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lunes, 21 de marzo de 2016

Pacheco Areco: 1968 entre la responsabilidad y la legalidad.


El desarrollo político es el cambio que tienen las instituciones políticas a lo largo de los años. No es igual a los cambios ocurridos en la política y en las normas. Los integrantes del elenco político como ministros legisladores y presidentes van y vienen, las leyes pueden modificarse pero la esencia de las normas con las cuales se organizan las sociedades definen el orden político. La Constitución de 1967 restableció la Presidencia de la República dándole más fortaleza a su rol creando la posibilidad de tratar proyectos de carácter urgente y por otro lado se eliminaron ciertos privilegios a los legisladores en materia de vehículos y jubilaciones.
El objetivo, mediante la creación de nuevos ministerios, era resolver lo complejo del gobierno en tiempos de guerrilla, crisis económica y dependencia de mercados extranjeros. Dentro de las medidas se crea del BPS y el Banco Central del Uruguay y la enseñanza se hace obligatoria hasta el nivel básico de Enseñanza Secundaria. El candidato colorado Oscar D. Gestido vence en las elecciones por un margen muy alto de 100000 votos. Se veía en él al hombre fuerte que pusiese en orden al país. Su muerte el 7 de diciembre de 1967, trajo al hombre fuerte que buscaba la sociedad en la figura de un casi desconocido para la generalidad de los uruguayos, don Jorge Pacheco Areco. Casi en los albores de 1968 el nuevo gobierno se deberá enfrentar a lo que en la historia significó el 68 tanto a nivel nacional como internacional.
1968 fue el año de la rebelión estudiantil de mayo en Paris que se extendió como un reguero de pólvora a todo el mundo occidental. Si le sumamos el empantanamiento de los Estados Unidos en Vietnam, y la exportación de la Revolución Cubana por América Latina, la crítica social de los hippies, la modernidad de la Iglesia Católica a partir del Concilio Vaticano II y en el lejano oriente Mao y su “libro rojo”, nuestro país no era ajeno a esta efervescencia.
En nuestro páis 1968 marcó a los sectores sociales de ingresos fijos, la clase media, mayoría de la sociedad la cual estaba groggy por una inflación descontrolada. Se esfumaba el “estado de bienestar” batllista y con él el Uruguay liberal hiperintegrado de décadas anteriores. Muchos ciudadanos pusieron demasiadas esperanzas en la reforma constitucional. Sin embargo la crisis pasaba por el sistema de partidos políticos. La crisis de los partidos políticos fue la crisis del liberalismo político, además la Constitución de 1967 ponía énfasis en concentrar poder en el Ejecutivo. La agitación de 1968 comienza con la cuarta marcha de los cañeros de Artigas en febrero y marzo de ese año hacia Montevideo. Era un movimiento gremial pero con grandes vinculaciones con el MLN-T que asedia desde la propaganda y acción al estado definido por ellos como burgués y vende patria. La inflación hace que el U$S se dispare de $200 a $250 en el medio de acusaciones de infidencias y manejos dolosos. El boleto urbano aumentó y originó grandes manifestaciones sindicales y estudiantiles con atentados a omnibus e instituciones bancarias.
La crisis política del Partido Colorado gobernante se manifestó claramente en la rotación permanente de Ministros , entre noviembre de 1967 y noviembre de 1971 hubo 46 ministros. Se buscaba un línea política no definida con claridad con aquellos sucesivos cambios.
A partir de mayo de 1968 grandes discrepancias entre ministros de diferentes orígenes, como Alba Roballo, Flores Mora, Queraltó, Serrato, Peirano Facio, Frick Davie y Eduardo Jimenez de Arechaga, hacen que  el gobierno de Pacheco Areco pierda la mayoría en las Cámaras en un momento complejo social y económico. El grado máximo lo marcó la huelga bancaria que determinó la implementación de las Medidas Prontas de Seguridad el 13 de junio que estaban consagradas constitucionalmente para “ casos graves e imprevistos de ataque exterior o conmoción interior” Los manifestantes por la Avenida 18 de Julio gritaban “ Gobierno Gorila, abajo las medidas”. La consecuencia de las medidas del 13 de junio fue una nueva crisis ministerial, renunciando a sus cargos Carlos Queraltó, Alba Roballo y luego de firmar el decreto de Medidas Prontas de Seguridad, Manuel Flores Mora. Varios sectores del Partido Colorado pasaron a la oposición parlamentaria( lista 99,lista 315) , algunos dentro del mismo y otros camino a vincularse a la izquierda dentro del FA posteriormente. El apoyo al gobierno fue de la lista 15  sector Unidad y Reforma liderada por el Dr. Jorge Batlle y luego se vincula el sector nacionalista del Dr . Echegoyen. Los lideragos a partir de ese momento caen en la figura del presidente Pacheco Areco y el opositor nacionalista Wilson Ferreira Aldunate.
En el aspecto económico, la búsqueda de la estabilidad era frenar la inflación y el remarque de precios practicamente diario, la postura dominante del FMI en ese entonces sostenía que la inflación provenía de un exceso de demanda provocada por la expansión del crédito y salarios altos enfrentados a una reducida oferta. El 28 de junio de 1968 se decretó la congelación de precios y salarios. Con esta medida se produce una nueva redistribución de la renta, tiró por la borda los aumentos de salarios alcanzados en los Consejos de Salarios que entrarían en vigencia dos días después cuando los precios ya habían subido, cayendo el peso de la crisis en los trabajadores. El salario real cae un 12% pero los sectores agropecuarios y empresariales se aseguraron una gran rentabilidad debido a que la tasa de intereses y los precios de los productos de exportación no fueron afectados por el mecanismo de la congelación. Meses más tarde los Consejos de Salarios fueron sustituídos por la Comisión de Productividad, Precios e Ingresos. En la izquierda esta situación los lleva a zanjar diferencias y buscar mecanismos de unidad más profundos, cosa que logrará en 1971 con la creación del FA bajo el lema Partido Demócrata Cristiano.

Las instituciones del Estado concentran el poder y permiten a la comunidad hacer uso de ese poder para imponer el cumplimiento de las leyes, mantener la paz, etc. El principio de legalidad y los mecanismos de responsabilidad, en cambio, van en otra dirección, limitan el poder del Estado. El problema en el 68 uruguayo era alcanzar un orden político, a la vez, fuerte y competente y que actuara dentro de los parámetros legales impuestos por la elección democrática que lo habían llevado al poder.

sábado, 19 de marzo de 2016

Pacheco Areco: entre la responsabilidad y la pérdida de valores democráticos.



Los componentes básicos del orden político y que conforman la democracia liberal moderna, son el Estado, la legalidad y la responsabilidad. No descubro la pólvora al sostener que para ser eficaces los Estados debes actuar de acuerdo a la Ley. Prusia cocinó su desarrollo con leyes de propiedad muy claras y precisas y fue la base del despegue alemán luego del proceso de unidad culminado en 1871. La responsabilidad a través de elecciones  democráticas y dirigida a la atención de los intereses de la población es fundamental para un buen funcionamiento del Estado. Si los gobiernos son irresponsables derivan en el incumplimiento pasivo, protestas, violencia y en casos extremos a la Revolución. Los Estados modernos eficaces se forman en torno a tres pilares fundamentales como los conocimientos técnicos, la competencia y la autonomía y sobretodo un control político sobre ese Estado que representa a la voluntad popular. En nuestro páis desde el reformismo batllista estos pasos se fueron cumpliendo hasta dar forma a un ADN político nacional. Pero debemos avanzar en el análisis para comprender el proceso que llevó desde la perdida de la austeridad republicana a la pérdida de valores democráticos y los mecanismos que llevan al Uruguay a perder la institucionalidad en el proceso iniciado en octubre de 1972, el drama de febrero de 1973 y la ruptura absoluta de la legalidad en el tránsito al 27 de junio de 1973.
El reformismo batllista formuló un verdadero modelo de desarrollo con un programa claro  y con algunos de esos puntos realmente concretados. Si partimos de los críticos del modelo, el batllismo, visto desde la perspectiva contemporánea, fue una transacción entre los sectores dominantes tradicionales vinculados al modelo de explotación terrateniente con un nuevo plantel de políticos jovenes y vehementes que veía en el Estado el lugar y el medio de lograr una justa redistribución de la riqueza. Por lo tanto al decir del Dr. Caetano las bases históricas dieron el soporte a las reformas:” vino nuevo en odres viejos”
En mi artículo anterior referido al Gral. Gestido y su gobierno analizamos la incapacidad desde el Estado de contemplar las necesidades sociales crecientes con la economía bajo empujes inflacionarios y dependencia externa. Desde el punto de vista económico, su gobierno y luego el de Jorge Pacheco Areco varió entre las reformas estructurales con un tinte desarrollista de dificil aplicación en la realidad del país y que necesitaba profundamente una concertación social con el liberalismo económico. Por otro lado comienza una radicalización social y un autoritarismo creciente desde el gobierno. Salta a la vista que la visón del gobierno fue apostar al peso de los sectores dominantes de los grupos economicos principales de allí surgen como ministros Pintos Risso, Pairano Facio, Frick Davies entre otros. El batllismo en retirada desde el punto de vista ideológico lo resalta el historiador económico Henry Finch al sostener que: (...) el sistema dejó de ser la protección de los necesitados, para convertirse en la arbitraria distribución de protección inadecuada como instrumento para limitar las tensiones sociales en beneficio de los grupos políticos”
En la figura del General Oscar D. Gestido el ciudadano uruguayo había visto en él la honradez, buena administración, autoridad y responsabilidad. Al fallecer se le agrega al sentimiento ciudadano un sentimiento de gran frustración que se suma al proceso inflacionario y al aumento paulatino del accionar guerrillero del MLN tupamaros.
Gestido fallece a la 1 y 35 minutos del miércoles 7 de diciembre de 1967 y a las 5 y 20 en una sencilla y dramática ceremonia en la sede del Poder Ejecutivo, Jorge Pacheco Areco asume sus funciones como  Presidente de la República y cita al Consejo de Ministros a las 6 y 30 minutos. Confirmó previamente a los Inspectores de las tres fuerzas armadas en sus cargos. Los Ministros en pleno presentaron renuncia a sus cargos pero fueron ratificados en ellos.
Poco se conocía del nuevo presidente fuera del Partido Colorado. No era un lider popular y tenía en ese momento 47 años. Había estudiado derecho y había realizado una carrera periodística en el diario El Día. Su origen partidario era innegable, descendía del Gral. Melchor Pacheco y Obes y del Dr. Ricardo Areco y primo de los Batlle Pacheco. Integró la Cámara de Diputados como primer titular de la Unión Colorada y Batllista. 72 horas despúes de asumir el mando se dirige a la ciudadanía por cadena de radio y televisión y anuncia que seguiría  la política económica de Gestido atacando la inflación, poniendo orden en las finanzas buscando el desarrollo. Sostuvo en ese discurso: “(...) Todos deben integrarse a la empresa de salvación nacional para rendir, a nuestro querido presidente caído, el mejor de los homenajes, el de realizar la tarea que el se había propuesto: El Partido Colorado, todo el Partido Colorado al cual pertenezco y en cuyo sentido de responsabilidad  y en cuya vitalidad creo, como motor esencial y sustancial apoyo para el Gobierno, la oposición, que acababa de dar prueba noble de patriotismo en su conducta política, la ciudadanía entera de convicciones democráticas, que es, finalmente, la que ha de juzgar y permitir que nuestra gestión tenga éxito. Si es así habremos devuelto la prosperidad a nuestro Uruguay y la felicidad a nuestro pueblo”
Pragmático y con gran celeridad el 12 de diciembre de 1967 Pacheco Areco disolvió el Partido Socialista, la Federación Anarquista del Uruguay (FAU) el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO) el Movimiento de Izquierda Revolucionario. Se clausuró el diario Epoca y el diario socialista El Sol. El problema ahora mostraba con crudeza las distintas visiones sobre el futuro del país. El gobierno veía una vinculación entre el PS, el MRO, Epoca y los Tupamaros. El debate era sobre el respeto de los límites de las libertades individuales y colectivas, de los pensamientos y de ese accionar por encima de la ley.

La Guerrilla estuvo presente durante todo el mandato de Pacheco Areco y siguió posteriormente. La sociedad de fines de los 60 estaba polarizada y la pérdida de valores democráticos marcó todo este periodo. Los dados que jugaban el golpe futuro giraban sobre la mesa.

viernes, 18 de marzo de 2016

Gestido: el fin de la austeridad republicana.



El problema central  de la política contemporánea reside en como limitar los excesos de poder de los gobiernos de turno. Se pretende utilizar la Ley com el mecnismo para proteger a los individuos frente a los abusos del Estado Por lo tanto la discusión se centra en las instituciones limitadoras con los principios de legalidad y la responsabilidad democrática. Para logra esto, los gobiernos tienen que generar el poder para actuar en la realidad. O en buen romance los Estados tiene que ser capaces de gobernar. Es comentario acertado sostener que los países pobres, lo son, entre otras razones, porque no tiene estados eficaces. Va de suyo que tiene que existir un sector público porque hay determinada funciones que solo pueden proporcionar.
En el Uruguay de 1966 la situación general parece chocar con estos principios básicos. La población era escasa pero homogénea, débil tasa de crecimiento y con diferencias sociales insignificantes. La clase media era el sector dominante con una base cultural amplia con lgislación social difundida y aceptado en el marco del ADN batllista aceptado por todos los teóricos políticos de cualquier signo. Sin embargo una crisis económica que se profundizaba con los años a partis d mediados de la década de 1950 determininó una latinoamericanización progresiva y profunda ajena a la evolución historica de inmigranres europeos que había forjado nuestro estilo valórico de vida. Si las elecciones de 1958 habían determinado un primer intento de cambiar al país provocando la rotación de partidos en el poder, las elecciones de 1966 marcaron aun con más fuerza ese sentimiento, no solo con una nueva rotación partidaria sino también con una nueva Constitución.
Es claro que los gobiernos desempeñan un papel importante en el control de las élites y en generar una justa, o por lo menos lo más, resdistribución  de la riqueza. Quizás el primer paso es la igualdad ante la Ley. Desde el punto de vista económico, los liberales desde Locke a Hayek siempre se mostraron reacion a una distribución forzada de la riqueza obligada por el Estado. Los ejemplos cercanos son las polítcas de resdistribución populista argentina bajo el kirchnerismo o el chavismo.
En 1965 nuestro país transitaba el último año del segundo colegiado de mayoría nacionalista sin poder solucionar las nuevas condiones económico-sociales del momento. El peso uruguayo se devaluó fuertemente, el U$S pasó de $11 a $ 80 y la inflación determinó huelgas y conflictos laborales muy fuertes. Además desde 1964 se había constituído la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) que unificó el movimiento gremial detrás de una dirigencia esencialmente marxista con la lucha de clases como principio doctrinario. Además para completar el marco fallecen importantes referentes políticos como Benito Nardone, Luis Batlle Berres y Daniel Fernández Crespo. El Partido Colorado estaba dividido entre la 15 que , por ejemplo el Cíciahora dirigía Jorge Batlle Ibáñez, la 14 dirigida por César Batlle Pacheco y la 99 dirigida por Zelmar Michelini. De la 15 se escinde Amilcar Vasconcellos y los senadorees Carrere Sapriza, Alba Roballo, Glauco Segovia que pasan a apoyar a Oscar Gestido en la Unión Colorada y Batllista. De la lista 99 se separaba Renán Rodriguez. En las elecciones gana el candidato colorado Gestido. Había sorpresa en el resultado, incluso por la problemática de conformar las listas y sobretodo la formula. La vicepresidencia se le había ofrecido a Héctor Luisi, a Lacarte Muró y finalmente a Jorge Pacheco Areco. La imágen de Gestido de hombre honrado, austero y buen administrador fue derterminate en las opciones del electorado. Gestido había tendo una excelente gestión en AFE, hablaba poco, no aceptaba el halago facil y mostraba verdadera preocupación por la situación del país.
En la formación de su equipo de gobierno, Gestido, mostró claramente dos líneas de acción:
1) Gobernar con todo el Partido Colorado.
2) Integrar técnicos calificados de otras tiendas, por ejemplo el Cívico, Horacio Terra Arocena en INVE.
El clima político era complejo. No había una oposición orgánica al gobierno pero se hacía sentir  el accionar del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros y una cierta desorientación de los distintos sectores politicos. El 2 de marzo de 1967 se interviene la Caja de Jubilaciones y el 16 la estabilización de precios por ley durante 60 días. En su discurso del 25 de julio Gestido resaltó su decisión de acabar con el caos imperante en la sociedad decidio a que el país no ingresara en la Ley de la Selva- El 19 de octubre se implanten las Medidas Prontas de Seguridad.   No se trataba de un estado de sitio ni de un apartamiento de la Constitución, puesto que la Carta Magna prevé, en el numeral 17 del artículo 168, la adopción de este régimen excepcional. Pero muchos analistas lo analizan como un “paréntesis” en el orden institucional, en la medida que habilita al Ejecutivo a censurar prensa, a coartar la libertad de reunión, a proceder a detenciones arbitrarias, etcétera. El problema de esta medida se vio en que  las primeras víctimas de las medidas fueron los ministros de Hacienda, Amílcar Vasconcellos, de Industria y Comercio, Zelmar Michelini, de Obras Públicas, Heraclio Ruggia, y de Trabajo, Enrique Véscovi, quienes presentaron su renuncia en desacuerdo con la adopción de las medidas.
Según Carlos Real de Azúa la situación que enfrentó Gestido estaba en “ ...el marco de que la gente común había empezado a descreer de los políticos, que si bien seguían repartiendo algunas prebendas de una torta cada vez más chica, habían sancionado una serie de leyes que les daban beneficios realmente importantes( sueldos, jubilaciones anticipadas y altas, autos baratos) en detrimento del conjunto de la población” Por otra parte Henry Fynch señala que “ el gobierno del General Gestido no intentó imponer, en un principio, un programa estabilizador. Hasta poco antes de su muerte, el nuevo mandatario se resistió a la reaunudación de los contactos con el FMI prefiriendo buscar apoyo popular para un política desarrollista sobre la base de su prestigio como administrador y de su relativa independencia con respecto a la política partidaria. Su experiencia terminó en noviembre de 1967 con una nueva devaluación del peso de 98 a 200 unidades por U$S en el mercado oficial de cambios”

Gestido era un hombre serio, responsable y austero su gobierno fue precedido por un programa coherente que no pudo hacer frente a la guerrilla, la crisis económica y al sentimiento de pesimismo de la sociedad uruguaya. Su fracaso fue el fin del Uruguay liberal y de austeridad republicana. Otros vientos soplarían luego de su muerte dando paso a una crisis de valores democráticos que dio paso a la perdida de la institucionalidad pocos años después.

martes, 15 de marzo de 2016

Batllismo, neo populismo, la clase media y el futuro de la Democracia.



Según Carlos Marx, el capitalismo moderno se dirigía sin remedio a una crisis final que el denominaba “superproducción” en la cual el capitalismo salvaje y el uso de nuevas tecnologías quitaría el excedente del trabajo del proletariado y lo convertiría en la riqueza del capitalista y en la pobreza del proletario trabajador. El problema se agudiza, según Marx, cuando la burguesía no puede consumir los excedentes de producción y los trabajadores empobrecidos no podía comprarlos. Esto originaría un grave déficit de la demanda y el sistema caería. La solución propuesta era la revolución que le daría el poder político al proletario y así se redistribuirían los frutos del sistema capitalista. Sin embargo en la ruta hacia la revolución una serie de acontecimientos modificaron ese camino tortuoso pero lineal propuesto por Marx. En términos económicos los ingresos generados por el trabajo comienzan a elevarse, esto se debió a un gran crecimiento económico de la mano de la migración del trabajo agrario al fabril y cuando el excedente de brazos se agotó, los salarios y el costo de la mano de obra subió. Por otro lado los países emergentes con Estados Unidos a la cabeza comienzan a desarrollar sistemas de educación pública universal, en nuestro país de la mano de la reforma vareliana y los impulsos posteriores del primer batllismo. En realidad no era un proceso filantrópico o de generosidad estatal, los nuevos negocios, las industrias y el desarrollo de los negocios comienzan a necesitar personal calificado, ya sean ingenieros, contadores, abogados y trabajadores alfabetizados. Además se mejoran las leyes electorales, se amplía el derecho al voto que legitima la participación política de los sectores obreros. Comienza la legalización y legitimación de los sindicatos, la legislación laboral y el lento camino a una visión de estado de bienestar sostenido en el rol del Estado paternalista. Este desarrollo en el marco de la evolución capitalista dependiente del Imperio informal británico también se recorrió en el Uruguay, y el Modelo Batllista de Desarrollo durante el denominado primer batllismo marcó pautas claras en ese sentido. La excepcionalidad uruguaya se puede definir como el desarrollo del batllismo a comienzos del siglo XX, otras regiones latinoamericanas no fueron tan afortunadas y mantuvieron la grande y pesada herencia de desigualdades marcadas por el estancamiento económico y la dependencia. La sociedad mayoritariamente de clases medias se define por algunos indicadores como la ocupación, el nivel educativo y la posesión de algunos bienes, una clase media con estas características tiene posibilidades de crecer y a eso apuntó el batllismo. De la mano de un dirigismo estatal con el claro objetivo de nivelación social favoreciendo una distribución igualitaria de los ingresos el Uruguay logró niveles de bienestar comparables a países desarrollados. En el caso del mal denominado neo batllismo mejorar el nivel de vida no solo era un apoyo al desarrollo industrial, para Luisito (Luis Batlle Berres) era el mecanismo fundamental para lograr la actividad política. Para Don Pepe (José Batlle y Ordóñez) el debate era entre la reforma o la revolución. En los 50 para el batllismo el debate era entre la evolucíón y la revolución. En esa línea Luis Batlle procura adelantarse a los reclamos populares con su famosa afirmación “ apresurarse a ser justos es luchar por el orden y es asegurar el orden”. En los tiempos que corren de gobiernos populistas, neo populistas e incluso de visiones socializantes de base estatal asumen reformas realizadas a comienzos del siglo XX como propias y poniendo en grave riesgo el sentir republicano que las modeló a lo largo del siglo XX. Debemos destacar ahora los logros en materia social y laboral del batllismo que permitió por algunas décadas estar a la vanguardia social de la región:
Por ley de 1933 se establece la licencia anual obligatoria y paga para empleados del comercio y a los administrativos de la industria.
La Constitución de 1934 reconoció por primera vez el derecho de huelga en la actividad privada.
En 1934 el Código del Niño prohibe el trabajo infantil y establece licencia por maternidad paga con el 50% del sueldo.
En 1941 se amplía el sistema de reparaciones por accidentes laborales y las enfermedades profesionales derivadas.
En 1943 se establecen los Consejos de Salarios.
En 1944 se desarrolló la indemnización por despido a todas las ramas de la actividad.
En 1945 se establece del derecho de licencia anual paga.
En 1948 se establece el Estatuto del Peón Rural con pautas salariales condiciones laborales y protección familiar.
En 1950 fue creado el Consejo de Asignaciones Familiares y los Centros Materno Infantiles.
En 1958 se estableció el salario por maternidad a madres trabajadoras que deberán cesar su trabajo seis semanas antes y seis semanas después del parto.
Tan lejos del populismo como tan cerca de los problemas sociales y como reflexión final sobre la construcción de un país con base en la clase media cito el discurso de Luis Batlle Berres el 14 de agosto de 1947:
“Nosotros, los que fuimos formados en los últimos aleteos de la filosofía liberal del siglo pasado y dimos los primeros pasos hacia la socialización de ciertas actividades del organismo social, comprendemos que tenemos que continuar ese ritmo para encauzarlo por las vías normales. Apresurarse a ser justo, es asegurar la tranquilidad, es brindarle al ciudadano los elementos principales y básicos para que tenga la felicidad de vivir y lleguen hasta él los beneficios del progreso y de la riqueza. Apresurarse a ser justos es luchar por el el orden y es asegurarse el orden”
El futuro de la democracia debe retomar ciertos principios un tanto abandonados a comienzos del siglo XXI: Educación, trabajo, respeto republicano y la seguridad que garantiza el orden imprescindible para el desarrollo.
Ver:
Fukuyama, F. Orden y decadencia de la política. Deusto, Barcelona 2015. Pp 286 y Ss.
Arteaga, J.J. y otros. Historia del Uruguay. Barreiro y Ramos, Montevideo 1994.
Berna, L y otros, Historia económica y social del Uruguay 1870-2000. Santillana, Mdeo.2015.