martes, 7 de marzo de 2017
La Crisis Económica de 1868.
Antecedentes.
Los Bancos.
El problema
se puede abordar en dos perspectivas, la primera hasta 1865 periodo en el cual
las licencias bancarias son otorgadas por el Poder Legislativo. La segunda que
se denomina de Banca Libre que comienza en la Ley de Bancos sancionada en ese
mismo año.
La
Constitución de 1830 había establecido en el artículo 17 que se atribuía a la Asamblea General el
derecho de: “Aprobar o reprobar la creación y reglamentos de cualesquiera de
los Bancos que hubieran de establecerse” El fundamento de crear una ley de
Bancos era:
1) Gran dificultad para que el Parlamento
autorizara la creación de los Bancos. De hecho en los primeros años de vida
independiente el país funcionó sin bancos.
2) Otro problema era el papel moneda, en la
época se identifica a los bancos con la emisión de billetes.
3) Existía
una gran inestabilidad política que alejaban a potenciales inversores en el
sistema bancario.
A partir de
1853 comienza a plantearse las necesidades de creación de bancos . El primero
fue el denominado en el proyecto de creación “Banco Oriental”, y otro propuesto
por el empresario Fernando Menck, el
objetivo de ambos proyectos era tener privilegios que era en definitiva tener
el monopolio de la emisión de papel moneda y por lo tanto banqueros del
gobierno. El modelo tomado era el Banco de Inglaterra que se había fundado en
1694.
Estas iniciativas
llegaron a la prensa el periódico montevideano “El Comercio del Plata”
sostenía: “ el país ganaría mucho con el establecimiento de un banco pero es
preciso precaver a la República de los resultados de unos certificados transferibles que no
tuvieran otra garantía que el sello que llevasen…”
El ministro
de Hacienda de la época convocó a una Comisión Parlamentaria que se expidió en
contra a aceptar el monopolio de la emisión del papel moneda. La propuesta de
Menck tuvo un desarrollo favorable, luego de fuertes debates y discusiones pero
a pesar de obtener la licencia por Ley para funcionar el banco propuesto no
llega a instalarse al no conseguir obtener al capital inicial de unos 40
millones de U$S en valores actuales.
Los bancos
que finalmente se van instalar serán el Banco Mauá y el Banco Comercial.
El Banco
Mauá.
Está vinculado
directamente a la figura de Irineo Evangelista de Sousa que será nombrado Barón
de Mauá por el Emperador del Brasil. En 1850 ya maneja cifras importantes y un
trato muy deferente del Gobierno de la Defensa durante la Guerra Grande, y que
al retirarse Francia e Inglaterra del apoyo al gobierno uruguayo de la Defensa,
el emperador le encomienda asumir la protección económica del Uruguay.
En 1856 Mauá
abre un establecimiento comercial en
Montevideo y comienza a funcionar como banco emitiendo billetes sin la
autorización parlamentaria correspondiente. Se producen desavenencias con el
Presidente de la República don Gabriel Pereira. El Parlamento al final en julio
de 1857 concede la creación del Banco con las siguientes características:
1)
Capital
inicial de $1,2 millones
2)
Podía
emitir billetes convertibles siendo el más pequeño equivalente a una onza de
oro.
3)
Los
billetes sería convertibles a oro sellado, con un mínimo al equivalente a una
onza. La falta de conversión sería equivalente a la liquidación del banco.
En 1860 el
Gobierno nacional abre una cuenta corriente convirtiéndose de hecho en la
Tesorería del Estado.
El Banco
Comercial.
La Sociedad
de Cambios solicita al Parlamento la creación de un Banco. La ley es aprobada
en 1858 y presentó algunas diferencias con la creación del Banco Mauá. La
primera es que no puede emitir más que el doble del encaje en lugar que el
triple del Banco Mauá. Los directivos del Banco Denominado “Banco Comercial”
van a declinar otorgarle cuentas al Estado marcando un perfil y futuro muy
diferente del Banco Mauá.
El estado no acuñaba ni emitía; los bancos podían dar crédito en
billetes, que no tenían ningún costo. Eso era más extremo en el caso de la
emisión menor, que por el mínimo que se exigía para su conversión era
prácticamente inconvertible.
En Diciembre de 1860 la emisión del Banco Comercial y del Mauá, era solo
de 1.350.000 pesos. No se conoce el monto de metal que pudo haber circulado. En
la memoria de Hacienda de 1861 se anotaba la insuficiencia del cambio menor
“que afecta a las clases pobres, sintiéndose con más fuerza en la campaña”(...)
“en la que la moneda feble boliviana iba reemplazando fácilmente a la
amonedada plata de otros cuños.”
Los comerciantes daban crédito, lo que les permitía el control de las
transacciones, incluso en hipoteca a altos intereses (18% por adelantado más
comisión), a particulares y al Estado. El crédito al Estado había sido desde la
década de 1830 un mecanismo importante de acumulación especulativa. Pulperos y
comerciantes de pueblos prestaban a peones, estancieros y que los grandes
estancieros acudían a los barraqueros y los bancos de forma que éstos y los
importadores y mayoristas controlaban el abastecimiento de la campaña y la
comercialización de su producción con escaso movimientos de fondos.
El sistema monetarios y bancario funcionó normalmente hasta
1867, cuando s establecen los bancos: Montevideano, Italiano, Oriental y Navia
y el Banco de Londres y América del Sur de capital inglés que comienza a emitir
en 1865. El sistema bancario se transformó en la principal fuente de crédito a
corto plazo.
La invasión de Flores en 1863 vuelve a poner en el centro de la
problemática económica las finanzas estatales. El gobierno de Berro había
establecido estrechos lazos con el Banco Mauá que le proporcionaba fondos. El 7
de enero de enero de 1865 se decretó la inconversión para proteger al Banco
Mauá, no tanto porque tuviera exceso de emisión, sino por lo pesado de sus
colocaciones en especial en crédito al Estado y deuda pública. Había caído
Paysandú. Según los informes diplomáticos los Bancos habían sido protegidos por
la marinería extranjera. El Banco Comercial mantuvo la convertibilidad. Los
Bancos Comercial y de Londres acumulaban fuertes cantidades de billetes del
Banco Mauá para convertirlos y provocar su caída. El metal era depositado en
los barcos extranjeros; incluso los bancos trasladaron el metal a Buenos Aires,
tanto por razones de seguridad como por la alta tasa de interés de esa plaza.
Los billetes inconvertibles del Banco Mauá sólo sufrieron una depreciación
del 6% y el nivel de precios se mantuvo. Los billetes no se depreciaron porque
eran necesarios a la circulación y los bancos oristas los aceptaban. En Un
informe del año 1865 se aconseja dejar la inconversión a partir del 16 de
junio. El 30 de abril de 1868 se establece una verdadera Ley General
de Bancos. Los estatutos y reglamentos de los bancos serían aprobados por el
Poder Ejecutivo. Establecía la libre convertibilidad a oro y con ello el patrón
oro. Los bancos tenían libre emisión de billetes de 10 pesos como mínimo, hasta
el triple del capital. Se les concedía la emisión menos en forma transitoria,
hasta el 20% de la emisión mayor en épocas de escasez de circulante.
Es necesario tener en cuenta que los bancos recibían depósitos en metal
que según el contrato que los regulaba podían constituir dinero. Los bancos
daban crédito que podía reflejarse no en aumento de circulante sino en aumento
de depósitos, es decir aumento de dinero bancario. Los bancos prestaban al
gobierno, utilizando los fondos de los depositantes o lo creaban emitiendo
billetes o crédito.
Los comerciantes y los bancos hasta 1863 mantenían un restringido monto
de dinero en poder del público, lo cual les aseguraba el equilibrio del balance
de pagos y un cierto control de la economía.
Este equilibrio fue roto por el auge en los años sesenta, la entrada del
oro y el mayor desarrollo de relaciones de producción capitalista y de la
relación social dinero. El aumento del ingreso y la modernización de las
costumbres determino un incremento del consumo suntuario que así como las
inversiones en infraestructura urbana hicieron más vulnerables las cuentas con
el exterior.
Los comerciantes tuvieron que enfrentar a Mauá y a lo que significaba:
un hombre vinculado al gobierno de Brasil, capaz de mover oro en forma autónoma
respecto de las operaciones comerciales de Uruguay, con amplias vinculaciones
con el exterior, capaz de negociar un empréstito en Londres, con una concepción
del negocio bancario muy distinta a la del Banco Comercial y además muy
vinculada a las finanzas del Estado.
En junio de 1866 estalló una crisis en Londres produciendo una corrida
en Montevideo. El Banco de Inglaterra había elevado la tasa de redescuentos y
atraía capitales de la periferia. La corrida fue una movida de los bancos
oristas contra el banco Mauá. El 20 de junio el Poder Ejecutivo decretó la
segunda inconversión por un lapso de tres seis meses, en Razón de la crisis
europea y las fuertes exportaciones de oro que realizaban los bancos. Según el
decreto, tenían la obligación de retener el oro que tuviera en caja. La emisión
se limitó al triple del encaje.
La inconversión fue otra vez decretada para proteger al Banco Mauá.
Seguía teniendo una emisión y un volumen de negocios superior al de todos los
otros bancos juntos. Prestaba a artesanos, ganaderos, agricultores y
comerciantes y recibía depósitos de los mismos. Tendía a desterrar
las prácticas usureras. Había organizado la deuda pública y se había hecho
cargo del manejo de los fondos públicos. En 1865 había importado 5.000.000 de
pesos en metal.
Un decreto del 16 de diciembre de 1867 suspendió la tramitación de
peticiones de nuevos bancos. El 21 de enero de 1869 otro decreto suspendió el
trámite de aumento de capitales. A esa fecha los bancos había proliferado, 8 en
Montevideo, con 9.1000.000 pesos de capital. La importancia relativa
del Banco Mauá había disminuido.
En la época se generalizó la opinión de que el aumento de la emisión era
una de las causas del aumento del precio del oro. Pero la causa era que
escaseaba debido a los déficit del balance de pagos. José Pedro Ramírez afirma
que la crisis del 68 no se debió a la excesiva emisión sino al mal uso del
crédito.
Se inicia a partir de 1868 un periodo confuso en materia monetaria y
bancaria. Los Bancos oristas y el periódico “ El Siglo” incrementaron su
propaganda contra la inconversión. El Ministro de Hacienda, Bustamante, rígido
liberal, restableció la conversión. Con una década de expansión y de desarrollo
de relaciones capitalistas, no se podía prescindir del dinero. Con la
conversión cerraron los bancos Mauá, Montevideano, Italiano y Comercial de
Salto. Una ley del 13 de julio de 1868 crea una Comisión fiscal de Bancos y
dieron a los billetes además de la garantía de valores suficientes, la garantía
de la Nación hasta 90 días de reiniciada la conversión. La emisión de los
bancos se limitó al doble del capital. Desde el 1 de agosto de 1868 los Bancos
debían retirar mensualmente de la circulación un 3% del capital
emitido hasta llegar a ese limite. El alto comercio aceptó los billetes, ya que
eran necesarios para la circulación interna. Los bancos Comercial y de Londres
no se acogieron al decreto.
Circulaban entonces tres monedas: metal, billetes bancarios convertibles
( del Banco Comercial y de Londres) y billetes inconvertibles.
Finalmente el 7 de julio de 1869 se promulgó la ley de liquidación de
los bancos. La parte relativa a la emisión debía realizarse de inmediato con
los fondos públicos. Según la liquidación, el Banco Mauá tenía emitidos al 12
de febrero de 1869, 6.100.000 pesos. Tenía en su poder 3.670.700 pesos
del Empréstito Montevideano Europeo, 1.888.500 de deuda. Se
desarrolla una 2da. Serie y créditos
contra el gobierno por 821.200 pesos. Su activo total era de 14.700.000. Con el
acuerdo de Mauá la Comisión Fiscal declaró que se encargaría de convertir a oro
los billetes. El 24 de octubre el Banco Mauá fue autorizado a reiniciar
operaciones.
El 8 de enero de 1870 el Poder Ejecutivo creó la Junta de Crédito
Público, cuyas atribuciones consistían en recibir el producto de las rentas
afectadas a la deuda pública y cumplir su servicio.
El 4 de mayo de 1870 se promulga una ley en la cual se tiende a que el
estado influya en la emisión. Los bancos de emisión existentes o que se crearan
podrían emitir hasta el duplo de su capital en billetes convertibles contra los
billetes de la Junta de Crédito Publico o contra el oro sellado.
lunes, 27 de febrero de 2017
La crisis del batllismo: de los Colegiados a Gestido. Una aproximación.
Los antecedentes los encontramos durante la presidencia
de Martínez Trueba y el proceso de Reforma Constitucional. La visión de Don
Pepe en los clubes partidarios fue utilizada en buena forma por Luis Batlle. No
tanto con aquella visión de escuela ciudadana ahora como engranaje muy bien
lubricado de maquinaria electoral. En la cual la esperanza de un futuro mejor
ingresado en las filas del Estado hacía trabajador duro a muchos compatriotas
en un momento en el que funcionario estatal era motivo de orgullo y bienestar.
Se facilitaban trámites ante el Estado y como lógica consecuencia comienza un
crecimiento exponencial de la burocracia estatal, lejana al Modelo Batllista de Desarrollo de comienzos
del siglo XX. A esto le debemos sumar los nuevos medios de comunicación masiva
que presentaban bondades y promesas de los candidatos políticos. La
multiplicidad opciones y candidatos no fue ajena al Partido Colorado y
presenta en la primera elección de la
década de 1950 tres formulas. El batllismo dividido entre la la lista 14 y la
lista 15. La 15 presenta la formula Andrés Martinez Trueba – Alfeo Brum; la 14
a César Mayo Gutierrez- Lorenzo Batlle Pacheco en tanto los sectores independientes
agrupaban a blanco acevedistas, baldomiristas y terristas conforman la formula
Eduardo Blanco Acevedo-Cyro Giambruno. El tema excluyente era la Reforma
Constitucional que surge de iniciativa del Presidente del República. Ante el
proyecto Colegiado, juzgado de muy diversa formas tanto por colorados como por nacionalistas, queda claro que el apoyo
al proyecto se realizará en forma vehemente por el catorcismo que seguía a
rajatabla la ortodoxia de los objetivos delineados por Don Pepe. El propio
Herrera con su pragmatismo antibatllista sostuvo, según su biógrafo, Eduardo
Victor Haedo: “ Si, a entrar en el gallinero del vecino y comerle algunas
gallinas…El Colegiado, entrar en él y limar las uñas de este régimen dueño de
todos los resortes del poder, debilitar al adversario y tenar, sin miedo y con
decisión la victoria que merecemos”
El plebiscito que la
ratificó se realizó el 16 de diciembre de 1951 y la Constitución entró en vigencia
el 25 de enero de 1952. La población en general se abstuvo votando solo el 37%
de los inscriptos 429670 votos ganando por solamente 40000 votos. Los seis
Colorados electos fueron Andrés Martinez Trueba presidente por todo el período,
Francisco Forteza y Antonio Rubio por la 15, Héctor Alvarez Cina y Luis Alberto
Brause por la 14 y Eduardo Blanco Acevedo. Durante este periodo, el primer
Consejo tuvo problemas tanto en lo nacional como en lo internacional. Comienza
una política internacional proteccionista lo que hace bajar los precios de la
lana y la carne, comienza un proceso inflacionario, perdida del salario real y
como lógica consecuencia agitación social y sindical. Las Medidas Prontas de
Seguridad fueron adoptadas por primera vez en marzo de 1952 con motivo de una
huelga en Salud Pública y luego en Setiembre de ese mismo año por una gran huelga en ANCAP. Epoca de Guerra
fría y vinculación cada vez más cercana
a los EEUU- Luis Batlle Berres desde los editoriales del diario Acción
manifestaba una gran discrepancia con el gobierno y sostenía en varios
artículos: “ Medidas de seguridad, no; una libre y amplia discusión con los
obreros, si. He ahí la diferencia en lo social entre ellos y nosotros” Acá,
además, comienzan las cuotas políticas para ingreso a la administración
pública, la ley de autos baratos, y la pérdida de imagen del sistema político
en la opinión pública.. También comienza su predica la Liga Federal de Acción
Ruralista, liderada por Benito Nardone, el periodista de El Día y ex-batllista
fundó la liga primero con fines gremiales y luego con lógica política. "Sonaban los acordes del Pericón
Nacional, de Gerardo Grasso, y sobre los mismos un locutor anunciaba: Con
ustedes, Chico Tazo. De inmediato irrumpía una voz levemente metálica: Nuestro
saludo de todos los días a los productores rurales del país y de los países
vecinos... Con este mensaje, repetido diariamente por las ondas de Radio Rural
a las 11:30 de la mañana, un hombre cambió la historia de este país(
Maiztegui,Caudillos,2012 Pág. 352)
El lider ruralista había nacido en Montevideo el 22 de noviembre de 1906, en el hogar formado por Nicolás Nardone y Rosa Cetrullo. Su padre, inmigrante italiano, era obrero portuario y se desempeñaba en el servicio de remolcadores. Jefe de una familia de modestos recursos, vivía en la zona portuaria en la calle 25 de agosto, donde nace Benito.
"Nardone carece de los tres instrumentos que tradicionalmente abren las puertas de un futuro político. No tiene ni título, ni apellido, ni dinero" El 1 de marzo de 1955 asume el nuevo colegiado con mayoría batllista y definitivamente quincista. También ocupa el colegiado por la minoría Luis Alberto de Herrera, Ramón Viña por el herrerismo y Daniel Fernández Crespo por la corriente popular nacionalista. El drama del batllismo fue sus divisiones y la necesidad de lograr acuerdos entre la 14 y la 15 para poder alcanzar gobernabilidad en el Parlamento. A la crisis política s ele suma una crisis económica que erosionaba sus vínculos con el electorado que se basó en el apoyo social a diferentes sectores de la actividad nacional. En este marco el sector agropecuario comienza a reclamar el fin del dirigismo y control de cambios, eliminar el proteccionismo al sector industrial. Los industriales por el contrario exigen mayor control de la competencia externa y que dejara de intervenir en la regulación entre el capital y el trabajo.
El lider ruralista había nacido en Montevideo el 22 de noviembre de 1906, en el hogar formado por Nicolás Nardone y Rosa Cetrullo. Su padre, inmigrante italiano, era obrero portuario y se desempeñaba en el servicio de remolcadores. Jefe de una familia de modestos recursos, vivía en la zona portuaria en la calle 25 de agosto, donde nace Benito.
"Nardone carece de los tres instrumentos que tradicionalmente abren las puertas de un futuro político. No tiene ni título, ni apellido, ni dinero" El 1 de marzo de 1955 asume el nuevo colegiado con mayoría batllista y definitivamente quincista. También ocupa el colegiado por la minoría Luis Alberto de Herrera, Ramón Viña por el herrerismo y Daniel Fernández Crespo por la corriente popular nacionalista. El drama del batllismo fue sus divisiones y la necesidad de lograr acuerdos entre la 14 y la 15 para poder alcanzar gobernabilidad en el Parlamento. A la crisis política s ele suma una crisis económica que erosionaba sus vínculos con el electorado que se basó en el apoyo social a diferentes sectores de la actividad nacional. En este marco el sector agropecuario comienza a reclamar el fin del dirigismo y control de cambios, eliminar el proteccionismo al sector industrial. Los industriales por el contrario exigen mayor control de la competencia externa y que dejara de intervenir en la regulación entre el capital y el trabajo.
Dentro de toda esta gama de situaciones el accionar del gobierno
colegiado fue difuso, estático y con falta de reflejos para sostener la
situación en medio de una creciente crisis. Cuando Luis Batlle abandona la
presidencia del Consejo Nacional de Gobierno las señales del gobierno no fueron
suficientes para limitar o detener la creciente pérdida de credibilidad. Se
desarrolla una política de vaivén favoreciendo a un sector hoy y luego a otro
dejando al primero a su suerte. Esto fue utilizado inteligentemente por la
oposición política muy virulenta dentro del propio Partido Colorado. Queda
claro que la hegemonía dentro del Partido no la tenía el quincismo, tampoco el
catorcismo y que la brecha entre ambos sectores provocaría una escisión
dentro del paraguas ideológico del batllismo. Según relata Amilcar
Vasconcellos, el 9 de mayo de 1956, como consecuencia de una interpelación
realizada por el Senador de la 14 Carlos Mattos, el Ministro de Salud Pública
Dr. Julio Estrella presenta renuncia y esta situación llevó a la ruptura
definitiva entre ambos grupos batllistas. A partir de allí la 15 debió gobernar
sin respaldo parlamentario. No debemos olvidar que desde el año 1956 el
ruralismo, el herrerismo y los colorados reformistas cuestionaban con dureza al
gobierno y las palabras de Benito Nardone suenan fuerte aun hoy: “ …el Sr. Luis
Batlle Berres le está costando demasiado caro al país” fue el puntapié inicial
de la futura alianza herrero-ruralista que llevaría al gobierno a los blancos
en las próximas elecciones.
El año 1958 marca lentamente el fin del proyecto batllista en una lenta
agonía que llegará con la reforma de 1966 y con el advenimiento del proceso
Gestido-Pacheco Areco-Bordaberry que culminó en el Golpe de Estado de 1973.
Si las elecciones de 1958 habían determinado un primer intento de
cambiar al país provocando la rotación de partidos en el poder, las elecciones
de 1966 marcaron aun con más fuerza ese sentimiento, no solo con una nueva
rotación partidaria sino también con una nueva Constitución.
Es claro que los gobiernos desempeñan un papel importante en el control
de las élites y en generar una justa, o por lo menos lo más, redistribución
de la riqueza. Quizás el primer paso es la igualdad ante la Ley. Desde el punto
de vista económico, los liberales desde Locke a Hayek siempre se mostraron
reacios a una distribución forzada de la riqueza obligada por el Estado. Los
ejemplos cercanos son las políticas de redistribución populista argentina bajo
el kirchnerismo o el chavismo.
En 1965 nuestro país transitaba el último año del segundo colegiado de
mayoría nacionalista sin poder solucionar las nuevas condiciones
económico-sociales del momento. El peso uruguayo se devaluó fuertemente, el U$S
pasó de $11 a $ 80 y la inflación determinó huelgas y conflictos laborales muy
fuertes. Además desde 1964 se había constituído la Convención Nacional de
Trabajadores (CNT) que unificó el movimiento gremial detrás de una dirigencia
esencialmente marxista con la lucha de clases como principio doctrinario.
Además para completar el marco fallecen importantes referentes políticos como
Benito Nardone, Luis Batlle Berres y Daniel Fernández Crespo. El Partido
Colorado estaba dividido entre la 15 que dirigía Jorge Batlle Ibáñez, la 14
dirigida por César Batlle Pacheco y la 99 dirigida por Zelmar Michelini. De la
15 se escinde Amilcar Vasconcellos y los senadorees Carrere Sapriza, Alba
Roballo, Glauco Segovia que pasan a apoyar a Oscar Gestido en la Unión Colorada
y Batllista. De la lista 99 se separaba Renán Rodriguez. En las elecciones gana
el candidato colorado Gestido. Había sorpresa en el resultado, incluso por la
problemática de conformar las listas y sobretodo la formula. La vicepresidencia
se le había ofrecido a Héctor Luisi, a Lacarte Muró y finalmente a Jorge
Pacheco Areco. La imágen de Gestido de hombre honrado, austero y buen
administrador fue determinante en las opciones del electorado. Gestido había
tenido una excelente gestión en AFE, hablaba poco, no aceptaba el halago facil
y mostraba verdadera preocupación por la situación del país.
En la formación de su equipo de gobierno, Gestido, mostró claramente dos
líneas de acción:
1) Gobernar con todo el Partido Colorado.
2) Integrar técnicos calificados de otras tiendas, por ejemplo el
Cívico, Horacio Terra Arocena en INVE.
El clima político era complejo. No había una oposición orgánica al
gobierno pero se hacía sentir el accionar del Movimiento de Liberación
Nacional Tupamaros y una cierta desorientación de los distintos sectores
politicos. El 2 de marzo de 1967 se interviene la Caja de Jubilaciones y el 16
la estabilización de precios por ley durante 60 días. En su discurso del 25 de
julio Gestido resaltó su decisión de acabar con el caos imperante en la
sociedad decidido a que el país no ingresara en la Ley de la Selva- El 19 de
octubre se implanten las Medidas Prontas de Seguridad. No se
trataba de un estado de sitio ni de un apartamiento de la Constitución, puesto
que la Carta Magna prevé, en el numeral 17 del artículo 168, la adopción de
este régimen excepcional. Pero muchos analistas lo analizan como un
“paréntesis” en el orden institucional, en la medida que habilita al Ejecutivo
a censurar prensa, a coartar la libertad de reunión, a proceder a detenciones
arbitrarias, etcétera. El problema de esta medida se vio en que las
primeras víctimas de las medidas fueron los ministros de Hacienda, Amílcar
Vasconcellos, de Industria y Comercio, Zelmar Michelini, de Obras Públicas,
Heraclio Ruggia, y de Trabajo, Enrique Véscovi, quienes presentaron su renuncia
en desacuerdo con la adopción de las medidas.
Según Carlos Real de Azúa la situación que enfrentó Gestido estaba en “
...el marco de que la gente común había empezado a descreer de los políticos,
que si bien seguían repartiendo algunas prebendas de una torta cada vez más
chica, habían sancionado una serie de leyes que les daban beneficios realmente
importantes( sueldos, jubilaciones anticipadas y altas, autos baratos) en
detrimento del conjunto de la población” Por otra parte Henry Fynch señala que
“ el gobierno del General Gestido no intentó imponer, en un principio, un
programa estabilizador. Hasta poco antes de su muerte, el nuevo mandatario se
resistió a la reinicio de los contactos con el FMI prefiriendo buscar apoyo
popular para un política desarrollista sobre la base de su prestigio como
administrador y de su relativa independencia con respecto a la política
partidaria. Su experiencia terminó en noviembre de 1967 con una nueva
devaluación del peso de 98 a 200 unidades por U$S en el mercado oficial de
cambios”
Gestido era un hombre serio, responsable y austero su gobierno fue
precedido por un programa coherente que no pudo hacer frente a la guerrilla, la
crisis económica y al sentimiento de pesimismo de la sociedad uruguaya. Su
fracaso fue el fin del Uruguay liberal y de austeridad republicana. Otros
vientos soplarían luego de su muerte dando paso a una crisis de valores democráticos
que dio paso a la pérdida de la institucionalidad pocos años después.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)