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sábado, 30 de marzo de 2024

El Patrón oro y el debate sobre los Bancos Centrales: La posición de Edwin Walter Kemmerer.

 




Continuando con el análisis de las crisis del Patrón Oro en nuestro país entre 1868 y 1913 y el debate actual sobre el rol de los Bancos Centrales y los respaldos monetarios me involucro en la figura de Edwin Walter Kemmerer (1875-1945) fue un economista estadounidense conocido como el “doctor del dinero”. Durante el período de entreguerras, asesoró a diversos países, especialmente hispanoamericanos, en la implementación de políticas monetarias. Su enfoque se centraba en establecer y mantener monedas fuertes y presupuestos balanceados.

Aquí está una breve biografía de Kemmerer. Nació el 29 de junio de 1875 en Scranton, Estados Unidos.

Educación: Se graduó con honores de la Universidad Wesleyana en Middletown y obtuvo un doctorado en la Universidad de Cornell. A los 28 años, fue nombrado asesor financiero de la Comisión filipino-estadounidense. En 1912, se convirtió en profesor en la Universidad de Princeton, donde se ganó la reputación como “money doctor” internacional. Misión Kemmerer: Asesoró a varios países, incluyendo Filipinas, México, Guatemala, Colombia, Chile, Ecuador, Bolivia y Perú, en la creación de instituciones financieras y políticas monetarias. Escribió el libro “Oro y patrón oro”, publicado en 1944. En este libro, revisa la historia del oro como moneda y presenta un plan que podría haber salvado al mundo de la hiperinflación. Aunque su enfoque era clásico su trabajo influyó en economistas como Murray N. Rothbard.  Edwin Walter Kemmerer dejó una huella duradera en la economía mundial al abogar por políticas monetarias sólidas y al influir en la implementación del patrón oro en varios países. Una de las críticas más comunes hacia Edwin Walter Kemmerer se relaciona con su enfoque rígido y ortodoxo en cuanto al patrón oro. Aunque defendía vehementemente la vinculación de las monedas al oro como una forma de mantener la estabilidad monetaria, algunos economistas argumentaban que esta rigidez podría dificultar la adaptación a situaciones económicas cambiantes.

Además, algunos críticos sostenían que su énfasis en la austeridad fiscal y la estabilidad monetaria podría no ser aplicable en todos los contextos. Las políticas de Kemmerer a veces se consideraban inflexibles y poco adecuadas para las realidades económicas de ciertos países.

Edwin Walter Kemmerer respondía a estas críticas con una mezcla de convicción y pragmatismo. Aunque defendía firmemente su enfoque en el patrón oro, también estaba dispuesto a adaptarse a las circunstancias y considerar las necesidades específicas de cada país.  A pesar de su compromiso con el patrón oro, Kemmerer reconocía que las situaciones económicas variaban. Siempre estaba dispuesto a ajustar sus recomendaciones según las condiciones locales y las realidades políticas. En lugar de rechazar las críticas, Kemmerer las veía como oportunidades para el debate y la mejora. Mantenía un diálogo abierto con otros economistas y líderes gubernamentales, buscando soluciones prácticas y adaptadas a cada contexto. Aunque aceptaba la necesidad de adaptación, Kemmerer sostenía que la estabilidad monetaria era crucial para el crecimiento económico. Argumentaba que el patrón oro proporcionaba una base sólida para evitar la inflación y las crisis financieras. La implementación de las políticas propuestas por Edwin Walter Kemmerer no estuvo exenta de desafíos. Algunos de los obstáculos que enfrentó incluyen:  En muchos países, las reformas monetarias y fiscales propuestas por Kemmerer encontraron resistencia. Los intereses locales, la burocracia y las tradiciones a menudo dificultaban la implementación efectiva de sus recomendaciones. Cada país tenía su propio contexto económico, cultural y político. Adaptar las políticas a estas realidades específicas fue un desafío constante. Lo que funcionaba en un lugar no siempre era aplicable en otro. Los países asesorados a menudo enfrentaban presiones externas, como deuda, conflictos regionales o cambios en el comercio internacional. Estos factores complicaban la implementación de políticas estables. Kemmerer abogaba por la estabilidad monetaria, pero a veces esto entraba en conflicto con la necesidad de estimular el crecimiento económico. Encontrar el equilibrio adecuado era un desafío constante.

El enfoque de Edwin Walter Kemmerer difiere en algunos aspectos clave del de los economistas contemporáneos.

Patrón Oro vs. Monedas emitidas por el Estado:

    • Kemmerer: Abogaba por el patrón oro, creyendo que vincular las monedas al oro proporcionaba estabilidad y prevenía la inflación.
    • Contemporáneos: La mayoría de los economistas actuales favorecen las monedas emitidas, que no están respaldadas por un activo físico como el oro. Consideran que la flexibilidad es crucial para adaptarse a las condiciones económicas cambiantes.
  1. Flexibilidad vs. Rigidez:
    • Kemmerer: Aunque era pragmático, su enfoque a veces se consideraba rígido debido a su énfasis en la estabilidad monetaria.
    • Contemporáneos: Los economistas modernos tienden a ser más flexibles y consideran una variedad de herramientas, como la política monetaria y fiscal, para abordar los desafíos económicos.
  2. Contexto Global y Diversidad:
    • Kemmerer: Su asesoramiento se centró en países específicos, especialmente hispanoamericanos.
    • Contemporáneos: Los economistas actuales trabajan en un contexto global y consideran la diversidad de situaciones económicas y culturales en todo el mundo.
  3. Enfoque en el Crecimiento Económico:
    • Kemmerer: Aunque valoraba la estabilidad, su enfoque no siempre consideraba el crecimiento económico como una prioridad.
    • Contemporáneos: Los economistas modernos buscan un equilibrio entre estabilidad y crecimiento, reconociendo que ambos son importantes para el bienestar económico.

La opinión actual sobre el patrón oro es diversa y debatida. Argumentos a favor y en contra:

A Favor del Patrón Oro:

  • Estabilidad Monetaria: Los defensores argumentan que vincular las monedas al oro proporciona una base sólida para evitar la inflación descontrolada. El oro es un recurso limitado y, por lo tanto, limita la creación excesiva de dinero.
  • Confianza en la Moneda: El patrón oro históricamente ha brindado confianza a los inversores y ciudadanos en la estabilidad de la moneda. Esto puede ayudar a prevenir crisis financieras y proteger el poder adquisitivo.

En Contra del Patrón Oro:

  • Flexibilidad: El patrón oro puede ser inflexible en situaciones económicas cambiantes. No permite ajustes rápidos en la oferta monetaria para estimular el crecimiento o enfrentar crisis.
  • Dependencia de la Oferta de Oro: El suministro de oro es limitado y no siempre se correlaciona con las necesidades económicas. Esto podría dificultar la expansión económica cuando sea necesario.
  • Desacoplamiento de la Economía Real: Al estar vinculado al oro, el sistema podría desacoplarse de la producción real y la actividad económica.

El modelo keynesiano prevaleció sobre la visión del patrón oro de Edwin Walter Kemmerer por varias razones clave:

  1. Keynes desarrolló su teoría durante la Gran Depresión de 1929-1932, un período de colapso económico masivo. Sus ideas resonaron con los gobiernos y economistas que buscaban soluciones urgentes para la crisis. Kemmerer, por otro lado, estaba más arraigado en el pensamiento clásico y defendía el patrón oro como base monetaria. Sin embargo, en un momento de crisis extrema, las soluciones más flexibles y activas de Keynes ganaron terreno.
  2. Enfoque en la Demanda Agregada: Keynes introdujo conceptos como la demanda total agregada y la propensión marginal al consumo. Argumentó que la falta de demanda total era la causa del desempleo. Kemmerer, con su enfoque en el patrón oro, no abordó directamente la demanda agregada y la necesidad de estimular el gasto para reactivar la economía.
  3. Políticas Prácticas: Las políticas recomendadas por Keynes, como aumentar el gasto público, resultaron prácticas y aplicables en un momento de crisis. Muchos gobiernos adoptaron estas medidas para estimular la producción y el empleo. Las políticas basadas en el patrón oro, como las defendidas por Kemmerer, eran menos flexibles y no abordaban directamente la falta de demanda.
  4. Impacto Duradero: Las conclusiones del modelo keynesiano se aplicaron en muchos países y se convirtieron en parte de la política económica estándar. Aunque el patrón oro tenía sus defensores, su rigidez y limitaciones en tiempos de crisis llevaron a su declive gradual.

La gran tragedia de que en 1944 su proyecto para combatir la hiperinflación quedara un tanto olvidado fue que prevaleciera la teoría Keynesiana. Kemmerer fue el autor de cabecera de Rothbard y ambos son mencionados con frecuencia por el actual presidente argentino Javier Milei. La realidad es que Kemmerer no llegó tal lejos como promover la abolición de los bancos centrales pero si afirmaba que los bancos funcionan como negocios reales y que piden reservas del cien por cien.

Ver:

Kemmerer, E.W. Oro y Patrón Oro. Historia del oro como dinero. Unión Editorial. Madrid 2019.

http://profelagrotta.blogspot.com/2024/02/murray-rothbard-el-manifiesto.html

 

 

 

 

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