sábado, 11 de diciembre de 2010
jueves, 9 de diciembre de 2010
Los Clubes Politicos en el último tercio del Siglo XIX uruguayo: La fundación del Partido Constitucional.
Los Clubes políticos en el último tercio del Siglo XIX uruguayo: La fundación del Partido Constitucional.
de Miguel Lagrotta, el jueves, 09 de diciembre de 2010 a las 22:50
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La Historia política nacional del siglo XIX tenía como característica el predominio absoluto de actores partidarios, colectividades que conforman los partidos tradicionales, y la disputa entre el gobierno y el poder desde 1830 hasta finales del siglo, llamada simplemente lucha entre caudillos y doctores. Según Barrán y Nahum "en el último tercio del siglo XIX la vida política uruguaya había cristalizado en torno a ciertos rasgos. a) bipartidismo, es decir, el primado absoluto de los dos bandos tradicionales blanco y colorado, sobre cualquier formación política; b) la tradición histórica como fundamento de esos bandos, divisas o partidos; c) la centralización de la disputa política en torno a la cuota de poder que correspondía a la oposición, rol que se hallaba cristalizado desde 1865, cuando comenzó el monopolio colorado del gobierno y los blancos tuvieron que identificarse con la revolución; y d) el policlasismo en ambos bandos" A partir de la década de 1950 y con la influencia de Duverger, se comienza a investigar la relación que existía entre esta conformación política y el sistema electoral. Recordemos que para Maurice Duverger "los sistemas de partidos son el resultado de numerosos y complejos factores que son algunos porpios a cada país y otras corresponden a la generalidad política como lo son la tradición y la Historia, las estructuras económicas y sociales, las creencias religiosas, la composición étnica, los nacionalismos, etc." Varios politólogos han llegado a la conclusión de que el bipartidismo se encontraba instalado como una tendencia en el sistema político nacional en el siglo XIX y va a influir hasta fines del siglo XX. La Constitución de 1830 estuvo vigente hasta 1919, llama la atención el silencio que generó respecto a los partidos políticos. La Constitución de 1830 no muestra mención alguna a los partidos políticos, sin embargo cinco años después o poco más surgen las divisas partidarias tradicionales. Luego de concluida la primera presidencia constitucional bajo la conducción del Gral. Fructuoso Rivera(1830-1834) los bandos organizados continúan gravitando bajo la órbita de sus jefes militares, sin ningún lazo al poder político legal. Durante el Gobierno de Manuel Oribe se produce el nacimiento de las divisas, etapa fundacional que tenía más contenido épico-militar que ideológico, programático o político. A partir de allí se van a producir una serie de enfrentamientos o confrontaciones de agrupamientos partidario como resultado de una falta absoluta de coparticipación según los lineamientos constitucionales de 1830. Un poco antes de finalizar la Guerra Grande, Andrés Lamas, fundaba "La Nueva Era" donde reclamaba la renovación de la política nacional al margen de los partidos políticos existentes. Poco despues de lograda la paz del 8 de Octubre con la concluye la Guerra Grande, Joaquín Suárez decretaba la prohibición de las divisas y distintivos partidarios. Los sectores universitarios se pliegan al rechazo de las divisas. Esta situación va a estimular emprendimientos intelectuales de jóvenes universitarios que van a conformar el movimiento de clubes de espiritu pricipista. Esta juventud principista adhiere a los principios de un liberalismo clásico y legalista. Uno de los ejemplos será el Club Libertad, fundadoen 20 de mayo de 1872, que va a nuclear a miembros de anterior filiación colorada como José Cándido Bustamante, José Pedro Ramírez y Julio Herrera y Obes. No todos los colorados se incorporan al Club Libertad; no se integran el sector católico que termian fundando el Club Colorado.
El más critico fue el Club Radical, también liberal y estaba dirigido por el Dr. Carlos María Ramirez y José Pedro Varela, los cuales provenían del partido colorado conservador. Ambos dirigentes tenían su publicación: La Bandera Radical y La Paz, desde cuyas páginas propugnan la pacificación de la campaña y la conmistión de los partidos. Pero cuando ve la luz el programa del Club Radical, su desvinculación de los partidos tradicionales es ya un hecho consumado. El Club Radical es una asociación nueva, independiente que no reconoce solidaridad con ninguno de los partidos del pasado. Esto es debido a la capacidad y densidad doctrinaria del Dr. Carlos María Ramírez, que era , a su vez, catedrático de Derecho Constitucional. Este proyecto lo venía desarrollando desde la Revolución de las Lanzas. En efecto en 1871, desde las páginas de La Bandera Radical, se realiza un profundo análisis de la realidad nacional, de la guerra y de sus consecuencias. La guerra frenaba el desarrollo industrial y productivo violando el "sagrado derecho de la propiedad" tan arraigado en el liberalismo de 1870, para luego exigir la extinción de los Partidos Tradicionales argumentando: "Fuera de su tiempo, de los sucesos que les dieron vida, de los errores que los hicieron necesarios, los partidos actuales son inconciliables con los primordiales elementos de la sociedad y del Estado. Inconciliables con el espíritu de las instituciones democráticas. Inconciliables con las formas cultas de la sociabilidad. Inconciliables con la estabilidad del orden público. Inconciliables con el principio de la nacionalidad.(...) es necesario fundar un partido nuevo, porque en el presente o el porvenir la bandera del Partido Nuevo, será la única que puede dar a la República organización, libertad y progreso".
Esto constituye el antecedente de la fundación del Partido Constitucional, que será uno de nuestros primeros partidos de ideas, de corta vida pero de grandes aportes al decir de Real de Azúa: "su programa político consistía nada más y nada menos que en el más puntual cumplimiento de todas y cada una de las disposiciones de nuestra primera carta constitucional. Si se piensa que ello involucraba no solo el pleno funcionamiento de las instituciones que cuando accediera a la letra del texto legal mayor estaban respaldadas únicamente por una nebulosa efectividad en lo referente a los capítulos de derechos y garantías individuales". El 16 de mayo de 1880 se presentaban las bases del Partido Constitucional como "El Gran Partido de las Instituciones libres" contando con su propio medio "El Plata" fundado por Carlos María Ramírez y José M. Carranza. En el acto de designación partidaria asistieron 683 ciudadanos. La Comisión provisoria estaba integrada por Luis Piñeyro, Constancio C. Vigil, A. Dufort y Alvarez, Carlos Barros, Daniel Muñoz, todos hombres de Derecho y vinculados al Ateneo. La Comisión Directiva la presidía Domingo Aramburú que había inaugurado los cursos de la Universidad Libre y Facultad de Derecho establecidas por El Ateneo, encargandose de la cátedra de Derecho Civil desde 1878. La reacció no se hizo esperar y Máximo Santos calificaba al nuevo grupo como:"semipartido o circulo lírico-aristocrático" Prudencio Vazquez y Vega adhiere pero con gran escepticismo, porque el programa de principios excluía el derecho de insurrección ante los gobiernos autoritarios. José Batlle y Ordóñez partidario del derecho de rebelión ante todo régimen autocrático se coloca decididamente en la oposición. Este punto será la proxima nota.
Ver: Nuevo enfoque sobre los orígenes intelectuales del Batllismo, Luis María Delio Machado. Pp 129-145.
miércoles, 8 de diciembre de 2010
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