El nacimiento de un movimiento: Múnich, el putsch fallido
y el juicio que convirtió a Hitler en un líder nacional
Este trabajo analiza el surgimiento del movimiento hitleriano en Múnich, el fallido Putsch de la Cervecería de 1923, el juicio de 1924 y la manera en que Adolf Hitler transformó una derrota militar y política en un mito fundacional. A partir del libro de David King, se estudia el impacto del juicio en la opinión pública y la configuración del nazismo. Se integra una comparación crítica con las
interpretaciones de Ian Kershaw y Hans Mommsen, y se incluye una línea de tiempo histórica.
A comienzos de la década de 1920, Múnich era el escenario más propicio para el
surgimiento de movimientos nacionalistas radicales.
Tras el colapso del Imperio Alemán, la revolución de 1918 y la breve República
Soviética de Baviera, la ciudad quedó atrapada entre el miedo a la izquierda,
el resentimiento por la derrota y la nostalgia imperial.
En este clima, Adolf Hitler emergió como un orador eficaz que transformó el
pequeño DAP en el NSDAP, un movimiento cargado de simbolismo, disciplina
paramilitar y un fuerte relato nacionalista.
En 1923, aprovechando la crisis hiperinflacionaria y el caos político, Hitler
decidió iniciar una insurrección inspirada en la Marcha sobre Roma de
Mussolini. El 8 y 9 de noviembre lideró el fallido Putsch de la Cervecería en
Múnich, una mezcla de improvisación, violencia y carisma que terminó con la
policía bávara abriendo fuego en la Feldherrnhalle.
El libro de David King, “El juicio de Adolf Hitler”, reconstruye con precisión
el proceso judicial de 1924, donde Hitler enfrentó cargos de alta traición.
Lejos de silenciarlo, el tribunal bávaro lo trató con indulgencia y le dio la
palabra durante horas. King muestra, mediante transcripciones judiciales, cómo
Hitler convirtió el juicio en un escenario político nacional. Presentó el golpe
como un acto de salvación patriótica y culpó al gobierno por la “traición de
Versalles”.
El juicio, más que un castigo, fue una plataforma. King subraya que Hitler
recibió una condena leve —cinco años, de los cuales cumplió solo nueve meses—
en condiciones privilegiadas. Durante su reclusión en Landsberg, dictó a Rudolf
Hess su obra “Mein Kampf” y reorganizó su estrategia política: abandonar los
golpes improvisados y construir un movimiento legal, disciplinado y de alcance
nacional.
El ascenso posterior del nazismo no puede entenderse sin este juicio, que
reveló la fragilidad de la República de Weimar. King observa que el aparato
judicial alemán estaba fuertemente influenciado por el nacionalismo
conservador, lo que permitió que Hitler emergiera fortalecido.
Cuando Hitler salió de prisión en diciembre de 1924, era una figura nacional.
La crisis de 1929 y el descontento social terminaron de pavimentar el camino
hacia su llegada al poder en 1933. El juicio, convertido en mito, se transformó
en un elemento central del relato nazi: un líder injustamente perseguido,
mártires caídos y un destino nacional pendiente. En ese tiempo que pasó entre rejas redactó el primer tomo de "Mi Lucha", una mezcla de biografía y programa político. La realidad es que el golpe y los "m{artires" del movimiento, que murieron en el tiroteo, pasaron a ser elementos centrales del culto nacionalsocialista.
Comparación: David King, Ian Kershaw y Hans Mommsen
La obra de David King ofrece una perspectiva narrativa centrada en el juicio de
1924 como un punto de inflexión. Para King, el tribunal no solo falló en
castigar una insurrección, sino que empoderó a Hitler al permitirle hablar ante
la nación.
Ian Kershaw, en cambio, interpreta el ascenso de Hitler bajo la idea de
“trabajar hacia el Führer”. Su enfoque combina elementos estructurales y
biográficos: el nazismo no se explica solo por el carisma de Hitler, sino por
una maquinaria estatal y social dispuesta a cumplir, anticipar y amplificar sus
deseos. Kershaw sostiene que el nazismo se consolidó por una interacción entre
oportunidad histórica, crisis económica y un conjunto de actores que
facilitaron al líder nazi su camino al poder.
Hans Mommsen adopta una visión más estructuralista y policéntrica. Para él, el
nazismo fue resultado de una crisis del Estado alemán, caracterizado por la
fragmentación institucional, la incapacidad de las élites para gestionar los
desafíos de la modernidad y una ciudadanía permeable a discursos radicales.
Mommsen remarca que Hitler no creó la crisis: se benefició de ella. Su ascenso
fue posible gracias a un vacío de autoridad en el Estado de Weimar.
En síntesis, King privilegia el momento judicial como origen del mito; Kershaw
destaca la construcción del liderazgo carismático dentro de un sistema que
“trabaja” hacia él; y Mommsen explica el fenómeno mediante el colapso
estructural de la democracia alemana.
Línea de Tiempo
• 1919: Hitler se une al DAP.
• 1920: Fundación del NSDAP con nuevos símbolos y programa político.
• 1921-1923: Hitler consolida su liderazgo y las SA empiezan a expandirse.
• 8-9 noviembre 1923: Putsch de la Cervecería en Múnich.
• Febrero-abril 1924: Juicio por alta traición. Hitler convierte el proceso en
plataforma pública.
• Diciembre 1924: Hitler es liberado de Landsberg.
• 1925: Reorganización del NSDAP; publicación del primer volumen de “Mein
Kampf”.
• 1928-1930: Crecimiento electoral del nazismo.
• 1933: Hitler es nombrado Canciller de Alemania.
Bibliografía
King, D. (2017). El juicio de Adolf Hitler: El putsch de la cervecería y el
nacimiento de la Alemania nazi. Crítica.
Kershaw, I. (1998). Hitler: 1889-1936. Hybris. Penguin.
Mommsen, H. (1991). From Weimar to Auschwitz. Princeton University Press.
Mommsen, H. (1981). The Rise and Fall of Weimar Democracy. University of North
Carolina Press.

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