El Primero de Mayo. Una crónica, con
perspectiva batllista, sobre el día de los trabajadores en Uruguay.
El documento de los
trabajadores de Chicago con el que convocaban a la huelga sostenía:
“¡Un día de
rebelión, no de descanso! Un día no ordenado por las voces jactanciosas de las
instituciones que tienen encadenado al mundo del trabajador. ¡Un día en que el
trabajador hace sus propias leyes y tiene el poder de ejecutarlas! Todos sin el
consentimiento ni aprobación de quienes oprimen y gobiernan. Un día en que con
tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra
los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda la nación. Un día de
protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de
todo tipo. Un día en que comenzar a disfrutar ocho horas de trabajo, ocho horas
de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana”.