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miércoles, 9 de septiembre de 2020

Cuestión de Honor. Una aproximación al concepto de Honor militar.

 

Cuestión de Honor.



La gran diferencia entre la carrera militar y las profesiones civiles es que en la primera el Estado le exige al individuo dar la vida si es necesario. En las otras profesiones u ocupaciones se puede ofrecer la vida, pero no es el Estado quien lo exige, se trata de una opción voluntaria. Este requerimiento, exige desarrollar una serie de códigos internos de la propia profesión con valores, conductas y motivaciones que le permitan cumplir con ese requerimiento tan extremo y definitivo. Por ello, que Estado, FFAA y profesión militar están indisolublemente unidos. Desde hace muchos siglos para las Fuerzas Armadas el honor adquiere relevancia especial, porque a ellas se les encomienda la misión de salvaguardar los intereses de la Patria, la integridad del territorio y la soberanía de la nación.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

La salida de la dictadura. La difícil tarea de la normalización del país durante el Gobierno del Dr. Sanguinetti 1985-1990

 

Los costos de salida de la dictadura. Una dualidad inconclusa.




Después que el general Hugo Medina comandante en jefe del Ejército, durante el primer gobierno del doctor Julio María Sanguinetti declarara que tenía guardadas en la caja fuerte del Comando las citaciones de la Justicia a los militares acusados por violaciones a los derechos humanos, la decisión de encontrar una salida institucional, en forma de ley, se hizo prioridad. La prioridad del nuevo gobierno era avanzar rápidamente hacia la normalización del país. El primer proyecto enviado al Parlamento fue una Ley de Amnistía que se aprobó el 14 de marzo. La norma permitió la liberación de todos los presos políticos y la anulación de las órdenes de captura que habían sido libradas por la Justicia Militar. Todos los presos fueron liberados, incluidos aquellos que habían cometido homicidios

martes, 25 de agosto de 2020

 

El 25 de Agosto de 1825. Una crónica.



“En 1816 los ejércitos portugueses habían invadido la Banda Oriental, un territorio largamente codiciado por Lisboa y a la sazón bajo el liderazgo de Artigas. La invasión contó con el beneplácito del Directorio bonaerense y la oligarquía montevideana, que prefirieron entregar la provincia a Portugal con tal de eliminar la influencia de Artigas. En 1820 la resistencia oriental había terminado, y en el Congreso Cisplatino de 1821 se oficializó la incorporación de la Banda Oriental al reino de Portugal con el nombre de Provincia Cisplatina. Importantes personajes orientales, entre los que cabe mencionar al presbítero Dámaso Antonio Larrañaga, votaron favorablemente la incorporación de la provincia a