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jueves, 27 de octubre de 2016

El batllismo sin Jorge Batlle. El batllismo sin la usina de ideas removedoras.



La muerte del Dr. Jorge Batlle me motivó a escribir sobre la justicia distributiva y el debate  dentro del sector batllista del Partido Colorado. Evidentemente partimos en el marco del nacimiento del Dr. Jorge Batlle a fines de la década de 1920 y cerca de que falleciera Don José Batlle y Ordóñez. Era un momento de gran tensión entre la visión reformista y avancista del batllismo con el advenimiento, al decir del Dr. Caetano, de la República Conservadora. Se debatía en la Convención del Partido Colorado en dos vertientes (García  Bouzas, R. CSIC, UDELAR,2014) los principios éticos vinculados al universo del trabajo y su valor social y la relación del mismo con el sistema capitalista en desarrollo. Siguiendo la excelente recopilación de documentos sobre José Batlle y Ordóñez encontramos en el debate de la política fiscal que llevara a la justicia social y defendiera la viabilidad del Estado. Entre los Convencionales encontramos al mismo Don Pepe, Domingo Arena, Lorenzo Batlle Pacheco, Eduardo Acevedo Alvarez, Baltasar Brum, Enrique Rodriguez Fabregat.  La Comisión de Programa se manejaba de acuerdo a las directivas redactadas por el propio Batlle y Ordóñez:
“ En el concepto de la Comisión de Programa, deben figurar en el Programa del Partido todas aquellas aspiraciones que están llamadas a encontrar resistencias y que requieren lucha para imponerlas, y no deben figurar en nuestro programa aquellos principios que todos comparten, porque ellos no van a encontrar grandes dificultades en su realización. Hay conveniencia en no incluir en el programa sino lo que importe lucha, porque si enumeráramos todo lo que queremos hacer, los verdaderos principios importantes, aquellos que requieren un gran esfuerzo, quedarían perdidos entre los otros principios que todo el mundo acepta y que no es necesario hacer un esfuerzo para realizarlos” (Batlle y Ordóñez, actas, PL 1989, 337)
Siguiendo nuevamente la interpretación del Dr. Caetano, el intento de Batlle y Ordóñez era diferenciar al batllismo ideológicamente de otras posturas dentro del Partido y del espectro político de la época. En definitiva volver a la República Solidaria. Como sabemos, y lo sufrimos hoy, el batllismo estaba marcado por el debate periodístico de las ideas donde se desarrolló el proceso con niveles de debate agresivo  sobre todo al debatir  temas como política distributiva y los derechos y obligaciones de los ciudadanos. El principio de Justica se refiere en el debate de la Convención en buscar la felicidad para la mayoría y el menor dolor para la minoría social. Es claro que debate se inicia con el tema de la tierra, muy debatido y analizado pero vale  la pena meternos en algunos puntos de debate:
“ Cuando se proyecta una mejora, una obra cualquiera, y, como es natural, se requieren recursos para realizarla, se echa mano de lo primero que se presenta a la imaginación, y, desgraciadamente, con frecuencia, se busca el recurso necesario, no en las fuentes más abundantes y donde podía obtenerse con más facilidad y con menos dolor para los que tiene que abonar, sino en las fuentes escasas y gravando a menudo a los necesitados. La herencia, la tierra, son gravadas con dificultad. Es más fácil establecer un impuesto a la aduana, que indirectamente afecta a todos, mucho más fácil establecer un impuesto al trabajo, que establecer un impuesto a la herencia.” (Batlle y Ordóñez, PL 1989, 83)
De este debate surge claramente la visón del batllismo con referencia al progresismo, concepto tomado inteligentemente por el  frentismo, el avancismo y el reformismo. Todos conceptos que marcan claramente la ideología del batllismo utilizados sin criterio y según las coyunturas independientemente , don Pepe nos acerca al concepto:
“ El progreso consiste en mejorar cada vez más la vida y hacer que todos la pasen lo mejor, en rodear de garantías y comodidades a los habitantes del país y nada de esto se consigue sin emplear medios pecuniarios. Lejos de consistir el progreso en disminuir el presupuesto, consiste en aumentarlo. No para hacer gastos innecesarios, porque esto es digno de gobiernos corruptores y de partidos que no tengan la noción de su deber, pero si para emplear esos gastos cada vez mejor en la satisfacción de las necesidades públicas y en impulsar el país hacia adelante” (Batlle y Ordóñez, PL , actas 35)
En este punto del análisis el texto corregido por Batlle del trabajo clásico de González Conzi en 1928 define el batllismo en época del nacimiento del Dr. Jorge Batlle: “ El batllismo es una tendencia claramente reformista: una primera reforma prepara una segunda, y esta a su vez una tercera, y cada una apoyándose en la anterior y derivando de ella, no brusco o repentno cambio, sino gradual transición.(…) Las conquistas se irán sucediendo, una tras otra hasta la última. Sin violencias ni sacudidas. Armoniosamente.( González Conzi, 1928, 37)
Años después el joven Jorge Batlle en 1956 asiste en Buenos Aires a una conferencia de economistas de la escuela austriaca, Federico Hayek  y Ludwig von Mises, quedando influenciado desde ese momento  por el liberalismo económico e iniciado otro debate dentro del batllismo hasta la actualidad. Luego del periodo denominada neobatllismo  Jorge Batlle fue electo diputado en esa ocasión, con 31 años. Desde mediados de la década de 1950, fuertemente influenciado  como mencionamos anteriormente, por Ludwig Von Mises y Friedrich Hayek, patrocinó las ideas económicas liberales, un giro sorprendente al estatismo y burocratismo y dirigismo estatal para redistribuir la riqueza en el marco de una estado paternalista que, en diferente grado, impusieron su padre y su tío abuelo, y que caracterizan al batllismo  tradicional. La línea de trabajo de Mises se mantuvo siempre dentro de la teoría económica pura, publicando en Estados Unidos su libro más conocido: La acción humana (1949), un amplio tratado de 889 páginas que sintetiza las ideas del autor sobre el método económico, el proceso del mercado, la teoría monetaria y de los ciclos económicos y los sistemas económicos comparados .
Hayek, en cambio, luego de haber publicado varios trabajos sobre la teoría austriaca del capital y de los ciclos económicos, destacando La teoría monetaria y el ciclo económico (1929, 1933), Precios y producción (1931, 1935), La teoría pura del capital (1941) el objetivo era combatir las ideas intervencionistas keynesianas y las políticas anticíclicas, decidió abandonar la teoría económica pura para· concentrarse en los temas filosóficos y políticos que están detrás del funcionamiento de la economía de libre mercado y el socialismo. Esto puso fin al enfrentamiento teórico con Keynes pero al mismo tiempo le permitió ampliar su audiencia a un público más amplio, de científicos sociales y de intelectuales.
 De este debate que incluye el rol estratégico de las empresas públicas, el rol del Estado y el papel del batllismo en el siglo XXI depende mucho la viabilidad del Partido Colorado en su rol estratégico de seguir siendo el Escudo de los débiles.
Ver:
Batlle y Ordóñez, J. Documentos para el estudio de su vida y su obra, PL CR tomo II 1989
García Bouzas, R. Estudios de Historia Conceptual del pensamiento político, UDELAR. 2014

Gonzalez Conzi, E., Giudici, R. Batlle y el batllismo. Medina. 1959

lunes, 10 de octubre de 2016

El batllismo, tan lejos y tan cerca.


El batllismo después de señalar la existencia de una gama infinita de posturas económicas entre los sectores empresariales y el universo laboral, apoyó su acción más en el sentido moral de los hombres que en su posición económica. No hace, por lo tanto ninguna exclusión a determinado grupo o clase social. El batllismo convoca a todos aquellos ciudadanos que amen y valoren la libertad y la justicia para alcanzar una justa distribución social. Por lo tanto el marco de acción del batllismo es la democracia. Sostenía don Pepe: “ Los procedimientos revolucionarios están buenos para los gobiernos absolutos que niegan todas las libertades. En las repúblicas los obreros tiene el voto que es la fuerza que fácilmente puede realizar sin una gota de sangre sus más altas aspiraciones. El batllismo es reformista, una reforma prepara la siguiente de una manera gradual para lograr transformaciones sin causar un desequilibrio social. El objetivo final es el traslado hacia la sociedad de los medios de riqueza, respetando la libertad de trabajo y el derecho de propiedad privada producto del esfuerzo y el trabajo- El Estado para el batllismo no es otra cosa que la sociedad organizada. El batllismo fue perdiendo sobre fines de los años 50 su capacidad de propuesta de modernización, sumado al proceso nacionalista de desbatllistizar la política mediante la economía en un proceso muy caótico. Se debe sumar además el radicalismo de izquierda y el inicio de la guerrilla. El problema del batllismo actual y que podemos rastrearlo desde fines de los años 50 son los bloqueos, las trancas, las divisiones y la soberbia de algunos referentes. A comienzos del siglo XX el batllismo fue integrador, a comienzos del siglo XXI fue retórico, alejado de la gente, soberbio y cercano a posturas de derecha conservadora. No es de extrañar, entonces, que su caudal electoral este en los guarismos actuales.
La ideología que primaba a comienzos del siglo XX era naturalmente la que traían los italianos o gallegos, o los hombres de tantas nacionalidades , que conformaban la mayoría de los operarios de los pequeños y medianos talleres novecentistas, motor de los avances hechos hasta el momento en ese campo en los centros industriales de la vieja Europa: el anarquismo.  “Sostenía Batlle que su verdadera vocación no había sido la política. Lo que ansiaba cuando empezó a sentirse hombre era una gran ilustración: hacerse en lo posible un sabio. Si no se hubiese entregado a la filosofía, se habría engolfado en el estudio de los astros”(Domingo Arena, 1926). En 1886 funda El Día, siempre como opositor, lo que le significa cárcel, asilo en una embajada, emigra una vez más a Buenos Aires. En 1889 funda por segunda vez El Día, ahora para apoyar la candidatura de Julio Herrera y Obes. En 1891 fue diputado por el departamento de Salto y en 1898 alcanza el Senado, ahora por Montevideo. Este cuerpo lo designa su presidente y en ese carácter actúa como presidente interino de la República en 1899.
Durante los años posteriores a la revolución de Aparicio Saravia en 1897, en que el país estaba gobernado desde Montevideo y desde la estancia El Cordobés, donde vivía el caudillo blanco, José Batlle propugnó la unidad del partido y defendió la tesis del gobierno partidario. El manifiesto del Partido Colorado de 1901 es de su redacción, y será reelecto presidente del Senado.
Las ideas de Batlle habían sido incorporadas al programa de su partido, “hasta ser la orientación primordial y característica del batllismo” (Guidici y Gonzalez Conzi). Una generación de hombres salidos de las filas de las clases medias, intelectuales, profesionales e industriales, creen en sus ideas. El inmediato éxito de los monopolios de la electricidad, portuario y bancario prestigia la política de nacionalizaciones.
Hizo más, transformó al Uruguay, aumentando las posibilidades de las clases medias, protegiendo a los trabajadores y evitando parcialmente el drenaje al extranjero de sus riquezas.( Carlos m. Rama. Batlle: la conciencia social. En Enciclopedia Uruguaya Número 34, Arca, junio 1968)
En tiempos de derrota y luego de la destrucción del Partido Colorado como consecuencia de la Crisis económica del año 2002 y con el advenimiento como mayorías partidarias de un sector neoconservador de base tecnocrática y lejano del batllismo, esta ideología no ha podido trascender ni en las ideas ni en la acción. En realidad desde el año 2005 (…)” Las políticas económicas implementadas desde 2005 en Uruguay no modificaron, sino más bien continuaron y profundizaron, el régimen de acumulación forjado durante el período neoliberal, orientado a dinamizar el crecimiento económico en base a la inversión extranjera directa (IED). En particular no se modificó la orientación general de las políticas macroeconómicas ni se sustituyó el andamiaje legislativo neoliberal. Las principales diferencias con respecto a gestiones anteriores se han relacionado con el énfasis en la reducción del desempleo y con una gestión del endeudamiento externo que buscó su reducción con respecto al PBI y su reestructuración en el mediano y largo plazo. En el andamiaje jurídico utilizado para la promoción de este modelo de desarrollo encontramos otra de las continuidades: en este período no se eliminó ninguna de las leyes señeras del período neoliberal sino que incluso se han promovido nuevas leyes que sostienen el régimen de acumulación. Algunas de las principales leyes que provienen del período anterior son la Ley Forestal (1987), la Ley de Zonas Francas (1987), la Ley de Puertos (1992),  la Ley de Promoción y Protección de Inversiones (1998), La Ley de Marco Regulatorio de la Energía (1997) y La Ley de Seguridad Social (AFAPS) (1995). Por otra parte, las nuevas leyes que se han introducido en este período son: la ley que redujo el impuesto a las ganancias (con la reforma tributaria de 2007), la Ley de Participación Público Privada, la Ley de Puerto de Aguas Profundas para Rocha y la ley de minería. La ruptura más significativa con el neoliberalismo la encontramos en el modo de regulación social: derechos sociales y políticas públicas compensatorias. En este plano podemos encontrar la reinstalación de los consejos de salario –con un nuevo marco para la negociación colectiva- y leyes como la de trabajo doméstico, la ley de ocho horas del trabajo rural y la reciente Ley de Responsabilidad Penal Empresarial (http://www.zur.org.uy). El batllismo surge desde el Estado, esto porque nace desde el Partido Colorado, siendo éste un partido que gobernaba hacía más de cuatro décadas y siguió haciéndolo durante el periodo denominado batllista, “(. . . ) el batllismo (. . . ) nació “en la cuna de oro” del Estado, (...)” (CAETANO, 2011, p. 24), Ya el FA, surge de la conformación de otros partidos políticos que se agruparon bajo un lema común. Al momento de su fundación el Frente Amplio reunió a distintas fuerzas políticas, tanto fueran partidos preexistentes (Socialista, Comunista, Demócrata Cristiano, POR), como sectores progresistas provenientes de los partidos Colorado y Blanco (tal es el caso de los movimientos liderados por los entonces Senadores y ex Ministros Zelmar Michelini y Alba Roballo del Partido Colorado y Francisco Rodríguez Camusso del Partido Blanco) y ciudadanos no sectorizados (entre ellos el Gral. Líber Seregni, quien luego sería su primer Presidente y candidato presidencial). (Disponible en: http://www.frenteamplio.org.uy/frenteamplio/historia, acceso en 10/11/2014). El rol estratégico de las empresas públicas se manejó con la misma preocupación por parte de los modelos batllista y frentista. No entro acá en los errores de gestión y de sospechas de corrupción en la justicia. (...) la modernización batllista supuso una notable alteración de la pauta liberal predominante en la modernización del siglo XIX. El intervencionismo se expandió bajo la modalidad estatista: el Estado montó un conjunto de empresas públicas que controlaron sectores clave de la economía nacional (transportes, crédito, seguros, electricidad, agua y gas). (YAFFÉ, 2001, p. 6) Pues bien, el FA propone en sus programas de gobierno la continuidad de las empresas estatales, incluso ataca a los anteriores gobiernos por el intento de privatización de las empresas públicas. “(...) necesitamos recuperar para el Estado el control de las áreas estratégicas, de modo de transformarlo en una herramienta a favor de los intereses nacionales.” (Grandes lineamientos programáticos para el gobierno 2005-2009, 2003, p. 1) También atacan el intento de desarticular a los trabajadores y la pérdida de los derechos que estos conquistaron históricamente, proponiendo volver a cumplir con ellos, proponiendo, incluso la restauración de los Consejos de Salarios. Con este aspecto, el FA avanzó en la discusión un poco más que el batllismo, ya que regula el mercado salarial. Este ítem es en el único que tanto el batllismo como el FA desobedecen al sistema liberal o neoliberal. Es el único en el cual la modernidad no penetra, pero de todas formas, el Estado es puesto al servicio del “progreso” o del “desarrollo”, dependiendo de la época la palabra utilizada. En fin, el batllismo solo puede estar en el Partido Colorado. Los principios batllistas y sus utopías el electorado lo busca en varias tiendas. El retorno del batllismo pasa por hacer batllismo. Ni más ni menos.
Ver:
 LA IDEOLOGÍA BATLLISTA EN EL FRENTE AMPLIO Mariana Elizabeth Fernández Presa.
Reflexiones del Batllismo. Artículo de Manuel Flores Silva.
Estudios de Historia Conceptual. Raquel García Bouzas.