Datos personales

lunes, 30 de enero de 2023

Desarrollo capitalista: el caso británico. Apuntes de clase.




A finales del siglo XVII y durante todo el siglo XVIII pensadores económicos británicos como Petty, Child y Adam Smith se motivan en el caso de desarrollo holandés en lo que se refería a las instituciones, la tecnología y la división del trabajo mediante el desarrollo de la especialización. En realidad em progreso británico dependía de la tecnología holandesa. Ya sea en la agricultura, construcción de canales, navegación, banca y la especialización internacional. Recién en 1820  el Reino Unido pasó a ocupar el primer puesto, la renta y la productividad eran similares a las que había logrado Holanda en los inicios del 1700. Sin embargo a partir de 1820 se despega el reino Unido con la aparición de un rápido desarrollo técnico en la industria textil, el hierro y la utilización masiva del carbón. Las causas de estos avances fueron:
1) Las Instituciones británicas que permitieron cambios en actividades económicas en agricultura, industria y comercio lo que sumadas favorecieron el desarrollo científico. Esto último sobre todo se vio en la utilización de nuevos tubérculos para alimentar a los animales como el nabo, el trébol y la alfalfa que incrementaron la fertilidad del suelo y deriva en producción intensiva. Y la consecuencia inmediata fue mejora en la cría, selección y producción de ganado.
2)La geografía llevó a los ingleses a la utilización de turba y carbón.
3) Inglaterra hereda de Holanda el desarrollo comercial mundial y este aspecto fue el que dinamizó todo lo mencionado anteriormente.
La llegado del modelo monopólico comercial británico fueron la causa del la caída del modelo holandés. En resumen la política comercial, las instituciones y la marina muy potente contribuyeron a la supremacía comercial, naval y expansionista industrial británica. Los comerciantes británicos desarrollan gran experiencia en el comercio textil, ya sea en lanas nacionales como en la reexportación de algodones de la India. En 1760 ya era el mayor exportador mundial y dos tercios de la misma se refería a textiles. La aceleración de estos procesos se debió a la evolución gradual en varios campos de la evolución occidental. Las innovaciones textiles del siglo XVIII no suponían una novedad ni grandes inversiones, fueron obras de artesanos. La máquina de hilar (1767) de Hargreaves permitió aumentar por dieciséis la productividad en los hilas flexibles. El bastidor para hilar (1768) de Arkwright era hidráulico y elaboraba un urdimbre muy resistente. El telar mecánico (1787) de Cartwright y la máquina de hilar algodón (1779) lograron la explosión final en la productividad. El punto fina fue la revolución en los transportes de la mano de la evolución del uso del vapor, el acero y los ferrocarriles. Entramos en la etapa de la utilización de la fuerza no humana que permite la expansión en producción mayor y conquista de mercados. Entre 1820 y 1890 las existencias británicas de capital por hora-hombre creció a 1,6% anual. El Reino Unido pierde su liderazgo en materia de productividad en beneficio de los Estados Unidos entre 1890 y 1900, sin embargo siguió siendo la potencia más fuerte europea hasta mediados de 1950 bastante después de la Segunda Guerra Mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.