La
evolución política de Uruguay: la perspectiva colorada.
Este trabajo
tuvo su origen en la invitación cursada por la Academia de Guerra Naval de la Armada Nacional para presentar
nuestra visión, la mía, como Colorado y Batllista.
Los orígenes.
Siguiendo al
Profesor José Rilla debemos recordar
antes que nada que hay un campo extenso que vincula el pasado con el presente
en el análisis histórico-político pero que en forma constante presenta límites
y fronteras que determina la fidelidad o el apasionamiento de los hechos. Estos
límites son la memoria de lo
ocurrido que inevitablemente se va diluyendo con los años, el relato que incluye a los protagonistas y que es construido por
los actores políticos de manera simbólica relatando lo que se cree que ocurrió.
Finalmente la historiografía que si
bien trata de estar exenta de pasiones y memoria no siempre lo logra.[1]
La idea de lo
que podía ser un Partido Político, la función que debía cumplir era difusa en
la primera mitad del siglo XIX. En esta dirección la publicación “ El
Universal” del 24 de enero de 1933 sostenía en un editorial: “ No podrá decirse
sino con suma impropiedad que haya existido nunca en el país un partido
organizado de oposición al poder, consagrado a defender la libertad y los derechos
del pueblo.[2]
La idea de que pudieran constituirse organizaciones políticas con carácter
permanente se enfrentaba con el concepto que se tenía de cuál debía ser la
libertad del individuo. Se preguntaba Pivel Devoto ¿ Qué es un hombre que se
declara o confiesa miembro de un partido? Respondiendo a esta cuestión el
mencionado “El Universal” responde:” (…) La mayor parte de los hombres de
partido ignoran absolutamente no solo el objeto de su jefe sino también de los
medios en que se vale y a que contribuyen ellos mismos como ciegos instrumentos
de sus caprichos”. El sistema político uruguayo durante todo el periodo de
vigencia de la Constitución de 1830 fue esencialmente bipartidista. Sin embargo
surgieron permanentemente pequeños grupos partidarios de vida efímera pero que
contribuyeron profundamente en el debate de ideas entre ellos vale la pena
recordar al Partido Radical y al Partido Constitucional. Se ha expresado
ardorosamente el origen del bipartidismo a sus orígenes históricos en los
enfrentamientos de los caudillos formadores y creadores de las divisas blanca y
colorada. Fructuoso Rivera fue
determinante en el surgimiento del Partido Colorado y según Lincoln Maiztegui:
“ Quedaba Fructuoso Rivera, pero el 2 de marzo de 1820 firmó un acuerdo con
Lecor y se pasó al enemigo. Tenía la convicción de que Artigas había conducido
muy mal la guerra, que estaba decidido a morir con las botas puestas, y el,
pragmático como siempre, sabía que una derrota obliga a pactar si se quiere
seguir luchando. Solo cinco años más tarde derrotaría a los ocupantes
brasileños, luego de 1822 en Rincón y en Sarandí”[3] Fructuoso Rivera comienza
a perfilar su pensamiento y el de Partido que funda escribiendo en una misiva :
“voy adelante, mi deber es uno y mi misión la dicha de nuestra patria” O sea
cumplir con el deber sin importar las consecuencias personales y sin ceder ante
la negativa o incomprensión de sus contemporáneos. Esto el Partido Colorado lo
define como la ética de la responsabilidad. Volvemos a la pluma de Lincoln
Maiztegui para definirlo desde una perspectiva una partidaria: “ Más allá de la
imagen casi angelical generada por sus partidarios, tuvo como idea central la
libertad de su patria que defendió con Artigas frente a los españoles y
portugueses con Lavalleja contra los brasileños, solo contra los intentos
porteños de dividir las tropas orientales y contra la dictadura de Rosas, que
pretendía, según su convicción, absorber la República. Heredó una fortuna y
murió casi en la miseria. De enorme carisma, mujeriego empedernido y esposo
tierno y gentil, sus errores, crueldades
e intransigencias fueron las de su tiempo. La historia recoge su impar
aportación a la génesis y consolidación del Uruguay, sus legendarias dotes de
guerrillero y la creación de una de las dos grandes fuerzas políticas que
construyeron el país. Ello lo convierte en el más fascinante de los caudillos
orientales”[4]
La definición de los bandos.
De acuerdo a
las consideraciones de Romeo Pérez, el nacimiento de las divisas se inscribe
dentro del primer conflicto articulador de la política uruguaya. Este proceso
tuvo que ver con el antagonismo trabado entre el prospecto político negador de
los partidos - cuyo programa apareció con claridad en la Constitución de
1830- y la acción caudillesca portadora
de una concepción distinta del "hacer política", en la que se
legitimaba directa o indirectamente la participación ciudadana en clave
colectiva. La inadecuación radical entre el país legal y el país que desembocó
finalmente en una temprana consolidación
de formación protopartidistas.
Durante la
etapa que Juan E. Pivel Devoto ha llamado la definición de los
bandos(1828-1838), blancos y colorados alcanzaron una primera configuración muy
imprecisa y errática. Por encima de las afinidades ideológicas, primó,
entonces, la conjunción coyuntural de intereses y propuestas. La tramitación
particularísima de los liderazgos caudillescos.
Sin embargo,
fue solo a partir de la Guerra Grande y de su hondo impacto comarcal que se
produjo definición del contenido de las divisas. Blancos y Colorados se
dividieron, entonces, ante el desafío de algunos de los principales dilemas del
conflicto regional: desde la definición de fronteras a la confrontación en
torno a los modelos modernizadores más aptos para el primer desarrollo autónomo
de estas regiones, pasando por la controversia armada en torno a la adscripción
territorial de las hegemonías caudillescas y sus séquitos.
A partir de
algunos estudios en la materia de Romeo Pérez y Francisco Panizza, podría
señalarse que "lo colorado" comenzó desde entonces a ser sinónimo de
una relación privilegiada con el poder institucionalizado como instancia de
construcción sociopolítica, un estilo de "hacer política" más
contractual: la defensa de un modelo modernizador básicamente imitativo en el
que se partía del reconocimiento del "afuera" principalmente Europa
como "imágen constitutiva" y "mirada constituyente", la
adscripción por último de una identidad más ciudadana e inmigrante.
Por su parte
en una perspectiva analítica similar, "lo blanco" podría
identificarse con la desconfianza frente al poder institucionalizado y una
mayor adhesión al"llano como ámbito desde donde hacer la política",
un estilo político más agonal y romántico: la defensa de un modelo modernizador
más selectivo y autorregulado proclive a la afirmación de fronteras solidas entre el "adentro" y el
"afuera", la asociación privilegiada con el mundo rural y sus
símbolos de índole más localista que cosmopolita.[5]
La Guerra
Grande se convirtió en un cruce de caminos. Desde 1839, cuando el Gral Rivera
declaró la Guerra a Rosas que era Gobernador de Buenos Aires y amigo de Oribe,
hasta 1851 se desarrolló el conflicto más largo de nuestra historia. Desde 1843
el territorio uruguayo quedó dividido en dos: Montevideo gobernado por el
Partido Colorado y va a recibir el nombre de Gobierno de la Defensa y al decir
de Alcira Ranieri de Pivel Devoto, es aquí que: “ la divisa colorada se tiñe de
ideología. Se convirtió en el símbolo de la defensa de la libertad frente a la
tiranía de Rosas y la participación en la cruzada que había derribado al
tirano. Un mito que ha sobrevivido al tiempo y que se invoca cada vez que se
quiere reorganizar, revitalizar al Partido Colorado” Es durante esta fragua
ideológica en que se van a establecer los fundamentos del batllismo, lo que
podríamos definir como protobatllismo. Junto a los enfrentamientos por las
diferencias políticas y económicas, el debate era por ideas. Los vínculos con
Europa eran constantes y sus influencias llegaban y eran adoptadas en el Río de
la Plata. Los liberales ponían el acento en la libertad y los derechos
individuales de los hombres. La libertad de palabra y de expresión, de prensa,
de reunión y de asociación eran los derechos fundamentales a defender.
La Impronta ideológica.
El Partido
liberal de Montevideo se irguió como el bastión de las libertades frente a la
dictadura rosista y se forjó los valores vertebrales de la colectividad
colorada: el espíritu republicano; la sensibilidad social y la solidaridad; el
deber del gobernante y la ética de la responsabilidad y el amor a la libertad y
a la patria entendida como cosmopolita y universalista y no americanista. La
presencia de Garibaldi fue fundamental sumando a los ideales anteriores un
anticlericalismo que no debe entenderse como anti religiosidad que se tradujo
en un temprano respeto por la laicidad y la separación de la iglesia y el
Estado: “ El pensamiento republicano garibaldino fue fundamental para avanzar
en la consolidación de la valorización de las virtudes propias de esta
importante tradición de pensamiento en el Uruguay. La participación política,
la austeridad en el tratamiento de la cosa pública, la sensibilidad social y la
solidaridad, el supremo amor a la libertad y a la patria, entendida como plural
y cosmopolita se suma un anticlericalismo(…) los hombres están llamados a ser
iguales y hermanos”[6]
Para el historiador José Pedro Barran: “ Los jóvenes liberales montevideanos y
porteños no podían menos que sentir como suya la lucha de la burguesiá europea
contra el absolutismo monárquico. Para ellos el escenario era el mundo y la
lucha contra el despotismo tenía algo de universal. ¿Quiénes representaban en
América la tiranía y pretendían hacernos retroceder al orden colonial, por
medio de la intolerancia, el terror y la negación de los derechos individuales?
La respuesta para estos jóvenes intelectuales, ligados mentalmente pero también
por sus intereses a los emigrantes europeos residentes en Montevideo, no podía
ser otra que la que fue: Rosas y su lugarteniente Oribe. Su triunfo significaría el retroceso, el retorno al
oscurantismo en que vivíamos antes de liberarnos de la tutela española, la
derrota de la Revolución iniciada en mayo de 1810. La lucha entre unitarios y
colorados coaligados contra federales y blancos era, entonces, una guerra
ideológica”[7]
Seguiremos en la búsqueda del protobatllismo
siguiendo a Carlos M. Rama que sostiene:
“El Uruguay no es una excepción al hecho
generalizado de la historia social internacional, según el cual, en sus
orígenes, el pensamiento social se produce independientemente de las masas, y
que éstas asumen formas autónomas de organización.
El 23 de junio
de 1837 el joven argentino Esteban Echeverría fundaba en la ciudad de Buenos
Aires, de vuelta de un largo viaje a Francia, la llamada "Asociación de
Mayo, donde hacía conocer en la sesión de 8 de julio del mismo año, su obra
"Dogma Socialista de la Asociación de Mayo" de clara inspiración
sansimoniana.
El 28 de mayo
de 1837 llega a Maldonado el corsario italaino, al servicio de la República
Riograndense, José Garibaldi, discípulo sansimoniano Barrault, y miembro de la
"Joven Italia" de Mazzini.
El sitio de
Montevideo reunirá entre sus muros a esos hombres, así como al argentino
Florencio Varela y a una importante colonia francesa, bajo un gobierno que
permitirá la libertad de cultos, y donde florecen las sociedades secretas al
estilo europeo. Entre estos franceses se destacará el periodista Eugene
Tandonnet, discípulo del socialista utópico francés Charles Fourier, a cuya
memoria dedica el 10 de octubre de 1842 un número especial del periódico en
lengua francesa que dirige "Le messanger francais".
Gian Battista
Cuneo, nacionalista radical italiano, junto con José Garibaldi y Francisco
Anzani, publica sucesivamente en la misma ciudad de Montevideo, y ahora en
italiano, los periódicos L Italiano y después, como órgano de de la Legión
Italiana, Il Legionario Italiano, donde se hacen conocer algunas de las nuevas
ideas que circulaban entonces en Europa.
La misma
mezcla de socialismo utópico con liberalismo radical, anticlericalismo y
nacionalismo, tienen los libros de los chilenos Francisco Bilbao y Santiago Arcos,
que asimismo se leen en Uruguay. Las nuevas ideas que expresan los socialistas
franceses, Proudhon especialmente, son conocidas en el Plata, incluso a través
de las traducciones hechas en España. En el Uruguay se refugian extremistas de
la Revolución del 48 europea, especialmente italianos y franceses.
En tanto en
el Uruguay se incorpora al sistema social de clases sociales abiertas. Este
sistema, o estructura social, es el típico del capitalismo moderno, y
posiblemente el Uruguay fue el primero de los países latinoamericanos, e
incluso americanos, en ajustarse a los patrones.
En tiempo de
la Guerra Grande el Uruguay, por una parte liquida las formas de trabajo
esclavizado, que por lo demás nunca habían sido muy importantes, inicia la
formación de un proletariado asalariado mediante la masiva inmigración europea,
y participa del sistema capitalista entonces orientado por Inglaterra y
Francia, tanto en el aspecto industrial como financiero y comercial.
La condición
de esos primeros rudimentos de clase obrera, era por cierto muy distinta de la
contemporánea. El tipo de producción favorecía especialmente a los pequeños
talleres artesanales, aunque no faltan los grandes establecimientos
industriales como el del francés Doinel, los saladeros, las líneas de transporte,
la construcción necesaria a la expansión de la ciudad de Montevideo y otros
centros.
Como es
típico de prácticamente todos los países en que se instala el régimen
capitalista, éste cumplía una explotación sistemática y profunda de su mano de
obra. Son unánimes los testimonios de la época que se refieren a salarios de
hambre, condiciones miserables de habitación, falta de garantías, difusión de
enfermedades infecciosas, etc.”[8]
De Flores a Lorenzo Batlle con la crisis económica como
mala compañera.
Durante el
periodo de gobierno de Venancio Flores entre 1865 y 1868 se fundaron nuevos
establecimientos industriales: en 1865 una fábrica de fósforos de cera; al
siguiente año, el lavadero de lanas que los señores Irigaray habían fundado en
el Paso Molino muestra un importante desarrollo. En ese mismo año José
Buschental instaló un molino a vapor en su quinta a orillas del Miguelete.
Comienzan a fabricarse ladrillos y baldosas y se instala la muebleria de Angel
Giorello. La fabricación de pan volvió a reglamentarse bajo el gobierno de
Flores. Una ordenanza de la Policía de Montevideo dictada en 1867, restableció
de régimen de 1847 estableciéndose que solo podría elaborarse pan de 4, 8 y 16
onzas de peso cada uno, debiendo además los panes llevar estampado el peso y la
marca de su fábrica bajo el apercibimiento de abultadas multas. En esta
época, los productores uruguayos
concurrieron a la Feria Mundial de 1867 obteniendo grandes premios en relación
a nuestros productos agropecuarios, medalla de oro la fábrica Liebigs y el
saladero de Cibils y Jackson.
Para 1868 el
primer año de la administración de Lorenzo Batlle (1868-1872) y pese a la
crisis financiera y política que vivió el país el número de establecimientos
había aumentado nuevamente. Según los cuadros de administración de Patentes de
Giro existían 7625 establecimientos, de los cuales 6.099 pertenecían a
extranjeros un 80% y 1526 un 20% a nacionales- El gobierno de Lorenzo Batlle se
vio dificultado por la crisis económica de 1868, cuyo antecedente se encuentra
en la llamada "crisis del viernes negro", originada en Londres en
mayo de 1866. El viernes negro según relata Otero Menendez
El tropezón
bancario, en la ocasión, se origina en la declaración de quiebra de la
principal entidad de descuentos londinenses, la Overend, Gourney y Cía
realizada el 11 de mayo de 1866 y concretada al medio día y medio de ese
viernes, que pasa por ello a ser conocido como “el viernes negro. El primero en
su género, al menos con repercusiones en nuestra plaza financiera.
Cuando la
noticia llega a Montevideo, lo que ocurre pasado que fue un mes, sufre una
corrida el Banco Mauá dados los lazos de esta institución con el mundo inglés
de los negocios – -
Aquí, en
Montevideo, tal vez lo más importante respecto a este decreto de inconversión
fue una carta remitida desde el campo de batalla de Paraguay, en la que el
secretario del general Venancio Flores hace llegar en nombre de éste una fuerte
crítica al gobernador delegado uruguayo y a su ministro de Hacienda en
particular. Era Julio Herrera y Obes que, ya por entonces, buscaba con éxito
acrecentar su capacidad de deslealtad hacia el servicio público con encomiable
esfuerzo: las balas enemigas le pasaban cerca mientras redactaba la posición,
según se ha consignado. Con el pasaje del tiempo Julio Herrera logrará culminar
su dócil acatamiento al mero dictado de su interés personal y material –
algunos todavía hablan de su espiritualismo[1] – y será quien administre como
jefe de Estado la otra gran crisis que sufrió la República, la de 1890, también
en beneficio propio y de algunos amigos. Varios de ellos grandes apostadores
bursátiles, provenientes de Buenos Aires.
En 1866, como
en la anterior ocasión, se suspende por seis meses la posibilidad de hacer
efectiva la realización de los billetes por su valor nominal en oro. Al fin del
plazo se retoma una cierta normalidad del mercado financiero.
Es exacto
afirmar que la medida fue adoptada en pos de la sobrevivencia del Banco Mauá,
al que para resolver favorablemente la corrida que sufría por culpa del
circunstancial desprestigio de la plaza de Londres – la quiebra del Overend
cuando el recordado primer “viernes negro” - sólo le quedaba el camino de
obligar al gobierno a pagar sus adeudos con la institución y estar esta en
condiciones de continuar con el capital líquido que le exigían sus compromisos
inmediatos o ver declarada la inconversión en oro de sus billetes - el curso
forzoso de la emisión monetaria como también se le llamaba. Los hechos
ocurridos en el Banco do Brasil cuando su apresurada adolescencia deben haber
recorrido los sueños del banquero, en esos momentos.
Demás está
decir – como se sabe - que quien más incentivaba localmente la importada crisis
era el Banco Comercial, entre cuyos integrantes se encontraban, como dijimos,
especuladores perjudicados con la creación de entidades financieras.
La tercera
declaración de inconversión fue la de diciembre de 1867, la cual es antecedente
de la crisis que se disparará a mediados del año siguiente, a poco del inicio
del gobierno del general Lorenzo Batlle. Coincidirá ésta con las diversas
desgracias que se presentarán durante su gestión, de la que su mejor resultado
– el del general Batlle - fue el haber podido cumplir el período presidencial
indicado por la Constitución de la República. Que era lo mínimo que pretendía
lograr y fue lo máximo que alcanzó. Circunstancia que no se repetirá hasta la
administración encabezada por Julio Herrera y Obes (1890-1894). Los jefes de
Estado que asumieron entre ambos no pudieron finalizar su mandato o fueron elegidos
para completar el de otro.
En la primera
gran crisis bancaria nacional, la de 1868, problemas financieros que se
manifiestan en Londres con la Casa Baring Brothers – entidad financiera con una
alta exposición en Argentina, que sufría las consecuencias de ello -,
comenzaban a repercutir fuertemente en nuestra plaza.
Dicha
institución británica estaba ligada a los orígenes de la Argentina
independiente y a gobernantes de esos tiempos, en particular con Bernardino
Rivadavia. Desde la época de Flores los bancos estaban autorizados a emitir
papel moneda; la reglamentación establecía que la emisión no podía exceder el
triple del capital del banco y que la conversión a moneda oro se podría exigir
en cualquier momento. Este reglamento aumentó la emisión de papel moneda y
agilizó la vida económica pero creaba la posibilidad de que un banco no pudiera
convertir en oro su emisión, ya que este triplicaba su capital.
Para defender
a los bancos de esta contingencia se habían dictado en 1866 y 1867 varios
decretos de inconversión que impedían transitoriamente cambiar el papel moneda
en oro.
La Crisis de 1868
En 1868, poco después de asumir Lorenzo
Batlle, se planteó en el país la crisis económica. El gobierno, para proteger
la situación de los bancos, aprobó una ley de inconversión en julio de 1868 que
estableció en curso forzoso del papel moneda por 20 meses más. El Parlamento se
dividió en cursistas y oristas, según fueran partidarios o no de la
inconversión. A pesar de la Ley de Inconversión, los Bancos de Montevideo y
Mauá suspendieron los pagos a principios de 1869 y cerraron sus puertas por no
estar en condiciones de hacer frente a sus obligaciones. El gobierno nombró una
Comisión fiscal para verificar las operaciones de los bancos y defender los
derechos de los depositantes. Paralelamente se produce el levantamiento de
Timoteo Aparicio y el gobierno se vio obligado a concertar empréstitos por dos
y por cuatro millones de pesos con la garantía de las rentas aduanera de
importación.
La influencia del Gral. Lorenzo Batlle en su hijo don
José Batlle y Ordóñez.
Según H.D:
"El gobierno del Gral. Batlle fue probo y honrado. Al recibirse del poder
tenía una regular fortuna, que halló asaz quebrantada cuando dejó la
presidencia, detalle mas elocuente, por cierto, que largos
panegiricos".Según Pivel Devoto, transcribiendo un aporte de un viajero
francés: "El ministerio de la Guerra y el de las finazas están entre las
manos de L. Batlle, espíritu iluminado, recto corazón. Educando en Francia, en
la escuela de Sorezé conservó por nuestro país un sincero afecto. Jóven aún,
fue llevado al poder sin buscarlo y sin ambicionarlo. Fue investido de dos
ministerios por la confianza que inspiraba, y en ese doble destino, no le abandonó la estimación pública. No hay en
Montevideo quién no haga justicia a sus generosas cualidades, a sus leales
intenciones" y lo define el propio Pivel Devoto de la siguiente
manera:" Su labor había sido honesta, bien inspirada y no exenta de
energía, a pesar de las influencias ineludibles que pesaron sobre él" El
juicio del Cr. General de la Nación, don Tomás Villalba, en 1874 fue:" El
Presidente Lorenzo Batlle había revelado siempre gran honradez, dentro del caos
financiero en que se debatía el gobierno" Por lo tanto, la mayoría de los
juicios sobre el padre de Don Pepe destacan la sinceridad, la confianza que
irradiaba la persona del Gral. asi como su buena educación. La mejor enseñanza
que recibió Don Pepe de su padre fue cuando este lo lleva a conocer al ilustre
ciudadano Joaquín Suárez, a esa altura pobre , viejo y muy enfermo, cuyo
paralelismo con la figura de Lorenzo era clara. A los 76 años el Gral. Lorenzo
Batlle intervino en la Revolución del Quebracho con su hijo. En resumen los
valores que le trasmite a su hijo fueron: honestidad, sinceridad, claridad,
valoración de la cultura y la educación, un espíritu profundamente liberal y
sobre todo el respeto a la libertad por sobre todas las cosas.[9]
Una insurrección Universitaria: La Revolución del
Quebracho
“…Esas
medidas deben buscarse preferentemente en la leal aplicación de los principios
que sirven de base al movimiento revolucionario y que han hecho posible la
aproximación de los partidos, proclamando(…) que la patria es de todos y que
todos tienen derecho a compartir las funciones de los poderes públicos.”
(Carta
orgánica de la Revolución del Quebracho suscrita en Buenos Aires el 27 de enero
de 1886 por los ciudadanos Enrique Castro, José M. Arredondo, Lorenzo Batlle,
Juan José de Herrera, Juan A, Vazquez, Gonzalo Ramirez, Martín Aguirre y Carlos
Gaudencio)
En el año
1885 el desgaste del régimen del Gral. Santos era evidente. Se suman revueltas,
denuncias de corrupción y el personalismo del propio Santos. Por otro lado
existía una profunda restricción a las libertades públicas y la economía del
Estado no toleraba más los despilfarros del gobierno. Los opositores eran los
nacionalistas, el partido constitucional y ahora se suma el Partido Colorado.
Era el momento de que se pueda producir un levantamiento revolucionario multipartidario por encima de
los sectores políticos. En Buenos Aires un comité revolucionario prepara el
levantamiento con la esperanza de contar con el apoyo de la opinión pública en
nuestro país y se afirmaba, además, por parte del Gral. León Muñoz(combatiente a los 17 años)
que muchos integrantes del ejército estaban comprometidos con el levantamiento,
además que eran apoyados o por lo menos tolerados por el gobierno argentino y
que contarían, incluso con una batería de artillería.
El comité
revolucionario estaba integrado por civiles y militares. Eran sus miembros, los
generales Lorenzo Batlle, Enrique Castro y José María Arredondo y los doctores
Juan José de Herrera, Juan A. Vázquez, Gonzalo Ramírez y Martín Aguirre, se le
debe sumar la figura del coronel Carlos Gaudencio. Se había determinado que en
el caso de triunfar, el gobierno provisorio estaría integrado por los generales
Lorenzo Batlle, Castro y Arredondo. La jefatura de las fuerzas revolucionarias
la obtiene el Gral. Castro quién aseguraba el pasaje a la revolución de sus
hermanos el general Gregorio Castro y el coronel Antolín Castro con soldadesca
que harían posible el triunfo sin derramamiento de sangre. Suponen, además, que
la plana mayor del ejército se plegaría a l movimiento.
Los efectivos
de la Revolución fueron distribuidos en la Plana Mayor y cuatro compañías. La Plana mayor tenía como
jefe al teniente coronel Rufino Domínguez y mayoritariamente elementos
universitarios: aparece como segundo jefe el sargento mayor Luis Rodríguez
Larreta; ayudante mayor Juan Campisteguy; subteniente Claudio Williman;
subteniente de bandera Alfredo Vidal y Fuentes; sargento primero Juan Cat. La
primera compañía tenía por jefe al capitán José Batlle y Ordóñez, de 30 años y
de segundo jefe al teniente primero Dionisio Trillo. De la segunda compañía era
jefe el capitán Luis Melian Lafinur, con 36 años figurando en la misma Bernardo
Berro, Carlos Travieso, Alfredo Nin Reyes, León Muñoz, Manuel Quintela,
Saturnino Alvarez Cortés. La Tercera compañía era jefe el capitán Juan A. Smith
y de la cuarta el capitan Felipe
Segundo.
Entre los
ciudadanos que intervinieron encontramos a Gonzalo, José Pedro, Octavio y
Carlos María Ramírez, Luis Batlle, Eugenio Garzón, Luis Romeo, Javier de Viana
y Mateo Magariños. Los revolucionarios fueron transportados desde Buenos Aires
por embarcaciones de la Prefectura Marítima Argentina hasta el vapor Litoral
con el cual remontan el Río Paraná y se instalan el 22 de febrero de 1886 en
las cercanías de Entre Ríos. Se arman con fusiles Remington y se
uniformizan con vestimenta azul con
vivos rojos. El 28 de marzo desembarcan en la barra del arroyo Guaviyú. ¡300
hombres con solo 150 caballos. El 31 se produce el enfrentamiento con las tropas
del gobierno en las cuchillas de las Puntas de Soto, en las cercanías del
Arroyo Quebracho, siendo fácilmente derrotados por los experientes soldados del
gobierno que sumaban cinco mil efectivos. El comienzo fue sanguinario siendo
los revolucionarios lanceados y sableados por
las caballerías del gobierno. Ante esta situación el Comandante
Domínguez se dirige al galope hacia
donde se encuentra el jefe de las fuerzas adversaria Coronel Villar, solicitándole
que ponga fin a la matanza de vidas jóvenes y valiosas. El General Máximo
Tajes, con su Estado Mayor aparece en el campo de combate y ordena que la
garantía de vida era el ser oriental. Tajes ordena “ ¡Cuidado! ¡pena la vida
del que atente contra un prisionero!¡El nombre de Oriental debe ser garantía de
vida para los vencidos!
Estas instrucciones
se las había enviado Santos, en su carácter de General en Jefe de las fuerzas
de mar y tierra de la República, para cuyo cargo había sido designado por el
Presidente Vidal. El telegrama que había enviado Santos decía: (…)Entre los
enemigos, mercenarios en su mayor parte incluso el que los comanda, hay, sin
embargo muchos jóvenes orientales, que engañados por su inexperiencia, han ido
a ingresar en filas de los traidores a la patria. Venzámosla, si, pero vencida,
salvémosla, que la sangre de los orientales es demasiado preciosa para que sea
vertida por sus hermanos(…)Recomienda muy particularmente a todas tus tropas
que se tenga la mayor consideración con nuestra juventud, que el grito de
<soy oriental> sea una coraza invulnerable para el que lo exclame” Te
saludo Máximo Santos. Sin embargo, a continuación y en carácter cifrado ordena
a Tajes “ Darás en la cabeza sin compasión ninguna a los del comité, a esa
canalla de Arredondo, los Ramírez, el Aguirre, los Larreta; si no volveremos a
empezar con las mismas dentro de seis meses o un año y es preciso acabar con
esto”
El 6 de abril
llegan a Montevideo 639 prisioneros siendo alojados los heridos en el Hospital
Maciel y el resto en el cuartel del Quinto de Cazadores.
A la mañana
siguiente, Santos ordena a los prisioneros formarse en la Plaza de Armas,
Santos vestido de Civil saluda a los prisioneros y convoca a Garzón y a Tajes y
les informa que están todos los prisioneros en libertad, homenajeando en ellos
a Eugenio Garzón y al extinto coronel Francisco Tajes.
Si observamos
detenidamente la composición de la conducción de la revolución encontramos:
Ex
presidentes: Lorenzo Batlle.
Futuros
Presidentes; José Batlle y Ordóñez, Juan Campisteguy y Claudio Williman
Ex rectores
de la Universidad: Dres Gonzalo Ramirez y José Pedro Ramírez
Abogados,
profesores y estudiantes de la Facultad de Derecho: Carlos María Ramírez, Luis
Melián Lafinur, Saturnino Alvarez Cortez, Luis Romeo Burgues, Mateo Magariños
Veira.
Médicos:
Alfredo Vidal y Fuentes, Manuel Quintela.
Jóvenes
estudiantes de derecho: Mario L. Gil, Juan Zorrilla de San Martín, Juan Andrés
Vazquez, Juan José Herrera, Teófilo Daniel Gil( uno de los mártires de la
Revolución, muere en el Quebracho) Segundo José Posada(otro de los mártires
universitarios muere en el quebracho)
Juan Pedro Sampere( Martir universitario fallece en el quebracho) Carlos
A. Berro, Salvador T. Milans, Ricardo Julio Areco, Ildefonso García Lagos,
Martín Aguirre, Eusebio Conlazo, Aureliano Rodríguez Larreta, Pablo de María,
Domingo Aramburu.
Como
conclusión podemos afirmar (Luis María Delio Machado) que la Generación del
Quebracho fue la generación de jóvenes que, nacidos entre 1850 y 1860, en su
mayoría universitarios, ateneístas y antimilitaristas fueron compañeros de generación de José
Batlle y Ordóñez cuya actuación fue destacada por integrantes revolucionarios
de filiación blanca. Javier de Viana sostuvo “pocos oficiales fueron más
justamente queridos por sus soldados que el teniente Batlle; amigo siempre y
ante todo, jamás olvidó que mandaba compañeros y nunca pensó en ser un oficial
santista con amplio derecho para apalear soldados, como lo hizo más de uno”
Sin embargo,
la revolución derrotada en el campo de batalla, renace victoriosa en la opinión
pública y que según Barran fue la revolución de la juventud universitaria del
Quebracho, que preanunciaba el retorno
del civilismo.[10]
Las ideas de Prudencio Vázquez y Vega
El Dr.
Vázquez y Vega pertenece a la generación del segundo periodo racionalista, que,
politicamente, se definen después del motin del 75, e implicito, durante el
gobierno del Coronel Lorenzo Latorre. Esta promoción de juventud política se
ubica entre los siguientes parámetros de ideas:
Filosóficamente
viene de la formación espiritualista que asimila la corriente racionalista.
Literariamente, presentan mayores matices desde las manifestaciones
renacentistas de materialismo y y naturalismo, romanticismo o positivismo
realista. El krausismo que impregna a Vázquez y Vega intelectualmente tiene un
ambiente de influencia en América. El sistema de Karl Krause deriva de Kant en
la ética levantada sobre la base de su razón práctica. En general el punto de
partida del idealismo romántico admite la existencia del ser desligado de las
concepciones divinas y con capacidad para manifestarse por sí mismo. Por lo
tanto al existir el hombre desde la idea posee los elementos suficientes para
darse una organización política adecuada como en el Contrato Social de
Rousseau. Este será entonces el mecanismo de la concepción universal del deber,
el legislador supremo de todos los actos y sus consecuencias que justifican en
definitiva la autonomía y vigencia de la libertad. Es el caso del
reconocimiento de la libertad de la voluntad. La Ley moral lleva a concebir la
igualdad de todos los hombres frente a la categoría de la libertad. Por lo
tanto según esta concepción la política esta subordinada a la moral y, por
reflejo, a un estado de derecho que protege la libertad racional. Esta ética
kantiana, Krause la une a una concepción deísta, vale decir que, en un mundo
concebido por dios, el hombre tiene fuerzas superiores para producir por sí
mismo el contrato entre el estado y la sociedad. Esta era la carga doctrinal y
filosófica del Dr. Prudencio Vázquez y Vega cuando asume su responsabilidad al
adherir al "Manifiesto del Partido de las Instituciones Libres".
En carta
dirigida a José Batlle y Ordóñez le hace notar la necesidad de afiliarse a un
partido, porque es la única forma de actuar en política, aunque el programa
partidario no ofrezca en su totalidad las aspiraciones programáticas de ideales
positivas. Don Prudencio admite que él, constitucionalista hubiera realizado un
programa diferente sin excluir el derecho a la revolución y facilitar la
comprensión de un mayor número de adherentes. Fue sugerido para la dirección de
la representación del Partido Constitucional en Cerro Largo. Su designación fue
comunicada el 15 de mayo de 1881, los documentos se publicaron en "La
Revista de Melo" del 19 de mayo de 1881: " Esta Comisión ha nombrado
al Dr. Prudencio Vázquez y Vega para que la represente en el seno de la
Directiva del Partido en todos los actos políticos delegables que demanden el
concurso de la opinión de la colectividad(...)"Prudencio fue más un
conferencista y docente que escritor, desde el punto de vista filosófico lo más
importante lo encontramos en su Crítica a la moral evolucionista en su
conferencia realizada en el Ateneo del Uruguay el 24 de setiembre de 1881, allí
se define como partidario del libre examen afirmando que "toda definición y
toda teoría de la moral, entraña, con especialidad la idea de un propósito o de
un fin al que deben tender todas las acciones humanas(...) paralelamente a la
corriente positivista que se ha
producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria
que es necesario combatir" Este es uno de los fundamentos que utilizará
posteriormente el reformismo batllista en su concepción de justicia social.[11]
Orígenes intelectuales del batllismo: Krausismo.
Krause es uno
de los teóricos más influyentes en nuestro país y sus ideas tienden a armonizar
los fines individuales, siendo el Estado el que lo debe llevar adelante. Siendo
el Estado una forma exterior de justicia su función es: "(...) asegurar a
los ciudadanos las condiciones para cumplir libremente la totalidad de su
destino; pero las condiciones exteriores de libertad y de mérito moral, las
intimidades de ánimo y las potecias superiores del entendimiento y la voluntad
estan fuera de su esfera y sobre sus medios. Bajo estos respectos el Estado
puede solo dar las condiciones exteriores, puede concurrir a su modo, prestando
derecho a la actividad de las otras instituciones relativas al destino humano;
pero el Estado no puede fundar ni dirigir la vida interior de estas
instituciones. Hasta aquí no alcanzan las leyes ni los medios políticos; éstos
pueden impedir y hasta destruir fuerzas materiales; pero no tocan el espíritu,
ni al ánimo. El Estado cuida de que no impida a los ciudadanos la prosecusión y
cumplimiento de su destino individual y social, sino más bién que todo preste
condición favorable para este fin, y con esta idea aspira a convertir las
relaciones sociales en un sistema de recíproca condicionalidad humana. Pero lo
que el hombre interior puede y debe realizar en sí, su cultura en ciencia y
arte, en moral y religión, debe al Estado dejarlo a la libertad y a las
influencias espontáneas, las sociales y exteriores, como las individuales e
interiores sobre el hombre"
Este
pensamiento es mejorado y complementado por Ahrens, al denunciar una sucesión
de problemas en la definición de la doctrina liberal clásica que va a ser
solucionada por la intervención del Estado. Para Ahrens el Estado es una
institución que debe buscar el desarrollo social por lo que en una visión
extrema el Estado puede ser empresario, agricultor, industrial, etc.. Por lo
que, siguiendo a Ahrens, el Estado podrá proporcionar los instrumentos legales
que fomenten el desarrollo de la sociedad civil, ya sean estas civiles,
industriales o educativas. Pero su
intervención deberá ser limitado por la propias iniciativas que las
asociaciones determinen: "El Estado(...) no es una institución de simple
policía, de seguridad y de protección; sin extralimitarse de su propio objeto,
puede y debe ayudar al desarrollo social, puede y debe facilitar por medidas
legales la constitución y la acción de todo género de asociaciones(...) Para
Krause y para Ahrens la justificación del intervencionismo estatal en distintos
campos de la realidad social, tiene su fundamento en la unidad y organicidad de
la vida, o sea fundamentando la importancia del Estado asistencialista o
benefactor y finalmente en la legitimación de las empresas públicas. El propio
Ahrens sostenía: " El Estado ya no es una institución de simple policía,
se guridad y de protección(...) puede y debe ayudar al desarrollo social, puede
y debe facilitar por medidas legales la constitución y la acción de todos los
géneros de asociaciones(...) por los objetos de consumo y por la producción
común" El fin último de la
institución Estado debería ser, entonces, la realización moral de los fines del
ser humano. La tutoría del Estado está fundada en la naturaleza del hombre,
entendido este como individuo y como humanidad la protección de aquello a que
debe su ser. El proteccionismo que el Estado deberá desarrollar, a diferencia
de la visión liberal abstensionista e indiferente, la reconstitución del equilibrio social. El liberalismo como
sostenía Ardao llegó a constituirse como una conciencia nacional en el Uruguay
del 900. La denominada construcción de la fe en el Estado se la debemos a Karl
Krause, filósofo postkantiano y fueron difundidas por obras de Heinrich Ahrens
y Guillaume Tiberghien que representaban la corriente belga del krausismo.
Las primeras alusiones
de esta filosofía fueron realizadas por Carlos María Ramírez en el curso de
Derecho Constitucional a aprtir de 1871 en la Facultad de Derecho. A partir de
1878 fue la filosofía oficial de la cátedra de Derecho Natural y la figura más
representativa fue Prudencio Vázquez y Vega. También Domingo Arena fue influido
por Krause, aunque se definía como "socialista importado y sin
programa".[12]
El batllismo según Giudici y González Conzi.
"El
batllismo, después de señalar la existencia de graduación infinita de
posiciones económicas entre la burguesía y el proletariado, apoya su acción más
en el sentido moral de los hombres que en su posición económica. Y no hace, ni
podría hacer, un llamado excluyente a determinada clase social: convoca a todos
los hombres que amen la libertad y la justicia, hállense donde se hallen, para
establecer un régimen de justa distribución de la fortuna social. Así
integrado, el batllismo utiliza la democracia como medio de acción. Los
procedimientos revolucionarios están buenos para los gobiernos absolutos que
niegan todas las libertades. "En las repúblicas, el obrero tiene el voto
que es la fuerza que fácilmente puede realizar sin una gota de sangre y sin una
lagrima, las más justas aspiraciones del proletariado", dice Batlle. Y con
el voto por arma, los más fuertes, los que tiene la victoria en sus manos, los
seguros vencedores son los desheredados: porque son los más. (...)El pueblo
directamente, o sus representantes, reducidos a simples ejecutores de la
voluntad popular gracias al mandato imperativo, irán realizando las reformas.
La vía parlamentaria o la vía directa son las que adopta el batllismo en su
acción política. Gracias a la labor legislativa, el batllismo responde a las
necesidades de cada momento histórico con reformas inmediatas que no son un fin
en sí mismas sino un medio de alcanzar la reforma última. En efecto: el
batllismo fundamenta la eficacia de la acción legislativa en este axioma: una
mejora cultural, moral o económica de la multitud provoca en ésta un sentimiento
de desconformidad que genera a su vez un deseo de nuevas y más grandes mejoras.
El legislador ya no puede detenerse. Nuevas exigencias del pueblo provocarán
nuevas reformas. Y así hasta la última.
El batllismo
es, pues, una tendencia netamente reformista: una primera reforma prepara una
segunda, y ésta a su vez una tercera, y cada una apoyándose en la anterior y
derivando de ella; no brusco o repentino cambio, sino gradual transición. De
esta manera, todo se alcanza sin perturbar el equilibrio social,
paulatinamente, en un movimiento progresivo rítmico, las conquistas se irán
sucediendo, una tras otra, hasta la última. Sin violencias ni sacudidas.
Armoniosamente.
El batllismo
persigue como solución final el desplazamiento hacia la sociedad de los medios
de riqueza. Este desplazamiento de manos particulares a manos de la
colectividad se hará gradualmente. Se hará respetando la libertad del trabajo y
el derecho de propiedad privada producto del trabajo. "La unificación de
una industria y el establecimiento, por tanto, de un monopolio particular y, en
consecuencia, perturbador en injusto, dice Batlle,es lo que constituye la posibilidad, con otros
medios, de aquella paulatina transformación"
Con la
nacionalización de algunos servicios públicos e industrias( y no se han
nacionalizado todas por falta de una mayoría electoral) ya se hadado un gran
paso: ellos representa el apoderamiento por la sociedad de útiles de trabajo
hasta entonces en manos de particulares.
en cuanto a
las industrias, serán monopolizadas por el Estado cuando ellas hayan sido
monopolizadas, o estén a un paso de serlo, por un particular o por un pequeño
número de particulares. Por el Estado que, para el batllismo, no es más que la
sociedad organizada jurídicamente. Lo mismo acontecerá en el suelo.
Y así el
batllismo alcanzará la finalidad última. Habrá establecido entonces totalmente
la libertad del trabajo, que no existe hoy en los servicios que no pueden
prestarse sin autorizaciones especiales. Y habrá respetado la propiedad privada
producto del derecho y la justicia"
El reformismo batllista según Enrique Rodríguez Fabregat.
Los pasos
reformistas.
La Reforma
Constitucional, verdadera transformación institucional de forma y entraña cuyo
planteamiento Batlle renueva en seguida de asumir por segunda vez el gobierno,
inaugura un intenso período de lucha. La lucha cobra de inmediato violencia,
pero sobretodo calidad. Batlle no es un reformador de trastienda de los que
elaboran Constituciones ocasionales. No ofrece panaceas reformistas de aquellas
que traen un articulo transitorio en beneficio del reformador.La Constitución
que Batlle proyecta es, acaso, la primer Constitución hispanoamericana
original, no proviene ni de comentaristas ni de teorizantes. Batlle vio y
estudió "en el lugar" los diferentes regímenes de Europa. Hasta
entonces, eran las instituciones inglesas las que cautivaban a los ensayistas, conjuntamente
con el modelo norteamericano.Para Batlle las instituciones inglesas eran
adaptables al Imperio británico y eran un poco alejadas para nuestra realidad.
El parlamentarismo francés tampoco lo deslumbró debido más que nada a los
problemas de las Tercera República. Lo obsesiona cuanto signifique en lo
teórico o en lo práctico la disminución de las facultades del poder central.
Desde Suiza le escribe a Domingo Arena: "Imagínese que aquí nadie sabe
quién es el gobierno". Las Constituciones latinoamericanas tienen como
propósito robustecer el Poder Central. Así fue también en los Estados Unidos.
Planteada la
reforma, Batlle, el reformador, propone:
A) Democracia
Política.- Supresión de la Presidencia de la República, Institución del
Gobierno Colegiado. Parlamento que si se quiere puede ser bicameral. Autonomía
de las comunas. Voto directo, Voto secreto. Representación proporcional.
B) Democracia
Económica.-Potestad superior del Estado sobre la actividad social. Creación y
ampliación del dominio industrial del Estado. Organización autónoma de los
Cuerpos Técnicos de dirección para las actividades técnicas. Intervencionismo
del Estado sobre aprovechamiento individual o de empresa de los rendimientos
del trabajo. Lucha anti imperialista, Nacionalización de todos los servicios
públicos de interés social. Plan estatal de colonización. Régimen bancario del
Estado. Sustitución de las concesiones al capital financiero internacional por
Monopolios del Estado.
C) Democracia
Social.- Leyes obreras. Seguros de trabajo e invalidez. Enseñanza Secundaria ,
Preparatoria y superior gratuita en todos sus grados. Organización de la
Universidad del Trabajo y funcionamiento de las Escuelas Industriales en las
diferentes regiones del país. Leyes sociales. Divorcio. Igualdad absoluta de
derechos entre hijos legítimos y naturales. Respeto de los Derechos del Niño.
Acceso de la mujer a las carreras liberales, a las funciones públicas, a los
cargos políticos. Voto de la mujer. Seguro de la vejez. Salario Mínimo. Estado
laico. Separación de la Iglesia y del Estado. Absoluta libertad de cultos y de
ideas.
Batlle se
opone de este modo a la liberal -democracia vacía e individualista, poniendo al
Estado como regulador. En definitiva la reforma de un Estado Económico que para
Batlle significaba alcanzar un Estado Moderno.[13]
Anarquismo, Arena y la defensa de los desposeídos.
Es inevitable
que surjan sentimientos encontrados en el espíritu humano en relación a la
autoridad, lógicamente el deseo de ejercerla para disfrutar de los privilegios
que se derivan o la resistencia más o menos consciente cuando la ejercen los
demás. En las sociedades superiores el gobierno se debe ejercer con el objetivo
del interés común, es allí cuando los individuos renunciamos con agrado a
nuestra prerrogativas, a cambio de beneficios recibidos como efecto de las
limitaciones impuestas a los demás.
Arena va a
reclamar la integración de los trabajadores a la nación, procurando que tengan
las armas legales, ideológicas y culturales para enfrentarse con los sectores
conservadores terratenientes y comerciantes de la sociedad montevideana de
comienzos del siglo XX. No como un planteo de lucha de clases, sino de
reformismo ideológico y legal con el objetivo de lograr la igualdad social.
Sostenía
Arena: “ Mis hermanos de ayer, mis protegidos de hoy” que enseñanza en una sola
frase para tantos jóvenes políticos actuales.
El accionar
batllista, respecto del movimiento obrero es la clave del apoyo que los
sectores populares y obrero prestan a Batlle. Los artículos del diario El Día,
los discursos parlamentarios de Domingo Arena, están condensados en una serie
de publicaciones como “Batlle y los problemas sociales en el Uruguay” sobre el
mismo dice Domingo Arena: “ Los artículos son un caso típico de la colaboración
de dos: inspirados por Batlle, escritos por mi, corregidos por él. De los
discursos puede decirse substancialmente lo mismo. En 1913 Batlle había vinculado la campaña en
favor de sus apuntes colegialistas con el voto pro-colegiado de los obreros, y
su argumento era que los que eran socialistas en otros países debían ser colorados en Uruguay. Era, según Batlle, el
único partido que podía realizar las mejoras de la calidad de vida del
trabajador y que la postura socialista era utópica y soñadora. Ante la pregunta
de Pedro Manini Ríos de " ¿Somos colorados o somos socialistas?"
Domingo Arena, en una entrevista realizada por el Diario Socialista "La
Vanguardia", sostuvo que "somos socialistas sin programa". Luego
en El Día sostuvo que no había entre colorados y socialistas una oposición
frontal de principios debido a que el Partido Colorado realizaba lo que los
socialistas programaban.
A modo de conclusión:
“Domingo Arena estará inserto dentro de las concepciones
del anarquismo
pacifista. Tanto para Tolstoi como para Gandhi, la
violencia genera
violencia. Del callejón sin salida de la violencia solo
se puede escapar
con el triunfo de la conciencia, con la liberación de la
propensión natural
de la gente a la cooperación y el amor mutuo. En “ La
Ciencia Moderna y
la Anarquía” el príncipe Kropotkin define al universo
como materia en
perpetua y libre evolución. Arena le exigía al Partido
Colorado una
constante captación de los nuevos fenómenos ideológicos,
reclama la
comprensión de sus correligionarios más conservadores afirmando
que el
futuro del partido está en el contacto y la vivencia de
las ideas avanzadas,
el que mejor las comprendiera tendría una ventaja de años
sobre sus
oponentes. Significaba, entonces, un partido en constante
evolución. No
renegaba Arena de las tradiciones partidarias, la
justicia, la solidaridad y
la concepción liberal que marcan al Partido colorado,
pero entendía que
todo lo concreto y aplicable de las corrientes
ideológicas reformistas
debía ser tomado:”
“ El Partido
Colorado tiene una magnífica tradición, pero eso no basta. El Partido que se
fía demasiado en su tradición puede correr la suerte de esos nobles que fían
demasiado en sus pergaminos. El escenario de la democracia se ensancha día a
día. Día a día entran en juego fuerzas nuevas, aspiraciones nuevas. Satisfechas
las ansias de libertad e igualdad empiezan a dar su nota dominante las ansias
de mejoramiento (...) De ahí nuevos horizontes que es necesario escudriñar si
no queremos extraviarnos; de ahí nuevas etapas que es necesario correr y correr
de prisa si no quedarnos rezagados. ¡ La política como la ciencia, debe de
estar en perpetuo movimiento si quiere responder a las necesidades de todos los
momentos, y el Partido Colorado que no debe dejarse vencer(...) tiene que estar
constantemente alerta, en perpetua vibración(...) Su programa tiene que ser
vivo(...) Y si quieren no crean que a su costa el partido liberal y el partido
socialista, debe ser tan liberal como el partido liberal y asimilarse todo lo
humano, todo lo práctico, todo lo realizable, todo lo que no sea una utopía del
partido socialista.”
Esa
conjunción de los principios tradicionales, éticos e ideológicos del
Partido
Colorado más las nuevas corrientes aplicadas a nuestra sociedad,
producen un
desbloqueo político trascendente dando origen al Uruguay
batllista. El
Uruguay emergente de estas ideas va ser reformista social
con eje en el
estado. Esa concepción podría definirse como liberal-social
y
modernamente en nuestro país como batllismo.
Centenares de
militantes, incluso de primera línea del sindicalismo, el socialismo y
especialmente el anarquismo se incorporaron a los partidarios de Batlle.
El batllismo como ideología y modelo a seguir.
La
discusión entre ser Colorado o ser batllista resulta interminable y por
momentos decepcionante. Para Don Pepe el tema nunca fue un problema, nunca
acepto que se pudiera ser batllista sin ser colorado y siempre se sitio
depositario de las tradiciones de Don Frutos, de la Defensa, de Flores y puso
un fuerte énfasis sobre estos puntos luego de la derrota del batllismo en 1916.
Sin embargo cada vez que ocurre un cisma o una lucha interna se marca
claramente las diferencias por ejemplo Manini Ríos y su Partido Colorado
General Fructuoso Rivera o Feliciano Viera con el Partido Colorado
Radical o Julio María Sosa con el Partido Colorado por la Tradición y
Muchos que se consideraban batllistas y no colorados como Grauert, Michellini y
Alba Roballo. Desde el punto de vista histórico es imposible comprender la
evolución del batllismo sin vincularlo con los hechos y personajes que
construyeron la tradición partidaria desde el Siglo XIX. Comenzaremos a buscar
las raíces filosóficas con el espiritualismo eclectico.
La corriente filosófica del espiritualismo sostiene que el mundo se encuentra
integrado en su fondo último por lo espiritual lo que que le da certezas
le permite reflexionar sobre lo inmaterial. En tanto el eclecticismo como
doctrina toma lo mejor de las doctrinas que lo preceden. El espiritualismo
ecléctico combina ambos pensamientos. En nuestro país fue introdicudo por el
francés Victor Cousin mediante los textos de Eugene Geruzez.
Victor Cousin(1792-1867) parisino, concibió la historia como fases o etapas del espíritu y su conformación se logra a través de la historia de la filosofía. Era el filosofo oficial de Luis Felipe y logró una gran influencia en la evolución filosófica francesa del siglo XIX.
Esta corriente fue difundida en nuestro país por la Universidad de Montevideo que había sido establecida en 1849, y siguió las líneas del pensamiento imperante en toda latinoamérica. José Luis de la Peña fue el catedrático de filosofía que llevó adelante esta cátedra, el texto que utilizaron los jóvenes estudiantes de la época fue el Curso de Filosófía de E. Geruzez, que era el mismo que Francia utilizaba durante el período de auge de Victor Cousin. Este manual se encontraba organizado en: psicología, lógica, moral y teodicea, como era muy claro en sus conceptos fue un éxito en los ambientes intelectuales tanto franceses como uruguayos.
El representante académico más importante del espiritualismo en el Uruguay fue el Dr. Plácido Ellauri, hermano de de José y ejerció su cargo hasta que 1877 fue destituido por el Coronel Lorenzo Latorre, su producción se basó en tareas de aula, sin embargo quedó como producción material un manual cuyo título era: Gramática general y retórica. Según Ardao este manual sostenía, no de un modo original que "el espiritualismo como doctrina reconocía en el espiritu tanto las ideas, el pensamiento, como un poder activo, libre y personal creador de la materia y el mundo" En la moral consideraba, Ellauri, al eclecticismo como la corriente que era capaz de servirse de todos los sistemas de pensamiento anteriores para sacar de ellos lo más importante. El propio Ardao sostiene como influyó en la política nacional: "El pricipismo uruguayo no hubiera sido seguramente posible, con los perfiles históricos que asumió en el terreno de la acción cívica, sin la concepción del universo y de la vida proporcionada por la filosofía espiritualista de la época, sin su absolutismo ético, basado a priori en la metafísica de Dios y el libre albedrio que daba un imperioso sentido trascendente a la personalidad humana. Nuestra grandilocuencia principista estuvo presidida por la figura de Victor Cousin(...) y difundida por Plácido Ellauri"(Ardao,A. Espiritualismo y positivismo pág,39-41. Esta corriente se vinculó con el racionalismo, que fue el origen del libre pensamiento y la tendencia antidogmática que se va a desarrollar `posteriormente. La consecuencia fue generar un espíritu cristiano que niega la Iglesia Católica como dueña hegemónica de la espiritualidad. El racionalismo metafísico fue la bandera contra la Iglesia. Esta, además, influye directametne en el laicismo, cuyo protagonista fue la Sociedad de Amigos de la Educación Popular y el antecedente directo fue el Club Universitario de tendencia espiritualista.
En la década de 1870 todavía era un corriente muy fuerte, hasta la década de 1880 tiene su momento de auge el positivismo generandose durísmos debates que involucran a Mariano Soler, Julio Herrera y Obes y Prudencio Vázquez y Vega. Julio Herrera y Obes publica "Crisis de la filosofía" siendo la suya una de las defensas más fuertes del espiritualismo realizadas en El Ateneo. Pofr supuesto que cuando asume la presidencia a partir de 1890 genera un retorno del espiritualismo a la Universidad en época de apogeo del positivismo. Julio Herrera y Obes fue el último defensor de esta corriente desde la política.
Prudencio Vázquez y Vega con la publicación de una serie de artículos titulados "La base de la moral emana de la ley eterna del deber". Lo más trascendente dsesde el punto de vista filosófico lo encontramos en su " Crítica de la Moral Evolucionista" conferencia dictada en El Ateneo el 24 de diciembre de 1881 y sostuvo:"(...) toda definición y toda teoría de la moral, entraña, con especialidad, la idea de un propósito o de un fin al que deben tender las acciones humanas(...)El imperativo categórico de la conciencia, he ahí el sentimiento más extraordinario e importante del orden moral(...)paralelamente a la corriente positivista que se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria que es necesario combatir" Estos conceptos marcaron a la generación de la cual era integrante el jóven José Batlle y Ordóñez.
La tradición del Partido Colorado es de libertad y de justicia. Sustento estos principios en la Defensa; combatió por ellos, con Venancio Flores, contra los enemigos de adentro y de afuera, fueron sus hombres los que más rudamente atacaron las tiranías. La constante adaptación a las necesidades de cada momento de la vida nacional; la continua renovación de sus valores históricos e ideológicos, completan su tradición. Esta podría definirse así: adaptación incesante del concepto tradicional - libertad y justicia- a las necesidades de cada época.
El batllismo, que es el verdadero Partido Colorado, tiene, pues, esa tradición. Nació luchando por la libertad, y su gran obra realizada y sus propósitos bien definidos del presente se apoyan en aquellas tendencias tradicionales para establecer el nuevo régimen en el que, total y definitivamente triunfen la libertad y la justicia.
Es el batllismo quien mantiene firmemente la tradición colorada porque, obedeciendo a la ley histórica del Partido, realiza una revisión completa de los valores para establecer la libertad de los oprimidos y la justicia para todos, acomodando su acción política a los reclamos de la hora presente.
La tradición de libertad y justicia vincula, pues, a todos los batllistas, ya que la acción del Partido- como lo dice su programa- se apoya en esas tendencias históricas, en general. No puede originar divisiones, por lo tanto, aquellos que debe ser razón de estrecha solidaridad. Cada afiliado está en el perfecto derecho de criticar uno o más hechos históricos del Partido, si a su juicio ellos contrariaron la justicia o la libertad. Más aún; siempre que un afiliado se apoye en los principios tradicionales de libertad y justicia puede atacar casi totalmente el pasado del Partido. Demostrará ser así más tradicionalista que los que aceptaren en toda su integridad aquel pasado, sin haberlo sometido a examen.(...)Batlle que es el que más ha hecho en la República por la libertad y la justicia es por eso el más tradicionalista de los Colorados. Y las generaciones venideras que inspirándose en Batlle y siguiendo su ejemplo den termino a la obra por él comenzada serán la síntesis misma de la tradición del Partido Colorado, implantando un régimen social en el que reinarán sin trabas la libertad y la justicia : " Sostener que un pueblo debe luchar por establecer la justicia y la libertad entre los elementos componentes y sostener que no debe luchar y prepararse para luchar en defensa de esa misma justicia y de esa misma libertad, es sencillamente absurdo" EStos puntos entre otros más que pore spacio nop odemos desarrollar aquí resulta evidente que el batllismo surge de fuentes de larga duración tomando aspectos y mecanismos de un forma de hacer política, una concepción estatalista de promover la legislación y por extensión a la nación.
Los pasos reformistas.
La Reforma Constitucional, verdadera transformación institucional de forma y entraña cuyo planteamiento Batlle renueva en seguida de asumir por segunda vez el gobierno, inaugura un intenso período de lucha. La lucha cobra de inmediato violencia, pero sobretodo calidad. Batlle no es un reformador de trastienda de los que elaboran Constituciones ocasionales. No ofrece panaceas reformistas de aquellas que traen un articulo transitorio en beneficio del reformador.La Constitución que Batlle proyecta es, acaso, la primer Constitución hispanoamericana original, no proviene ni de comentaristas ni de teorizantes. Batlle vio y estudió "en el lugar" los diferentes regímenes de Europa. Hasta entonces, eran las instituciones inglesas las que cautivaban a los ensayistas, conjuntamente con el modelo norteamericano.Para Batlle las instituciones inglesas eran adaptables al Imperio británico y eran un poco alejadas para nuestra realidad. El parlamentarismo francés tampoco lo deslumbró debido más que nada a los problemas de las Tercera República. Lo obsesiona cuanto signifique en lo teórico o en lo práctico la disminución de las facultades del poder central. Desde Suiza le escribe a Domingo Arena: "Imagínese que aquí nadie sabe quién es el gobierno". Las Constituciones latinoamericanas tienen como propósito robustecer el Poder Central. Así fue también en los Estados Unidos.
Planteada la reforma electoral Batlle propone:
A) Democracia Política.- Supresión de la Presidencia de la República, Institución del Gobierno Colegiado. Parlamento que si se quiere puede ser bicameral. Autonomía de las comunas. Voto directo, Voto secreto. Representación proporcional.
B) Democracia Económica.-Potestad superior del Estado sobre la actividad social. Creación y ampliación del dominio industrial del Estado. Organización autónoma de los Cuerpos Técnicos de dirección para las actividades técnicas. Intervencionismo del Estado sobre aprovechamiento individual o de empresa de los rendimientos del trabajo. Lucha anti imperialista, Nacionalización de todos los servicios públicos de interés social. Plan estatal de colonización. Régimen bancario del Estado. Sustitución de las concesiones al capital financiero internacional por Monopolios del Estado.
C) Democracia Social.- Leyes obreras. Seguros de trabajo e invalidez. Enseñanza Secundaria , Preparatoria y superior gratuita en todos sus grados. Organización de la Universidad del Trabajo y funcionamiento de las Escuelas Industriales en las diferentes regiones del país. Leyes sociales. Divorcio. Igualdad absoluta de derechos entre hijos legítimos y naturales. Respeto de los Derechos del Niño. Acceso de la mujer a las carreras liberales, a las funciones públicas, a los cargos políticos. Voto de la mujer. Seguro de la vejez. Salario Mínimo. Estado laico. Separación de la Iglesia y del Estado. Absoluta libertad de cultos y de ideas.
Batlle se opone de este modo a la liberal -democracia vacía e individualista, poniendo al Estado como regulador. En definitiva la reforma de un Estado Económico que para Batlle significaba alcanzar unEstado Moderno. La pregunta es de que modo se puede honrar al batllismo hoy sin convertirlo en una etiqueta vacía de contenido.[14]
Victor Cousin(1792-1867) parisino, concibió la historia como fases o etapas del espíritu y su conformación se logra a través de la historia de la filosofía. Era el filosofo oficial de Luis Felipe y logró una gran influencia en la evolución filosófica francesa del siglo XIX.
Esta corriente fue difundida en nuestro país por la Universidad de Montevideo que había sido establecida en 1849, y siguió las líneas del pensamiento imperante en toda latinoamérica. José Luis de la Peña fue el catedrático de filosofía que llevó adelante esta cátedra, el texto que utilizaron los jóvenes estudiantes de la época fue el Curso de Filosófía de E. Geruzez, que era el mismo que Francia utilizaba durante el período de auge de Victor Cousin. Este manual se encontraba organizado en: psicología, lógica, moral y teodicea, como era muy claro en sus conceptos fue un éxito en los ambientes intelectuales tanto franceses como uruguayos.
El representante académico más importante del espiritualismo en el Uruguay fue el Dr. Plácido Ellauri, hermano de de José y ejerció su cargo hasta que 1877 fue destituido por el Coronel Lorenzo Latorre, su producción se basó en tareas de aula, sin embargo quedó como producción material un manual cuyo título era: Gramática general y retórica. Según Ardao este manual sostenía, no de un modo original que "el espiritualismo como doctrina reconocía en el espiritu tanto las ideas, el pensamiento, como un poder activo, libre y personal creador de la materia y el mundo" En la moral consideraba, Ellauri, al eclecticismo como la corriente que era capaz de servirse de todos los sistemas de pensamiento anteriores para sacar de ellos lo más importante. El propio Ardao sostiene como influyó en la política nacional: "El pricipismo uruguayo no hubiera sido seguramente posible, con los perfiles históricos que asumió en el terreno de la acción cívica, sin la concepción del universo y de la vida proporcionada por la filosofía espiritualista de la época, sin su absolutismo ético, basado a priori en la metafísica de Dios y el libre albedrio que daba un imperioso sentido trascendente a la personalidad humana. Nuestra grandilocuencia principista estuvo presidida por la figura de Victor Cousin(...) y difundida por Plácido Ellauri"(Ardao,A. Espiritualismo y positivismo pág,39-41. Esta corriente se vinculó con el racionalismo, que fue el origen del libre pensamiento y la tendencia antidogmática que se va a desarrollar `posteriormente. La consecuencia fue generar un espíritu cristiano que niega la Iglesia Católica como dueña hegemónica de la espiritualidad. El racionalismo metafísico fue la bandera contra la Iglesia. Esta, además, influye directametne en el laicismo, cuyo protagonista fue la Sociedad de Amigos de la Educación Popular y el antecedente directo fue el Club Universitario de tendencia espiritualista.
En la década de 1870 todavía era un corriente muy fuerte, hasta la década de 1880 tiene su momento de auge el positivismo generandose durísmos debates que involucran a Mariano Soler, Julio Herrera y Obes y Prudencio Vázquez y Vega. Julio Herrera y Obes publica "Crisis de la filosofía" siendo la suya una de las defensas más fuertes del espiritualismo realizadas en El Ateneo. Pofr supuesto que cuando asume la presidencia a partir de 1890 genera un retorno del espiritualismo a la Universidad en época de apogeo del positivismo. Julio Herrera y Obes fue el último defensor de esta corriente desde la política.
Prudencio Vázquez y Vega con la publicación de una serie de artículos titulados "La base de la moral emana de la ley eterna del deber". Lo más trascendente dsesde el punto de vista filosófico lo encontramos en su " Crítica de la Moral Evolucionista" conferencia dictada en El Ateneo el 24 de diciembre de 1881 y sostuvo:"(...) toda definición y toda teoría de la moral, entraña, con especialidad, la idea de un propósito o de un fin al que deben tender las acciones humanas(...)El imperativo categórico de la conciencia, he ahí el sentimiento más extraordinario e importante del orden moral(...)paralelamente a la corriente positivista que se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria que es necesario combatir" Estos conceptos marcaron a la generación de la cual era integrante el jóven José Batlle y Ordóñez.
La tradición del Partido Colorado es de libertad y de justicia. Sustento estos principios en la Defensa; combatió por ellos, con Venancio Flores, contra los enemigos de adentro y de afuera, fueron sus hombres los que más rudamente atacaron las tiranías. La constante adaptación a las necesidades de cada momento de la vida nacional; la continua renovación de sus valores históricos e ideológicos, completan su tradición. Esta podría definirse así: adaptación incesante del concepto tradicional - libertad y justicia- a las necesidades de cada época.
El batllismo, que es el verdadero Partido Colorado, tiene, pues, esa tradición. Nació luchando por la libertad, y su gran obra realizada y sus propósitos bien definidos del presente se apoyan en aquellas tendencias tradicionales para establecer el nuevo régimen en el que, total y definitivamente triunfen la libertad y la justicia.
Es el batllismo quien mantiene firmemente la tradición colorada porque, obedeciendo a la ley histórica del Partido, realiza una revisión completa de los valores para establecer la libertad de los oprimidos y la justicia para todos, acomodando su acción política a los reclamos de la hora presente.
La tradición de libertad y justicia vincula, pues, a todos los batllistas, ya que la acción del Partido- como lo dice su programa- se apoya en esas tendencias históricas, en general. No puede originar divisiones, por lo tanto, aquellos que debe ser razón de estrecha solidaridad. Cada afiliado está en el perfecto derecho de criticar uno o más hechos históricos del Partido, si a su juicio ellos contrariaron la justicia o la libertad. Más aún; siempre que un afiliado se apoye en los principios tradicionales de libertad y justicia puede atacar casi totalmente el pasado del Partido. Demostrará ser así más tradicionalista que los que aceptaren en toda su integridad aquel pasado, sin haberlo sometido a examen.(...)Batlle que es el que más ha hecho en la República por la libertad y la justicia es por eso el más tradicionalista de los Colorados. Y las generaciones venideras que inspirándose en Batlle y siguiendo su ejemplo den termino a la obra por él comenzada serán la síntesis misma de la tradición del Partido Colorado, implantando un régimen social en el que reinarán sin trabas la libertad y la justicia : " Sostener que un pueblo debe luchar por establecer la justicia y la libertad entre los elementos componentes y sostener que no debe luchar y prepararse para luchar en defensa de esa misma justicia y de esa misma libertad, es sencillamente absurdo" EStos puntos entre otros más que pore spacio nop odemos desarrollar aquí resulta evidente que el batllismo surge de fuentes de larga duración tomando aspectos y mecanismos de un forma de hacer política, una concepción estatalista de promover la legislación y por extensión a la nación.
Los pasos reformistas.
La Reforma Constitucional, verdadera transformación institucional de forma y entraña cuyo planteamiento Batlle renueva en seguida de asumir por segunda vez el gobierno, inaugura un intenso período de lucha. La lucha cobra de inmediato violencia, pero sobretodo calidad. Batlle no es un reformador de trastienda de los que elaboran Constituciones ocasionales. No ofrece panaceas reformistas de aquellas que traen un articulo transitorio en beneficio del reformador.La Constitución que Batlle proyecta es, acaso, la primer Constitución hispanoamericana original, no proviene ni de comentaristas ni de teorizantes. Batlle vio y estudió "en el lugar" los diferentes regímenes de Europa. Hasta entonces, eran las instituciones inglesas las que cautivaban a los ensayistas, conjuntamente con el modelo norteamericano.Para Batlle las instituciones inglesas eran adaptables al Imperio británico y eran un poco alejadas para nuestra realidad. El parlamentarismo francés tampoco lo deslumbró debido más que nada a los problemas de las Tercera República. Lo obsesiona cuanto signifique en lo teórico o en lo práctico la disminución de las facultades del poder central. Desde Suiza le escribe a Domingo Arena: "Imagínese que aquí nadie sabe quién es el gobierno". Las Constituciones latinoamericanas tienen como propósito robustecer el Poder Central. Así fue también en los Estados Unidos.
Planteada la reforma electoral Batlle propone:
A) Democracia Política.- Supresión de la Presidencia de la República, Institución del Gobierno Colegiado. Parlamento que si se quiere puede ser bicameral. Autonomía de las comunas. Voto directo, Voto secreto. Representación proporcional.
B) Democracia Económica.-Potestad superior del Estado sobre la actividad social. Creación y ampliación del dominio industrial del Estado. Organización autónoma de los Cuerpos Técnicos de dirección para las actividades técnicas. Intervencionismo del Estado sobre aprovechamiento individual o de empresa de los rendimientos del trabajo. Lucha anti imperialista, Nacionalización de todos los servicios públicos de interés social. Plan estatal de colonización. Régimen bancario del Estado. Sustitución de las concesiones al capital financiero internacional por Monopolios del Estado.
C) Democracia Social.- Leyes obreras. Seguros de trabajo e invalidez. Enseñanza Secundaria , Preparatoria y superior gratuita en todos sus grados. Organización de la Universidad del Trabajo y funcionamiento de las Escuelas Industriales en las diferentes regiones del país. Leyes sociales. Divorcio. Igualdad absoluta de derechos entre hijos legítimos y naturales. Respeto de los Derechos del Niño. Acceso de la mujer a las carreras liberales, a las funciones públicas, a los cargos políticos. Voto de la mujer. Seguro de la vejez. Salario Mínimo. Estado laico. Separación de la Iglesia y del Estado. Absoluta libertad de cultos y de ideas.
Batlle se opone de este modo a la liberal -democracia vacía e individualista, poniendo al Estado como regulador. En definitiva la reforma de un Estado Económico que para Batlle significaba alcanzar unEstado Moderno. La pregunta es de que modo se puede honrar al batllismo hoy sin convertirlo en una etiqueta vacía de contenido.[14]
El Reformismo batllista.
Reformismo:
Tendencia a promover el cambio más o menos radical de los modelos económicos,
sociales y mentales dominantes sin recurrir a la violencia
El poder
político de las ideas acapara la atención de la teoría política y social. Si
pensamos en un sacerdote de la Edad
Media y el experto en informática contemporáneo conquistan su lugar de
influencia en la jerarquía social por el poder de sus ideas. Para algunos
teóricos la acumulación de destrezas y conocimientos por parte de los
dirigentes de los Partidos Políticos determinan la formación de una casta
oligárquica que convierten el ideal democrático en una utopía. Max Weber
sostenía que no solo el conocimiento especializado desempeñaba un papel
importante en lo político, también las ideas, los valores y las creencias son
determinantes en la dominación social.
Los marxistas
sostienen que no existe dominación sin ideología que las legitime, la lucha de
clases se resuelve en el aspecto ideológico. Finalmente Foucoult será el que
unifique el saber y el poder: " El humanismo moderno se equivoca, pues,
estableciendo una división entre saber y poder. Está integrado y no se trata de
soñar un momento en el que el saber no dependería más del poder, no es posible
que el poder se ejerza sin el saber, es imposible que el saber no engendre
poder"
Las ideas
juegan un rol importante en el entramado del poder político, los individuos o
grupos dominantes construyen y legitiman su predominio a partir de las ideas,
Weber, Schumpeter y Duverger estudian la evolución de los partidos en la
primera mitad del siglo XX. Va de suyo
que los partidos políticos tienen un importante papel en los procesos
políticos: en Estados Unidos el sistema económico Keynesiano, en Alemania,
Italia y la URSS los Partidos- Estado, en Uruguay la construcción del hombre
nuevo mediante el estado benefactor del reformismo batllista.
El reformismo
batllista. Continuación.
Los
antecedentes los encontramos en los constitucionalistas de 1830 que creía que
la mejor forma de construir una política nacional, civilizada y moderna era
excluyendo a los caudillos de la Guerra de la Independencia de los cargos de
representación. A partir de 1847, durante la Guerra Grande, los doctores del
Partido Colorado desterraron al General Rivera que era el principal jefe y
caudillo militar del Partido y además el primer Presidente Constitucional. Entre
1851 y 1855 se llevó adelante la política de fusión inspirada en el manifiesto
del Dr. Andrés Lamas. Sin embargo a partir de 1875 los doctores lograron un
forma racional de desarrollo político vinculado a dos fenómenos por un lado la
crisis de la filosofía espiritualista y el ascenso del positivismo filosófico.
El interprete del período es José Pedro Varela, se produce, entonces la
transición desde el academicismo doctoral al realismo económico y social: Como
sostiene Ardao " El positivismo lubricó la áspera incorporación de los
doctores en los partidos caudillistas: lo nuevo y lo mejor de acuerdo a la
doctrina evolucionista, debe construirse a partir de los que ya existe"
Por eso mismo, buena parte de los doctores dejaron de crear nuevos partidos,
excepto el Partido Constitucional, buscando llenar al decir de Barrán y Nahum
"llenar vino nuevo en odres viejos"
El ascenso de
la intelectualidad al interior de los partidos impacta fuertemente en el
gobierno, por un lado legitima las viejas aspiraciones de los doctores,
pacificación, desarrollo institucional, educación, etc. y por otro lado se
desarrollan los primeros técnicos del Estado, los futuros colaboradores de
Batlle. Esto lo podemos resumir en la cita de don Pepe que dice" Si en
1904 necesité de los generales del ejército para asegurar la paz, en 1905 debí
recurrir a los ingenieros para asegurar el progreso del país".
Este proceso
de Convergencia entre los intelectuales, poder político y racionalización va a
logra su máximo desarrollo en las primeras décadas del Siglo XX, lo que
constituye el reformismo batllista. Numerosas personalidades apoyaron el
proceso y con gran capacidad técnica, José Serrato, Eduardo Acevedo, Pedro y
Ricardo Cosio. El primer batllismo con su proceso reformista recompone la relación entre intelectuales y
poder político, osea resume los anhelos de los doctores espiritualistas y la
generación principista incorporando contenidos programáticos y conocimiento
especializado en las decisiones gubernativas.
El modelo reformista se inicia con la
incorporación de los saberes especializados al desarrollo de las reformas:
La Reforma Social se inicia con el apoyo crítico a los
sindicatos con simpatía desde la prensa
y con gran consideración de la realidad obrera desde la prensa
reformista, o sea El Día. Continúa con el desarrollo de una legislación social
protectora y obrerista con limitación de la jornada laboral, reglamentación del
trabajo de mujeres y niños, salario mínimo, indemnizaciones por despido y
mejora de la vivienda obrera. Además las obras solidarias como asistencia y
alimentación y realización de obras públicas generadoras de empleo.
La Reforma Rural tenía el objetivo general de eliminar
los latifundios ganaderos promoviendo un país de pequeños propietarios. La
modificación del modelo productivo con el objetivo de terminar con el pobrerío
rural. Los aspectos radicales se dirigen hacia un georgismo telúrico
sosteniendo firmemente el origen social del valor de la tierra regulándolo con
aumento del impuesto territorial. Se busca la reocupación y redistribución de
las tierras fiscales creando un plan de colonización. En aspectos moderados la
tecnificación del Estado, políticas de transporte al servicio del cambio rural
completado con el control de los ferrocarriles en forma más exigente.
La Reforma Fiscal determina la ampliación de los
impuestos como instrumentos de justicia social y desarrollo económico con
impuestos a la tierra, a la herencia, a las exportaciones y disminuyendo los
impuestos al consumo.
La Reforma Moral determina la construcción del hombre
nuevo con un fuerte incremento de la educación, defender el cosmopolitismo, la
apertura a las ideas extranjeras y a los inmigrantes. Anticlericalismo radical,
permanencia de la ofensiva contra la Iglesia identificando al católico
tradicional con el capitalista retrogrado. La Emancipación de la mujer con la equiparación
legal, promoción del divorcio, protección a la madre soltera y a los hijos
naturales.
La Reforma política se dirige a la politización de la
sociedad a través del debate público entre los ciudadanos y la organización de
los partidos y finalmente la propuesta del sistema Colegiado como última
garantía frente a las tiranías ampliando el plazo de gestión gubernativa.
Batlle se vió a sí mismo como un hombre del progreso, los
obreros lo consideraron un amigo, el patronato industrial y británico lo creyó
un socialIsta, los socialistas un burgués de buena voluntad, los blancos un
autócrata demagogo y el historiador UN REFORMADOR.(Barrán y Nahum)[15]
Luis Batlle, la restauración batllista.
Luego de la
Segunda Guerra Mundial, la transición política, las transformaciones económicas
promovieron un sentimiento de restauración del modelo batllista. En realidad
este proceso había comenzado durante las administraciones de Baldomir
(Paysandú, 27 de agosto de 1884 - Montevideo, 24 de febrero de 1948) militar, arquitecto
y político uruguayo. Presidente entre 1938 y 1942, fue el autor del golpe de
estado de 1942 que restableció derechos suprimidos en la Dictadura de Terra)y
de Amézaga (Montevideo, 28 de enero de 1881 - Montevideo, 20 de agosto de
1956). Presidente Constitucional de Uruguay desde el 1 de marzo de 1943 al 1 de
marzo de 1947. Incluso con grandes influencias del batllismo durante la gestión
de Amézaga. La prosperidad económica, el sentimiento triunfante de los aliados
en la Segunda Guerra Mundial, un creciente sentimiento pro norteamericano, la
fe en la matriz liberal, el Estado fortalecido con su rol componedor y arbitro
social, sumado al crecimiento de la producción industrial que se destacaba
sobre el estancamiento de la ganadería, y en definitiva la evolución social
urbana fueron estímulos al renacer batllista y reconstrucción de un nuevo
Partido Colorado con un sentimiento general de optimismo.
El Imperio
británico en retirada con un ocaso sostenido marcaba el fin de su hegemonía
dentro del sistema capitalista nos encontraba como acreedores de la metrópoli y
con la cual seríamos profundamente generosos en momentos de negociar los pagos
de la duda aceptando el criterio inglés que era de canjearla por vetustas y
obsoletas empresas británicas de ferrocarriles, tranvías y aguas corrientes.
El avance de
la industrialización fue el motor del nuevo reformismo batllista, denominado
también Neobatllismo. Ciertamente las condiciones internacionales van a
favorecer el desarrollo del nuevo proceso reformista dentro de un década muy
importante llamada gloriosa entre 1945 y 1955. En ese período la economía
uruguaya creció en el eje del 8% unos trs puntos sobre el promedio mundial. El
problema más serio era la ganadería que muestra en este período un fuerte
estancamiento derivado de una inexistente inversión tecnológica que generaba
por consiguiente baja rentabilidad y muy poco eficiencia. Esta será la causa
del fracaso del modelo puesto que todo el desarrollo industrial descansa en las
divisas generadas por las exportaciones agropecuarias.
El desarrollo
más importante de la restauración batllista se dio con la Presidencia de Luis
Batlle Berres(Montevideo, 26 de noviembre de 1897 - Montevideo, 15 de julio de
1964 político y periodista uruguayo.
Presidente en ejercicio del Poder Ejecutivo entre el 2 de agosto de 1947 y el 1
de marzo de 1951. Es conocido por ser el líder del denominado por algunos historiadores,,Neobatllismo),
vicepresidente de la fórmula victoriosa
en las elecciones de 1946, que llevó a la presidencia de la república a
don Tomás Berreta, que al fallecer lo catapulta a la presidencia. la simbología
era muy fuerte, un Batlle de nuevo en el poder y al mando del viejo partido del
Estado .
En la década
de 1950 se habían reconfigurado las hegemonías mundiales del mundo capitalista
y la inserción mundial del Uruguay no será la misma que la que se llevó
adelante durante el período del priemer batllismo liderado por Don Pepe. Sin
embargo las semejanzas del discurso son múltiples: la afirmación liberal con
proyección social y socializante, un Estado reformista, que no sustituyera la
iniciativa privada pero que permitiera articular los intereses del capital y
del trabajo; las políticas públicas anticipatorias de las necesidades sociales
y que cortaran de raíz cualquier trasnochada revolucionaria y por sobretodas
las cosas la promoción del desarrollo industrial como factor estratégico de
desarrollo económico para lograr el ideal batllista de la justa redistribución
de la riqueza.
El Estado vio
consolidada su participación directa en la economía monopolizando casi todos
los servicios públicos. En 1948 se crea el Instituto Nacional de Colonización
con una fuerte oposición de los ganaderos. En resumen generó una prosperidad
económica con una visión del "sueño uruguayo" con un fuerte
incremento del Estado que se convierte en el gran empleador y con políticas
sociales muy audaces para su tiempo. Es claro que se acusa al crecimiento
estatal de clientelismo, sin embargo la reflexión debería ser que al pasar a
controlar las viejas empresas británicas, todos esos funcionarios privados a
partir de ese instante serían funcionarios públicos. Es innegable que luego de
este período la sociedad uruguaya no fue más optimista.
Oscar D. Gestido .1967, el fin del Uruguay liberal.
Las
características del Uruguay a mediados de los años sesenta no habían cambiado
mucho. La población seguía siendo escasa, con una tasa de crecimiento muy
débil. Clase media predominante y con cultura bien difundida y amplia. Las
servicios médicos en un esquema mutual solido y una Salud Publica que llegaba a
casi la totalidad de la población. Una legislación social de avanzada aunque
ligeramente exhausta. El intervencionismo militar casi inexistente y por
extensión una gran estabilidad política. En verdad el Uruguay era atípico en
América Latina.
La crisis
económica, social y política condujo al Uruguay a una latinoamericanización
creciente pero sin perder del todo algunas de las características mencionadas
anteriormente, Sin embargo impacto muy fuerte en el optimismo creando una
suerte de disconformidad que se vi más que nada en los jóvenes por un lado y en
una intelectualidad pesimista por otro. Todo se puede resumir en Inseguridad,
no como la actual de riesgo callejero, sino en como se presentaba el futuro.
Las elecciones de 1958 habían marcado e primer intento de cambio por parte de
la ciudadanía las del año de 1966 muestran el doble de interés de cambios al
aprobar la ciudadanía una nueva rotación de los partidos en el poder y un
cambio constitucional profundo.
A partir de
1965 el colegiado blanco había tenido que aceptar la realidad sin poder
accionar sobre ella. El peso uruguayo se devaluó pasando de 11$ a 80$ por U$S
durante su periodo de gobierno. La consecuencia fue una oleada de huelgas y
situaciones laborales conflictivas muy
dramáticas.
En 1964 se
había constituido la CNT (Convención Nacional de Trabajadores) que unificaba al
movimiento sindical en una dirigencia de mayoría marxista con la lucha de
clases como esquema de trabajo. También ocurre el fallecimiento de varios
líderes políticos importantes, entre ellos Luis Batlle Berres. Benito Nardone y
Daniel Fernández Crespo originando un profundo vacío de poderes. La experiencia
del Partido Nacional quedaba atrás luego de la crisis del Banco Transatlántico
en 1965 y el tener que aplicar "medidas pronta de seguridad" durante
el año electoral. "La opinión Pública comprendió que la rotación de los
partidos políticos no bastaba para contener
la crisis económica y social(...) Morales Padron, F.
En las
elecciones de 1966 el ganador fue el Partido Colorado en la figura del Gral.
Oscar D. Gestido, que no realizó una campaña
multitudinaria pero su gran imagen de honradez y de buen administrador
sedujo a la mayoría del electorado.
En la
formación de su gobierno hubo dos líneas claras, la de gobernar con todo el
Partido Colorado y de rodearse de técnicos idóneos cualquiera fuera su origen
partidario- Sin embargo Gestido se abstuvo de utilizar los amplios poderes que
la nueva constitución le otorgaba y entró en una serie de negociaciones con los
diferentes sectores políticos que terminaron encerrándolo e imponiéndole duras
condiciones para el apoyo indispensable que la salida de la crisis requería. la
economía no pudo reorientarse y terminó siguiéndose la línea maraca por la
administración blanca. Henry Finch apunta que: " hasta poco antes de su
muerte, Gestido, se resistió a la reanudación de los contactos con el FMI
optando por la búsqueda de un apoyo
popular para una política de corte desarrollista. El resultado fue en Noviembre
de 1967 cuando una nueva devaluación pasó el costo del U$S de 98$ a 200$ en el
mercado oficial de cambios. El fracaso de esta política económica se debió,
además de los problemas heredados a problemas climáticos de sequías e
inundaciones"
La
repercusión política fue inmediata existiendo en el ambiente un clima de
intranquilidad donde el aparato propagandístico del MLN.T (tupamaros) incide en
la opinión pública en el marco de una desorientación y abulia del sector
político.
En marzo de
1967 el gobierno interviene la Caja de Jubilaciones, estabiliza los precios por
decreto y todos estos hechos en el trasfondo de un grave conflicto gremial de
la prensa. El 25 de julio Gestido hizo un discurso en el cual ponía su
determinación de acabar con la anarquía y el caos que imperaban en nuestro
país: " No permitiremos que el país retorne a la ley de la selva, y
combatiremos a quienes propongan crean un estado de anarquía social" En el
mes de abril se había realizado en nuestro país la reunión de presidentes de
todos los países miembros de la OEA.
El 8 de
setiembre se promulga la ley de emergencia y en octubre se implantaron
nuevamente las Medidas Prontas de Seguridad.
El 7 de
diciembre de 1967 fallece Gestido víctima de una ataque cardíaco. Era un hombre
serio, austero y responsable que no pudo darle coherencia a la hora crítica en
que el país vivía.
Jorge Pacheco Areco: la encrucijada de fines de 1967.
La sorpresiva
muerte del presidente Oscar Gestido a la 1:30 de la madrugada del 7 de
diciembre de 1967 complicó más las
situación del país que sin saberlo, todavía, estaba dando un peligroso giro en
su historia. El vicepresidente dela república, Jorge Pacheco Areco, debía
asumir la presidencia tal como estaba
determinado por la Constitución de la República. No era un momento fácil,
existían avisos de intentonas golpistas y de quiebre institucional sumado a la
crisis económica y social en que se encontraba el país. A las 5:20 Pacheco
Areco asumió la presidencia prestando juramento ante el escribano de Hacienda,
al no poder ubicarse al escribano de Gobierno. Raúl de Castro fue el encargado
de labrar el acta que fue firmada por el ahora presidente Jorge Pacheco Areco,
el secretario de la Presidencia, Dr. Héctor Giorgi y el prosecretario Dr.
Carlos Pirán. A las 6:30 se convoca la primera reunión del Consejo de
Ministros. Todos los ministros presentaron renuncia colectiva ante lo cual
Pacheco Areco los confirma en el cargo. El gabinete estaba integrado por
representantes de los sectores más importantes del Partido Colorado: UCB (
Unión Colorada y Batllista), Unidad y Reforma (Lista 15) y el Frente Colorado
de Unidad (FCU). No tenían representantes los sectores de Vasconcellos y Zelmar
Michelini, aunque luego serán incluidos por el presidente. Jorge Pacheco Areco,
al decir del Dr Sanguinetti tenía una concepción gardeliana de la amistad y era
poco conocido incluso dentro del Partido Colorado. Tenía 47 años , había
estudiado en la Facultad de Derecho y su carrera periodística era en en la
empresa familiar del diario El Día (primo de los Batlle-Pacheco). Fue
subdirector del diario El Día en 1959 y director entre los años 1961-1965. Fue
diputado por la UCB. Discrepó con la postura colegialista del El Día y apoyó a
Gestido en su campaña electoral. La situación del país era compleja:
-Estancamiento
de la producción y de la economía.
-Inflación
descontrolada.
-Paros,
huelgas y agitación social creciente en las calles.
-Divisiones
muy fuertes dentro del Partido Colorado.
-Falta de
consensos para realizar mínimos acuerdos que permitieran gobernar.
-La agresión
permanente contra el sistema democrático y el estado de derecho por parte
de distintos grupos revolucionarios
predominando el MLN-T (tupamaros).
Su idea era
gobernar con todo el Partido Colorado aspecto que consiguió con una negociación
franca y directa. En cadena de radio y televisión, tres días después, de asumir
y luego de 10 minutos de exponer sus ideas culmina su discurso diciendo: "
Todos deben integrarse a la empresa de salvación nacional para rendir, a
nuestro querido presidente caído, el mejor de los homenajes, el de realizar la
tarea que él se había propuesto: el Partido Colorado, todo el Partido Colorado,
al cual pertenezco, y en cuyo sentido de responsabilidad y en cuya vitalidad
creo, como motor esencial y sustancial apoyo para el gobierno, la oposición,
que acaba de dar prueba noble de patriotismo en su conducta política; la
ciudadanía entera de convicciones democráticas, que es, finalmente, la que ha
de juzgar y permitir que nuestra gestión tenga éxito. Si es así, habremos
devuelto la prosperidad a nuestro Uruguay y la felicidad a su pueblo" Con
su rostro adusto y un tono de voz ligeramente monocorde confirmó a los
ministros en su cargo y se comprometió, además, a combatir la inflación y
desarrollar políticas de desarrollo económico. Sin dudas el Presidente Pacheco
Areco garantizaba la continuidad de la polìtica emprendida por el General Gestido. La diferencia radicaba en la
celeridad para tomar decisiones. El 12 de diciembre de 1967 disolvió el PS
(Partido Socialista) la FAU (Federación Anarquista del Uruguay) el MRO
(Movimiento Revolucionario Oriental), MIR (Movimiento de izquierda revolucionario)
y al diario Êpoca que había realizado un acuerdo ideológico admitiendo la lucha
armada para tomar el poder. El semanario socialista "El Sol" corrió
la misma suerte. El accionar de la guerrilla armada fue constante durante todo
el mandato de Jorge Pacheco Areco y vivió posteriormente. El giró hacia un
autoritarismo estatal como respuesta a las agresiones de la guerrilla marcó el
giro que separó la ruta democrática y liberal tradicional del país hacia la pérdida
de valores republicanos.
El retorno democrático:
La Presidencia del Dr. Sanguinetti. El batllismo y el cambio en Paz.
El nuevo
gobierno democrático liderado por los doctores Julio María Sanguinetti y
Enrique Tarigo, electos por el voto popular y un Parlamento también
totalmente libre, tenía por delante muchos problemas y una asignatura pendiente
compleja y difícil: restablecimiento de la paz, vigencia total y absoluta de
los Derechos Humanos y reparar todas las situaciones injustas llevadas
adelante por la administración militar con más de una década de
avasallamiento del estado de derecho.
El discurso electoral, devenido en un aspecto cuasi filosófico de salida de la dictadura: "El cambio en paz" se materializa en el informe enviado a la Asamblea General el 15 de febrero de 1990 a modo de balance del gobierno realizado:
" A lo largo de este periodo la paz ha sido para el gobierno su más constante proyecto, como sustento imprescindible de la reconstrucción democrática. Esta no era posible en el enfrentamiento: hubiera naufragado si en la sociedad hubiera comenzado el empleo de la violencia o bien la confrontación hubiera amenazado los márgenes imprescindibles de la gobernabilidad. Naturalmente, en este propósito el gobierno ha estado acompañado por el propio pueblo. Solo un consenso muy generalizado ha permitido esta convivencia. En el Uruguay vivimos estos años (1985-1990) todos quienes participamos en las confrontaciones del pasado, sea del medio político, sindical, militar o subversivo, a título personal, salió a ejercer la venganza o a satisfacer violentamente un ánimo revanchista"
La primera presidencia del Dr. Sanguinetti tiene algunos aspectos destacables:
1) Plena restauración de las libertades democráticas.
2) Libertad a los presos políticos.
3) Política de favorecer el retorno de exiliados.
4) Recomposición de las carreras laborales de los Funcionarios Públicos.
5) La compleja ley denominada " Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado"
6) La plena vigencia de la Constitución de 1967.
7) La opción del MLN-Tupamaros en la acción política integrada al Frente Amplio.
Las tareas a realizar eran muy complejas debido a la propio naturaleza de la transición inacabada, que obligaba a resolver cuestiones políticas difíciles: presos políticos, amnistía, delitos militares y sobretodo violaciones a los Derechos Humanos, y la reincorporación del funcionariado publico perseguido por su accionar político. El momento más difícil y dramático del Gobierno del Dr. Sanguineti, fue sin dudas cuando los jueces comienzan a citar a los distintos tribunales a los militares acusados de violaciones a los Derechos Humanos.. El Gobierno envía al Parlamento un proyecto de ley que buscaba la amnistía a los delitos cometidos por los militares, pero no prosperó debido a posturas políticas y a la posición de los militares que sostenían y sostienen haber cometido delitos que merezcan ser amnistiados. Luego de muchas discusiones e interpretaciones surge la sanción, con muy ásperos debates dentro y fuera de los partidos políticos de la Ley d Caducidad de la Pretensión punitiva del Estado, en el mes de diciembre de 1987. Esta norma comunmente llamada ley de impunidad cercenaba la independencia del Poder Judicial y transfería al Poder Ejecutivo la decisión de investigar las denuncias presentadas. El día posterior a su sanción se creó la Comisión Nacional Pro Referedum integrado por la izquierda y algunos sectores del Partido Nacional. La consulta popular se el 16 de abril de 1989 quedado ratificada la Ley y dando inicio a una serie de practicas de democracia directa que se realizarían durante los últimos 30 años.
La amnistía: el 8 de marzo de 1985 fue promulgada la ley de amnistía que posibilitaba la inmediata libertad de todos los presos políticos o por delitos conexos y también de presos comunes. Esta amnistía incluyó también a los ex-guerrilleros que cometieron asesinatos durante el periodo de desarrollo de la guerra interna pero que nunca habían sido encarcelados por esta fuera del país. El propio Dr. Julio María Sanguinetti, el 4 de marzo de 1985, clausuró por gracia los diferentes expedientes desarrollados por la Justicia Militar contra el lider nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, Líber Seregni del Frente Amplio restituyéndosele su grado militar y su carrera castrense. También a los nacionalistas Homar Murduch, Carminillo Medero, Walter Malan y Juan Raúl Ferreira.
Se promovió el retorno a las negociaciones tripartitas salariales restaurando los Consejos de Salarios según la ley de 1943. Se logró un descenso inflacionario pero continuó alta, en el entorno de 30% y mejoró notablemente la mortalidad infantil. En marzo de 1988 fallece Wilson Ferreira Aldunate. El Dr. Sanguinetti declaró al periodista Néber Araújo; " Wilson Ferreira Aldunate fue un puntal en la forja de esta estabilidad institucionalidad. Aun razonando de un modo muy diferente al nuestro, me daba a mi la certeza y la tranquilidad de que en los momentos cruciales él iba a estar, y estuvo siempre(...)Hoy lo perdemos pero él deja un legado al país y a sus correligionarios. Sentía al país a su estilo con una mezcla de gentleman inglés y de caballero español..."[16]
El 28 de febrero de 1990 el Dr. Sanguinetti a modo de despedida sostenía en Cadena de radio y televisión; " Hemos hecho todo el bien que pudimos. Nunca procuramos el mal de nadie, aunque podamos habernos equivocado muchas veces; pero sobretodo hemos evitado muchos males(...) Les digo especialmente a los jóvenes que vivan la emoción de este cambio en paz, tan distinto a la sangre que han tenido que regar los jóvenes de Europa del Este para salir de las dictaduras marxistas-leninistas(...) Me despido, sin nostalgia ni cansancio, me despido, pero no me voy"[17]
El discurso electoral, devenido en un aspecto cuasi filosófico de salida de la dictadura: "El cambio en paz" se materializa en el informe enviado a la Asamblea General el 15 de febrero de 1990 a modo de balance del gobierno realizado:
" A lo largo de este periodo la paz ha sido para el gobierno su más constante proyecto, como sustento imprescindible de la reconstrucción democrática. Esta no era posible en el enfrentamiento: hubiera naufragado si en la sociedad hubiera comenzado el empleo de la violencia o bien la confrontación hubiera amenazado los márgenes imprescindibles de la gobernabilidad. Naturalmente, en este propósito el gobierno ha estado acompañado por el propio pueblo. Solo un consenso muy generalizado ha permitido esta convivencia. En el Uruguay vivimos estos años (1985-1990) todos quienes participamos en las confrontaciones del pasado, sea del medio político, sindical, militar o subversivo, a título personal, salió a ejercer la venganza o a satisfacer violentamente un ánimo revanchista"
La primera presidencia del Dr. Sanguinetti tiene algunos aspectos destacables:
1) Plena restauración de las libertades democráticas.
2) Libertad a los presos políticos.
3) Política de favorecer el retorno de exiliados.
4) Recomposición de las carreras laborales de los Funcionarios Públicos.
5) La compleja ley denominada " Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado"
6) La plena vigencia de la Constitución de 1967.
7) La opción del MLN-Tupamaros en la acción política integrada al Frente Amplio.
Las tareas a realizar eran muy complejas debido a la propio naturaleza de la transición inacabada, que obligaba a resolver cuestiones políticas difíciles: presos políticos, amnistía, delitos militares y sobretodo violaciones a los Derechos Humanos, y la reincorporación del funcionariado publico perseguido por su accionar político. El momento más difícil y dramático del Gobierno del Dr. Sanguineti, fue sin dudas cuando los jueces comienzan a citar a los distintos tribunales a los militares acusados de violaciones a los Derechos Humanos.. El Gobierno envía al Parlamento un proyecto de ley que buscaba la amnistía a los delitos cometidos por los militares, pero no prosperó debido a posturas políticas y a la posición de los militares que sostenían y sostienen haber cometido delitos que merezcan ser amnistiados. Luego de muchas discusiones e interpretaciones surge la sanción, con muy ásperos debates dentro y fuera de los partidos políticos de la Ley d Caducidad de la Pretensión punitiva del Estado, en el mes de diciembre de 1987. Esta norma comunmente llamada ley de impunidad cercenaba la independencia del Poder Judicial y transfería al Poder Ejecutivo la decisión de investigar las denuncias presentadas. El día posterior a su sanción se creó la Comisión Nacional Pro Referedum integrado por la izquierda y algunos sectores del Partido Nacional. La consulta popular se el 16 de abril de 1989 quedado ratificada la Ley y dando inicio a una serie de practicas de democracia directa que se realizarían durante los últimos 30 años.
La amnistía: el 8 de marzo de 1985 fue promulgada la ley de amnistía que posibilitaba la inmediata libertad de todos los presos políticos o por delitos conexos y también de presos comunes. Esta amnistía incluyó también a los ex-guerrilleros que cometieron asesinatos durante el periodo de desarrollo de la guerra interna pero que nunca habían sido encarcelados por esta fuera del país. El propio Dr. Julio María Sanguinetti, el 4 de marzo de 1985, clausuró por gracia los diferentes expedientes desarrollados por la Justicia Militar contra el lider nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, Líber Seregni del Frente Amplio restituyéndosele su grado militar y su carrera castrense. También a los nacionalistas Homar Murduch, Carminillo Medero, Walter Malan y Juan Raúl Ferreira.
Se promovió el retorno a las negociaciones tripartitas salariales restaurando los Consejos de Salarios según la ley de 1943. Se logró un descenso inflacionario pero continuó alta, en el entorno de 30% y mejoró notablemente la mortalidad infantil. En marzo de 1988 fallece Wilson Ferreira Aldunate. El Dr. Sanguinetti declaró al periodista Néber Araújo; " Wilson Ferreira Aldunate fue un puntal en la forja de esta estabilidad institucionalidad. Aun razonando de un modo muy diferente al nuestro, me daba a mi la certeza y la tranquilidad de que en los momentos cruciales él iba a estar, y estuvo siempre(...)Hoy lo perdemos pero él deja un legado al país y a sus correligionarios. Sentía al país a su estilo con una mezcla de gentleman inglés y de caballero español..."[16]
El 28 de febrero de 1990 el Dr. Sanguinetti a modo de despedida sostenía en Cadena de radio y televisión; " Hemos hecho todo el bien que pudimos. Nunca procuramos el mal de nadie, aunque podamos habernos equivocado muchas veces; pero sobretodo hemos evitado muchos males(...) Les digo especialmente a los jóvenes que vivan la emoción de este cambio en paz, tan distinto a la sangre que han tenido que regar los jóvenes de Europa del Este para salir de las dictaduras marxistas-leninistas(...) Me despido, sin nostalgia ni cansancio, me despido, pero no me voy"[17]
El Dr. Tarigo
define al Partido Colorado en 1986.
El Dr. Enrique
Tarigo fue Vicepresidente de la República, Presidente de la Asamblea General,
Secretario General del Partido Colorado, abogado y periodista.
El batllismo fue
estatizador y, más que eso nacionalizador, cuando hubo que serlo. La creación
del Banco de la República, del Banco de Seguros, del Banco Hipotecario, del
ente de la electricidad, hizo que en época de Don Pepe el país manejara por sí
mismo el ahorro, el crédito hipotecario, lo se guros y en época de Luis Batlle,
el país nacionalizó sus ferrocarriles y los tranvías y las aguas corrientes
fundamentalmente porque era el modo más práctico de recuperar la deuda que en
libras esterlinas nos debía Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial. El
Dr. Tarigo prfundiza más su visión sosteniendo: " Pero nacionalizar y
estatizar no puede ser, simplemente, una receta que se repite o que se copia. Y
ésta es una gran diferencia entre el batllismo y quienes simplemente quieren
copiar al batllismo. Y, ni que decirlo, es una tremenda diferencia entre el
Batllismo partidario de una economía mixta, y quienes dogmáticamente afirman
que el Estado debe ser el propietario de todos los medios de producción, sin
excepción alguna. Ningún dirigente batllista, según lo que yo se, es partidario
de reducir el papel del Estado si es que por tal se entendiera la privatización
de importantes empresas públicas, digamos ANCAP, UTE, ANTEL. si seríamos muy
cuidadosos y requeriríamos informes muy serios y cuidadosos si se propusiera la
creación de nuevas empresas públicas. La gran ventaja de ser pragmáticos y no
dogmáticos es la de permitirnos la necesaria elasticidad en las ideas como para
acompasarlas a la mudanza de los
tiempos(...) Creo que hoy a todo dirigente batllista debe preocuparle hoy,
fundamentalmente, más que la extensión del Estado, la eficiencia del Estado. El
día que funcionario público y servidor público pasen a ser conceptos sinónimos
me daría por satisfecho"
El batllismo
como doctrina constituye el núcleo inspirador del Partido Colorado, no es un
artículo importado, ni un catecismo dogmático ni una especulación doctrinaria
despegada de la realidad uruguaya. En cualquier caso esta inserto dentro de la
visión profundamente liberal del Partido Colorado e lo político. El
programa define al Partido Colorado como
la colectividad de Fructuoso Rivera y de la Defensa de Montevideo, se
caracterizó por su liberalismo, su tolerancia, su actitud hospitalaria hacia
los inmigrantes. El Partido Colorado es esencialmente liberal. Este carácter
hoy se comprende mejor si en lugar de liberalismo hablamos de pluralismo. O sea
la admisión plena- y no solo la tolerancia- de que todas las ideas políticas
son admisibles, aun aquellas que a cada uno de nosotros o a nuestro Partido son
improcedentes. Los liberales afirmamos la admisibilidad de todas las ideas
políticas, de todas las ideologías, como facultad esencial de todos los seres
humanos y de los sectores, partidos o agrupaciones que los conforman. Esto no
nos lleva a la indiferencia, por el contrario afirmamos nuestras convicciones
admitiendo que los demás puedan tener otras. Continúa el Dr. Tarigo,
naturalmente, el Partido Colorado, no se agota en su concepción liberal, sino
que es el cimiento sobre el cual edifica sus concepciones en materia política,
social, económica. En el programa se sostiene que en "el siglo XX y
fundamentalmente por obra de José Batlle y Ordóñez, a los rasgos tradicionales
del coloradismo (o sea el liberalismo político) se fueron sumando otros que
define el perfil actual del Partido" y los enumera:
1- Su vocación
democrática: en el Estado, en el Partido, en la Sociedad Civil y en los planos
cultural, económico y sindical.
2- Su voluntad
reformista: el orden social vigente conlleva injusticias y debe ser
profundamente transformado buscando una efectiva igualdad de oportunidades
en el punto de partida para que cada uno
desarrolle libremente sus capacidades sin privilegios heredados.
3- Su
jerarquización del Estado: para ejecutar
un proyecto solidarista, orientando con una propuesta deliberada los diferentes
sectores de la actividad. No para sofocar la iniciativa privada, cuyo dinamismo
la hace indispensable para el desarrollo, pero sí para informarla y orientarla
ajustando su actuación al interés general.
4- El
nacionalismo batllista: que no se confunde con la hueca exhaltación de
folklorismos ni con irracional hostilidad a lo extranjero sino que propugna la
legítima y sensata defensa de lo nuestro en un mundo en el cual los demás
defienden lo suyo.
5- Nuestro
latinoamericanismo: porque nacionalismo no es aislacionismo y la integración de
los países latinoamericanos es necesaria para nuestra plena realización como
comunidad nacional.
Finalmente el
Dr. Tarigo concluye: "
diría que el Partido Colorado a influjos del batllismo, es hoy, un Partido
profundamente liberal en lo político y social-demócrata en lo económico y
social. Este segundo rasgo surge claramente de esa voluntad reformista y de esa
jerarquización del Estado que no puede ser, desde nuestro punto de vista, ni el
ogro filantrópico de las dictaduras más o menos totalitarias, ni el mero
árbitro de la contienda social dedicado a marcar los tantos de cada uno de los
sectores partícipes del quehacer colectivo como querrían los liberales en
materia económica, los liberalistas como los llamaba Benedetto Croce para
marcar la diferencia conceptual entre liberalismo político y liberalismo
económico"[18]
[1]
Rilla,J. Prologo. Hierro, L. Las Raíces Coloradas. EBO. 2015. Página 10.
[2]
Pivel Devoto, J.E. Historia de los Partidos Políticos, tomo II. Montevideo
página 229.
[3]
Maiztegui, L. Caudillos. Planeta. 2012. Página 54.
[4] Maiztegui,
L. Orientales. Planeta, Montevideo, Pagina 381.
[5]
Caetano,G. y Rilla, J. Historia Contemporánea del Uruguay. Claeh. Fin de Siglo.
Página 65.
[6]
Faig F. El pensamiento de José Garibaldi. Arca. Montevideo, 2008. Página 24.
[7]
Barran,J.P. Apogeo y crisis del Uruguay pastoril y caudillesco, EBO,
Montevideo, 2011, Pág.8.
[8]
Rama, C.M. Los orígenes del Pensamiento Social. Obreros y Anarquistas.
Enciclopedia Uruguaya Número 32 páginas 23 y 24, Arca 1969,Uy.
[9] Jorge
Buscio.José Batlle y Ordóñez. Uruguay a la vanguardia del mundo. Fin de Siglo
octubre de 2009. Pp. 73 a 77
[10]
Gerardo Caetano.Antología del discurso Político en el UruguayTomo I. Taurus
2004.Pp.332 y Ss.
W. Reyes Abadie/A. Vazquez Romero.Crónica General del
Uruguay Tomo 5. EBO 2000. Pp.278-281
Luis María Delio Machado.Nuevo enfoque sobre los
orígenes intelectuales del batllismo.FCU 2007.Pp. 159-170
[11]
Berisso, Lia. Bernardo, Horacio. Introducción al pensamiento uruguayo. Páginas
84-87. Montevideo. Cruz del Sur, 2010
Echenique, Carlos. Prudencio Vázquez y Vega. Edición
del autor, Montevideo, 1989. Páginas 96-102
[12] .
Delio, Luis M. Nuevo enfoque sobre los origenes intelectuales del Batllismo.
FCU. 2007
Ahrens,
E. Curso de Derecho Natural. Pag.320
Krause,
K. El Ideal de la humanidad para la vida.
Berisso,
Lia/Bernardo, H. Introducción al pensamiento uruguayo.
Lagrotta,
M. Domingo Arena, realidades y utopías. Arca.2009
[13] Rodriguez
Fabregat, E. "Batlle yOrdóñez: El Reformador". Editorial Claridad,
Buenos Aires 1942. Pág. 394 a 397.
[14] Rodriguez
Fabregat, E. "Batlle yOrdóñez: El Reformador". Editorial Claridad,
Buenos Aires 1942. Pág. 394 a 397
[15] Caetano,
Gerado, Alfaro, Milita. Historia del Uruguay Contemporáneo, ICP, FCS, FCU,
Montevideo, Mayo de 1995, paginas 59 - 109.
[16] Maiztegui,
L. Orientales 5, 2010 Pág. 93
[17] Maiztegui,
L. Orientales 5, 2010 Pág. 150
[18] Tarigo,
E. Un Partido liberal y socialdemócrata. Reflexiones del batllismo,número 2,
1986, Paginas 4-7.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.