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lunes, 31 de agosto de 2015

Buscando el Batllismo: José Serrato y el monopolio de los Seguros.

En el mes de abril de 1911 se presentaba en el Parlamento Nacional el proyecto de ley que regularizaría el monopolio de seguros, que en ese entonces estaba en manos de empresas extranjeras, mayoritariamente bitánicas. El episodio referente al Banco de Seguros es uno de los pasos seguidos por el batllismo en el tema monopolio estatal. Pero con la creación del Banco de Seguros no solo se perseguía un fin monopolizante; además se buscaba corregir un problema con grandes proyecciones sociales. Se manejaba entonces un principio dirigido a la protección de la economía del país.
De hecho no se preoduce una innovación en lo que se refiere al monopolio de seguros sino que se hace un traspaso del mismo. Los seguros se encontraban en manos extranjeras razón por la cual su actuación se dirigía a fines concretos. Era un negocio dirigido a ser muy rentable en relación con los riesgos que se aceptaba cubrir. El batllismo en su acción gobernante tuvo dos pilares básicos, el liberalismo y la justicia, es en el caso del problema de los seguros en el año 1911 donde vemos la aplicación de la justicia social. Y en forma concreta al aparecer el Estado como regulador o indicador percibimos e mecanismo batllista de justicia social.
La segunda presidencia de José Batlle y Ordóñez se inauguró em marzo de 1911. José Serrato va a ocupar el Ministerio de Hacienda, cargo que había ocupado durante los tres últimos años de la priemra presidencia de Don Pepe. El 26 de abril. el Poder Ejecutivo presenta ante la Asamblea General Legislativa el mensaje y proyecto de ley referente al Banco de Seguros, redactado por Serrato. Constaba de 28 artículos que se encontraban divididos en 6 capítulos: entre otros conceptos el proyecto dice: " El interés colectivo cada día más variable, al mismo tiempo que más poderoso y dominador, ha impuesto al Estado la intervención directa sobre todos esos servicios, ejercida por medio del régimen de contralos o por el de monopolio(...). El Estado actual, como organización económica que es, asume ahora, sin vacilaciones, la producción de determinado servicio, buscando el desarrollo y repartición más justa de la riqueza nacional"
En lo que se refiere a los fines, el mensaje propendía a convertir el Servicio de Seguros como fuente de apreciables rendimientos que contribuirían a la solución de los problemas tributarios. Y que al sustituirlo con el monopolio fiscal el " que de hecho ejercen algunas personas físicas o morales(...) con un propósito exclusivamente mercantilista sin que el beneficio que de ellos recibe la gran masa de consumidores guarde realción con los sacrificios a que se le somete" y por supuesto también contribuiría a frenar el drenaje de fondos que se destinan a pagar altos dividendos a un muy escaso costo de inversión. Y finalmente: "...declarando  monopolio del Estado el contrato de seguros cubriendo los riesgos de incendio, marítimos, los arícolas y ganaderos, los de accidentes sobre la vida, y, en general contra riesgos de todo género"
En los párrafos donde se explicaba concretamente el problema de los seguros, en el proyecto de ley: " Considerando el seguro como una institución pública el Estado la monopoliza y obtiene de esa manera, o fuertes beneficios sin necesidad de alterar las primas correspondientes con lo que se evita la creación de nuevos impuestos para satisfacer exigencias perentorias del desarrollo nacional, o la popularización de la institución bienhechora con una reducción apreciable de esas primas(...)Las primas pagadas, como se ha dicho, son parte de la riqueza pública destinadas a cubrir un riesgo o a compensar un desastre; pero también destinadas a servir dividendos extraordinarios a capitales muchas veces nominales(...) no puede mirarse con indiferencia la extracción anual de fuertes cantidades de dinero por un concepto como el del seguro. Hay que defender nuestra riqueza que forma la vida del organismo nacional, como la defienden todos los países(...)"
Para Eduardo Acevedo este proyecto era revolucionario y con toda lógica debería levantar grandes resistencias especialmente entre las compañías extranjeras. La consideración parlamentaria del tema levantó una gran polémica periodística, dándose incluso la presión directa del gobierno inglés para frenar  su aprobación. "El Siglo" órgano oficial de las clases conservadoras, atacó de forma virulenta el proyecto;
" No es el viejo individualismo radical, indiferente al gran principio de solidaridad que forman la base de la existencia social, lo que brama frente a esta racha de burocrático socialismo que se desencadena sobre el país por obra del presidente de la República y de su Ministro de Haciendo: es el inspirador de todas las escuelas filosóficas y políticas que no pretenden amoldar la sociedad a las reglas del cuartel o del convento aniquiladoras de la personalidad humana, sentimiento que ha sido todo el tiempo propulsor del progreso, el factor primordial de  civilización. Creemos que la sana organización social y económica no exige reducir el Estado a que oficie de juez y gendarme según la fórmula favorita de Spencer, ni facultarlo tampoco para que desperocupándose del cumplimiento de sus primordiales fines dedique preferentemente sus actividades al ejercicio de industrias invadiendo y ocupando así por grados el campo de acción privada y suprimiendo con una creación de un complejo sistema de monopolios, nuevas y fecundas fuentes de trabajo individual"
Al mencionar el Estado interviniendo en la producción de determinados servicios buscando la justa distribución de la riqueza nacional apreciamos unos de los conceptos básicos del batllismo o sea la promoción de la riqueza en el marco de un espíritu de justicia en la distribución de la misma. La orientación del proyecto en su totalidad responde en la concepción global a la idea de que el Estado debe extraer de  la riqueza pública los elementos suficientes para atender su funcionamiento y mantener la eficiencia de las empresas que comprende. Las ideas de Batlle sobre el tema del Estado y la justicia social la recogemos de su propia concepción: "...mi convicción(la de Batlle) estará siempre al servicio de las iniciativas que tiendan a mejorar nuestras instituciones republicanas y el identificarlas con lo que debe ser: una regla de justicia y de fraternidad entr todos los miembros de nuestro organismo político"
La filosofía de Batlle plenamente sostenida y apoyada por su equipo de colaboradores era reformista y la mecánica de instrumentación de iniciativas a través dl Estado era simultánea a los programas de varios movimientos socialistas y liberales europeos. La concepción de Ahrens sobre el Estado y la política nos ayuida a ubicarnos en las ideas del gobierno de Batlle que entre otras iniciativas determinó la confección del proyecto de creación del Banco de Seguros. Ahrens afirmaba que:
"...la política puede por lo tanto definirse como la doctrina de los principios y los medios de la reforma sucesiva del Estado y de todas las relaciones del derecho(...) es necesario que el Estado se desprende al cabo de las reformas de centralización(...) y que se convierta en un verdadero organismo en el cual todos los órganos tengan una esfera de acción propia. El propio Serrato se preguntaba:

 ¿ Somos Colorados o somos Socialistas?                                    

" Decir que nuestro proyecto es un proyecto netamente socialista es como anunciarles a las clases conservadoras el principio de la revolución social, con todas sus oscuras, confusas y complejas conclusiones que los hombres de gobierno pueden aceptar. Suponen que el socialismo aspira, de inmediato, a arrasar con la propiedad privada, convirtiéndola en propiedad común, y apropiarse de todos los medios de producción; y, como consecuencia natural, suponen que la tendencia o el propósito gubernamental es entrar en las vías del comunismo y el colectivismo, transformando la organización económico social en que reposa la vida nacional. Pero lo primero que habría de determinar, lo primero que habría derecho a exigir, es saber qué es el socialismo y a qué aspira en el momento actual en nuestro país. Porque si por socialismo se entiende el mejoramiento de las clases obreras y trabajadoras, tendiendo a elevar su cultura y su dignidad humana, sus medios de existencia y su dignidad humana, si se entiende también el procurar a la sociedad una distribución más racional de la riqueza, si por socialismo se entiende defender y buscar de mejorar ese valor económico que se llama hombre y sin el cual no hay progreso ni adelanto, en ese caso, este proyecto es netamente socialista; pero si por socialista o por aspiración socialista inmediata se entiende la desaparición de la propiedad individual; si por socialismo se entiende la apropiación de todos los medios de producción, yo digo entonces que este proyecto no ha sido inspirado en las ideas de  esa escuela"
 Ministro de Hacienda. Ing. José Serrato durante la defensa de la monopolización de los Seguros. 1911.

En definitiva José Serrato fue uno de nuestros primeros técnicos del Estado, más que un político de acción resonante se caracterizó como organizador de un régimen de normas para el ejercicio del gobierno en Democracia.

Ver:
Lagrotta, M. "Serrato técnico del Estado". Reflexiones del Batllismo, Número 4. marzo de 1987. Páginas 15 a 18.

lunes, 17 de agosto de 2015

Buscando el batllismo: Enrique Tarigo y el cambio en Paz.

Fragmento de una entrevista realizada por la revista Reflexiones del Batllismo en febrero de 1986.

Pregunta RB- El Partido Colorado prometió asegurar ante todo la estabilidad institucional. Para ello propuso conducir un cambio en paz. Algunos sectores señalan que para asegurar la paz se olvidó de los cambios. ¿Qué opinión le merecen esas críticas?

E.T. – La misma opinión que me merecen todas las actitudes instantaneístas. Seguramente quienes formulan esa crítica pertenecen a los mismos sectores que en los últimos meses del año pasado, cuando comenzó a producirse cierta distensión en la sociedad civil, a pesar de estar bajo un régimen de dictadura reclamaban la amnistía “total”, “irrestricta” y “ya”.
Lo que esta gente no dice, ni reconoce seguramente, es que este gobierno y este Parlamento democrático, antes de los quince días de instalados habían sancionado y promulgado una ley de pacificación nacional que supuso la amnistía para la totalidad de los autores de delitos políticos y de delitos comunes conexos con delitos políticos que no hubieran cometido delitos de sangre y la libertad, irreversible, aún de estos últimos, si bien no fueron amnistiados.
En tren de contabilizar realizaciones, no debían dudar que fue un “cambio”, y un cambio más que señalado. Al día siguiente de promulgada la ley, hombres y mujeres que hacía años que estaban privados de su libertad, la recuperaron definitivamente.
El cambio más formidable que ha vivido el país, sin duda posible, ha sido transmutar una dictadura- una dictadura que, incluso se endureció en los tres años finales del general Gregorio Alvarez- en  una democracia funcionante,  autentica, en la que  se han respetado y se respetan integralmente los derechos y las libertades de todos. Y bajo el manto de esa transformación profunda, de ese “cambio” tajante y absoluto, se podrían enumerar una serie numerosa de decisiones administrativas, de leyes, de decretos que han ido modificando, enmendando y suprimiendo restricciones y limitaciones injustas. ¿O no es un “cambio” importante la rehabilitación de todos los partidos y grupos políticos, la devolución de sus locales y bienes muebles a dichas entidades y a las agrupaciones sindicales? ¿O no es un cambio haber readmitido, mucho antes de la ley incluso, a la mayoría de los funcionarios públicos destituídos sin expresión de causa a lo largo de los doce años anteriores?
Pero seguramente, entre estos críticos existen muchos de los que antes del Golpe de Estado- por ahora parece que no se animan a repetirlo- afirmaban que los únicos derechos eran los materiales y que los demás- la libertad de expresión, la de asociación, la de reunión, el mismo derecho a la libertad individual y a la integridad de la personalidad del hombre- eran  derechos o libertades “formales” o “burguesas”.
Pero vayamos al campo económico, que parecería ser el único que les preocupa a algunos. ¿Es que puede ignorarse, razonablemente, que en plena época de crisis del país, con enorme generosidad, ha establecido la institución de la revisión periódica- ya no anual, si no cuatrimestral- de los salarios, para acompañarlos al crecimiento del costo de la vida? ¿ Quiere ignorarse que , no ya los salarios nominales que han crecido más del ciento por ciento, sino el salario real  creció un doce y un quince por ciento? Y en este mismo terreno, ¿ puede válidamente ignorarse el tremendo esfuerzo que ha significado para el país una ley como la de refinanciamiento del endeudamiento interno, destinada a salvar de la ruina a productores, industriales y a comerciantes que, en definitiva, le había creído al gobierno de facto y se habían endeudado en dólares cuando en este país hasta los niños sabían desde un par de años antes de la ruptura de la “tablita” que, inevitablemente, esta habría de romperse.
La sociedad uruguaya ha cambiado profundamente en estos diez meses de democracia. Quién así no lo vea, o es ciego o se tapa deliberadamente los ojos con las manos. Ahora, si lo que se pretende es que esta sociedad de economía mixta, que es y seguirá siendo la nuestra, donde conviven las empresas públicas y la actividad privada, se transforme en una sociedad “socialista”, del “socialismo real” como con estudiado eufemismo se llama a las dictaduras comunistas, eso sí no se ha producido ni se va a producir. Por lo menos mientras el gobierno esté en manos del Partido Colorado. Porque el nuestro es un Partido serio, responsable, auténticamente democrático, de raíz profundamente liberal en lo político. Y aunque en materia económica y social sea un partido solidarista, preocupado por el nivel y la calidad de vida de todos y cada uno de los habitantes del país y dispuesto a adoptar todas las decisiones que razonablemente se requieran para ello, es un Partido Reformista y no revolucionario. El Partido Colorado cree, como creemos todos los liberales, que la Revolución se cumplió hace doscientos años, y que de aquí en adelante la gran tarea que nos queda es seguir reformando y cambiar, que es mucho sin dudas, pero la haremos paulatinamente, sin guillotinas, ni paredones, sino respetando la libertad de todos y los derechos de todos.
Ver:

Reflexiones del batllismo, febrero de 1986, páginas 6 y 7.

Lorca, muerte (sin resolver) de un poeta | Edición impresa | EL PAÍS

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domingo, 16 de agosto de 2015

La perfecta esposa del criminal nazi | Cultura | EL MUNDO

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La ‘Ilíada’, la guerra de todos nosotros | Babelia | EL PAÍS

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El concepto de praxis en Lenin | Marx desde Cero

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Enrique Tarigo y el aniversario 150 de la fundación del Partido Colorado de Uruguay en Carpintería.

"A 150 años del nacimiento de la divisa y el Partido.

Un día igual que éste, un 19 de setiembre de ciento cincuenta años atrás, el 19 de setiembre de 1836, nacieron las divisas de  los Partidos tradicionales en los campos de Carpintería.  Blanca la de Oribe, colorada, desgarrada del revés de los ponchos, la de don Frutos Rivera.
Ciento cincuenta años después no importa realmente ni el resultado del combate en sí mismo, ni las consecuencias que sobrevendrán y que forzarán a don Frutos a internarse con sus huestes en el Brasil, luego que más de mil de sus hombres se ampararan al indulto de Oribe.
Lo que importa rescatar sí es ese hecho único en la historia de nuestro país del nacimiento de las divisas que augura y simboliza al mismo tiempo el nacimiento de los dos grandes Partidos, del Partido Colorado y del Partido Blanco. Los blancos han reivindicado, recientemente como fecha inicial o fundacional de su Partido, del Partido Blanco que luego cambió su denominación oficial por la del Partido Nacional, la del 10 de agosto de ese mismo año de 1836, fecha en que Oribe suscribió el decreto que estableció la divisa de “Defensores de las Leyes” para los hombres que apoyaban su gobierno.. El Partido Colorado, como lo dijera de manera estupenda en el Senado un mes atrás el Senador Carlos W. Cigliutti, no tiene una fecha precisa de nacimiento- como tampoco la ha tenido, para la Historia, su ilustre fundador- puesto que fue naciendo en los campamentos artiguistas y en los fogones criollos al calor de las primeras e imprecisas reflexiones sobre la patria y su destino. Pero puestos a elegir, esta fecha  de la Batalla de Carpintería y ese gesto de desgarrar los ponchos para con un trozo de bayeta hacer la vincha que ha de anudarse alrededor de la frente para distinguirse del adversario, adquiere la simbología fundacional de este Partido que nació a caballo en las horas augurales de nuestra República.
Conmemoramos hoy- y lo haremos multitudinariamente mañana en el Durazno- la fundación del Partido Colorado. De este Partido que reconoce con respeto y admiración a don Frutos Rivera como su fundador. Este don Frutos que después de la Guerra Grande, después de superadas las desinteligencias con los hombres de la Defensa, después de quince años de luchas, de dolor y de luto, cuando llega a su fin  el exilio y la prisión de don Frutos en el Janeiro, cuando el Partido Colorado parece hallarse en camino a su extinción, acepta, de plano y sin hesitación, el convite de Melchor Pacheco y Obes: “Lo que nos aseguraría verdaderamente sería la reorganización del Partido Colorado, como yo lo entiendo, como solo podría ser conveniente para el Partido y para el País…” conformes todos “ en que Ud. Venga al seno del Partido Colorado para tomar parte en la dirección de los trabajos que él debe iniciar y darle con el apoyo de su influencia la posibilidad de ser útil y no perderse como partido…”
Otros tiempos, duros y difíciles como aquellos primeros veinte años de la República, vendrán después para el País. La tiranía santista encontrará en la juventud, en la valentía y en el talento de otra de las figuras inmensas del Partido Colorado, la oposición cerrada y tenaz que la combatirá con las armas en la mano y sin suerte en el combate en los campos del Quebracho, cincuenta años más tarde.
Y otra vez, como luego de la Guerra Grande, el Partido Colorado resurgirá de lo que en algún momento pareció su ocaso, para el impulso formidable de don José Batlle y Ordóñez reorganizarse y revitalizarse, para dejar, porque los tiempos y las exigencias eran otras, de ser un partido de elites y, a través de los clubes seccionales y de las convenciones, ir forjando su perfil de partido popular, de partido de masas.
Y abatida la tiranía, sofocada la última de las revoluciones, consolidada definitivamente la paz, vendrán los maravillosos años de forja en los que el Uruguay se pondrá al compás de los pueblos civilizados del mundo y en muchos aspectos servirá de lección y de ejemplo, al sumarle a la pasión libertaria que fue siempre su sustancia indestructible, una visión avancista del papel del Estado y una concepción solidarista de la sociedad.
Y hoy, en este año en que se cumplen los ciento cincuenta años de Carpintería y del nacimiento de la Divisa Colorada, en este año en que se ha cumplido el centenario de la batalla perdida del Quebracho y los cien años, también, de la fundación del diario que fuera para Batlle una de sus más preciosas herramientas para construir infatigablemente, lo que en su tiempo dio en llamarse el Uruguay moderno, los colorados hacemos una pausa en nuestros quehaceres para evocar, con emoción, con recogimiento, con reconocimiento, esta sesquicentenaria trayectoria. Puesta, invariablemente al servicio de la República y a la que la República  tanto le debe.
Para medita sobre este superior legado histórico y sobre este presente complejo y difícil, a la salida de una dictadura militar que nos dejó como legado tantos infortunios y tantas desventuras. Para pensar que, a apenas un año y medio de recuperada la libertad y la democracia- recuperación en la que el Partido Colorado tuvo, como tantas otras veces, un papel decididor- la República recompone, paso a paso pero con firmeza y con seguridad, su convivencia social y política, su economía, la fe en su destino y en su porvenir.
A ciento cincuenta años de Carpintería y a modo de resumen apretado, sólo atinamos a gritar con la voz del corazón: ¡Viva don Frutos Rivera!, ¡Viva Batlle!, ¡Viva el Partido Colorado!, Viva la República!.
Dr. Enrique Tarigo."
Ver:
Suplemento La Mañana y El Diario, Montevideo, viernes 19 de setiembre de 1986


La macabra llegada a Madrid del cadáver, momificado y profanado, de Evita Perón - ABC.es

La macabra llegada a Madrid del cadáver, momificado y profanado, de Evita Perón - ABC.es

jueves, 6 de agosto de 2015

Hiroshima, a 70 años de la primera bomba atómica - RFI

Hiroshima, a 70 años de la primera bomba atómica - RFI

Buscando el Batllismo: Tomás Berreta, el batllismo agrario.

Tomás Berreta. El batllismo agrario.

Tomás Berreta nace en Montevideo, en Peñarol Viejo en 1875. Descendiente de Garibaldinos exiliados, luchadores sociales contra la tiranías, su abuelo escapó de Buenos Aires luego de pelear contra Rosas. Queda claro que proviene de familia colorada. Su padre Juan Berreta era amigo de Don Pepe y debido a excesos policiales en el pueblo envía a Tomás a denunciarlo a la prensa. Batlle trabajaba en “El Día” y de ese encuentro surgió una admiración mutua que duraría toda la vida de ambos. Es conocida la afirmación de César Batlle Pacheco que afirmaba que su padre sólo confiaba en dos personas para el desarrollo de sus proyectos: Tomás Berreta y Domingo Arena.  Conjuntaba Berreta inteligencia y trabajo. Comenzó trabajando la tierra con su padre, cortó trigo en las orillas del arroyo Miguelete y fue tropero. Sus trabajos más formales en lo administrativo lo llevaron a ser escribiente de la Policía, fiscalizador de Impuestos, Jefe de Correos, Jefe de Policía de Canelones, Intendente y Concejal canario.  Se proyectó políticamente a nivel nacional siendo electo diputado por Canelones en los años 1922-1925 y en 1928. Fue suplente del Consejo Nacional de Gobierno en 1927, Consejero Nacional de Gobierno entre 1931 y 1937. Fue electo presidente del Senado en 1942 cargo al que renuncia para ser ministro de Obras Públicas hasta 1946 cuando es electo Presidente de la República y fallece el 2 de agosto de 1947. Fue, como corresponde al desarrollo político batllista, periodista. Pelea contra las dos revoluciones nacionalistas en 1897 y 1904, en esta última fue tomado prisionero. Llevado, por su requirimiento, ante Aparicio Saravia lo increpa diciéndole: “ el señor Batlle no es un bandido, es un patriota, y si Ud. Lo conociera no le haría la guerra” . Al finalizar la guerra vuelve a su actividad política, el 6 de noviembre de 1904 funda  su primer club político en Canelones, llamada Villa de Guadalupe. Es la fuerza renovadora del batllismo incipiente junto a Emilio Frugoni encabeza una manifestación apoyando la separación de la Iglesia  del Estado. Su línea de trabajo fue lógica, primero la organización del Partido siguiendo la prédica de Batlle. Priorizó la organización de los clubes seccionales y las elecciones regulares de representantes de las bases. Abre agrupaciones de jóvenes. Su preocupación fue consolidar la autonomía departamental y crear cuadros partidarios en cada departamento. La defensa de los trabajadores rurales y urbanos y finalmente la visión de las obras públicas como mecanismo de desarrollo , de dar trabajo y formar ciudadanía con la construcción de edificios que favorecieran lo popular mediante la Instrucción Pública. Promovió también la construcción de carreteras y caminos vecinales con el objetivo que el productor rural pudiese llevar sus productos al mercado. Interviene en las disputas entre el vitivinicultor, el productor y los bodegueros. Para conseguir los dineros necesarios crea el Departamento Agropecuario del Banco República para conceder pr{estamos y se ocupe del desarrollo del sector. Berreta introduce el problema agrario en las estructuras programáticas del Partido Colorado. El Instituto Nacional de Colonización es obra de Tomás Berreta y su fundamentación surge del proyecto de ley: “ De todas las formas de política agraria dirigidas a obtener con efectos más inmediatos, un resultado económico-social concreto y de honda repercusión nacional, ninguna tiene más significación y trascendencia que el fomento de la acción colonizadora con un organismo especializado y dotado de recursos suficientes, que se encuentre en condiciones de promover, con la influencia decisiva de la técnica y de la práctica cooperativa la mejor explotación, asegurando la disponibilidad de la tierra al hombre de trabajo y el estímulo a su esfuerzo creador de riqueza”
Al llegar a la presidencia afirma en un gira realizada por el interior del país: “ Los que menos suerte tienen, los más necesitados los más pobres, los más débiles los castigados por  la injusticia social(…) necesitan imperiosamente una política de justicia económica que les alivie la situación en que se encuentran”


Buscando el Batllismo: Juan José Amézaga, la restauración democrática. 1943-1946.

Amézaga, la restauración democrática. 1943-1946.

Los días 24 y 25 de julio de 1938 hubo en Montevideo una gran manifestación popular en la que, según la prensa de la época, se congregaron unas 200 mil personas que reclamaban pacíficamente pero a viva voz una nueva constitución. En las elecciones realizada en 1938 nuevamente el batllismo y los nacionalistas independientes volvieron a abstenerse. Igualmente el triunfo correspondió al Partido Colorado resultando electo el general arquitecto Alfredo Baldomir. Debemos recordar que la novedad política fue que las mujeres ejercieron por primera vez su derecho al sufragio participando en las elecciones nacionales. La presión por cambios llevó al Presidente Baldomir a buscar alianzas con los batllistas y también con los nacionalistas independientes para llevar adelante un proceso que permita cambiar la Constitución. El resultado fue un golpe de Estado en el mes de febrero de 1942 que va a pasar a la historia con el nombre de "golpe bueno". Este golpe tenía como objetivo reformar la Constitución y tuvo como principal, e importante, diferencia con el desarrollado en 1933 que no ocurrieron arrestos ni represión política. Si fue similar la total indiferencia de la población frente a los hechos que se estaban desarrollando. A fines de 1942 se realizó un plebiscito conjuntamente con las elecciones para legitimar su vigencia. El resultado fue determinante en lo político, ahora los desplazados de cargos e influencia en el poder son los sectores terristas y los herreristas. De entrada la nueva constitución elimina el senado del "medio y medio". El batllismo retorna al poder de la mano de Juan José de Amézaga, que su trayectoria política había tenido su punto más alto como miembro de la comisión de consulta para la Reforma Constitucional. Su compañero de fórmula fue don Alberto Guani, diplomático de brillante actuación en el relacionamiento con los Imperios dominantes, tanto en la negociación de los empréstitos como en las variables  políticas  tan necesarias a un país tan pequeño como el Uruguay. Fue un actor principal del panamericanismo siguiendo con inteligencia  el nuevo liderazgo de los Estados Unidos. La fórmula buscó llegar a la mayoría del electorado que quería democracia y los presentaba como ganadores. El comité electoral de la candidatura lo llevaba adelante el Ingeniero José Serrato con la idea “formula nacional”, “Amézaga, candidato de la Democracia”. En el nacionalismo siguen los enfrentamientos, aunque Luis Alberto de Herrera recorría el país en ferrocarril haciendo actos en todas las estaciones con el lema: “cerremos el paso al batllismo”.  Los años de dictadura alimentaron la necesidad de democracia, parecía que el libre juego democrático se estaba desarrollando en forma fluida y todos los candidatos  más menos se presentaban como “campeones de la democracia y la libertad”. Se forma un “comité antinazi” dentro del oficialismo lo que obliga al herrerismo, con muchos simpatizantes en sus filas a los sistemas italianos y alemanes, a declararse oficialmente “pro británicos”. La mujer que ocupaba un importante rol también formaron un “comité femenino de unidad nacional” presidido por Clotilde Luisi y Alba Roballo.
El 29 de noviembre se dirige nuevamente al país hacia la democracia y la reforma constitucional era promulgada con el apoyo del 77% de los votantes. Los Partidos Tradicionales alcanzaron el 91% del electorado, en tanto en la izquierda el Partido Comunista creció un 140% y el Partido Socialista cae un 34%. Dentro del Partido Colorado triunfó el batllismo con el 52% de los votos. Una vez que Baldomir entregó el mando a Amézaga, fue designado integrante del Directorio del Banco de la República, al igual que Gabriel Terra en 1938.
El trabajo principal de Amézaga era volver a  la democracia sin olvidar los postulados históricos del batllismo de transformaciones sociales y económicas con redistribución de la riqueza que permitieran la estabilidad social. Hay que cumplir con la plataforma  política de Amázaga que sostenía: “ Qué continúa el capitalismo individual para el progreso mientras no llegue a la injusticia” “Qué el Estado asegure a las masas, protagonistas de la producción de la sociedad industrial, su puesto en la participación de los beneficios”(AGN Caja 279, folio 109) pero lo que define el accionar del Gobierno de Amézaga es cunado en su discurso de asunción de mando cunado sustuvo “(…) industria, trabajo y economía con visión nacional representan intereses asociados y solidarios” El rol solidario correspondería al Estado que debería mediar en la solución de conflictos y se integraba, mediante múltiples comisiones a los distintos actores sociales, entre ellas la Comisión pro vivienda popular, la de exportaciones e importaciones. El Estado continuará con el rol de gran  empleador realizando infinidad de obras públicas, carreteras, aeropuertos y mejoras en las trasmisiones hidroeléctricas. Pero el principal logro por su trayectoria y proyección hasta la actualidad fue la creación de los Consejos de Salarios en noviembre de 1943. Que además de aplicar la teoría sistémica de Dunlop extendía los beneficios de licencia anual, salarios mínimos y la fijación del horario comercial en las 8 horas y más allá de esto horas extras. Los Industriales y Ganaderos no vieron bien este proceso. En 1945 se llevó adelante el Primer Congreso Nacional de Colonización organizado por la Comisión Nacional de Fomento Rural cuyo presidente era el batllista César Mayo Gutiérrez sostenía: “Haremos todo lo que podamos hacer en el sentido de levantar los índices de nuestra producción y logar colocarla de forma segura y más  con una justa remuneración y distribución de los beneficios, se basa en el supuesto de que no se estrangulará el intercambio internacional” En 1946 se promulga la ley que equiparaba los derechos civiles de la mujer a los del hombre incluyendo la administración de los bienes de la mujer casada y la patria potestad. No olvidemos que  es la continuación de los proyectos de Baltasar Brum y Enrique Rodriguez Fabregat. Los impulsos reformistas del primer batllismo continúan  ahora de la mano de Amézaga preparando el camino a Don Tomás Berreta caudillo tropero de Canelones que llegará de la mano del batllismo  a la presidencia de la República.
Ver:
Caetano, G., Rilla,J. Historia Contemporánea del Uruguay, Claeh-Fin de Siglo, 2005, Montevideo, Páginas 237 y siguientes.

Frega,A., Maronna, M, Trochon, Y. Baldomir y la restauración democrática.EBO 1987. Páginas 133 y siguientes.

Did Hiroshima Save Japan From Soviet Occupation? | Foreign Policy

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Truman and the Bomb | History Today

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martes, 4 de agosto de 2015

Partido Colorado Batllista: breve cronica de su Historia.Aspectos economicos y sociales.

La evolución política de Uruguay: la perspectiva colorada.

Este trabajo tuvo su origen en la invitación cursada por la Academia de Guerra  Naval de la Armada Nacional para presentar nuestra visión, la mía, como Colorado y Batllista.

Los orígenes.
Siguiendo al Profesor  José Rilla debemos recordar antes que nada que hay un campo extenso que vincula el pasado con el presente en el análisis histórico-político pero que en forma constante presenta límites y fronteras que determina la fidelidad o el apasionamiento de los hechos. Estos límites son la memoria de lo ocurrido que inevitablemente se va diluyendo con los años, el relato que incluye a los protagonistas y que es construido por los actores políticos de manera simbólica relatando lo que se cree que ocurrió. Finalmente la historiografía que si bien trata de estar exenta de pasiones y memoria no siempre lo logra.[1]
La idea de lo que podía ser un Partido Político, la función que debía cumplir era difusa en la primera mitad del siglo XIX. En esta dirección la publicación “ El Universal” del 24 de enero de 1933 sostenía en un editorial: “ No podrá decirse sino con suma impropiedad que haya existido nunca en el país un partido organizado de oposición al poder, consagrado a defender la libertad y los derechos del pueblo.[2] La idea de que pudieran constituirse organizaciones políticas con carácter permanente se enfrentaba con el concepto que se tenía de cuál debía ser la libertad del individuo. Se preguntaba Pivel Devoto ¿ Qué es un hombre que se declara o confiesa miembro de un partido? Respondiendo a esta cuestión el mencionado “El Universal” responde:” (…) La mayor parte de los hombres de partido ignoran absolutamente no solo el objeto de su jefe sino también de los medios en que se vale y a que contribuyen ellos mismos como ciegos instrumentos de sus caprichos”. El sistema político uruguayo durante todo el periodo de vigencia de la Constitución de 1830 fue esencialmente bipartidista. Sin embargo surgieron permanentemente pequeños grupos partidarios de vida efímera pero que contribuyeron profundamente en el debate de ideas entre ellos vale la pena recordar al Partido Radical y al Partido Constitucional. Se ha expresado ardorosamente el origen del bipartidismo a sus orígenes históricos en los enfrentamientos de los caudillos formadores y creadores de las divisas blanca y colorada.  Fructuoso Rivera fue determinante en el surgimiento del Partido Colorado y según Lincoln Maiztegui: “ Quedaba Fructuoso Rivera, pero el 2 de marzo de 1820 firmó un acuerdo con Lecor y se pasó al enemigo. Tenía la convicción de que Artigas había conducido muy mal la guerra, que estaba decidido a morir con las botas puestas, y el, pragmático como siempre, sabía que una derrota obliga a pactar si se quiere seguir luchando. Solo cinco años más tarde derrotaría a los ocupantes brasileños, luego de 1822 en Rincón y en Sarandí”[3] Fructuoso Rivera comienza a perfilar su pensamiento y el de Partido que funda escribiendo en una misiva : “voy adelante, mi deber es uno y mi misión la dicha de nuestra patria” O sea cumplir con el deber sin importar las consecuencias personales y sin ceder ante la negativa o incomprensión de sus contemporáneos. Esto el Partido Colorado lo define como la ética de la responsabilidad. Volvemos a la pluma de Lincoln Maiztegui para definirlo desde una perspectiva una partidaria: “ Más allá de la imagen casi angelical generada por sus partidarios, tuvo como idea central la libertad de su patria que defendió con Artigas frente a los españoles y portugueses con Lavalleja contra los brasileños, solo contra los intentos porteños de dividir las tropas orientales y contra la dictadura de Rosas, que pretendía, según su convicción, absorber la República. Heredó una fortuna y murió casi en la miseria. De enorme carisma, mujeriego empedernido y esposo tierno y gentil, sus errores,  crueldades  e intransigencias fueron las de su tiempo. La historia recoge su impar aportación a la génesis y consolidación del Uruguay, sus legendarias dotes de guerrillero y la creación de una de las dos grandes fuerzas políticas que construyeron el país. Ello lo convierte en el más fascinante de los caudillos orientales”[4]
La definición de los bandos.

De acuerdo a las consideraciones de Romeo Pérez, el nacimiento de las divisas se inscribe dentro del primer conflicto articulador de la política uruguaya. Este proceso tuvo que ver con el antagonismo trabado entre el prospecto político negador de los partidos - cuyo programa apareció con claridad en la Constitución de 1830-  y la acción caudillesca portadora de una concepción distinta del "hacer política", en la que se legitimaba directa o indirectamente la participación ciudadana en clave colectiva. La inadecuación radical entre el país legal y el país que desembocó finalmente en una temprana  consolidación de formación protopartidistas.
Durante la etapa que Juan E. Pivel Devoto ha llamado la definición de los bandos(1828-1838), blancos y colorados alcanzaron una primera configuración muy imprecisa y errática. Por encima de las afinidades ideológicas, primó, entonces, la conjunción coyuntural de intereses y propuestas. La tramitación particularísima de los liderazgos caudillescos.
Sin embargo, fue solo a partir de la Guerra Grande y de su hondo impacto comarcal que se produjo definición del contenido de las divisas. Blancos y Colorados se dividieron, entonces, ante el desafío de algunos de los principales dilemas del conflicto regional: desde la definición de fronteras a la confrontación en torno a los modelos modernizadores más aptos para el primer desarrollo autónomo de estas regiones, pasando por la controversia armada en torno a la adscripción territorial de las hegemonías caudillescas y sus séquitos.
A partir de algunos estudios en la materia de Romeo Pérez y Francisco Panizza, podría señalarse que "lo colorado" comenzó desde entonces a ser sinónimo de una relación privilegiada con el poder institucionalizado como instancia de construcción sociopolítica, un estilo de "hacer política" más contractual: la defensa de un modelo modernizador básicamente imitativo en el que se partía del reconocimiento del "afuera" principalmente Europa como "imágen constitutiva" y "mirada constituyente", la adscripción por último de una identidad más ciudadana e inmigrante.
Por su parte en una perspectiva analítica similar, "lo blanco" podría identificarse con la desconfianza frente al poder institucionalizado y una mayor adhesión al"llano como ámbito desde donde hacer la política", un estilo político más agonal y romántico: la defensa de un modelo modernizador más selectivo y autorregulado proclive a la afirmación de fronteras  solidas entre el "adentro" y el "afuera", la asociación privilegiada con el mundo rural y sus símbolos de índole más localista que cosmopolita.[5]
La Guerra Grande se convirtió en un cruce de caminos. Desde 1839, cuando el Gral Rivera declaró la Guerra a Rosas que era Gobernador de Buenos Aires y amigo de Oribe, hasta 1851 se desarrolló el conflicto más largo de nuestra historia. Desde 1843 el territorio uruguayo quedó dividido en dos: Montevideo gobernado por el Partido Colorado y va a recibir el nombre de Gobierno de la Defensa y al decir de Alcira Ranieri de Pivel Devoto, es aquí que: “ la divisa colorada se tiñe de ideología. Se convirtió en el símbolo de la defensa de la libertad frente a la tiranía de Rosas y la participación en la cruzada que había derribado al tirano. Un mito que ha sobrevivido al tiempo y que se invoca cada vez que se quiere reorganizar, revitalizar al Partido Colorado” Es durante esta fragua ideológica en que se van a establecer los fundamentos del batllismo, lo que podríamos definir como protobatllismo. Junto a los enfrentamientos por las diferencias políticas y económicas, el debate era por ideas. Los vínculos con Europa eran constantes y sus influencias llegaban y eran adoptadas en el Río de la Plata. Los liberales ponían el acento en la libertad y los derechos individuales de los hombres. La libertad de palabra y de expresión, de prensa, de reunión y de asociación eran los derechos fundamentales a defender.
La Impronta ideológica.
El Partido liberal de Montevideo se irguió como el bastión de las libertades frente a la dictadura rosista y se forjó los valores vertebrales de la colectividad colorada: el espíritu republicano; la sensibilidad social y la solidaridad; el deber del gobernante y la ética de la responsabilidad y el amor a la libertad y a la patria entendida como cosmopolita y universalista y no americanista. La presencia de Garibaldi fue fundamental sumando a los ideales anteriores un anticlericalismo que no debe entenderse como anti religiosidad que se tradujo en un temprano respeto por la laicidad y la separación de la iglesia y el Estado: “ El pensamiento republicano garibaldino fue fundamental para avanzar en la consolidación de la valorización de las virtudes propias de esta importante tradición de pensamiento en el Uruguay. La participación política, la austeridad en el tratamiento de la cosa pública, la sensibilidad social y la solidaridad, el supremo amor a la libertad y a la patria, entendida como plural y cosmopolita se suma un anticlericalismo(…) los hombres están llamados a ser iguales y hermanos”[6] Para el historiador José Pedro Barran: “ Los jóvenes liberales montevideanos y porteños no podían menos que sentir como suya la lucha de la burguesiá europea contra el absolutismo monárquico. Para ellos el escenario era el mundo y la lucha contra el despotismo tenía algo de universal. ¿Quiénes representaban en América la tiranía y pretendían hacernos retroceder al orden colonial, por medio de la intolerancia, el terror y la negación de los derechos individuales? La respuesta para estos jóvenes intelectuales, ligados mentalmente pero también por sus intereses a los emigrantes europeos residentes en Montevideo, no podía ser otra que la que fue: Rosas y su lugarteniente Oribe. Su triunfo  significaría el retroceso, el retorno al oscurantismo en que vivíamos antes de liberarnos de la tutela española, la derrota de la Revolución iniciada en mayo de 1810. La lucha entre unitarios y colorados coaligados contra federales y blancos era, entonces, una guerra ideológica”[7]
 Seguiremos en la búsqueda del protobatllismo siguiendo a Carlos M. Rama que sostiene:
  “El Uruguay no es una excepción al hecho generalizado de la historia social internacional, según el cual, en sus orígenes, el pensamiento social se produce independientemente de las masas, y que éstas asumen formas autónomas de organización.
El 23 de junio de 1837 el joven argentino Esteban Echeverría fundaba en la ciudad de Buenos Aires, de vuelta de un largo viaje a Francia, la llamada "Asociación de Mayo, donde hacía conocer en la sesión de 8 de julio del mismo año, su obra "Dogma Socialista de la Asociación de Mayo" de clara inspiración sansimoniana.
El 28 de mayo de 1837 llega a Maldonado el corsario italaino, al servicio de la República Riograndense, José Garibaldi, discípulo sansimoniano Barrault, y miembro de la "Joven Italia" de Mazzini.
El sitio de Montevideo reunirá entre sus muros a esos hombres, así como al argentino Florencio Varela y a una importante colonia francesa, bajo un gobierno que permitirá la libertad de cultos, y donde florecen las sociedades secretas al estilo europeo. Entre estos franceses se destacará el periodista Eugene Tandonnet, discípulo del socialista utópico francés Charles Fourier, a cuya memoria dedica el 10 de octubre de 1842 un número especial del periódico en lengua francesa que dirige "Le messanger francais".
Gian Battista Cuneo, nacionalista radical italiano, junto con José Garibaldi y Francisco Anzani, publica sucesivamente en la misma ciudad de Montevideo, y ahora en italiano, los periódicos L Italiano y después, como órgano de de la Legión Italiana, Il Legionario Italiano, donde se hacen conocer algunas de las nuevas ideas que circulaban entonces en Europa.
La misma mezcla de socialismo utópico con liberalismo radical, anticlericalismo y nacionalismo, tienen los libros de los chilenos Francisco Bilbao y Santiago Arcos, que asimismo se leen en Uruguay. Las nuevas ideas que expresan los socialistas franceses, Proudhon especialmente, son conocidas en el Plata, incluso a través de las traducciones hechas en España. En el Uruguay se refugian extremistas de la Revolución del 48 europea, especialmente italianos y franceses.
En tanto en el Uruguay se incorpora al sistema social de clases sociales abiertas. Este sistema, o estructura social, es el típico del capitalismo moderno, y posiblemente el Uruguay fue el primero de los países latinoamericanos, e incluso americanos, en ajustarse a los patrones.
En tiempo de la Guerra Grande el Uruguay, por una parte liquida las formas de trabajo esclavizado, que por lo demás nunca habían sido muy importantes, inicia la formación de un proletariado asalariado mediante la masiva inmigración europea, y participa del sistema capitalista entonces orientado por Inglaterra y Francia, tanto en el aspecto industrial como financiero y comercial.
La condición de esos primeros rudimentos de clase obrera, era por cierto muy distinta de la contemporánea. El tipo de producción favorecía especialmente a los pequeños talleres artesanales, aunque no faltan los grandes establecimientos industriales como el del francés Doinel, los saladeros, las líneas de transporte, la construcción necesaria a la expansión de la ciudad de Montevideo y otros centros.
Como es típico de prácticamente todos los países en que se instala el régimen capitalista, éste cumplía una explotación sistemática y profunda de su mano de obra. Son unánimes los testimonios de la época que se refieren a salarios de hambre, condiciones miserables de habitación, falta de garantías, difusión de enfermedades infecciosas, etc.”[8]
De Flores a Lorenzo Batlle con la crisis económica como mala compañera.
Durante el periodo de gobierno de Venancio Flores entre 1865 y 1868 se fundaron nuevos establecimientos industriales: en 1865 una fábrica de fósforos de cera; al siguiente año, el lavadero de lanas que los señores Irigaray habían fundado en el Paso Molino muestra un importante desarrollo. En ese mismo año José Buschental instaló un molino a vapor en su quinta a orillas del Miguelete. Comienzan a fabricarse ladrillos y baldosas y se instala la muebleria de Angel Giorello. La fabricación de pan volvió a reglamentarse bajo el gobierno de Flores. Una ordenanza de la Policía de Montevideo dictada en 1867, restableció de régimen de 1847 estableciéndose que solo podría elaborarse pan de 4, 8 y 16 onzas de peso cada uno, debiendo además los panes llevar estampado el peso y la marca de su fábrica bajo el apercibimiento de abultadas multas. En esta época,  los productores uruguayos concurrieron a la Feria Mundial de 1867 obteniendo grandes premios en relación a nuestros productos agropecuarios, medalla de oro la fábrica Liebigs y el saladero de Cibils y Jackson.
Para 1868 el primer año de la administración de Lorenzo Batlle (1868-1872) y pese a la crisis financiera y política que vivió el país el número de establecimientos había aumentado nuevamente. Según los cuadros de administración de Patentes de Giro existían 7625 establecimientos, de los cuales 6.099 pertenecían a extranjeros un 80% y 1526 un 20% a nacionales- El gobierno de Lorenzo Batlle se vio dificultado por la crisis económica de 1868, cuyo antecedente se encuentra en la llamada "crisis del viernes negro", originada en Londres en mayo de 1866. El viernes negro según relata Otero Menendez
El tropezón bancario, en la ocasión, se origina en la declaración de quiebra de la principal entidad de descuentos londinenses, la Overend, Gourney y Cía realizada el 11 de mayo de 1866 y concretada al medio día y medio de ese viernes, que pasa por ello a ser conocido como “el viernes negro. El primero en su género, al menos con repercusiones en nuestra plaza financiera.
Cuando la noticia llega a Montevideo, lo que ocurre pasado que fue un mes, sufre una corrida el Banco Mauá dados los lazos de esta institución con el mundo inglés de los negocios – -
Aquí, en Montevideo, tal vez lo más importante respecto a este decreto de inconversión fue una carta remitida desde el campo de batalla de Paraguay, en la que el secretario del general Venancio Flores hace llegar en nombre de éste una fuerte crítica al gobernador delegado uruguayo y a su ministro de Hacienda en particular. Era Julio Herrera y Obes que, ya por entonces, buscaba con éxito acrecentar su capacidad de deslealtad hacia el servicio público con encomiable esfuerzo: las balas enemigas le pasaban cerca mientras redactaba la posición, según se ha consignado. Con el pasaje del tiempo Julio Herrera logrará culminar su dócil acatamiento al mero dictado de su interés personal y material – algunos todavía hablan de su espiritualismo[1] – y será quien administre como jefe de Estado la otra gran crisis que sufrió la República, la de 1890, también en beneficio propio y de algunos amigos. Varios de ellos grandes apostadores bursátiles, provenientes de Buenos Aires.
En 1866, como en la anterior ocasión, se suspende por seis meses la posibilidad de hacer efectiva la realización de los billetes por su valor nominal en oro. Al fin del plazo se retoma una cierta normalidad del mercado financiero.
Es exacto afirmar que la medida fue adoptada en pos de la sobrevivencia del Banco Mauá, al que para resolver favorablemente la corrida que sufría por culpa del circunstancial desprestigio de la plaza de Londres – la quiebra del Overend cuando el recordado primer “viernes negro” - sólo le quedaba el camino de obligar al gobierno a pagar sus adeudos con la institución y estar esta en condiciones de continuar con el capital líquido que le exigían sus compromisos inmediatos o ver declarada la inconversión en oro de sus billetes - el curso forzoso de la emisión monetaria como también se le llamaba. Los hechos ocurridos en el Banco do Brasil cuando su apresurada adolescencia deben haber recorrido los sueños del banquero, en esos momentos.
Demás está decir – como se sabe - que quien más incentivaba localmente la importada crisis era el Banco Comercial, entre cuyos integrantes se encontraban, como dijimos, especuladores perjudicados con la creación de entidades financieras.
La tercera declaración de inconversión fue la de diciembre de 1867, la cual es antecedente de la crisis que se disparará a mediados del año siguiente, a poco del inicio del gobierno del general Lorenzo Batlle. Coincidirá ésta con las diversas desgracias que se presentarán durante su gestión, de la que su mejor resultado – el del general Batlle - fue el haber podido cumplir el período presidencial indicado por la Constitución de la República. Que era lo mínimo que pretendía lograr y fue lo máximo que alcanzó. Circunstancia que no se repetirá hasta la administración encabezada por Julio Herrera y Obes (1890-1894). Los jefes de Estado que asumieron entre ambos no pudieron finalizar su mandato o fueron elegidos para completar el de otro.
En la primera gran crisis bancaria nacional, la de 1868, problemas financieros que se manifiestan en Londres con la Casa Baring Brothers – entidad financiera con una alta exposición en Argentina, que sufría las consecuencias de ello -, comenzaban a repercutir fuertemente en nuestra plaza.
Dicha institución británica estaba ligada a los orígenes de la Argentina independiente y a gobernantes de esos tiempos, en particular con Bernardino Rivadavia. Desde la época de Flores los bancos estaban autorizados a emitir papel moneda; la reglamentación establecía que la emisión no podía exceder el triple del capital del banco y que la conversión a moneda oro se podría exigir en cualquier momento. Este reglamento aumentó la emisión de papel moneda y agilizó la vida económica pero creaba la posibilidad de que un banco no pudiera convertir en oro su emisión, ya que este triplicaba su capital.
Para defender a los bancos de esta contingencia se habían dictado en 1866 y 1867 varios decretos de inconversión que impedían transitoriamente cambiar el papel moneda en oro.
La Crisis de 1868
 En 1868, poco después de asumir Lorenzo Batlle, se planteó en el país la crisis económica. El gobierno, para proteger la situación de los bancos, aprobó una ley de inconversión en julio de 1868 que estableció en curso forzoso del papel moneda por 20 meses más. El Parlamento se dividió en cursistas y oristas, según fueran partidarios o no de la inconversión. A pesar de la Ley de Inconversión, los Bancos de Montevideo y Mauá suspendieron los pagos a principios de 1869 y cerraron sus puertas por no estar en condiciones de hacer frente a sus obligaciones. El gobierno nombró una Comisión fiscal para verificar las operaciones de los bancos y defender los derechos de los depositantes. Paralelamente se produce el levantamiento de Timoteo Aparicio y el gobierno se vio obligado a concertar empréstitos por dos y por cuatro millones de pesos con la garantía de las rentas aduanera de importación.
La influencia del Gral. Lorenzo Batlle en su hijo don José Batlle y Ordóñez.
Según H.D: "El gobierno del Gral. Batlle fue probo y honrado. Al recibirse del poder tenía una regular fortuna, que halló asaz quebrantada cuando dejó la presidencia, detalle mas elocuente, por cierto, que largos panegiricos".Según Pivel Devoto, transcribiendo un aporte de un viajero francés: "El ministerio de la Guerra y el de las finazas están entre las manos de L. Batlle, espíritu iluminado, recto corazón. Educando en Francia, en la escuela de Sorezé conservó por nuestro país un sincero afecto. Jóven aún, fue llevado al poder sin buscarlo y sin ambicionarlo. Fue investido de dos ministerios por la confianza que inspiraba, y en ese doble destino, no le  abandonó la estimación pública. No hay en Montevideo quién no haga justicia a sus generosas cualidades, a sus leales intenciones" y lo define el propio Pivel Devoto de la siguiente manera:" Su labor había sido honesta, bien inspirada y no exenta de energía, a pesar de las influencias ineludibles que pesaron sobre él" El juicio del Cr. General de la Nación, don Tomás Villalba, en 1874 fue:" El Presidente Lorenzo Batlle había revelado siempre gran honradez, dentro del caos financiero en que se debatía el gobierno" Por lo tanto, la mayoría de los juicios sobre el padre de Don Pepe destacan la sinceridad, la confianza que irradiaba la persona del Gral. asi como su buena educación. La mejor enseñanza que recibió Don Pepe de su padre fue cuando este lo lleva a conocer al ilustre ciudadano Joaquín Suárez, a esa altura pobre , viejo y muy enfermo, cuyo paralelismo con la figura de Lorenzo era clara. A los 76 años el Gral. Lorenzo Batlle intervino en la Revolución del Quebracho con su hijo. En resumen los valores que le trasmite a su hijo fueron: honestidad, sinceridad, claridad, valoración de la cultura y la educación, un espíritu profundamente liberal y sobre todo el respeto a la libertad por sobre todas las cosas.[9]

Una insurrección Universitaria: La Revolución del Quebracho

“…Esas medidas deben buscarse preferentemente en la leal aplicación de los principios que sirven de base al movimiento revolucionario y que han hecho posible la aproximación de los partidos, proclamando(…) que la patria es de todos y que todos tienen derecho a compartir las funciones de los poderes públicos.”
(Carta orgánica de la Revolución del Quebracho suscrita en Buenos Aires el 27 de enero de 1886 por los ciudadanos Enrique Castro, José M. Arredondo, Lorenzo Batlle, Juan José de Herrera, Juan A, Vazquez, Gonzalo Ramirez, Martín Aguirre y Carlos Gaudencio)

En el año 1885 el desgaste del régimen del Gral. Santos era evidente. Se suman revueltas, denuncias de corrupción y el personalismo del propio Santos. Por otro lado existía una profunda restricción a las libertades públicas y la economía del Estado no toleraba más los despilfarros del gobierno. Los opositores eran los nacionalistas, el partido constitucional y ahora se suma el Partido Colorado. Era el momento de que se pueda producir un levantamiento  revolucionario multipartidario por encima de los sectores políticos. En Buenos Aires un comité revolucionario prepara el levantamiento con la esperanza de contar con el apoyo de la opinión pública en nuestro país y se afirmaba, además, por parte del  Gral. León Muñoz(combatiente a los 17 años) que muchos integrantes del ejército estaban comprometidos con el levantamiento, además que eran apoyados o por lo menos tolerados por el gobierno argentino y que contarían, incluso con una batería de artillería.

El comité revolucionario estaba integrado por civiles y militares. Eran sus miembros, los generales Lorenzo Batlle, Enrique Castro y José María Arredondo y los doctores Juan José de Herrera, Juan A. Vázquez, Gonzalo Ramírez y Martín Aguirre, se le debe sumar la figura del coronel Carlos Gaudencio. Se había determinado que en el caso de triunfar, el gobierno provisorio estaría integrado por los generales Lorenzo Batlle, Castro y Arredondo. La jefatura de las fuerzas revolucionarias la obtiene el Gral. Castro quién aseguraba el pasaje a la revolución de sus hermanos el general Gregorio Castro y el coronel Antolín Castro con soldadesca que harían posible el triunfo sin derramamiento de sangre. Suponen, además, que la plana mayor del ejército se plegaría a l movimiento.

Los efectivos de la Revolución fueron distribuidos en la Plana Mayor y  cuatro compañías. La Plana mayor tenía como jefe al teniente coronel Rufino Domínguez y mayoritariamente elementos universitarios: aparece como segundo jefe el sargento mayor Luis Rodríguez Larreta; ayudante mayor Juan Campisteguy; subteniente Claudio Williman; subteniente de bandera Alfredo Vidal y Fuentes; sargento primero Juan Cat. La primera compañía tenía por jefe al capitán José Batlle y Ordóñez, de 30 años y de segundo jefe al teniente primero Dionisio Trillo. De la segunda compañía era jefe el capitán Luis Melian Lafinur, con 36 años figurando en la misma Bernardo Berro, Carlos Travieso, Alfredo Nin Reyes, León Muñoz, Manuel Quintela, Saturnino Alvarez Cortés. La Tercera compañía era jefe el capitán Juan A. Smith y de la cuarta el capitan  Felipe Segundo.

Entre los ciudadanos que intervinieron encontramos a Gonzalo, José Pedro, Octavio y Carlos María Ramírez, Luis Batlle, Eugenio Garzón, Luis Romeo, Javier de Viana y Mateo Magariños. Los revolucionarios fueron transportados desde Buenos Aires por embarcaciones de la Prefectura Marítima Argentina hasta el vapor Litoral con el cual remontan el Río Paraná y se instalan el 22 de febrero de 1886 en las cercanías de Entre Ríos. Se arman con fusiles Remington y se uniformizan  con vestimenta azul con vivos rojos. El 28 de marzo desembarcan en la barra del arroyo Guaviyú. ¡300 hombres con solo 150 caballos. El 31 se produce el enfrentamiento con las tropas del gobierno en las cuchillas de las Puntas de Soto, en las cercanías del Arroyo Quebracho, siendo fácilmente derrotados por los experientes soldados del gobierno que sumaban cinco mil efectivos. El comienzo fue sanguinario siendo los revolucionarios lanceados y sableados por  las caballerías del gobierno. Ante esta situación el Comandante Domínguez se dirige al galope  hacia donde se encuentra el jefe de las fuerzas adversaria Coronel Villar, solicitándole que ponga fin a la matanza de vidas jóvenes y valiosas. El General Máximo Tajes, con su Estado Mayor aparece en el campo de combate y ordena que la garantía de vida era el ser oriental. Tajes ordena “ ¡Cuidado! ¡pena la vida del que atente contra un prisionero!¡El nombre de Oriental debe ser garantía de vida para los vencidos!
Estas instrucciones se las había enviado Santos, en su carácter de General en Jefe de las fuerzas de mar y tierra de la República, para cuyo cargo había sido designado por el Presidente Vidal. El telegrama que había enviado Santos decía: (…)Entre los enemigos, mercenarios en su mayor parte incluso el que los comanda, hay, sin embargo muchos jóvenes orientales, que engañados por su inexperiencia, han ido a ingresar en filas de los traidores a la patria. Venzámosla, si, pero vencida, salvémosla, que la sangre de los orientales es demasiado preciosa para que sea vertida por sus hermanos(…)Recomienda muy particularmente a todas tus tropas que se tenga la mayor consideración con nuestra juventud, que el grito de <soy oriental> sea una coraza invulnerable para el que lo exclame” Te saludo Máximo Santos. Sin embargo, a continuación y en carácter cifrado ordena a Tajes “ Darás en la cabeza sin compasión ninguna a los del comité, a esa canalla de Arredondo, los Ramírez, el Aguirre, los Larreta; si no volveremos a empezar con las mismas dentro de seis meses o un año y es preciso acabar con esto”
El 6 de abril llegan a Montevideo 639 prisioneros siendo alojados los heridos en el Hospital Maciel y el resto en el cuartel del Quinto de Cazadores.
A la mañana siguiente, Santos ordena a los prisioneros formarse en la Plaza de Armas, Santos vestido de Civil saluda a los prisioneros y convoca a Garzón y a Tajes y les informa que están todos los prisioneros en libertad, homenajeando en ellos a Eugenio Garzón y al extinto coronel Francisco Tajes.
Si observamos detenidamente la composición de la conducción de la revolución encontramos:
Ex presidentes: Lorenzo Batlle.
Futuros Presidentes; José Batlle y Ordóñez, Juan Campisteguy y Claudio Williman
Ex rectores de la Universidad: Dres Gonzalo Ramirez y José Pedro Ramírez
Abogados, profesores y estudiantes de la Facultad de Derecho: Carlos María Ramírez, Luis Melián Lafinur, Saturnino Alvarez Cortez, Luis Romeo Burgues, Mateo Magariños Veira.
Médicos: Alfredo Vidal y Fuentes, Manuel Quintela.
Jóvenes estudiantes de derecho: Mario L. Gil, Juan Zorrilla de San Martín, Juan Andrés Vazquez, Juan José Herrera, Teófilo Daniel Gil( uno de los mártires de la Revolución, muere en el Quebracho) Segundo José Posada(otro de los mártires universitarios muere en el quebracho)  Juan Pedro Sampere( Martir universitario fallece en el quebracho) Carlos A. Berro, Salvador T. Milans, Ricardo Julio Areco, Ildefonso García Lagos, Martín Aguirre, Eusebio Conlazo, Aureliano Rodríguez Larreta, Pablo de María, Domingo Aramburu.
Como conclusión podemos afirmar (Luis María Delio Machado) que la Generación del Quebracho fue la generación de jóvenes que, nacidos entre 1850 y 1860, en su mayoría universitarios, ateneístas y antimilitaristas   fueron compañeros de generación de José Batlle y Ordóñez cuya actuación fue destacada por integrantes revolucionarios de filiación blanca. Javier de Viana sostuvo “pocos oficiales fueron más justamente queridos por sus soldados que el teniente Batlle; amigo siempre y ante todo, jamás olvidó que mandaba compañeros y nunca pensó en ser un oficial santista con amplio derecho para apalear soldados, como lo hizo más de uno”
Sin embargo, la revolución derrotada en el campo de batalla, renace victoriosa en la opinión pública y que según Barran fue la revolución de la juventud universitaria del Quebracho,  que preanunciaba el retorno del civilismo.[10]




Las ideas de Prudencio Vázquez y Vega

El Dr. Vázquez y Vega pertenece a la generación del segundo periodo racionalista, que, politicamente, se definen después del motin del 75, e implicito, durante el gobierno del Coronel Lorenzo Latorre. Esta promoción de juventud política se ubica entre los siguientes parámetros de ideas:
Filosóficamente viene de la formación espiritualista que asimila la corriente racionalista. Literariamente, presentan mayores matices desde las manifestaciones renacentistas de materialismo y y naturalismo, romanticismo o positivismo realista. El krausismo que impregna a Vázquez y Vega intelectualmente tiene un ambiente de influencia en América. El sistema de Karl Krause deriva de Kant en la ética levantada sobre la base de su razón práctica. En general el punto de partida del idealismo romántico admite la existencia del ser desligado de las concepciones divinas y con capacidad para manifestarse por sí mismo. Por lo tanto al existir el hombre desde la idea posee los elementos suficientes para darse una organización política adecuada como en el Contrato Social de Rousseau. Este será entonces el mecanismo de la concepción universal del deber, el legislador supremo de todos los actos y sus consecuencias que justifican en definitiva la autonomía y vigencia de la libertad. Es el caso del reconocimiento de la libertad de la voluntad. La Ley moral lleva a concebir la igualdad de todos los hombres frente a la categoría de la libertad. Por lo tanto según esta concepción la política esta subordinada a la moral y, por reflejo, a un estado de derecho que protege la libertad racional. Esta ética kantiana, Krause la une a una concepción deísta, vale decir que, en un mundo concebido por dios, el hombre tiene fuerzas superiores para producir por sí mismo el contrato entre el estado y la sociedad. Esta era la carga doctrinal y filosófica del Dr. Prudencio Vázquez y Vega cuando asume su responsabilidad al adherir al "Manifiesto del Partido de las Instituciones Libres".
En carta dirigida a José Batlle y Ordóñez le hace notar la necesidad de afiliarse a un partido, porque es la única forma de actuar en política, aunque el programa partidario no ofrezca en su totalidad las aspiraciones programáticas de ideales positivas. Don Prudencio admite que él, constitucionalista hubiera realizado un programa diferente sin excluir el derecho a la revolución y facilitar la comprensión de un mayor número de adherentes. Fue sugerido para la dirección de la representación del Partido Constitucional en Cerro Largo. Su designación fue comunicada el 15 de mayo de 1881, los documentos se publicaron en "La Revista de Melo" del 19 de mayo de 1881: " Esta Comisión ha nombrado al Dr. Prudencio Vázquez y Vega para que la represente en el seno de la Directiva del Partido en todos los actos políticos delegables que demanden el concurso de la opinión de la colectividad(...)"Prudencio fue más un conferencista y docente que escritor, desde el punto de vista filosófico lo más importante lo encontramos en su Crítica a la moral evolucionista en su conferencia realizada en el Ateneo del Uruguay el 24 de setiembre de 1881, allí se define como partidario del libre examen afirmando que "toda definición y toda teoría de la moral, entraña, con especialidad la idea de un propósito o de un fin al que deben tender todas las acciones humanas(...) paralelamente a la corriente positivista que  se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria que es necesario combatir" Este es uno de los fundamentos que utilizará posteriormente el reformismo batllista en su concepción de justicia social.[11]

 Orígenes intelectuales del batllismo: Krausismo.

Krause es uno de los teóricos más influyentes en nuestro país y sus ideas tienden a armonizar los fines individuales, siendo el Estado el que lo debe llevar adelante. Siendo el Estado una forma exterior de justicia su función es: "(...) asegurar a los ciudadanos las condiciones para cumplir libremente la totalidad de su destino; pero las condiciones exteriores de libertad y de mérito moral, las intimidades de ánimo y las potecias superiores del entendimiento y la voluntad estan fuera de su esfera y sobre sus medios. Bajo estos respectos el Estado puede solo dar las condiciones exteriores, puede concurrir a su modo, prestando derecho a la actividad de las otras instituciones relativas al destino humano; pero el Estado no puede fundar ni dirigir la vida interior de estas instituciones. Hasta aquí no alcanzan las leyes ni los medios políticos; éstos pueden impedir y hasta destruir fuerzas materiales; pero no tocan el espíritu, ni al ánimo. El Estado cuida de que no impida a los ciudadanos la prosecusión y cumplimiento de su destino individual y social, sino más bién que todo preste condición favorable para este fin, y con esta idea aspira a convertir las relaciones sociales en un sistema de recíproca condicionalidad humana. Pero lo que el hombre interior puede y debe realizar en sí, su cultura en ciencia y arte, en moral y religión, debe al Estado dejarlo a la libertad y a las influencias espontáneas, las sociales y exteriores, como las individuales e interiores sobre el hombre"
Este pensamiento es mejorado y complementado por Ahrens, al denunciar una sucesión de problemas en la definición de la doctrina liberal clásica que va a ser solucionada por la intervención del Estado. Para Ahrens el Estado es una institución que debe buscar el desarrollo social por lo que en una visión extrema el Estado puede ser empresario, agricultor, industrial, etc.. Por lo que, siguiendo a Ahrens, el Estado podrá proporcionar los instrumentos legales que fomenten el desarrollo de la sociedad civil, ya sean estas civiles, industriales o  educativas. Pero su intervención deberá ser limitado por la propias iniciativas que las asociaciones determinen: "El Estado(...) no es una institución de simple policía, de seguridad y de protección; sin extralimitarse de su propio objeto, puede y debe ayudar al desarrollo social, puede y debe facilitar por medidas legales la constitución y la acción de todo género de asociaciones(...) Para Krause y para Ahrens la justificación del intervencionismo estatal en distintos campos de la realidad social, tiene su fundamento en la unidad y organicidad de la vida, o sea fundamentando la importancia del Estado asistencialista o benefactor y finalmente en la legitimación de las empresas públicas. El propio Ahrens sostenía: " El Estado ya no es una institución de simple policía, se guridad y de protección(...) puede y debe ayudar al desarrollo social, puede y debe facilitar por medidas legales la constitución y la acción de todos los géneros de asociaciones(...) por los objetos de consumo y por la producción común"  El fin último de la institución Estado debería ser, entonces, la realización moral de los fines del ser humano. La tutoría del Estado está fundada en la naturaleza del hombre, entendido este como individuo y como humanidad la protección de aquello a que debe su ser. El proteccionismo que el Estado deberá desarrollar, a diferencia de la visión liberal abstensionista e indiferente, la reconstitución  del equilibrio social. El liberalismo como sostenía Ardao llegó a constituirse como una conciencia nacional en el Uruguay del 900. La denominada construcción de la fe en el Estado se la debemos a Karl Krause, filósofo postkantiano y fueron difundidas por obras de Heinrich Ahrens y Guillaume Tiberghien que representaban la corriente belga del krausismo.
Las primeras alusiones de esta filosofía fueron realizadas por Carlos María Ramírez en el curso de Derecho Constitucional a aprtir de 1871 en la Facultad de Derecho. A partir de 1878 fue la filosofía oficial de la cátedra de Derecho Natural y la figura más representativa fue Prudencio Vázquez y Vega. También Domingo Arena fue influido por Krause, aunque se definía como "socialista importado y sin programa".[12]

El batllismo según Giudici y González Conzi.
"El batllismo, después de señalar la existencia de graduación infinita de posiciones económicas entre la burguesía y el proletariado, apoya su acción más en el sentido moral de los hombres que en su posición económica. Y no hace, ni podría hacer, un llamado excluyente a determinada clase social: convoca a todos los hombres que amen la libertad y la justicia, hállense donde se hallen, para establecer un régimen de justa distribución de la fortuna social. Así integrado, el batllismo utiliza la democracia como medio de acción. Los procedimientos revolucionarios están buenos para los gobiernos absolutos que niegan todas las libertades. "En las repúblicas, el obrero tiene el voto que es la fuerza que fácilmente puede realizar sin una gota de sangre y sin una lagrima, las más justas aspiraciones del proletariado", dice Batlle. Y con el voto por arma, los más fuertes, los que tiene la victoria en sus manos, los seguros vencedores son los desheredados: porque son los más. (...)El pueblo directamente, o sus representantes, reducidos a simples ejecutores de la voluntad popular gracias al mandato imperativo, irán realizando las reformas. La vía parlamentaria o la vía directa son las que adopta el batllismo en su acción política. Gracias a la labor legislativa, el batllismo responde a las necesidades de cada momento histórico con reformas inmediatas que no son un fin en sí mismas sino un medio de alcanzar la reforma última. En efecto: el batllismo fundamenta la eficacia de la acción legislativa en este axioma: una mejora cultural, moral o económica de la multitud provoca en ésta un sentimiento de desconformidad que genera a su vez un deseo de nuevas y más grandes mejoras. El legislador ya no puede detenerse. Nuevas exigencias del pueblo provocarán nuevas reformas. Y así hasta la última.

El batllismo es, pues, una tendencia netamente reformista: una primera reforma prepara una segunda, y ésta a su vez una tercera, y cada una apoyándose en la anterior y derivando de ella; no brusco o repentino cambio, sino gradual transición. De esta manera, todo se alcanza sin perturbar el equilibrio social, paulatinamente, en un movimiento progresivo rítmico, las conquistas se irán sucediendo, una tras otra, hasta la última. Sin violencias ni sacudidas. Armoniosamente.

El batllismo persigue como solución final el desplazamiento hacia la sociedad de los medios de riqueza. Este desplazamiento de manos particulares a manos de la colectividad se hará gradualmente. Se hará respetando la libertad del trabajo y el derecho de propiedad privada producto del trabajo. "La unificación de una industria y el establecimiento, por tanto, de un monopolio particular y, en consecuencia, perturbador en injusto, dice Batlle,es  lo que constituye la posibilidad, con otros medios, de aquella paulatina transformación"
Con la nacionalización de algunos servicios públicos e industrias( y no se han nacionalizado todas por falta de una mayoría electoral) ya se hadado un gran paso: ellos representa el apoderamiento por la sociedad de útiles de trabajo hasta entonces en manos de particulares.
en cuanto a las industrias, serán monopolizadas por el Estado cuando ellas hayan sido monopolizadas, o estén a un paso de serlo, por un particular o por un pequeño número de particulares. Por el Estado que, para el batllismo, no es más que la sociedad organizada jurídicamente. Lo mismo acontecerá en el suelo.
Y así el batllismo alcanzará la finalidad última. Habrá establecido entonces totalmente la libertad del trabajo, que no existe hoy en los servicios que no pueden prestarse sin autorizaciones especiales. Y habrá respetado la propiedad privada producto del derecho y la justicia"
El reformismo batllista según Enrique Rodríguez Fabregat.

Los pasos reformistas.
La Reforma Constitucional, verdadera transformación institucional de forma y entraña cuyo planteamiento Batlle renueva en seguida de asumir por segunda vez el gobierno, inaugura un intenso período de lucha. La lucha cobra de inmediato violencia, pero sobretodo calidad. Batlle no es un reformador de trastienda de los que elaboran Constituciones ocasionales. No ofrece panaceas reformistas de aquellas que traen un articulo transitorio en beneficio del reformador.La Constitución que Batlle proyecta es, acaso, la primer Constitución hispanoamericana original, no proviene ni de comentaristas ni de teorizantes. Batlle vio y estudió "en el lugar" los diferentes regímenes de Europa. Hasta entonces, eran las instituciones inglesas las que cautivaban a los ensayistas, conjuntamente con el modelo norteamericano.Para Batlle las instituciones inglesas eran adaptables al Imperio británico y eran un poco alejadas para nuestra realidad. El parlamentarismo francés tampoco lo deslumbró debido más que nada a los problemas de las Tercera República. Lo obsesiona cuanto signifique en lo teórico o en lo práctico la disminución de las facultades del poder central. Desde Suiza le escribe a Domingo Arena: "Imagínese que aquí nadie sabe quién es el gobierno". Las Constituciones latinoamericanas tienen como propósito robustecer el Poder Central. Así fue también en los Estados Unidos.
Planteada la reforma, Batlle, el reformador, propone:

A) Democracia Política.- Supresión de la Presidencia de la República, Institución del Gobierno Colegiado. Parlamento que si se quiere puede ser bicameral. Autonomía de las comunas. Voto directo, Voto secreto. Representación proporcional.

B) Democracia Económica.-Potestad superior del Estado sobre la actividad social. Creación y ampliación del dominio industrial del Estado. Organización autónoma de los Cuerpos Técnicos de dirección para las actividades técnicas. Intervencionismo del Estado sobre aprovechamiento individual o de empresa de los rendimientos del trabajo. Lucha anti imperialista, Nacionalización de todos los servicios públicos de interés social. Plan estatal de colonización. Régimen bancario del Estado. Sustitución de las concesiones al capital financiero internacional por Monopolios del Estado.

C) Democracia Social.- Leyes obreras. Seguros de trabajo e invalidez. Enseñanza Secundaria , Preparatoria y superior gratuita en todos sus grados. Organización de la Universidad del Trabajo y funcionamiento de las Escuelas Industriales en las diferentes regiones del país. Leyes sociales. Divorcio. Igualdad absoluta de derechos entre hijos legítimos y naturales. Respeto de los Derechos del Niño. Acceso de la mujer a las carreras liberales, a las funciones públicas, a los cargos políticos. Voto de la mujer. Seguro de la vejez. Salario Mínimo. Estado laico. Separación de la Iglesia y del Estado. Absoluta libertad de cultos y de ideas.

Batlle se opone de este modo a la liberal -democracia vacía e individualista, poniendo al Estado como regulador. En definitiva la reforma de un Estado Económico que para Batlle significaba alcanzar un Estado Moderno.[13]
Anarquismo, Arena y la defensa de los desposeídos.

Es inevitable que surjan sentimientos encontrados en el espíritu humano en relación a la autoridad, lógicamente el deseo de ejercerla para disfrutar de los privilegios que se derivan o la resistencia más o menos consciente cuando la ejercen los demás. En las sociedades superiores el gobierno se debe ejercer con el objetivo del interés común, es allí cuando los individuos renunciamos con agrado a nuestra prerrogativas, a cambio de beneficios recibidos como efecto de las limitaciones impuestas a los demás.
Arena va a reclamar la integración de los trabajadores a la nación, procurando que tengan las armas legales, ideológicas y culturales para enfrentarse con los sectores conservadores terratenientes y comerciantes de la sociedad montevideana de comienzos del siglo XX. No como un planteo de lucha de clases, sino de reformismo ideológico y legal con el objetivo de lograr la igualdad social.
Sostenía Arena: “ Mis hermanos de ayer, mis protegidos de hoy” que enseñanza en una sola frase para tantos jóvenes políticos actuales.
El accionar batllista, respecto del movimiento obrero es la clave del apoyo que los sectores populares y obrero prestan a Batlle. Los artículos del diario El Día, los discursos parlamentarios de Domingo Arena, están condensados en una serie de publicaciones como “Batlle y los problemas sociales en el Uruguay” sobre el mismo dice Domingo Arena: “ Los artículos son un caso típico de la colaboración de dos: inspirados por Batlle, escritos por mi, corregidos por él. De los discursos puede decirse substancialmente lo mismo.  En 1913 Batlle había vinculado la campaña en favor de sus apuntes colegialistas con el voto pro-colegiado de los obreros, y su argumento era que los que eran socialistas en otros países debían ser  colorados en Uruguay. Era, según Batlle, el único partido que podía realizar las mejoras de la calidad de vida del trabajador y que la postura socialista era utópica y soñadora. Ante la pregunta de Pedro Manini Ríos de " ¿Somos colorados o somos socialistas?" Domingo Arena, en una entrevista realizada por el Diario Socialista "La Vanguardia", sostuvo que "somos socialistas sin programa". Luego en El Día sostuvo que no había entre colorados y socialistas una oposición frontal de principios debido a que el Partido Colorado realizaba lo que los socialistas programaban.
A modo de conclusión:
“Domingo Arena estará inserto dentro de las concepciones del anarquismo
pacifista. Tanto para Tolstoi como para Gandhi, la violencia genera
violencia. Del callejón sin salida de la violencia solo se puede escapar
con el triunfo de la conciencia, con la liberación de la propensión natural
de la gente a la cooperación y el amor mutuo. En “ La Ciencia Moderna y
la Anarquía” el príncipe Kropotkin define al universo como materia en
perpetua y libre evolución. Arena le exigía al Partido Colorado una
constante captación de los nuevos fenómenos ideológicos, reclama la
comprensión de sus correligionarios más conservadores afirmando que el
futuro del partido está en el contacto y la vivencia de las ideas avanzadas,
el que mejor las comprendiera tendría una ventaja de años sobre sus
oponentes. Significaba, entonces, un partido en constante evolución. No
renegaba Arena de las tradiciones partidarias, la justicia, la solidaridad y
la concepción liberal que marcan al Partido colorado, pero entendía que
todo lo concreto y aplicable de las corrientes ideológicas reformistas
debía ser tomado:”
“ El Partido Colorado tiene una magnífica tradición, pero eso no basta. El Partido que se fía demasiado en su tradición puede correr la suerte de esos nobles que fían demasiado en sus pergaminos. El escenario de la democracia se ensancha día a día. Día a día entran en juego fuerzas nuevas, aspiraciones nuevas. Satisfechas las ansias de libertad e igualdad empiezan a dar su nota dominante las ansias de mejoramiento (...) De ahí nuevos horizontes que es necesario escudriñar si no queremos extraviarnos; de ahí nuevas etapas que es necesario correr y correr de prisa si no quedarnos rezagados. ¡ La política como la ciencia, debe de estar en perpetuo movimiento si quiere responder a las necesidades de todos los momentos, y el Partido Colorado que no debe dejarse vencer(...) tiene que estar constantemente alerta, en perpetua vibración(...) Su programa tiene que ser vivo(...) Y si quieren no crean que a su costa el partido liberal y el partido socialista, debe ser tan liberal como el partido liberal y asimilarse todo lo humano, todo lo práctico, todo lo realizable, todo lo que no sea una utopía del partido socialista.”
Esa conjunción de los principios tradicionales, éticos e ideológicos del
Partido Colorado más las nuevas corrientes aplicadas a nuestra sociedad,
producen un desbloqueo político trascendente dando origen al Uruguay
batllista. El Uruguay emergente de estas ideas va ser reformista social
con eje en el estado. Esa concepción podría definirse como liberal-social
y modernamente en nuestro país como batllismo.
Centenares de militantes, incluso de primera línea del sindicalismo, el socialismo y especialmente el anarquismo se incorporaron a los partidarios de Batlle.
El batllismo como ideología y modelo a seguir.
 La discusión entre ser Colorado o ser batllista resulta interminable y por momentos decepcionante. Para Don Pepe el tema nunca fue un problema, nunca acepto que se pudiera ser batllista sin ser colorado y siempre se sitio depositario de las tradiciones de Don Frutos, de la Defensa, de Flores y puso un fuerte énfasis sobre estos puntos luego de la derrota del batllismo en 1916. Sin embargo cada vez que ocurre un cisma o una lucha interna se marca claramente las diferencias por ejemplo Manini Ríos y su Partido Colorado General Fructuoso Rivera o Feliciano Viera con el Partido Colorado Radical o Julio María Sosa con el Partido Colorado por la Tradición y Muchos que se consideraban batllistas y no colorados como Grauert, Michellini y Alba Roballo. Desde el punto de vista histórico es imposible comprender la evolución del batllismo sin vincularlo con los hechos y personajes que construyeron la tradición partidaria desde el Siglo XIX. Comenzaremos a buscar las raíces filosóficas con el espiritualismo eclectico.

La corriente filosófica del espiritualismo sostiene que el mundo se encuentra integrado en su fondo último por lo espiritual lo que que le da certezas  le permite reflexionar sobre lo inmaterial. En tanto el eclecticismo como doctrina toma lo mejor de las doctrinas que lo preceden. El espiritualismo ecléctico combina ambos pensamientos. En nuestro país fue introdicudo por el francés Victor Cousin mediante los textos de Eugene Geruzez.
Victor Cousin(1792-1867) parisino, concibió la historia como fases o etapas del espíritu y su conformación se logra a través de la historia de la filosofía. Era el filosofo oficial de Luis Felipe y logró una gran influencia en la evolución filosófica francesa del siglo XIX.
Esta corriente fue difundida en nuestro país por la Universidad de Montevideo que había sido establecida en 1849, y siguió las líneas del pensamiento imperante en toda latinoamérica. José Luis de la Peña fue el catedrático de filosofía que llevó adelante esta cátedra, el texto que utilizaron los jóvenes estudiantes de la época fue el Curso de Filosófía de E. Geruzez, que era el mismo que Francia utilizaba durante el período de auge de Victor Cousin. Este manual se encontraba organizado en: psicología, lógica, moral y teodicea, como era muy claro en sus conceptos fue un éxito en los ambientes intelectuales tanto franceses como uruguayos.
El representante académico más importante del espiritualismo en el Uruguay fue el Dr. Plácido Ellauri, hermano de de José  y ejerció su cargo hasta que 1877 fue destituido por el Coronel Lorenzo Latorre, su producción se basó en tareas de aula, sin embargo quedó como producción material un manual cuyo título era: Gramática general y retórica. Según Ardao este manual sostenía, no de un modo original que "el espiritualismo como doctrina reconocía en el espiritu tanto las ideas, el pensamiento, como un poder activo, libre y personal creador de la materia y el mundo" En la moral consideraba, Ellauri, al eclecticismo como la corriente que era capaz de servirse de todos los sistemas de pensamiento anteriores para sacar de ellos lo más importante. El propio Ardao sostiene como influyó en la política nacional: "El pricipismo uruguayo no hubiera sido seguramente posible, con los perfiles históricos que asumió en el terreno de la acción cívica, sin la concepción del universo y de la vida proporcionada por la filosofía espiritualista de la época, sin su absolutismo ético, basado a priori en la metafísica de Dios y el libre albedrio que daba un imperioso sentido trascendente a la personalidad humana. Nuestra grandilocuencia principista estuvo presidida por la figura de Victor Cousin(...) y difundida por Plácido Ellauri"(Ardao,A. Espiritualismo y positivismo pág,39-41. Esta corriente se vinculó con el racionalismo, que fue el origen del libre pensamiento y la tendencia antidogmática que se va a desarrollar `posteriormente. La consecuencia fue generar un espíritu cristiano que niega la Iglesia Católica como dueña hegemónica de la espiritualidad. El racionalismo metafísico fue la bandera contra la Iglesia. Esta, además, influye directametne en el laicismo, cuyo protagonista fue la Sociedad de Amigos de la Educación Popular y el antecedente directo fue el Club Universitario de tendencia espiritualista.
En la década de 1870 todavía era un corriente muy fuerte, hasta la década de 1880 tiene su momento de auge el positivismo generandose durísmos debates que involucran a Mariano Soler, Julio Herrera y Obes y Prudencio Vázquez y Vega. Julio Herrera y Obes publica "Crisis de la filosofía" siendo la suya una de las defensas más fuertes del espiritualismo realizadas en El Ateneo. Pofr supuesto que cuando asume la presidencia a partir de 1890 genera un retorno del espiritualismo a la Universidad en época de apogeo del positivismo. Julio Herrera y Obes fue el último defensor de esta corriente desde la política.
Prudencio Vázquez y Vega con la publicación de una serie de artículos titulados "La base de la moral emana de la ley eterna del deber". Lo más trascendente dsesde el punto de vista filosófico lo encontramos en su " Crítica de la Moral Evolucionista" conferencia dictada en El Ateneo el 24 de diciembre de 1881 y sostuvo:"(...) toda definición y toda teoría de la moral, entraña, con especialidad, la idea de un propósito o de un fin al que deben tender las acciones humanas(...)El imperativo categórico de la conciencia, he ahí el sentimiento más extraordinario e importante del orden moral(...)paralelamente a la corriente positivista que se ha producido entre nosotros, se ha desarrollado una corriente egoísta y utilitaria que es necesario combatir" Estos conceptos marcaron a la generación de la cual era integrante el jóven José Batlle y Ordóñez.
La tradición del Partido Colorado es de libertad y de justicia. Sustento estos principios en la Defensa; combatió por ellos, con Venancio Flores, contra los enemigos de adentro y de afuera, fueron sus hombres los que más rudamente atacaron las tiranías. La constante adaptación a las necesidades de cada momento de la vida nacional; la continua renovación de sus valores históricos e ideológicos, completan su tradición. Esta podría definirse así: adaptación incesante del concepto tradicional - libertad y justicia- a las necesidades de cada época.
El batllismo, que es el verdadero Partido Colorado, tiene, pues, esa tradición. Nació luchando por la libertad, y su gran obra realizada y sus propósitos bien definidos del presente se apoyan en aquellas tendencias tradicionales para establecer el nuevo régimen en el que, total y definitivamente triunfen la libertad y la justicia.
Es el batllismo quien mantiene firmemente la tradición colorada porque, obedeciendo a la ley histórica del Partido, realiza una revisión completa de los valores para establecer la libertad de los oprimidos y la justicia para todos, acomodando su acción política a los reclamos de la hora presente.
La tradición de libertad y justicia vincula, pues, a todos los batllistas, ya que la acción del Partido- como lo dice su programa- se apoya en esas tendencias históricas, en general. No puede originar divisiones, por lo tanto, aquellos que debe ser razón de estrecha solidaridad. Cada afiliado está en el perfecto derecho de criticar uno o más hechos históricos del Partido, si a su juicio ellos contrariaron la justicia o la libertad. Más aún; siempre que un afiliado se apoye en los principios tradicionales de libertad y justicia puede atacar casi totalmente el pasado del Partido. Demostrará  ser así más tradicionalista que los que aceptaren en toda su integridad aquel pasado, sin haberlo sometido a examen.(...)Batlle que es el que más ha hecho en la República por la libertad y la justicia es por eso el más tradicionalista de los Colorados. Y las generaciones venideras que inspirándose en Batlle y siguiendo su ejemplo den termino a la obra por él comenzada serán la síntesis misma de la tradición del Partido Colorado, implantando un régimen social en el que reinarán sin trabas la libertad y la justicia : " Sostener que un pueblo debe luchar por establecer la justicia y la libertad entre los elementos componentes y sostener que no debe luchar y prepararse para luchar en defensa de esa misma justicia y de esa misma libertad, es sencillamente absurdo" EStos puntos entre otros más que pore spacio nop odemos desarrollar aquí resulta evidente que el batllismo surge de fuentes de larga duración tomando aspectos y mecanismos de un forma de hacer política, una concepción estatalista de promover la legislación y por extensión a la nación.
Los pasos reformistas.
La Reforma Constitucional, verdadera transformación institucional de forma y entraña cuyo planteamiento Batlle renueva en seguida de asumir por segunda vez el gobierno, inaugura un intenso período de lucha. La lucha cobra de inmediato violencia, pero sobretodo calidad. Batlle no es un reformador de trastienda de los que elaboran Constituciones ocasionales. No ofrece panaceas reformistas de aquellas que traen un articulo transitorio en beneficio del reformador.La Constitución que Batlle proyecta es, acaso, la primer Constitución hispanoamericana original, no proviene ni de comentaristas ni de teorizantes. Batlle vio y estudió "en el lugar" los diferentes regímenes de Europa. Hasta entonces, eran las instituciones inglesas las que cautivaban a los ensayistas, conjuntamente con el modelo norteamericano.Para Batlle las instituciones inglesas eran adaptables al Imperio británico y eran un poco alejadas para nuestra realidad. El parlamentarismo francés tampoco lo deslumbró debido más que nada a los problemas de las Tercera República. Lo obsesiona cuanto signifique en lo teórico o en lo práctico la disminución de las facultades del poder central. Desde Suiza le escribe a Domingo Arena: "Imagínese que aquí nadie sabe quién es el gobierno". Las Constituciones latinoamericanas tienen como propósito robustecer el Poder Central. Así fue también en los Estados Unidos.
Planteada la reforma electoral Batlle propone:

A) Democracia Política.- Supresión de la Presidencia de la República, Institución del Gobierno Colegiado. Parlamento que si se quiere puede ser bicameral. Autonomía de las comunas. Voto directo, Voto secreto. Representación proporcional.

B) Democracia Económica.-Potestad superior del Estado sobre la actividad social. Creación y ampliación del dominio industrial del Estado. Organización autónoma de los Cuerpos Técnicos de dirección para las actividades técnicas. Intervencionismo del Estado sobre aprovechamiento individual o de empresa de los rendimientos del trabajo. Lucha anti imperialista, Nacionalización de todos los servicios públicos de interés social. Plan estatal de colonización. Régimen bancario del Estado. Sustitución de las concesiones al capital financiero internacional por Monopolios del Estado.

C) Democracia Social.- Leyes obreras. Seguros de trabajo e invalidez. Enseñanza Secundaria , Preparatoria y superior gratuita en todos sus grados. Organización de la Universidad del Trabajo y funcionamiento de las Escuelas Industriales en las diferentes regiones del país. Leyes sociales. Divorcio. Igualdad absoluta de derechos entre hijos legítimos y naturales. Respeto de los Derechos del Niño. Acceso de la mujer a las carreras liberales, a las funciones públicas, a los cargos políticos. Voto de la mujer. Seguro de la vejez. Salario Mínimo. Estado laico. Separación de la Iglesia y del Estado. Absoluta libertad de cultos y de ideas.

Batlle se opone de este modo a la liberal -democracia vacía e individualista, poniendo al Estado como regulador. En definitiva la reforma de un Estado Económico que para Batlle significaba alcanzar unEstado Moderno. La pregunta es de  que modo se puede honrar al batllismo hoy sin convertirlo en una etiqueta vacía de contenido.[14]




El Reformismo batllista.

Reformismo: Tendencia a promover el cambio más o menos radical de los modelos económicos, sociales y mentales dominantes sin recurrir a la violencia


El poder político de las ideas acapara la atención de la teoría política y social. Si pensamos en un sacerdote de  la Edad Media y el experto en informática contemporáneo conquistan su lugar de influencia en la jerarquía social por el poder de sus ideas. Para algunos teóricos la acumulación de destrezas y conocimientos por parte de los dirigentes de los Partidos Políticos determinan la formación de una casta oligárquica que convierten el ideal democrático en una utopía. Max Weber sostenía que no solo el conocimiento especializado desempeñaba un papel importante en lo político, también las ideas, los valores y las creencias son determinantes en la dominación social.
Los marxistas sostienen que no existe dominación sin ideología que las legitime, la lucha de clases se resuelve en el aspecto ideológico. Finalmente Foucoult será el que unifique el saber y el poder: " El humanismo moderno se equivoca, pues, estableciendo una división entre saber y poder. Está integrado y no se trata de soñar un momento en el que el saber no dependería más del poder, no es posible que el poder se ejerza sin el saber, es imposible que el saber no engendre poder"
Las ideas juegan un rol importante en el entramado del poder político, los individuos o grupos dominantes construyen y legitiman su predominio a partir de las ideas, Weber, Schumpeter y Duverger estudian la evolución de los partidos en la primera mitad del siglo XX. Va de suyo  que los partidos políticos tienen un importante papel en los procesos políticos: en Estados Unidos el sistema económico Keynesiano, en Alemania, Italia y la URSS los Partidos- Estado, en Uruguay la construcción del hombre nuevo mediante el estado benefactor del reformismo batllista.

El reformismo batllista. Continuación.

Los antecedentes los encontramos en los constitucionalistas de 1830 que creía que la mejor forma de construir una política nacional, civilizada y moderna era excluyendo a los caudillos de la Guerra de la Independencia de los cargos de representación. A partir de 1847, durante la Guerra Grande, los doctores del Partido Colorado desterraron al General Rivera que era el principal jefe y caudillo militar del Partido y además el primer Presidente Constitucional. Entre 1851 y 1855 se llevó adelante la política de fusión inspirada en el manifiesto del Dr. Andrés Lamas. Sin embargo a partir de 1875 los doctores lograron un forma racional de desarrollo político vinculado a dos fenómenos por un lado la crisis de la filosofía espiritualista y el ascenso del positivismo filosófico. El interprete del período es José Pedro Varela, se produce, entonces la transición desde el academicismo doctoral al realismo económico y social: Como sostiene Ardao " El positivismo lubricó la áspera incorporación de los doctores en los partidos caudillistas: lo nuevo y lo mejor de acuerdo a la doctrina evolucionista, debe construirse a partir de los que ya existe" Por eso mismo, buena parte de los doctores dejaron de crear nuevos partidos, excepto el Partido Constitucional, buscando llenar al decir de Barrán y Nahum "llenar vino nuevo en odres viejos"
El ascenso de la intelectualidad al interior de los partidos impacta fuertemente en el gobierno, por un lado legitima las viejas aspiraciones de los doctores, pacificación, desarrollo institucional, educación, etc. y por otro lado se desarrollan los primeros técnicos del Estado, los futuros colaboradores de Batlle. Esto lo podemos resumir en la cita de don Pepe que dice" Si en 1904 necesité de los generales del ejército para asegurar la paz, en 1905 debí recurrir a los ingenieros para asegurar el progreso del país".
Este proceso de Convergencia entre los intelectuales, poder político y racionalización va a logra su máximo desarrollo en las primeras décadas del Siglo XX, lo que constituye el reformismo batllista. Numerosas personalidades apoyaron el proceso y con gran capacidad técnica, José Serrato, Eduardo Acevedo, Pedro y Ricardo Cosio. El primer batllismo con su proceso reformista  recompone la relación entre intelectuales y poder político, osea resume los anhelos de los doctores espiritualistas y la generación principista incorporando contenidos programáticos y conocimiento especializado en las decisiones gubernativas.
 El modelo reformista se inicia con la incorporación de los saberes especializados al desarrollo de las reformas:

La Reforma Social se inicia con el apoyo crítico a los sindicatos con simpatía desde la prensa  y con gran consideración de la realidad obrera desde la prensa reformista, o sea El Día. Continúa con el desarrollo de una legislación social protectora y obrerista con limitación de la jornada laboral, reglamentación del trabajo de mujeres y niños, salario mínimo, indemnizaciones por despido y mejora de la vivienda obrera. Además las obras solidarias como asistencia y alimentación y realización de obras públicas generadoras de empleo.

La Reforma Rural tenía el objetivo general de eliminar los latifundios ganaderos promoviendo un país de pequeños propietarios. La modificación del modelo productivo con el objetivo de terminar con el pobrerío rural. Los aspectos radicales se dirigen hacia un georgismo telúrico sosteniendo firmemente el origen social del valor de la tierra regulándolo con aumento del impuesto territorial. Se busca la reocupación y redistribución de las tierras fiscales creando un plan de colonización. En aspectos moderados la tecnificación del Estado, políticas de transporte al servicio del cambio rural completado con el control de los ferrocarriles en forma más exigente.

La Reforma Fiscal determina la ampliación de los impuestos como instrumentos de justicia social y desarrollo económico con impuestos a la tierra, a la herencia, a las exportaciones y disminuyendo los impuestos al consumo.
La Reforma Moral determina la construcción del hombre nuevo con un fuerte incremento de la educación, defender el cosmopolitismo, la apertura a las ideas extranjeras y a los inmigrantes. Anticlericalismo radical, permanencia de la ofensiva contra la Iglesia identificando al católico tradicional con el capitalista retrogrado. La Emancipación de la mujer con la equiparación legal, promoción del divorcio, protección a la madre soltera y a los hijos naturales.

La Reforma política se dirige a la politización de la sociedad a través del debate público entre los ciudadanos y la organización de los partidos y finalmente la propuesta del sistema Colegiado como última garantía frente a las tiranías ampliando el plazo de gestión gubernativa.

Batlle se vió a sí mismo como un hombre del progreso, los obreros lo consideraron un amigo, el patronato industrial y británico lo creyó un socialIsta, los socialistas un burgués de buena voluntad, los blancos un autócrata demagogo y el historiador UN REFORMADOR.(Barrán y Nahum)[15]






Luis Batlle, la restauración batllista.

Luego de la Segunda Guerra Mundial, la transición política, las transformaciones económicas promovieron un sentimiento de restauración del modelo batllista. En realidad este proceso había comenzado durante las administraciones de Baldomir (Paysandú, 27 de agosto de 1884 - Montevideo, 24 de febrero de 1948) militar, arquitecto y político uruguayo. Presidente entre 1938 y 1942, fue el autor del golpe de estado de 1942 que restableció derechos suprimidos en la Dictadura de Terra)y de Amézaga (Montevideo, 28 de enero de 1881 - Montevideo, 20 de agosto de 1956). Presidente Constitucional de Uruguay desde el 1 de marzo de 1943 al 1 de marzo de 1947. Incluso con grandes influencias del batllismo durante la gestión de Amézaga. La prosperidad económica, el sentimiento triunfante de los aliados en la Segunda Guerra Mundial, un creciente sentimiento pro norteamericano, la fe en la matriz liberal, el Estado fortalecido con su rol componedor y arbitro social, sumado al crecimiento de la producción industrial que se destacaba sobre el estancamiento de la ganadería, y en definitiva la evolución social urbana fueron estímulos al renacer batllista y reconstrucción de un nuevo Partido Colorado con un sentimiento general de optimismo.
El Imperio británico en retirada con un ocaso sostenido marcaba el fin de su hegemonía dentro del sistema capitalista nos encontraba como acreedores de la metrópoli y con la cual seríamos profundamente generosos en momentos de negociar los pagos de la duda aceptando el criterio inglés que era de canjearla por vetustas y obsoletas empresas británicas de ferrocarriles, tranvías y aguas corrientes.
El avance de la industrialización fue el motor del nuevo reformismo batllista, denominado también Neobatllismo. Ciertamente las condiciones internacionales van a favorecer el desarrollo del nuevo proceso reformista dentro de un década muy importante llamada gloriosa entre 1945 y 1955. En ese período la economía uruguaya creció en el eje del 8% unos trs puntos sobre el promedio mundial. El problema más serio era la ganadería que muestra en este período un fuerte estancamiento derivado de una inexistente inversión tecnológica que generaba por consiguiente baja rentabilidad y muy poco eficiencia. Esta será la causa del fracaso del modelo puesto que todo el desarrollo industrial descansa en las divisas generadas por las exportaciones agropecuarias.
El desarrollo más importante de la restauración batllista se dio con la Presidencia de Luis Batlle Berres(Montevideo, 26 de noviembre de 1897 - Montevideo, 15 de julio de 1964  político y periodista uruguayo. Presidente en ejercicio del Poder Ejecutivo entre el 2 de agosto de 1947 y el 1 de marzo de 1951. Es conocido por ser el líder del denominado por algunos historiadores,,Neobatllismo), vicepresidente de la fórmula victoriosa  en las elecciones de 1946, que llevó a la presidencia de la república a don Tomás Berreta, que al fallecer lo catapulta a la presidencia. la simbología era muy fuerte, un Batlle de nuevo en el poder y al mando del viejo partido del Estado .
En la década de 1950 se habían reconfigurado las hegemonías mundiales del mundo capitalista y la inserción mundial del Uruguay no será la misma que la que se llevó adelante durante el período del priemer batllismo liderado por Don Pepe. Sin embargo las semejanzas del discurso son múltiples: la afirmación liberal con proyección social y socializante, un Estado reformista, que no sustituyera la iniciativa privada pero que permitiera articular los intereses del capital y del trabajo; las políticas públicas anticipatorias de las necesidades sociales y que cortaran de raíz cualquier trasnochada revolucionaria y por sobretodas las cosas la promoción del desarrollo industrial como factor estratégico de desarrollo económico para lograr el ideal batllista de la justa redistribución de la riqueza.
El Estado vio consolidada su participación directa en la economía monopolizando casi todos los servicios públicos. En 1948 se crea el Instituto Nacional de Colonización con una fuerte oposición de los ganaderos. En resumen generó una prosperidad económica con una visión del "sueño uruguayo" con un fuerte incremento del Estado que se convierte en el gran empleador y con políticas sociales muy audaces para su tiempo. Es claro que se acusa al crecimiento estatal de clientelismo, sin embargo la reflexión debería ser que al pasar a controlar las viejas empresas británicas, todos esos funcionarios privados a partir de ese instante serían funcionarios públicos. Es innegable que luego de este período la sociedad uruguaya no fue más optimista.

Oscar D. Gestido .1967, el fin del Uruguay liberal.

Las características del Uruguay a mediados de los años sesenta no habían cambiado mucho. La población seguía siendo escasa, con una tasa de crecimiento muy débil. Clase media predominante y con cultura bien difundida y amplia. Las servicios médicos en un esquema mutual solido y una Salud Publica que llegaba a casi la totalidad de la población. Una legislación social de avanzada aunque ligeramente exhausta. El intervencionismo militar casi inexistente y por extensión una gran estabilidad política. En verdad el Uruguay era atípico en América Latina.
La crisis económica, social y política condujo al Uruguay a una latinoamericanización creciente pero sin perder del todo algunas de las características mencionadas anteriormente, Sin embargo impacto muy fuerte en el optimismo creando una suerte de disconformidad que se vi más que nada en los jóvenes por un lado y en una intelectualidad pesimista por otro. Todo se puede resumir en Inseguridad, no como la actual de riesgo callejero, sino en como se presentaba el futuro. Las elecciones de 1958 habían marcado e primer intento de cambio por parte de la ciudadanía las del año de 1966 muestran el doble de interés de cambios al aprobar la ciudadanía una nueva rotación de los partidos en el poder y un cambio constitucional profundo.
A partir de 1965 el colegiado blanco había tenido que aceptar la realidad sin poder accionar sobre ella. El peso uruguayo se devaluó pasando de 11$ a 80$ por U$S durante su periodo de gobierno. La consecuencia fue una oleada de huelgas y situaciones laborales conflictivas muy  dramáticas.
En 1964 se había constituido la CNT (Convención Nacional de Trabajadores) que unificaba al movimiento sindical en una dirigencia de mayoría marxista con la lucha de clases como esquema de trabajo. También ocurre el fallecimiento de varios líderes políticos importantes, entre ellos Luis Batlle Berres. Benito Nardone y Daniel Fernández Crespo originando un profundo vacío de poderes. La experiencia del Partido Nacional quedaba atrás luego de la crisis del Banco Transatlántico en 1965 y el tener que aplicar "medidas pronta de seguridad" durante el año electoral. "La opinión Pública comprendió que la rotación de los partidos políticos no bastaba para contener  la crisis económica y social(...) Morales Padron, F.
En las elecciones de 1966 el ganador fue el Partido Colorado en la figura del Gral. Oscar D. Gestido, que no realizó una campaña  multitudinaria pero su gran imagen de honradez y de buen administrador sedujo a la mayoría del electorado.
En la formación de su gobierno hubo dos líneas claras, la de gobernar con todo el Partido Colorado y de rodearse de técnicos idóneos cualquiera fuera su origen partidario- Sin embargo Gestido se abstuvo de utilizar los amplios poderes que la nueva constitución le otorgaba y entró en una serie de negociaciones con los diferentes sectores políticos que terminaron encerrándolo e imponiéndole duras condiciones para el apoyo indispensable que la salida de la crisis requería. la economía no pudo reorientarse y terminó siguiéndose la línea maraca por la administración blanca. Henry Finch apunta que: " hasta poco antes de su muerte, Gestido, se resistió a la reanudación de los contactos con el FMI optando  por la búsqueda de un apoyo popular para una política de corte desarrollista. El resultado fue en Noviembre de 1967 cuando una nueva devaluación pasó el costo del U$S de 98$ a 200$ en el mercado oficial de cambios. El fracaso de esta política económica se debió, además de los problemas heredados a problemas climáticos de sequías e inundaciones"
La repercusión política fue inmediata existiendo en el ambiente un clima de intranquilidad donde el aparato propagandístico del MLN.T (tupamaros) incide en la opinión pública en el marco de una desorientación y abulia del sector político.
En marzo de 1967 el gobierno interviene la Caja de Jubilaciones, estabiliza los precios por decreto y todos estos hechos en el trasfondo de un grave conflicto gremial de la prensa. El 25 de julio Gestido hizo un discurso en el cual ponía su determinación de acabar con la anarquía y el caos que imperaban en nuestro país: " No permitiremos que el país retorne a la ley de la selva, y combatiremos a quienes propongan crean un estado de anarquía social" En el mes de abril se había realizado en nuestro país la reunión de presidentes de todos los países miembros de la OEA.
El 8 de setiembre se promulga la ley de emergencia y en octubre se implantaron nuevamente las Medidas Prontas de Seguridad.
El 7 de diciembre de 1967 fallece Gestido víctima de una ataque cardíaco. Era un hombre serio, austero y responsable que no pudo darle coherencia a la hora crítica en que el país vivía.

Jorge Pacheco Areco: la encrucijada de fines de 1967.

La sorpresiva muerte del presidente Oscar Gestido a la 1:30 de la madrugada del 7 de diciembre  de 1967 complicó más las situación del país que sin saberlo, todavía, estaba dando un peligroso giro en su historia. El vicepresidente dela república, Jorge Pacheco Areco, debía asumir la  presidencia tal como estaba determinado por la Constitución de la República. No era un momento fácil, existían avisos de intentonas golpistas y de quiebre institucional sumado a la crisis económica y social en que se encontraba el país. A las 5:20 Pacheco Areco asumió la presidencia prestando juramento ante el escribano de Hacienda, al no poder ubicarse al escribano de Gobierno. Raúl de Castro fue el encargado de labrar el acta que fue firmada por el ahora presidente Jorge Pacheco Areco, el secretario de la Presidencia, Dr. Héctor Giorgi y el prosecretario Dr. Carlos Pirán. A las 6:30 se convoca la primera reunión del Consejo de Ministros. Todos los ministros presentaron renuncia colectiva ante lo cual Pacheco Areco los confirma en el cargo. El gabinete estaba integrado por representantes de los sectores más importantes del Partido Colorado: UCB ( Unión Colorada y Batllista), Unidad y Reforma (Lista 15) y el Frente Colorado de Unidad (FCU). No tenían representantes los sectores de Vasconcellos y Zelmar Michelini, aunque luego serán incluidos por el presidente. Jorge Pacheco Areco, al decir del Dr Sanguinetti tenía una concepción gardeliana de la amistad y era poco conocido incluso dentro del Partido Colorado. Tenía 47 años , había estudiado en la Facultad de Derecho y su carrera periodística era en en la empresa familiar del diario El Día (primo de los Batlle-Pacheco). Fue subdirector del diario El Día en 1959 y director entre los años 1961-1965. Fue diputado por la UCB. Discrepó con la postura colegialista del El Día y apoyó a Gestido en su campaña electoral. La situación del país era compleja:
-Estancamiento de la producción y de la economía.
-Inflación descontrolada.
-Paros, huelgas y agitación social creciente en las calles.
-Divisiones muy fuertes dentro del Partido Colorado.
-Falta de consensos para realizar mínimos acuerdos que permitieran gobernar.
-La agresión permanente contra el sistema democrático y el estado de derecho por parte de  distintos grupos revolucionarios predominando el MLN-T (tupamaros).
Su idea era gobernar con todo el Partido Colorado aspecto que consiguió con una negociación franca y directa. En cadena de radio y televisión, tres días después, de asumir y luego de 10 minutos de exponer sus ideas culmina su discurso diciendo: " Todos deben integrarse a la empresa de salvación nacional para rendir, a nuestro querido presidente caído, el mejor de los homenajes, el de realizar la tarea que él se había propuesto: el Partido Colorado, todo el Partido Colorado, al cual pertenezco, y en cuyo sentido de responsabilidad y en cuya vitalidad creo, como motor esencial y sustancial apoyo para el gobierno, la oposición, que acaba de dar prueba noble de patriotismo en su conducta política; la ciudadanía entera de convicciones democráticas, que es, finalmente, la que ha de juzgar y permitir que nuestra gestión tenga éxito. Si es así, habremos devuelto la prosperidad a nuestro Uruguay y la felicidad a su pueblo" Con su rostro adusto y un tono de voz ligeramente monocorde confirmó a los ministros en su cargo y se comprometió, además, a combatir la inflación y desarrollar políticas de desarrollo económico. Sin dudas el Presidente Pacheco Areco garantizaba la continuidad de la polìtica emprendida por el General  Gestido. La diferencia radicaba en la celeridad para tomar decisiones. El 12 de diciembre de 1967 disolvió el PS (Partido Socialista) la FAU (Federación Anarquista del Uruguay) el MRO (Movimiento Revolucionario Oriental), MIR (Movimiento de izquierda revolucionario) y al diario Êpoca que había realizado un acuerdo ideológico admitiendo la lucha armada para tomar el poder. El semanario socialista "El Sol" corrió la misma suerte. El accionar de la guerrilla armada fue constante durante todo el mandato de Jorge Pacheco Areco y vivió posteriormente. El giró hacia un autoritarismo estatal como respuesta a las agresiones de la guerrilla marcó el giro que separó la ruta democrática y liberal tradicional del país hacia la pérdida de valores republicanos.

El retorno democrático: La Presidencia del Dr. Sanguinetti. El batllismo y el cambio en Paz.

 

El nuevo gobierno democrático liderado por los doctores Julio María Sanguinetti y Enrique Tarigo, electos por el voto popular y un Parlamento  también totalmente libre, tenía por delante muchos problemas y una asignatura pendiente compleja y difícil: restablecimiento de la paz, vigencia total y absoluta de los Derechos Humanos y reparar  todas las situaciones injustas llevadas adelante por la administración militar con más de una década de  avasallamiento del estado de derecho.
El discurso electoral, devenido en un aspecto cuasi filosófico de salida de la dictadura: "El cambio en paz" se materializa  en el informe enviado a la Asamblea General el 15 de febrero de 1990 a modo de balance del gobierno realizado:
" A lo largo de este periodo la paz ha sido para el gobierno su más constante proyecto, como sustento imprescindible de la reconstrucción democrática. Esta no era posible en el enfrentamiento: hubiera naufragado si en la sociedad hubiera comenzado el empleo de la violencia o bien la confrontación hubiera amenazado los márgenes imprescindibles de la gobernabilidad. Naturalmente, en este propósito el gobierno ha estado acompañado por el propio pueblo. Solo un consenso muy generalizado ha permitido esta convivencia. En el Uruguay vivimos estos años (1985-1990) todos quienes participamos en las confrontaciones del pasado, sea del medio político, sindical, militar o subversivo, a título personal, salió a ejercer la venganza o a satisfacer violentamente un ánimo revanchista"
La primera presidencia del Dr. Sanguinetti tiene algunos aspectos destacables:
1) Plena restauración de las libertades democráticas.
2) Libertad a los presos políticos.
3) Política de favorecer el retorno de exiliados.
4) Recomposición de las carreras laborales de los Funcionarios Públicos.
5) La compleja ley denominada " Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado"
6) La plena vigencia de la Constitución de 1967.
7) La opción del MLN-Tupamaros en la acción política integrada al Frente Amplio.

Las tareas a realizar eran muy complejas debido a la propio naturaleza de la transición inacabada, que obligaba a resolver cuestiones políticas difíciles: presos políticos, amnistía, delitos militares y sobretodo violaciones a los Derechos Humanos, y la reincorporación del funcionariado publico perseguido por su accionar político. El momento más difícil y dramático del Gobierno del Dr. Sanguineti, fue sin dudas cuando los jueces comienzan a citar a los distintos tribunales a los militares acusados de violaciones a los Derechos Humanos.. El Gobierno envía al Parlamento un proyecto de ley que buscaba la amnistía a los delitos cometidos por los militares, pero no prosperó debido a posturas políticas y a la posición de los militares que sostenían y sostienen haber cometido delitos que merezcan ser amnistiados. Luego de muchas discusiones e interpretaciones surge la sanción, con muy ásperos debates dentro y fuera de los partidos políticos de la Ley d Caducidad de la Pretensión punitiva del Estado, en el mes de diciembre de 1987. Esta norma  comunmente llamada ley de impunidad cercenaba la independencia del Poder Judicial y transfería al Poder Ejecutivo la decisión de investigar las denuncias presentadas. El día posterior a su sanción se creó la Comisión Nacional Pro Referedum integrado por la izquierda y algunos sectores del Partido Nacional. La consulta popular se  el 16 de abril de 1989 quedado ratificada la Ley y dando inicio a una serie de practicas de democracia directa que se realizarían durante los últimos 30 años.

La amnistía: el 8 de marzo  de 1985 fue promulgada la ley de amnistía que posibilitaba la inmediata libertad de todos los presos políticos o por delitos conexos y también de presos comunes. Esta amnistía incluyó también a los ex-guerrilleros que cometieron asesinatos durante el periodo de desarrollo de la guerra interna pero que nunca habían sido encarcelados por esta fuera del país. El propio Dr. Julio María Sanguinetti, el 4 de marzo de 1985, clausuró por gracia los diferentes expedientes desarrollados por la Justicia Militar contra el lider nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, Líber Seregni del Frente Amplio restituyéndosele su grado militar y su carrera castrense. También a los nacionalistas Homar Murduch, Carminillo Medero, Walter Malan y Juan Raúl Ferreira.

Se promovió el retorno a las negociaciones tripartitas salariales restaurando los Consejos de Salarios según la ley de 1943. Se logró un descenso inflacionario pero continuó alta, en el entorno de 30% y mejoró notablemente la mortalidad infantil. En marzo de 1988 fallece Wilson Ferreira Aldunate. El Dr. Sanguinetti declaró al periodista Néber Araújo; " Wilson Ferreira Aldunate fue un puntal en la forja de esta estabilidad institucionalidad. Aun razonando de un modo muy diferente al nuestro, me daba a mi la certeza y la tranquilidad de que en los momentos cruciales él iba a estar, y estuvo siempre(...)Hoy lo perdemos pero él deja un legado al país y a sus correligionarios. Sentía al país a su estilo con una mezcla de gentleman inglés y de caballero español..."
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El 28 de febrero de 1990 el Dr. Sanguinetti a modo de despedida sostenía en Cadena de radio y televisión; " Hemos  hecho todo el bien que pudimos. Nunca procuramos el mal de nadie, aunque podamos habernos equivocado muchas veces; pero sobretodo hemos evitado muchos males(...) Les digo especialmente a los jóvenes que vivan la emoción de este cambio en paz, tan distinto a la sangre que han tenido que regar los jóvenes de Europa del Este para salir de las dictaduras marxistas-leninistas(...) Me despido, sin nostalgia ni cansancio, me despido, pero no me voy"
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 El Dr. Tarigo define al Partido Colorado en 1986.
El Dr. Enrique Tarigo fue Vicepresidente de la República, Presidente de la Asamblea General, Secretario General del Partido Colorado, abogado y periodista.


El batllismo fue estatizador y, más que eso nacionalizador, cuando hubo que serlo. La creación del Banco de la República, del Banco de Seguros, del Banco Hipotecario, del ente de la electricidad, hizo que en época de Don Pepe el país manejara por sí mismo el ahorro, el crédito hipotecario, lo se guros y en época de Luis Batlle, el país nacionalizó sus ferrocarriles y los tranvías y las aguas corrientes fundamentalmente porque era el modo más práctico de recuperar la deuda que en libras esterlinas nos debía Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial. El Dr. Tarigo prfundiza más su visión sosteniendo: " Pero nacionalizar y estatizar no puede ser, simplemente, una receta que se repite o que se copia. Y ésta es una gran diferencia entre el batllismo y quienes simplemente quieren copiar al batllismo. Y, ni que decirlo, es una tremenda diferencia entre el Batllismo partidario de una economía mixta, y quienes dogmáticamente afirman que el Estado debe ser el propietario de todos los medios de producción, sin excepción alguna. Ningún dirigente batllista, según lo que yo se, es partidario de reducir el papel del Estado si es que por tal se entendiera la privatización de importantes empresas públicas, digamos ANCAP, UTE, ANTEL. si seríamos muy cuidadosos y requeriríamos informes muy serios y cuidadosos si se propusiera la creación de nuevas empresas públicas. La gran ventaja de ser pragmáticos y no dogmáticos es la de permitirnos la necesaria elasticidad en las ideas como para acompasarlas a la mudanza de  los tiempos(...) Creo que hoy a todo dirigente batllista debe preocuparle hoy, fundamentalmente, más que la extensión del Estado, la eficiencia del Estado. El día que funcionario público y servidor público pasen a ser conceptos sinónimos me daría por satisfecho"

El batllismo como doctrina constituye el núcleo inspirador del Partido Colorado, no es un artículo importado, ni un catecismo dogmático ni una especulación doctrinaria despegada de la realidad uruguaya. En cualquier caso esta inserto dentro de la visión profundamente liberal del Partido Colorado e lo político. El programa  define al Partido Colorado como la colectividad de Fructuoso Rivera y de la Defensa de Montevideo, se caracterizó por su liberalismo, su tolerancia, su actitud hospitalaria hacia los inmigrantes. El Partido Colorado es esencialmente liberal. Este carácter hoy se comprende mejor si en lugar de liberalismo hablamos de pluralismo. O sea la admisión plena- y no solo la tolerancia- de que todas las ideas políticas son admisibles, aun aquellas que a cada uno de nosotros o a nuestro Partido son improcedentes. Los liberales afirmamos la admisibilidad de todas las ideas políticas, de todas las ideologías, como facultad esencial de todos los seres humanos y de los sectores, partidos o agrupaciones que los conforman. Esto no nos lleva a la indiferencia, por el contrario afirmamos nuestras convicciones admitiendo que los demás puedan tener otras. Continúa el Dr. Tarigo, naturalmente, el Partido Colorado, no se agota en su concepción liberal, sino que es el cimiento sobre el cual edifica sus concepciones en materia política, social, económica. En el programa se sostiene que en "el siglo XX y fundamentalmente por obra de José Batlle y Ordóñez, a los rasgos tradicionales del coloradismo (o sea el liberalismo político) se fueron sumando otros que define el perfil actual del Partido" y los enumera:
1- Su vocación democrática: en el Estado, en el Partido, en la Sociedad Civil y en los planos cultural, económico y sindical.
2- Su voluntad reformista: el orden social vigente conlleva injusticias y debe ser profundamente transformado buscando una efectiva igualdad de oportunidades en  el punto de partida para que cada uno desarrolle libremente sus capacidades sin privilegios heredados.
3- Su jerarquización del Estado:  para ejecutar un proyecto solidarista, orientando con una propuesta deliberada los diferentes sectores de la actividad. No para sofocar la iniciativa privada, cuyo dinamismo la hace indispensable para el desarrollo, pero sí para informarla y orientarla ajustando su actuación al interés general.
4- El nacionalismo batllista: que no se confunde con la hueca exhaltación de folklorismos ni con irracional hostilidad a lo extranjero sino que propugna la legítima y sensata defensa de lo nuestro en un mundo en el cual los demás defienden lo suyo.
5- Nuestro latinoamericanismo: porque nacionalismo no es aislacionismo y la integración de los países latinoamericanos es necesaria para nuestra plena realización como comunidad nacional.

Finalmente el Dr. Tarigo concluye: " diría que el Partido Colorado a influjos del batllismo, es hoy, un Partido profundamente liberal en lo político y social-demócrata en lo económico y social. Este segundo rasgo surge claramente de esa voluntad reformista y de esa jerarquización del Estado que no puede ser, desde nuestro punto de vista, ni el ogro filantrópico de las dictaduras más o menos totalitarias, ni el mero árbitro de la contienda social dedicado a marcar los tantos de cada uno de los sectores partícipes del quehacer colectivo como querrían los liberales en materia económica, los liberalistas como los llamaba Benedetto Croce para marcar la diferencia conceptual entre liberalismo político y liberalismo económico"[18]
































[1] Rilla,J. Prologo. Hierro, L. Las Raíces Coloradas. EBO. 2015. Página 10.
[2] Pivel Devoto, J.E. Historia de los Partidos Políticos, tomo II. Montevideo página 229.
[3] Maiztegui, L. Caudillos. Planeta. 2012. Página 54.
[4] Maiztegui, L. Orientales. Planeta, Montevideo, Pagina 381.
[5] Caetano,G. y Rilla, J. Historia Contemporánea del Uruguay. Claeh. Fin de Siglo. Página 65.
[6] Faig F. El pensamiento de José Garibaldi. Arca. Montevideo, 2008. Página 24.
[7] Barran,J.P. Apogeo y crisis del Uruguay pastoril y caudillesco, EBO, Montevideo, 2011, Pág.8.
[8] Rama, C.M. Los orígenes del Pensamiento Social. Obreros y Anarquistas. Enciclopedia Uruguaya Número 32 páginas 23 y 24, Arca 1969,Uy.
[9] Jorge Buscio.José Batlle y Ordóñez. Uruguay a la vanguardia del mundo. Fin de Siglo octubre de 2009. Pp. 73 a 77
[10] Gerardo Caetano.Antología del discurso Político en el UruguayTomo I. Taurus 2004.Pp.332 y Ss.
W. Reyes Abadie/A. Vazquez Romero.Crónica General del Uruguay Tomo 5. EBO 2000. Pp.278-281
Luis María Delio Machado.Nuevo enfoque sobre los orígenes intelectuales del batllismo.FCU 2007.Pp. 159-170
[11] Berisso, Lia. Bernardo, Horacio. Introducción al pensamiento uruguayo. Páginas 84-87. Montevideo. Cruz del Sur, 2010
Echenique, Carlos. Prudencio Vázquez y Vega. Edición del autor, Montevideo, 1989. Páginas 96-102
[12] . Delio, Luis M. Nuevo enfoque sobre los origenes intelectuales del Batllismo. FCU. 2007
       Ahrens, E. Curso de Derecho Natural. Pag.320
       Krause, K. El Ideal de la humanidad para la vida.
       Berisso, Lia/Bernardo, H. Introducción al pensamiento uruguayo.
       Lagrotta, M. Domingo Arena, realidades y utopías. Arca.2009
[13] Rodriguez Fabregat, E. "Batlle yOrdóñez: El Reformador". Editorial Claridad, Buenos Aires 1942. Pág. 394 a 397.
[14] Rodriguez Fabregat, E. "Batlle yOrdóñez: El Reformador". Editorial Claridad, Buenos Aires 1942. Pág. 394 a 397
[15] Caetano, Gerado, Alfaro, Milita. Historia del Uruguay Contemporáneo, ICP, FCS, FCU, Montevideo, Mayo de 1995, paginas 59 - 109.
[16] Maiztegui, L. Orientales 5, 2010 Pág. 93
[17] Maiztegui, L. Orientales 5, 2010 Pág. 150
[18] Tarigo, E. Un Partido liberal y socialdemócrata. Reflexiones del batllismo,número 2, 1986, Paginas 4-7.