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sábado, 13 de septiembre de 2025

La conformación del mercado de trabajo en Uruguay (1870-1930).

 

La conformación del mercado de trabajo en Uruguay (1870-1930)




Introducción

El período comprendido entre 1870 y 1930 marcó un proceso de profunda transformación en el mercado laboral uruguayo. El tránsito de un esquema predominantemente rural y estacional hacia un mercado de trabajo urbano, sindicalizado y parcialmente regulado se vinculó estrechamente con la consolidación del modelo agroexportador, la inmigración europea y la expansión del Estado batllista. Este trabajo analiza la conflictividad y la organización obrera, así como las transformaciones estructurales del empleo en las

tres primeras décadas del siglo XX.

Conflictividad y organización obrera

Las primeras expresiones organizativas de los trabajadores surgieron hacia fines del siglo XIX en torno a las sociedades de resistencia y ayuda mutua, fuertemente influidas por el anarquismo y el socialismo europeos, difundidos a través de la inmigración. Oficios como tipógrafos, panaderos y ferroviarios constituyeron sectores pioneros en la sindicalización (Barrán & Nahum, 1979).

A comienzos del siglo XX, las huelgas se convirtieron en un instrumento habitual de presión. La Federación Obrera Regional Uruguaya (FORU), de orientación anarquista, convocó en 1911 la primera huelga general de alcance nacional, reflejando el grado de organización alcanzado. Los conflictos en el puerto de Montevideo, especialmente entre estibadores y marítimos, fueron recurrentes dada su importancia estratégica para el comercio exterior (Finch, 1980).

En paralelo, se produjo una diversificación ideológica del movimiento obrero. El anarquismo dominó hasta la década de 1910, mientras que el socialismo, con la fundación del Partido Socialista en 1910, buscó trasladar las demandas al plano parlamentario. En 1920, la creación del Partido Comunista incorporó a Uruguay a la Internacional Comunista, reforzando una visión clasista y antiimperialista en los sindicatos (Oddone, 1971).

El Estado, bajo los gobiernos de José Batlle y Ordóñez, respondió con una avanzada legislación social destinada a institucionalizar la conflictividad: la jornada de ocho horas (1915), el seguro de accidentes (1914) y la regulación del trabajo infantil y femenino. Estos avances colocaron a Uruguay a la vanguardia regional en materia laboral, a la vez que intentaron encauzar el conflicto dentro de marcos institucionales controlados por el Estado (Caetano, 2011).

Transformaciones del mercado laboral (1900-1930)

La instalación de frigoríficos de capital británico y estadounidense a partir de 1905 supuso la consolidación de un sector fabril asalariado en torno a Montevideo y el litoral. La construcción, impulsada por la expansión urbana y las obras públicas, ofreció empleo estacional pero significativo, mientras que el comercio, la banca y los transportes consolidaron un sector de servicios en crecimiento (Finch, 1980).

El Estado batllista se transformó en un gran empleador, absorbiendo mano de obra en ferrocarriles, enseñanza, correos y administración pública. Esto favoreció la emergencia de trabajadores estables y con mayores beneficios, conformando un nuevo segmento del mercado laboral (Barrán & Nahum, 1984).

En el plano sindical, la FORU fue perdiendo protagonismo frente a nuevas organizaciones de carácter socialista y comunista. En 1923 se creó la Unión Sindical Uruguaya (USU), de orientación comunista, que buscó coordinar las luchas en un plano nacional (Oddone, 1971).

La crisis de 1929 impactó fuertemente en el empleo, con caída de las exportaciones de lana y carne y aumento del desempleo en el sector fabril y de la construcción. Este contexto cerró un ciclo en el que el mercado laboral uruguayo se había urbanizado, diversificado y sindicalizado, pero seguía siendo altamente dependiente de los vaivenes externos (Caetano, 2011).

Conclusión

Entre 1870 y 1930, Uruguay transitó desde un mercado laboral rural, estacional y poco regulado hacia uno urbano, sindicalizado y con creciente intervención estatal. La conflictividad obrera, primero bajo hegemonía anarquista y luego socialista y comunista, acompañó este proceso, mientras que el Estado batllista se consolidó como mediador y regulador del trabajo. Este período sentó las bases de la cultura laboral uruguaya del siglo XX, caracterizada por la centralidad del Estado y la fuerte tradición sindical.

Bibliografía

·        Barrán, J. P., & Nahum, B. (1979). Historia Rural del Uruguay Moderno. Montevideo: EBO.

·        Barrán, J. P., & Nahum, B. (1984). Historia Social de las Revoluciones de 1904. Montevideo: EBO.

·        Caetano, G. (2011). El Uruguay del siglo XX. Montevideo: Taurus.

·        Finch, H. (1980). A Political Economy of Uruguay since 1870. New York: St. Martin’s Press.

·        Oddone, J. (1971). La clase trabajadora uruguaya. Montevideo: Ediciones Pueblos Unidos.

Anexo: Línea de tiempo del mercado de trabajo (1870-1930)

A continuación se presenta una línea de tiempo con los principales hitos en la conformación del mercado de trabajo uruguayo y el movimiento obrero entre 1870 y 1930.

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