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domingo, 30 de enero de 2011

Apuntes muy sencillos sobre prehistoria uruguaya.








 El mundo indígena



El mundo indígena:

Breve aproximación a un tema en revisión académica.


 Para la mayoría de los uruguayos resulta desconocida  la influencia de los guaraníes  en la formación de Uruguay. Quizás un extraño nacionalismo indigenista sumado a la visión de fundamentar la pureza de un Uruguay “blanco” nos determinó en la idea de que la etnia Charrúa fuera casi exclusiva en su reconocimiento. Este grupo, cazador y nómade, se encuentra ahora en discusión en los ámbitos académicos como el determinante en nuestra prehistoria. Cuando se produce el contacto con los españoles, los guaraníes tenían un desarrollo inferior a la civilización incaica, pero sin dudas estaban bastante por encima de las etnias cazadoras y recolectoras de las cuales un buen ejemplo son los charrúas. Los guaraníes vivía en poblados y conocían el cultivo de la mandioca, navegaban los ríos, tejían y manejaban el cultivo de plantas medicinales, incluso se les adjudican la utilización de la yerba mate. A mediados del 1400 comienzan un peregrinaje hacia el sur, y fueron los primeros en contactar a los españoles, cuyo encuentro terminó con la muerte y canibalismo de la persona de Juan Díaz de Solis, piloto mayor de España. No se sabe a ciencia cierta si la antropofagia era ritual o alimenticia. También es un error creer que los guaraníes estaban limitados al territorio del actual Paraguay, estudios actuales han demostrado que se ubicaban  desde las Guayanas hasta el Río de la Plata. En nuestro territorio se supone que su número era exiguo  y que el contacto con los europeos los diezmó rápidamente.
Por su costumbre de establecerse en las inmediaciones de los ríos, fueron los primeros en contactarse con los españoles. El territorio uruguayo, con el Río de la Plata y el Río Uruguay como límite natural de la pradera va a conformar un espacio excepcional para el establecimiento humano y curiosamente de los animales ingresados por los europeos que crecieron libremente durante años y que van a forzar el poblamiento del territorio posteriormente. 
      
El Río Uruguay, corre desde el norte brasileño con apenas 20 mts. de ancho en sus inicios, a lo largo de un territorio regado por varias corrientes de agua , los suelos apenas cubiertos por arbustos y duras gramíneas van a determinar el desarrollo del  Uruguay actual. La prehistoria nacional es un período extenso, puesto que es  unas 40 veces mayor que el denominado período histórico del país. Una prehistoria que es además casi desconocida para la gran mayoría de los uruguayos, mal estudiada a nivel de educación formal
A lo largo de los años, distintos grupos fueron habitando este territorio. Una comarca simultáneamente  fértil y  dura,  desolada y difícil. Se sabe que tuvo zonas desérticas  en el noroeste hace 7.000 años, con  arenales en los que se desplazaban pequeños mamíferos. Y que  generó importantes bosques  en su región central, apenas tres mil años después.
Un panorama cambiante en lo geográfico y en lo climático y en el que los aborígenes tuvieron un extraordinario rol:  pudieron adaptarse a  los cambios en la vegetación y en el medio ambiente,  desarrollando  modestas relaciones sociales y culturales. Además junto a una interesante capacidad para inventar y para modificar herramientas.
Las excavaciones realizadas en los Cerritos de Indios ubicaron restos fósiles de unos 3000 años de antigüedad. En la zona del litoral, a lo largo del Río Uruguay se descubrieron vestigios de asentamientos permanentes contemporáneos a los anteriores. Estos grupos desarrollaron una cerámica muy primitiva y están datadas en unos 1800 años, la alfarería establece un desarrollo comparable a un neolítico incipiente. En la pradera que se extiende entre el litoral del Río Uruguay y el Océano Atlántico predominan los grupos nómades que se trasladan buscando mejor caza.
En  esta circunstancia los primeros habitantes del territorio fueron tomando variadas opciones como forma de manejo de los recursos, para lograr su estabilidad  en el medio.
Sobre la costa del Uruguay y en las islas, las excavaciones permitieron encontrar  una gran cantidad de  artefactos líticos. Algunos de ellos presentan una  técnica de manufactura para obtener hojas bifaciales.  Puntas de proyectil conocidas como "cola de pescado" que se consideran una evolución de ocho mil años de antigüedad.
Contrariamente a lo que comúnmente se maneja, el grupo indígena más grande no eran los charrúas sino el de los guaraníes. Se estima en unos 800 años de antigüedad cuando miembros de una gran familia de origen Tupí –Guaraní se integran a nuestro territorio por dos rutas: una proveniente del territorio del Paraguay actual y la otra  desde las costas atlánticas brasileñas. Grupo aguerrido se impuso a otras etnias que asumen su lengua.
 Surgen en todo el territorio, una sucesión de montículos, casi todos construidos artificialmente,  algunos están aislados, en  grupos de veinte o más. La función que estos cerritos cumplieron era variada, compleja y diferenciada suponemos  como las conductas de sus diversos constructores. Unas veces  fueron  formas de enterramiento individuales o colectivas. Los diferentes ornamentos fúnebres infieren una búsqueda de diferenciación social, lo que determinaría  la existencia de  división de tareas en los grupos. Otras veces los montículos simples depósitos para eventuales tareas de agricultura incipiente.
Se han encontrado en sus proximidades, elementos líticos  bifaces, núcleos y piedras que debieron ser utilizadas para manejar la madera producto de los bosques.
Si bien los Guaraníes habían logrado alcanzar el nivel neolítico practicando cultivos de huerta y maíz, viviendo en aldeas y con una primitiva organización política, el territorio del Uruguay no alcanzaba una población de más de 5000 individuos en el momento del contacto con los españoles.
Los charrúas también provienen de la Mesopotamia argentina, eran básicamente cazadores y en menor nivel recolectores. Vivían en pequeños grupos que se reunían para cazar. Con la introducción del caballo por los españoles se van a convertir en excelentes jinetes. El territorio estaba habitado a la llegada de los conquistadores españoles por diferentes tribus indígenas.
Los charrúas, estaban en la costa septentrional del Río de la Plata. Las demás tribus, de origen tupí-guaraní, eran más evolucionadas que la anterior: bohanes, guenoas, yaros, minuanes, arachanes.  El poblamiento, entonces , se produjo como resultado de la llegada de oleadas de grupos pequeños que fueron expulsados por culturas superiores.
El Uruguay es una excepción con referencia al resto de América Latina, no tenemos  restos materiales abundantes debido a que no hubo fortalezas, calzadas u otros elementos. Incluso los restos humanos son pocos. La leyenda charrúa   sobrevive al conformar  la libertad como el principal valor nacional y que es, además, la explicación mítica de país independiente. Estos grupos marcaron las características del proceso de conquista y posterior colonización. A diferencia de otras culturas fue difícil evangelizarlos, se opusieron a la violencia de los conquistadores, y realmente, la acción de las congregaciones religiosas impidió que algunas tribus fueran exterminadas. Hacia 1607 Hernandarias realizó una expedición a la "costa de los charrúas", y la recorrió desde la boca del río Negro hasta la bahía de Montevideo, al mismo tiempo que introdujo cien animales vacunos y algunos caballos y yeguas. En realidad los estudios que se llevan adelante hoy eliminan las informaciones erróneas, anecdóticas, con una visión europea y que no se limita a 200 años o poco más, presentando vestigios de hasta 12000 años de antigüedad de presencia humana en el territorio. Los recientes hallazgos y descubrimientos nos muestran sociedades con  complejidad sociocultural con una importante densidad demográfica y un sedentarismo mayor que el que manejábamos hasta hace poco tiempo.

El grupo Chaná-Timbúes  fue el más sofisticado logrando los mejores trabajos  en cerámica de la prehistoria uruguaya en rojo ocre y negro, con decoraciones con motivos geométricos. Tenían gran movilidad  a través de los  ríos haciendo posible el intercambio comercial con grupos  lejanos como los del altiplano andino, hecho demostrado por el hallazgo de aretes de cobre de uso personal.  El cobre es un producto que llega de los Andes. Estos descubrimientos dejan sin sustento la postura de los salvajes charrúas como dominadores de estas tierras y catapultan a los Chaná Timbúes como los  que mejor nivel de vida alcanzaron.
Todos estos grupos conformaron la primera visión de los españoles y portugueses sobre nuestro territorio. Tabaré, publicado por Zorrilla de San Martín en 1888 contribuyó a la creación enciclopédica de nuestra nacionalidad, hemos olvidado muchos de los aportes de las diferentes etnias en ese proceso.
Si bien su desarrollo cultural era muy primitivo tomaron de la cultura europea el instrumental, el armamento y van a integrarse posteriormente a los ejércitos revolucionarios. Les debemos mucho, incluso el nombre de nuestro país que significa Río de los Pájaros Pintados en guaraní. La palabra Uruguay proviene del  guaraní. Sin embargo hay varias explicaciones acerca de su origen:
§  "Río del país del urú". Una versión muy vinculada a la anterior es la del naturalista español Félix de Azara que afirma que el nombre proviene de un ave pequeña llamada  uru, que habita en parte de las costas del río Uruguay y significaría entonces "río del país del urú".
§  "Río de los pájaros pintados". La interpretación poética de Juan Zorrilla de San Martín
§  "Río de los caracoles". Por su parte, un colaborador de Félix de Azara da esta otra versión muy diferente, dividiendo la palabra en uruguá, "caracol", e ï o ý "agua", "río".


Ver:
§   Consens, Mario. "Prehistoria del Uruguay". CIARU 1997



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