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viernes, 12 de agosto de 2011

Luis Hierro Lopez polemiza sobre las fechas de fundación de los Partidos tradicionales en Uruguay.


Sobre la Fecha de Fundación de los Partidos Tradicionales











Correo de los Viernes
 Página  5 12 de agosto  de  2011
Las autoridades del Partido Nacional han dispuesto para estos días una serie de celebraciones al cumplirse –sostienen– el 175º aniversario de la fecha de su fundación, que se recuerda ahora como la del 10 de agosto de 1836, cuando Oribe dictó un decreto sobre el uso de un emblema, por los funcionarios públicos, que decía “Defensores de las Leyes”.
El tema ha dado lugar a la polémica, ya que en la Convención del Partido Colorado del sábado pasado hubo referencias al asunto. Por su parte, Luis Hierro López envió una carta a Búsqueda, publicada ayer, que reproducimos aquí textualmente por considerarla de sumo interés histórico.
A propósito de las celebraciones oficiales del Partido Nacional, reivindicando como fecha de su fundación el 10 de agosto de 1836, cuando Oribe dictó el decreto de Defensores de las Leyes, en la Convención colorada del sábado pasado el Secretario General Dr. Ope Pasquet reiteró que la batalla de Carpintería, 19 de setiembre del mismo año, fue la circunstancia del bautismo de ambas divisas, interpretación pacíficamente aceptada por los historiadores.
Desde el Partido Nacional se insiste con esta versión que haría a ese bando unas semanas más joven, aunque la fundación de las colectividades es en ambos casos un proceso largo y no la consecuencia de la acción de un solo día. Más allá de eso, Pasquet tuvo razón al recordar que el decreto de Oribe no refirió a una parcialidad o partido, sino a todos los orientales, ya que fue una decisión de gobierno y por lo tanto no puede tomarse como fecha de fundación de una agrupación partidaria. Agrego por mi parte que le hace mal a la historiografía –y al propio Partido Nacional– hacer creer que una colectividad política tan importante nació por una resolución oficial. Dijo también Pasquet que en Carpintería iba a aparecer el Partido Blanco, definido como Nacional recién en 1872. Pero, encontrándome entre quienes creemos que unas semanas más o menos no cambian el profundo sentido histórico de nuestras colectividades fundacionales y creyendo, a la vez, que no es procedente invocar fechas caprichosamente, me parece oportuno recordar que hay referencias históricas innegables al proceso de creación del Partido Colorado antes de 1836. Hay quienes interpretan, aunque lamentablemente la ausencia documental impide confirmarlo definitivamente, que es en torno a la actitud y presencia política de Rivera que ya en 1820 que se va forjando el Partido Colorado.
En esa búsqueda de nuestras raíces, no puede faltar la mención al documento de Julio Herrera y Obes y de Francisco Bauzá de 1881, que ubica la fundación del Partido Colorado en 1832. La proclama, rescatada en los Anales de Eduardo Acevedo –tomo IV, página 172– y publicada originalmente en “El Heraldo” el 26 de abril de 1881, es notable desde el punto de vista ideológico pero es, además, y nada menos que con la firma del historiador Francisco Bauzá, un documento indesmentible que trae mayor claridad al registro histórico.
Decía así, en sus párrafos principales:
“El Partido Colorado nació en 1832 con ocasión de la revolución que entonces estalló contra el gobierno de Rivera. Su programa es el mismo de entonces: el engrandecimiento político, moral y material del país y adopta y proclama como medios conducentes a la consecución de tan la grande fin: el imperio de las instituciones, realidad de las libertades públicas y la efectividad de los derechos y garantías individuales; la libertad de imprenta, la libertad de reunión y la libertad de sufragio; tres libertades que el Partido Blanco y los gobiernos de él surgidos combatieron siempre hasta suprimirlos; el respeto por el principio de autoridad derivado de la ley o de la soberanía popular; la sucesión constitucional de los gobiernos; la moralidad en el gobierno; la responsabilidad civil y criminal de los funcionarios; la primacía de los principios  constitucionales sobre las leyes secundarias; la pronta y recta administración de justicia; la reforma de la ley electoral en el sentido de dar representación a las minorías; la libertad de asociación y la libertad de enseñanza; el progreso y difusión de la educación moral, intelectual, material y política del pueblo; la instrucción primaria gratuita y obligatoria; la reforma financiera y económica; el afianzamiento del crédito del país; la importación de brazos útiles y de capitales extranjeros; la introducción de toda industria que prometa al país riqueza o bienestar; el establecimiento de sólidas instituciones de crédito; la multiplicación de las vías y medios de comunicación a través del territorio; el planteamiento de un sistema municipal que descentralice la administración; la repatriación de los orientales dispersos en el extranjero… ElPartido Colorado condena los atentados y escándalos que se produjeron durante la pasada dictadura y todo conato o pretensión de imponer a la República el despotismo militar o civil; condena asimismo toda fusión de partidos como una gran inmoralidad política y condena finalmente como un delito de lesa patria toda tentativa encaminada a someter a la República aun protectorado extranjero o a dar intervención en sus disecciones internas a los gobiernos de otros Estados.”
Como las celebraciones y los estudios sobre el nacimiento de los Partidos no deben convertirse en una especie de competencia deportiva, sólo dejo la constancia de que, como certificado de nacimiento, éste me parece un documento formidable.
Le agradezco la publicación.
Luis Hierro López