Continuando con el análisis de las crisis del Patrón Oro en nuestro país entre 1868 y 1913 y el debate actual sobre el rol de los Bancos Centrales y los respaldos monetarios me involucro en la figura de Edwin Walter Kemmerer (1875-1945) fue un economista estadounidense conocido como el “doctor del dinero”. Durante el período de entreguerras, asesoró a diversos países, especialmente hispanoamericanos, en la implementación de políticas monetarias. Su enfoque se centraba en establecer y mantener monedas fuertes y presupuestos balanceados.
Aquí está una breve biografía de Kemmerer. Nació el 29 de junio de 1875 en Scranton, Estados Unidos.
Educación: Se graduó con honores de la Universidad Wesleyana en Middletown y obtuvo un doctorado en la Universidad de Cornell. A los 28 años, fue nombrado asesor financiero de la Comisión filipino-estadounidense. En 1912, se convirtió en profesor en la Universidad de Princeton, donde se ganó la reputación como “money doctor” internacional. Misión Kemmerer: Asesoró a varios países, incluyendo Filipinas, México, Guatemala, Colombia, Chile, Ecuador, Bolivia y Perú, en la creación de instituciones financieras y políticas monetarias. Escribió el libro “Oro y patrón oro”, publicado en 1944. En este libro, revisa la historia del oro como moneda y presenta un plan que podría haber salvado al mundo de la hiperinflación. Aunque su enfoque era clásico su trabajo influyó en economistas como Murray N. Rothbard. Edwin Walter Kemmerer dejó una huella duradera en la economía mundial al abogar por políticas monetarias sólidas y al influir en la implementación del patrón oro en varios países. Una de las críticas más comunes hacia Edwin Walter Kemmerer se relaciona con su enfoque rígido y ortodoxo en cuanto al patrón oro. Aunque defendía vehementemente la vinculación de las monedas al oro como una forma de mantener la estabilidad monetaria, algunos economistas argumentaban que esta rigidez podría dificultar la adaptación a situaciones económicas cambiantes.Además, algunos críticos sostenían que su énfasis en la
austeridad fiscal y la estabilidad monetaria podría no ser aplicable en todos
los contextos. Las políticas de Kemmerer a veces se consideraban inflexibles y
poco adecuadas para las realidades económicas de ciertos países.
Edwin Walter Kemmerer respondía a estas críticas con una
mezcla de convicción y pragmatismo. Aunque defendía firmemente su enfoque en el
patrón oro, también estaba dispuesto a adaptarse a las circunstancias y
considerar las necesidades específicas de cada país. A pesar de su compromiso con el patrón oro,
Kemmerer reconocía que las situaciones económicas variaban. Siempre estaba
dispuesto a ajustar sus recomendaciones según las condiciones locales y las
realidades políticas. En lugar de rechazar las críticas, Kemmerer las veía como
oportunidades para el debate y la mejora. Mantenía un diálogo abierto con otros
economistas y líderes gubernamentales, buscando soluciones prácticas y
adaptadas a cada contexto. Aunque aceptaba la necesidad de adaptación, Kemmerer
sostenía que la estabilidad monetaria era crucial para el crecimiento
económico. Argumentaba que el patrón oro proporcionaba una base sólida para
evitar la inflación y las crisis financieras. La implementación de las
políticas propuestas por Edwin Walter Kemmerer no estuvo exenta de desafíos.
Algunos de los obstáculos que enfrentó incluyen: En muchos países, las reformas monetarias y
fiscales propuestas por Kemmerer encontraron resistencia. Los intereses
locales, la burocracia y las tradiciones a menudo dificultaban la
implementación efectiva de sus recomendaciones. Cada país tenía su propio
contexto económico, cultural y político. Adaptar las políticas a estas
realidades específicas fue un desafío constante. Lo que funcionaba en un lugar
no siempre era aplicable en otro. Los países asesorados a menudo enfrentaban
presiones externas, como deuda, conflictos regionales o cambios en el comercio
internacional. Estos factores complicaban la implementación de políticas
estables. Kemmerer abogaba por la estabilidad monetaria, pero a veces esto
entraba en conflicto con la necesidad de estimular el crecimiento económico.
Encontrar el equilibrio adecuado era un desafío constante.
El enfoque de Edwin Walter Kemmerer difiere en algunos
aspectos clave del de los economistas contemporáneos.
Patrón Oro vs. Monedas emitidas por el Estado:
- Kemmerer:
Abogaba por el patrón oro, creyendo que vincular las monedas al oro
proporcionaba estabilidad y prevenía la inflación.
- Contemporáneos:
La mayoría de los economistas actuales favorecen las monedas emitidas,
que no están respaldadas por un activo físico como el oro. Consideran que
la flexibilidad es crucial para adaptarse a las condiciones económicas
cambiantes.
- Flexibilidad
vs. Rigidez:
- Kemmerer:
Aunque era pragmático, su enfoque a veces se consideraba rígido debido a
su énfasis en la estabilidad monetaria.
- Contemporáneos:
Los economistas modernos tienden a ser más flexibles y consideran una
variedad de herramientas, como la política monetaria y fiscal, para
abordar los desafíos económicos.
- Contexto
Global y Diversidad:
- Kemmerer:
Su asesoramiento se centró en países específicos, especialmente
hispanoamericanos.
- Contemporáneos:
Los economistas actuales trabajan en un contexto global y consideran la
diversidad de situaciones económicas y culturales en todo el mundo.
- Enfoque
en el Crecimiento Económico:
- Kemmerer:
Aunque valoraba la estabilidad, su enfoque no siempre consideraba el
crecimiento económico como una prioridad.
- Contemporáneos:
Los economistas modernos buscan un equilibrio entre estabilidad y
crecimiento, reconociendo que ambos son importantes para el bienestar
económico.
La opinión actual sobre el patrón oro es diversa y debatida.
Argumentos a favor y en contra:
A Favor del Patrón Oro:
- Estabilidad
Monetaria: Los defensores argumentan que vincular las monedas al oro
proporciona una base sólida para evitar la inflación descontrolada. El oro
es un recurso limitado y, por lo tanto, limita la creación excesiva de
dinero.
- Confianza
en la Moneda: El patrón oro históricamente ha brindado confianza a los
inversores y ciudadanos en la estabilidad de la moneda. Esto puede ayudar
a prevenir crisis financieras y proteger el poder adquisitivo.
En Contra del Patrón Oro:
- Flexibilidad:
El patrón oro puede ser inflexible en situaciones económicas cambiantes.
No permite ajustes rápidos en la oferta monetaria para estimular el
crecimiento o enfrentar crisis.
- Dependencia
de la Oferta de Oro: El suministro de oro es limitado y no siempre se
correlaciona con las necesidades económicas. Esto podría dificultar la
expansión económica cuando sea necesario.
- Desacoplamiento
de la Economía Real: Al estar vinculado al oro, el sistema podría
desacoplarse de la producción real y la actividad económica.
El modelo keynesiano prevaleció sobre la visión del patrón
oro de Edwin Walter Kemmerer por varias razones clave:
- Keynes
desarrolló su teoría durante la Gran Depresión de 1929-1932, un período de
colapso económico masivo. Sus ideas resonaron con los gobiernos y
economistas que buscaban soluciones urgentes para la crisis. Kemmerer, por
otro lado, estaba más arraigado en el pensamiento clásico y defendía el
patrón oro como base monetaria. Sin embargo, en un momento de crisis
extrema, las soluciones más flexibles y activas de Keynes ganaron terreno.
- Enfoque
en la Demanda Agregada: Keynes introdujo conceptos como la demanda total
agregada y la propensión marginal al consumo. Argumentó que la falta de
demanda total era la causa del desempleo. Kemmerer, con su enfoque en el
patrón oro, no abordó directamente la demanda agregada y la necesidad de
estimular el gasto para reactivar la economía.
- Políticas
Prácticas: Las políticas recomendadas por Keynes, como aumentar el gasto
público, resultaron prácticas y aplicables en un momento de crisis. Muchos
gobiernos adoptaron estas medidas para estimular la producción y el
empleo. Las políticas basadas en el patrón oro, como las defendidas por Kemmerer,
eran menos flexibles y no abordaban directamente la falta de demanda.
- Impacto
Duradero: Las conclusiones del modelo keynesiano se aplicaron en muchos
países y se convirtieron en parte de la política económica estándar. Aunque
el patrón oro tenía sus defensores, su rigidez y limitaciones en tiempos
de crisis llevaron a su declive gradual.
La gran tragedia de que en 1944 su proyecto para combatir la
hiperinflación quedara un tanto olvidado fue que prevaleciera la teoría
Keynesiana. Kemmerer fue el autor de cabecera de Rothbard y ambos son
mencionados con frecuencia por el actual presidente argentino Javier Milei. La
realidad es que Kemmerer no llegó tal lejos como promover la abolición de los
bancos centrales pero si afirmaba que los bancos funcionan como negocios reales
y que piden reservas del cien por cien.
Ver:
Kemmerer, E.W. Oro y Patrón Oro. Historia del oro como
dinero. Unión Editorial. Madrid 2019.
http://profelagrotta.blogspot.com/2024/02/murray-rothbard-el-manifiesto.html
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