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viernes, 18 de marzo de 2016

Gestido: el fin de la austeridad republicana.



El problema central  de la política contemporánea reside en como limitar los excesos de poder de los gobiernos de turno. Se pretende utilizar la Ley com el mecnismo para proteger a los individuos frente a los abusos del Estado Por lo tanto la discusión se centra en las instituciones limitadoras con los principios de legalidad y la responsabilidad democrática. Para logra esto, los gobiernos tienen que generar el poder para actuar en la realidad. O en buen romance los Estados tiene que ser capaces de gobernar. Es comentario acertado sostener que los países pobres, lo son, entre otras razones, porque no tiene estados eficaces. Va de suyo que tiene que existir un sector público porque hay determinada funciones que solo pueden proporcionar.
En el Uruguay de 1966 la situación general parece chocar con estos principios básicos. La población era escasa pero homogénea, débil tasa de crecimiento y con diferencias sociales insignificantes. La clase media era el sector dominante con una base cultural amplia con lgislación social difundida y aceptado en el marco del ADN batllista aceptado por todos los teóricos políticos de cualquier signo. Sin embargo una crisis económica que se profundizaba con los años a partis d mediados de la década de 1950 determininó una latinoamericanización progresiva y profunda ajena a la evolución historica de inmigranres europeos que había forjado nuestro estilo valórico de vida. Si las elecciones de 1958 habían determinado un primer intento de cambiar al país provocando la rotación de partidos en el poder, las elecciones de 1966 marcaron aun con más fuerza ese sentimiento, no solo con una nueva rotación partidaria sino también con una nueva Constitución.
Es claro que los gobiernos desempeñan un papel importante en el control de las élites y en generar una justa, o por lo menos lo más, resdistribución  de la riqueza. Quizás el primer paso es la igualdad ante la Ley. Desde el punto de vista económico, los liberales desde Locke a Hayek siempre se mostraron reacion a una distribución forzada de la riqueza obligada por el Estado. Los ejemplos cercanos son las polítcas de resdistribución populista argentina bajo el kirchnerismo o el chavismo.
En 1965 nuestro país transitaba el último año del segundo colegiado de mayoría nacionalista sin poder solucionar las nuevas condiones económico-sociales del momento. El peso uruguayo se devaluó fuertemente, el U$S pasó de $11 a $ 80 y la inflación determinó huelgas y conflictos laborales muy fuertes. Además desde 1964 se había constituído la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) que unificó el movimiento gremial detrás de una dirigencia esencialmente marxista con la lucha de clases como principio doctrinario. Además para completar el marco fallecen importantes referentes políticos como Benito Nardone, Luis Batlle Berres y Daniel Fernández Crespo. El Partido Colorado estaba dividido entre la 15 que , por ejemplo el Cíciahora dirigía Jorge Batlle Ibáñez, la 14 dirigida por César Batlle Pacheco y la 99 dirigida por Zelmar Michelini. De la 15 se escinde Amilcar Vasconcellos y los senadorees Carrere Sapriza, Alba Roballo, Glauco Segovia que pasan a apoyar a Oscar Gestido en la Unión Colorada y Batllista. De la lista 99 se separaba Renán Rodriguez. En las elecciones gana el candidato colorado Gestido. Había sorpresa en el resultado, incluso por la problemática de conformar las listas y sobretodo la formula. La vicepresidencia se le había ofrecido a Héctor Luisi, a Lacarte Muró y finalmente a Jorge Pacheco Areco. La imágen de Gestido de hombre honrado, austero y buen administrador fue derterminate en las opciones del electorado. Gestido había tendo una excelente gestión en AFE, hablaba poco, no aceptaba el halago facil y mostraba verdadera preocupación por la situación del país.
En la formación de su equipo de gobierno, Gestido, mostró claramente dos líneas de acción:
1) Gobernar con todo el Partido Colorado.
2) Integrar técnicos calificados de otras tiendas, por ejemplo el Cívico, Horacio Terra Arocena en INVE.
El clima político era complejo. No había una oposición orgánica al gobierno pero se hacía sentir  el accionar del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros y una cierta desorientación de los distintos sectores politicos. El 2 de marzo de 1967 se interviene la Caja de Jubilaciones y el 16 la estabilización de precios por ley durante 60 días. En su discurso del 25 de julio Gestido resaltó su decisión de acabar con el caos imperante en la sociedad decidio a que el país no ingresara en la Ley de la Selva- El 19 de octubre se implanten las Medidas Prontas de Seguridad.   No se trataba de un estado de sitio ni de un apartamiento de la Constitución, puesto que la Carta Magna prevé, en el numeral 17 del artículo 168, la adopción de este régimen excepcional. Pero muchos analistas lo analizan como un “paréntesis” en el orden institucional, en la medida que habilita al Ejecutivo a censurar prensa, a coartar la libertad de reunión, a proceder a detenciones arbitrarias, etcétera. El problema de esta medida se vio en que  las primeras víctimas de las medidas fueron los ministros de Hacienda, Amílcar Vasconcellos, de Industria y Comercio, Zelmar Michelini, de Obras Públicas, Heraclio Ruggia, y de Trabajo, Enrique Véscovi, quienes presentaron su renuncia en desacuerdo con la adopción de las medidas.
Según Carlos Real de Azúa la situación que enfrentó Gestido estaba en “ ...el marco de que la gente común había empezado a descreer de los políticos, que si bien seguían repartiendo algunas prebendas de una torta cada vez más chica, habían sancionado una serie de leyes que les daban beneficios realmente importantes( sueldos, jubilaciones anticipadas y altas, autos baratos) en detrimento del conjunto de la población” Por otra parte Henry Fynch señala que “ el gobierno del General Gestido no intentó imponer, en un principio, un programa estabilizador. Hasta poco antes de su muerte, el nuevo mandatario se resistió a la reaunudación de los contactos con el FMI prefiriendo buscar apoyo popular para un política desarrollista sobre la base de su prestigio como administrador y de su relativa independencia con respecto a la política partidaria. Su experiencia terminó en noviembre de 1967 con una nueva devaluación del peso de 98 a 200 unidades por U$S en el mercado oficial de cambios”

Gestido era un hombre serio, responsable y austero su gobierno fue precedido por un programa coherente que no pudo hacer frente a la guerrilla, la crisis económica y al sentimiento de pesimismo de la sociedad uruguaya. Su fracaso fue el fin del Uruguay liberal y de austeridad republicana. Otros vientos soplarían luego de su muerte dando paso a una crisis de valores democráticos que dio paso a la perdida de la institucionalidad pocos años después.

martes, 15 de marzo de 2016

Batllismo, neo populismo, la clase media y el futuro de la Democracia.



Según Carlos Marx, el capitalismo moderno se dirigía sin remedio a una crisis final que el denominaba “superproducción” en la cual el capitalismo salvaje y el uso de nuevas tecnologías quitaría el excedente del trabajo del proletariado y lo convertiría en la riqueza del capitalista y en la pobreza del proletario trabajador. El problema se agudiza, según Marx, cuando la burguesía no puede consumir los excedentes de producción y los trabajadores empobrecidos no podía comprarlos. Esto originaría un grave déficit de la demanda y el sistema caería. La solución propuesta era la revolución que le daría el poder político al proletario y así se redistribuirían los frutos del sistema capitalista. Sin embargo en la ruta hacia la revolución una serie de acontecimientos modificaron ese camino tortuoso pero lineal propuesto por Marx. En términos económicos los ingresos generados por el trabajo comienzan a elevarse, esto se debió a un gran crecimiento económico de la mano de la migración del trabajo agrario al fabril y cuando el excedente de brazos se agotó, los salarios y el costo de la mano de obra subió. Por otro lado los países emergentes con Estados Unidos a la cabeza comienzan a desarrollar sistemas de educación pública universal, en nuestro país de la mano de la reforma vareliana y los impulsos posteriores del primer batllismo. En realidad no era un proceso filantrópico o de generosidad estatal, los nuevos negocios, las industrias y el desarrollo de los negocios comienzan a necesitar personal calificado, ya sean ingenieros, contadores, abogados y trabajadores alfabetizados. Además se mejoran las leyes electorales, se amplía el derecho al voto que legitima la participación política de los sectores obreros. Comienza la legalización y legitimación de los sindicatos, la legislación laboral y el lento camino a una visión de estado de bienestar sostenido en el rol del Estado paternalista. Este desarrollo en el marco de la evolución capitalista dependiente del Imperio informal británico también se recorrió en el Uruguay, y el Modelo Batllista de Desarrollo durante el denominado primer batllismo marcó pautas claras en ese sentido. La excepcionalidad uruguaya se puede definir como el desarrollo del batllismo a comienzos del siglo XX, otras regiones latinoamericanas no fueron tan afortunadas y mantuvieron la grande y pesada herencia de desigualdades marcadas por el estancamiento económico y la dependencia. La sociedad mayoritariamente de clases medias se define por algunos indicadores como la ocupación, el nivel educativo y la posesión de algunos bienes, una clase media con estas características tiene posibilidades de crecer y a eso apuntó el batllismo. De la mano de un dirigismo estatal con el claro objetivo de nivelación social favoreciendo una distribución igualitaria de los ingresos el Uruguay logró niveles de bienestar comparables a países desarrollados. En el caso del mal denominado neo batllismo mejorar el nivel de vida no solo era un apoyo al desarrollo industrial, para Luisito (Luis Batlle Berres) era el mecanismo fundamental para lograr la actividad política. Para Don Pepe (José Batlle y Ordóñez) el debate era entre la reforma o la revolución. En los 50 para el batllismo el debate era entre la evolucíón y la revolución. En esa línea Luis Batlle procura adelantarse a los reclamos populares con su famosa afirmación “ apresurarse a ser justos es luchar por el orden y es asegurar el orden”. En los tiempos que corren de gobiernos populistas, neo populistas e incluso de visiones socializantes de base estatal asumen reformas realizadas a comienzos del siglo XX como propias y poniendo en grave riesgo el sentir republicano que las modeló a lo largo del siglo XX. Debemos destacar ahora los logros en materia social y laboral del batllismo que permitió por algunas décadas estar a la vanguardia social de la región:
Por ley de 1933 se establece la licencia anual obligatoria y paga para empleados del comercio y a los administrativos de la industria.
La Constitución de 1934 reconoció por primera vez el derecho de huelga en la actividad privada.
En 1934 el Código del Niño prohibe el trabajo infantil y establece licencia por maternidad paga con el 50% del sueldo.
En 1941 se amplía el sistema de reparaciones por accidentes laborales y las enfermedades profesionales derivadas.
En 1943 se establecen los Consejos de Salarios.
En 1944 se desarrolló la indemnización por despido a todas las ramas de la actividad.
En 1945 se establece del derecho de licencia anual paga.
En 1948 se establece el Estatuto del Peón Rural con pautas salariales condiciones laborales y protección familiar.
En 1950 fue creado el Consejo de Asignaciones Familiares y los Centros Materno Infantiles.
En 1958 se estableció el salario por maternidad a madres trabajadoras que deberán cesar su trabajo seis semanas antes y seis semanas después del parto.
Tan lejos del populismo como tan cerca de los problemas sociales y como reflexión final sobre la construcción de un país con base en la clase media cito el discurso de Luis Batlle Berres el 14 de agosto de 1947:
“Nosotros, los que fuimos formados en los últimos aleteos de la filosofía liberal del siglo pasado y dimos los primeros pasos hacia la socialización de ciertas actividades del organismo social, comprendemos que tenemos que continuar ese ritmo para encauzarlo por las vías normales. Apresurarse a ser justo, es asegurar la tranquilidad, es brindarle al ciudadano los elementos principales y básicos para que tenga la felicidad de vivir y lleguen hasta él los beneficios del progreso y de la riqueza. Apresurarse a ser justos es luchar por el el orden y es asegurarse el orden”
El futuro de la democracia debe retomar ciertos principios un tanto abandonados a comienzos del siglo XXI: Educación, trabajo, respeto republicano y la seguridad que garantiza el orden imprescindible para el desarrollo.
Ver:
Fukuyama, F. Orden y decadencia de la política. Deusto, Barcelona 2015. Pp 286 y Ss.
Arteaga, J.J. y otros. Historia del Uruguay. Barreiro y Ramos, Montevideo 1994.
Berna, L y otros, Historia económica y social del Uruguay 1870-2000. Santillana, Mdeo.2015.