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domingo, 23 de octubre de 2022

El Parlamentarismo británico: orígenes y evolución. Apuntes de clase.

 




Sin dudas, Gran Bretaña presenta el mejor ejemplo de adaptación progresiva de las instituciones de gobierno a la experiencia. No se considera a la revolución como el único medio posible para lograr cambios, sin embargo tuvo varias. Isabel se mantuvo años sin convocar al Parlamento; Jacobo I. su sucesor, logró que la monarquía absoluta fuera una teoría, y Carlos I siguió con el mismo modelo. Pero hubo un hecho histórico relevante, una crisis revolucionaria con veinte y pico de años muy agitados y

con el gobierno del Lord Protector Oliver Cromwell. Se puede considerar este período como una suerte de despotismo ilustrado y que va a pasar a la Historia como La Revolución Gloriosa, pero no con las ideas de la ilustración sino con el sentir religioso puritano. esto deriva en la Revolución de 1689 que determina un fuerte cambio en el sistema dinástico y elimina definitivamente el absolutismo monárquico en Gran Bretaña. John Locke, para los liberales, fue el motor ideológico de este proceso. Para Locke el gobierno absoluto nunca puede ser legítimo, porque es más pernicioso que el estado de naturaleza. O sea el gobierno solo puede emerger del consentimiento de las personas a él sujetas. A partir de acá se configura las tendencias principales que van a culminar el largo camino iniciado en 1215 con la carta Magna, o sea el parlamentarismo británico. Sin embargo es una monarquía hereditaria; el cambio de la casa real, de los Estuardo a los Orange y luego a los Hannover nunca afectó en modo alguno el principio dinástico. No es una monarquía absoluta, si es una combinación de aristocracia y pragmatismo. La monarquía está limitada, no como en Francia por turbulencias sociales de vasallos un tanto rebeldes, sino porque existe una asamblea regular que sesiona regularmente y el Parlamento con extensas y claras atribuciones. Sin entrar en el concepto moderno de parlamentarismo podemos afirmar que que a partir de la declaración de derechos de 1689 se establece una división de poderes entre la Corona y el Parlamento. El rey se ve obligado a contar con la opinión del Parlamento para obtener autorización sobre los impuestos y reclutar tropas, nada menos. El gabinete, intermediario entre la Corona y el Parlamento a diferencia de los gabinetes en Francia, Prusia o España, es independiente del rey. Por lo tanto la existencia del Parlamente y el Gabinete son originales del sistema británico. El Parlamento implica dos cámaras, de las cuales solo es electiva la Cámara de los Comunes. En realidad ambas cámara son aristocráticas, la mayor parte de las plazas son ocupadas por descendientes de grandes familias, el heredero de un apellido tiene su escaño en la Cámara de los Lores, y los hijos segundones en la Cámara de los Comunes. En resumen estamos frente a un sistema representativo, electoral, aristocrático y liberal. No olvidemos que el concepto de Democracia en el siglo XVIII es solidaria con la autoridad, y la libertad con las aristocracias. En el siglo XVIII, Gran Bretaña tiene más libertades que cualquier otro país europeo. Un caso particular es el religioso. No reconoce la igualdad religiosa, para ingresar a una función pública o ser docente universitario es necesario pertenecer a la Iglesia de Inglaterra, cosa que se va a mantener hasta 1829. No hay  igualdad, pero si hay libertad de conciencia y de culto, La verdad es que la evolución del parlamentarismo británico lo lleva a ser la forma política universal durante el siglo XIX y hasta mediados del XX. La historia de Europa, y posteriormente del mundo será la propagación de este modelo, con algunas particularidades, por el resto del mundo.

Ver:

Remond, R. El antiguo régimen y la Revolución, Barcelona. 1980.

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