La prensa, los periodistas, la democracia.
Crónica breve.
Antecedentes.
"El 23 de octubre de 1815 José Artigas envió un oficio al Cabildo de Montevideo apoyando la publicación de Mateo Vidal –“Prospecto Oriental”- que calificó como una “herramienta fundamental” y exhortando a los cabildantes a promover la libertad de prensa en el territorio nacional. Este acto motivó a los legisladores para el establecimiento del “Día del Periodista” el 23 de octubre de cada año. En el periodo de 1830 al 37, la prensa adquirió un desarrollo notable, registrándose más de 50 diarios y periódicos aparecidos esos años. Entre ellos, El Nacional (1835-1836) Ya en medio de una lucha civil y en vísperas de la Guerra Grande, reflejó la cultura de la época y las aspiraciones de la juventud el periódico El Iniciador, que apareció en 1838, fundado por Lamas y el argentino Miguel Cané. En este
periódico hay la revelación de una adelantada cultura literaria. En 1838 reapareció El Nacional, redactado primero por Lamas y Cané. El diario cesó en 1846. El Comercio de la Plata, fue otro diario, indudablemente el más famoso de los publicados en los países de la Plata en el siglo XIX. Una extraordinaria actividad intelectual se manifestó en Montevideo que desde 1843 a 1851, se publicaron más de 30 diarios y periódicos, en español, francés e italiano y en muchos de ellos abundan escritos científicos y literarios, reveladores de gran cultura.Entre 1868 y 1885 épocas turbulentas y en la que las
situaciones de guerra eran frecuentes, la prensa pasó por algunas crisis, se produjeron restricciones de la libertad de
escribir, empastelamiento de diarios, destierro de periodistas y otros actos
más o menos graves, que mantuvieron en suspenso la verdadera y legítima
libertad consagrada por la Constitución.
El 1863, apareció El Siglo, diario de importancia superior
por el carácter de sus redactores y por sus informaciones completas. En 1863 se
fundó La Reforma Pacífica, diario de tendencias federales. En 1864 apareció un
periódico bisemanal titulado Artigas. En 1865, empezó a publicarse el diario La
Tribuna, En 1969 empezó a publicarse el diario El Ferrocarril, que inauguró el
periodismo noticioso y popular. La prensa de los sitiadores estuvo representada
por el Boletín del Ejército, publicado de 1845 a 1851. “¡Vivan los defensores
de las leyes! ¡Mueran los salvajes unitarios!” El Telégrafo Marítimo, decano de
las publicaciones nacionales, fundado en 1850 por Juan Buela. Los diarios de
más importancia que aparecieron más tarde fueron: -La Constitución, que
pertenecía al partido blanco, predominante en el gobierno del país con la
Presidencia de Giró; -El Orden, fundado por Juan Carlos Gómez que se declaraba
órgano del partido conservador, con el principal objetivo de prestigiar a éste,
y-La Fusión, que respondía a la idea de la fusión de los partidos. Desde 1855 a
1860, los diarios más importantes que se fundaron y publicaron fueron: La
Nación y La República.
Durante la época del militarismo y durante el período del
Coronel Lorenzo Latorre (1876-1880), el periodismo experimentó cierta
transformación. Contenidos los elementos intelectuales por lo que le tocaba la
política, se dedicaron con extraordinario impulso a la literatura y a las
controversias filosóficas. Dando origen a una generación extraordinaria que
desde las páginas periódicas y des la Universidad darían los insumos necesarios
para el reformismo batllista.
En 1878, Daniel Muñoz y otros compañeros fundaron el diario
La Razón
Batlle y Ordóñez produjo una verdadera revolución en el periodismo
uruguayo al reducir el precio de venta de El Día a dos centésimos, la mitad de
lo que hasta entonces se había cobrado siempre. De esta reforma puede decirse
que data el mayor impulso que haya tenido la prensa popular o callejera, en
cuanto a la circulación. Pocas semanas después, los católicos fundaron El Bien
Público En el año 1886, José Batlle y Ordóñez fundó el diario El Día. En 1887,
Ángel Floro Costa, uno de los escritores que más talento haya tenido el
Uruguay, fundó el diario El Progreso, que tuvo como diario político, carácter
colorado. Fundado en vísperas de elecciones generales y en época de
extraordinario movimiento financiero, tuvo en su corta existencia una acción
como pocos diarios podían presentar. El talento fecundo de Ángel Floro Costa,
que desde las grandes cuestiones económicas hasta la política, todo lo abarcaba
en El Progreso. La colección del diario debe ocupar uno de los mejores puestos
en el periodismo moderno del país y del Río de la Plata. En 1889 se publicaron
dos diarios nacionalistas: La República y La Época. Estos diarios no tuvieron
vida muy larga, y en 1895 no tenía caracterizada representación en la prensa el
partido nacional. El Día es considerado el diario más importante de la historia
del periodismo uruguayo. Los periódicos más importantes son:-El Telégrafo
Marítimo-El Siglo-La Razón-El Bien-El Día-La Tribuna Popular-En Nacional-El País-La
Nación-El Liberal. En abril de 1898 se fundó la Asociación de la Prensa, la
primera en el país.
En el periodo que corre entre 1890 y 1900 y entre las
publicaciones más o menos efímeras que han aparecido son: de los diarios, La
Capital, La Tarde, El Deber, La Constitución (fundada en 1896 por Alfredo
Castellanos), La Prensa y La República; de los periódicos, Caras y Caretas y
Montevideo Cómico (ambos festivos y de caricaturas); La Revista Nacional de
Literatura y Ciencias Sociales (publicación cultural más importante de este
periodo); La Cruzada; Uruguay Ilustrado y Rojo y Blanco (1900).En 1900, la
prensa de la República Oriental del Uruguay estaba constituida así: en
Montevideo: 9 diarios nacionales, en su mayoría políticos y de información
general, 1 italiano, 1 español, 2 franceses y 1 inglés; 42 revistas y
periódicos, de los cuales 10 eran puramente comerciales, 2 de agricultura, 2 de
estadística, de pedagogía, 2 religiosos, 2 de medicina y farmacia, 2 de
caricaturas políticas, 1 de jurisprudencia, 3 de ciencias diversas, 1 de
música, y el resto de literatura y variedades, siendo 5 de éstos ilustrados. Las
publicaciones del siglo XX Durante el primer tercio del Siglo XX la prensa
uruguaya estaba a la altura de la europea o estadounidense y se caracteriza por
la abundante información. Prácticamente, todas las localidades de cierta
importancia del país tienen su publicación. En 1906, aparece en la ciudad de
Salto "TRIBUNA SALTEÑA". En 1910, en Paysandú "EL
TELÉGRAFO". En 1914, en Florida el vespertino "EL HERALDO". En
Montevideo, salen a la luz en 1916 "LA GACETA COMERCIAL". En 1917, el
diario "LA MAÑANA". En 1918, el diario "EL PAÍS". En 1923,
"EL DIARIO". De esta época, son importantes las revistas "MUNDO
URUGUAYO" y "LA RAZA". En 1900, Raúl Montero Bustamante funda el
periódico "REVISTA LITERARIA". De menor relieve, merecen destacarse
"VIDA MODERNA" (1900 - 1903) y "BOHEMIA" (1908 - 1910).
El Vanguardismo
uruguayo tuvo su expresión de reacción frente a la estética modernista en
"LOS NUEVOS" (1919 - 1920), "LA CRUZ DEL SUR" (1924 -
1931), "LA PLUMA" (1928 - 1931) y "CARTEL" (1929 - 1931). El
24 de junio de 1939, sale a la calle por primera vez el semanario que marcará
durante 35 años los derroteros políticos y culturales del país
"MARCHA". En su primer número agotó su tirada de 20.000 ejemplares.
Su impulsor y director era Carlos Quijano, y el secretario de redacción Juan Carlos
Onetti. En los últimos años de la dictadura militar (1983), los semanarios se
convierten en las principales tribunas de oposición al régimen militar. Entre
ellos estuvieron "JAQUE", "BÚSQUEDA", “ Correo de los
Viernes”, “Opinar” más tarde "BRECHA", este considerado como
continuador de Marcha. En la década de 1990, siguen en circulación "LA
UNIÓN”, "DIARIO OFICIAL", "EL DIARIO", " EL DIARIO
ESPAÑOL", "EL PAÍS", "LA GACETA COMERCIAL" en
Montevideo. Mientras que en el interior del Uruguay, también siguen en Paysandú
"EL TELÉGRAFO", en Salto "TRIBUNA SALTEÑA". A éstos se le
agregan dos nuevos diarios nacionales "LA REPÚBLICA" y "EL
OBSERVADOR".
El rol de la prensa anarquista
La prensa anarquista fue, junto a otros, el ámbito donde
coincidieron obreros e intelectuales en una visualización poderosa de la
integración buscada entre obreros manuales e intelectuales, más particularmente
en la formación integral del individuo que promovía la enseñanza del trabajo a
un tiempo manual e intelectual. Con este objetivo, la instrucción promovida por
los anarquistas propagandistas a través de la enseñanza de la escritura y de la
práctica escritural incluyó las colaboraciones en la prensa de los trabajadores
manuales. Para comprender mejor este encuentro y esta práctica es necesario
trazar algunas características generales de la prensa anarquista. Los
anarquistas lograron crear una prensa alternativa dirigida a los trabajadores
con el objetivo de formar un campo de lectura popular que iba creciendo según
crecía la llegada de inmigrantes europeos. El desarrollo de esta prensa fue,
también, debida a la alfabetización acelerada de la población en el período, al
bajo costo de la impresión y de la venta de las nuevas publicaciones; y a la
libertad de prensa que, sin embargo, fue limitándose de manera significativa. Así
lo señalaba La Voz del Trabajador de Montevideo en 1889: “[...] este semanario
[...] se consagrará [...] a iniciar [a la clase obrera] al estudio y desarrollo
de los descubrimientos de las leyes de la ciencia sociológica, que pueden
llevarla a su completa emancipación moral y material” (en Zubillaga y Balbis,
23).En el caso uruguayo, los autores reconocen que el anarquismo incidió de manera
marcada también en los índices de alfabetización de las masas inmigrantes a
través de la acción en los circuitos trazados entre círculos, conferencias y
prensa obrera, tal como explican: El incremento del alfabetismo entre los
asalariados no fue [...] el fruto exclusivo de la ampliación de la cobertura
escolar formal, sino que se debió en una cuota no despreciable a la autogestión educativa que
las organizaciones sindicales o los grupos ideológicos a ellas vinculados
fueron capaces de instrumentar .Así, se puede explicar la propagación explosiva
y fugaz de la prensa anarquista por dos posibles causas. La primera, como una
forma más de alcanzar la alfabetización de una masa de inmigrantes que aspiraba
a adquirir conciencia de clase y que necesitaba de la ilustración para ejercer
la lucha sindical con mayores elementos. Como instrucción La anarquista
ítalo-uruguaya Luce Fabbri realizó tareas de instrucción a los obreros. Sin
entrar en los detalles de su tarea pedagógica con obreros inmigrantes
italianos, que no implica directamente una instrucción destinada a la escritura
en la prensa, es relevante su testimonio con respecto a la tarea pedagógica y
orientadora de su padre, Luigi Fabbri, en su exilio montevideano. La actividad
al frente de dos periódicos en italiano requería del propagandista la
corrección exhaustiva de artículos escritos por obreros con escasa instrucción.
Dos fueron las publicaciones que mi padre dirigió en el exilio, una en París y
otra en Montevideo, pero ambas dedicadas principalmente a un público de
emigrados italianos. Recibía colaboraciones de distinta procedencia y de
distinto nivel, tanto de intelectuales como de obreros. Algunas de estas
últimas, procedentes de obreros ya fogueados en la lucha y en el modesto
periodismo proletario, no se distinguían de las de los colaboradores más
cultos. Pero otras, de compañeros que apenas tenían en su haber tres o cuatro
años de escuela primaria y habían leído desordenadamente, al azar de lo que
encontraban, eran sin ninguna duda impublicables Continúa Fabbri: Mi padre las
corregía, frase por frase, o bien las volvía a escribir, conservando en lo
posible las mismas palabras, tratando de ser fiel al concepto y, luego,
proponía la nueva redacción al autor, explicándole las razones de cada cambio.
Periodistas y políticos.
José Pedro Ramírez
fue miembro fundador del Ateneo de Montevideo, donde dictó clases de Derecho
Constitucional, y rector de la Universidad de la República entre 1882 y 1884.
Hombre de paz, intervino como agente del gobierno en las
tratativas de acuerdo con los revolucionarios de Aparicio Saravia. Trabajó
también como periodista y escritor; dejó su impronta en las páginas del diario
El Siglo. Sirvió como hombre público, ocupando cargos como legislador y
ministro de Estado. Si bien, en el momento de la fundación del Jockey Club de
Montevideo ocupó la vicepresidencia, fue su Presidente entre los años 1909 y
1913, año en que falleció mientras ocupaba el cargo. Siendo diputado por el
departamento de Maldonado, en 1872, protagonizó un escándalo de proporciones al
comprar el voto de Isaac de Tezanos, en favor del candidato presidencial que
apoyaba -José María Muñoz-, lo que determinó que Ramírez renunciara a su banca
y erosionara severamente su prestigio. Opuesto al golpe de 1875, que dio inicio
al llamado «militarismo», fue deportado junto a su hermano Octavio, y a su
regreso participó de la fracasada Revolución Tricolor.
Julio Herrera y
Obes, hijo del político y diplomático Manuel Herrera y Obes y hermano del
también político Miguel Herrera y Obes. Acompañó a Venancio Flores, como
secretario, en la guerra del Paraguay. Fue ministro de Exteriores con Tomás
Gomensoro. Reorganizó el coloradismo apoyándose en el diario El Heraldo.
También participó en el diario El Siglo. Polemizó duramente con José Batlle y
Ordóñez.
José Batlle y Ordóñez En 1879 comenzó su carrera de
periodista como redactor en el periódico "El espíritu nuevo" en el
cual oficiaba como un duro detractor del gobierno militarista de Lorenzo
Latorre. Hacia 1880, realizó un breve viaje a Europa, donde cursó estudios y
amplió conocimientos en España y Francia. Esta experiencia le permitió entrar
en contacto con las ideas políticas del momento, algo que aprovechó para su
futuro mandato presidencial. Poco después de su regreso al Uruguay, fue
fundador del diario El Día, desde donde se dedicó a criticar a ciertos sectores
del gobierno que él consideraba despóticos. Su dura oposición a la gestión del
gobierno del general Máximo Santos le valió algunas detenciones en la cárcel, debido
al alto contenido filosófico y provocativo de muchos de sus discursos.1
Asimismo participó en la Revolución del Quebracho en contra de este presidente,
y en este marco fue hecho prisionero y encarcelado en Palmares de Soto en 1886.
Domingo Arena: Se radica en Montevideo donde cursa
sus estudios, e inicia su vida laboral en dicha ciudad en varios trabajos hasta
conseguir uno en el diario El Día debido a su vinculación con responsables de
dicha publicación. Estudió en la Facultad de Medicina y se graduó de
Farmacéutico y luego de Abogado en la Facultad de Derecho. Conoció a José
Batlle y Ordóñez con quien formó una gran amistad, aparte de ser uno de sus más
importantes colaboradores. En el campo periodístico llegó a ser director de El
Día en 1904, habiendo comenzado como gacetillero, pasando por cronista,
reportero y editorialista. Ejerció la dirección en conjunto con Pedro Manini
Ríos. Publicó muchos artículos con su nombre y otra utilizando el seudónimo
Mercurio.
Pedro Figari. En 1893 comenzó su actividad
periodística fundando y co-dirigiendo el diario liberal colorado El Deber. En
1905 publicó en el diario El Siglo veintidós artículos que fueron definitorios
para la abolición de la pena de muerte en Uruguay en 1907. Entre 1910 y 1911
publicó en el diario La Razón diecinueve artículos bajo el título “El momento
político”. Figari utilizó la prensa para dar a conocer y exponer públicamente
su punto de vista sobre temas políticos, de educación y arte.
Washinton Beltran:
Se gradúa de abogado y ejerce como docente de literatura en la Universidad
de la República. Su vocación de escritor le valió una prolífica producción
periodística, escribiendo para distintos medios del Uruguay, como La Razón, La
Tribuna Popular y la revista científica Evolución utilizando para firmar
artículos el seudónimo Juan de Ega. En 1918 participa en la fundación del
diario El País, junto a Leonel Aguirre y Eduardo Rodríguez Larreta, con quienes
comparte la dirección del mismo hasta su muerte
“El campeón del fraude: el que hizo doctrina constitucional
de la "influencia moral" en el "anoche me llamó Batlle" de
las elecciones de Rio Negro; el que firmó un decreto que no osaron suscribir ni
Santos ni Varela, declarando que los policías podían y debían intervenir en
política electoral; el que formó los desfiles de la policía a base de soldados
disfrazados y de las oficinas públicas, como la Luz Eléctrica, el Correo, el
Municipio, el Puerto, los maestros de escuela, convertidos en club; el que no
obstante haberse tragado de sueldos más de trescientos mil pesos oro formó
tesoros partidarios descontándoles obligatoriamente a los miserables sueldos de
los guardias civiles y los barrenderos municipales; el que quemó el voto
secreto que libera al obrero del patrón y al funcionario del gobierno; el que
inventó los compromisos escritos arrancados a los legisladores antes de ser
electos; el que hizo Diputados y Senadores desde la Casa de Gobierno y condenó
a destierro y a miseria a José Enrique Rodó por haber sido independiente
altivo; el que dejó sucesor que le guardara el poder y luego se lo devolviera,
dominando al Uruguay 16 años, casi el mismo término por el que Estrada Cabrera
se enseñoreara de Guatemala y Porifio Díaz de Méjico; don José Batlle
paradecirlo en dos palabras, osa reprochar los fraudes cometidos por el
PartidoNacional.”
¡Qué Toupet!
Luis Batlle Berres Periodista en el diario El Día
primero, luego creó Acción y adquirió la radio Ariel de Montevideo, desde donde
desarrolló una intensa influencia en la vida política de su partido y del país.
Eduardo Victor Haedo: De joven trabajó en la prensa
escrita en su ciudad natal, tarea que seguiría desarrollando, incluso cuando se
dedicó a la actividad política. Se desempeñó como diputado por el departamento
de Soriano, fue seis veces senador, fue ministro de Instrucción Pública y
Miembro del Consejo Nacional de Gobierno, el que presidió durante un año. En su
actuación como Ministro presentó el proyecto para crear la Facultad de
Humanidades dentro de la Universidad de la República; también fue el autor del
proyecto de creación de la Comedia Nacional. Propulsó la Ley 9.739,2 de 17 de
diciembre de 1937, de derechos de autor, conocida como Ley Haedo y que cumplió
un importante papel en la defensa de los derechos de autor."
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