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martes, 29 de diciembre de 2015

EL FRACASO DEL BATLLISMO EN REFORMULAR SU UNIDAD PROGRESISTA EN 1962.


Desde la Segunda Guerra Mundial nuestro país, panamericanismo mediante y férrea oposición a los fascismos, empezó a realinear la política interna.  Se produce la casi inmediata asociación entre  el “totalitarismo” con el comunismo y la identificación macartista del “ peligro comunista”  con aspectos tan diferentes como los sindicatos, el movimiento estudiantil o el neo –batllismo “chapa 15. Lógicamente surgen movimientos antiliberales y de derecha como el ruralismo que era sin lugar a dudas LA derecha a fines del 50. Posteriormente en los sesenta el enemigo de los conservadores dejó de ser el batllismo. Los sectores dominantes nacionales que sentían profundo temor por el inquietismo batllista ahora se  focalizaban en las clases trabajadoras organizadas y su capacidad de presión y organización. Este se debía sin lugar a dudas por el “luisismo” con su sensibilidad social y nuevo impulso redistributivo y con un radicalismo fuerte en momentos de la Guerra Fría. La crisis económica adobaba los reclamos sociales y el miedo al avance del comunismo sumado a la Revolución Cubana, desencadena un fuerte sentimiento antisindical y anticomunista que va a marcar el inicio de la década del sesenta. El modelo desarrollado por Luis Batlle Berres se sostenía en la exportación y en el modelo de industrialización sustitutiva. La idea era industrializar la lana y el cuero y buscó afanosamente capitales extranjeros. Sin lugar a dudas consolidó la clase media y no se deslumbró con el desarrollismo tan de moda en esa época y sostuvo en un discurso citado por el Dr. Sanguinetti, ( Relatos de la Memoria, 2015, 16) “ Es un inmenso error creer que el desarrollo de la industria nacional tiene valor por ella misma y que es un problema circunscripto solo a la que puede ser la Industria Nacional. No, el desarrollo, el afianzamiento, corren parejos con toda nuestra estabilidad social, económica y política y si decae podremos enfrentarnos a problemas insolubles”.
 La década del 60 dejó huellas profundas en cada país tanto en costumbres, formas de convivencia, etc. En Uruguay comenzó  en 1959 de la mano de varios hechos importantes en lo nacional y en lo internacional. En nuestro país, el herrerismo establece alianza con   la Liga Federal de Acción Ruralista que le permitió al Partido Nacional llegar al gobierno. El hecho internacional fue el triunfo de la Revolución Cubana el 1 de enero de 1959. El Colegiado “blanco” fue el episodio político más importante desde el retorno del batlllismo al gobierno. Evidentemente la sociedad uruguaya buscaba cambios y caminos para solucionar la gran crisis económica. En tanto dentro del Partido Colorado la división ideológica entre los quincistas y catorcistas pone en evidencia la necesaria  búsqueda de unidad para enfrentar políticamente a los blancos en el gobierno. El más radical era el antiguo secretario de Batlle Berres, Zelmar Michelini que sostenía la imperiosa necesidad de volver al radicalismo batllista y sostenía : “ Ha llegado el momento de abandonar los paños tibios. Los que pertenecemos a mi generación debemos aprender a no vivir de tradiciones ni de recuerdos. A las nuevas generaciones hay que hablarles de  programas y realizaciones. El Golpe de Estado de Marzo ha quedado muy atrás; la formidable época de José Batlle y Ordóñez, también, así como alguno de sus principios que parecían inamovibles. Soy anticolegialista porque los ejecutivos pluripersonales son lentos e inefectivos. Con mucha más razón soy anticolegialista en materia departamental. Me gustaría un retorno a la Constitución del 42, corrigiéndole algunos de sus defectos. No creo en frentes populares ni en Partidos Internacionales, a los problemas nuestros , soluciones nuestras. El Partido Colorado batllista hubo escisiones y reagrupaciones. Surge el sub lema “Por el gobierno del Pueblo”, lista 99 que lideraba el propio Zelmar Michelini levantando las viejas y mejores tradiciones del batllismo. La Lista 15 se une a viejos enemigos, riveristas, baldomiristas y blacoacevedistas. La lista 14 forma la Unión Colorada y Batllista que llevó como primer candidato del Consejo Nacional  de Gobierno al General Oscar D. Gestido. Sin embargo el triunfo correspondió nuevamente al Partido Nacional y en particular a la UBD.
Ver:
Frega, A. y Otros. Historia del Uruguay en el Siglo XX. EBO Montevideo 2007. Pp. 158-160.
Broquetas, M. La trama autoritaria. Derechas y Violencia en Uruguay (1958-1966) Pp 45 y Ss.
Michelini, Z.  Artículos Periodísticos y Ensayos. Tomo I Cámara de Senadores, 1986. 

El batllismo en los años Sesenta. Zelmar: “ Debemos hacer una lista con la gente de izquierda”


A partir de los años 30 nuestro país sufrió los efectos de la crisis mundial en el sector agrario. En un primer momento  disimuló el problema con un crecimiento industrial y agrícola, luego de la segunda guerra mundial y con el entorno ideológico de la guerra fría los vaivenes económicos fueron constantes. A  mediados de la década de 1950, la crisis nacional se agravó. El crecimiento industrial dinamizó a la agricultura al necesitarse mayores cantidades de lio, maíz, girasol, azúcar, cebada, trigo, pero no pasó lo mismo con la ganadería. Entre 1935 y 1961 la producción ganadera por habitante creció a 0.02% anual o sea casi inexistente- La crisis agraria hasta entonces latente por el escaso crecimiento ganadero despertó brutalmente sumándose a la crisis en el sector industrial y con él, las agroindustrias vinculadas. A partir de 1957 se vivió una doble crisis: la vinculada con la ganadería y la de producción de manufacturas. La Política desarrollada por el primer Colegiado “blanco” adoptó una serie de medidas pretendidamente liberales que lo único que consiguió fue desmantelar la industria nacional  con el claro objetivo de desballistizar la política general del Uruguay. Evidentemente  la línea de flotación del Estado de bienestar batllista fue alcanzada con estas medidas. La seguridad social tenía un sistema agotado y politizado. Si sumamos el aumento del costo del trabajo , el estancamiento económico y la inflación los efectos sobre las diferentes Cajas fueron demoledores. En los sesenta la real función del sistema dejó de ser la protección de los necesitados para convertirse en un instrumento para atenuar las tensiones sociales en beneficio de sectores políticos.
Durante el período que transita entre 1946 y 1962 fracasan irremediablemente losúltimos dos proyectos  políticos sostenidos por la histórica matriz bipartidista de los Partidos Tradicionales: el proyecto de Luis Batlle denominado comúnmente neo.batllismo y el ruralismo liderado por Benito Nardone. Desde la época del debate entre batllistas y riveristas nunca, haste este momento, los partidos políticos tenían una interna de debate ideológico tan fuerte. En las elecciones de 1958 se producen una serie de alineamientos sociales, por un lado los históricos grupos de poder de los grandes productores rurales y por el otro una gran masa de asalriados, de clases medias y sectores obrero –industriales. En 1959 y comienzos de 1960 el nuevo gobierno arremete con una política antiindustrial con liberalización del mercado de cambios, desmatelamiento de las políticas batllistas de proteccionismo industrial, contención del gasto público. Este debate también se desarrolla en la interna batllista. Allí tenemos las posturas de la lista 14 y la lista 15 que alejaban cualquier posibilidad de lista única.
¿Ud. No cree posible un acercamiento entre Luis Batlle y César Batlle?
Le pregunta César di Candia a Zelmar Michelini el 7 de octubre de 1961 sobre la posibilidad de una lista única:  “(No lo veo posible) De manera absoluta y definitiva. Debemos hacer una lista con la gente de izquierda, que también incluya  elementos de la 14  y del Coloradismo Independiente, fracciones en las cuales militan gente de ideas similares y que no se apartan de las clásicas orientaciones del Partido Colorado. Y que César Batlle y sus amigos hagan otra con los colorados reaccionarios” El acercamiento entre César y Luis “No solo no lo veo, sino que en caso de suceder, sería lo peor que le puede ocurrir al país y al Partido. Son dos hombres que encarnan corrientes de pensamiento radicalmente  distintas. La unión solo se haría en el papel. Pero de cualquier modo creo que hay que buscar alguna fórmula de unidad, porque es necesario darle alguna esperanza al pueblo. Sin esa esperanza , que mantenga a la gente optimista para el año 1962, podría pasar cualquier cosa, pues el gobierno blanco ya no es solución ni para ellos mismos. Debemos partir de tres postulados: a) Un programa mínimo al cual ajustar las tareas de gobierno; b) el respeto a todas las fuerzas coloradas que intervengan representándolas proporcionalmente en las posiciones a distribuir y c) Un compromiso entre los grupos colorados, en el sentido de actuar siempre de acuerdo con la Agrupación Colorada de Gobierno Nacional, integrada por consejeros, ministros, subsecretarios, senadores y diputados.
La propuesta programática de la 15: el programa mínimo.
Cinco principios:
1)      Una justa distribución de la riqueza que impida las grandes acumulaciones. No hablemos de reforma agraria, slogan gastado y promesa incumplida por todos. Distribuyamos la tierra para una producción intensiva en manos de quienes la trabajen.
2)      Jerarquización total de la Escuela Pública dotándola de mayores recursos. Es la única forma de elevar el nivel moral de la juventud y eliminar la delincuencia juvenil. No olvidemos que el auge de la Escuela Privada se debe a la decadencia de la Escuela Pública.
3)      Un sistema de previsión social distinto. Hay que terminar con el vergonzoso trabajo político que hacen algunos directores de las Cajas de Jubilaciones.
4)      Una distinta manera de encarar el Estado los problemas sindicales. Los Poderes Públicos no han sabido despertar confianza en las masas obreras, fomentando a su pesar la popularidad de los políticos de la extrema izquierda. El gobierno espera el conflicto para solucionarlo.
5)      Total independencia económica  de los Estados Unidos. Si lo tratamos de igual a igual nos vamos a entender mejor que agachando la cabeza. Debemos comerciar con todos los países del mundo y no cerrar las puertas a los países comunistas.
Este proyecto de unidad derivará en una fragmentación del batllismo, del sistema político y en la incapacidad del Estado uruguayo de mantener políticas estables y a largo plazo. Al decir de Germán Rama “ el país  asistía con sorpresa a su propia crisis, sin un análisis crítico de su modelo de desarrollo y del proyecto societal vigente y en definitiva sin la capacidad de elaborar alternativas”
Ver:
Michelini, Z. El programa mínimo.  Artículos periodísticos y ensayos. Cámara de Representantes 1986, Pág. 96-97.

Caetano, G. Alfaro, M. Historia del Uruguay Contemporáneo. FCU-ICP. 1995 

sábado, 19 de diciembre de 2015

Michelini, batllista: No podemos hacer unidad con gente que piensa en la línea del Partido Nacional.



En las elecciones de 1946 se cierra un complejo proceso de transición a la democracia. Es el momento del retorno del batllismo al gobierno siguiendo la candidatura de  Tomás Berreta. Era muy claro, además, la existencia de dos corrientes dentro del batllismo, una conservadora liderada por los hijos de Don Pepe, César y Lorenzo, aglutinados en la lista 14. El bastión de este grupo era el diario El Día. Se enfrentaba el emergente Luis Batlle Berres con una visión progresista y con el objetivo de continuar el “inquietismo batllista” adormecido por el golpe de 1933. La muerte del presidente Berreta en el mes de agosto de 1947 llevó a la presidencia a Luis Batlle, lo que originó un desorden en el equilibrio de fuerzas batllistas. Acá la historiografía, no batllista, define el proyecto con el impulso a la industrialización con el objetivo de derivar el capital a un proyecto de desarrollo social urbano que dejara conformes a la burguesía industrial, a los empresarios, los sectores medios y el proletariado(Zubillaga,1991)
En las elecciones de 1959 triunfó nuevamente  el Partido Colorado, siendo mayoritaria la lista 15 pero por muy poco margen, solo  10.000 votos de diferencia con la propuesta de  la lista 14 cuyo principal candidato era César Mayo Gutiérrez. Andrés Martínez Trueba hace unas propuestas decisivas iniciándose conversaciones entre el batllismo y el herrerismo que terminan en una acuerdo para reformar la Constitución retomando la idea del Poder Ejecutivo Colegiado y se establece una Ley Constitucional.
Para Luis Batlle y su sector implicó dificultades de posicionamiento frente a este proceso que claramente implicaba frenar un avance de la candidatura del sector quincista a la presidencia, pero oponerse al proyecto era oponerse a un postulado histórico del batllismo que además estaba escrito en el programa de gobierno
Con el inicio de la década del 50 el viento favorable a la economía nacional cambia de dirección. Europa comenzó a recuperarse de la consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, disminuye la demanda de nuestros productos de exportación y paralelamente aumentaba el precio de los insumos industriales. Se generó impaciencia e incertidumbre en los sectores dominantes que replicaron en los sectores populares y la relación con el Estado. El sector obrero sindicalizado había aumentado considerablemente como resultado de la legislación que los proyectaba a partir de la década de 1940. Se van a desarrollar grandes movilizaciones a partir de 1952. En 1951 se produce la gran huelga en la planta industrial de ANCAP que culmina con trabajadores procesados. Este hecho originó una gran coordinación sindical dando origen a la denominada “huelga de los gremios solidarios” que se extendió por un mes entre los meses de octubre y noviembre. Y lentamente comienzan los movimientos estudiantiles que va a llevar a delante el proceso de reforma universitaria. En Marzo de 1952 asume el gobierno Colegiado, el 20 de ese mismo mes se inicia una huelga en Salud Pública. El Consejo Nacional de Administración aplicó las medidas prontas de seguridad previstas en la Constitución y con el aval del Parlamento. Nuestro país había logrado un régimen salarial muy avanzado para la época pero los hechos de 1952 radicalizaron la relación entre el capital y el trabajo. Con la oposición de los quincistas se aprobó la línea dura que llevaron al procesamiento de dirigentes sindicales, disolución de organizaciones gremiales y la detención de más de 400 trabajadores. Desde el diario nacionalista “El País” se justificaba sosteniendo que se trataba de “ defender el orden contra la subversión, la ley contra la violencia organizada, la libertad contra el libertinaje” César Batlle sostenía que la culpa de la huelga no era de los obreros sino de los que los “extraviaban” y que de no haberla derrotado hubiera sido el triunfo de la anarquía. Luis Batlle hizo un notable esfuerzo por el desarrollo de las exportaciones como mecanismo para desarrollar la industrialización, oponiéndose tenazmente al FMI. Sin embargo determinadas alianzas políticas entre ruralistas y herreristas sumada a la desunión colorada llevaron a la derrota del batllismo. Una visión del fin de la utopía y la realidad batllista la tenemos en Zelmar Michelini, batllista y cercano a Luisito.
Zelmar Michelini, apuntalado por Luis Batlle, se mostraba en 1953 como el portaestandarte del radicalismo colorado batllista que parecía enterrado con el proceso iniciado en 1933. Era año de militancia gremial bancario experiencia que  le permitirá llegar a la diputación en 1954 y posteriormente ser el líder de bancada quincista.
Una entrevista de 1961 desarrollada por César di Candia en la Revista  Reporter lleva a a reflexiones sobre los hechos mencionados y que finalmente llevaron a la derrota del batllismo en 1958 y comienza Michelini afirmando: “ Luego de nuestra derrota electoral, mucha gente cayó en el simplismo de creer que la desunión del Partido Colorado había sido la causa de todo. En realidad, nuestras divisiones internas tuvieron su influencia, pero, fundamentalmente, pesaron otras razones más importante y más hondas. La derrota nos vino bien. El llano decanta y purifica a  los Partidos. El triunfo nacionalista clarificó el panorama político dividiéndole en dos tendencias perfectamente definidas: las derechas alrededor de las dos fracciones del Partido Nacional y las izquierdas representadas por el Partido Colorado y en  particular por el batllismo”. El periodista Di Candia le pregunta si en las izquierdas incluye a todo los grupos batllistas.
Michelini responde: “ En aquel momento sí, aunque confieso que pequé de ingenuo. Pero en estos últimos años la posición de César Batlle y la gente que le responde incondicionalmente, ha sido más conservadora que la de los propios blancos. Ha acaudillado todo movimiento antiobrerista, antisindicalista y pro yanqui. El cargo más grande que yo le hago, es el de haber mechado a la fracción más derechista del país dentro de un partido que había durante toda su vida el representante de las izquierdas y del liberalismo. No podemos hacer una unidad con gente que piensa en forma radicalmente opuesta a la nuestra en todos los problemas, con personas que están en la misma línea del Partido Nacional”
Antes como ahora, el futuro del batllismo determina el futuro del Partido Colorado, sin visión progresista de avanzada con ideas y acción y cercana al ciudadano seremos un testimonio brillante de lo que fuimos.
Ver:
Michelini, Z. Artículos periodísticos y ensayos. Octubre de 1961 Reportaje de César di Candia.

Frega, A y otros. Historia del Uruguay en el Siglo XX.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Profecía congelada: El Manifiesto Comunista hoy | Marx desde Cero

Profecía congelada: El Manifiesto Comunista hoy | Marx desde Cero

Austerlitz: The Battle of the Two Emperors | History Today

Austerlitz: The Battle of the Two Emperors | History Today

Zelmar Michelini: Batllista.



Zelmar Michelini fue una de las figuras más brillantes de la historia parlamentaria del país entre los años 1960 y 1973.  Era un orador excepcional, emotivo, intenso y caudaloso y hablaba con una gran naturalidad. Al decir de Carlos W. Cigluiti “ (Michelini) pensó que podía encontrar las respuestas a loe nuevos problemas, primero, constituyendo una agrupación política dentro del viejo tronco del  Partido Colorado Batllismo y, después, formando con ese sector un acuerdo político más amplio, ya fuera del lema tradicional(…) fue un batallador incansable, un periodista vocacional (…) El que amaba la paz, tuvo que vivir para la constante guerra de las pasiones políticas. El, que siempre fue incapaz de proferir una palabra de odio y de venganza, tuvo que soportar la persecución y el ensañamiento. El. Que amaba su patria, tuvo que vivir los años más duros y dolorosos de su existencia fuera de ella, y el, que había predicado en todo tiempo la comprensión, la solidaridad humana y la defensa de los valores humanos fue perseguido y muerto fuera de su tierra, en uno de los instantes más dolorosos y abominables de la historia del República”
En un artículo de la Revista Siete Días, Zelmar Michelini analiza la situación del País, el 21 de diciembre de 1971. El periodista la presentó como la figura de mayor peso político que la nueva fuerza política, el Frente Amplio, pueda oponer a los Partidos Tradicionales. Ante la pregunta de :
-¿ por qué abandonó el Partido Colorado? Michelini responde.
- Porque no puedo admitir que dentro de un partido coexistan programas y hombres antagónicos. La política supone coherencia de ideas y el Partido Colorado no la tiene. Para ser coherente con mis ideas sólo me quedaba este camino. ¿ cómo seguir en una partido donde militan hombres que gobiernan de espaldas al país?(…) teníamos esperanzas de triunfar con el Partido Colorado. Pudimos hacerlo cuando el Presidente Oscar Gestido nos llevó al Ministerio de Industria y propusimos la ruptura con el Fondo Monetario Internacional entre otras medidas. No nos dejaron y allí perdimos la esperanza. Ahora conocemos la política de los Colorados: a esa política le negamos nuestros votos.
- Si es  así: ¿ por qué tomó su drástica decisión invocando los propios principios  de su ex – partido?
- En todo caso los principios del batllismo. Nunca me sentí muy colorado sino muy batllista. El Partido nació con la Defensa de Montevideo durante la Guerra Grande pero Batlle le otorgó su contenido ideológico. Por esa razón, el batllismo tiene ideas y el coloradismo sentimientos. Pero al escindirnos no renunciamos a esas ideas. (…) No sirven los precedentes. Trabajamos con un nuevo Uruguay que exige otras fórmulas de salvación nacional. Encontrarlas es tarea de este Frente que vamos a formar y que será el tercer partido que reclaman los uruguayos. Los esquemas políticos actuales quedaron sepultados bajo el tiempo. El batllismo que hoy predica el Partido Colorado ya no le sirve al país. Y le doy un ejemplo: Batlle supo fustigar por reaccionaria a la Iglesia Católica del Uruguay. ¿ qué ocurre cuarenta años después? Que la Iglesia uruguaya evolucionó más que el propio batllismo y los papeles se invirtieron. Dígame: Si Batlle viviera ¿ qué haría con estos señores que hoy invocan su nombre?

Algunos años después.
El primero de marzo de 1972 asume la Presidencia Juan María Bordaberry y Jorge Sapelli la vicepresidencia, ambos electos por el Partido Colorado. El presidente contó con el respaldo de su sector político, el pachequismo y de Unidad y Reforma lista 15. No tenían mayoría parlamentaria y se buscó el apoyo del Partido Nacional. El Partido Colorado había obtenido 13 bancas en el senado y 41 bancas en la Cámara de representantes. el Partido Nacional 12 bancas en el Senado y 40 en diputados y el FA 5 bancas de senadores y 18 en la Cámara de Representantes. Bordaberry realizó una serie de entrevistas con el Presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional C/N (r) Omar Murdoch y los principales dirigentes nacionalistas. La mayoría de los blancos que respondía al liderazgo de Wilson Ferreira Aldunate se negaron a colaborar con el gobierno. En cambio si aceptó el sector herrerista minoritario que había llevado adelante loa candidatura de del general  Aguerrondo. Este acuerdo recibió el nombre de "pacto chico" y permitió al Poder Ejecutivo una frágil mayoría de 50 diputados y 16 senadores. a partir de junio de 1972. la situación general del país era casi comparable a una guerra civil con una andanada muy fuere de acciones del MLN-T. Desde el 9 de setiembre de 1971 el gobierno anterior había encomendado la lucha antisubversiva a las Fuerzas Armadas y se había creado la Junta de Comandantes en Jefe a partir del 17 de diciembre. A partir de esta fecha el protagonismo militar fue creciendo inexorablemente en una suerte de equilibrio inestable entre lo cívico y lo militar. Algunos hechos del 'período muestran lo dramático de la situación:
El 9 de marzo de 1972 la Asamblea General deja sin efecto los decretos del Poder Ejecutivo que fundamentaban las Medidas Prontas de Seguridad. Ese mismo día el Poder Ejecutivo remite al Legislativo un Proyecto de Ley de Seguridad del Estado.
El 12 de abril vuelven a fugarse del penal de Punta Carretas 15 integrantes del MLN-T conjuntamente con 10 delincuentes comunes.
El 14 de abril en la mañana son asesinados por comandos tupamaros los policías Delega y Leites, el C/C Ernesto Motto y el profesor Armando Acosta y Lara. Como respuesta en un allanamiento mueren cuatro tupamaros y son  detenidos otros cuatro. Ese mismo día el Poder Ejecutivo pide audiencia al Poder Legislativo para suspender las libertades individuales y decretar el estado de guerra interno.
El 15 de abril el Poder Legislativo accede a suspender las libertades individuales por treinta días y a decretar el estado de guerra interno con el objetivo de combatir la subversión y al solo efecto del artículo 253 de la Constitución que permite el funcionamiento de la Justicia Militar en lugar de la civil en los delitos de sedición.
El 24 de abril es secuestrado el diputado y Presidente de la Cámara de Diputados Héctor Gutierrez Ruiz, es liberado al día siguiente.
El 18 de mayo, día de las Fuerzas Armadas, son asesinados 4 soldados que estaban de guardia en un Jeep frente al domicilio del Comandante del Ejército, general Florencio Gravina.
El 24 de mayo se ubica dentro de la estancia Spartacus una amplia Tatucera donde se escondían armas y lugar de escondite del MLN-T
El 27 de mayo se libera la cárcel del pueblo de la calle Juan Paullier 1192 los secuestrados un año atras Carlos Frick Davies y Ulysses Pereyra Reverbel y se detiene cuatro tupamaros.
El 12 de junio se inicia un debate entre la CEU (Conferencia Episcopal Uruguaya) y el Presidente Bordaberry sobre el trato inhumano que se dan a los prisioneros detenidos por las Fuerzas Conjuntas.
El 20 de junio las Fuerzas Conjuntas exhuman el cadáver del peón rural Pascasio Ramón Baez Mena en la estancia Spartacus que había sido asesinado por el MLN al descubrir en forma casual la tatucera.
El 10 de julio se promulga la ley 14068 sobre Seguridad del Estado que modifica el Código Penal militar, el Código Penal Ordinario y la Ley de Imprenta
El 26 de octubre el dirigente  de Unidad y Reforma, Lista 15 del Partido Colorado. Dr. Jorge Batlle realiza un discurso por Radio y TV en el que se refiere a " la ola de rumores en los cuales el país ha vivido en las últimas semanas. Rumores sobre inestabilidad institucional...una campaña sobre ilícitos económicos, partidos políticos y dirigentes políticos, que han venido a sustituir o reemplazar en la atención pública  a la propia sedición" Se refirió además a los procedimientos realizados por lo militares en relación a la infidencia. Sostuvo que si los militares lo realizaron por propia iniciativa el hecho revela " falta de disciplina en un lugar donde la disciplina es fundamental" y que "si lo realizaron por consejo de Amodio Pérez, da la pauta que alguna gente puede decir verdad cuando dice que el contacto permanente con algunos ideólogos de la sedición y alguna gente, les ha hecho creer un poco las razones que la sedición aducía para matar oficiales y matar civiles y para secuestrar gente" (...)"si fue por orden superior, entonces tiene que hablar claro"
El 27 de octubre, a las 14:50, el Dr. Jorge Batlle fue detenido por las Fuerzas Armadas en el local del diario Acción que dirigía por el discurso que había efectuado el día anterior. Estuvo preso hasta el 20 de noviembre. La consecuencia inmediata fue el retiro del sector quincista del gobierno y pasar a la oposición. El presidente Bordaberry perdió un apoyo fundamental. En tanto la sociedad uruguaya no percibió que la primera  fase el golpe de Estado se había cumplido.
El 3 de Noviembre de 1972 con el título  “La lógica de la historia” Michelini escribe en Marcha su visión sobre el arresto del Dr. Jorge Batlle.
(…) la detención y el procesamiento del ciudadano Jorge Batlle, nada menos y nada más que un ciudadano, el elemento primario en que se basa toda la sociedad. Demás está que digamos que no nos alegra su prisión y que nunca hacemos leña del árbol caído. Bien sabemos y lo sabe la ciudadanía que si estuviésemos en el gobierno- el Frente Amplio por supuesto- el doctor Jorge Batlle jamás hubiera sido detenido por las opiniones en su alocución.(…) Para resolver la crisis que el país padece y para erradicar definitivamente las causas que la generan nosotros hubiéramos adoptado soluciones totalmente distintas y en ningún momento el cercenamiento de libertades y la reforma de normas y procedimientos de justicia que son los que padece hoy el doctor Jorge Batlle. Durante años- fundamentalmente desde 1968 en adelante- y en forma principal en lo que va de este período, hemos estado en total discrepancia con el sector que él representa, responsable notorio dela situación actual de país (…) Antes habíamos discrepado con la conducción económica que llevó al país a una situación de postración y dependencia, origen en última instancia de toda la acción guerrillera. Se entendió por los grupos que apuntalan al gobierno- Jorge Batlle en primera línea- que la represión era la única forma de salvar al país y en aras de esa represión, para hacerla realmente efectiva, se otorgaron plenos poderes, excepcionales en la tradición nacional: medidas de seguridad, suspensión de garantías, estado de guerra, ley de seguridad.
Epilogo.

Michelini  siempre dejaba traslucir si ser batllsita. “Las personas tienen derecho a hacer todo lo que la ley no prohibe; los organismo públicos sólo pueden hacer lo que la ley les permite; si no se cumple con ese principio y si no se respetan los derechos de los demás, si se avasalla el funcionamiento de las instituciones entonces no hay democracia”.
“La violencia que aplica el gobierno es propia del régimen que pretende subyugar y que desprecia los fines de la justicia por los que lucha el pueblo; es la violencia del régimen la que engendra violencia. El pueblo responde en forma combativa, movido por la urgencia que anima la mente y el corazón de los que luchan por la justicia, pero la violencia del pueblo aparece al fin de todo un proceso y no al principio, al principio están el infraconsumo, el subdesarrollo, el privilegio, el abuso, la arbitrariedad , la miseria, la desigualdad, está la clase dominante. No empieza la violencia con los tupamaros, que ni se mencionan entre los motivos de las medidas del 13 de junio de 1968.” Este es el debate actual, cuando empieza la violencia en nuestro país. Los sucesos parecen , por lo menos , avivar fuegos en el cual la guerrilla tuvo su parte importante y la Guerra Fría y la pérdida de valores democráticos hizo el resto.
En 1973 Zelmar Michelini, se exilió en Buenos Aires. Trabajó como periodista en el diario “La Opinión”, hizo  múltiples  denuncias sobre lo que estaba pasando en el país (Tribunal Russell, 1974), intervino en todas las acciones de resistencia organizadas, recibió amenazas y presiones de todo tipo incluso la dictadura le canceló el pasaporte, hasta su secuestro ocurrido el 18 de mayo, y la muerte, producida el 20, día de su cumpleaños.
Ver:
Michelini, Z. Artículos periodísticos y Ensayos.  Cámara de Senadores. Homenaje 13 de agosto de 1986. Tomo V.
Frega, A. y otros. Historia del Uruguay en el Siglo XX EBO. 2007.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

El batllismo entre "derechas" e "izquierdas"

El batllismo entre “derechas” e “izquierdas”
El abanico reformista del primer batllismo tanto en los social, económico y moral que se concretó básicamente durante su segunda presidencia (1911-1915) se sostuvo en una visión cosmopolita de la nacionalidad y originó inmediatamente la reacción conservadora que va a desarrollarse lenta y progresivamente a todo lo largo del resto del siglo XX. El batllismo cuestionó y en muchos casos eliminó valores y principios de los sectores pudientes y acomodados, combatió al clero y a la Iglesia Católica como institución. Dentro del propio Partido Colorado  el reformismo generó escisiones hacia la derecha conservadora dicho esto en terminos simples. La formación del Partido Colorado General Rivera que fue liderado por Pedro Manini Ríos fue el primer paso de una serie de distancias entre los militantes colorados que siguen el ideario batllista y los demás. La propuesta colegiada y los “apuntes” de don Pepe sobre el colegiado llevaron al batllismo a la derrota en el año 1916 y se abrió al decir del Dr. Gerard Caetano “La República Conservadora” que más o menos durante tres lustros dominará el panorama político uruguayo. No podemos dejar de mencionar la situación internacional, la Revolución Rusa de 1917, la explosión de gremios y sindicatos, que en Buenos Aires culminó con la denominada “semana trágica”. En Uruguay recomenzó la represión a las huelgas sobretodo la portuaria que fue de particular virulencia. La reforma Constitucional finalemene alcanzada en largo proceso que culmina en 1919 permitió entre otras cosas positivas ser bastante permeable frente al surgimiento del fascismo en Europa. Quizás el punto más alto en materia conservadora fue, debido a los coletazos de la gran crisis de 19129, la cración del Comité Nacional de Vigilancia Económica que se enfretaba decididamente a los intentos del resurgir reformista batllista. En 1930 el batllismo alcanzó la mayoría en el Consejo Nacional de Administración. En forma paralela el Ejército Nacional fue virando hacia posturas antibatllistas, anticomunistas y profundamente Colorado. Es interesante ver acá la formación de las “Vanguardias de la Patria” , la “ Asociación Patriótica del Uruguay”. Acá surge el régimen Terrista derivado de acuerdos suprapartidarios entre el propio Dr. Gabriel Terra, el coloradismo no batllista, o sea riveristas, terristas, vieristas y sosistas y al herrerismo. José Pedro Barrán y Gerardo Caetano sobre el período terrista demuestra las simpatías que generó en nuestro país el fascismo, el falangismo y el franquismo creándose varios centros que incluso contaban con medios de prensa. A partir de 1938 se comienza a deteriorar la alianza golpista de 1933. El presidente Alfredo Baldomir que había triunfado en 1938 fue separándose del terrismo tal cual era el sentimiento de la sociedad uruguaya. En forma paralela surge un movimiento que va a tener una gran trascendencia posteriormente. De la mano del terrateniente Domingo Bordaberry  de orígen antibatllista, había sido el primer secretario de la Federación Rural en 1915 y director del cotidiano terrista “El Pueblo” se sostiene en Benito Nardone para , según su terminología, “ democratizar” la Federación Rural. Con el objetivo de enfrentarse al desarrollo del sindicalismo creciente se forman  grupos de integración rural en el cual tuviesen participación activa en algunas decisiones con Benito Nardone como hábil comunicador.
Cuando retorno el batllismo al gobierno a partir de 1946 y posteriormente con el ascenso de Luis Batlle y su modelo de industrialización el miedo al Estado redistributivo comienza a despertar grandes debates. Los sectores obreros crecieron en número y en organización, sus conflictos con el capital eran frecuentes y a amenudo triunfantes. En 1951 se funda una asociación gremial rural autónoma denominada “Liga Federal de Acción Ruralista” este grupo se vincula particularmente con sectores herreristas y colorados antibatllistas ahora integrados por terristas, riveristas y blancoacevidistas. En buen romance los grupos que había sostenido el régimen terrista. La Guerra Fría se suma a esta situación y ahora se desarrolla un profundo anticomunismo.

Luis Batlle Berres fue responsable del aggionamiento del batllismo partiendo de la base de su comprensión de la realidad que se vivía en el mundo de posguerra con sus imponentes cambios en todos los órdenes. El 14 de agosto de 1947, Luisito sostenía en su famoso discurso: "Nosotros, los que fuimos formados en los últimos aleteos de la filosofía liberal del siglo pasado y dimos los primeros pasos hacia la socialización de ciertas actividades del organismo social, comprendemos que tenemos que continuar ese ritmo para encauzarlo por las vías normales. Apresurarse a ser justo, es asegurar la tranquilidad; es bridarle al ciudadano los elementos principales y básicos para que tenga la felicidad de vivir y hasta  él lleguen los beneficios del progreso y de la riqueza. Apresurarse a serjustos es luchar por el orden y es asegurarse el orden". Buceando en el pensamiento de Luis Batlle, años antes en una exposición de congresistas americanos realizada en Chile con la Segunda Guerra Mundial en desarrollo sostenía en abril de 1944: "La Democracia no es solo libertad. Los pueblos reclaman algo más. La Democracia no tiene por que suponer necesariamente una evolución lenta en su marcha y discusión prolongada para atreverse a dar un paso por el progreso y por la justicia social" Es claro que el batllismo del período, denominado Neo batllismo, fue un movimiento policlasista que buscó y consiguió en parte una alianza entre los industriales, la pequeña burguesía, las clases medias y el sector obrero. Desde el punto de vistas económico el eje fue el proceso de industrialización que logró el apoyo tanto de los sectores estatistas como de los  sectores dirigistas en materia económica.
El rol del Estado para Luisito era el de contribuir con gran energía a mantener la paz social. No toleraba la lucha de clases porque la visión del batllismo era la del hombre por encima de la sociedad. Retomando su discurso de 1947 sostenía: "Cuando se amasa la riqueza entre el capitalista y el trabajador, lo que se produce es de todos y tiene que repartirse con equidad para que no exista el que lo tiene todo y el que no tiene nada, porque eso no es ni la tranquilidad ni la paz, ni la justicia; eso es la arbitrariedad y con arbitrariedad no podemos asegurar la paz social..."
Mucho se ha debatido sobre el rol de la lista 15, de su relativo apoyo al sistema colegiado en su momento o su inconveniencia de instaurarlo en 1952, pero es innegable que Luis Batlle Berres tuvo grandes coincidencias con Don Pepe: ambos fueron industrialistas,  se basaron en la política de sustitución de importaciones, el instrumento fue diferente con el sistema de cambios múltiples. Ambos vieron al mercado interno como motor de desarrollo y fuente de empleo. Y sin dudas el rol del Estado intervencionista, laico y tolerante.
"El discurso de Luis Batlle se entronca con la tradición liberal, tal como había sido reinterpretada por el batllismo de Don Pepe. Luis Batlle hizo frecuentes invocaciones a la justicia social, con un énfasis claro del papel tutelar del Estado para proteger a los más necesitados de la sociedad. También Luisito atacó a los que consideraba demasiado ricos a los que consideraba enemigos de la sociedad pero lejos de considerarse un discurso que presentase a la sociedad enfrentada en lucha de clases. Para Batlle Berres los demasiado ricos y los necesitados era casos límite de una sociedad en la cual la mayoría de la población estaba bajo el amigable paraguas del Estado batllista. Por esta razón el  neobatllismo tuvo un gran apoyo en la clase obrera, pero con un discurso no clasista presentándose como una alternativa a una postura de lucha de clases. Los trabajadores participaban en la vida política no en cuanto tales, sino en cuanto ciudadanos del Estado Batllista( y clientes de la maquinaria política del Partido Colorado) El hecho de que el orden social fuera libre y en armonía y sin antagonismos sociales no obedecía a un orden natural preestablecido, por el contrario al resultado directo de la estategia anticipatoria de los gobiernos batllistas. Más claro que el primer batllismo, la visión neobatllista es la mediación entre los distintos sectores sociales a través de la tutela estatal"
 En las elecciones del 30 de noviembre de 1958 surgen nuevas autoridades, hecho común en una democracia, pero que a una buena parte de la población uruguaya la sorpresa del resultado generó sorpresa y desconcierto. Los blancos ganaron las elecciones, su último gobierno había sido durante el mandato de Atanasio Aguirre nueve décadas atrás. También era innegable que el modelo de desarrollo se había agotado que cada año el Uruguay exportaba menos y que a su vez los productos tenían menor valor en el mercado. Imposible ecuación en un sistema industrial que dependía de insumos casi en su totalidad importados. Se utilizaban reservas para equilibrar la economía y debido a la demanda  de una sociedad habituada a consumos culturales y de confort creciente exigía surge la inflación que entre 1958 y 1959 fue del 20%.
Esta crisis inicia lentamente una conflictividad social, impensada en una sociedad de clases medias urbanas y con perfil pacato y conformista. Es el momento del movimiento estudiantil que pelean por la aprobación de la Ley Orgánica Universitaria. Las manifestaciones estudiantiles y la represión policial era cada vez más frecuentes. Para el Partido Colorado el temido ascenso de los nacionalista al poder generaba inquietud. En la intelectualidad lo más trascendente fue el surgimiento muy vigoroso del movimiento ruralista y en en los análisis sobre el mismo se oscilaba entre quienes lo veían como el fascismo criollo y el despertar del Uruguay real adormecido por la visión netamente urbana del batllismo. Luego de la elección el principal dirigente blanco Luis Alberto de Herrera rompe la alianza con Benito Nardone generando una fractura del sector mayoritario.
Instalado el gobierno comienza a introducir cambios en la economía y en el rol del Estado, tratando de limitar su accionar al máximo. Eran las posturas y recetas del FMI (Fondo Monetario Internacio nal) que Uruguay integraba desde 1947 pero que hasta ese entonces nunca había aceptado sus directivas. La tesis económica del momento impulsada desde el FMI y aceptada a rajatabla por el nuevo gobierno sostenía que la libre empresa y la apertura económica hacia un liberalismo abierto enfrentaría con firmeza la inflación que era un exceso de demanda de los asalariados.
Ya el 24 de abril de 1959 se decreta el alza de los tipos de cambio para la mayoría de las importaciones y sobre finales del año se envía el proyecto de ley que modificaba todo el sistema cambiario: La Reforma Cambiaria y Monetaria impulsada por el Ministro Juan Eduardo Azzini, en la cual le daba grandes potestades al Poder Ejecutivo para adoptar medidas de política económica sin el pasaje de las mismas por el Parlamento Nacional. Curiosa ley en la cual presenta aspectos de liberalización de la venta de moneda extranjera y del comercio exterior, se establecía la obligatoriedad de vender al Banco de la República la moneda extranjera producto de las importaciones y se facultaba al Poder Ejecutivo la posibilidad de prohibir por seis meses que se podían prorrogar por otros seis meses las importaciones consideradas prescindibles. También incluía una serie de detracciones a las exportaciones una especie de impuesto con el objetivo de evitar los empujes inflacionarios. El batllismo inició una feroz batalla en el Parlamento para limitar los alcances de esta ley logrando algunas limitaciones sobretodo en el alcance del Poder Ejecutivo . Votada la Ley surge en ella la primera  "Carta Intención " con el FMI en la cual se solicitaban los primeros U$S 80 millones, como contrapartida el Uruguay se comprometía a reducir los créditos internos para reducir la inflación y una serie de puntos como tarifas aduaneras pero ninguna referencia a los salarios. Durante el Gobierno se realizarán dos cartas más. En realidad el inicio de esta política no fue auspicioso debido a circunstancia que se presentaron: las inundaciones de 1959, la sequía de 1960 que sumadas a una plaga de langostas tuvieron graves consecuencias en la producción agropecuaria y el colapso de la producción hidroeléctrica. También hubo grandes reclamos sociales.
El fin del Uruguay liberal, la perdida de valores democráticos y el surgimiento de la guerrilla urbana van a marcar el conflictio decenio de los años 60. Allí estudiaremos a Michelini, Roballo, Seregni y las posturas de Maneco y Vasconcellos. en las visperas de la dictadura de 1973.

Ver Panizza, Francisco."Uruguay, batllismo y después" EBO MVD 1990. Pág 96 y Ss.

Luis Casal Beck:Fragmentación del Batllismo tras la muerte de Luis Batlle - Diario La República

Fragmentación del Batllismo tras la muerte de Luis Batlle - Diario La República

Las figuras batllistas que conformaron la izquierda uruguaya. Domingo Arena, Julio César Grauert, Enrique Rodriguez Fabregat.



Nuestro país en la década de 1930 se veía como ordenado, con poca población y con paz y democracia. Se le consideraba la Suiza de América. Los partidos mayoritarios e históricos, Blanco y Colorado compartían el poder mediantes compromisos electorales y de participación alcanzados luego de la Guerra Civil de 1904 y de las reformas Constitucionales- Los Partidos Socialista y Comunista no eran perseguidos, y los anarquistas habían configurado un fuerte sentimiento libertario-social en la visión batllista de desarrollo. Salvo en la dictadura de Gabriel Terra en 1933 proscribió a todos los partidos de oposición. La legislación era de las más avanzadas, anticipatoria y progresista del continente. El ejército profesional, austero y republicano estaba sujeto al poder civil y a la Constitución. La iglesia había perdido su batalla con el Estado uruguayo y no interfería en ningún tema de gobierno. Ocurren varios sucesos que van a definir el futuro ideológico del Uruguay hacia finales del Siglo XX. La muerte de Don Pepe, la crisis económica de 1929, el advenimiento de visiones totalitarias fascistoides y stalinistas y luego la Guerra Fría. Tenemos múltiples ejemplos de respeto intelectual por las ideas denominadas de izquierda en el batllismo desde la visión anarquista romántica de Don Domingo Arena a la marxista de Julio César Grauert. El propio Arena tuvo un rol muy fuerte en el desarrollo de visiones idelogicas de vanguardia:
Arena va a reclamar la integración de los trabajadores a la nación, procurando que tengan las armas legales, ideológicas y culturales para enfrentarse con los sectores conservadores terratenientes y comerciantes de la sociedad montevideana de comienzos del siglo XX. No como un planteo de lucha de clases, sino de reformismo ideológico y legal con el objetivo de lograr la igualdad social.
Sostenía Arena: “ Mis hermanos de ayer, mis protegidos de hoy” que enseñanza en una sola frase para tantos jóvenes políticos actuales.
El accionar batllista, respecto del movimiento obrero es la clave del apoyo que los sectores populares y obrero prestan a Batlle. Los artículos del diario El Día, los discursos parlamentarios de Domingo Arena, están condensados en una serie de publicaciones como “Batlle y los problemas sociales en el Uruguay” sobre el mismo dice Domingo Arena: “ Los artículos son un caso típico de la colaboración de dos: inspirados por Batlle, escritos por mi, corregidos por él. De los discursos puede decirse substancialmente lo mismo.  En 1913 Batlle había vinculado la campaña en favor de sus apuntes colegialistas con el voto pro-colegiado de los obreros, y su argumento era que los que eran socialistas en otros países debían ser  colorados en Uruguay. Era, según Batlle, el único partido que podía realizar las mejoras de la calidad de vida del trabajador y que la postura socialista era utópica y soñadora. Ante la pregunta de Pedro Manini Ríos de " ¿Somos colorados o somos socialistas?" Domingo Arena, en una entrevista realizada por el Diario Socialista "La Vanguardia", sostuvo que "somos socialistas sin programa".  Un grupo muy inquieto de militantes batllistas va a encontrar en las acaloradas convenciones partidarias un marco para desarrollar sus visiones ideológicamente avanzadas, o de locos según los conservadores de la época. Acá nos encontramos con Enrique Rodriguez Fabregat. 
Con motivo de la publicación del libro de Diego Fischer sobre el duelo Batlle-Beltran (Qué Tupé. Batlle-Beltrán ¿Duelo o Asesinato) el autor nombró a Enrique Rodriguez Fabregat y su libro Batlle y Ordóñez. El Reformador como una de las biblias que debe manejar cualquier batllista. Por eso creo que podemos realizar una aproximación a su figura, que como tantas otras personalidades ha sido olvidada, tanto por el Partido Colorado como por el Frente Amplio que fue fundador
En el libro Enrique Rodriguez Fabregat. Una de las caras del siglo XX. Delia Etchegoimberry escribe sobre el libro en cuestión:


En primer lugar, el libro lleva, de la primera a la última página el sello inconfundible del autor. Ahí estaba la historia, demasiado reciente, demasiado intensa, historia de acción y pensamiento. No historia del pensar reflexivo sobre las cosas, sino historia del pensar para la acción. Y, acción fue en varios planos de la realidad fue la acción de Batlle. Durante los años en que Fabregat nació, creció y maduró en el ambiente creado por la acción de Batlle(...)Sobre el final de su vida crea el Comité de Doctrina Batllista, con el que se une al Frente Amplio recién fundado. Sin embargo vale la pena transcribir lo que en la página 295 del libro de su autoría escribió: Batlle es el hombre de la nueva fe. Cree en el hombre del pueblo, en el hombre de la multitud(...) creer en el hombre del pueblo, vale, primero, como una revelación; vale, segundo, como una revolución"Pp.73.
En abril de 1929 presenta Enrique Rodriguez Fabregat un Proyecto de Ley para crear el Consejo de Patronato de la Mujer y el Niño. Cuenta con 68 artículos y busca sensibilizar sobre la problemática de la niñez desamparada, abandonada y delincuente y en su exposición de motivos resalta los siguientes aspectos:
- régimen de tutela y educación.
- organización del accionar efectivo del Estado.
- madre soltera, madre sin recursos, y, en todos los casos, la madre abandonada por el padre de sus hijos.
-abolición de las diferencias entre hijos legítimos y naturales.
-investigación de paternidad.
-obligaciones de los padres.
-la mujer delincuente (régimen que corresponde a su trato)
-organización de un régimen de protección post cárcel, para adolescentes y adultos.
-prohibición del trabajo de los menores y tutela de los derechos de la mujer obrera.
-creación de un fondo permanente de Previsión Social.
-seguro de maternidad.
-seguro de desocupación forzosa para las mujeres que trabajan.
Este batllista de la primera hora, fervoroso y radical orador en las convenciones partidarias en tiempos oscuros del terrismo, escribió hace casi un siglo proyectos que tendían a solucionar problemas casi inexistentes en aquél entonces, pero que hoy nos golpean en cada esquina de Montevideo.
El 9 de junio de 1927 el Ministro de Instrucción Publica, Enrique Rodriguez Fabregat publicó un decálogo de los derechos del niño:
1) Derecho a la vida. Suma de todos los derechos por la sola razón de haber nacido. Derecho a la casa para habitar, a la atención materna, al reconocimiento obligatorios por el padre, con todos lo deberes que la paternidad impone, a la supervigilancia del Estado para el desarrollo y su prosperidad fisiológica.
2)Derecho a la Educación. Primera asistencia a los Jardines de niños. Kindergarten, segundo ciclo: escuela primaria. Abolición del sistema de escuelas de ciudad. Abolición de la enseñanza verbalista y libresca. Reintegración del niño al seno de la naturaleza por medio de una escuela de trabajo y de alegría: Parques escolares para lograr las reacciones del cuerpo y del alma.
3) Derecho a la educación especializada.
4) Derecho a amntener y desarrollar la propia personalidad. Estudio de las vocaciones, sistemas capaces de orientación espiritual sin artificios que solo se puede lograr en los parques escolares. Reconocimiento en la practica de los sistemas educacionales del derecho de ser niño de vivir y de sentir como tal libre de la artificialidad de la escuela-claustro y del dogma pedagógico que la informa.
5) Derecho a la nutrición completa. Derecho de la madre de criar a su hijo. Seguro del Estado para las madres sin recursos. Servicio de copa de leche. Instalación de merenderos escolares. Instalación de Escuelas-refectorios para menores que trabajan antes del cumplimiento integral de esta tabla de derechos.
6) Derecho a la asistencia económica completa. Este derecho significa la obligatoriedad de los padres o en su defecto del Estado a asegurar al niño la situación económica sin angustias. Derecho a la vivienda. al vestido, a todas las oportunidades de bienestar que el trabajo del hombre pone al servicio del progreso del mundo.
7) Derecho a la tierra. Tierra para habitar. Reconocimiento del derecho del niño a ocupar su lugar en el mundo por la sola razón de haber nacido. Tierra para trabajar puesta a su alcance en los Parque Escolares, para el desarrollo de sus energías, de su impulso vital, de su inquietud, de sus facultades de observación para aprender por sí mismos en el vasto panorama del universo y comprender que la vida es una ley inmutable de solidaridad en el esfuerzo creador.
8) Derecho a la consideración social. Todo para el niño. Abolición de la distinción jurídica entre hijos legítimos e hijos naturales. El hijo es solamente hijo. El niño tiene derecho a sus padres. Transformación de los asilos de huérfanos y reformatorios de menores donde el sistema de Pabellón anula la personalidad en colonias familiares de educación y de trabajo organizadas en pequeños núcleos sociales y confiados a padres y madres que sumen el afecto de sus hijos al de un pequeño grupo de niños sin hogar.
9) Derecho a la alegría. Reconocimiento sin reaceos de este derecho en la vida familiar sin angustia económica, en la escuela activa en el seno de la naturaleza, en la educación sin artificios, en la mesa con pan, en el hogar con lumbre. Derecho al aire y a la luz, a la tierra que se siembra, al fuego que calienta y al agua que purifica. Derecho a ser niño para ser hombre, a formar con cuerpo sano y alma limpia los obreros de la libertad, los arquitectos de la conciencia del mundo.
10) La suma de todos estos derechos del niño forma el derecho integral: derecho a la vida.
De su grandeza y su observancia depende la grandeza de los pueblos. En la salud, la alegría, la formación sin trabas de los niños para la cultura. Para el trabajo, para la libertad y la cooperación, reposan los valores del destino del hombre en una etapa nueva de la historia.
Este texto fue la base de los Derechos del Niño que fue incorporado a la declaración de los derechos humanos por las Naciones Unidas: Enrique Rodriguez Fabregat y Gabriela Mistral, fueron los redactores.
Como batllista y admirador de Don Pepe, Enrique Rodriguez Fabregat escribió una excelente biografia de la cual tomo el siguiente fragmento:
"José Batlle y Ordóñez por Enrique Rodriguez Fabregat.
Hacia la Primera Presidencia.
Batlle será presidente.
En su caso, ya no se trata de una pugna entre candidatos. Eso pertence al capítulo demasiado grande de la política demasiado menuda. En esta ocasión es diferente. Batlle es el hombre de la nueva fe. Su presencia en la lucha significa dos cosas nuevas, fundamentales: Batlle concreta en sí mismo una gran esperanza no cumplida a través de 73 años de independencia. Y Batlle cree en el hombre del pueblo, en el hombre de la multitud, en el hombre que fuera hasta entonces apenas número en la vida nacional.
Estos dos elementos son inseparables de su individualidad. No verlos, significa no ver a Batlle, ni interpretar su tiempo ni comprender su obra.
Creer en el hombre del pueblo vale, primero como una revelación; vale, segundo, como una revolución. Cuando esto se plantea y se afirma así, viene a ocupar un lugar secundario, apenas adjetivo, apenas circunstancial, todo lo que se reducía hasta ahora a lucha de candidatos, de grupos solo diferenciados por las divisas de sus candidatos.
Batlle cree en el hombre del pueblo. Ese es el dogma de su nueva fe.
La lucha, el choque, es entre este "concepto" y lo demás; entre esta "idea" y todo lo demás; entre este elemento de germinación y la esterilidad de los personalismos (...)¿Qué ha sido gobernar hasta 1903? No se nos venga conque si hubo tantas vacas y se exportaron tantos kilos. Eso es más de las vacas que de los hombres. El problema es otro. La acción de goberanr es la que surge sustantivamente de esos elementos para devenir como hecho social.
Hasta Batlle, la crónica de las presidencias no pasa de las revoluciones, sus motines, sus levantamientos, las intervenciones sufridas, los prestamos, las deudas.
Con Batlle, la crónica es la de las reformas sociales, la de la transformación económica del país, la de su soberanía intacta, la de su dignificación política, la del más alto nivel cultural, la de más alta estima del ser humano. Ver. Enrique Rodriguez Fabregat. José Batlle y Ordóñez: El Reformador.Páginas 293-294 Editorial Claridad Buenos Aires. 1940"
Nota:Enrique Rodríguez Fabregat. (11 de noviembre de 1895 - 19 de noviembre de 1976), maestro, escritor, periodista y político uruguayo. Podemos resumir su radicalismo ideológico en una arenga en la Convención del Partido Colorado en momentos de la dictadura de Terra.
“ La Convención del Partido declara que el pretendido acto del 25 de junio de 1933 es nulo e inexistente, no solo en virtud de su origen absolutamente inconstitucional sino también porque significa el más grande atentado que puede consumarse contra la verdad del sufragio y las libertades públicas en un pueblo que había conquistado la realidad de la Democracia. La Convención del Partido señala el acto de 25 de junio como una causa de deshonor que mancha para siempre a quienes lo han organizado, y destaca que la soberanía nacional no es cómplice de la afrenta que se le ha impuesto a la República ante propios y extraños, ante quienes lo presenciaron y ante la historia. Puesta de pie la convención hace suyo el documento y cierra el acto Enrique Rodriguez Fabregat diciendo: "Una sola palabra es nuestra bandera: Revolución en nombre de la libertad"
Julio César Grauert.
Julio Cesar Grauert fue miembro de la Junta Departamental y presidente de la misma en el año 1927 con 25 años. En 1928 fue electo diputado nacional siendo reelecto en el siguiente período con su propia agrupación "Principismo Batllista AVANZAR". Proyectó y llevó adelante el seguro de desempleo, el seguro de maternidad y trabajó mucho por el magisterio. Planteó otros proyectos en defensa de los obreros y de los explotados del campo que no pudo concretar por la disolución de las cámaras hecha por el Terrismo. Su personalidad se caracterizó en ser aséptico a todo lo material. Marcó una línea radical cercana al marxismo pero indudablemente radical batllista. Como lo recuerda Hierro Gambardella:
(...)Muchos habían sido sus amigos y lo querían; otros lo estimaban por sus libros, sus artículos, sus discursos. Pero otros más, que seguramente eran la mayoría de aquel pueblo dolido, solo sabían que había muerto. Y que desde ese momento, por haber caído como cayó, había nacido entre todos. Fue por eso, que con gravedad levantaron en sus hombros el feretro y lo llevaron en combate, entre sablazos que lastimaron la caja mortuoria y, a la vez, el alma de la República.
Filósofos, poetas, pensadores, han vibrado mucho y muy intensamente sobre una categpría estremecedora: La inmortalidad. Por lo menos desde el Renacimiento, con la floración de la conciencia individual y su auto-limitación de ente perecedero, se ha pensado que es el supremo tributo para las más altas potencias del ser humano. Es el pago que se ofrece por cuanto dan los héroes y los genios; y a la vez, la esperanza superior que puden acariciar quienes no tienen otras.
Los que vivimos aquellas jornadas de estupor tuvimos, no obstante, un privilegio superior; sentimos que para aquel muerto nacía la inmortalidad y nacía de nosotros, se depositaba en nuestro espíritu para crecer desde él a lso tiempos de la República.
Ya Grauert no sería el abogado, el publicista, el político supremamente desinteresado que ejemplificó con una vida austera el servicio de sus ideas. El nimbo del martirologio cubrirá para siempre la dimensión de su persona. Y si aquél pueblo había crado una inmortalidad era porque Grauert era también inmortal.(...) En la madrugada de julio de 1930 un grupo de estudiantes universitarios de distintas facultades reclamaban en la Facultad de Derecho reformas que estaban planteadas desde mucho tiempo atrás. Los estudianes izaban en cestas los alimentos y bebidas que simpatizantes hacían llegar a la facultad pero rodeados por Policías y Bomberos. En la tarde la Cámara de Representantes votaba una investigación, mientras el diputado Julio César Grauert hacía llegar por altavoces los avances de una negociación exitosa que determinaba la evacuación de la Unoversidad sin represalias con la promesa de una reforma universitaria. En el viejo café "Sportman" en la esquina de Andes y Mercedes había una rueda de batllistas radicales, Con Grauert y Rodriguez Fabregat a la cabeza, tambien estaba Zavala Muniz. Cuenta Aldo Ciasullo que el 1 de abril de 1933 que la casa de sus padres en la calle Bonpland, Washington Fernández traería a tres refugiados de la dictadura y perseguidos en consecuencia: Justino Zavala Muniz, Antonio Fusco y Julio Cesar Grauert. Esa noche y durante toda la jornada siguiente se realizan las reuniones de dirigentes batllistas a los que se suman: Edmundo Castillo, Antonio Rubio, Enrique Rodriguez Fabregat, Andrés Martinez Trueba, Luis Batlle Berres y Luis Abdala. 48 horas después el inusual movimiento en esa casa de familia determinó el allanamiento policial sin conseuencias porque habían decidido cambiar de sitio de reunión. En octubre de 1933 debido al 4to. aniversario de la muerte de Batlle, el Partido Colorado decidió honrar su memoria con actos públicos en todo el país, los que deberían realizarse en locales cerrados debidos a los requerimientos de las autoridades. La delegación que fue a Minas estaba integrada por Pablo Minelli, Juan F. Guichon, Julio César Grauert. Federico Capurro, María Navarra y Carlos Massiotti. El 23 de Octubre en el teatro "Escudero" el acto logró enfervorizar a la gente que acompaño a la delegación en caravana hasta las afueras de la ciudad de Minas, fue el último acto de Grauert.Son interceptados a las afueras de Mosquitos y baleados. Mal atendido lo trasladaron al Hospital Militar, donde murió gangrenado el 26 de octubre con sólo 30 años, dejando huérfanas a 2 niñas de 5 y 6 años. Y un camino que se debe recorrer para que el retorno del batllismo sea una realidad.
A finales de los 50, luego del efímero y exitoso proceso de industrialización el desarrollo político de la mano del estancamiento económico naufraga en una de las más  profundas crisis  de la Historia nacional, involucrando aspectos económicos, sociales y políticos.  Era innegable que el modelo de desarrollo se había agotado que cada año el Uruguay exportaba menos y que a su vez los productos tenían menor valor en el mercado. Imposible ecuación en un sistema industrial que dependía de insumos casi en su totalidad importados. Se utilizaban reservas para equilibrar la economía y debido a la demanda de una sociedad habituada a consumos culturales y de confort creciente exigía surge la inflación que entre 1958 y 1959 fue del 20%.
Esta crisis inicia lentamente una conflictividad social, impensada en una sociedad de clases medias urbanas y con perfil pacato y conformista. Es el momento del movimiento estudiantil que pelean por la aprobación de la Ley Orgánica Universitaria. Las manifestaciones estudiantiles y la represión policial era cada vez más frecuentes. Para el Partido Colorado el temido ascenso de los nacionalista al poder generaba inquietud. En la intelectualidad lo más trascendente fue el surgimiento muy vigoroso del movimiento ruralista y en en los análisis sobre el mismo se oscilaba entre quienes lo veían como el fascismo criollo y el despertar del Uruguay real adormecido por la visión netamente urbana del batllismo. Luego de la elección el principal dirigente blanco Luis Alberto de Herrera rompe la alianza con Benito Nardone generando una fractura del sector mayoritario.
Instalado el gobierno comienza a introducir cambios en la economía y en el rol del Estado, tratando de limitar su accionar al máximo. Eran las posturas y recetas del FMI (Fondo Monetario Internacio nal) que Uruguay integraba desde 1947 pero que hasta ese entonces nunca había aceptado sus directivas. La tesis económica del momento impulsada desde el FMI y aceptada a rajatabla por el nuevo gobierno sostenía que la libre empresa y la apertura económica hacia un liberalismo abierto enfrentaría con firmeza la inflación que era un exceso de demanda de los asalariados.
Ya el 24 de abril de 1959 se decreta el alza de los tipos de cambio para la mayoría de las importaciones y sobre finales del año se envía el proyecto de ley que modificaba todo el sistema cambiario: La Reforma Cambiaria y Monetaria impulsada por el Ministro Juan Eduardo Azzini, en la cual le daba grandes potestades al Poder Ejecutivo para adoptar medidas de política económica sin el pasaje de las mismas por el Parlamento Nacional. Curiosa ley en la cual presenta aspectos de liberalización de la venta de moneda extranjera y del comercio exterior, se establecía la obligatoriedad de vender al Banco de la República la moneda extranjera producto de las importaciones y se facultaba al Poder Ejecutivo la posibilidad de prohibir por seis meses que se podían prorrogar por otros seis meses las importaciones consideradas prescindibles. También incluía una serie de detracciones a las exportaciones una especie de impuesto con el objetivo de evitar los empujes inflacionarios. El batllismo inició una feroz batalla en el Parlamento para limitar los alcances de esta ley logrando algunas limitaciones sobretodo en el alcance del Poder Ejecutivo . Votada la Ley surge en ella la primera "Carta Intención " con el FMI en la cual se solicitaban los primeros U$S 80 millones, como contrapartida el Uruguay se comprometía a reducir los créditos internos para reducir la inflación y una serie de puntos como tarifas aduaneras pero ninguna referencia a los salarios. Durante el Gobierno se realizarán dos cartas más. En realidad el inicio de esta política no fue auspicioso debido a circunstancia que se presentaron: las inundaciones de 1959, la sequía de 1960 que sumadas a una plaga de langostas tuvieron graves consecuencias en la producción agropecuaria y el colapso de la producción hidroeléctrica. También hubo grandes reclamos sociales.
Los reclamos sociales y la Unidad Sindical.
La aplicación de la política económica aceleró el proceso de unidad que estaba desarrollando a nivel sindical. Ya desde mediados de 1950, simultáneo con los primeros aspectos visibles de la crisis el movimiento sindical comienza un proceso de unidad. Este proceso era complejo debido a los grandes enfrentamientos y luchas entre sectores desde los orígenes mismos del sindicalismo donde se discutía posturas distintas, algunas inmediatas y otras y otras bases para cambios profundos en la sociedad. Se establece en 1955 una Comisión Coordinadora pro Central Unica y en mayo de 1959 una Asamblea Consultiva sobre Central única. En forma simultánea una definición política clara anti fondomonetarista. La crisis económica trajo paralización industrial, inflación aceleran el proceso y en junio de 1961 se acoró establecer una Central de Trabajadores del Uruguay tratando de separarse de cualquier dogmatismo.
El Estado y el conflicto ideológico de la Guerra Fría.
Luis Batlle Berres siempre se jactó de que en Uruguay el Comunismo actuando en total libertad había perdido caudal electoral. Nuestro país fue el único país de América Latina en el cual el Partido Comunista actuó libremente y legalmente durante la escalada más dura de la misma. Esto cambió rotundamente durante el gobierno blanco el cual simultáneamente a la Revolución Cubana triunfante cominza a sobrevolar un anticomunismo creciente. A esto se debe sumar la Visita que hace el Presidente de los Estados Unidos General Dwight Eisenhower en marzo de 1960. Luego de esto comienzan acciones anticomunistas en el Uruguay, represión policial a las manifestaciones sindicales, surgen varios sindicatos amarillistas. Se producen los primero muertos, el má sonado el del prof. Arbelio Ramirez luego del discurso de Ernesto "che" Guevara en el paraninfo de la Universidad. Había políticos involucrados en la escalada anticomunista, Benito Nardone que fue presidente del Consejo en 1960 era uno de los más activos aunque también existían intervenciones directas de la CIA. Una oficina estaba establecida en Montevideo y su director E. Howard Hunt relata sus actividades en "Memorias de un Espía" su autobiografía. Luis Batlle se enfrenta a la postura de Nardone y este lo define como "Comunista Chapa 15".
Ver:
Demasi, Carlos. El preambulo. Los años 60 en El Uruguay de la dictadura.EBO. Montevideo 2004. Pág 7 -14
Ciausullo, Aldo L. Evocación de Grauert. Opinar. Montevideo, Jueves 22 de octubre de 1981
Hierro Gambardella,L.No dejaremos que Grauert muera. Opinar Montevideo, Jueves 29 de octubre de 1981
Enrique Rodríguez Fabregat: pueblo, multitud, revolución. Editorial Claridad Buenos Aires 1948.



El rol del batllismo en la izquierda uruguaya. Aproximación.

La noticia largamente esperada y seguida paso a paso del triunfo de la Revolución Cubana, el primero de enero de 1959 no logró ser titular en la mayoría de los periódicos latinoamericanos debido que la caída del régimen del dictador Fulgencio Batista se produjo en la madrugada. El gobierno norteamericano y su sistema de alianzas contra la postura ideológica soviética durante la Guerra Fría no había estado ajeno a este proceso y la noticia de la caída de Batista causó desconcierto sobretodo debido a su promesa de que resistiría el alzamiento guerrilleo. El New York Times, editorializaba que al gobierno de Eisenhower no le molestaba mucho la situación debido a que la relación con Batista se había enfriado mucho por sus excesos y corrupcción pero que lo preocupaba po que podía suceder después. No podemos negar que el inicio revolucionario en Cuba fue una empresa, en el sentido literal, de libertad que paradójicamente se convietiendo en un concepto opuesto visto desde el ya avanzado Siglo XXI. La libertad, la búsqueda de pluralismo y el nuevo paradigma se fue convirtiendo en la apología del caudillo casi en una visión colonial. Pero el desarrollo de la izquierda latinoamericana no fue homogéneo, ni lineal, ni lógico, la izquierda en América Latina son muchas izquierdas con paradigmas, matrices, táctica y estrategias diferentes, con aspectos ideológicos y culturales que se van enlanzando y vinculando en el desarrollo histórico. Siendo groseramente breve podemos decir que en América Latina los principaels vectores de la izquierda fueon el populismo, nacionalista anti oligárquico y de cercanía con el pueblo articulado con una suerte de líder mesiánico, y el comunismo con la utopía de la lucha de clases para llegar a una sociedad sin diferencias sociales.
¿En el Uruguay que ocurría.?
La inmigración masiva, a fines del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX, introdujo nuevos intereses en Montevideo, trasaladan a nuestro país instituciones e ideologías de base social, que empezaron a entrecruzarse con las fidelidades partidarias tradicionales que hasta entonces no habían tenido una base social homogénea. Las organizaciones obreras se fortalecieron a partir de 1895 y el descontento laboral se intensificó durante la década de rápido crecimiento que precedió a la Primera Guerra Mundial provocando alarma entre los sectores empresarios más poderosos. Los partidos políticos tradicionales, tan mal equipados para registrar y articular los nuevos reclamos se sintieron igualmente amenazados por la militancia de los obreros. La respuesta de Batlle fue elevar al Estado y con él al sistema político al plano de una benevolente neutralidad desde la que se podía mediar en los conflictos sociales que se convirtiese en un peligro para el orden que el Estado quería salvaguardar. Las leyes consagraron una aspiración primaria del movimiento obrero, la jornada de 8 horas, en 1915. Posteriores actos legislativos fueron anticipando los reclamos laborales y, de esa manera, los viejos partidos políticos se fortalecieron a expensas del movimiento sindical y, más aún, de la eventual temática de los partidos de izquierda. Mientras los clubes políticos cumplían el rol de agentes para la integración de los inmigrantes montevideanos, la aprobación de leyes sobre pensiones a la vejez, jubilaciones, descanso semanal para los trabajadores, seguros de accidentes de trabajo y salarios mínimos consolidaba la lealtad de los trabajadores al aparato estatal que los protegía. La legislación era el precio que debían pagar los pequeños industriales en ascenso por la estabilidad política y social. La ideología del batllismo fue, fundamentalmente, una ideología de clase media. Aunque ningún sector social fue excluido de la alianza batllista, los mejor representados fueron el de la pequeña industria y el de los empleados públicos y privados. Un sentimiento igualitario combinado con la defensa de la propiedad, la creencia en el valor de la movilidad social manifestada a través del apoyo a la educación y a la igualdad de oportunidades y la afirmación del Estado por encima de los intereses de las distintas clases sociales, fueron rasgos característicos de la temática del movimiento. La política batllista consistía, entonces, en mantener mediante concesiones el equilibrio entre fuerzas sociales eminentemente antagónicas, mientras conservaba y fortalecía la independencia del sistema político a través de su capacidad de mediar entre ellas. Había entonces en nuestro país un gran avance sobre los postulados que la izquierda latinoamericana tenía como objetivos.
En la década de 1950 se habían reconfigurado las hegemonías mundiales del mundo capitalista y la inserción mundial del Uruguay no será la misma que la que se llevó adelante durante el período del priemer batllismo liderado por Don Pepe. Sin embargo las semejanzas del discurso son múltiples: la afirmación liberal con proyección social y socializante, un Estado reformista, que no sustituyera la iniciativa privada pero que permitiera articular los intereses del capital y del trabajo; las políticas públicas anticipatorias de las necesidades sociales y que cortaran de raíz cualquier trasnochada revolucionaria y por sobretodas las cosas la promoción del desarrollo industrial como factor estratégico de desarrollo económico para lograr el ideal batllista de la justa redistribución de la riqueza.
El Estado vio consolidada su participación directa en la economía monopolizando casi todos los servicios públicos. En 1948 se crea el Instituto Nacional de Colonización con una fuerte oposición de los ganaderos. En resumen generó una prosperidad económica con una visión del "sueño uruguayo" con un fuerte incremento del Estado que se convierte en el gran empleador y con políticas sociales muy audaces para su tiempo.
¿El batllismo está en el Frente Amplio?
Hay una profunda tradición de izquierda dentro de los partidos tradicionales que poco se habla por distintas razones. EL proceso de formación del Frente Amplio fue, entre varios aspectos, legitimar la vieja tradición de izquierda que el país se había dado desde el primer batllismo, reivindica a Grauert, a Batlle, a Brum, a Arena, pero además en los hechos estuvieron los militantes batllistas junto a los sectores de izquierda en la lucha contra el nazismo, contra el facismo en el apoyo a la Revolución Española Peleado por Guatemala de Jacobo Arbenz y el apoyo inicial a la Revolución Cubana. La lucha ideológica en el marco de la Guerra Fría dentro del Partido Colorado se da fundamentalmente luego de la muerte de Luis Batlle. El Dr. Jorge Batlle, y con algunos otros sectores, claramente el sector mayoritario del Partido Colorado se vuelca hacia el Fondo Monetario. En este aspecto los sectores populares y tradicionales batllistas llevan al triunfo al Gral. Oscar Gestido como presidente. La presidencia de Gestido fue corta pero, sin saberlo, fue en definitiva el triunfo de los sectores medios del Partido Colorado que llegaron al poder que querían entre otras cosas seguridad, estabilidad, y austeridad. En el primer período de Jorge Pacheco Areco se consolida una visión económica que se aleja de los sectores populares e inmediatamente comienza la aplicación de las políticas fondomentaristas que en un esfuerzo extremo para contener la inflación se procede a la congelación de precios y salarios y ante las crecientes manifestaciónes sociales y la guerrilla atacando al Estado aplicación de las medidas prontas de seguridad previstas en la Constitución. Esto implicó el comienzo de la separación de los sectores batllistas del gobierno y del Partido Colorado. En ese marco renuncian: Zelmar Michelini, Flores Mora, Vasconcellos, que había sido el último que intentó la aplicación de una política no fondomentarista y también renuncia Alba Roballo.
Ver:
Nieto, Clara. El Intervencionismo de EE.UU en América Latina. Debate, 1998. Introducción.
Pipitoni,Ugo. La Esperanza y el Delirio, Taurus, 2015. Páginas 11-25.
Finch, H. Historia Económica del Uruguay Contemporáneo. EBO. 1870-2000-


domingo, 22 de noviembre de 2015

El cambio en paz y los cambios fundamentales del Uruguay post-dictadura 1985-1986.


El balance de los dos primeros años del gobierno batllista liderado por los Drs. Julio María Sanguinetti  y Enrique Tarigo fueron muy complejos pero fecundos. Fue la consolidación de un tiempo nuevo y el desarrollo de una Democracia real de verdadero perfil socialdemócrata.
Se reactivó la industria manufacturera la cual registró un crecimiento del 11.2%. Y se dirigía fundamentalmente al consumo interno. Se produce una reactivación muy alta, cercana al 90% en la producción de aceites, maltas, electrodomésticos y cervezas. En otros rubros como sustancias químicas, plaguicidas, confituras, pinturas minerales los guarismos oscilaron entre un 20% y un 50%.
Se controló la inflación, la contención lograda en el año 1985 permitió que la inflación se mantuviese por debajo del 100% anual alcanzando un 83% en 1985. En tanto en 1986 se logró alcanzar el 70%.
Se recuperó la confianza del inversionista, las fugas de capitales bajaron prácticamente a cero en 1986 y en 1985 se había logrado un ingreso de capitales de 227 millones de U$S. En tanto que en 1986 se logró la cifra de 250 millones de U$S.
Las exportaciones en 1986 aumentaron un 23 % en relación a 1985 llegando a sobrepasar al final del período la cifra de mil millones de U$S. Esto se debió, en parte, al crecimiento de un 140% de aumento de la cantidad de carne exportada. Los precios promedio mejoran un 15% siendo los principales destinos el Brasil y la C.E.E. hoy Unión Europea.
En lo referente al endeudamiento interno- créditos impagos por empresas nacionales- se aprobó una serie de regímenes de consolidación y facilidades de pago de deudas fiscales y de la seguridad social. Se aprobó además una refinanciación para empresas que trabajan en el sector agropecuario, industrial, comercial, o de servicios, con el sistema bancario.
En lo referente a la deuda externa en 1985 el Uruguay debía hacer frente a obligaciones muy importantes con vencimientos que se concentraban entre ese año y 1989, lo cual asfixiaba la economía nacional por el peso de los pagos al exterior. Se refinanció la deuda externa y se estableció un programa económico-financiero para evitar que el crecimiento del producto del país se viera afectado. Se obtuvo un plazo de pago de 12 años con tres años iniciales de gracia- es decir sin pago de obligaciones-lo que alivió la presión sobre la economía.
Se recuperó el prestigio internacional utilizando la diplomacia directa y al más alto nivel como instrumento para la apertura de mercados. El Dr. Sanguinetti  visitó 10 países entre 1985 y 1986, buscan afirmar la relaciones políticas y económicas, culturales y científicas siempre acompañado por representantes de todos los Partido Políticos, dando carácter de política de Estado a la que se desarrollaba en el plano internacional. La política llevada adelante por el Gobierno batllista fue netamente integracionista. Con Brasil el comercio aumentó un 40% y con Argentina se duplicó.
Todos los delitos subversivos fueron  agraciados por una ley de amnistía enviada al Parlamento, pero esto inició un debate que todavía padecemos. Los destituídos durante el régimen de facto también fueron amparados por una iniciativa enviada por el gobierno mediante la cual se reparaban todos los actos administrativos. Se reconoció el derecho a la reposición, a la reconstrucción de la carrera administrativa interrumpida o un trámite jubilatorio que computara los años perdidos.
En marzo de 1985 el presupuesto destinado a la educación alcanzaba solo el 25.1% del gasto nacional llegando al 35,5% al año siguiente. En las inversiones para infraestructura educativa se crece un 20%, Se reducen los gastos en Interior y en Defensa, ambos presupuestas incluían un 46% del gatos público, al año siguiente se bajó al 35% y al final del periodo alcanzó el 29%.
Se recuperó el salario lentamente un 8% y un 22% en relación a 1983. Las retribuciones de retiro empezaron una lenta recuperación por ejemplo las pensiones a la vejez pasaron de $ 860 en 1984 a $2.600 en 1985 . El Instituto Nacional de Alimentación atendió a 25.000. Se dio asistencia alimentaria a 130 mil escolares.
 El nuevo gobierno democrático liderado por los doctores Julio María Sanguinetti y Enrique Tarigo, electos por el voto popular y un Parlamento  también totalmente libre, tenía por delante muchos problemas y una asignatura pendiente compleja y difícil: restablecimiento de la paz, vigencia total y absoluta de los Derechos Humanos y reparar  todas las situaciones injustas llevadas adelante por la administración militar con más de una década de  avasallamiento del estado de derecho.
El discurso electoral, devenido en un aspecto cuasi filosófico de salida de la dictadura: "El cambio en paz" se materializa  en el informe enviado a la Asamblea General el 15 de febrero de 1990 a modo de balance del gobierno realizado:
" A lo largo de este periodo la paz ha sido para el gobierno su más constante proyecto, como sustento imprescindible de la reconstrucción democrática. Esta no era posible en el enfrentamiento: hubiera naufragado si en la sociedad hubiera comenzado el empleo de la violencia o bien la confrontación hubiera amenazado los márgenes imprescindibles de la gobernabilidad. Naturalmente, en este propósito el gobierno ha estado acompañado por el propio pueblo. Solo un consenso muy generalizado ha permitido esta convivencia. En el Uruguay vivimos estos años (1985-1990) todos quienes participamos en las confrontaciones del pasado, sea del medio político, sindical, militar o subversivo, a título personal, salió a ejercer la venganza o a satisfacer violentamente un ánimo revanchista"
La primera presidencia del Dr. Sanguinetti tiene algunos aspectos destacables:
1) Plena restauración de las libertades democráticas.
2) Libertad a los presos políticos.
3) Política de favorecer el retorno de exiliados.
4) Recomposición de las carreras laborales de los Funcionarios Públicos.
5) La compleja ley denominada " Ley de caducidad de la pretensión punitiva del Estado"
6) La plena vigencia de la Constitución de 1967.
7) La opción del MLN-Tupamaros en la acción política integrada al Frente Amplio.
  El 28 de febrero de 1990 el Dr. Sanguinetti a modo de despedida sostenía en Cadena de radio y televisión; " Hemos  hecho todo el bien que pudimos. Nunca procuramos el mal de nadie, aunque podamos habernos equivocado muchas veces; pero sobretodo hemos evitado muchos males(...) Les digo especialmente a los jóvenes que vivan la emoción de este cambio en paz, tan distinto a la sangre que han tenido que regar los jóvenes de Europa del Este para salir de las dictaduras marxistas-leninistas(...) Me despido, sin nostalgia ni cansancio, me despido, pero no me voy"( Maiztegui, L. Orientales 5, 2010 Pág. 150) .
Ver:
 Reflexiones del Batllismo. Número 4, páginas 3-5- Montevideo, marzo de 1987.

  Maiztegui, L. Orientales 5, 2010 Pág. 150