Meses antes de la consulta popular sobre la reforma constitucional propuesta por el régimen militar comenzó a desarrollarse una campaña publicitaria desproporcionada en favor del SI. Los partidarios del NO no tenían el control de los medios ni tampoco un volumen grande de dinero para invertir en una campaña planteada de esta forma. La DINARP (Dirección Nacional de Relaciones Públicas) pautaba en todos los medios disponibles las bondades de la nueva constitución, enfocando el tema hacia otro aspecto, la seguridad y la gran cantidad de obras de infraestructura realizada por el gobierno militar. Días previos a la consulta se emitieron avisos destinados a explicar el alcance jurídico de la propuesta y se publica en la prensa un documento titulado: "La nueva Constitución, ¿por qué?, ¿para qué?" (...) La presente Constitución, que se tacha de militarista, es, por el contrario, un intento del Gobierno y las Fuerzas Armadas, de resolver por el Derecho lo que en el pasado crítico hubo que defender por las armas. Es la adecuación de las normas constitucionales a los problemas que debe enfrentar el Uruguay de hoy. Es la forma de evitar que algún día las Fuerzas Armadas tengas que volver a intervenir para resolver los graves problemas que genera el desgobierno; los graves problemas que genera la actitud omisa de los responsables de conducir los destinos del país" (DINARP, noviembre de 1980). Los jerarcas civiles del gobierno de facto, casi todos integrantes del Consejo de Estado participaron haciendo campaña en todo el país a favor del SI, en Montevideo hicieron una presentación, lejana, técnica y sin debate de la propuesta constitucional. Para los militares los votantes del NO eran sencillamente terroristas, marxistas, gente que no quería al país (Bendaham, R. Brigadier,12 de noviembre de 1980). Otro argumento fue mencionar con frecuencia que el triunfo del NO detendría el proceso de salida iniciado. Utilizaron la cadena nacional en varias oportunidades saturando a la opinión pública. Lo positivo fue que el gobierno autorizó a que la oposición volviera a hacerse escuchar. Los Partidos Políticos asumen el rol de comandar a la opinión públca por un breve lapso. Pero solo los dirigentes políticos habilitados. El 6 de noviembre de 1980 sale a la calle el semanario "Opinar" dirgido por Enrique Tarigo y con Luis Antonio Hierro como redactor responsable. En el diario El Día hubo posiciones ambiguas, en general se presenta crítico al proyecto constitucional pero la mayoría pachequista en el mismo llevó a algunos editoriales de apoyo al SI. El Dr. Tarigo, entre otros, comenzó una serie de análisis profundos sobre la reforma constitucional y sostenía en un discurso a la juventud colorada en el mes de setiembre de 1980: "(...)La Constitución no es un tema que competa al Gobierno; la Constitución es el tema por excelencia que compete al Poder Constituyente. Y el Poder Constituyente lo forma, en la democracia, el cuerpo electoral, la ciudadanía toda que, por medio de sus representantes elegidos a ese efecto, se abocará directamente a la tarea de redactar y aprobar la Constitución. La ratificación plebiscitaria no puede sustituir, por sí sola, esa primera etapa de elaboración del nuevo texto constitucional por parte de los representantes elegidos a ese efecto por el pueblo soberano(...) Una Constitución y, menos todavía, una Constitución que no es una mera reforma de organización o de determinados aspectos de la organización política, sino una Constitución que pretende innovar en profundidad con respecto a los textos precedentes, no puede ser realizada únicamente por el Gobierno y sus asesores- COMASPO y el Poder Ejecutivo, Ministros, COSENA , Consejo de Estado y el Consejo de la Nación-(...) La gran mayoría del Partido Colorado y la gran mayoría del Partido Nacional, es decir la mayoría de la ciudadanía se halla en oposición a este gobierno o a los varios gobiernos que se han sucedido a partir del 27 de junio de 1973(...) Luchemos por la libertad, trabajemos por la democracia, laboremos sin pausa para que la democracia y la libertad puedan ser plenamente consagradas en la que habrá de ser nuestra Constitución, que será ésta que se proyecta o que será otra, pero sabiendo que si la Constitución, nuestra Constitución de uruguayos, no consagra, sin cortapisas, la libertad y la democracia, ella no deberá ser, ella no deberá contar ni con nuestro voto ni con el voto de ninguno de los hombres buenos y de fuerte voluntad que son la enorme mayoría ¡qué duda cabe¡,en este bendito país, que es el nuestro" (Tarigo, E. Setiembre de 1980)
martes, 3 de marzo de 2015
lunes, 2 de marzo de 2015
La hora de Enrique Tarigo: " Queremos la restauración de la Democracia y La libertad"
El viernes 14 de noviembre a las 20 horas se produce el acto convocado por distintos sectores del Partido Nacional, en el cual se dio lectura a una declaración conjunta con el Partido Colorado. Mientras adentro se gritaba "Wilson vuelve" afuera comienza una fuerte represión policial que ingresa al hall del Cine Cordón a caballo. El 15 de noviembre el partido Nacional emite un comunicado titulado "salvaje represión de un acto opositor" (Maiztegui, L. pp 206). En este marco de escalada represivas surge una nueva agrupación en el Partido Colorado, la Corriente Batllista Independiente, presentándose en un acto con la presencia de unos 150 jóvenes el 13 de noviembre de 1980 en el Club Residentes de Río Negro y en el acta de creación declaraba su oposición a la nueva constitución: "(...)Se presentó este proyecto de Constitución, como la única salida posible del régimen de excepción que desde hace siete años impera en la República. Afirmamos que la salida ofrecida no es tal y que el texto proyectado no ofrece más que la insitucionalización del actual estado de Cosas" (Corbo, D. El plebiscito constitucional pp 176) Esta declaración estaba firmada entre otros por Manuel Flores Silva, Roberto Asiaín, Ope Pasquet, Washington Abdala, Miguel Manzi y su priemra acción fue un acto por el NO en el cine Arizona. Un par de meses antes habìa inicado desde la Coordinadora de la Juventud del Partido Colorado reflexiones sobre la democracia, el liberalismo y el compromiso de buscar la plena vigencia de la institucionalidad, el Dr. Enrique Tarigo sosteniendo: "(...)¿ qué somos los jóvenes uruguayos hoy? ¿en qué creemos? ¿Cuáles son nuestras convicciones?
Y bien. Somos, en primer lugar, demócratas.
No hagamos grandes frases ni acudamos a las definiciones de la doctrina, que nada de ello resultará necesario. Somos demócratas porque creemos en el pueblo y no en una clase social determinada o en un sector o en una casta cualquiera que ella sea, reside la soberanía.
La soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación, dice desde siempre, la Carta de los uruguayos todos, y la Nación somos todos, sin exclusiones, sin discriminaciones, sin proscripciones de ningún tipo o especie. Porque somos demócratas, y los uruguayos somos demócratas por parte de padre y de madre, somos demócratas desde nuestros abuelos y nuestros bisabuelos, desde nuestros abuelos cuartos y quintos, somos demócratas desde Artigas, somos demócratas antes aun de ser uruguayos, porque somos demócratas, sabemos, con esa convicción profunda que solo nos puede dar la fe, sin necesidad de acudir a la demostración racionalista, aunque sabiendo que ella confirma nuestra convicción, que tenemos el, antes que nada, sagrado derecho al autogobierno, el derecho a gobernarnos por nosotros mismos, el derecho de elegir libremente a nuestros gobernantes, que no son ni pueden ser otra cosa que nuestros representantes en el gobierno.(...) Pero, además de demócratas, en el mismo plano que demócratas, tanto como demócratas somos liberales.(...) Somos liberales porque creemos por encima de todo en la libertad; porque amamos la libertad, porque sabemos que sin la libertad la vida no vale la pena de ser vivida. Porque la libertad es tan necesaria, tan imprescindible espiritualmente, como fisicamente nos son necesarios e imprescindibles el aire y la luz del sol(...) Somos demócratas y somos liberales y somos además colorados. Es decir pertenecemos, nos sentimos parte, de un partido polìtico nacido en los albores mismos de nuestra vida de Nación independiente, que de manera intuitiva, como expresión de sentimiento más que de razonamiento adoptó para sí, como atributo de su esencia y de su razón de ser, los principios de la libertad y la democracia(...) Y muchos de nosotros somos, además, de demócratas y de liberales y de colorados, batllistas.
Y ser batllista significa, además de todo lo anterior, tener una conciencia social muy viva, muy a flor de piel, sentir que la democracia no se agota con la libertad ni, tampoco, con la igualdad de derechos, sino que precisa también de la fraternidad, de la solidaridad y - no tengamos temor o pudor a las palabras- de verdadero amor entre los hombres, en especial por los más necesitados,(...)
Qué queremos: la restauración de la democracia y la restauración de la libertad." (Tarigo, E. articulos por el No. Pp 11-17.)
Y bien. Somos, en primer lugar, demócratas.
No hagamos grandes frases ni acudamos a las definiciones de la doctrina, que nada de ello resultará necesario. Somos demócratas porque creemos en el pueblo y no en una clase social determinada o en un sector o en una casta cualquiera que ella sea, reside la soberanía.
La soberanía en toda su plenitud existe radicalmente en la Nación, dice desde siempre, la Carta de los uruguayos todos, y la Nación somos todos, sin exclusiones, sin discriminaciones, sin proscripciones de ningún tipo o especie. Porque somos demócratas, y los uruguayos somos demócratas por parte de padre y de madre, somos demócratas desde nuestros abuelos y nuestros bisabuelos, desde nuestros abuelos cuartos y quintos, somos demócratas desde Artigas, somos demócratas antes aun de ser uruguayos, porque somos demócratas, sabemos, con esa convicción profunda que solo nos puede dar la fe, sin necesidad de acudir a la demostración racionalista, aunque sabiendo que ella confirma nuestra convicción, que tenemos el, antes que nada, sagrado derecho al autogobierno, el derecho a gobernarnos por nosotros mismos, el derecho de elegir libremente a nuestros gobernantes, que no son ni pueden ser otra cosa que nuestros representantes en el gobierno.(...) Pero, además de demócratas, en el mismo plano que demócratas, tanto como demócratas somos liberales.(...) Somos liberales porque creemos por encima de todo en la libertad; porque amamos la libertad, porque sabemos que sin la libertad la vida no vale la pena de ser vivida. Porque la libertad es tan necesaria, tan imprescindible espiritualmente, como fisicamente nos son necesarios e imprescindibles el aire y la luz del sol(...) Somos demócratas y somos liberales y somos además colorados. Es decir pertenecemos, nos sentimos parte, de un partido polìtico nacido en los albores mismos de nuestra vida de Nación independiente, que de manera intuitiva, como expresión de sentimiento más que de razonamiento adoptó para sí, como atributo de su esencia y de su razón de ser, los principios de la libertad y la democracia(...) Y muchos de nosotros somos, además, de demócratas y de liberales y de colorados, batllistas.
Y ser batllista significa, además de todo lo anterior, tener una conciencia social muy viva, muy a flor de piel, sentir que la democracia no se agota con la libertad ni, tampoco, con la igualdad de derechos, sino que precisa también de la fraternidad, de la solidaridad y - no tengamos temor o pudor a las palabras- de verdadero amor entre los hombres, en especial por los más necesitados,(...)
Qué queremos: la restauración de la democracia y la restauración de la libertad." (Tarigo, E. articulos por el No. Pp 11-17.)
domingo, 1 de marzo de 2015
La reconstrucción del ser nacional: El camino al plebiscito de 1980.
A mediados de 1980 las dirigencias de los Partidos Tradicionales tenían en común el rechazo absoluto al proceso dictatorial y los mecanismos de salida que se vislumbraban los obligan a actuar en conjunto. No olvidemos que pesaba sobre la gran mayoría de los dirigente la prohibición de actuación política como consecuencia del Acto Institucional número 4. En el mes de mayo de 1980 se considera imprescindible comenzar un acercamiento con las autoridades militares, sobretodo teniendo en cuenta que se había anunciado una convocatoria popular para ratificar la constitución proyectada. El restoran Morini, hoy desaparecido, se convirtió en el punto de reunión de las dirigencias de los Partidos Tradicionales y el 7 de mayo se produce la reunión realizada en forma abierta surgiendo de la misma una declaración conjunta: " Las autoridades de emergencia del Partido Nacional y del Partido Colorado reiteran la permanencia del compromiso que los liga inexorablemente con el destino del país. En consecuencia reafirman su decisión de bregar por el restablecimiento de una institucionalidad que asegure el retorno a una democracia autentica, representativa y pluralista, basada en el sistema de separación de Poderes, con plena vigencia de la libertad, la igualdad y la justicia, únicos pilares sobre los que pueden asentarse la seguridad, la paz y la tranquilidad social en forma duradera. Partícipes naturales de esta tarea, proclaman su derecho en tal sentido, que implica asimismo un deber irrenunciable, por imperativo del derecho y de la historia. En el cumplimiento de ese compromiso no escatimarán esfuerzos, actuando con la sola preocupación por los altos principios enunciados, por encima de los intereses personales o de ventajas partidarias. Montevideo, 7 de mayo de 1980" Sobre este hecho el Dr. Jorge Batlle afirmó "(...)fue el momento en donde todos planteábamos la necesidad de empezar a conversar para buscar soluciones a la luz de lo que se había anunciado que iba a ser la convocatoria del plebiscito para ese año(...) (Achard,D. 1995)
El 9 de mayo el Dr. Batlle se comunica con el general Núñez para hablar de temas políticos siendo recibido recién el día 16 de mayo. En una nota que le realiza CX20 Batlle sostuvo que fue a esa reunión a título personal y que entre otras cosas le dijo al general Núñez que iban a perder el plebiscito y que el Partido Colorado iba a votar en contra del mismo. Con una lógica muy clara Batlle le dijo: " si hay que buscar que las instituciones que se consagren a través de un plebiscito de la Constitución tenga el apoyo masivo del pueblo.(...) es necesario que en su elaboración participe el pueblo (...) El Día, 12 de junio de 1980.
A nivel militar se produce un fuerte debate viendo en el accionar del Dr Batlle como el vocero de una negociación que no sería apropiada en ese momento. Luego de esa conversación no hubo respuesta del sector militar. En una declaración pública el Dr Batlle apostó fuerte y dijo en una entrevista y posteriormente se publicó en La Semana de El Día. " no una Constitución impuesta, sino una Constitución que refleje el sentir de todo el pueblo de la República, que quiere un entendimiento nacional para que la Constitución sea el cimiento de una democracia estable y duradera"El Día, 12 de agosto de 1980. Suplemento La Semana.
Ver,Corbo, D. El Plebiscito Constitucional de 1980. Ediciones Puerta del Sur. Montevideo. Pág.58-61
El 9 de mayo el Dr. Batlle se comunica con el general Núñez para hablar de temas políticos siendo recibido recién el día 16 de mayo. En una nota que le realiza CX20 Batlle sostuvo que fue a esa reunión a título personal y que entre otras cosas le dijo al general Núñez que iban a perder el plebiscito y que el Partido Colorado iba a votar en contra del mismo. Con una lógica muy clara Batlle le dijo: " si hay que buscar que las instituciones que se consagren a través de un plebiscito de la Constitución tenga el apoyo masivo del pueblo.(...) es necesario que en su elaboración participe el pueblo (...) El Día, 12 de junio de 1980.
A nivel militar se produce un fuerte debate viendo en el accionar del Dr Batlle como el vocero de una negociación que no sería apropiada en ese momento. Luego de esa conversación no hubo respuesta del sector militar. En una declaración pública el Dr Batlle apostó fuerte y dijo en una entrevista y posteriormente se publicó en La Semana de El Día. " no una Constitución impuesta, sino una Constitución que refleje el sentir de todo el pueblo de la República, que quiere un entendimiento nacional para que la Constitución sea el cimiento de una democracia estable y duradera"El Día, 12 de agosto de 1980. Suplemento La Semana.
Ver,Corbo, D. El Plebiscito Constitucional de 1980. Ediciones Puerta del Sur. Montevideo. Pág.58-61
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