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sábado, 8 de abril de 2023

La crisis de 1875. Prólogo del militarismo.

 

La crisis de 1875.





Este año fue considerado el año terrible, sin embargo, hasta dos años antes el Uruguay parecía encontrarse en equilibrio en una época dorada con progreso y prosperidad económica. Esto era posible por una excelente generación joven, educada y que seguían los principios europeos de modernidad y desarrollo. Esto era posible por un creciente flujo de capitales, las nuevas tecnologías y una pasión por el desarrollo del arte. Sin embargo la crisis europea de 1973 y la consiguiente depresión comercial mundial que siguió, afectó al modelo uruguayo recientemente incorporado al modelo capitalista periférico. Hubo, también causa internas. El gran esplendor económico entre 1871 y 1873 fue una burbuja financiado por el aumento del crédito, los empréstitos de Londres y los precios altos de

Aproximación al modelo y pensamiento económico keynesiano.

 Aproximación al modelo y pensamiento económico de John Maynard Keynes.




El modelo económico keynesiano se basa en las teorías del economista británico John Maynard Keynes, que argumentó que el Estado debía intervenir en la economía para combatir el desempleo y estimular el crecimiento económico. Según el modelo keynesiano, el Estado puede lograr esto mediante la manipulación de la demanda agregada a través de la política fiscal y monetaria.

En cuanto a su aplicación en el siglo XXI, el modelo keynesiano sigue siendo relevante y ha sido aplicado en muchos países. Durante la crisis financiera global de 2008, muchos países adoptaron políticas keynesianas para estimular la economía, incluyendo la inversión pública, la reducción de impuestos y las políticas monetarias expansivas. La idea era que estas políticas aumentarían la demanda

domingo, 2 de abril de 2023

Volviendo a Luis Batlle: El debate sobre las Empresas Públicas y el rol del estado.






En un artículo titulado “Batlle los motejó bien” en el diario Acción el 6 de agosto de 1957 se sostenía: “(…)…Pregunta “El País” si empresistas somos nosotros cuando queremos defender la producción industrial con cambios especiales, o son ellos, y pretenden con esta supuesta diablura dialéctica ponernos en dificultad y fácil es contestar a esos sabios que el mote de “empresistas” se los puso Batlle y no lo perderán nunca jamás, por el hecho de estar al servicio de la industria extranjera como partidarios de ella o como abogados a sueldo.  Y les recriminaba Batlle que este sentimiento empresista o actitud empresista, o interés empresista, conspira contra el desarrollo del país. Batlle levantaba fuertes barreras aduaneras para defender