Los antecedentes los encontramos durante la presidencia
de Martínez Trueba y el proceso de Reforma Constitucional. La visión de Don
Pepe en los clubes partidarios fue utilizada en buena forma por Luis Batlle. No
tanto con aquella visión de escuela ciudadana ahora como engranaje muy bien
lubricado de maquinaria electoral. En la cual la esperanza de un futuro mejor
ingresado en las filas del Estado hacía trabajador duro a muchos compatriotas
en un momento en el que funcionario estatal era motivo de orgullo y bienestar.
Se facilitaban trámites ante el Estado y como lógica consecuencia comienza un
crecimiento exponencial de la burocracia estatal, lejana al Modelo Batllista de Desarrollo de comienzos
del siglo XX. A esto le debemos sumar los nuevos medios de comunicación masiva
que presentaban bondades y promesas de los candidatos políticos. La
multiplicidad opciones y candidatos no fue ajena al Partido Colorado y
presenta en la primera elección de la
década de 1950 tres formulas. El batllismo dividido entre la la lista 14 y la
lista 15. La 15 presenta la formula Andrés Martinez Trueba – Alfeo Brum; la 14
a César Mayo Gutierrez- Lorenzo Batlle Pacheco en tanto los sectores independientes
agrupaban a blanco acevedistas, baldomiristas y terristas conforman la formula
Eduardo Blanco Acevedo-Cyro Giambruno. El tema excluyente era la Reforma
Constitucional que surge de iniciativa del Presidente del República. Ante el
proyecto Colegiado, juzgado de muy diversa formas tanto por colorados como por nacionalistas, queda claro que el apoyo
al proyecto se realizará en forma vehemente por el catorcismo que seguía a
rajatabla la ortodoxia de los objetivos delineados por Don Pepe. El propio
Herrera con su pragmatismo antibatllista sostuvo, según su biógrafo, Eduardo
Victor Haedo: “ Si, a entrar en el gallinero del vecino y comerle algunas
gallinas…El Colegiado, entrar en él y limar las uñas de este régimen dueño de
todos los resortes del poder, debilitar al adversario y tenar, sin miedo y con
decisión la victoria que merecemos”
El plebiscito que la
ratificó se realizó el 16 de diciembre de 1951 y la Constitución entró en vigencia
el 25 de enero de 1952. La población en general se abstuvo votando solo el 37%
de los inscriptos 429670 votos ganando por solamente 40000 votos. Los seis
Colorados electos fueron Andrés Martinez Trueba presidente por todo el período,
Francisco Forteza y Antonio Rubio por la 15, Héctor Alvarez Cina y Luis Alberto
Brause por la 14 y Eduardo Blanco Acevedo. Durante este periodo, el primer
Consejo tuvo problemas tanto en lo nacional como en lo internacional. Comienza
una política internacional proteccionista lo que hace bajar los precios de la
lana y la carne, comienza un proceso inflacionario, perdida del salario real y
como lógica consecuencia agitación social y sindical. Las Medidas Prontas de
Seguridad fueron adoptadas por primera vez en marzo de 1952 con motivo de una
huelga en Salud Pública y luego en Setiembre de ese mismo año por una gran huelga en ANCAP. Epoca de Guerra
fría y vinculación cada vez más cercana
a los EEUU- Luis Batlle Berres desde los editoriales del diario Acción
manifestaba una gran discrepancia con el gobierno y sostenía en varios
artículos: “ Medidas de seguridad, no; una libre y amplia discusión con los
obreros, si. He ahí la diferencia en lo social entre ellos y nosotros” Acá,
además, comienzan las cuotas políticas para ingreso a la administración
pública, la ley de autos baratos, y la pérdida de imagen del sistema político
en la opinión pública.. También comienza su predica la Liga Federal de Acción
Ruralista, liderada por Benito Nardone, el periodista de El Día y ex-batllista
fundó la liga primero con fines gremiales y luego con lógica política. "Sonaban los acordes del Pericón
Nacional, de Gerardo Grasso, y sobre los mismos un locutor anunciaba: Con
ustedes, Chico Tazo. De inmediato irrumpía una voz levemente metálica: Nuestro
saludo de todos los días a los productores rurales del país y de los países
vecinos... Con este mensaje, repetido diariamente por las ondas de Radio Rural
a las 11:30 de la mañana, un hombre cambió la historia de este país(
Maiztegui,Caudillos,2012 Pág. 352)
El lider ruralista había nacido en Montevideo el 22 de noviembre de 1906, en el hogar formado por Nicolás Nardone y Rosa Cetrullo. Su padre, inmigrante italiano, era obrero portuario y se desempeñaba en el servicio de remolcadores. Jefe de una familia de modestos recursos, vivía en la zona portuaria en la calle 25 de agosto, donde nace Benito.
"Nardone carece de los tres instrumentos que tradicionalmente abren las puertas de un futuro político. No tiene ni título, ni apellido, ni dinero" El 1 de marzo de 1955 asume el nuevo colegiado con mayoría batllista y definitivamente quincista. También ocupa el colegiado por la minoría Luis Alberto de Herrera, Ramón Viña por el herrerismo y Daniel Fernández Crespo por la corriente popular nacionalista. El drama del batllismo fue sus divisiones y la necesidad de lograr acuerdos entre la 14 y la 15 para poder alcanzar gobernabilidad en el Parlamento. A la crisis política s ele suma una crisis económica que erosionaba sus vínculos con el electorado que se basó en el apoyo social a diferentes sectores de la actividad nacional. En este marco el sector agropecuario comienza a reclamar el fin del dirigismo y control de cambios, eliminar el proteccionismo al sector industrial. Los industriales por el contrario exigen mayor control de la competencia externa y que dejara de intervenir en la regulación entre el capital y el trabajo.
El lider ruralista había nacido en Montevideo el 22 de noviembre de 1906, en el hogar formado por Nicolás Nardone y Rosa Cetrullo. Su padre, inmigrante italiano, era obrero portuario y se desempeñaba en el servicio de remolcadores. Jefe de una familia de modestos recursos, vivía en la zona portuaria en la calle 25 de agosto, donde nace Benito.
"Nardone carece de los tres instrumentos que tradicionalmente abren las puertas de un futuro político. No tiene ni título, ni apellido, ni dinero" El 1 de marzo de 1955 asume el nuevo colegiado con mayoría batllista y definitivamente quincista. También ocupa el colegiado por la minoría Luis Alberto de Herrera, Ramón Viña por el herrerismo y Daniel Fernández Crespo por la corriente popular nacionalista. El drama del batllismo fue sus divisiones y la necesidad de lograr acuerdos entre la 14 y la 15 para poder alcanzar gobernabilidad en el Parlamento. A la crisis política s ele suma una crisis económica que erosionaba sus vínculos con el electorado que se basó en el apoyo social a diferentes sectores de la actividad nacional. En este marco el sector agropecuario comienza a reclamar el fin del dirigismo y control de cambios, eliminar el proteccionismo al sector industrial. Los industriales por el contrario exigen mayor control de la competencia externa y que dejara de intervenir en la regulación entre el capital y el trabajo.
Dentro de toda esta gama de situaciones el accionar del gobierno
colegiado fue difuso, estático y con falta de reflejos para sostener la
situación en medio de una creciente crisis. Cuando Luis Batlle abandona la
presidencia del Consejo Nacional de Gobierno las señales del gobierno no fueron
suficientes para limitar o detener la creciente pérdida de credibilidad. Se
desarrolla una política de vaivén favoreciendo a un sector hoy y luego a otro
dejando al primero a su suerte. Esto fue utilizado inteligentemente por la
oposición política muy virulenta dentro del propio Partido Colorado. Queda
claro que la hegemonía dentro del Partido no la tenía el quincismo, tampoco el
catorcismo y que la brecha entre ambos sectores provocaría una escisión
dentro del paraguas ideológico del batllismo. Según relata Amilcar
Vasconcellos, el 9 de mayo de 1956, como consecuencia de una interpelación
realizada por el Senador de la 14 Carlos Mattos, el Ministro de Salud Pública
Dr. Julio Estrella presenta renuncia y esta situación llevó a la ruptura
definitiva entre ambos grupos batllistas. A partir de allí la 15 debió gobernar
sin respaldo parlamentario. No debemos olvidar que desde el año 1956 el
ruralismo, el herrerismo y los colorados reformistas cuestionaban con dureza al
gobierno y las palabras de Benito Nardone suenan fuerte aun hoy: “ …el Sr. Luis
Batlle Berres le está costando demasiado caro al país” fue el puntapié inicial
de la futura alianza herrero-ruralista que llevaría al gobierno a los blancos
en las próximas elecciones.
El año 1958 marca lentamente el fin del proyecto batllista en una lenta
agonía que llegará con la reforma de 1966 y con el advenimiento del proceso
Gestido-Pacheco Areco-Bordaberry que culminó en el Golpe de Estado de 1973.
Si las elecciones de 1958 habían determinado un primer intento de
cambiar al país provocando la rotación de partidos en el poder, las elecciones
de 1966 marcaron aun con más fuerza ese sentimiento, no solo con una nueva
rotación partidaria sino también con una nueva Constitución.
Es claro que los gobiernos desempeñan un papel importante en el control
de las élites y en generar una justa, o por lo menos lo más, redistribución
de la riqueza. Quizás el primer paso es la igualdad ante la Ley. Desde el punto
de vista económico, los liberales desde Locke a Hayek siempre se mostraron
reacios a una distribución forzada de la riqueza obligada por el Estado. Los
ejemplos cercanos son las políticas de redistribución populista argentina bajo
el kirchnerismo o el chavismo.
En 1965 nuestro país transitaba el último año del segundo colegiado de
mayoría nacionalista sin poder solucionar las nuevas condiciones
económico-sociales del momento. El peso uruguayo se devaluó fuertemente, el U$S
pasó de $11 a $ 80 y la inflación determinó huelgas y conflictos laborales muy
fuertes. Además desde 1964 se había constituído la Convención Nacional de
Trabajadores (CNT) que unificó el movimiento gremial detrás de una dirigencia
esencialmente marxista con la lucha de clases como principio doctrinario.
Además para completar el marco fallecen importantes referentes políticos como
Benito Nardone, Luis Batlle Berres y Daniel Fernández Crespo. El Partido
Colorado estaba dividido entre la 15 que dirigía Jorge Batlle Ibáñez, la 14
dirigida por César Batlle Pacheco y la 99 dirigida por Zelmar Michelini. De la
15 se escinde Amilcar Vasconcellos y los senadorees Carrere Sapriza, Alba
Roballo, Glauco Segovia que pasan a apoyar a Oscar Gestido en la Unión Colorada
y Batllista. De la lista 99 se separaba Renán Rodriguez. En las elecciones gana
el candidato colorado Gestido. Había sorpresa en el resultado, incluso por la
problemática de conformar las listas y sobretodo la formula. La vicepresidencia
se le había ofrecido a Héctor Luisi, a Lacarte Muró y finalmente a Jorge
Pacheco Areco. La imágen de Gestido de hombre honrado, austero y buen
administrador fue determinante en las opciones del electorado. Gestido había
tenido una excelente gestión en AFE, hablaba poco, no aceptaba el halago facil
y mostraba verdadera preocupación por la situación del país.
En la formación de su equipo de gobierno, Gestido, mostró claramente dos
líneas de acción:
1) Gobernar con todo el Partido Colorado.
2) Integrar técnicos calificados de otras tiendas, por ejemplo el
Cívico, Horacio Terra Arocena en INVE.
El clima político era complejo. No había una oposición orgánica al
gobierno pero se hacía sentir el accionar del Movimiento de Liberación
Nacional Tupamaros y una cierta desorientación de los distintos sectores
politicos. El 2 de marzo de 1967 se interviene la Caja de Jubilaciones y el 16
la estabilización de precios por ley durante 60 días. En su discurso del 25 de
julio Gestido resaltó su decisión de acabar con el caos imperante en la
sociedad decidido a que el país no ingresara en la Ley de la Selva- El 19 de
octubre se implanten las Medidas Prontas de Seguridad. No se
trataba de un estado de sitio ni de un apartamiento de la Constitución, puesto
que la Carta Magna prevé, en el numeral 17 del artículo 168, la adopción de
este régimen excepcional. Pero muchos analistas lo analizan como un
“paréntesis” en el orden institucional, en la medida que habilita al Ejecutivo
a censurar prensa, a coartar la libertad de reunión, a proceder a detenciones
arbitrarias, etcétera. El problema de esta medida se vio en que las
primeras víctimas de las medidas fueron los ministros de Hacienda, Amílcar
Vasconcellos, de Industria y Comercio, Zelmar Michelini, de Obras Públicas,
Heraclio Ruggia, y de Trabajo, Enrique Véscovi, quienes presentaron su renuncia
en desacuerdo con la adopción de las medidas.
Según Carlos Real de Azúa la situación que enfrentó Gestido estaba en “
...el marco de que la gente común había empezado a descreer de los políticos,
que si bien seguían repartiendo algunas prebendas de una torta cada vez más
chica, habían sancionado una serie de leyes que les daban beneficios realmente
importantes( sueldos, jubilaciones anticipadas y altas, autos baratos) en
detrimento del conjunto de la población” Por otra parte Henry Fynch señala que
“ el gobierno del General Gestido no intentó imponer, en un principio, un
programa estabilizador. Hasta poco antes de su muerte, el nuevo mandatario se
resistió a la reinicio de los contactos con el FMI prefiriendo buscar apoyo
popular para un política desarrollista sobre la base de su prestigio como
administrador y de su relativa independencia con respecto a la política
partidaria. Su experiencia terminó en noviembre de 1967 con una nueva
devaluación del peso de 98 a 200 unidades por U$S en el mercado oficial de
cambios”
Gestido era un hombre serio, responsable y austero su gobierno fue
precedido por un programa coherente que no pudo hacer frente a la guerrilla, la
crisis económica y al sentimiento de pesimismo de la sociedad uruguaya. Su
fracaso fue el fin del Uruguay liberal y de austeridad republicana. Otros
vientos soplarían luego de su muerte dando paso a una crisis de valores democráticos
que dio paso a la pérdida de la institucionalidad pocos años después.
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