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domingo, 19 de julio de 2015

Buscando el batllismo: Julio Cesar Grauert no dejaremos que muera.



Julio Cesar Grauert fue miembro de la Junta Departamental y  presidente de la misma en el año 1927 con  25 años. En 1928 fue electo diputado nacional siendo reelecto en el siguiente período con su propia agrupación "Principismo Batllista AVANZAR". Proyectó y llevó adelante el seguro de desempleo, el seguro de maternidad y trabajó mucho por el magisterio. Planteó otros proyectos en defensa de los obreros y de los explotados del campo que no pudo concretar por la disolución de las cámaras hecha por el Terrismo. Su personalidad se caracterizó en ser aséptico a todo lo material. Marcó una línea radical cercana al marxismo pero indudablemente radical batllista. Como lo recuerda Hierro Gambardella:
(...)Muchos habían sido sus amigos y lo querían; otros lo estimaban por sus libros, sus artículos, sus discursos. Pero otros más, que seguramente eran la mayoría de aquel pueblo dolido, solo sabían que había muerto. Y que desde ese momento, por haber caído como cayó, había nacido entre todos. Fue por eso, que con gravedad levantaron en sus hombros el feretro y lo llevaron en combate, entre sablazos que lastimaron la caja mortuoria y, a la vez, el alma de la República. 
Filósofos, poetas, pensadores, han vibrado mucho y muy intensamente sobre una categpría estremecedora: La inmortalidad. Por lo menos desde el Renacimiento, con la floración de la conciencia individual y su auto-limitación de ente perecedero, se ha pensado que es el supremo tributo para las más altas potencias del ser humano. Es el pago que se ofrece por cuanto dan los héroes y los genios; y a la vez, la esperanza superior que puden acariciar quienes no tienen otras.
Los que vivimos aquellas jornadas de estupor tuvimos, no obstante, un privilegio superior; sentimos que para aquel muerto nacía la inmortalidad y nacía de nosotros, se depositaba en nuestro espíritu para crecer desde él a lso tiempos de la República.
Ya Grauert no sería el abogado, el publicista, el político supremamente desinteresado que ejemplificó con una vida austera el servicio de sus ideas. El nimbo del martirologio cubrirá para siempre la dimensión de su persona. Y si aquél pueblo había crado una inmortalidad era porque Grauert era también inmortal.(...) En la madrugada de julio de 1930 un grupo de estudiantes universitarios de distintas facultades reclamaban en la Facultad de Derecho reformas que estaban planteadas desde mucho tiempo atrás. Los estudianes izaban en cestas los alimentos y bebidas que simpatizantes hacían llegar a la facultad pero rodeados por Policías y Bomberos. En la tarde la Cámara de Representantes votaba una investigación, mientras el diputado Julio César Grauert hacía llegar por altavoces los avances de una negociación exitosa que determinaba la evacuación  de la Unoversidad sin represalias con la promesa de una reforma universitaria. En el viejo café  "Sportman" en la esquina de Andes y Mercedes había una rueda de batllistas radicales, Con Grauert y Rodriguez Fabregat a la cabeza, tambien estaba Zavala Muniz. Cuenta Aldo Ciasullo que el 1 de abril de 1933 que la casa de sus padres en la calle Bonpland, Washington Fernández traería a tres refugiados de la dictadura y perseguidos en consecuencia: Justino Zavala Muniz, Antonio Fusco y Julio Cesar Grauert. Esa noche y durante toda la jornada siguiente se realizan las reuniones de dirigentes batllistas a los que se suman: Edmundo Castillo, Antonio Rubio, Enrique Rodriguez Fabregat, Andrés Martinez Trueba, Luis Batlle Berres y Luis Abdala. 48 horas después el inusual movimiento en esa casa de familia determinó el allanamiento policial sin conseuencias porque habían decidido cambiar de sitio de reunión. En octubre de 1933 debido al 4to. aniversario de la muerte de Batlle, el Partido Colorado decidió honrar su memoria con actos públicos en todo el país, los que deberían realizarse en locales cerrados debidos a los requerimientos de las autoridades. La delegación que fue a Minas estaba integrada por Pablo Minelli, Juan F. Guichon, Julio César Grauert.Federico Capurro, María Navarra y Carlos Massiotti. El 23 de Octubre en el teatro "Escudero" el acto logró enfervorizar a la gente que acompaño a la delegación en caravana hasta las afueras de la ciudad de Minas, fue el último acto de Grauert.Son interceptados a las afueras de Mosquitos y baleados. Mal  atendido lo trasladaron al Hospital Militar, donde murió gangrenado el 26 de octubre con sólo 30 años, dejando huérfanas a 2 niñas de 5 y 6 años. Y un camino que se debe recorrer para que el retorno del batllismo sea una realidad.

Ver:
 Ciausullo, Aldo L. Evocación de Grauert. Opinar. Montevideo, Jueves 22 de octubre de 1981
Hierro Gambardella,L.No dejaremos que Grauert muera. Opinar Montevideo, Jueves 29 de octubre de 1981

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