La Economía durante la primera presidencia del Dr. Sanguinetti.
El primer gobierno democrático luego de la dictadura transcurrió
entre 1985 y 1990 y correspondió al Dr. Julio María Sanguinetti. Los problemas
eran varios pero en esta crónica trataremos los económicos. A modo de resumen
los más complicados eran:
1)
Déficit fiscal muy alto que alcanzaba el 9,5%
del PBI.
2)
Una caída del 15,7% del PBI entre 1982 y 1984.
3)
El salario real había caído un 28% entre 1982 y
1984.
4)
Un endeudamiento externo debido a restricciones
externos por lo tanto era el Estado el que debería obtener los recursos mediante
aumento de impuestos o reducción del gasto.
5)
Un endeudamiento interno con gran nivel de morosidad que afectaba la solvencia financiera.Simultáneamente se debía enfrentar las grandes expectativas
generadas por el retorno a la democracia y poder dar respuesta a todas las
reivindicaciones de los diferentes grupos sociales que habían sufrido todo tipo
de postergaciones durante la dictadura. Se había creado la CONAPRO, Concertación
Nacional Programática y reunidos allí los técnicos de los diferentes partidos políticos llegaron a cuerdos sobre
lineamientos de la futura política económica en la necesidad de profundos
cambios. Estos acuerdos coincidían en la necesidad de profundos cambios y
sostenía en una parte del documento: “ la política económica a partir del 1 de
marzo de 1985 se diferenciará claramente de la que caracterizó el período autoritario
y supondrá además una actitud activa por parte del Estado en el ejercicio de la
conducción económica” Las metas eran:
1)
Reducir el déficit agregado del sector público
no financiero y del BCU desde un 10,25% hasta un 6% del PBI entre junio de 1985
y junio de 1986, y a menos del 5% hacia el fin de 1986.
2)
Fijar una meta máxima de inflación de 60% para
ese primer período de junio de 1985 y de 45% para el año 1986.
3)
Establecer metas para restringir la expansión
monetaria por debajo de la inflación.
4)
Plantear un incremento del PBI de entre 2% a 4%.
En definitiva se le daba prioridad a la reactivación con
estímulos tanto a la demanda interna como a la externa. El objetivo era mejorar
el empleo. El ingreso y su distribución debería mejorar con la creación de empleos
y el incremento de salarios reales. Se debía mantener el gasto público como
porcentual del producto y priorizar el gasto en salud y educación. Por otro
lado se cambia la estructura de los ingresos acentuando los tributos directos y
rebajando el IVA. Las autoridades del equipo económico fueron el Cr. Ricardo Zerbino
en el ministerio de Economía, el Cr. Ricardo Pascale como Presidente del BCU y
el Ec. Ariel Davrieux como director de la OPP. Su primer documento establecía: “
el principal objetivo económico dl nuevo Gobierno es revertir la difícil
situación económica y financiera heredada adoptando las medidas necesarias para
lograr la reactivación sostenida de la economía. Para tal fin, se hará
fundamentalmente hincapié en políticas destinadas a reducir la inflación,
disminuir el déficit fiscal y fortalecer la balanza de pagos” En este aspecto
se aleja de los acuerdo de la CONAPRO y se mantienen los principios generales
manejados durante la dictadura: libertad al movimiento de capitales, libertad
en el mercado cambiario y no al curso forzoso de la moneda nacional. En resumen
la política económica fue una suerte de política transicional cuyo objetivo
principal era la consolidación democrática siguiendo las siguientes metas:
1)
Reactivar la economía.
2)
Mejorar los salarios y las jubilaciones.
3)
Recuperar los equilibrios perdidos.
4)
Cumplir con los compromisos externos.
5)
Enfrentar la inflación.
De acuerdo con la carta intención firmada por el gobierno
con el FMI en el mes de setiembre de 1985 el fin principal del programa era el
logro de la reactivación mediante políticas tendientes a reducir la inflación,
disminuir el déficit fiscal y mejorar la balanza de pagos. O sea que se
priorizaba el objetivo de estabilización del nivel precios como objetivos de la
política económica de corto plazo y por extensión la reducción del déficit
fiscal se convirtió en piedra angular del programa comprometido por el gobierno
con el FMI. Durante el periodo la distribución del empleo mejoró como
consecuencia de la reactivación económica, el incremento del salario real y la
creación de empleo. Hasta el año 1988 la tasa de crecimiento promedio de los
ingresos de los sectores más bajos fue superior a la tasa de crecimiento de los
sectores más altos, de forma que la brecha existente entre ambos se fue
acortando. Esto ocurrió en un contexto en el cual todos los sectores aumentaron
sus ingresos.
A modo de conclusión.
En el capítulo económico, el Gobierno de Sanguinetti, que
incluía a dos ministros del PN, se planteó como tarea prioritaria el poner
freno a la deuda exterior de 5.100 millones de dólares, cifra enorme, cercana
al total de la producción nacional. Asimismo, Sanguinetti se mostró activo
dentro del Grupo de Apoyo (Uruguay, Perú, Brasil y Argentina) al Grupo de
Contadora (México, Colombia, Venezuela y Panamá), foros informales de consultas
dedicados a la exploración de medidas preventivas contra la extensión de los
conflictos armados en Centroamérica y que en diciembre de 1986 decidieron
fusionarse con el nombre de Grupo de los Ocho, el cual a su vez tomó en octubre
de 1990 el nombre de Grupo de Río coincidiendo con su ampliación a Chile,
Ecuador, Bolivia y Paraguay. Sanguinetti presidió la II Reunión del Grupo de
los Ocho, en Punta del Este el 29 de octubre de 1988. En el primer tramo de su
mandato, la economía uruguaya, que hasta 1985 padeció una aguda depresión,
registró unos indicadores positivos, con crecimiento de la producción, descenso
de la inflación, estabilización del desempleo e incremento de las
exportaciones. La confrontación con los sindicatos, que exigían la ruptura con
el FMI y el impago de la deuda, se vio compensada con la apertura de vías concertadas
para reforzar el consenso entre los partidos políticos y sacar adelante
legislación de interés general, siendo su principal exponente el Acuerdo
Nacional suscrito el 1 de abril de 1986 por el PC, el PN, el izquierdista
Frente Amplio (FA) y la conservadora Unión Cívica (UC). Hacia el final de la
presidencia, pese a los acuerdos para su refinanciación, la deuda exterior
siguió aumentando, siempre sólo sensiblemente por debajo del PIB, el cual
además volvió a contraerse hasta una tasa de crecimiento virtualmente cero. La
inflación también experimentó un fuerte repunte y 1990 se cerró con un índice
del 130%. El Dr. Sanguinetti no se apartó, como viejo batllista, del estatismo
clásico. El tema es que cada medida liberalizadora se considera neoliberal y
que se construyó una imagen del batllismo como “socialista”. Ni lo uno ni lo
otro. Según Henry Finch los Partidos Tradicionales, con diferencias fuertes en
lo ideológico tenían y tienen grandes convergencias en la visión liberal de la
política y también en visiones socialdemócratas de la
economía y eso llevó al batllismo y al Dr. Sanguinetti a dos presidencias de la
República con la aplicación de los valores tradicionales del batllismo.
Ver:
Finch, Henry: La economía política del Uruguay contemporáneo
1870-2000. Montevideo, EBO, 2005
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