lunes, 21 de mayo de 2018
domingo, 6 de mayo de 2018
Artigas: Liberal, republicano, federal y popular.
Artigas: El hombre y su visión. Liberal, republicana federal y popular.
“Solo me encuentro; pero cuanto más solo me encuentro tanto más
fuerte me siento” Ibsen
La vida de Artigas la podemos ordenar para su estudio en cuatro
períodos bastante diferenciados: La infancia y la juventud entre 1764 a1797, su
formación militar en el Cuerpo de Blandengues 1797 a 1811, entre 1811 y 1820 su
etapa trascendente y finalmente entre 1820 a 1850. Finalmente su legado que es
el tema que nos ocupa, la vigencia en pleno siglo XXI de su visión política,
económica y social. Se debate mucho sobre revisionismo histórico sobre la
Historia Oficial y los fundamentalismos partidarios que según las coyunturas
enalteces o destruyen a figuras importantes de las “historias nacionales”. En
general los caudillos federales rioplatenses fueron reprimidos. En nuestro país
los estudios sobre José Artigas, su vida y su legado siguen un camino
interpretativo permanente. Este quizás es el primer punto a tratar, nuestro
principal referente histórico siempre está en discusión.
L a Historia nacional siempre procuró con mayor o menor pasión
darle contenido a idea de Nación, y en ese afán la figura de Artigas siempre
fue ineludible. Eduardo Acevedo con su “Alegato histórico”, la Zorrilla de San
Martin con su “La epopeya de Artigas” y Héctor Miranda con “Las Instrucciones del
año XIII. Muchos años después en 1950 la excelente recopilación de estudios
publicados en “El País” con el título: “ estudios publicados en El País como
homenaje al Jefe de los Orientales en el Centenario de su muerte
Como en toda América, también el Río de la Plata fue escenario de
luchas por la tierra. El liberalismo y la revolución que se desarrollan en
España y en hispanoamérica a partir de 1808 producen ardientes debates sobre la
propiedad de la tierra. La visión francesa sobre el tema era el emanado de la
Revolución francesa del derecho absoluto sobre la propiedad. En España fue en
Cadiz donde imponen al absolutismo de Fernando VII los derechos de propiedad
individual eliminando la visión colectiva de la tierra.
La obra de Artigas esta siempre inmersa en una lucha permanente,
la consecuencia de las mismas fue la posterior independencia de la Provincia
Oriental, pero fue un accidente, una transacción no un fin de su ideario. La
visión de Artigas era regionalista y republicana enfrentándose con las ideas
monárquicas que predominaban en los principales actores del período. Este fue
uno de sus éxitos América estuvo libre de coronas y título nobiliarios.
En el Convento de San Francisco se forjó el espíritu republicano
de Artigas, no se trataban allí abiertamente asuntos revolucionarios no eran
subversivos pero estudiaban a Rousseau y Montequieu y Aristóteles con los
análisis de Monarquía, Aristocracia y Democracia. La constitución de los
Estados Unidos en los escritos de Jefferson
en los cuales las críticas a las monarquías europeas con su siempre
presente negación de los derechos del Hombres y l falta de libertades
individuales lleva siempre al análisis del proceso absolutista español.
Cuando
estalla la Revolución de Mayo era director del Convento, Fray Benito Lamas, y
no es extraño que fuese expulsados con aquella frase célebre “ Váyanse con sus
amigos, los matreros” y se fueron dejando las ideas más importantes y que
constituyen el legado del artiguismo, libertad, república y que los infelices
sean los más privilegiados. Mientras San Martín, Belgrano, Rivadavia pensaban
en soluciones monárquicas. Artigas defendía el ideal republicano. “Cuando Viera y Benavídez le informan al gauchaje que
Artigas está con la Revolución, el pronunciamiento fue entusiasta… Ya lo sabían
los revolucionarios de mayo de 1810 que en su Plan de Operaciones habían
establecido que en la Banda Oriental era preciso contar con un sujeto llamado
José Artigas para levantarla a favor de la revolución porque tenía “talento,
opinión, concepto y respeto”.
Sin embargo Artigas
no se incorporó a la revolución de inmediato. Tal vez recelaba de aquella
Primera Junta que sembró el terror en las Provincias, llegando incluso a
fusilar, arcabucear en palabras de Moreno, al héroe de la reconquista de Buenos
Aires contra los ingleses, don Santiago de Liniers… Tal vez recelaba de aquella
Primera Junta que le abría las puertas de par en par a los productos ingleses,
arruinando así a las provincias interiores. Al respecto dice Alberto Methol
Ferré: “Los mercaderes del librecambio querían extender su dominio definitivo
por todo el país y el terror morenista era su expeditivo camino. Se trataba de
liquidar rápidamente todos los obstáculos provinciales…Sin embargo las
resistencias que levanta provocan a corto plazo su caída. Y surge así la Junta
Grande como transacción nacional entre Buenos Aires y el interior”… Artigas
recién se plegará a la revolución 9 meses después de los hechos de mayo, en
febrero de 1811, cuando ya la Junta de Mayo había sido reemplazada por la Junta
Grande.
Podemos decir que el
ideario artiguista descansa sobre tres elementos esenciales: la soberanía
particular de los pueblos, la opción preferencial por los pobres (“que los más
infelices sean los más privilegiados”) y la inclusión social, particularmente
en lo que se refiere a la incorporación de los indios a su sistema. Este es el
trípode del ideario artiguista, que tiene un eje dinamizador: la activa
participación popular, no al modo liberal sino a través de los Cabildos y
congresos que auspició y respaldó vigorosamente.
La idea de soberanía
particular de los pueblos y de gobierno inmediato no viene de Estados Unidos,
sino que viene de corrientes españolas de larga data (la soberanía del común).
Nótese que el artiguismo se refiere a “los pueblos”, no al “pueblo” en forma
abstracta, concepto roussoniano que difunde la Revolución Francesa. Los pueblos
son realidades visibles, tangibles, son el pueblo de Maldonado, de Colonia, de
Montevideo, de Córdoba, etc…
Cuando Buenos Aires
sustituye a la España borbónica en la hegemonía sobre el resto de las
Provincias, todas ellas se levantan en su contra. Pero de todos los caudillos
es Artigas el que más hondo y lejos ve el conjunto de los problemas históricos
en juego. Al decir de Jorge Abelardo Ramos: “escribir su historia sería en
cierta forma reescribir la historia argentina, porque hemos pagado tributo a la
falsía de nuestro origen y, víctimas solidarias de la balcanización, hemos
balcanizado a Artigas, amputándolo de nuestra existencia histórica para
confinarlo a la Banda Oriental. Entre Mitre y Vicente Fidel López, las dos
figuras mayores de la historia oficial, han hecho del Artigas histórico, lo
mismo que la oligarquía porteña logró hacer con el Artigas vivo”.” (Gral. Guido
Manini Ríos, en la Escuela de Defensa de Buenos Aires – 2 de julio de 2015)
Artigas forjó las instituciones republicanas y federales que en
definitiva se implantan y desarrollan posteriormente la Nación argentina. La
Banda Oriental era su Patria Chica que era integrante del antiguo virreinato
del Río de la Plata y su legado fue tan fuerte la misma conciencia republicana
y autonomista que la invasión portuguesa
no pudo eliminar. Artigas no tuvo participación directa en los sucesos de 1830
pero si contribuyó a forjar una conciencia libertaria que fue la que finalmente
se impuso. No olvidemos que la fundación de Montevideo estabiliza el poder
español sobre nuestro territorio pero hubo sucesivos intentos
desestabilizadores, el dominio inglés, el español nuevamente, el porteño, el
oriental, el brasileño, las Provincias Unidas. Artigas acompañó a Liniers en la
Reconquista de Buenos Aires, participó en la Defensa de Montevideo, luchó
contra los españoles entre 1811-1813 y luego contra los directores supremos
Posadas y Alvear entre 1814-1815 y contra los Portugueses entre 1816-1820. Al
adherirse a la Revolución de Mayo Artigas no pensó en convertir al territorio
Oriental en una nación soberana e independiente del ex-virreinato español,
llamadas Provincias Unidas del Río de la Plata y que comprendía las actuales
Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay. Siempre luchó por la integración
republicana en una gran confederación y el mismo sostiene “ cada provincia
retiene su soberanía, libertad e independencia y todo poder, jurisdicción y
derecho no delegado en la confederación”- Este principio fue tomado de la
Constitución norteamericana de 1778 pero lo que reclama Artigas era de carácter
provincial. El propio Artigas aclara estos conceptos de la siguiente manera: “
esta independencia no es una independencia nacional; y por consecuencia ella no
debe considerarse como bastante a separar de la gran masa a unos ni otros pueblos, ni a mezclar diferencia
alguna en los intereses generales de la Revolución”(23 de abril de 1814). En su
guerra contra Artigas, Ramírez contó con el apoyo de Buenos Aires en armas y en
dinero. Las fuerzas artiguistas estaban muy diezmadas. En enero se produce la
batalla final de Tacuarembó que puso fin a la resistencia armada de los
orientales contra los portugueses. Contaba solo con los restos de las milicias
orientales y fuerzas que proporcionaron Corrientes y Misiones. En septiembre de
1820 se interna en el Paraguay donde vivirá en el exilio hasta su muerte.
lunes, 30 de abril de 2018
Batllismo y Estado: Debate impostergable.
Gran parte de la economía depende de las diferentes acciones
del Estado o del gobierno. Sin embargo hay una amplia gama de opiniones sobre
el papel que le corresponde desempeñar al Estado. Desde el extremo liberal y
librecambista que propone un Estado mínimo que solo se preocupe de la defensa
militar, los derechos de la propiedad y las obras de infraestructura hasta la
visión marxista que sostiene que los mercado deben ser secundarios o eliminados
directamente y que la economía debe ser manejada en su conjunto mediante la
estricta planificación estatal. Si avanzamos en el análisis histórico la visión
contractualista sostenía que el Estado no puede estar por encima del individuo.
Hoy la mayoría de los economistas creen en la postura de que puede ni debe
existir una autoridad que sea superior a los individuos. Por lo tanto esto se
inicia con la teoría del “contrato social” entre los individuos actuando
soberanamente, o sea el Estado puede actuar cuando el individuo le da su
consentimiento.
Es el pensamiento del filósofo político inglés del siglo XVII
Thomas Hobbes que en su libro “El Leviatan” de 1651 en el cual presupone un
estado natural en el que los individuos terminan enfrentándose todos contra
todos y para solucionar este problema los individuos voluntariamente aceptan
algunas restricciones a su libertad transfiriendolas a un gobierno para poder
alcanzar la paz social. Hobbes justificaba así el Estado Absolutista, muchos
siglos después el economista ganador del Premio Nobel de Economía en 1986
interpreta las ideas de Hobbes para fundamentar la presencia de un estado
mínimo. Es más para él, y varios antibatllistas me atrevo a decir, el Estado es
como un gran monstruo que debe domar y mantener controlado. Cosa que Hobbes no
pretendía. Eran tiempos de Ronald Reagan que resume esta postura con un
comentario citado permanentemente: “ El gobierno existe para protegernos los
unos de los otros. El gobierno ha ideo más allá de sus límites al decidir
protegernos de nosotros mismos”. Siguiendo con esta línea de pensamiento las
únicas acciones que se podrían justificar del gobierno serían el mantenimiento
de la Ley y el Orden, la defensa nacional y las obras públicas. Cualquier cosa
que excediera estas posturas como ser un estado de bienestar o de
proteccionismo arancelario se consideraría una violación de la soberanía de los
individuos y el primer paso al “camino de la servidumbre” como sostiene
Friedrich von Hayek en 1944. Sin embargo debemos tener precaución al pensar que
el Esyado esta por encima de los individuos, el mundo tiene muchos ejemplos de
patologías de este pensamiento, desde la izquierda como el caso Pol Pot o
Stalin y por la derecha Hitler o Pinochet. El debate entre economistas sobre la
soberanía del individuo y las fallas de los mercados cuando se producen
monopolios u oligopolios recién fue bautizada en el período neoclásico con el
nombre de competencia imperfecta. La creciente desconfianza hacia la política a
favorecido algunas posturas de economistas que proclaman el libre mercado sosteniendo
que cuanto menos haga el gobierno en intervención económica mejor le irá al
país. Es innegable que el Estado es la mejor tecnología organizativa y a su vez
la más poderosa que ha desarrollado la humanidad, es claro que es imposible
alcanzar grandes cambios económicos sin el Estado.
Batlle y Ordóñez sostenía al
asumir su segunda presidencia en 1911 con respecto al rol de las empresas del
Estado que: “ La gran ventaja de las empresas del Estado y lo que debe asegurar
su marcha triunfal es que no tienen que entregar sus utilidades a los
capitalistas, como las empresas particulares, y como pueden aplicar cuanto
producen a su perfeccionamiento, baratura de sus servicios y mejor retribución
de quienes les sirven; pero si el Estado se sustituyen al capitalista para
aplicar a otros fines las utilidades, apropiándoselas con tanta avidez como
este, y con un interés menos vivo y previsor que el que asegura a las empresas
particulares su marchar regular, esa ventaja desaparece y quedan solo para
aquellas empresas los peligros que llevan consigo las conductas más altruistas,
de ser arrastradas a la ruina en su oposición con los intereses amorales” El
Día setiembre de 1919.
Posteriormente Luis Batlle en otro entorno económico pero
con la misma visión del Estado como motor del desarrollo y la justicia social
sostenía: “
en dos discursos Luis Batlle define
la política económica y redefine los mecanismos para hacer frente al déficit
fiscal que se agrandaba día a día: “ El capitalista tiene el derecho a
los beneficios de su capital invertido, pero el obrero tiene el derecho de su
capital-trabajo, que es igualmente o más respetable que el capital-dinero,
porque al fin capital-trabajo es sudor, es desgaste, es esfuerzo personal y
permanente y es lo único que tiene los hombres para poder ir atendiendo y
resolviendo sus problemas diarios...” Pero luego agregaba Luis Batlle: “ En
materia de seguridad social también nos encontramos con el déficit y con la
crisis, perturbando y poniendo en peligro servicios de interés general que
afectan de manera profunda y directa a la sociedad y especialmente a sus clases
laboriosas(...) nos embarcaremos en el desarrollo y en la ampliación de nuevos
beneficios en el orden de la pasividad hasta que(...) los patrimonios y las
rentas han recuperados los niveles adecuados” En realidad nunca más recuperaron
sus niveles adecuados y 60 años después podemos decir que el batllismo en
ese rubro finalizo en aquél período”
Hoy el debate sobre las empresas
públicas, el rol del Estado, y la postura económica del batllismo no es tema de agenda. Quizás por eso mismo nunca estuvo el batllismo tan lejos de tener
presencia contundente en las urnas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)