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viernes, 17 de enero de 2014

La Educación en Artes y Oficios, inicios y debates pendientes.



A mediados de 1879 comenzó a funcionar la Escuela de Artes y Oficios. En ella se aprendía herrería, carpintería, zapatería, construcción de rodados, encuadernación, dibujo, uso de instrumentos musicales, tipografía, platería y escultura, así como educación primaria para quién no la hubiera cursado. Esta institución fue una ampliación de los talleres que funcionaban en el batallón de Cazadores y mantuvo su carácter militar. Esto explica que quedara como dependencia del Ministerio de Guerra y Marina y que su primer director fuera el Sargento Mayor José Sosa. En 1887 un decreto del Presidente General Máximo Tajes dispuso que pasara al Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, iniciado entonces su obra como institución civil. Su primer alumnado era complejo y definidos por entonces como incorregibles, vagos y sin trabajo e incluso remitidos por la Policía como infractores. En total se inicia con 178 alumnos. Este origen poco honroso marcará en la visión de la sociedad un futuro estigmatizante para la institución.Sin embargo en 1883 el propio Sarmiento que presidió  los exámenes finales definió a la Escuela de Artes y Oficios como la mejor de su género en América del Sur.
En lo cultural tuvo un gran desarrollo en lo musical siendo su primer hito la Banda Municipal de Niños, al decir de Lauro Ayestarán:" La Escuela Nacional de Artes y Oficios, fundada durante el gobierno provisorio de Latorre, forjaba por un lado al instrumentista profesional con la severidad y perfección de un gran conservatorio europeo. Hasta el hecho de que sus alumnos fueran internos, huérfanos muchos de ellos, y su educación o corrección a cargo del Estado, le acercan al carácter del Conservatorio napolitano o veneciano del siglo XVI" (Alfredo Nicrosi, 1999) En pleno año terrible, siendo ministro de Guerra durante el Gobierno de Pedro Varela, el Cnel Lorenzo Latorre ordenó la fundación de una Banda Municipal de Niños instalándola en el Regimiento de Artillería (donde hoy está el Cuartel de Bomberos) siendo el director musical el Maestro Alceo Caneschi. Es el antecedente directo del área musical de la Escuela de Artes y Oficios cuyos objetivos iniciales eran resolver la situación de niños abandonados por sus padres y niños delincuentes por un lado y por otro solucionar el problema de la falta de mano de obra nacional en lo referente a obreros y artesanos  especializados.
De este establecimiento surgieron, totalmente construídos, la cañonera "General Rivera" y tres barcos a vapor:"Paz y Trabajo", "General Palleja" y "General Garibaldi"
Es además el origen del debate entre Figari y Batlle y Ordóñez, que pudiera haber marcado un gran desarrollo educativo de haberse tomado en cuenta las ideas sobre la cultura y el trabajo que propuso el Dr.Figari y también la futura Universidad del Trabajo (UTU) hoy CETP.
Ver:
Nicrosi, Alfredo. Los músicos y los inicios de la cultura sinfónica en el Uruguay.Montevideo, 1999, Paginas 29 a 37.

jueves, 16 de enero de 2014

Críticas a la reforma de Varela: La Posición de Berra en relación a la obligatoriedad en la educación.


" Los padres tienen el deber (moral) de educarse e instruir a sus hijos cuanto les sea posible, inculcándoles las costumbres y las ideas que crean verdaderas y buenas; pero no tienen la obligación (jurídica) de suministrarles una cantidad determinada de instrucción, ni ciertas doctrinas con exclusión de las otras. En esta parte, las relaciones naturales de la familia están regidas por la moral, no por el derecho; y por eso mismo, la cantidad y la calidad de la enseñanza paterna no puede ser determinada sino por la conciencia moral de los padres. La obligación de enseñar, impuesta por el Estado, es pues, un mero hecho antijurídico, debido a la arbitrariedad prepotente de los Poderes Públicos, arbitrariedad que se manifiesta en la circunstancia de que los padres no tiene tal obligación donde no haya escuelas comunes, por más que abunden las privadas(...) Como la mayoría de las familias no puede dar a sus hijos la cantidad de instrucción obligatoria, ya porque no tienen bastante para mantenerse y pagar maestros, ya porque necesitan para vivir honradamente los escasos servicios que sus hijos puedan prestarles, o ya porque no haya quien enseñe; y como por estas causas se resuelve en cosa imposible la obligación legal, los gobiernos se han hecho empresarios de enseñanza; es decir, que se han esforzado por abrir escuelas en todas partes. En esas escuelas se enseña lo que quieren los gobiernos que se enseñe, y gratuitamente. Por la gratuidad han hecho imposible la competencia de la escuela privada en la casi totalidad del país, y han conseguido, por consiguiente, que prepondere la escuela oficial, que es como decir que prepondere la enseñanza de las doctrinas oficiales(...)Los gobiernos tiende constantemente a inculcar ideas y sentimientos que favorezcan su prepotencia autoritaria(...) Hacer obligatoria la enseñanza es, pues, hacer obligatoria la asistencia a la escuela oficial.(...) La experiencia de todas las naciones que han adoptado en sus leyes la doctrina de la enseñanza obligatoria, ha probado que el éxito no ha dependido de la obligación, y sí de la facilidad de asistencia. Cuanto mayor ha sido el número de escuelas y mejor su enseñanza, tanto más numerosa ha sido la asistencia. La obligación es ineficaz, cuando el número de maestros o la calidad de la enseñanza han sido irreconciliables con la posibilidad de opinión de las familias.(...) También en la República Oriental del Uruguay es obligatoria la enseñanza, pero no hay noticia de que nunca se haya ocupado la autoridad de amonestar a nadie por falta de cumplimiento. El padre que quiere manda a sus hijos a la escuela; el que no quiere, no. Sin embargo, ha bastado que se aumente el número de las escuelas y que se reforme la enseñanza, para que creciera el número de alumnos en proporciones sorprendentes. La obligación es un acto de violencia tan peligroso como inútil"(Exposición de Francisco Antonio Berra en el Congreso Pedagógico Internacional Americano de Buenos Aires, 1882.En Varela, obras, página. 343 y siguientes)
Ver:
Mena Segarra, E, y Palomeque, A. Historia de la Educación Uruguaya, Tomo 2. Páginas 356 y 357. Ediciones De la Plaza, Montevideo.2009.

La Reforma Educativa Vareliana, el rol institucional y la legitimación de los docentes.


José Pedro Varela planteó un sistema educativo no centralizado previendo una gran participación de la comunidad para el desarrollo de la Institución Educativa. Esto no determinaba la ajenidad del Estado por el contrario preveía un rol articulador entre lo autonómico y el control total del sistema. La escuela era considerada como el principal nexo articulador de toda la sociedad, y fue tomada por Varela en su visita a los Estados Unidos de donde toma las ideas principales. El Estado determinaría las líneas generales y posteriormente habría gran participación social en los objetivos educativos. Esto esta claramente establecido en la tercera parte de La Legislación Escolar, donde se establece que el contro partiría de la Comisión Nacional de Educación con funciones muy claras en la formación y acreditación de los educadores, determinado los textos de estudio y los listados de obras y autores de interés- Desde el punto de vista organizativo la estructura preveía la participación de representantes elegidos por los ciudadanos con la única condición de saber leer y escribir, lo que determinaba el derecho a participación prevista por la Constitución de 1830. Lo novedoso era que en la elecciones de distrito se permitía el voto femenino con la condición de que fueran jefes de familia o fueran contribuyentes directos del Estado. Lo ideal y lo posible Varela lo trataba de conciliar en los fundamentos expuestos en La Legislación Escolar:..."la ley no puede ajustarse estrictamente a los principios teóricos que profesa el que la redacta o aquellos que la sanciones; tiene, para ser eficaz, posible y realizable, que tomar también en cuenta, el estado de la sociedad para la cual se legisla y los hechos que en ella se producen" (Varela, J.P. Página 261) 
Esta coherencia se ve claramente en el tema religioso, prevista como oficial del Estado la Católica, Apostólica y Romana, dejando cierta libertad de opción sin recurrir a artículos inconstitucionales. la enseñanza la llevaría adelante por un cuerpo docente formado al respecto y con un titulo habilitante. Por eso desde el inicio mismo de un centro educativo la apertura se realizaría con todo el personal especializado y con los elementos educativos necesarios. En algunos lugares del interior profundo el cumplimiento de estas directivas se asemejó a una cruzada heroica con caminos intransitables o inexistentes. Los docentes tendrían un doble control administrativo y burocrático partiendo de la organización y con supervisores que inspeccionaría el correcto funcionamiento de las diferentes áreas. Estos inspectores informarían el funcionamiento de las distintas áreas del sistema. Pero, además, estaba el control de la comunidad que podía cuestionar el funcionamiento de la institución o de los docentes. La formación del docente no solo preveía las herramientas para enfrentar la tarea docente, sino que un marco de materias más amplio se le proporcionaría distintas visiones de la realidad en la cual la concepción de la educación pudiese prender dignificando el rol del docente en la sociedad. Los exámenes serán el fiel de la balanza, cuya aprobación definirá apto al docente egresado para ejercer su profesión. Ya desde el comienzo la participación del docente en determinar aspectos políticos u organizativos de la organización estaba cerrado, sin embargo siguiendo los lineamientos generales había un esbozo de libertad de cátedra. O sea existía una descentralización pero la participación de los subordinados a la estructura era inexistente convirtiéndose en una organización vertical.

Ver:
Ifran, Douglas. De Varela al Plan Ceibal, capítulo 2, Páginas 65-68.Psicolibros, Montevideo, setiembre  2012

viernes, 10 de enero de 2014

Manuel Herrera y Obes: Antecedente del Proyecto Educativo batllista de creación de Liceos departamentales.


En 1865, Manuel Herrera y Obes presentó ante el Instituto de Instrucción Pública que presidía un proyecto para establecer "Liceos Departamentales" en cada centro poblado "cabeza de Departamento" el que fue aprobado por la corporación y elevado "al Gobierno Provisorio, pidiéndole su adopción y las resoluciones consiguientes. Si bien el título sugería una referencia exclusiva a los estudios secundarios, en realidad éstos están previstos como mera posibilidad ya que la norma es preceptiva solo en cuanto a la enseñanza primaria. En cada capital departamental, dice el art. 1, "habrá una casa de educación, costeada con las rentas departamentales y con la denominación de Liceo". Y agrega el art. 2:"En dichas casas se dará gratis la instrucción primaria elemental, inferior y superior" lo que indica la imperatividad de la creación de escuelas primarias.
En cambio, el artículo 3 indica que "también podrán establecerse en ellas las aulas de estudios secundarios y de aplicación a diferentes carreras o profesiones, cuando las Juntas Departamentales (Juntas Económico Administrativas) con acuerdo previo del Instituto, juzgaren conveniente crearlas". Quedaba en consecuencia en manos de las Juntas Económico-Administrativas y del Instituto de Instrucción Pública la opción de poner en marcha o no los institutos liceales. "Los mismos que permitían ingresar en la Universidad y se daban en régimen de internado, no se previeron como gratuitos: la suma a pagar la debían fijar las Juntas, en acuerdo con el Instituto de Instrucción Pública(art.4 a 6) El articulado preveía también que los hijos de familias pobres que no residieran en el centro poblado, podían ingresar como internos, corriendo a cargo de la autoridad departamental su manutención, decencia y gastos de instrucción, pero no podían permanecer como tales más tiempo que el necesario para hacer y concluir la enseñanza primaria elemental, inferior y superior" La fundamentación de la propuesta reposaba en tres argumentos: el principal era que se consideraba necesario neutralizar el avance de la educación privada( por eso, "en esa liza abierta a todos los intereses de secta por medio de la enseñanza, el Estado debía apresurarse a tomar su puesto")
El segundo tenía que ver con "la tan debatida cuestión de la instrucción obligatoria" en la que se contraponían "la autoridad del Estado sobre sus ciudadanos y la del padre de familia sobre sus hijos" Manuel Herrera y Obes se pronunció en contra de los medios compulsivos, inclinándose por crear instituciones de educación" en las mismas localidades" de modo que se facilitara a los padres el envío de sus hijos a la escuela sin tener que gastar costosos traslados.
Finalmente también motivaba al autor" la necesidad de dar radicación y homogeneidad a su población tan heterogénea e impregnarla de ese amor al suelo en que se nace, que impregna el patriotismo" robustecido por las poderosas afecciones que se dan en la primera edad "y que el hombre jamás olvida"
Para el historiador Alfredo Castellano esta propuesta constituye un antecedente lejano de las leyes y decretos del Primer Batllismo.
(Manuel Herrera y Obes (Montevideo1806 - 1890) fue un político y diplomático uruguayo del Partido Colorado, uno de los prohombres de dicho partido y uno de los principales dirigentes del Gobierno de la Defensa durante la Guerra Grande.) Si hijo Julio Herrera y Obes fue Presidente de la República en 1890 y 1894.)

Ver:
Palomeque, Agapo Luis. La Educación primaria entre 1851 y 1875.Capitulo VIII Un proyecto de Manuel Herrera y Obes. Páginas 205 y 206 en Historia de la Educación Uruguaya. Montevideo febrero 2011. Ediciones de la Plaza.