En 1929 una gran depresión económica se desarrolla en el mundo occidental. Castigando más duramente a unos países que a otros pero afectando a todo el mundo seriamente. Hubo numerosas causas pero los opresivos términos económicos impuestos a los poderes centrales por la Primera Guerra Mundial hacían muy difícil la restauración económica sin utilizar grandes prestamos que perjudicaban aun más a los países europeos y que afectaban, además a los países acreedores cuando sus deudores no