Datos personales

domingo, 7 de julio de 2013

Las Sociedades Literarias, Prudencio Vázquez y Vega y el jóven Batlle en 1875. Por Luis Victor Anastasía.

Las Sociedades Literarias, Prudencio Vázquez y Vega y el jóven Batlle en 1875. Por Luis Victor Anastasía.


En la primera conferencia que se conoce de Prudencio Vázquez y Vega, "Las Sociedades Literarias", publicada en el periódico fundado por Teófilo Daniel Gil, "La voz de la Juventud", encontramos presentes los temas y el estilo del autor y de la generación que logró nuclear en torno a su voz. Voz de la juventud, como el nombre del periódico en que aparecen sus primeras publicaciones de una juventud que ya en 1875 se expresaba de un modo distinto a como lo hacia la generación anterior. Estas sociedades literarias son la renovación radical de un grupo juvenil: el desarrollo de la ciencia no es independiente de la libertad; no hay progreso sin pureza cívica; no hay cultura social sin justicia.
Los violentos acontecimientos de comienzos de 1875, la ruptura de las instituciones y de la paz, que ahora se veían nuevamente sustituídas por formulas de fuerza como único medio de apuntalar el orden económico y el orden social, hicieron que, de parte de algunos jóvenes, se proclamase que el progreso, se proclamase que el progreso, aislado de la libertad y de la justicia, aislado por lo tanto del derecho, era solo llanto para la patria. El comienzo del discurso de Vázquez y Vega sobre el objetivo de las sociedades literarias marca con claridad  la afirmación de lo que niega al Estado se concentra en una práctica de fuerza del poder: "La Patria gime y llora y el progreso general sonríe. El pueblo oriental permanece enmudecido, en tanto que la ciencia se desarrolla y marcha. El ciudadano gime porque se le usurpan sus derechos; y el amigo de las sociedades científicas y literarias, corre a quemar incienso a sus altares; ved, pues, la antítesis que pone en revolución mi espíritu y agita sin cesar mi pensamiento"(...)"El Club Fraternidad no tiene más fin que el legítimo de la perfección del hombre, en este club están los principios más fecundos de la cultura social, por eso constituye el destello más brillante de la civilización progresiva del pueblo" Para Prudencio el progreso se legitima por la perfección del hombre. Las asociaciones de los hombres para el desarrollo de la ciencia no pueden prescindir de este objetivo, el único legitimante. Este es el saber animado por "los más puros principios de moralidad y de justicia", es el saber de unión del hombre consigo mismo, con sus semejantes y con la naturaleza. Estas son las verdaderas tendencias progresivas de la época. Vanos serán los intentos despóticos por sofocarlasw, "porque la civilización avanza, porque las sociedades literarias han de proclamar siempre la justicia, la libertad y el derecho"(...)mi amor por esas sociedades es inmenso porque existe en mi alma una tendencia innata, una aspiración sublime, tendencia y aspiración que se encuentran realizadas en las sociedades como en el Club Fraternidad, en todo centro científico donde se aspire sin esfuerzo el ambiente purísimo de los conocimientos humanos"
Aquí está un sentimiento compartido por la minoría de los jóvenes que está organizándose de nuevo en las nuevas sociedades. Ciencia, amor al conocimiento y al semejante, el conocimiento identificado por la pureza del ideal de la humanidad, conciencia de totalidad para la libertad y para la justicia: estos son temas centrales constantes del pensamiento krausista que leen en traducciones del krausismo español de la década del setenta. Tengamos presente que en este Club Fraternidad del barrio La Aguada esta integrado por José Batlle y Ordóñez, con diez y ocho años, el que será, pocos años después el conductor de su generación.

Ver:
Anastasía, Luis Víctor en Vázquez y Vega, Prudencio. Estudios, selección de textos y discursos, Páginas 27 y 28, serie cuadernos. Fundación Hanns Seidel, Montevideo, mayo de 1988.

Aproximación a Pedro Figari. La educación y el mundo del trabajo.


Aproximación a Pedro Figari. La educación y el mundo del trabajo.


PedroFigari (1861-1938). Un ejemplo contemporáneo.

“Porfortuna, cada vez más es Sancho quién toma las riendas del gobierno humano. Elreino del gran hidalgo ha terminado. Parece ya indudable que conviene a laespecie humana proceder con un criterio más práctico y por mediosexperimentales, al ensanche paciente de sus conocimientos, de su recursos deacción” Pedro Figari, en Arte, Estética, Ideal[1]
La famade pintor de Figari dejó de lado su multifacética capacidad en el campo de lafilosofía y de la política. En 1912 publico el libro “Arte, Estética, Ideal” y pasó casi sin atención por los círculosintelectuales del país. Era conocido como penalista y político Colorado, elpropio Domingo Arena  lo recuerda en  la redacción del diario El Día Después llegóFigari, el glorioso pintor, de un tesón extraordinario; se convirtió en grancompañero nuestro. En forma comunicativa nos embarcó a todos en la defensa delcaso Almeida”[2](Lagrotta, Miguel, Domingo Arena realidades y Utopías, Arca, Montevideo 2010).
En la obra,que tiene éxito en Paris y que alcanzará su segunda edición en 1926 nospresenta con claridad un pensamiento panteísta y vitalista que lo convierte enel primer metafísico uruguayo (Claps, 1968). Defiende un materialismoestructuralista, donde aparecen claramente elementos y niveles de lo real. La teoría del conocimiento, la estética,la filosofía de la religión, la cultura y la antropología so los conceptosdesarrollados en profundidad en su obra. Fue ua época muy rica en planteos,José Enrique Rodó proyectó un modelo para América Latina, Vaz Ferreira un modode pensar y Figari aplicó sus ideas a la práctica educativa. El concepto deindividuo como realidad individualizada y la estructura como forma de explicarlas formas, esta concepción lo llevó a a una visión democrática cada vez másprofunda. Lo trascendente de su pensamiento pedagógico esta representado en elproyecto que presentó al Consejo de la Escuela de Artes y Oficios en 1910:“Reorganización de la Escuela de Artes y Oficios. Proyecto de programa yreglamento superior para la transformación de la Escuela Nacional de Artes yOficios en Escuela Pública d Arte Industrial, presentado al Consejo e la sesióndel 23 de Julio de 1919 por el Doctor Pedro Figari” El propio Figari escribe enCultural Practica Industrial: “Es indispensable llenar la necesidad primordialde producir riqueza, que es angular e la sociedad. ¿Qué puede hacer el teórico,que no sea enrolarse en las filas del burócrata, o en la de intermediarios queviven sirviendo de algún modo, es verdad, pero siempre a expensas delproductor(…)” Siguiendo el pensamiento del Dr. Sanguinetti en la obra citada.El comienzo del proceso reformista de la Escuela de Artes y Oficios, trabajosopero alentado por el Presidente Viera, muestran que las ideas del Dr. Figarinunca alcanzaron niveles de aceptación total, y tuvo discrepancias con JoséBatlle y Ordóñez, que establecía diferencias entre la educación liceal y laindustrial o como sostenía la Prensa de la época: “El que económicamente puedeal Liceo; y el que no, a la Escuela Industrial…[3]En definitiva Figari  tuvo unatrayectoria polifacética, de autentica humanidad y de un desarrollo intelectualadmirado por sus contemporáneos.
Algunosdatos biográficos. Tomados del prologo de Clasicos Uruguayos y escrito porArdao:
 Nació en Montevideo el 29 de junio de 1861, depadres italianos, realizando en esta ciudad todos sus estudios, que lo llevan arecibirse de abogado en 1886, siendo designado Defensor de Pobres en lo Civil yen lo Criminal. Año trascendente este de 1886, pues a los hechos antesseñalados debemos agregar su casamiento con Maria de Castro Caravia y elcomienzo de un prolongado viaje a Europa.  De este, recién regresa en1893, fundando el mismo año el diario "El Deber", en Montevideo, delcual es codirector. A la vez, ejerce su profesión de abogado y tres años mástarde es electo diputado y reelecto por otro periodo de tres años; ingresa alConsejo de Estado en 18 98 y en 1903 figura como Promotor y Secretario de unCongreso de Notables para tratar la Reforma Constitucional. Electo Presidentedel Ateneo de Montevideo en 1901, tiene en ese Instituto del libre pensamientodiversas responsabilidades, hasta que en 1913 viaja a Francia. En 1915 esdesignado Director de la Escuela Nacional de Artes y Oficios y encargado dellevar a buen término la reforma por él propuesta en 1910.
En suplan general de organización de la Enseñanza Industrial Figari escribe:
“PartePrimera.
Mediante una educación apropiada, este pueblo puedeproducir como cualquier otro de la tierra.
Debemostener gran confianza en las aptitudes de nuestra raza para trabajar(…)Ante todohay que enseñar a trabajar. Todos los alumnos de todas las escuelas debeaprender a trabajar, trabajar prácticamente. Hay que acostumbrar a la mentalidad,desde la infancia,a asociar el ingenio a la acción y fundamentalmente al finproductor. (…)es cierto que en las escuelas, liceo y universidades se enseñamatemáticas, física, química, botánica y otras ciencias naturales(…) pero es unespejismo del conocimiento que solo habilitan para perorar(…) se forma unaclase proletaria infeliz y estéril a pesar de su brillo: el proletariadointelectual que pesa como una calamidad en ciertos países”[4]


Lacultura de la responsabilidad, la vinculación de nuestros alumnos al mundo yresponsabilidad del trabajo, tan necesaria hoy, fue analizada por Figari hace103 años.

Prof.Miguel Lagrotta (IPA-Claeh)
Ver:
Figari,Pedro. Educación y Arte. Serie edición homenaje, Volumen 12, CETP, 2010
Lagrotta,Miguel J. Domingo Arena, realidades y Utopías, Arca, 2010
Sanguinetti,Julio M. El Doctor Figari. Aguilar, Montevideo. 2002.



[1]Sanguinetti, Julio  María. El Doctor Figari. Aguilar, Montevideo,2002. Página 155.
[2]Es un largo proceso que tiene al Dr. Figari como abogado defensordel Alférez Almeida Acusado de matar a Tomás Butler tesorero de un Club delPartido Nacional. El proceso se inicia el 14 de octubre de 1895, el 12 de juniode 1899 se publica en El Día una crónica con retrato del Dr. Pedro Figari yEnrique Almeida. El proceso toma forma de folletín y recién va a culminar conel reconocimiento de la inocencia de Almeida, probada por Figari en 1899, en1925.
[3]Sanguinetti, Obra citada, Página 138.
[4]Figari, Pedro. Educación y Arte. Serie edición Homenaje página 113. CETP 2010.

El liberalismo principista, las Cámaras Bizantinas y el avance de la secularización, por Manuel Claps.

El liberalismo principista, las Cámaras Bizantinas y el avance de la secularización, por Manuel Claps.


La generación de la Revista Literaria profundamente preocupada por la anarquía y la inestabilidad política del país, trata de buscar soluciones mediante la elaboración de proyectos. Desde la Profesión de Fe racionalista que expresa su definición en el terreno filosófico hasta la actividad periodística y política. No puede dejar de mencionarse la importancia del diario "El Siglo" y la que se llamó su cenaculo. En 1868 se reunían en su redacción Carlos de Castro, Gregorio Pérez Gomar, Adolfo Vaillant, Pedro Bustamante, José Pedro Varela, José Pedro Ramírez y José Ellauri y otras figuras de la élite intelectual montevideana. La mayoría hacía sus primeros pasos en política.
De este grupo surge el Club Libertad de muy corta vida y formado por mayoría de jóvenes colorados. De este club se dividen sectores dando orígen a la formación del Club Radical del periódico Bandera Radical y del Partido Radical. Por otro lado los jóvenes blancos fundan el Club Nacional y el diario La Democracia. El radical adopta bajo la dirección de Varela y Ramírez una postura antitradicionalista y propone un programa de acción política inspirada en el liberalismo constitucionalista. El Club Nacional se opone a la perpetuación de partidos personalistas y redacta también su programa realizado por Agustín de Vedia. 
En la elección de 1872 logran llevar por medio de un sistema de listas mixtas a varios de sus integrantes a las cámaras. Desde allí presenta proyectos de distinto alcance, son las llamadas Cámaras Bizantinas. En ellas el liberalismo principista encontrará privilegiado campo de acción desarrollando su actividad política.
El fundamento de su doctrina política lo constituía la afirmación de los derechos individuales y su defensa total. Como esencia de ellos se encontraba la noción de libertad:" La libertad como punto de partida, la libertad como medio, la libertad como fin". Sus maestros de filosofía política eran Benjamin Constant, Alexis de Tocqueville y otros. La libertad del individuo articulaba en varios aspectos: Libertad de conciencia, de prensa, de profesión, de propiedad y de comercio.
La función del Estado debía limitarse solamente a mantener la seguridad general y garantizar el usufructo de las libertades. Una cuidadosa delimitación de poderes aseguraba el libre juego de los individuos y de las instituciones. La síntesis doctrinaria que profesaban constituían un término medio entre las tendencias conservadoras del liberalismo francés luego de la Revolución Francesa y las tendencias democráticas del igualitarismo de perfil roussoniano. A ello se agregan los pensadores norteamericanos.
Con este fondo ideológico y fieles a su programa los principistas proponen varias reformas, en primer término la de la Constitución de 1830 de la que afirmaban" que a pesar de no haber imperado un solo día con verdad y provecho, los partidos políticos se empeñan en mantener como un símbolo inviolable, sin serles incómodas como norma practica de acción".
Luego propones la democratización del sistema electoral, la separación de la iglesia del Estado, la reorganización de la justicia y la reforma de la educación.
Todos estos proyectos aparecen de la mano de jóvenes intelectuales con grados de fanatismo ideológico que pasó a denominarse Liberalismo Principista, cuyos éxitos sin duda la reforma vareliana en la educación seguidor del proyecto de Agustín de Vedia que pasó a la Historia con la denominación Ley de Educación Común en 1877 y el proyecto del Registro Civil en 1879 asegurando dos pasos más en el proceso de secularización.

Ver:
Clap, Manuel. Liberalismo Principista, en Masones y Liberales, Enciclopedia Uruguaya número 27, Página 137. ARCA, Montevideo, enero de 1969.

GEOHISTORIA. Apuntes Historia, Ciencias Sociales y Arte elaborados por Sira Jara: Utopía: la ciudad ideal de Thomas Moro

GEOHISTORIA. Apuntes Historia, Ciencias Sociales y Arte elaborados por Sira Jara: Utopía: la ciudad ideal de Thomas Moro: Hoy en día sabemos que el término "utopía" significa algo inalcanzable, ideal e imposible de conseguir. Pero dónde está el orig...