A mediados de 1879 comenzó a funcionar la Escuela de Artes y Oficios. En ella se aprendía herrería, carpintería, zapatería, construcción de rodados, encuadernación, dibujo, uso de instrumentos musicales, tipografía, platería y escultura, así como educación primaria para quién no la hubiera cursado. Esta institución fue una ampliación de los talleres que funcionaban en el batallón de Cazadores y mantuvo su carácter militar. Esto explica que quedara como dependencia del Ministerio de Guerra y Marina y que su primer director fuera el Sargento Mayor José Sosa. En 1887 un decreto del Presidente General Máximo Tajes dispuso que pasara al Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, iniciado entonces su obra como institución civil. Su primer alumnado era complejo y definidos por entonces como incorregibles, vagos y sin trabajo e incluso remitidos por la Policía como infractores. En total se inicia con 178 alumnos. Este origen poco honroso marcará en la visión de la sociedad un futuro estigmatizante para la institución.Sin embargo en 1883 el propio Sarmiento que presidió los exámenes finales definió a la Escuela de Artes y Oficios como la mejor de su género en América del Sur.
En lo cultural tuvo un gran desarrollo en lo musical siendo su primer hito la Banda Municipal de Niños, al decir de Lauro Ayestarán:" La Escuela Nacional de Artes y Oficios, fundada durante el gobierno provisorio de Latorre, forjaba por un lado al instrumentista profesional con la severidad y perfección de un gran conservatorio europeo. Hasta el hecho de que sus alumnos fueran internos, huérfanos muchos de ellos, y su educación o corrección a cargo del Estado, le acercan al carácter del Conservatorio napolitano o veneciano del siglo XVI" (Alfredo Nicrosi, 1999) En pleno año terrible, siendo ministro de Guerra durante el Gobierno de Pedro Varela, el Cnel Lorenzo Latorre ordenó la fundación de una Banda Municipal de Niños instalándola en el Regimiento de Artillería (donde hoy está el Cuartel de Bomberos) siendo el director musical el Maestro Alceo Caneschi. Es el antecedente directo del área musical de la Escuela de Artes y Oficios cuyos objetivos iniciales eran resolver la situación de niños abandonados por sus padres y niños delincuentes por un lado y por otro solucionar el problema de la falta de mano de obra nacional en lo referente a obreros y artesanos especializados.
De este establecimiento surgieron, totalmente construídos, la cañonera "General Rivera" y tres barcos a vapor:"Paz y Trabajo", "General Palleja" y "General Garibaldi"
Es además el origen del debate entre Figari y Batlle y Ordóñez, que pudiera haber marcado un gran desarrollo educativo de haberse tomado en cuenta las ideas sobre la cultura y el trabajo que propuso el Dr.Figari y también la futura Universidad del Trabajo (UTU) hoy CETP.
Ver:
Nicrosi, Alfredo. Los músicos y los inicios de la cultura sinfónica en el Uruguay.Montevideo, 1999, Paginas 29 a 37.
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