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jueves, 29 de junio de 2023

Jimmy Carter y sus aportes a la salida democrática de la región. Aproximación.

 

Jimmy Carter y sus aportes a la salida democrática de la región. Aproximación.



“James Earl Carter; Plains, Georgia, 1924. Fue el trigésimo noveno presidente de los Estados Unidos de América (1977-1981). De su dedicación original al cultivo del cacahuete (símbolo de su posterior campaña electoral), pasó a la política profesional en las filas del Partido Demócrata, que le llevó a ser senador entre 1962 y 1966. Como gobernador de Georgia (1970-1974) destacó por su política en favor de los derechos de los negros y de las mujeres.

En 1977 obtuvo la presidencia tras derrotar por estrecho margen al anterior presidente y candidato república, Gerald Ford, gracias en parte al descrédito en que habían caído los republicanos por los tropiezos durante la administración Nixon y su precipitada retirada a causa del caso Watergate.

Durante su mandato, Carter dio un giro radical a la política exterior de Estados Unidos: la defensa de la democracia y los derechos humanos a escala internacional contribuyó, por ejemplo, a la caída de Anastasio Somoza en Nicaragua; reivindicó por primera vez los derechos del pueblo palestino ante las autoridades israelíes; y consiguió que Egipto e Israel firmaran una paz duradera (Camp David, 1979).

Pero la opinión pública americana desautorizó dicha política por considerarla un exceso de debilidad, especialmente visible ante la revolución islámica del Ayatolá Jomeini y el secuestro de los funcionarios de la embajada americana en Irán, que enturbió los últimos meses de su mandato.

Las elecciones de 1980 dieron un triunfo clamoroso al candidato republicano, Ronald Reagan. D Carter ha rentabilizado su prestigio político actuando como observador imparcial en procesos electorales del Tercer Mundo y como mediador en conflictos internacionales.” (Biografías y Vidas)

En América Latina y, particularmente en Argentina, la Administración Carter es recordada por su respeto real por los Derechos Humanos, que suele ser utilizado como moneda de cambio en materia de política exterior y no necesariamente como un interés genuino por el interés de los habitantes de otros países. En el contexto de la Guerra Fría, donde Washington era considerado un aliado natural del régimen más sanguinario y siniestro de la historia argentina, Jorge Rafael Videla, se entrevistó con Carter en la Casa Blanca.

Henry Kissinger, el hombre fuerte de la política exterior estadounidense hasta ese momento, había sido uno de los apoyos claves de la dictadura argentina. No obstante, al momento de asumir, Carter decidió cambiar diametralmente la postura de su país, con un foco especial en la cuestión de los Derechos Humanos. Esto lo llevó a confrontar con dictaduras, hasta entonces, “amigas”, como lo había sido la de Argentina. En la conferencia de prensa posterior a la reunión de 65 minutos que mantuvo con el dictador. Carter le dijo a la prensa que el principal punto de discusión fue, justamente, la situación de los prisioneros sin juicio, es decir, los desaparecidos. Apenas un mes después de asumir, en febrero de 1977, el gobierno de Carter puso a la Argentina en la lista de los países violaban los Derechos Humanos, lo que se mantuvo hasta 1983. En 1979, la Casa Blanca impulsó la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a Argentina para exponer los crímenes de la dictadura.

Evolución de las dictaduras rioplatenses durante esa época.

Argentina:

  • Tras la salida del poder de la Junta Militar encabezada por Videla en 1981, se produjo un proceso de apertura política en Argentina. La dictadura militar fue sucedida por una serie de gobiernos civiles interinos, que comenzaron a impulsar la transición hacia la democracia.
  • El presidente Raúl Alfonsín, elegido en 1983, lideró la consolidación democrática y se enfrentó al desafío de abordar los crímenes y violaciones a los derechos humanos cometidos durante la dictadura. Se estableció la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), encargada de investigar y documentar las violaciones de derechos humanos.
  • En 1985, se llevó a cabo el histórico Juicio a las Juntas, donde varios altos funcionarios militares fueron juzgados y condenados por sus acciones durante la dictadura. Este juicio marcó un hito en los esfuerzos por lograr justicia y rendición de cuentas en Argentina.

Uruguay:

  • En Uruguay, la dictadura iniciada por Juan María Bordaberry en 1973 llegó a su fin en 1985. Durante la misma, se produjeron graves violaciones a los derechos humanos, incluyendo desapariciones forzadas y torturas.
  • Después de la dictadura, se realizaron importantes esfuerzos para investigar y juzgar los crímenes cometidos. Se estableció la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado, que buscaba proteger a los implicados en violaciones de derechos humanos al otorgar amnistía. Sin embargo, esta ley fue objeto de controversia y críticas por parte de organizaciones de derechos humanos.
  • A medida que avanzaba la década de 1980, hubo una creciente presión de la sociedad civil y las organizaciones de derechos humanos para revocar la Ley de Caducidad y buscar justicia. Finalmente, el gobierno uruguayo llevó a cabo dos referéndums para decidir si se debía revocar la ley. La mayoría de los votantes decidieron confirmarla, el camino para investigaciones y juicios posteriores se realizó desconociendo el pronunciamiento popular mediante una interpretación política de la misma.

 La década de 1980 marcó un período de transición y lucha por la justicia en Argentina y Uruguay después de las dictaduras. Tanto en Argentina como en Uruguay, se realizaron esfuerzos para abordar las violaciones a los derechos humanos y buscar la rendición de cuentas de los responsables, aunque los procesos y resultados todavía continúan actualmente.

La política de derechos humanos llevada adelante por el presidente Jimmy Carter durante su mandato se basaba en una serie de fundamentos y principios clave. A continuación, algunos de los aspectos fundamentales de esta política:

  1. Universalidad de los derechos humanos: Carter sostenía que los derechos humanos son inherentes a todas las personas, sin importar su nacionalidad, raza, religión, género u orientación sexual. Creía firmemente en la importancia de respetar y promover estos derechos en todo el mundo.
  2. Diálogo y diplomacia: La administración Carter favorecía el uso del diálogo y la diplomacia como herramientas para abordar las violaciones de derechos humanos en otros países. Buscaba establecer relaciones constructivas con los gobiernos y promover el cambio a través del compromiso y la persuasión, en lugar de recurrir a la confrontación o la imposición.
  3. Enfoque multilateral: La política de derechos humanos de Carter se basaba en el trabajo conjunto con otros países y organizaciones internacionales. Reconocía que la promoción de los derechos humanos requería una colaboración global y buscaba fortalecer los mecanismos multilaterales, como las Naciones Unidas, para abordar las violaciones de derechos humanos en todo el mundo.
  4. Prioridad en la defensa de los derechos civiles y políticos: Carter destacó la importancia de los derechos civiles y políticos, como la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho a la libertad de asociación y el derecho a un juicio justo. Estos derechos eran considerados fundamentales para garantizar la dignidad y la libertad de las personas.
  5. Enfoque integral de los derechos humanos: La política de Carter reconocía la interdependencia e indivisibilidad de todos los derechos humanos. No solo se centraba en los derechos civiles y políticos, sino también en los derechos económicos, sociales y culturales. Buscaba abordar las desigualdades sociales y promover la igualdad de oportunidades para todos.
  6. Promoción de la justicia y la rendición de cuentas: La administración Carter se esforzó por promover la justicia y la rendición de cuentas en casos de violaciones de derechos humanos. Apoyó la investigación de los abusos y el enjuiciamiento de los responsables, tanto a nivel nacional como internacional, para garantizar que aquellos que cometieran violaciones fueran llevados ante la justicia.

Es cierto que la política de derechos humanos del presidente Carter no fue bien recibida por todos los sectores políticos en Estados Unidos y tuvo repercusiones tanto en las relaciones con los gobiernos dictatoriales de América Latina como en las percepciones de las izquierdas latinoamericanas sobre Estados Unidos en estos aspectos:

  1. Repercusión política en Estados Unidos: La política de derechos humanos de Carter generó críticas y oposición dentro de Estados Unidos. Algunos argumentaban que enfocarse en las violaciones de derechos humanos en otros países podría debilitar los intereses y la influencia de Estados Unidos en la región. Además, se argumentaba que la promoción de los derechos humanos podría interferir en la lucha contra la expansión del comunismo.
  2. Relaciones con los gobiernos dictatoriales: La postura de Carter respecto a los derechos humanos generó tensiones con los gobiernos dictatoriales de América Latina, incluyendo aquellos en Argentina y Uruguay. La presión de Estados Unidos para que se respetaran los derechos humanos en estos países llevó a recortes en el apoyo militar y económico que se brindaba a dichos gobiernos. Esta situación generó conflictos y dificultades en las relaciones bilaterales.
  3. Percepción de las izquierdas latinoamericanas: Aunque la política de derechos humanos de Carter fue vista como un avance por algunos sectores de izquierda en América Latina, la percepción generalizada de Estados Unidos no cambió radicalmente. Las izquierdas latinoamericanas habían sido críticas de las políticas intervencionistas de Estados Unidos en la región durante décadas, y si bien valoraron los esfuerzos de Carter por promover los derechos humanos, mantuvieron una visión crítica más amplia de la política estadounidense.

Las políticas de derechos humanos del presidente Carter tuvieron un impacto significativo en Argentina y Uruguay, aunque los resultados y legados difirieron en cada país. A continuación, se describen algunos de los impactos más relevantes:

Argentina:

  1. Conciencia internacional: La política de Carter ayudó a llamar la atención internacional sobre las violaciones de derechos humanos en Argentina durante la dictadura militar. Esto contribuyó a crear una mayor conciencia global sobre la situación en el país y presionó a la dictadura para que moderara sus acciones.
  2. Juicio a las Juntas: Si bien el proceso de transición y búsqueda de justicia continuó después de la presidencia de Carter, su postura en defensa de los derechos humanos sentó las bases para el Juicio a las Juntas en 1985. Este juicio marcó un hito en la lucha por la justicia, con la condena de varios líderes militares por los crímenes cometidos durante la dictadura.

Uruguay:

  1. Apertura a la democracia: La presión internacional, incluida la postura de Carter, desempeñó un papel en el proceso de transición a la democracia en Uruguay. Aunque el gobierno de Carter no tuvo un impacto directo en la dictadura uruguaya, su enfoque en los derechos humanos ayudó a sentar las bases para un cambio político.
  2.  La Ley de Caducidad: A largo plazo, la política de derechos humanos de Carter influyó en el proceso de discusión sobre de la legitimidad de la Ley de Caducidad en Uruguay. Finalmente, interpretaciones políticas sobre los mecanismos de investigación previstas en la misma permitió la reapertura de casos de violaciones de derechos humanos y el enjuiciamiento de los responsables.

Legado posterior: El legado de las políticas de derechos humanos de Carter en Argentina y Uruguay es complejo y multifacético. Si bien se lograron avances significativos en términos de conciencia internacional y búsqueda de justicia, persisten desafíos y debates en ambos países.

En Argentina, el Juicio a las Juntas marcó un precedente importante y sentó las bases para futuras investigaciones y juicios por violaciones de derechos humanos. Sin embargo, el proceso de justicia aún está en curso y la impunidad de algunos perpetradores continúa siendo un tema relevante.

En Uruguay, la revocación de la Ley de Caducidad abrió la puerta a la búsqueda de justicia y la condena de responsables de violaciones de derechos humanos. Sin embargo, sigue habiendo obstáculos y desafíos para lograr la plena rendición de cuentas.

En general, el legado de las políticas de derechos humanos de Carter en Argentina y Uruguay radica en su contribución a la creación de conciencia, el impulso de la transición a la democracia y el establecimiento de mecanismos para abordar las violaciones de derechos humanos. Aunque persisten desafíos, estas políticas sentaron las bases para futuros esfuerzos en la promoción y defensa de los derechos humanos en ambos países.

La derrota en la Guerra de las Malvinas en 1982 tuvo un impacto significativo en la caída de la dictadura militar en Argentina. La guerra exacerbó las tensiones internas y socavó la legitimidad del gobierno militar, lo que condujo finalmente a su colapso y a la transición hacia la democracia.

En el caso de Uruguay, la derrota del plebiscito constitucional en 1980, que buscaba legalizar la participación de los militares en el gobierno, fue un factor importante en el proceso de transición. Esta derrota significó un rechazo popular a la continuidad del régimen dictatorial y debilitó la posición de los militares en el poder.

Además, en Uruguay, la presión social y el desgaste que generó la actuación del sistema político también jugaron un papel crucial en la salida de la dictadura. El Acuerdo del Club Naval en 1984 fue un punto de inflexión importante, en el que se alcanzó un acuerdo entre los militares y algunos partidos políticos para permitir elecciones con ciertas proscripciones. Esto abrió el camino para la transición democrática en Uruguay.

Es importante destacar que, si bien las políticas de derechos humanos del presidente Carter y la presión internacional desempeñaron un papel en el contexto más amplio de las dictaduras en Argentina y Uruguay, fueron estos factores internos, como la derrota en la Guerra de las Malvinas y la derrota del plebiscito constitucional, así como las presiones sociales y el desgaste político, los que finalmente determinaron la caída de los regímenes dictatoriales en cada país.

Sí, la administración Carter realizó aportes de diversas modalidades a grupos sociales y partidos políticos en Argentina y Uruguay durante su mandato. Estos aportes se centraron en el fortalecimiento de organizaciones de derechos humanos y en la promoción de la democracia y la participación política. Algunos ejemplos de estos aportes:

Argentina:

  1. Apoyo a organizaciones de derechos humanos: La administración Carter brindó apoyo financiero y político a organizaciones de derechos humanos en Argentina, como las Madres de Plaza. Estas organizaciones desempeñaron un papel fundamental en la denuncia de las violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar.
  2. Promoción de la democracia: La administración Carter apoyó la transición a la democracia en Argentina y brindó asistencia técnica y financiera para la organización de elecciones libres y justas. También se fomentó el fortalecimiento de los partidos políticos y la participación ciudadana en el proceso democrático.

Uruguay:

  1. Apoyo a organizaciones de derechos humanos: Al igual que en Argentina, la administración Carter apoyó a organizaciones de derechos humanos en Uruguay, como la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos. Estas organizaciones desempeñaron un papel importante en la búsqueda de justicia y la denuncia de las violaciones de derechos humanos durante la dictadura uruguaya.
  2. Fortalecimiento de la sociedad civil y la participación política: La administración Carter brindó apoyo técnico y financiero para fortalecer la sociedad civil y promover la participación política en Uruguay. Esto incluyó el apoyo a organizaciones no gubernamentales, grupos comunitarios y proyectos de desarrollo social.

Es importante destacar que los aportes de la administración Carter a grupos sociales y partidos políticos en Argentina y Uruguay fueron parte de una estrategia más amplia de promoción de los derechos humanos y la democracia en la región. Estos aportes buscaron fortalecer la sociedad civil, promover la participación ciudadana y apoyar a aquellos que luchaban por la defensa de los derechos humanos y la justicia.

Siguiendo un enfoque de Los Ángeles Times para culminar esta aproximación podemos cerrar con este análisis: “dictadores en distintos lugares de Latinoamérica también excarcelaron a sus presos políticos y aceleraron la transición hacia comicios democráticos, una transformación que Carter alentó sin enviar militares estadounidenses a combatir. Destacó con orgullo que durante su gobierno los soldados estadounidenses no lanzaron ni una bomba ni efectuaron ningún disparo. Salvo los ocho elementos de las fuerzas armadas que perdieron la vida en un accidente mientras intentaban rescatar a rehenes en Irán, ningún otro soldado murió.”(LAT,2023)

 

 

Ver:

Fernández, Tomás y Tamaro, Elena. «Biografia de Jimmy Carter». En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea [Internet]. Barcelona, España, 2004. Disponible en https://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/carter_jimmy.htm [fecha de acceso: 29 de junio de 2023]

https://www.latimes.com/espanol/eeuu/articulo/2023-05-02/presos-politicos-cuentan-como-jimmy-carter-les-salvo-la-vida.

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