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lunes, 21 de septiembre de 2020

Primera presidencia del Dr. Sanguinetti 1985-1990 La restauración económica.

 La Economía durante la primera presidencia del Dr. Sanguinetti.



El primer gobierno democrático luego de la dictadura transcurrió entre 1985 y 1990 y correspondió al Dr. Julio María Sanguinetti. Los problemas eran varios pero en esta crónica trataremos los económicos. A modo de resumen los más complicados eran:

1)      Déficit fiscal muy alto que alcanzaba el 9,5% del PBI.

2)      Una caída del 15,7% del PBI entre 1982 y 1984.

3)      El salario real había caído un 28% entre 1982 y 1984.

4)      Un endeudamiento externo debido a restricciones externos por lo tanto era el Estado el que debería obtener los recursos mediante aumento de impuestos o reducción del gasto.

5)  

    Un endeudamiento interno con gran nivel de morosidad que afectaba la solvencia financiera.

Simultáneamente se debía enfrentar las grandes expectativas generadas por el retorno a la democracia y poder dar respuesta a todas las reivindicaciones de los diferentes grupos sociales que habían sufrido todo tipo de postergaciones durante la dictadura. Se había creado la CONAPRO, Concertación Nacional Programática y reunidos allí los técnicos de los diferentes  partidos políticos llegaron a cuerdos sobre lineamientos de la futura política económica en la necesidad de profundos cambios. Estos acuerdos coincidían en la necesidad de profundos cambios y sostenía en una parte del documento: “ la política económica a partir del 1 de marzo de 1985 se diferenciará claramente de la que caracterizó el período autoritario y supondrá además una actitud activa por parte del Estado en el ejercicio de la conducción económica” Las metas eran:

1)      Reducir el déficit agregado del sector público no financiero y del BCU desde un 10,25% hasta un 6% del PBI entre junio de 1985 y junio de 1986, y a menos del 5% hacia el fin de 1986.

2)      Fijar una meta máxima de inflación de 60% para ese primer período de junio de 1985 y de 45% para el año 1986.

3)      Establecer metas para restringir la expansión monetaria por debajo de la inflación.

4)      Plantear un incremento del PBI de entre 2% a 4%.

En definitiva se le daba prioridad a la reactivación con estímulos tanto a la demanda interna como a la externa. El objetivo era mejorar el empleo. El ingreso y su distribución debería mejorar con la creación de empleos y el incremento de salarios reales. Se debía mantener el gasto público como porcentual del producto y priorizar el gasto en salud y educación. Por otro lado se cambia la estructura de los ingresos acentuando los tributos directos y rebajando el IVA. Las autoridades del equipo económico fueron el Cr. Ricardo Zerbino en el ministerio de Economía, el Cr. Ricardo Pascale como Presidente del BCU y el Ec. Ariel Davrieux como director de la OPP. Su primer documento establecía: “ el principal objetivo económico dl nuevo Gobierno es revertir la difícil situación económica y financiera heredada adoptando las medidas necesarias para lograr la reactivación sostenida de la economía. Para tal fin, se hará fundamentalmente hincapié en políticas destinadas a reducir la inflación, disminuir el déficit fiscal y fortalecer la balanza de pagos” En este aspecto se aleja de los acuerdo de la CONAPRO y se mantienen los principios generales manejados durante la dictadura: libertad al movimiento de capitales, libertad en el mercado cambiario y no al curso forzoso de la moneda nacional. En resumen la política económica fue una suerte de política transicional cuyo objetivo principal era la consolidación democrática siguiendo las siguientes metas:

1)      Reactivar la economía.

2)      Mejorar los salarios y las jubilaciones.

3)      Recuperar los equilibrios perdidos.

4)      Cumplir con los compromisos externos.

5)      Enfrentar la inflación.

De acuerdo con la carta intención firmada por el gobierno con el FMI en el mes de setiembre de 1985 el fin principal del programa era el logro de la reactivación mediante políticas tendientes a reducir la inflación, disminuir el déficit fiscal y mejorar la balanza de pagos. O sea que se priorizaba el objetivo de estabilización del nivel precios como objetivos de la política económica de corto plazo y por extensión la reducción del déficit fiscal se convirtió en piedra angular del programa comprometido por el gobierno con el FMI. Durante el periodo la distribución del empleo mejoró como consecuencia de la reactivación económica, el incremento del salario real y la creación de empleo. Hasta el año 1988 la tasa de crecimiento promedio de los ingresos de los sectores más bajos fue superior a la tasa de crecimiento de los sectores más altos, de forma que la brecha existente entre ambos se fue acortando. Esto ocurrió en un contexto en el cual todos los sectores aumentaron sus ingresos.

A modo de conclusión.

En el capítulo económico, el Gobierno de Sanguinetti, que incluía a dos ministros del PN, se planteó como tarea prioritaria el poner freno a la deuda exterior de 5.100 millones de dólares, cifra enorme, cercana al total de la producción nacional. Asimismo, Sanguinetti se mostró activo dentro del Grupo de Apoyo (Uruguay, Perú, Brasil y Argentina) al Grupo de Contadora (México, Colombia, Venezuela y Panamá), foros informales de consultas dedicados a la exploración de medidas preventivas contra la extensión de los conflictos armados en Centroamérica y que en diciembre de 1986 decidieron fusionarse con el nombre de Grupo de los Ocho, el cual a su vez tomó en octubre de 1990 el nombre de Grupo de Río coincidiendo con su ampliación a Chile, Ecuador, Bolivia y Paraguay. Sanguinetti presidió la II Reunión del Grupo de los Ocho, en Punta del Este el 29 de octubre de 1988. En el primer tramo de su mandato, la economía uruguaya, que hasta 1985 padeció una aguda depresión, registró unos indicadores positivos, con crecimiento de la producción, descenso de la inflación, estabilización del desempleo e incremento de las exportaciones. La confrontación con los sindicatos, que exigían la ruptura con el FMI y el impago de la deuda, se vio compensada con la apertura de vías concertadas para reforzar el consenso entre los partidos políticos y sacar adelante legislación de interés general, siendo su principal exponente el Acuerdo Nacional suscrito el 1 de abril de 1986 por el PC, el PN, el izquierdista Frente Amplio (FA) y la conservadora Unión Cívica (UC). Hacia el final de la presidencia, pese a los acuerdos para su refinanciación, la deuda exterior siguió aumentando, siempre sólo sensiblemente por debajo del PIB, el cual además volvió a contraerse hasta una tasa de crecimiento virtualmente cero. La inflación también experimentó un fuerte repunte y 1990 se cerró con un índice del 130%. El Dr. Sanguinetti no se apartó, como viejo batllista, del estatismo clásico. El tema es que cada medida liberalizadora se considera neoliberal y que se construyó una imagen del batllismo como “socialista”. Ni lo uno ni lo otro. Según Henry Finch los Partidos Tradicionales, con diferencias fuertes en lo ideológico tenían y tienen grandes convergencias en la visión liberal de la política  y  también en visiones socialdemócratas de la economía y eso llevó al batllismo y al Dr. Sanguinetti a dos presidencias de la República con la aplicación de los valores tradicionales del batllismo.

Ver:

Finch, Henry: La economía política del Uruguay contemporáneo 1870-2000. Montevideo, EBO, 2005

 

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