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lunes, 25 de agosto de 2025

Economía del Uruguay 1860-1903.

 


Resumen

Este artículo profundiza en la transformación económica de Uruguay entre 1860 y 1903. Se analiza la "primera modernización" desde una perspectiva integral, examinando los aspectos jurídicos que consolidaron la propiedad privada, la "revolución lanar" y la diversificación de la producción y el trabajo. Asimismo, se incorporan las dos grandes crisis financieras de 1868 y 1890, destacando su impacto en un modelo económico que, si bien se fortalecía, ya mostraba una marcada dependencia y vulnerabilidad.

Introducción






El siglo XIX fue un escenario de profundas modificaciones globales influyentes en el desempeño económico de América Latina. Se produce la definitiva transición al capitalismo mundial. Según Bertola y Ocampo (2013) fue la Revolución Industrial en Gran Bretaña el gran impulso para la instalación del capitalismo global dinamizado por la revolución en los transportes y en los fundamentales cambios políticos en lo referente a la construcción progresiva del Estado que determinaron los procedimientos de estabilidad política e institucional. Nuestro país presentó un proceso de colonización tardío con una participación marginal debido a la inexistencia de minerales y metales preciosos. Estos aspectos facilitaron el ingreso del Uruguay al emergente capitalismo. Posteriormente y desde el proceso revolucionario hasta mediados del siglo XIX existieron en el territorio unidades económicas pre capitalistas y capitalistas periféricas. Los factores de producción fueron de base mercantil

y no mercantil. Las primeras requirieron muy bajos niveles de inversión de capital debido al tipo de producción ganadera predominante. Según Sala de Touron y Alonso Eloy (1986) la sociedad inicial carecía de una clase dirigente con la capacidad de articular intereses económicos modernizadores en la estructura productiva. En Montevideo los flujos migratorios europeos. Y la actividad comercial derivada se vincula al puerto originaron el desarrollo de talleres una débil producción artesanal y fabril con el incipiente flujo económico. En el medio rural, ebiso a la gran inestabilidad y al tipo de producción derivadas del ganado vacuno no hubo grandes inversiones. A partir de 1860 el escenario cambia con la introducción del ganado ovino y en la década de 1870 comienza un proceso modernizador apoyado por una fuer5abilidad institucional. Entre 1869 y 1874 se produce el desarrollo de actividades intensivas con gran cantidad de mano de obra en saladeros, molinos areneros la construcción y la vestimenta. A partir de 1875 y hasta el inicio del batllismo ocurre una etapa de crecimiento industrial que fue apuntalada por un marco legislativo proteccionista y con la incorporación de maquinarias buscando la industria sustitutiva de importaciones.

El periodo comprendido entre 1860 y 1903 es fundamental para la formación del Uruguay moderno. Fue una etapa de consolidación política y, sobre todo, de profundas transformaciones económicas y sociales. La incipiente República Oriental abandonó gradualmente una economía pre-capitalista basada en el ganado cimarrón para insertarse de lleno en el sistema global como un productor y exportador de materias primas. Este proceso de "modernización" no fue lineal; estuvo marcado por cruciales cambios legales, innovaciones tecnológicas, una diversificación incipiente de la producción y, a la vez, por severas crisis que pusieron a prueba la resiliencia del modelo emergente.

La transición económica (1860-1875)

La primera parte de este período se caracterizó por una profundización de la inserción de Uruguay en el mercado global, pero con grandes vulnerabilidades.

La revolución lanar y la "ovininización": Si bien el cuero de vacuno fue históricamente el principal producto de exportación, a partir de la década de 1860 se produjo un fenómeno conocido como la "revolución lanar". La creciente demanda de lana por parte de la industria textil europea hizo que la cría de ovejas (ovinos) se volviera más rentable que la de vacunos por hectárea. Esta "ovininización" del campo uruguayo fue un factor clave para la valorización de la tierra y un catalizador para la necesidad de ordenar la propiedad y controlar los rebaños, lo que prefiguró el movimiento del alambrado (Barrán y Nahum, 1978).

La crisis de 1868: En un contexto de especulación financiera y préstamos externos, el país sufrió una severa crisis económica. La burbuja crediticia, impulsada por la liquidez del capital extranjero, estalló, llevando a la quiebra de importantes bancos, entre ellos el Banco de Londres y Río de la Plata. La crisis paralizó el comercio, el crédito y las inversiones, demostrando la fragilidad de un sistema financiero local fuertemente dependiente de la inestabilidad internacional y la falta de regulación (Nahum, 1975).

La “Primera Modernización” y sus pilares (1876-1903)

El periodo que siguió a la crisis de 1875 es la fase más crucial de la transformación económica, en la que se definieron las bases del modelo agroexportador.

Aspectos jurídicos y consolidación de la propiedad: Para garantizar la inversión y la estabilidad, el Estado liberal impulsó una serie de leyes que ordenaron y consolidaron la propiedad privada. El principal instrumento fue el Código Rural de 1875, que estableció normativas claras sobre el uso de la tierra, la propiedad, las servidumbres y la regulación del trabajo rural. Este código dio respaldo legal a la delimitación de las propiedades, facilitando la extensión del alambrado de los campos. El alambrado, que el gobierno promovió con exenciones fiscales, fue una revolución tecnológica y social que terminó con la ganadería extensiva y semi-salvaje, y a la vez consolidó el latifundio, desplazando a peones y pequeños propietarios (Barrán y Nahum, 1978).

Diversificación productiva y del trabajo: La modernización no se limitó a la lana y el ganado. El desarrollo tecnológico permitió una mayor diversificación. Si bien los saladeros continuaron produciendo tasajo para los mercados de Brasil y Cuba, la tecnología del frío comenzó a transformar la industria cárnica. A finales del siglo XIX, las primeras inversiones en frigoríficos (que reemplazarían a los saladeros en el siglo XX) permitieron la exportación de carne congelada de alta calidad a Europa. La producción también se diversificó en otros sectores: en las zonas rurales del litoral, los inmigrantes desarrollaron una incipiente agricultura de cereales y viñedos. En el ámbito laboral, el trabajo se diversificó más allá del peón rural: surgieron los alambradores, los obreros portuarios, los ferroviarios y una creciente clase de artesanos y obreros en las ciudades, especialmente en Montevideo.

La crisis de 1890: La prosperidad de la década de 1880 se vio bruscamente interrumpida por la crisis financiera internacional de 1890 (también conocida como la "Baring Crisis"). El colapso de la casa financiera Baring Brothers en Londres, uno de los principales inversionistas en la región, causó una retracción masiva del crédito internacional. En Uruguay, esto provocó la caída del Banco Nacional y una severa recesión. Los precios de los productos de exportación cayeron drásticamente, las inversiones se detuvieron y el país enfrentó una grave crisis económica que duró varios años. Esta crisis, más que la anterior, puso en evidencia la profunda dependencia de la economía uruguaya de los flujos de capital y de las fluctuaciones de precios en los mercados financieros globales.

Conclusiones

El período 1860-1903 fue una etapa de profunda transformación para Uruguay. El país consolidó su identidad como un exportador de productos agropecuarios de valor, impulsado por una combinación de factores: un marco jurídico que garantizó la propiedad privada, la "revolución lanar" que valorizó la tierra, la modernización tecnológica y la llegada de capitales extranjeros. Sin embargo, este progreso no fue lineal. Las crisis financieras de 1868 y 1890 sirvieron como duros recordatorios de la vulnerabilidad de un modelo económico altamente dependiente de las fluctuaciones del mercado mundial. A fines de siglo, Uruguay ya no era solo una tierra de ganadería primitiva, sino una nación con una economía más compleja, pero también más expuesta a los vaivenes del capitalismo global.

Bibliografía

Barrán, José Pedro y Nahum, Benjamín. (1978). Historia rural del Uruguay moderno. Tomos 1-6. Ediciones de la Banda Oriental.

Nahum, Benjamín. (1975). Historia económica y social del Uruguay moderno. Ediciones de la Banda Oriental.

Oddone, Juan. (1975). La formación del Uruguay moderno. Centro Latinoamericano de Economía Humana (CLAEH).

Millot, Julio; Alfaro, Carlos y Oddone, Juan. (1973). El Uruguay contemporáneo (1860-1929). Instituto de Investigaciones en Ciencias Sociales (IICS).


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