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domingo, 2 de abril de 2023

Volviendo a Luis Batlle: El debate sobre las Empresas Públicas y el rol del estado.






En un artículo titulado “Batlle los motejó bien” en el diario Acción el 6 de agosto de 1957 se sostenía: “(…)…Pregunta “El País” si empresistas somos nosotros cuando queremos defender la producción industrial con cambios especiales, o son ellos, y pretenden con esta supuesta diablura dialéctica ponernos en dificultad y fácil es contestar a esos sabios que el mote de “empresistas” se los puso Batlle y no lo perderán nunca jamás, por el hecho de estar al servicio de la industria extranjera como partidarios de ella o como abogados a sueldo.  Y les recriminaba Batlle que este sentimiento empresista o actitud empresista, o interés empresista, conspira contra el desarrollo del país. Batlle levantaba fuertes barreras aduaneras para defender la industria nacional y ellos, los empresistas, defendían el libre cambio, que era el reclamo de los grandes capitales industriales ingleses, bandera con  la que se hicieron dueños del mundo. El panorama hoy no ha cambiado(…)porque siguen defendiendo las industrias extranjeras…” En la etapa final del denominado neo batllismo se seguía defendiendo el trabajo nacional, a costa de luchar contra la visión profundamente liberal en lo económico que se desarrollaba en las diferentes visiones académicas de la época. La visión del batllismo contra el Partido Nacional, se sostenía en el debate de la construcción permanente del país modelo. Ayer y hoy el tema son las empresas del Estado, el rol de las mismas y el funcionamiento económico que se desprende del debate. Las empresas públicas estatales son compañías propiedad del Estado y que operan bajo su control y supervisión. Estas empresas pueden ser creadas para proporcionar servicios públicos esenciales, como la generación y distribución de energía, el suministro de agua potable, el transporte público, la gestión de residuos, entre otros. La razón principal para la existencia de empresas públicas estatales es asegurar que los servicios esenciales sean accesibles para todos los ciudadanos, sin importar su situación socioeconómica. Además, estas empresas también pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo económico de un país, al crear empleos y fomentar el crecimiento de la industria y el comercio. Sin embargo, la gestión de empresas públicas estatales puede ser un desafío para los gobiernos. Estas empresas pueden estar sujetas a problemas de burocracia y falta de eficiencia, y en algunos casos pueden ser objeto de corrupción y malversación de fondos. Por lo tanto, es importante que las empresas públicas estatales sean gestionadas de manera transparente y eficiente, con un enfoque en la prestación de servicios de calidad a la población. El futuro de las empresas públicas estatales en América Latina es incierto y depende en gran medida de las políticas gubernamentales y las condiciones económicas de cada país. En general, se espera que estas empresas sigan desempeñando un papel importante en la provisión de servicios públicos esenciales y en la promoción del desarrollo económico en la región. En nuestro país es el claro ejemplo de un estilo excepcional en la región. Sin embargo, hay tendencias que sugieren que las empresas públicas estatales en América Latina enfrentarán desafíos en el futuro cercano. Uno de los desafíos es la presión fiscal y presupuestaria de los gobiernos, que puede limitar la capacidad de invertir en la modernización y actualización de estas empresas. También se ha observado una tendencia hacia la privatización de algunas empresas públicas en la región, lo que puede reducir aún más el papel y la presencia de estas empresas en la economía. Además, el surgimiento de tecnologías disruptivas y la creciente demanda de servicios digitales pueden afectar la relevancia de algunas empresas públicas estatales en sectores como las telecomunicaciones y los medios de comunicación. A pesar de estos desafíos, algunas empresas públicas estatales en América Latina han sido capaces de mantener una posición sólida y adaptarse a las cambiantes condiciones del mercado. Por ejemplo, algunas empresas estatales en el sector energético han adoptado tecnologías limpias y han sido líderes en la transición hacia fuentes de energía renovable. Nuestro país alcanzó el 95% de energías renovables.

Uruguay ha tenido un gran desarrollo de empresas públicas estatales en el pasado y algunas de ellas han sido muy exitosas, como la empresa de telecomunicaciones Antel y la compañía de generación de energía UTE. Estas empresas han sido importantes para el desarrollo del país y para la provisión de servicios públicos de calidad. El gobierno uruguayo, con rotación de partidos incluido ha mantenido su compromiso con la propiedad estatal de ciertas empresas clave y ha seguido invirtiendo en ellas para mejorar su desempeño y adaptarse a los cambios del mercado. Por ejemplo, recientemente se ha aprobado un plan para la modernización de la empresa de ferrocarriles estatal AFE, con el objetivo de mejorar la conectividad y el transporte de carga en el país.

En conclusión, el Uruguay batllista ha tenido éxito en el pasado en el desarrollo de empresas públicas estatales y  algunas empresas estatales clave que son importantes para la economía del país hoy y para el futuro.

Ver:

Rompani, S. Luis Batlle. Pensamiento y Acción. Tomo II. Pp. 209-214, Alfa. Montevideo 1965

 

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