En 1929 una gran depresión económica se desarrolla en el mundo occidental. Castigando más duramente a unos países que a otros pero afectando a todo el mundo seriamente. Hubo numerosas causas pero los opresivos términos económicos impuestos a los poderes centrales por la Primera Guerra Mundial hacían muy difícil la restauración económica sin utilizar grandes prestamos que perjudicaban aun más a los países europeos y que afectaban, además a los países acreedores cuando sus deudores no
podían honrar sus deudas. La actitud de la Entente con referencia a la prosperidad y el poder económico de Alemania en 1914 quedó de manifiesto en un telegrama de Izvolsky, embajador ruso en Francia, a su jefe, el Secretario de Estado Sazonov, el 13 de octubre de 1914:...Muy confidencial. Delcassé me pide ansiosamente que llame su atención sobre el hecho de que las demandas y aspiraciones de Francia siguen sin variar, con la única adición de que es necesario destruir el poder político y económico de Alemania. Este último punto es de una necesidad incuestionable, en vista de la actual situación y muy especialmente en vista de la participación de Gran Bretaña en la guerra. El gobierno francés insiste en la necesidad de lograr esta pretensión....
Queda claro, entonces, que el programa de destruir la economía alemana venía desde comienzos de la Guerra. El Tratado de Versalles representó el esfuerzo final para llevara adelante este objetivo. El golpe más duro aplicado a Alemania fue la pérdida de los suministros de carbón y minerales de hierro. Como sabemos las minas de carbón de valle del Saar fueron entregadas a Francia hasta que se celebrase el plebiscito de 1935, estaba estipulado que si los habitantes de la región querían el retorno a Alemania, esta tendría que comprarle a Francia sus propias minas.. Además, Alemania fue privada del control de la mayor parte del carbón de la Alta Silesia. Todas estas pérdidas representaban el 35% del total de todas las reservas que poseía Alemania. Pero, además, Alemania tenía que hacer grandes entregas a sus victoriosos enemigos: 20.000.000 toneladas anuales a Francia durante cinco años, 35.000.000 de toneladas repartidas a los otros Estados vencedores Para completar este escenario, Alemania pierde Alsacia y Lorena, región que poseía las tres cuartas partes del mineral de hierro alemán.
En lo social los habitantes alemanes se estaban muriendo de hambre debido a la extracción realizada por Francia de ganado en pie y de productos agrícolas. La marina mercante fue entregada a los vencedores, y los mejores implementos ferroviarios en locomotoras y vagones fueron decomisados por Francia. Los ríos alemanes estaba controlados por los países vencedores pagando peajes por su utilización. Sin embargo lo peor fueron las pesadas clausulas referidas a las reparaciones de guerra que obligaba a Alemania a pagar todos los "perjuicios civiles" causados a los diferentes países durante la guerra. Estaban incluidas en estos términos las pensiones a los soldados heridos y mutilados y a sus familiares europeos vencedores. La cifra de pagos impagable alcanzaba los 125.000 millones de U$S. Como consecuencia directa, hambre, hiperinflación, cesación de pagos. A fines de 1922 Alemania se ve obligada a cesar los pagos. El plan Dawes, aprobado en estados Unidos en 1924 modifica las condiciones de pago de Alemania, que indirectamente ya afectaba a la economía de los Estados Unidos. La inyección de oro en el ReichBank permitió un flujo de pagos alemán a Francia, Reino Unido y estos a su ves a las deudas que tenían con los Estados Unidos. Sin embargo en 1932 cesan los pagos ya casi con el advenimiento de Hitler al poder en Alemania. La verdad es que se reconstruye lentamente la economía europea durante la segunda mitad de la década de 1920 y la principal recuperación se dará en la agricultura. Esto afecta directamente a los agricultores norteamericanos que habían desarrollado estados enteros en la producción de trigo para abastecer a los países en guerra y que entran en una fase de superproducción y baja de precios que llevaran irremediablemente a la especulación bursátil.
Los representantes alemanes en Versalles fueron tratados como prisioneros de guerra y mencionaron airadamente que Bismarck trató a los franceses con gran consideración en 1871. Será la causa, entre otras, de dos hechos que marcaron el siglo XX: El nazismo y la crisis mundial de 1929.
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