La crisis del Antiguo Régimen.
La ilustración
fue un movimiento de carácter intelectual que se desarrolló en Europa durante
el siglo XVIII. Estas ideas fueron determinantes para el desarrollo de la
Independencia de los Estados Unidos y luego la Revolución Francesa. Los
antecedentes debemos buscarlos en pensadores o teóricos ingleses que fueron
realizando sus teorías entre los siglos XVII y XVIII. Podemos destacar a Isaac
Newton y John Locke.
El Espíritu de
la ilustración. Ver: https://www.infobae.com/opinion/2019/01/24/el-extraordinario-legado-de-la-ilustracion/
“Fue un movimiento intelectual europeo
que se extendió entre los siglos XVII y XVIII, cien años a los que también se
los refiere como "Siglo de las Luces", conocido como una época de
excepcionales y brillantes avances científicos, filosóficos, políticos,
económicos y artísticos de la Edad Moderna. Se considera el período que comenzó
tras la finalización de la Guerra de los Treinta Años en 1648 (Paz de
Westfalia) y termina con el comienzo de la Revolución francesa en 1789. Además,
la Ilustración fue conocida primordialmente como un movimiento que
defendió la razón como un medio para obtener una verdad objetiva sobre toda la
realidad.
La argumentación fundamental es que la razón podía liberar a la
humanidad de la superstición y del autoritarismo religioso que había llevado al
sufrimiento y muertes de millones de personas. También la amplia disponibilidad
del conocimiento hizo que se reprodujera una gran cantidad de enciclopedias
para así educar a la humanidad.
Los pensadores de la Ilustración sostenían que el conocimiento humano
podía combatir la tiranía para construir un mundo mejor y tuvo en consecuencia
una gran influencia en aspectos científicos, económicos, políticos y
sociales de la época. Este tipo de pensamiento se expandió en la burguesía
a través de nuevos medios de publicación y difusión, así como reuniones en las
que participaban intelectuales y políticos a fin de exponer y debatir acerca de
ciencia, filosofía, política, economía o literatura.
En la segunda mitad del siglo XVIII, pese a que más del 70 % de los
europeos eran analfabetos, la intelectualidad y los grupos sociales más
relevantes descubrieron el papel que podría desempeñar la razón, íntimamente
unida a las leyes sencillas y naturales, en la transformación y mejora de todos
los aspectos de la vida humana. Para entender correctamente el fenómeno de la
Ilustración hay que recurrir a sus fuentes de inspiración fundamentales: la
filosofía de Descartes -basada en la duda metódica para admitir solo las
verdades claras y evidentes- y la revolución científica de Isaac Newton,
apoyada en unas sencillas leyes generales de tipo físico.
Durante los siglos XVI y XVII, Europa se encontró inmersa en una guerra
de religiones, siendo uno de los conflictos más destructivos de la historia de
la humanidad. Esta etapa trajo consigo una gran cantidad de pérdidas de vidas
humanas, violencia inusitada, hambre y plaga. Fue fundamentalmente una guerra
entre protestantes y católicos dentro del fragmentado Sacro Imperio Romano e
involucró a una gran cantidad de potencias europeas. En el año 1648, finalmente
se logró estabilizar la política con un acuerdo entre ambas religiones y tras
los crueles eventos europeos, se decidió que era el momento adecuado para
implementar una filosofía basada en el conocimiento y la estabilidad, conocida
como la Era de la Razón.
Con la finalización de las guerras religiosas, el pensamiento europeo se
mantuvo en cambios filosóficos constantes. Sus raíces se remontan a Inglaterra,
donde la mayor influencia la trajo consigo Isaac Newton (1680). En un lapso de
tres años publicó sus principales obras al igual el filósofo John Locke en su
ensayo sobre el entendimiento humano (1686). Ambos trabajos proporcionaron la
información científica, matemática y filosófica para los primeros avances de la
Ilustración. Los argumentos de Locke sobre el conocimiento por un lado y los
cálculos de Newton por el otro, proporcionaron poderosas metáforas que
despertaron un interés masivo en el mundo del conocimiento por medio de la
razón y el libre pensamiento, dos conceptos nuevos en sociedades regidas por el
autoritarismo político y religioso más virulento .
En el siglo XVIII se desarrolló la primera Enciclopedia (La Enciclopedia
o diccionario razonado de las ciencias, de las artes y los oficios), como
respuesta a la demanda de más conocimientos no solo filosóficos, sino en las
innovaciones científicas y hallazgos artísticos. La redacción de la obra fue
llevada a cabo por pensadores destacados de la época como Montesquieu y
Voltaire entre muchos otros pensadores, siendo este el inicio formal de la
Ilustración como un nuevo movimiento. Los líderes intelectuales del
Enciclopedismo tuvieron la intención de guiar a las sociedades hacia el
progreso intelectual para sacarla de las creencias en supersticiones,
irracionalidad y perversas tradiciones que imperaban en la Edad Media, período
de oscurantismo y violaciones sistemáticos a los derechos humanos, como pocas
veces se ha visto en la historia universal.
El movimiento trajo consigo el inicio de la Revolución Americana, de la
Francesa, el nacimiento del capitalismo y un cambio en el arte del barroco al
neoclásico: prevalece la razón y la experiencia sobre la emoción.
Para la Ilustración, todo conocimiento humano parte de ese concepto. El primero
que definió tales términos fue el francés René Descartes durante los siglos
XVII y XVIII, mientras que más tarde el prusiano Immanuel Kant acentuó la
afirmación de la razón como obtención del conocimiento, donde las sociedades
debían ser educadas… en lugar de ser entretenidas.
François Marie Arouet, conocido por el pseudónimo "Voltaire"
nació en París en 1694 y su espíritu crítico característico de la ideología
ilustrada encontró su expresión máxima en su pensamiento contrario a todos los
dogmas, de cualquier naturaleza que ellos fuesen. A su vez, Charles Louis de
Secondat, barón de Montesquieu, escribió su libro más importante, El
espíritu de las Leyes, una de las obras cumbres en la teoría política. Su
concepto de Estado se centra en una reorganización del derecho político y
civil: el político para regular las relaciones entre las comunidades y el
civil, los derechos individuales del ciudadano. Por otro lado, definió tres
formas de gobierno: repúblicas, monarquías y despotismo. Montesquieu sin dudas
prefirió las repúblicas donde los tres poderes gubernamentales (legislativo,
ejecutivo y judicial) debían separarse y controlarse entre ellos, siendo el
eslabón primario y fundamental en los Sistemas Democráticos actualmente vigente
en el mundo. Asimismo y como consecuencia de la Ilustración, se llegó
inexorablemente a la separación Gobierno – Iglesia, dando comienzo al laicismo
como punto de partida de la secularización emergente.
Desde el punto de vista económico, Adam Smith fue un extraordinario
pensador nacido el 5 de julio de 1723 en Kirkcaldy, Escocia. Ha sido conocido
por ser pionero de la economía política y una figura clave dentro de la
Ilustración, a través de sus dos obras monumentales: La teoría de los
sentimientos morales (1759) y Una investigación sobre la
Naturaleza y las Causas de las Riquezas de las Naciones (1776). La
segunda es conocida como una de los libros más relevantes de la economía
moderna. Smith, en su obra de nombre reducido La Riqueza de las
Naciones, realizó una reflexión sobre la economía al comienzo de la
Revolución Industrial y aborda temas como la división del trabajo, la
productividad y los mercados libres. El gran escocés logró sentar las bases de
la teoría económica clásica de libre mercado, además de argumentar cómo, el
interés propio y la competencia racional, pueden conducir a la prosperidad
económica. Hoy, sus ideales siguen absolutamente vigentes en las políticas
económicas que llevan adelante los países más desarrollados y prósperos del
mundo.
Para la Ilustración el rol de todo gobierno es lograr el bienestar
general de todos sus ciudadanos y tanto nuestra
Constitución Nacional como por ejemplo, la de los Estados Unidos, acogerán este
propósito como uno de los objetivos fundamentales, recordando que estos
principios de libertad iniciados en Gran Bretaña con las ideas de John Locke,
Adam Smith, Jeremías Bentham y John Stuart Mill, expande las conquistas
sociales inicialmente a Europa y Norteamérica, dándose fin definitivamente al
Antiguo Régimen.
En consecuencia, con la Ilustración se termina progresivamente la
sociedad estamental que se viene arrastrando desde el feudalismo y emerge una
nueva clase social, la burguesía, que adquiere conciencia de su poder económico
y su importancia política, de forma que conquistará el gobierno de su destino a
lo largo de los siglos siguiente a través de diversas revoluciones en que va
ampliando su presencia en los órganos políticos del estado relegando a la
aristocracia a un papel subalterno.
Muchas cosas cambiaron positivamente en las sociedades ya que ellas
adscribieron muy pronto a sus principios e ideales y poco a poco, sus
concepciones sobre nuestro mundo se fueron abriendo camino en todos los niveles
sociales. Hubo confrontaciones, por supuesto, sobre todo con los poderes
instituidos históricamente pero su impulso fue irresistible con el tiempo.
La libertad, los derechos humanos, la democracia, la igualdad de
oportunidades, el capitalismo y su correlato, la economía de mercado, el
impulso inigualable a la tecnología, la importancia de la ciencia, el papel
destacado de la producción e intercambio de bienes y servicios como forma de
vida, fueron dimensiones de nuestro mundo que se establecieron y se consolidaron
a partir del extraordinario legado de la Ilustración, sin dudas, el movimiento
filosófico, político, económico y cultural, que más impacto ha tenido en la
historia de la humanidad y con total vigencia en el inicio de este nuevo
milenio.”
Los ilustrados fundamentalmente franceses propiciaron una fe absoluta en la razón o sea en la
inteligencia humana como único medio para entender y explicar el mundo. El
objetivo era enfrentarse a la concepción medieval del mundo que se basaba en el teocentrismo, en la revelación y en la
tradición. La mayoría eran deístas, que significaba el rechazo de cualquier
religión sobre otra y por lo tanto se enfrentaban a la intolerancia religiosa.
Confiaban en la razón y en la naturaleza como fuente de justicia y bondad.
Sobretodo proclamaban que el ser humano nacía para ser feliz.
Ver:
Arostegui Sanchez, J y otros. Historia del Mundo contemporáneo.
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