El batllismo y Stuart Mill.
Estado por encima de los diferentes intereses sociales. De Stuart Mill toma el concepto de mediar por parte del estado allí donde la rentabilidad y el interés privado no llegaba. La propuesta, entonces, se sostiene en claves muy fuertes del pensamiento y el debate liberal de fines del Siglo XIX. Nos acercaremos, un poco, a las ideas de Stuart Mill: Obras importantes de John Stuart Mill: "Principios de economía política" y "El utilitarismo".
- "Principios
de economía política": "Principios de economía política" es
una obra clásica de John Stuart Mill publicada en 1848. En este libro,
Mill aborda los principios fundamentales de la economía política y
presenta su visión del sistema económico. Mill analiza temas como la producción,
la distribución de la riqueza, el valor, los salarios, la propiedad y el
papel del gobierno en la economía.
El enfoque central de Mill en esta obra es la importancia de
maximizar la utilidad general y el bienestar social. Sostiene que el objetivo
de la economía política debe ser promover la felicidad y el bienestar de la
sociedad en su conjunto, en lugar de simplemente buscar la acumulación de
riqueza individual. Mill defiende la idea de que el libre mercado puede ser
beneficioso, pero también enfatiza la necesidad de la intervención estatal para
corregir las desigualdades y garantizar la protección de los derechos de los
trabajadores.
- "El
utilitarismo": "El utilitarismo" es otra obra importante de
John Stuart Mill, publicada en 1863. En este libro, Mill explora y
defiende la filosofía ética del utilitarismo. El utilitarismo sostiene que
las acciones deben ser juzgadas por su utilidad, es decir, por su
capacidad para maximizar la felicidad y minimizar el sufrimiento.
Mill sostiene que el principio fundamental del utilitarismo
es el principio de la mayor felicidad, que busca maximizar la felicidad general
de la sociedad. Argumenta que la felicidad se basa en la búsqueda de placer y
la ausencia de dolor, pero también sostiene que hay diferentes tipos de placer
y que algunos son de mayor calidad que otros. Además, Mill defiende la
importancia de la libertad individual y la autonomía moral, sosteniendo que el
utilitarismo no debe ignorar los derechos y la dignidad de los individuos.
Tanto "Principios de economía política" como
"El utilitarismo" son obras influyentes de John Stuart Mill. Mientras
que la primera trata sobre los principios de la economía política y la
importancia de maximizar la utilidad general y el bienestar social, la segunda
se centra en la ética utilitarista y el principio de la mayor felicidad. Ambas
obras reflejan la preocupación de Mill por promover el bienestar y la felicidad
de la sociedad.
Un aspecto importante del pensamiento de John Stuart Mill es
que Mill creía firmemente en el poder de la educación para formar individuos
morales e intelectualmente desarrollados. Consideraba que la educación era
esencial para cultivar el pensamiento crítico, promover el progreso social y
garantizar el bienestar general de la sociedad.
Mill argumentaba que el estado debería desempeñar un papel
activo en la provisión de educación pública de calidad. Veía a la educación
como un medio para combatir la ignorancia, la opresión y la desigualdad. Creía
que al proporcionar una educación universal, inclusiva y accesible, el estado
podría fomentar la autonomía individual y el desarrollo de ciudadanos
informados y responsables.
Además, Mill sostenía que la educación desempeñaba un papel
crucial en la formación moral de los individuos. Argumentaba que la educación
debería incluir una instrucción ética y filosófica que ayudara a las personas a
comprender y apreciar los principios de justicia, libertad y utilidad. Creía
que una educación moral sólida podría conducir a una sociedad más justa y
equitativa. Mill abogaba por la importancia de la educación en la formación
moral e intelectual del individuo. Consideraba que la educación pública de
calidad, proporcionada por el estado, era fundamental para promover el
desarrollo de individuos autónomos y ciudadanos comprometidos. Creía que a
través de una educación adecuada, se podrían lograr reformas necesarias en el
papel del estado y en la búsqueda del bienestar y la felicidad de la sociedad
en general.
John Stuart Mill fue un precursor del estado de bienestar y
de la socialdemocracia no marxista en ciertos aspectos. Aunque Mill no
desarrolló un sistema político completo como la socialdemocracia, sus ideas y
principios sentaron las bases para muchas de las políticas y principios
asociados con el estado de bienestar.
Mill abogaba por una mayor intervención del estado en la
economía y en la sociedad para corregir las desigualdades y promover el
bienestar general. Defendía la protección de los derechos de los trabajadores,
la regulación de las condiciones laborales, la provisión de servicios públicos
y la redistribución de la riqueza.
Además, Mill reconocía que existían límites a la libertad
individual y sostenía que el gobierno tenía un papel legítimo en la promoción
del bienestar social y la garantía de los derechos de todos los ciudadanos.
Creía en la importancia de un gobierno responsable y comprometido con el bienestar
de la sociedad en general.
Si bien Mill no propuso un sistema completo de estado de
bienestar, sentó las bases para muchos de los principios y valores que
sustentan la socialdemocracia, como la igualdad de oportunidades, la justicia
social y la intervención estatal para garantizar un nivel básico de bienestar
para todos los ciudadanos.
Aunque Mill no es considerado como un teórico del estado de
bienestar en sentido estricto, sus ideas y principios fueron precursoras de
muchos de los fundamentos de la socialdemocracia no marxista y del concepto de
un estado comprometido con la promoción del bienestar y la protección de los
derechos de los ciudadanos.
Después de John Stuart Mill, el debate político y económico
se ha polarizado en cierta medida entre las visiones marxistas y socialdemócratas,
por un lado, y el liberalismo clásico por el otro. Estas corrientes de
pensamiento presentan diferentes enfoques sobre el papel del estado, la propiedad
y la distribución de la riqueza.
El liberalismo clásico, que se basa en las ideas de
filósofos como John Locke y Adam Smith, defiende la importancia de la libertad
individual, la propiedad privada y los mercados libres. Los liberales clásicos
sostienen que el estado debe tener un papel limitado en la economía y en la
vida de las personas, promoviendo la libre competencia y la protección de los
derechos individuales.
Por otro lado, el marxismo se desarrolló a partir de las
ideas de Karl Marx y Friedrich Engels, y critica el liberalismo clásico desde
una perspectiva más radical. El marxismo sostiene que el capitalismo es
intrínsecamente injusto y explotador, y aboga por la abolición de la propiedad
privada y la creación de una sociedad socialista en la que los medios de
producción sean propiedad colectiva.
La socialdemocracia surge como una alternativa al marxismo y
al liberalismo clásico. Los socialdemócratas reconocen la importancia de la
economía de mercado, pero abogan por una intervención estatal más amplia y una
redistribución de la riqueza a través del estado de bienestar. Buscan combinar
los beneficios de la economía de mercado con políticas sociales que promuevan
la igualdad de oportunidades, la justicia social y la protección de los
derechos de los trabajadores. En resumen, después de John Stuart Mill, el
debate político se ha polarizado entre las visiones marxistas, que critican el
liberalismo clásico y buscan la transformación radical del sistema, y las
visiones socialdemócratas, que buscan combinar los beneficios de la economía de
mercado con una intervención estatal más amplia para promover la justicia
social y el bienestar general. John Stuart Mill construyó una teoría reformista
que busca conciliar el individualismo con el bienestar común. Mill fue un
defensor del individualismo y la libertad individual, pero también reconocía la
importancia de promover el bienestar general y la justicia social.
Mill defendía la idea de que el objetivo principal de la
sociedad y del gobierno debería ser la maximización del bienestar y la
felicidad de la sociedad en su conjunto. Creía que el libre desarrollo
individual era esencial, pero también sostenía que este desarrollo individual
no debía socavar el bienestar de los demás.
Para Mill, el papel del gobierno era intervenir cuando las
acciones individuales causaran daño a otros o generaran desigualdades
significativas. Abogaba por políticas que corrigieran las desigualdades,
protegieran los derechos de los trabajadores y garantizaran la educación y el
bienestar para todos. John Stuart Mill propuso una teoría reformista que
intentaba encontrar un equilibrio entre el individualismo y el bienestar común.
Reconocía la importancia de la libertad individual, pero también abogaba por
políticas y reformas que promovieran el bienestar general y la justicia social.
Su enfoque buscaba combinar los principios del individualismo con la
responsabilidad social y la promoción del bienestar colectivo.
Por ideología, por libertad, por principios de progreso, el
pueblo con poder decisorio y respetando las mayorías y el Estado y la ley como
motor de la justicia social, podemos ver la influencia clara de los liberales clásicos
pero en especial la de John Stuart Mill.
Ver.
Pelúas, D. y otro. Ideología batllista. Componentes y
modelo. Solaris. Montevideo. S/F.
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