicios y créditos a los países europeos. Posteriormente
a la guerra, este comportamiento siguió prevaleciendo, por lo cual resulta
victoriosa económicamente hablando, Aun cuando participa de lado de los
aliados, en su territorio no hubo ningún enfrentamiento militar, su infraestructura
y medios de comunicación permanecieron intactos. Por más de 20 años, las
empresas norteamericanas tuvieron un crecimiento positivo hasta la llegada de
la gran depresión, en 1929
A mediados del S. XIX sus ansias de dominio se cristalizan en la guerra contra
México (1846-1848), donde se apodera de más de la mitad del territorio
mexicano (2 millones 500 mil km2, a cambio de los cuales se comprometió a
pagar 15 millones de dólares), y a finales del siglo XIX, después del apoyo al
movimiento de independencia de Cuba contra el dominio español, donde
cambió definitivamente el rumbo hacia una política claramente expansionista. Es
en este país antillano que logró una enmienda dentro de su Constitución: La
“Enmienda Platt”
En 1920, ante el Congreso de su país, Thomas W. Wilson da su versión del
destino manifiesto y establece que la misión de EUA es ser líder mundial para la
causa de la democracia. Esta visión crece más después de la II Guerra Mundial.
Es en 1923 que se establecen las bases del dominio estadounidense al crearse
la “Doctrina Monroe”, cuando el presidente James Monroe interpreta como
peligrosa para la paz y seguridad toda tentativa europea de recuperar o extender
su dominio sobre el continente americano y se sintetiza como
“AMÉRICA PARA
LOS AMERICANOS”.
La doctrina Monroe, junto con el DESTINO MANIFIESTO, publicado en 1845,
será el eje de la política imperialista norteamericana.
Como ya te habrás dado cuenta, las intervenciones de EEUU son numerosas a
través de su participación militar directa (guerras, envío de fuerzas armadas) e
indirecta (sostén logístico de gobiernos o de movimientos, actividades del
servicio de espionaje), entre las que se pueden citar:
EL DESTINO MANIFIESTO
JOHN SULLIVAN (1845)
Afirma que el cumplimiento del destino de los estadounidenses es
“extendernos por todo el continente que nos ha sido asignado por la
providencia, para el desarrollo del gran experimento de libertad y
autogobierno”.
ENMIENDA PLATT
Ley del Congreso de EEUU
impuesta a la Constitución
Cubana por el apoyo militar
en contra del dominio
español, bajo la amenaza
de que de no aceptarse, la
isla permanecería ocupada
militarmente. Ésta
enmienda concedía a los
estadounidenses:
*Intervenir militarmente en
la isla en caso necesario.
*La isla cedería una
porción del suelo cubano
para la ubicación de bases
navales y carboneras.
Hasta la fecha existe la
base militar de
Guantánamo, al sur de la
isla.
Algunas intervenciones
La enmienda Platt en Cuba (1901).
El apoyo a la construcción del Canal de Panamá, con lo que logra
soberanía a 8 Km en cada lado de la franja del canal (1914-1999).
Guerra en Corea (1953)
Apoyo a Israel en la Guerra de los Seis Días contra países árabes
(1967).
Guerra contra Vietnam (1965-1975).
Guerra fría (1945-1991)
Guerra en Kuwait (guerra del Golfo Pérsico, 1991)
Golpe de Estado de Chile (1973)
Guerra en Afganistán (2001)
Guerra en Irak (2003).
Al término de la Segunda Guerra Mundial, el capitalismo monopólico presentó
sus propias características específicas. La más importante fue el reemplazo de la
hegemonía británica por la de Estados Unidos de Norteamérica sobre el
conjunto de la economía capitalista mundial; otra más fue la existencia de la
Unión Soviética, que creó espacios para los movimientos revolucionarios del
Tercer Mundo (Asia, África y América Latina).
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